La delgada línea roja entre el ser y el parecer

La delgada línea roja entre el ser y el parecer

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

¿Finalmente el rey está desnudo? ¿El gran “Businessman” o “Showman” del Siglo XXI quedó entrampado en su retórica beligerante, supremacista y xenófoba? En política, sobre todo a escala internacional, nunca hay una respuesta cien por ciento certera, pero… las piezas se siguen moviendo.

Como se ha analizado en anteriores oportunidades, desde su retorno a la Casa Blanca, el presidente norteamericano, Donald Trump, ha librado una batalla sin cuartel en múltiples frentes. Batallas que se dan en medio de una crisis de hegemonía imperial no sólo en el plano político, sino en el económico, el militar, el tecnológico, cultural y fundamentalmente ético/moral.

Con el respaldo de EEUU (¿o los tienen amenazados con el caso Espetein?), el “pichón de Hitler” sigue haciendo una limpieza étnica en Gaza, y ahora el parlamento del Ente Sionista aprueba tomar el control de todo el enclave palestino. Pese a las diversas reacciones a nivel mundial, incluso dentro de Israel, parece que nada importa: El mensaje es que la masacre va a continuar. Algo que no se cansan de repetir distintos ministros, como el tristemente célebre, Amichai Eliyahu (ministro de patrimonio sionista), quien sostuvo que “El ejército debe encontrar maneras más dolorosas que la muerte para los civiles de Gaza. Matarlos no es suficiente”.

Y como si estas barbaridades no fuesen suficiente, no solamente Bibi Mileikowski (Netanyahu) amenazó a Starmer si reconocía a Palestina, sino que en paralelo Trump arremetió contra sus vecinos del norte por reconocer al Estado de Palestina. Algo que también había ninguneado cuando hizo lo propio el francés Macrón.

Pero como sabrán lo de las amenazas es algo habitual en la dinámica del magnate de peluquín que hoy ocupa el Despacho Oval. Sin duda los últimos hechos de peso en este sentido fue la imposición de sanciones tanto a Brasil como a la India. Éste último, un aliado histórico de EEUU, pese a que es uno de los socios fundadores del BRICS.

No conforme con haberle impuesto sanciones a todo el mundo (porque no se salvó ningún país), redobló la apuesta con 2 socios fundadores del bloque, bajo el argumento de que le compran petróleo a Rusia y que con ello alimentan la maquinaria de guerra de Putin. Como resultado, Lula y Modi fortalecieron su retórica soberanista, contestaron con contramedidas: mientras el brasileño impondría sanciones recíprocas, o dejará de, por ejemplo, vender café, que pasará a suministrarle a China; el hindú, entre otras cosas, frenó la compra de armamento a EEUU, luego de unos días de publicado un comunicado en el que expone la hipocresía de Occidente: “EEUU continúa importando uranio a Rusia, hexafluoruro para su industria nuclear, paladio para su industria de vehículos eléctricos” o fertilizantes y químicos.

Como si no bastara, recientemente también amenazó -nuevamente- a China con imponerle los famosos “aranceles secundarios” por seguir comprando hidrocarburos a Rusia. Cosa a la que el gigante asiático respondió de forma implacable: seguiremos garantizando nuestra soberanía energética en base a nuestros intereses. Además, salió a respaldar a Brasil y a la India.

Lo sorprendente del escenario no es que Brasil o China se hayan plantado, sino que lo haya hecho la India. Modi confirmó hace horas que participará el próximo 31 de agosto de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai en China. Será una visita luego de siete años sin viajar al gigante asiático, y luego de la escalada de tensiones que se vivieron hace algunos años. Organización en la que también participa Pakistán, otro aliado estratégico de China. Con sus políticas de aranceles, amenazas y bravuconadas ¡Trump está logrando lo que parecía casi imposible! Que converjan en un mismo evento Xi Jimping, Narendra Modi y quizás (por qué no) Shehbaz Sharif ¡Mega WOW! ¡De no creer! ¡Home Run para Xi si mete ese pleno”

De hecho, fue el mismo Trump quien reconoció públicamente (¡MEGA WOW!) que no sabe si las sanciones “tienen algún efecto”, pero que lo van a hacer. Y lo hizo luego de haberle dado un “ultimátum” de 10 días a Putin para que ponga fin a la guerra en Ucrania como si fuese el emperador del globo. Mandatario con el que, de hecho, anunció que se reunirá a mediados de agosto en Alaska (antiguo territorio ruso, vendido a los norteamericanos en 1867), cosa que luego confirmó el asesor del presidente ruso, Yuri Ushakov.

Este anuncio se da tan sólo unos días después del cruce entre Trump y Medvedev, que según el ex diplomático y analista británico, Alastair Crooke, podría convertir el conflicto en Ucrania en una guerra nuclear. Según este, Putin no está fanfarroneando con la cuestión de los submarinos nucleares, los misiles hipersónicos rusos son un “Game changer” por ser más precisos y efectivos que el armamento nuclear y porque ya están en producción masiva, para 2026 se estima te tendrán divisiones enteras equipadas con los Oreshnik, que son tan solo uno de los misiles de nuevo tiempo de los que dispone Rusia. En este escenario, uno hasta se podría imaginar al mandatario ruso, luego de tres horas de reunión, despidiéndose con una sonrisa, muy protocolar y formalmente, del enviado especial de Trump, Steve Witkoff, pero saludándolo internamente con un ¡Chau pichón, hasta el viernes!

Y en esta línea de continuidad temporal, posiblemente haya sido la difusión de la “noticia” de que Rusia dejaría de autoimponerse el no despliegue de misiles de corto y mediano alcance, lo que prendió las alarmas en Occidente. Tal como lo relata el ex marine norteamericano y ex analista nuclear de la ONU, Scott Ritter, vale aclarar que, en 2019, durante la primera administración de Trump, EEUU ya había abandonado el tratado INF (Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio) que databa de 1987, en tiempos de “Guerra Fría”, y que prohibía los misiles balísticos y de crucero terrestres con alcances de entre 500 y 5.500 kilómetros. EEUU ya había realizado pruebas de estos sistemas luego de romper el acuerdo, así y todo, Rusia continuó con su autolimitación para no provocar una escalada. Sin embargo, la paciencia rusa, como la de cualquiera, tiene un límite; y al parecer se agotó estas semanas.

Es por ello que, coincidiendo con lo analizado por el Dr. Alfredo Jalife, quizás el tema nuclear y retomar algún tipo de diálogo/acuerdo en materia nuclear/misilística, sea el tema más importante de lo que discutirán Trump y Putin este viernes 15 de agosto en Alaska; seguido por el reparto del Ártico.

Pese a los intentos por boicotear el encuentro desde dentro y fuera de EEUU; pese a las frases rimbombantes del comediante jázaro usurpador del ejecutivo ucraniano y de los “chihuahuas” europeos; pese a las amenazas repletas de humo del magnate de peluquín, lo cierto es que lo más importante es evitar un posible enfrentamiento nuclear entre las dos principales potencias del mundo, y discutir a qué otros actores se contemplarán en un posible nuevo acuerdo. Vale destacar que, por ejemplo, China no era firmante del antiguo acuerdo INF ¿Lo será en el próximo? Habrá que ver qué sucede dado el historial de violaciones sistemáticas de acuerdos de Trump, hecho que tanto Xi como Vlady conocen de memoria.

En esta misma lógica, los analistas Ezequiel Bistoletti y Fernando Moragón, señalan que podrían agregar en estas conversaciones temas colaterales a las consecuencias de la derrota de Occidente en Ucrania: las agresiones a Irán y la situación en Asia Occidental, los movimientos desestabilizadores en Moldavia y/o el juego que están haciendo en el Cáucaso sur con Armenia y Azerbaiyán. Todo esto sin perder de vista que posiblemente Trump querrá discutan cómo “echarle todo el fardo” a los europeos para dejar a EEUU “fuera” de la impactante foto de la derrota.

Tal como podrán observar, pese a la retórica, lo que hay de fondo es una batalla descarnada de EEUU y sus socios del Occidente Colectivo (pese a que Trump los ningunee y embauque cuantas veces pueda) contra los BRICS. Y en esta misma tónica se deberían leer muchos de los demás hechos que suceden en la actualidad: el supuesto acuerdo de resolución pacífica del conflicto entre Azerbaiyán y Armenia, mediado por Trump (que no es otra cosa que el Corredor de Zangezur para aislar a los armenios de Irán y competir con el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur); el aumento de la “recompensa” para la captura del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, un socio BRICS en la práctica, pese a que formalmente no sea miembro; la calificación de terroristas a los cárteles del narcotráfico y el actual despliegue militar de EEUU en norte, centro y sud América, puntualmente apuntando a México, Colombia, Venezuela, Nicaragua y Cuba; entre otros.

Pero lo “jugoso”, tal como sostiene el analista internacional brasileño, Pepe Escobar, aún está por llegar: posiblemente a mediados de octubre, el Politburó del Partido Comunista de China, realizará su cuarta sesión plenaria. Reunión que congregará a los 370 miembros del Comité Central del partido, donde se elaborarán los lineamientos del próximo plan quinquenal. ¡Sí! China elabora planes quinquenales y en ellos define cuál será su política, de acuerdo al contexto; ahora guerra comercial, de tarifas y de monedas mediante. ¡No es una reunión cualquiera! Encima, “el pleno tendrá lugar unas semanas después de que Pekín organice un gran desfile para celebrar el final de la Segunda Guerra Mundial”, donde Vladimir Putin es uno de los invitados de honor de Xi.

Y como si fuese poco, a finales de octubre (luego del delineado del próximo plan quinquenal de China y de una cumbre de la OCS que puede ser histórica) sucederá la Cumbre Anual de la APEC (o Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) en Seúl (Corea del Sur). Y si bien es un foro que está bastante desprestigiado, lo importante es que ¡podrían coincidir Xi y Donald! Una cachetada para el viejo Orden Unipolar, que daría una nueva señal de que el mundo se está reconfigurando muy rápidamente.

A esta altura del partido, está más que claro que las amenazas ya no estaría funcionando como antes para el imperio unipolar. Y los países BRICS saben muy bien que esto es así, por eso responden en conjunto. Y el resto del mundo lo está viendo en vivo y en directo ¡Los principales países del sur global ya no se callan!

Y de los jugadores medianamente grandes en esta ecuación, quizás, por peso específico y ubicación geográfica, sea el Brasil de Lula el que menos preparado esté para la embestida que se puede venir. Y esto es fundamentalmente porque internamente el gobierno brasileño no está tan consolidado como otros procesos, incluso si se lo compara con Venezuela. Las alianzas que conforman el gobierno de Lula no son tan homogéneas, sin embargo, todo parece indicar que, así y todo, en Brasil están comprendiendo que no tiene más opción que plantarse y dar pelea si no quiere terminar arrodillados y subsumidos a los designios de este imperio en decadencia.

Serán semanas y meses muy importantes. Habrá que analizar muy minuciosamente lo que decante de la reunión de Trump con Putin, y estar atentos y atentas a todos los detalles, porque como dice el dicho, ahí es donde radica lo importante. Es la delgada línea roja entre el ser y el parecer.

Nicolás Sampedro

Prefiero escucha antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

¡Sumate a la Comunidad Trinchera y aportá a la Comunicación Popular!

Tu aporte es esencial para que el Multimedio Trinchera pueda continuar con la construcción de una comunicación por y para el pueblo. Agradecemos el apoyo de nuestra comunidad y te invitamos a suscribirte para afianzar día a día nuestra Trinchera y disfrutar de un montón de beneficios.

Ante las sanciones económicas, Rusia busca mitigar la caída del rublo

Ante las sanciones económicas, Rusia busca mitigar la caída del rublo

TIEMPO DE LECTURA: 2 min.

El presidente ruso anunció medidas que buscan evitar el desplome del rublo y contrarrestar las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.

El presidente de Rusia Vladimir Putin se defendió contra las duras sanciones que impusieron Estados Unidos y la Unión Europea como respuesta al conflicto con Ucrania, y tomó medidas drásticas con el fin de mitigar la caída del rublo.

Mediante el anuncio del nuevo decreto, el presidente ruso les comunicó a los pobladores de Rusia que no podrán transferir divisas al extranjero. En la medida los exportadores también deberán convertir en rublos el 80% de sus ingresos obtenidos en monedas extranjeras desde el primero de enero de 2022.

Desde la apertura de las cotizaciones en la bolsa de Moscú, el rublo se desplomó, alcanzó una baja histórica y, por primera vez en esta década, cotizó a 94,6 rublos por dólar frente a los 83,5 del pasado miércoles, balanceando una caída del 14%.

El Banco Central de Rusia duplicó su tasa de interés de referencia de 10,5 puntos porcentuales, llevándola a 20% con el fin de defender la moneda y  la economía ante las sanciones impuestas por occidente. A su vez, la bolsa de Moscú permaneció cerrada por el hundimiento de la moneda.

A su vez Estados Unidos, la Unión Europea y otros países impusieron sanciones que prohíben cualquier transacción con el Banco Central de Rusia y excluyen a los mayores bancos rusos del sistema internacional de pagos bancarios Swift. 

Además, Rusia recibió represalias comerciales y gran parte de Europa prohibió la circulación de aviones rusos en su espacio aéreo.

La respuesta rusa a las sanciones recibidas se organizó entre Putin, el ministro de Finanzas Anton Siluanov, el primer ministro Mijaíl Mishustin, la presidenta del Banco Central ruso, Elvira Nabiullina, y el director general del mayor banco del país, el Sberbank.

Joe Biden: Demencia senil, locura o planificada estrategia contra Rusia

Joe Biden: Demencia senil, locura o planificada estrategia contra Rusia

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

En una entrevista concedida, a la cadena de noticias norteamericana ABC y su programa Good Morning America, el mandatario demócrata respondió ante las preguntas del periodista George Stephanopoulos. Una de ellas mencionó los resultados de un informe de inteligencia estadounidense, que acusó en forma directa al presidente ruso de “haber autorizado una campaña de injerencias digitales en las elecciones para perjudicar a Biden”. Frente a esta interrogante el presidente estadounidense señaló que Rusia “pagaría las consecuencias por esta acción” Pero, no contento con esta amenaza respondió lacónica, pero claramente a la pregunta ¿cree usted que Putin es un asesino? Haciendo referencia al envenenamiento del opositor ruso Alexéi Navalnyi “”Mmmm… lo creo”, respondió el mandatario demócrata quien agregó además que el mandatario ruso “no tiene alma”

El informe mencionado fue elaborado por el Consejo Nacional de Inteligencia[1] que reúne a siete agencias y ministerios destinados a procesar información de inteligencia y entregar a la presidencia documentos de análisis para la toma de decisiones definidos en el ámbito del pensamiento estratégico. Uno de esos informes es el que toma Biden, como base para acusar a Rusia pero donde también se menciona a Irán, Cuba y Venezuela. Lleva por título “Amenazas extranjeras a las elecciones federales de Estados Unidos de 2020”. Un informe que en su desarrollo niega una de las acusaciones vertidas contra el gobierno de Venezuela respecto a que habría logrado hackear los sistemas de voto en las pasadas elecciones de noviembre del 2020 en Estados Unidos, como acusaron falsamente los abogados de Trump. Lo más probable es que tras la publicación del citado informe se anuncien una nueva ronda de sanciones, no sólo contra Rusia, sino también contra China, la República Islámica de Irán y Venezuela. Ya el día 17 de marzo, se informó que Estados Unidos incluyó a Rusia, en la lista de aquellos países a los que niega licencias de exportación e importación de artículos y servicios de defensa.

En la mencionada y polémica entrevista, Joe Biden dio cuenta que a fines del pasado mes de enero, apenas con un par de semanas en el cargo, conversó en forma telefónica con Putin consignando, que le advirtió sobre las implicaciones que tendría en las relaciones entre ambos países, el que Moscú haya intervenido en las elecciones presidenciales (acusación que hasta el día de hoy no cuenta con pruebas ni fundamentos plausibles). Biden continuó su relato dando a conocer que en la conversación le dijo al presidente ruso “te conozco y me conoces. Si establezco que esto ha ocurrido (la mencionada injerencia electoral) tendrá efectos”. Con énfasis le señaló al periodista que ante ello “pagará las consecuencias, pronto lo verás”, agregando “lo que más importa cuando tienes que enfrentarte a líderes extranjeros y he tenido que hacerlo con varios de ellos, es saber la persona que tienes al frente”. Biden, el aparente afable anciano sacó las garras y con ello nada bueno se puede esperar en el plano internacional. Ni siquiera Trump, con su inexperiencia en el plano internacional, tuvo tantos exabruptos en tan pocos minutos de entrevista.

Debo reconocer que ante esta sorpresiva y categórica afirmación traté de hilvanar algunas líneas de entendimiento. La primera fue por el lado médico neurológico y lo asocie a un tema de demencia senil, toda vez que Joe Biden,es el presidente con mayor edad elegido en el país norteamericano. La demencia senil es un trastorno neurocognitivo mayor y es el nombre que se da a un síndrome que se caracteriza por el deterioro de las capacidades psíquicas de la persona afectada, especialmente de las capacidades cognitivas. Posteriormente transite por la explicación más en el campo de los desórdenes mentales ¿será expresión de locura la de Biden con esta afirmación” Entendiendo que la definición más convenida respecto a la locura es que se trata de la privación del juicio o del uso de la razón. Cuestión cercana pues acusar al presidente de un país de asesino sin ofrecer pruebas o llamados a presentar una acusación en la Corte penal internacional resulta, al menos, poco razonable.

Finalmente y visto mi escaso conocimiento en los vericuetos de las patologías mentales, deseché ambas explicaciones y me incliné por la puesta en marcha de una calculada estrategia destinada a ejercer mayores grados de presión contra la Federación Rusa, abriendo otro flanco de confrontación que se une a aquellos que los enfrenta: en el plano de los acuerdos sobre armas nucleares, los contenciosos respecto a Ucrania y Crimea. Los peligrosos y provocadores avances militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia la frontera occidental rusa. Los roces por el apoyo que da Moscú a la sociedad y el gobierno sirio en Asia Occidental. Los roces derivados del vínculo ruso-germano por el gasoducto Nord Stream en la zona del Báltico como también el erigir un arco de relaciones, claramente en contradicción, con los intereses hegemónicos estadounidenses, conformado por la misma Rusia, China e Irán y aquellos países, que han sufrido las presiones y las políticas de fuerza de Estados Unidos.

Resulta claramente una irresponsabilidad el tipo de acusaciones emitidas por Biden, a partir de informes no comprobados, discutibles y que dan crédito a la labor de agencias con absoluto descrédito como es el Consejo Nacional de Inteligencia. Tomo en esto la advertencia dada por el Roberto Yepes Papastamatin, Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” quien en un interesante artículo publicado una década atrás, nos advertía sobre estos informes del NIC “En una fase del sistema internacional de acelerados y profundos cambios estructurales, con una superpotencia particularmente agresiva, un sistema institucional multilateral en crisis y un derecho internacional moribundo, los escenarios norteamericanos sobre nuestra región por ejemplo, como los elaborados por el NIC, son un referente insoslayable para poder imaginar y construir en la práctica nuestros propios escenarios anti hegemónicos y emancipadores”.[2]

Rusia reaccionó con cautela, aunque las palabras cayeron como un misil en pleno Kremlin. El gobierno ruso, su parlamento, enfocaron el reclamo por el lado de considerarlo un insulto al país. El presidente de la cámara baja del parlamento (Duma), Vyasheslav Volodin consignó que las palabras de Biden reflejan “histeria, impotencia frente a los avances rusos”. La primera medida política consistió en llamar de inmediato a Moscú al embajador ruso en Estados Unidos para analizar el rumbo de las relaciones entre ambos países. La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova sostuvo “para nosotros lo más importante es determinar cómo pueden ser los caminos para mejorar las relaciones ruso-estadounidenses, que están en estado grave y en los últimos años Washington ha llevado prácticamente a una vía muerta. Estamos interesados en evitar su degradación irreversible si los estadounidenses se dan cuenta de los riesgos relacionados con esto”.

Artículo publicado originalmente en segundopaso.es


  1. Como parte de la denominada Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos, el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC, por sus siglas en inglés) es el centro de pensamiento estratégico encargado de conducir la elaboración de valoraciones y pronósticos sobre asuntos internacionales para el presidente y altos funcionarios del gobierno de ese país, abarcando tanto la producción de análisis breves sobre asuntos actuales, como la evaluación de tendencias a mediano y largo plazo. Obviamente, la mayor parte de su trabajo es clasificado, pero también produce informes públicos, como la serie de tendencias globales a largo plazo publicada en los años 1997, 2000, 2004 y 2008, 2012, 2016 y 2020.
  2. https://rebelion.org/los-informes-del-consejo-nacional-de-inteligencia/
Pablo Jofré Leal
Pablo Jofré Leal

Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. especialista en temas de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital www.politicaycultura.cl

Dafne Esteso: “La disputa es por ver quién va a encarar la próxima revolución industrial, que va a ser tecnológica”

Dafne Esteso: “La disputa es por ver quién va a encarar la próxima revolución industrial, que va a ser tecnológica”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Para la investigadora del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos y Económicos sobre China (CLEPEC), Dafne Esteso, lo que empezó con la suba de aranceles a productos importados de ciertos países por parte de la administración Trump, es en realidad “la disputa hegemónica por la Quinta Generación de las Comunicaciones“. Por un lado, la China de Xi Jinping con el tiempo a favor y, por otro, los norteamericanos desesperados. ¿Es posible cambiar el patrón dólar?

¿Cómo podemos entender, en términos generales, la política exterior económica, comercial que está desarrollando China con varios aliados en la región y Rusia como la principal? ¿Qué significa esta amplitud que está consolidando, esta expansión comercial que está disputándole la hegemonía en este territorio a los EEUU?

Para hablar de la política exterior china tenemos que hablar de la Iniciativa OBOR (One Belt, One Road) o Belt and Road Initiative, BRI, y hay que situar dos momentos. El primero es cuando el presidente chino, Xi Jinping, lanza la iniciativa en septiembre del 2013 en Kazajistán y afirma que el principal objetivo de China –que viene desarrollándose y que en los últimos 40 años sacó a 700 millones de personas de la pobreza– con la Iniciativa de la Ruta de la Seda es el desarrollo interno, ya que, todavía tiene cuestiones de desigualdad muy importantes.

El segundo es con la llegada de Trump a la presidencia y la retirada de los EE.UU. del TTP. Hoy ya no es más una herramienta de balance interno chino, sino, también, un posicionamiento a nivel global. Es decir, que es de inserción internacional, lo que en chino sería salir afuera, la re-apertura, que se inició a fines de los 70, tuvo en los 80 la expansión de las zonas económicas exclusivas y que empezó en cuatro regiones.


Este avance en lo económico, comercial de China puertas afuera, puede haberse visto favorecido con la llegada de Trump, que pateó el tablero del comercio global, dando lugar a la expansión china, cosa que desemboca en la disputa denominada como Guerra Comercial. ¿Cómo podemos entender las sanciones disciplinantes de los EEUU, con el último caso de mayor repercusión, Huawei, en el marco de la disputa por la proliferación de la tecnología 5G?

La denominada Guerra Comercial o disputa tecnológica es la reacción de EEUU frente al asenso chino, que es percibido como amenaza en términos económicos, hegemónicos, militares. Es la reacción geopolítica a los planes que viene llevando exitosamente China, con las distintas etapas por las que está pasando la reforma y la apertura que se inició a fines de los 70, con reajustes y crisis, pero exitosamente.

China se pone metas en el mediano y corto plazo y las cumplen. En este salir afuera genera una reacción inevitable. A veces toma términos que nos remiten a la Guerra Fría. Primero fueron los aranceles, pero, en realidad, el tema comercial es la punta del iceberg. Un iceberg que se está empezando a ver cada vez más y que es la disputa hegemónica por la Quinta Generación de las Comunicaciones, 5G, o la internet de las cosas como lo llaman. Un internet que va a estar en los autos, en las heladeras, en las comunicaciones y que va a tener implicancias muy importantes a futuro, porque las Fuerzas Armadas van a usar vehículos autónomos que van a precisar de esta tecnología.

"La excusa es que el 5G chino permite que el Partido Comunista Chino espíe a sus clientes, como si Google no lo hiciera

La disputa es por ver quién va a encarar la próxima revolución industrial, que va a ser tecnológica. Es una disputa por la supremacía en este sentido. El último episodio fue en mayo, Trump subió la escalada colocando a Huawei en la lista de las empresas que no pueden comprar tecnología norteamericana. Todavía esta megaempresa depende de los chips de EEUU para sus teléfonos celulares.

La excusa es que el 5G chino permite que el Partido Comunista Chino espíe a sus clientes como si Google no lo hiciera, cuando cualquiera de nosotros hace una búsqueda de cualquier cosa en internet. La disputa comercial está teniendo efectos en el resto de los países. Se vienen tiempos complicados en términos de restricción de comercio.


Da la sensación que esta escalada de agresiones norteamericanas –que no solamente es contra China, sino, también, contra la Unión Europea y ahora México– es un elemento que le está quedando como manotazos de ahogado para tratar de salvar su lugar en la hegemonía mundial, pero que en términos concretos China viene a pasos agigantados año a año, con proyección a ser la primera economía del mundo. En una nota del portal oficial chino en español, decían que la forma de resolver el conflicto, siguiendo la tradición china, iba a ser como aquella gran marcha de Mao hace años atrás. Si bien es especulación, ¿qué análisis haces de esta situación en la que los chinos parecen ser más cautos y serenos ante unos norteamericanos desesperados en generar condiciones para evitar que China siga creciendo?

Hay dos cuestiones.

Por un lado, Trump está usando la carta comercio con los terceros países y ahora, también, se viene el tema de quién va a vetar a Huawei, al uso del 5G. El vicepresidente de Brasil, Mourão, ya descartó vetar a Huawei. Los países europeos están coqueteando, Europa está en el medio de esta disputa, es una de las zonas que tiene que balancear entre China y EEUU. México es vecino, el primero en el patio trasero de EEUU. Incluso Argentina cuyo embajador en China felicitó a Huawei por liderar el 5G, después rectificó diciendo que Argentina debe tener una tercera posición, de dejar que los dos tigres se peleen entre sí, parafraseando al proverbio chino que usó Putin en estos días.

El otro tema, es que los chinos tienen a favor la variable tiempo. Si Trump es reelecto, cuando Trump termine su potencial segundo mandato el presidente chino, Xi Jinping, va a seguir estando en el gobierno, siendo el líder del PCCh y a la cabeza del ejército chino. Entonces, 4 o 5 años, incluso 10 años, a un chino no le mueve la balanza. Son pequeñas batallas que provocan pequeñas crisis. La economía China no crece a los niveles que crecía, pero los datos del primer cuatrimestre de este año fueron bastante alentadores para China. Eso les da margen a los dos lados para doblar la apuesta. ¿Por qué los dos están doblando la apuesta y dejan que el otro lo haga?

Vladimir Putin y Xi Jinping en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Junio 2019

China viene llevando la delantera en varios aspectos, principalmente el tecnológico, pero también muchos han indicado que para poder establecerse por encima de los EEUU en términos financieros, deberían cambiar el patrón dólar a nivel mundial. Entre una serie de acuerdos que firmaron entre el presidente ruso y el chino en San Petersburgo, el anfitrión Putin expresó que “Rusia y China pretenden desarrollar la práctica de los asentamientos en monedas nacionales”, es decir, realizar pagos transfronterizos utilizando el rublo o el yuan. ¿Puede llegar a ocurrir este corrimiento del dólar como patrón de comercio mundial?

En algún momento va a pasar. Esto no se da de un día para el otro y la desesperación corre del lado norteamericano. China sabe que en algún momento eso va a suceder. Las instituciones de posguerra están empezando a ser reemplazadas por otras. Muchos mal comparan lo que es la Iniciativa OBOR con lo que fue el Plan Marshall. El Banco Asiático –que vendría a ser la nueva institución que, eventualmente, reemplazaría a las de posguerra– en su estructura y desarrollo tendría otras dinámicas respecto a las del Banco Mundial o el FMI. Los países que recurren a estas instituciones para solicitar préstamos sufren fuertes condicionamientos respecto a la política económica interna. En cambio, las iniciativas como OBOR –este gran proyecto del siglo xxi de China para la construcción de ferrocarriles, carreteras, gasoductos, oleoductos, infraestructura, y en el caso de Latinoamérica la llegada de un corredor marítimo, etc. – no vienen con condicionamiento a la política interna.

Volviendo a la pregunta, la variable tiempo la tienen a favor los chinos. Se plantean metas como erradicar la pobreza para el 2020, o ser una sociedad modestamente acomodada para el 2035. Entonces, no están apurados y sin dudas va a pasar.

1