Tras meses sin pagarle a Cammesa, y luego de poner en lista de transferibles diversas empresas que producen distintos tipos de energía, ocurrirá lo inevitable: el gobierno anunció la necesidad de hacer cortes de luz por falta de generación de energía. Luego de sostener su campaña en contra de la inversión nacional, ahora el oficialismo dispara culpas. A su vez, avanza la primera privatización de la Era Milei.
El gobierno nacional, a través de su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anunció este domingo que deberá programar cortes en el servicio energético durante el verano “debido a las altas temperaturas” y “desinversiones” que, según sus palabras, fueron responsabilidad de gestiones anteriores.
El gobierno de La Libertad Avanza llegó a las elecciones generales basando su campaña en el recorte del gasto público, demonizándolo y dando a entender que se trata de un gasto inútil en todas o casi todas las áreas. Tras ganar las elecciones, sus promesas de ajuste severo a fin de conseguir el superávit fiscal se hicieron realidad, a pesar de que el destinatario no terminó siendo aquello que llamaban “casta”, si no, entre otros, sectores fundamentales para el funcionamiento industrial del país, como son las fuentes generadoras de energía.
Increíblemente, ahora, luego de haber bastardeado este tipo de inversiones, el jefe de Gabinete decidió culpar a “gestiones anteriores” de la desinversión en el sector. Sin embargo, no solo es uno de los pocos hechos que se le puede reconocer a la gestión de Alberto Fernández y en el último tramo de Sergio Massa, las diversas inversiones en gasoductos y oleoductos para solucionar el problema de transporte de la energía y el crudo, si no que este propio gobierno decidió, por ejemplo, dejar de pagarle a la empresa Cammesa, ente regulador entre las empresas de generadoras de energía. Estas mismas, en junio, le hicieron llegar un documento a la cartera económica exigiendo que cumpla el acuerdo de pago, ya que desde diciembre y enero le adeuda más de 600 mil millones de pesos.
Por si fuese poco, el propio gobierno, en su línea anti industrialista, avanzó en la primera privatización, al aprobarse en el Senado de Mendoza un proyectó que permitirá la entrada de inversores privados en la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMSPA), que produce energía hidroeléctrica, nuclear y renovable. Sus trabajadores están en medio de una huelga ante la falta y el atraso de pagos. Además, el gobierno nacional intimó en agosto a Energía Argentina y Nucleoeléctrica para cederle al ministerio de Economía las acciones de las empresas hidroeléctricas Alicurá, Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila, a fin de encarar un proceso de privatización de las mismas.
Al mismo tiempo, Nucleoeléctrica, empresa que se encargó de las centrales nucleares de atucha I y II es otra de las incluidas en la lista de privatizaciones. Todo ello en el mismo año donde Atucha I será desconectada para alargar su vida útil, precisamente el 30 del corriente mes. Ante esto, el gobierno, lejos de reinvertir, fisura las empresas estatales a fin de conseguir liquidez en divisas, al fiel estilo del plan económico de Domingo Cavallo, algo que no tiene sostenibilidad en el tiempo y que además ya fue experimentado durante la década del 90.
Increíblemente, pese a todos estos hechos y a la luz de los acontecimientos, Francos y el gobierno nacional, descargan las culpas de una manera cínica en “quienes estuvieron antes”. “Es una situación que viene de años, que hay que encarar seriamente, con inversiones, no se puede estar sujeto a la improvisación. La secretaría de Energía trabaja en este tema”, aseguró el jefe de Gabinete.
Cabe recordar que esta no sería la primera vez que el gobierno se lastima con su propia bala que desprestigia la inversión estatal: ya le sucedió con el Gas Natural Licuado, debido a que, justamente, decidieron no invertir los 40 millones de dólares necesarios para la etapa planificada de ampliación del gasoducto Nestor Kirchner, y luego, debieron salir a licitar la compra de GNL faltante por 500 millones de dólares a la brasilera Petrobras.
Precisamente, para finalizar, fue Cammesa quien le tuvo que salvar las papas a un gobierno que no continuó con la obra de la gestión anterior debido al déficit cero que quiere mostrarle a empresas extranjeras para que inviertan. Sin embargo, las inversiones no llegan, y mientras los argentinos se quedarán sin luz durante el verano (a la vez que pagan cada vez más caras las boletas), Francos culpa a gestiones anteriores que sí invirtieron y se excusa en que las inversiones privadas “no llegan”.
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