Reconstruir las Fuerzas Armadas nacionales al servicio del pueblo argentino y su soberanía

Reconstruir las Fuerzas Armadas nacionales al servicio del pueblo argentino y su soberanía

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Trinchera entrevistó a Cesar Milani, militar retirado con el grado de teniente general y ex jefe del Estado Mayor General del Ejército desde el 3 de julio de 2013 hasta su relevo el 24 de junio de 2015. Se dialogó sobre el desmembramiento de las FFAA tras la última dictadura cívico militar hacia el presente con el actual gobierno nacional, la relación del país de cara al futuro con el Atlántico Sur, y el accionar respecto a la ocupación británica en co-acción con Estados Unidos.

En toda tu trayectoria como militar, ¿Qué balance hacés del país en términos de defensa? (En cuanto a la defensa de la soberanía sobre el agua, de la Antártida, de las Islas Malvinas, de Tierra del Fuego, y de la Plataforma Marítima).

Yo entré en la carrera militar de subteniente, precisamente con la dictadura militar, tenía 20 años, pasaba la dictadura militar. En ese contexto, evidentemente, las prioridades de la dictadura militar no eran la defensa de nuestros recursos naturales, de nuestro territorio, de nuestro espacio aéreo, de las Islas Malvinas.

Ya venían de los años 55 en adelante, 60, 70 con los golpes de Estado, eran relativas a la seguridad interior y a las cuestiones relativas a preparar a la Fuerza Armada para enfrentar ya sea levantamientos civiles, ya sea huelgas, ya sea, bueno, y todo lo que pasó después del 76. Es decir, la Fuerza Armada estaba preparada para actuar en el ámbito interno.

Luego llegó Malvinas, con un enemigo tradicional, en una guerra tradicional que nos exigía a nosotros tener no solamente militares profesionales y, por supuesto, nacionalistas, exigía tener un equipamiento moderno, estar preparado para una guerra tradicional, como la que se planteó con Gran Bretaña, y no se estaba preparado para todo esto.

Fuimos a la guerra con lo que teníamos, yo recuerdo que fui movilizado a Comodoro Rivadavia, con una fuerza de tarea transportada, yo era paracaidista, y estábamos nosotros con los bolsones por equipaje viejos, no teníamos equipamiento nuevo, no teníamos mochilas nuevas, no teníamos, bueno, todas las cuestiones que los ingleses sí lo tenían.

Yo no llegué a pasar a las islas, pero evidentemente fue una guerra con un nivel de desproporcionalidad en los elementos, la tecnología y los elementos impresionante respecto a los ingleses. Los argentinos supieron de la falta de todo esto que traían los ingleses, es decir, el aparato logístico, el aparato militar, y de igual manera fueron con coraje, con entrega y con patriotismo, pero bueno, no alcanzó. Esta es la realidad, estábamos preparados para cuestiones de origen interno, y de golpe plantearon una guerra convencional con Gran Bretaña, y no estábamos preparados, y por supuesto que se perdió.

A partir de esa guerra las Fuerzas Armadas fueron recluidas por todos los gobiernos políticos de distintos signos: peronistas, radicales, menos peronistas, menos radicales, macristas, etc. Y por supuesto, este último, ni qué hablar. Fueron recluidas, con esto quiero decir que, la metieron en una cápsula, le bajaron el presupuesto, bajaron los gastos de defensa, no reequiparon, no reacondicionaron el equipamiento militar, y por supuesto, lo que se hizo fueron únicamente cuestiones de maquillaje, cuestiones de presentación, administrativa, mayor parte de administrativa del Estado Mayor Conjunto, del Ministerio de Defensa, mayores secretarías, todo esto, pero no mayores fierros.

No se les dio a las Fuerzas Armadas el valor que deberían tener, no se les proveyó el material necesario para que sean, no una potencia, pero para que estén por lo menos a par de los países de la región en el poderío militar. Consecuentemente, el equipo se fue degradando, después de 40, 45 años. Se bajaron la cantidad de soldados voluntarios, se bajaron la cantidad de suboficiales y oficiales, se bajó el presupuesto de las Fuerzas Armadas de forma impresionante, no hubo más reequipamiento.

El último gran reequipamiento lo produjo en mi gestión gracias a un aporte extraordinario de la Presidente que pudimos afectarlo a las Fuerzas Armadas, y se produjo una recuperación de capacidades muy importante como no se había producido en los últimos 40 años, pero por supuesto que nos alcanzó, porque yo estuve poco en la gestión, es decir, no tuve lo necesario para terminar esta ecuación (2013-2015).

Y lo que vino después fue desastroso, el gobierno de Alberto Fernández fue desastroso y este gobierno fue más desastroso. Bajó el Producto Bruto, los sueldos de los militares están más bajos de lo normal, la mitad de los sueldos de los militares están por debajo de la línea de pobreza, la obra social de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad está quebrada con más de 200.000 millones de pesos de déficit, sumado a un ministro de Defensa que es un fantoche, que se vestía de militar para hacerse, pero no tenía nada de militar.

Todo esto sumado a que Petri va a ofrecerse para formar parte de la OTAN, para formar parte del grupo Rampen, que apoyaba a Ucrania en la guerra contra Rusia, como si tuviéramos nosotros algo que ver, siendo súbditos y vasallos de Estados Unidos en todo, absolutamente en todo lo que dicen, especialmente en política internacional.

Me queda claro que el presente y este gobierno es un desastre con el área de defensa, ahora te pregunto, ¿Qué posibilidad de peligro real crees que representan todas estas hipótesis de bases conjuntas en Tierra del Fuego con Estados Unidos?


Yo creo que es gravísimo, pero muy grave. Estados Unidos ha tomado a la Argentina como una especie de colonia, donde pueden venir a hacer lo que quieran, independientemente de traer los recursos naturales que ellos quieran, llevarse lo que ellos quieran, sin pagar absolutamente nada, entrando equipamiento viejo para trabajar y llevándose todo lo que quieran, no solamente en recursos naturales, sino en el mar, instalando bases conjuntas, ellos dicen conjuntas, pero son bases militares norteamericanas, especialmente en el sur porque tienen control sobre el paso bioceánico, Malvinas y sobre la proyección antártica que pueda tener Argentina.

Está bien claro que Estados Unidos intenta, -gracias a Dios voy a decir algo, que Trump le quedan 3 años de gobierno, y no sé si 3 años de vida, ojalá que se muera antes-, pero le quedan 3 años de gobierno, así que no sé si va a concretar lo que quiere concretar en nuestra patria. Estados Unidos viene por supuesto también a ayudar a Gran Bretaña. Si hay algún enfermo, si hay algún estúpido que cree que Estados Unidos va a hacer alguna gestión para que los ingleses nos devuelvan Malvinas, está loco, no vive la realidad, eso es una irrealidad. Estados Unidos tiene como principal aliado en la OTAN a Gran Bretaña, aliado histórico, es decir, participó con ellos en las guerras mundiales.

Gracias a Dios que estos periodos políticos terminan, y a Milei se le va a terminar y a Trump se le va a terminar, y ahí es donde nosotros tenemos que volver.

¿Estados Unidos el que potencialmente te da más miedo? O pensás también en una relación de coacción con Inglaterra y con Israel, -que también hemos visto varios movimientos, no solo de petroleras, sino también de su área de defensa, o Mekorot con el agua- ¿Ahí cómo ordenarías eso?

En Argentina por supuesto Estados Unidos es el que más influencia tiene por una cuestión financiera y monetaria, si deja de apoyarlo financieramente este gobierno no dura tres meses y cae, no llega a las elecciones del año 27, así que depende así de Estados Unidos. Por supuesto que acá hay un espíritu de vasallaje y de coloniaje hacia Gran Bretaña y hacia Israel también, hacia Gran Bretaña en todas las concesiones que le ha hecho, este gobierno a los ingleses, no solamente permitirle aterrizajes intermedios acá en la Argentina para ir a Malvinas, sino beneficios en el área pesquera, beneficios en el área petrolera, que están explotando en este momento juntamente con una empresa israelita, haciendo perforaciones, explotando con vista a un comienzo de producción de petróleo en el sur, en la parte muy cercana a las islas Malvinas, así que todas las concesiones se están dando a Gran Bretaña y por supuesto Israel entra a jugar ahí en muchos aspectos, técnicos y militares.

Tenemos políticos entreguistas que le van a otorgar todo, empezando por el presidente, políticos entreguistas que van a entregar la soberanía de la patria y van a desintegrar a la nación.

Como vos bien mencionas también, los períodos y los tiempos políticos van, vienen, son muy álgidos en este momento, entendiendo todo esto y entendiendo la ocupación que tenemos de Gran Bretaña en un cuarto de todo el territorio, y en un gobierno de índole nacional, ¿Cuál debería ser la planificación en defensa?

Bueno, en principio hay que conformar un ministerio de defensa con gente nacionalista y poner un ministro de defensa militar nacionalista, en principio, después ir a una participación del Producto Bruto Interno de la fuerza de defensa del orden del 1 al 1,5% del PIB. Eso le va a permitir a las fuerzas armadas reequiparse, no solamente cambiar material obsoleto y viejo, sino reequiparse con material tecnológicamente nuevo. Y, por supuesto, todo esto tendiente a lo siguiente, y esto es lo último que quiero decir y lo más importante: nosotros tenemos que dejar de pensar que Gran Bretaña se va a sentar con nosotros a la mesa de negociaciones, tenemos que dejar de pensar que nosotros vamos a recuperar las Islas Malvinas por obra de magia o porque va a venir algún gurú o porque va a venir Estados Unidos a gestionar algo, eso es mentira. La única posibilidad que tenemos nosotros es conformar un poder de disuasión militar, tan importante en las tres fuerzas (en la parte terrestre, aérea y marítima), tan importante, disuasorio que obligue a Gran Bretaña a sentarse en la mesa de negociación.

Que digan: “Bueno, muchachos, acá podemos tener un problema, no podemos seguir invirtiendo, invirtiendo y llenando, ¿no es cierto?, y poniendo cada vez más equipamiento militar y más apoyo logístico en las Malvinas, ¿no es cierto?, porque estos muchachos se están armando, y se están armando con equipamiento no controlado por nosotros”. Para eso entra China, Rusia, India y todos los países que nos puedan proveer armamento, que Estados Unidos, lamentablemente, el armamento que nos puede proveer, es armamento controlado por la OTAN y controlado por Gran Bretaña, que no va a tener ningún efecto disuasorio sobre Malvinas.

Para ellos va a ser más conveniente sentarse en la mesa de negociación con nosotros, que seguir invirtiendo millones y millones y millones de libras en agrandar cada vez la base militar, porque van a ver que nosotros cada vez nos agrandamos más. Es la única opción, no hay otra opción, y que se entienda bien, un efecto disuasorio, disuasorio significa poder militar, en poder militar terrestre, aéreo y naval.

Y por supuesto, un Ministerio de Defensa muy nacionalista, que tenga bien en cuenta que nuestro principal enemigo se llama el Reino Unido-Gran Bretaña, que está a 600 kilómetros de nosotros, que tenemos una hipótesis del conflicto, que hay que cortarle absolutamente todas las posibilidades, ya sea de apoyo logístico y de transporte militar en nuestro país, de apoyo pesquero, de la explotación cerca de Malvinas, o alrededor de Malvinas, o lo que sea, en el mar, bueno, ponerle todas las trabas posibles, y que nuestro país se esté equipando en forma permanente para ejecutar una acción disuasoria, después veremos qué pasa, pero esto debe ser el objetivo principal en defensa para los próximos 20 años.

Por supuesto que Malvinas está número 1, la proyección antártica número 2, que ya se viene el tema antártico en los próximos años, el paso bicontinental, el paso bioceánico número 3, es decir, tenemos mucho que jugar en el Atlántico Sur y mucho que jugar en nuestro territorio, en la parte sur de nuestro territorio, que tenemos que poner brigadas mecanizadas, ágiles, potentes, rápidas, que por supuesto que se pueden obtener, y no necesariamente de Estados Unidos.

Con esto te quiero decir que yo tengo una visión, digamos, para nada acuerdista, ni para nada, digamos, pensando que podemos recuperar nuestra isla de Malvinas por la vía diplomática, en absoluto, no existe esa posibilidad, está claro.

¿Te gustaría participar en algunas -no te digo decisiones, porque eso conllevaría que ya tengas algún puesto- , pero por lo menos poder entablar diálogo con gente cercana a un futuro gobierno y poder participar de recomendaciones, entre otras cosas?

Yo te voy a decir algo. Tengo 71 años, pero tengo el espíritu de una persona de 40 años. Estoy dispuesto a dar mis últimos años de mi vida, de acá hasta los 100 que voy a vivir, lo estoy diciendo un poco en broma, pero hasta la edad que Dios me dé, ¿no es cierto?, tratando de servir a la patria.

Y esto incluye no solamente hablar, no solamente pregonar, no solamente militar, no solamente hablar con algunos referentes políticos, sino fundamentalmente prever que puedo hacer algo en el próximo gobierno que va a venir de tinte nacionalista. Pero no quiero un gobierno como el de Alberto Fernández, no quiero un gobierno socialdemócrata, quiero un gobierno nacionalista, peronista. Y creo que hay mucha gente nueva, con nuevas expectativas, aunque sea gente grande, pero gente nueva en el proceso político que está dispuesto a participar y yo estoy dispuesto a participar para dar todas las peleas que sean necesarias.

 

 

 

No es por ganar dinero, sino mucho dinero, influencia y poder

No es por ganar dinero, sino mucho dinero, influencia y poder

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Preguntas para quien lee: ¿Qué relación tienen las elecciones en Venezuela, las expresiones de odio a los migrantes en Inglaterra, el genocidio en Gaza, la tristemente célebre “primavera árabe”, la guerra en Ucrania y las declaraciones estrambóticas de Milei? Envíen sus respuestas.

La respuesta a esta pregunta se puede sintetizar en menos de 140 caracteres: la utilización geopolítica de las redes sociales para desacreditar a tal o cual proceso político adverso a los designios del famoso Occidente Colectivo.

De atrás para adelante o de adelante para atrás todos los procesos mencionados en la pregunta anterior (y muchos otros más) están vinculados a la utilización política realizada desde Occidente para desestabilizar a los gobiernos que le fueron o son adversos.

Allá por 2011 redes sociales como Facebook o Twitter eran alabadas por la supuesta potencialidad para “democratizar” los horrendas y tenebrosas dictaduras de distintos países de Asia Occidental o del Magreb africano (“Primavera Árabe”). Transmisiones en vivo de las revueltas y levantamientos populares, y de las consecuentes represiones dictatoriales, al alcance de cualquiera a través de estas plataformas. Hechos trágicos que vivió esa región y que años después, se descubriría que resultaron ser montajes incluso en países distintos a los que se denunciaba. Claro que para cuando se supo, muchos gobiernos o “regímenes” (como les gusta llamarlos) ya habían caído.

Algo similar sucedió históricamente en Palestina a manos de Israel, pero ahora multiplicado por miles o cientos de miles de horas, prácticamente en vivo, de un genocidio perpetrado contra el pueblo gazatí (con el uso de Inteligencia Artificial) bajo la justificación de que el Ente Sionista se está defendiendo de los horrendos terroristas de Hamas, post 7 de octubre. Genocidio que ya superó las 40 mil víctimas fatales “oficiales”, aunque se estima que hay otros tantos de miles debajo de los escombros.

Qué decir de la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania. A nadie le importa ya lo que le suceda al pueblo ucraniano. Bueno, quizás si (lo vamos a decir, aunque a alguno le pueda sonar provocador), quizás a Putin le importa y por ese motivo no exterminó abiertamente a todo ucraniano que camine, procurando atacar objetivos militares, o al ejército enemigo en el territorio de batalla. La guerra es cruenta, pero la mentira sobre la guerra es igual o aún peor.

Para no venirnos aún para estos lados… ¿Acaso no fue a través de redes sociales como Facebook o Twitter que se difundió la mentira de que el asesino de las tres niñas británicas era un inmigrante musulmán? Pues bueno, luego de que circulara esa información y para evitar que se sigan propagando las expresiones de odio contra inmigrantes, musulmanes y negros (sin importar su nacionalidad), el juez Andrew Manery dio a conocer la identidad del asesino. Pero claro, ya era tarde.

¿Cómo creer entonces lo que dicen la mayoría de las informaciones que circulan en redes sociales sobre lo que ocurrió y lo que ocurre en el post de las elecciones de la República Bolivariana de Venezuela, que no son otra cosa que la narrativa de fraude y el pedido de las famosas “actas” que la derecha fascista en ese país caribeño construyó en complicidad de EEUU y sus lacayos europeos?

¿Qué decir de los vómitos que permanentemente expresa el presidente “anarcocapitalista” argentino que lo único que hace es reproducir fakes, insultos a quienes no comulgan con sus ideas (aunque ahora algunos sean sus funcionarios) o reposteos de cuentas de trolls o de operadores propios?

Nicolás Maduro puso en el debate público algo que hace mucho vienen advirtiendo muchas personas, entre ellas muchos investigadores e investigadoras, no sólo respecto a lo político partidario, sino a la alimentación de niñeces y adolescencias, a las percepciones estéticas, y un sinfín de otras problemáticas complejas como déficit de atención o las apuestas on-line.

Y ejemplos anteriores al de Maduro hay y varios. ¿Polémicos? Puede ser ¿Cumplen con el objetivo de que no se metan en sus asuntos internos? Parece que en su mayoría sí… Hablamos de Rusia, China, incluso antes, la República Popular Democrática de Corea. Y más allá de que para nuestras cabezas hiper occidentalizadas bajo las premisas demoliberal eurocéntrica del “mundo basado en reglas” que nadie conoce pero que todos debemos respetar para no hacer enojar a papá hegemón, sería un buen momento para discutir seriamente qué hacemos con estas redes sociales, cómo prevenimos sus malas influencias y -por qué no- pensar la opción de crear de redes similares pero nacionales y con reglas claras para que no haya abusos de nadie.

Por último, dejarles una cita y una pregunta… Primero la cita: Algún jueves posterior a la compra de Twitter a manos del multimillonario Elon Musk, este publicó que la compra de la red social “no es por ganar dinero”, que era para ayudar a la humanidad, porque quería que “la civilización tuviera una plaza común digital”. Ahora la pregunta: Desde su compra, el valor de Twitter cayó un 90%, el magnate despidió a aproximadamente el 80% de sus trabajadores y cambió las políticas de la red facilitando la propagación de los “discursos de odio”. Si nos basamos en las palabras del propio Musk que dijo que no era por el dinero… ¿No será que la compró para usarla geopolíticamente, beneficiar a quienes después lo beneficiarían como Trump, Netanyahu o Milei, y que éstos le devolvieran el “favor” con suculentos y generosos nuevos negocios? ¿Acaso no buscará eso con el particular encono que tiene contra la Venezuela Revolucionaria?

Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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Malvinas, ayer hoy y siempre

Malvinas, ayer hoy y siempre

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Por Felipe Bertola*

Las denuncias habían llegado al exterior y de a poco el cerco mediático iba perdiendo fuerza en la defensa de la Dictadura militar. Habían pasado siete años ya desde aquel 24 de marzo de 1976. El plan sistemático de terror y exterminio había sido ejecutado, al igual que el modelo económico hambreador y excluyente. La industria estaba destrozada, el Fondo Monetario Internacional se paseaba por las pasillos de La Rosada y posiblemente también por algún centro clandestino.

Leopoldo Galtieri vio en el patriotismo nacional la posibilidad de reforzar al Gobierno Militar y seguir perdurando en el tiempo, no sólo con tortura y persecución como ya lo venían haciendo, sino también con apoyo popular. Por eso decidió, junto al resto de oficiales, declararle la guerra a Inglaterra y el 2 abril de 1982 las tropas argentinas desembarcaron en las heladas tierras del Atlántico Sur.

Fue principalmente la generación del 62 la que engordó las filas para pelear en las islas. En ese momento el servicio militar era obligatorio. Los pibes que fueron a Malvinas estaban desprovistos del material militar necesario, como también de abrigo para hacer frente a las bajas temperaturas.

Los soldados argentinos sufrieron el clima, la falta de comida, las torturas de sus superiores (representantes del gobierno genocida) y el embate de uno de los ejércitos más poderosos del mundo. Terminada la guerra, los sobrevivientes -ya en continente-, vivieron por un proceso de desmalvinización puesto en práctica por el Estado y los medios de comunicación, donde ellos parecían ser los culpables de todo.  Producto de ello y de la falta de contención estatal, fueron más los ex combatientes suicidados, que muertos en las islas: 649 argentinos dieron su vida en Malvinas, mientras que el número de suicidios superó esta cifra hace largos años llegando a punto de no tener cifras oficiales.

Recorrido histórico

En 1494, antes del descubrimiento de Malvinas, se firmaba el tratado de Tordesillas, el cual demarcaba los límites del imperio español y portugués. Un año antes, el Papa Alejandro V, a través de una bula papal, había otorgado a los Reyes Católicos la posesión de los territorios “descubiertos y por descubrir”. Este es el primer antecedente jurídico que reconoce los títulos del rey de España sobre los territorios americanos, según el derecho internacional de la época. 

En 1520, una nave española avista por primera vez las Islas Malvinas, éstas son nombradas como Islas Sansón. En1713 se da la Paz de Utrecht, antecedente histórico del reconocimiento británico sobre la posesión española de los territorios y de la exclusividad de navegación en el Atlántico Sur.

Con la Independencia Argentina en 1816 todo el territorio hasta ese momento perteneciente a la corona española pasó a manos de Las Provincias Unidas del Rio de La Plata (recordar la bula papal y el Tratado de Tordesillas). En 1820 el norteamericano David Jewwit fue designado en representación de las Provincias Unidas del Rio de La Plata y por primera vez flameó la bandera en el helado viento sur.

En 1824 Luis Vernet es designado como primer Gobernador de las Islas, para cumplir y defender su soberanía. Era muy habitual que barcos holandeses y franceses surquen las aguas en la caza de ballenas rompiendo cualquier tratado.

En 1831 una corbeta de guerra estadounidense invade y saquea Puerto Soledad, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas eleva el reclamo a organismos internacionales y entra en tensión con los norteamericanos, que ante las amenazas de Rosas se retiran de las islas.

El 2 de enero de 1833 llega la invasión británica al mando de John James Oslow, que con las armas reclamaría la tierra en nombre de la corona británica. El Gobernador Pinedo firma la rendición y con sus aldeanos son mandados al continente. Inglaterra hizo oídos sordos y nunca contestó a ninguno de los reclamos de la joven nación que por esos años atravesaba una guerra civil. Inglaterra tuvo posesión de las islas hasta el 2 de abril de 1982.

¿Por qué hoy Inglaterra se aferra aún más a las Malvinas?

Es mucha la biodiversidad y los bienes comunes (mal llamados recursos naturales) que al día de hoy no se conocen bajo el Océano Atlántico. Es importante remarcar la gran cantidad de pozos petroleros que hay por la zona y que las Malvinas son un punto geoestratégico en las vías de navegación, ya que pueden ser, sin contar los argentinos, el último puerto de paso a Cabo de Hornos, la conexión con el Océano Pacifico y amplias vías de comercialización.

En 2017, impulsado por años de investigación estatal y enmarcada en el proyecto Pampa Azul, se extiende alrededor de 1.600 kilómetros cuadrados la plataforma continental argentina. Esto es equivalente a un 36% más de territorio nacional y coloca a las Islas Malvinas sobre la plataforma, dándole aún mayor validez a lucha argentina. Inglaterra presentó una propuesta para rebatir la hecha por Argentina, pero fue negada por la ONU.

Hasta el año 2015 hubo una gran avanzada diplomática, apoyada por una Patria Grande que reclamaba las Islas Malvinas como territorio Argentino. La respuesta británica no fue otra que el aumento de la militarización de la zona. Malvinas hoy, es el territorio con más militares per cápita del mundo y funciona allí la base militar extracontinental más grande que tiene la OTAN.

Se dice en muchos lados que la próxima guerra será por el agua y son dos los territorios que se vienen a la cabeza: el Acuífero Guaraní, ubicado bajo el litoral argentino y la Antártida. Malvinas entonces, representa para los países imperialistas del mundo -entre otras cosas- la puerta de entrada al agua dulce del Continente Antártico.

Malvinas, ayer hoy y siempre

En el pensamiento y discurso argentino, Las Malvinas pueden representar muchas cosas. Pueden ser un par de islas perdidas en el mar, el recuerdo de las noches heladas estacado a la intemperie, los bombardeos, el hambre, la caída de la dictadura militar, el odio a Inglaterra, el amor a Maradona y los cuartos de final de 1986, o quizás para algunes Las Malvinas representan simplemente algún tatuaje mal cicatrizado. Podemos discutir toda la vida que son para nosotres esas dos islas, pero hay algo en lo que siempre estamos de acuerdo: son argentinas.


* Periodista, columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur - FM 91.7) y de Hijos de 30.000 (Radio UNLP - FM 107.5), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Oro negro

Oro negro

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Por Nicolás Sampedro*

Se ha reiterado en varias oportunidades que los hechos y acontecimientos que día a día suceden en otras partes del mundo, tienen repercusiones directas en la vida política de nuestros países. El dicho dice que “como muestra vale un botón”.

Semanas anteriores se hablaba en este espacio sobre la disputa de EEUU y China por la implementación de las redes de 5G y la producción de Inteligencia Artificial, el rol protagónico que están tomando las empresas hegemónicas de comunicación y producción de hardware y software (GAFAM) y el control que tienen sobre las redes sociales y por consiguiente el uso que hacen para intentar condicionar los procesos políticos.

En esta oportunidad se abordará uno de los puntos  más candentes de la economía global, ese que el economista argentino, Jorge Beinstein, señalaba como el motor del sistema capitalista y que explica varios de los conflictos actuales: los hidrocarburos.

Tal como analizaba, el colega Luciano Montefinale, hace algunas semanas los EEUU y Gran Bretaña acusaron a Irán de cometer actos de sabotaje sobre 6 embarcaciones petroleras en el Golfo Pérsico. Su única prueba es un video publicado por los norteamericanos donde una supuesta embarcación de los Guardianes de la Revolución Iraní habría hecho contacto para retirar una mina magnética que no habría estallado. Pero como lo señala el analista francés Thierry Meyssan, “los ‎marinos del barco atacado aseguran que la nave fue alcanzada por un «objeto volante», o sea ‎un drone o un misil[1].

Meyssan hace un repaso de las estrategias de la Casa Blanca para sostener su economía a base de la influencia sobre los precios del petróleo. Bajo la presidencia de George W. Bush la lógica fue la implementación de la estrategia Rumsfeld/Cebrowsky, que consistía en destruir las capacidades de los Estados del llamado Medio Oriente Ampliado. Las intervenciones en Afganistán, Irak, Libia están dentro de esta lógica.

Por poner un ejemplo, según analiza el analista internacional y exdirector de RRII de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, Sergui Rodríguez Gelfenstein “Afganistán, después de 18 años de guerra, 3 presidentes, 3.564 muertos de de la coalición creada para combatir al talibán (entre ellos 2.428 del país norteamericano) y 20.467 heridos, además de 841 mil millones de dólares gastados desde 2001 hasta 2018 según cifras aportadas por el analista del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, Anthony Cordesman, Estados Unidos no pudo ganar la guerra y hoy se ha visto obligado a negociar con sus enemigos el fin del conflicto. Vale decir, que desde otra perspectiva, Neta Crawford, codirectora del Proyecto “Costo de Guerras” de la Universidad Brown en Rhode Island, ha calculado que el gasto total en esta guerra ha sido de aproximadamente dos billones de dólares[2].

Con la llegada de Barack Obama al Despacho Oval, la estrategia fue la misma aunque cambió la táctica: primero intentó derrocar al entonces presidente Ahmadineyad fomentando manifestaciones internas al mejor estilo Revoluciones de colores (en 2009), pero ante la imposibilidad de conseguirlo comenzó en 2013 con conversaciones con Hassan Rohani (que había sido el primer contacto de los norteamericanos en las operaciones Irán-Contra). Cuando éste llega a la presidencia del país persa, inmediatamente el mandatario norteamericano comenzó negociaciones para que Irán y Arabia Saudí se repartieran Medio Oriente. Eso dio origen al Acuerdo Nuclear de Irán con el grupo de los 5+1.

Firma del Acuerdo Nuclear del 5+1 (Foto: lanoticia.hn)

Al llegar Donald Trump a la presidencia del imperio norteamericano, la lógica cambió. Ahora los intereses de la administración norteamericana no eran apoderarse del crudo, sino limitar los niveles de crudo a nivel mundial para sostener los precios a niveles rentables. La teoría del “pico petrolero” había perdido fuerza con la aparición de los hidrocarburos de esquisto. En ese escenario EEUU promociona las movilizaciones en Irán contra la clase político-religiosa (2017/18) para luego abandonar el Acuerdo Nuclear.

Como se puede observar, las estrategias en esta región del mundo estaban circunscriptas a apoderarse del recurso o a hacer el negocio rentable para las corporaciones norteamericanas. Según Meyssan esto responde, en parte, a los intentos de Trump de “reactivar el empleo ‎en suelo estadounidense, lo cual implica al mismo tiempo reequilibrar los intercambios ‎comerciales del país, sobre todo con China, y mantener los precios del petróleo en un nivel que ‎garantice la rentabilidad de los hidrocarburos estadounidenses de esquistos –a alrededor de ‎‎70 dólares el barril. Es por eso que Estados Unidos está empeñado en impedir que Irán, ‎Venezuela y Siria puedan vender su petróleo en el mercado internacional, al menos hasta el año ‎‎2025, y trata de bloquear el acceso de la Unión Europea a los hidrocarburos rusos[3].

El ingreso de Rusia en el conflicto sirio en 2012, conocido como “El techo sirio” comenzaría a cambiar la ecuación y el equilibro regional. El país euroasiático se involucró fuertemente en términos militares (un revés histórico para occidente que denotaba la debilidad yanqui y la recuperación de la capacidad militar rusa) y boicoteó los intentos occidentales de sacar del medio al presidente Bashar Al-Assad e instalar un gobierno pro-occidental que les permitiera construir un oleoducto desde el Golfo Pérsico hasta el Mediterráneo (pasando por Irak, Siria y Turquía) que posibilitara a los Europeos dejar de depender del gas ruso.

Desde entonces los reveses para la Casa Blanca no dejaron de sumarse. En octubre de 2018, llegaba al gobierno irakí Adel Abdul-Mahdi que en reiteradas oportunidades manifestó que antepondría los intereses nacionales a los designios norteamericanos[4]. Hecho que fue el puntapié de la recuperación en las relaciones históricas entre éste país y la nación persa. Cabe señalar que en abril pasado el Ayatolá Sayed Ali Jamenei, urgió a Bagdad a expulsar a las tropas norteamericanas ya que “ellos pretenden conseguir sus intereses y una presencia prolongada en Irak, estableciendo un régimen militar dependiente, como fueron los instaurados al poco de la invasión del país árabe [2003][5]. El dato sobresaliente es que pese a las sanciones de EEUU contra Irán, el comercio entre estas naciones se incrementó un 50% en 2018.

Otro actor clave en la región, fundamentalmente luego de su participación en el conflicto sirio, es la organización político/militar libanesa Hezbollah. En declaraciones al canal Al Manar, el líder de esta organización, Sayyed Hassan Nasrallah, sostuvo que “Hezbollah tiene la capacidad para destruir Israel… …No solo nuestras capacidades balísticas y humanas se han mejorado cualitativa y cuantitativamente, sino que también se han cuadruplicado nuestras fuerzas terrestres y nuestras fuerzas marítimas y aéreas. En 2006, teníamos algunos drones de ataque. Hoy, tenemos un número suficiente de ellos. Hemos ganado experiencia en estrategias ofensivas, además de las defensivas y hemos reforzado nuestras unidades de combate[6].

Más allá de las declaraciones explosivas de Nasrallah, las alarmas de EEUU e Israel se deben a que efectivamente conocen las capacidades de este movimiento de resistencia islámica. De ahí la creciente embestida contra esta organización, y la búsqueda de los norteamericanos de que todos sus aliados considere una organización terrorista.

Sin dudas a los hechos mencionados hay que agregar uno no menor en los planes de EEUU en la región: la salida de Egipto del proyecto gringo de crear una OTAN Árabe para enfrentar a Irán y debilitar su influencia en la región. En abril de este año el país norteafricano informó que abandonaba la iniciativa por no tener intereses comunes con el resto de las naciones que lo integrarían.[7]

Otro hecho importante a resaltar según Rodríguez Gelfenstein es que “Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos están siendo acosados por su desastrosa participación en la guerra contra Yemen, que ha causado el peor desastre humanitario de la actualidad en el mundo. A eso le se suma, el desprestigio de Riad y del príncipe heredero saudí, Muhammad bin Salman Al Saúd, que ha sido acusado de ordenar el asesinato y posterior desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de ese país en la ciudad turca de Estambul. En este caso, hasta el propio Senado de Estados Unidos se distanció del presidente Trump -que ha buscado evitar una condena a su importante aliado- y aprobó por unanimidad y de manera abierta, una resolución no vinculante en la que señala al príncipe como «responsable» del crimen[8].

Todos estos escenarios se deben, en parte, a que los norteamericanos intentan controlar 3 estrechos estratégicos por donde pasa el oro negro: Bab, Mandeb y Ormiz.

En cuanto al primero, el conflicto en Yemen y la imposibilidad de derrotar al ejército de ese país y de la organización Ansarolá, han debilitado la alianza de Saudíes y Emiratíes, generando que éstos últimos pidan ayuda a Teherán y Moscú[9] para una salida decorosa de ese escenario bélico que ha convertido al país en una ciénaga, el mayor desastre humanitario de este momento. En mayo y junio de este año una comisión emiratí viajó a ambos países para intentar salirse lo más decorosamente posible.

El estrecho de Ormuz y el Golfo Pérsico están bajo control iraní como lo demuestra el derribo por parte de sus fuerzas antiaéreas de un dron estadounidense que había violado el espacio aéreo de la nación persa. La incapacidad de Estados Unidos de responder a esta acción que podría traer represalias de incalculables costos políticos, militares y económicos si Irán atacaba a Arabia Saudí (en particular su zona de mayor producción petrolera ubicada en el este del país y en las cercanías de Irán), a Israel e incluso a la 5ta. Flota de de las fuerzas navales estadounidenses basificada en Bahréin, obligó al presidente Trump a limitarse a amenazas, tras el cálculo de pérdidas y las implicaciones estratégicas que podría ocasionar un ataque directo a Irán”, señala Rodríguez Gelfenstein.

Como frutilla del postre la importancia estratégica para mucho de estos países como lo es la propuesta china de la nueva ruta de la Franja y de la Seda. Fundamentalmente con la llegada al mar arábigo a través del puerto de Gwadar en Pakistán y los acuerdos con Teherán “le va a permitir además, tener acceso a Irak y al puerto de Latakia en el Mar Mediterráneo sirio extensible a El Líbano, utilizando para ello el proyecto ferroviario acordado este mes entre esos países[10].

Todos estos escenarios, que podrían profundizarse, han obligado a los norteamericano a recostarse hacia Nuestra América (como zona estratégica) para sostenerse como potencia mundial. Hechos que se ven agravados por el ingreso paulatino de Rusia y China en territorio nuestroameriano con diferentes tipos de inversiones y relaciones comerciales, militares y de cooperación. Los ataques gringos a Venezuela, a Cuba, a Nicaragua y a Bolivia, responden a ese escenario; la intervención directa en las elecciones de Brasil, Argentina, Paraguay, Honduras o Guatemala también están en ese marco de disputa por sostenerse como potencia.

Para los sectores populares de Argentina es fundamental comprender estos escenarios y dimensionar a quién nos enfrentamos en las próximas elecciones presidenciales. No se trata solamente de Macri y el proyecto que encarna Cambiemos. Además de la oligarquía argentina, nos enfrentamos a organismos internacionales como el FMI o el Banco Mundial, a las corporaciones multinacionales hegemónicas que pretenden saquearnos, y un largo etcétera que podría continuar esta lista.

Pero así como hicieron los vietnamitas, como hacen los hutis en Yemen o el eje de la resistencia en Siria, o como hace el pueblo chavista en Venezuela, debemos tener muy en claro a quienes nos enfrentamos para que nuestros esfuerzos no sean en vano. El pueblo argentino tiene la tarea de organizarse y luchar hasta las últimas consecuencias para evitar que se le quite la posibilidad de vivir con dignidad.

La tarea es compleja y seguramente el proceso será doloroso y difícil, pero como decía Chávez la victoria más temprano que tarde llegará, porque felizmente ningún pueblo se entrega a su verdugo.


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
[1] https://www.voltairenet.org/article206733.html
[2] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/07/12/pensamiento-critico-requiem-para-un-fracaso-la-ruina-de-la-politica-de-estados-unidos-en-el-medio-oriente/
[3] https://www.voltairenet.org/article206819.html
[4] http://wwww.hispantv.com/noticias/irak/391785/sanciones-eeuu-iran-intereses
[5] http://wwww.hispantv.com/noticias/politica/425360/lider-iran-jamenei-eeuu-irak
[6] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/07/13/hezbola-es-capaz-de-destruir-israel-dice-nasrallah/
[7] http://br.sputniknews.com/oriente_medio_africa/2019041113651983-egipto-arabes-otan-retirada/
[8] https://insurgente.org/sergio-rodriguez-gelfenstein-requiem-para-un-fracaso-la-ruina-de-la-politica-de-estados-unidos-en-el-medio-oriente/
[9] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/07/13/yemen-los-emiratos-arabes-unidos-buscan-la-ayuda-de-iran-para-una-retirada-honrosa/
[10] https://insurgente.org/sergio-rodriguez-gelfenstein-requiem-para-un-fracaso-la-ruina-de-la-politica-de-estados-unidos-en-el-medio-oriente/

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