Marcha del 28S: unidad por los derechos y contra las derechas

Marcha del 28S: unidad por los derechos y contra las derechas

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La coordinadora del colectivo Ni Una Menos, Lucía Cavallero, explicó para Trinchera que en esta ocasión la agenda del movimiento feminista y de diversidades se amplía por múltiples derechos que engloban a la mayoría argentina, y convocó especialmente a los hombres que no coincidan con las ideas de La Libertad Avanza a marchar.

El colectivo Ni Una Menos, junto a otros sectores de lucha de las mujeres y las diversidades organizan una marcha de unidad convocada para el 28 de septiembre donde se llama abiertamente a la unidad “en defensa de los derechos, la democracia, y contra las derechas”. Si bien las consignas principales serán revalidar la sanción del Aborto Legal Seguro y Gratuito, la Educación Sexual Integral (ESI), y manifestarse en contra del avance de las ultra derechas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Argentina, la convocatoria está abierta a todo sujeto que se vea amenazado por las consignas de la fuerza política Libertad Avanza. La elección del día se debe a que mundialmente se lucha bajo la consigna de “Día de Acción Global por el Aborto Seguro”.

“Es una convocatoria por las democracias y queremos que vengan, porque sabemos que muchos no quieren este futuro para sus hijos, para sus parejas, ni para sus amigos; es muy importante resaltar que queremos tender puentes”, explicó para Radio Trinchera Lucía Cavallero, integrante y coordinadora de Ni Una Menos, en el matutino de la mañana “Doblan las campanas”, y redobló la apuesta: “No hacemos parte del fascismo que hay en Milei a los votantes que se vieron alcanzados por la resignación y la frustración, por eso les invitamos incluso a ellos”.

El mecanismo de voto al candidato presidencial de LLA, Javier Milei, abre un espectro de análisis interesante que llama a situaciones poco vistas en los últimos años, donde ciertas sensaciones de unidad como la defensa ante un candidato que vendría por los derechos de una gran mayoría se hacen realidad. Y es que casi todos los análisis electorales coinciden en que el diputado nacional logró canalizar un gran caudal de votos mediante la frustración producida por la coyuntura económica, y no porque simpaticen por sus ideas. En ese sentido, no solo se puede ver como, por ejemplo, el candidato presidencial de Unión Por la Patria, Sergio Massa, llama constantemente a un gobierno de unidad, en vinculación de sectores históricos como el peronismo y el radicalismo, sino incluso una propuesta superadora de colectivos feministas, que convocan al género masculino a marchar en defensa de problemáticas en común.

“El movimiento feminista tiene que ser clave en la disputa por la sensibilidad con estos exponentes, no es solo una agenda de mujeres, y por eso estamos llamando especialmente a los hombres“, argumentó Cavallero, al mismo tiempo que reconoció que “hay una afinidad muchas más grande a lo que propone Milei por parte de los hombres”, porque  “un candidato que plantea arrasar todo con una motosierra no cala en las mujeres en general”.

En esta línea, la coordinadora de Ni Una Menos sintetizó que “el primer objetivo es mostrar un movimiento activo en las calles para frenar a la ultra derecha, que ya tiene efectos concretos en los discursos que estamos viendo a diario, con un candidato con una motosierra, otro contra la ESI, y hasta una vicepresidenta que reinterpreta la dictadura”.

Al mismo tiempo, Cavallero reflexionó sobre el fenómeno que representa la “corrida hacia la derecha” del sector social y político en general, y el impacto que eso tiene sobre la agenda feminista y la relacionada a otras luchas por derechos: “Está muy desjerarquizada la agenda, y eso se refleja en los medios, incluso más allegados ideológicamente, que no levantan la noticias de la convocatoria”. “Hay autoras que escribieron hace mas de cien años que hablan de que en el momento de crisis lo primero que se esconde abajo es la agenda planteada por el feminismo, es algo que sucede en otras partes de la región también”, agregó.

Para la coordinadora de Ni Una Menos, la reclusión del colectivo hacia un lugar de censura mediática es producto de “la estrategia de las ultra derechas a nivel mundial” que “utilizan chivos expiatorios para culpabilizar el no llegar a fin de mes y demás frustraciones”. “En Europa pueden ser los migrantes, y en este caso en Argentina somos las mujeres y las diversidades”, concluyó.

Pr último, Cavallero aseguró: “Salimos en defensa de lo conseguido pero también de cómo queremos que sea de acá en adelante, por eso la consigna de unidad”.

Abortamos mandatos culturales

Abortamos mandatos culturales

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Por Floren Luengo*

En ocasión a los “pañuelazos” sacudidos por el Día Global por el Acceso al Aborto Legal, Seguro y Gratuito del pasado 28 de septiembre, es necesario detenerse a reflexionar acerca de qué significa concebir el aborto como práctica devenida en problemática social por la falta de regulación del Estado.

Cuando las mujeres deciden interrumpir un embarazo no deseado, lo que está sucediendo en las tramas de tal acto es el rechazo político a un mandato cultural que establece que los cuerpos gestantes están hechos, en principio, para la reproducción social.

El sistema capitalista (excesivamente acumulador), requiere de los cuerpos gestantes para asegurarse de tener abundante mano de obra barata, así como una abrumadora masa de personas consideradas para el neoliberalismo, como potenciales consumidoras de un mercado trasnacional. Del mismo modo, el presente mandato cultural se establece por un orden social en el cual el valor de una persona en gira en torno a la presencia o ausencia de un falo. Así es como opera el género como categoría de poder en las maneras de vinculación.

Ahora bien, lo importante para tener en cuenta al momento de debatir acerca del Aborto Legal Seguro y Gratuito, no es si se opta por la positiva o por la negativa. La realidad es que los abortos existen, son prácticas ancestrales y milenarias que practican las mujeres y que por esto mismo han sido criminalizadas. El caso de la histórica quema y persecución de Brujas, es un ejemplo clave.

Quienes pueden lo hacen en clínicas privadas -son tarifas excesivamente caras en donde se paga tanto el silencio como la práctica-, y hay quienes también lo hacen en espacios clandestinos con alto riesgo de perder la vida y secuelas en los cuerpos y subjetividades. La cuestión es ¿Cómo hacemos para que no mueran más pibas por abortos clandestinos?

Penalizar el aborto, en este marco, puede tener varios significados. Por un lado, el aborto puede pensarse como la naturalización de una de las tantas formas de violencia sobre las mujeres, cuya problemática social interpela a las estructuras de la sociedad, quienes ofrecen como respuesta la criminalización sobre los cuerpos gestantes. En ese sentido, tal pena es interpretada desde el biologicismo determinista y capitalista reinante en los discursos médicos, morales y éticos sobre qué valor tiene ser mujer sino el de ser madre.

Otra arista interesante, si de debatir el aborto se trata, es comenzar a tener presente que muchas veces los discursos en los medios hegemónicos de comunicación desinforman  e instalan la idea de que, de permitirse el aborto legal, cada una lo haría simplemente cuando quiera. Como si se tratase de ir a pagar la boleta de luz, básicamente.

Para batallar tales posiciones, una respuesta posible es que el aborto (causal de muerte en mujeres) es lo último a lo que se quiere llegar si antes las personas –independientemente de su género y sexo autopercibido-, reciben Educación Sexual Integral durante toda su escolaridad. Si además, manejan la información y pueden asistir a un sistema público de salud para acudir a métodos de prevención de embarazos no deseados así como de enfermedades de transmisión sexual.

La exigencia de la despenalización es para que no existan más personas muertas por tener que acceder a realizarse abortos de manera clandestina, sin asistencia psicológica ni médica, y sin la información necesaria para saber dónde recurrir cuando se decide interrumpir un embarazo no deseado.

En Nuestramérica, se calcula que el aborto efectuado en forma clandestina, es la causa de una de cada tres muertes maternas y de aproximadamente 800 mil hospitalizaciones por año.

En parte por ello y, sumado a la tensión que generan los movimientos de mujeres y disidencias, entre los años 2000 y 2017, 33 países ampliaron las circunstancias bajo las cuales el aborto es permitido legalmente. Y esto continúa. En el último mes, en Ciudad de México se logró despenalizar el aborto; pudiendo las mujeres decidir interrumpir voluntariamente el embarazo durante las 12 primeras semanas de gestación.

En Argentina, aún se lucha contra las ideas que tienen peso y regulan el orden jurídico y social. Como se menciona en líneas anteriores, la problemática social del aborto existe sólo que el Estado hace oídos sordos. En mayo de este año se presentó por 8va. vez el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Congreso de la Nación. Fue denegado.

En la actualidad, el aborto solo se considera “no punible” cuando puede desencadenar en un peligro para la salud de la mujer o cuerpo gestante, y/o cuando el embarazo es producto de una violación. En realidad, lo que más pesa en esos casos, es la objeción de conciencia de gran parte de las profesiones liberales como la medicina y la abogacía.

Por esto y mucho más, desde los movimientos de mujeres y disidencias se proclama por el derecho al deseo y goce sexual de las mujeres y cuerpos gestantes. Se lucha por dejar de hablar del aborto desde el tabú y el miedo, y comenzar a complejizarlo como una problemática social, de salud pública pero también de decisión y autodeterminación de los cuerpos y posicionamientos políticos de las mujeres.


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura FM 90.5), redactora de Revista Trinchera, editora del portal Luchelatinoamérica y colaboradora de Agencia Timón.

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