Cosa de familia: los Rocca. De Mussolini a Milei

Cosa de familia: los Rocca. De Mussolini a Milei

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Entre el acero y la rosca. Titiriteros atemporales.  

Paolo nació en Italia, pero su familia desde hace años viene construyendo un gran imperio económico dentro de la Argentina que escala a más de 3900 millones de dólares, posicionándose en el ranking entre las 1100 personas más ricas del mundo en la escala de Forbes. 

Con una trayectoria particular, Paolo se enfiló en su juventud dentro de las columnas de la izquierda italiana, recolectando no solo experiencias sino también, piezas clave para conocer las luchas y las demandas de los trabajadores que utilizó posteriormente al llegar a Argentina en 1985, bajo los aires de una democracia virginal, para hacerse cargo de la empresa familiar fundada por su abuelo Agostino Rocca.  

Pero, ¿quién era el abuelo Rocca?

Agostino, hijo de un ingeniero ferroviario, tuvo una larga formación militar que transcurre entre el colegio romano y la academia de Torino, se graduó de subteniente en 1915 e ingresó al combate en la Primera Guerra Mundial. En 1921 consiguió un segundo título como ingeniero industrial y electrónico en Milán, y en el periodo entreguerras contrajo matrimonio con la heredera de las acciones de la Banca Commerciale Italiana, banca que tenía un padrinazgo financiero sobre la empresa Dalmine de Bérgamo, empresa que destacaba dentro del mundo de los tubos sin costura, lugar desde el cual, Agostino comenzó su carrera empresarial. 

Dalmine de Bérgamo, fue una de las empresas más competitivas dentro del rubro siderúrgico en Italia y con un considerable despliegue dentro de Europa, al asumir Mussolini esta empresa pasó a estar en manos del Estado y el abuelo Rocca se convirtió rápidamente en director general de Dalmine, ahora estatizada. Cabe aclarar que los tubos de acero sin costura son los que se utilizan para la extracción y el transporte de petróleo en centrales eléctricas, en la industria automotriz y en obras civiles. Durante la Segunda Guerra Mundial, la empresa a cargo de Agostino fue la encargada de gran parte de la industria bélica, mientras paralelamente el abuelo siguió operando como consultor de la banca italiana y financiando las políticas del Estado fascista.  

Finalizada la guerra, comienza el emporio

En 1945 nace Techint como una corporación internacional que desembarcaría en la Argentina en 1949 con la firma del convenio para llevar adelante el gasoducto que conectaría Comodoro Rivadavia y Buenos Aires. 

En 1948, la empresa Techint compró terrenos en localidades bonaerenses donde a partir de 1954 empezó a funcionar Dálmine Safta, una sociedad argentina que se dedicaba a la fabricación de tubos de acero. Con la herencia de la organización productiva de las empresas por las cuales Agostino transitó los años anteriores, Dálmine se convirtió en la primera fábrica de caños sin costura en Latinoamérica.

Su particular boom estuvo vinculado a dos rasgos centrales: su instalación en el campo metalúrgico y las licitaciones favorables, junto con los proyectos y puesta en práctica de obras públicas de gran envergadura ligadas a la industria petrolera, eléctrica y a los montajes industriales.

Durante la dictadura que azotó a la Argentina en 1976 Osvaldo Cacciatore, quien durante el gobierno dictatorial ocupó el cargo de intendente en la Ciudad de Buenos Aires, se dispuso a crear la empresa CEAMSE, la cual en 1978 firmó un convenio a 20 años para la tercerización bajo licitación de las tareas con la reciente sub-empresa creada por los Rocca: Saneamiento y Urbanización S.A. (SYUSA). 

¿Sangre cargada de metal o metales bañados en sangre?

Otro de los rasgos que destacó a la empresa fundada en 1954, Dálmine SAFTA, fue el carácter carnal de su vínculo con la dictadura eclesiástica, EMPRESARIAL, cívico y militar llevada adelante el 24 de marzo de 1976. 

Algo que no mencionamos con detenimiento fue el lugar de emplazamiento dentro PBA donde se instaló esta compañía metalúrgica, el destino seleccionado fue la ciudad de Campana, a 70 km al norte de la Capital Federal. Como señalamos antes, lo que originalmente era Dálmine, al poco tiempo pasó a convertirse en el complejo “Dálmine-Siderca”.

En esta fábrica para el año 1976 había más de 5.000 trabajadores, los cuales estaban representados en la seccional de Campana de la Unión de Obreros Metalúrgicos, mejor conocida como la UOM. En marzo del mismo año, los trabajadores mediante elecciones le habían otorgado la representación sindical al peronismo. Con la instalación del régimen militar, al menos 80 de estos trabajadores y trabajadoras resultaron víctimas de crímenes de lesa humanidad. 39 están desaparecidas, siete fueron asesinadas, 34 son sobrevivientes, entre los cuales se registran militantes, delegados y dirigentes sindicales y trabajadores sin afiliación directa a ningún tipo de organización.

Lo que nos interesa sacar a la luz es el rol empresarial que ocupó Dálmine, o Techint para los distraídos, en articulación con el Gobierno de facto. Dentro de esta empresa ocurrieron secuestros en la planta, la instalación cuasi omnipresente del Ejército y de la policía interna vinculada al terrorismo de Estado, y como si fuera poco, el abuelo saco a relucir su viejo pasado político y aportó financieramente a las comisarías donde funcionaron centros clandestinos, al mismo tiempo que la represión le era funcional para domesticar a las y los trabajadores bajo la sombrea del terror. Pero eso no es todo, no podemos olvidarnos del club deportivo Dálmine, esta institución tutelada y financiada por la empresa, funcionó durante la dictadura como uno de los centros clandestinos que conforman la zona de centros de Campana y Zárate.

No serán hijos de zapateros, pero bien que saben de latas

Los 90 trajeron para Techint una oportunidad fenomenal, ya que el proceso de privatización llevado adelante en el gobierno de Menem favoreció estrepitosamente a esta empresa familiar. La privatización de SOMISA desarrollada en ese periodo y adquirida por los Rocca, afianzó la monopolización de la industria siderúrgica, dando un batacazo a la economía nacional. 

En este periodo histórico y de la mano del proceso de privatización impulsado por el gobierno neoliberal, Techint se convirtió en uno de los accionistas con mayor peso del país, contando con acciones en Entel, SOMISA, concesiones de peaje, Ferrocarriles Argentinos y SEGBA. 

La privatización de SOMISA tenía detrás otras historias ya que hasta el momento de su efectiva privatización transcurrieron dos décadas de conflicto y tironeo, desde que Martínez de Hoz había habilitado la integración de sus competidoras generando una menor demanda de acero a SOMISA. Se plantó el terreno para la campaña desplegada en los 80 sobre su régimen deficitario, relacionada al exceso de personal y sus altos salarios ¿Por qué suena tan familiar?, ¿serán acaso ecos del presente los que enturbian el pasado?

Luego de comprar SOMISA, como era de esperar, el Grupo Techint redujo sus sectores productivos en un proceso de especialización, apagando el horno de San Nicolás firmó la fecha de defunción de la producción nacional a gran escala del arrabio, acero, productos semiterminados y chapa laminada en caliente, entregándonos como corderos al mercado de importaciones. Abandonando la producción de palanquilla y laminados no planos, abandonó los rieles, o mejor dicho, abandonó los trenes. 

La pesada herrería de la mano oculta del Estado 

Si hablamos de Estado y de hierro está claro quienes son los especialistas, la familia Rocca, si en algo se ha destacado es en crecer junto con las licitaciones. Lo que no compró en los 90 lo administró o participó dentro de la cadena productiva. 

El renombre “el gigante de acero” si en algo tiene asidero es justamente en el carácter monopólico que desarrolló Techint a nivel global del 45 en adelante y centralmente en lo que respecta al desarrollo de la industria pesada en Argentina. 

¿Querés petróleo, tuberías, plantas industriales, tratamiento de aguas, rutas, autopistas, puentes, represas, terminales marinas, aeropuertos, telecomunicaciones o tecnología de información? Techint es el líder en todas estas áreas. Petroquímicos, refinería, minería, todo pertenece al gigante. 

Durante los últimos años, Paolo Rocca estuvo en el ojo mediático más de una vez, con la tendencia familiar entre el negocio y el Estado, olvidó tristemente su paso por la izquierda e íntimo públicamente con todos los representantes estatales, pero con una devoción en particular a la derecha nacional en su país residencial. Durante el mandato de Mauricio Macri, vimos cómo el gigante era corrido de la escena por el mismísimo Bonadio en la causa de los cuadernos y dos días después festejaba paseando con el actual ex-mandatario por el yacimiento de Vaca Muerta.  

No nos olvidamos tampoco, que Cambiemos le otorgó a Tecpetrol (Techint), la concesión por 35 años para explotar los recursos petroleros en la provincia de Neuquén, además de cerrar un convenio a la baja, garantizando reducir los costos laborales a las empresas implicadas en 2017. Luego de una ola de despidos en 2016 acompañada de los fantasmas del pasado, persecución política a los trabajadores de Tenaris-Siderca, (ayer Dálmine-siderca), junto con la tercerización sujeta a los viejos-nuevos relatos utilizados en los 90: reducir la capacidad de mano de obra con tecnificación mientras apretaban trabajadores para firmar retiros voluntarios. 

Manos manchadas de petróleo

En el 2024, los movimientos de Paolo no sorprenden a nadie y tampoco es noticia que algunas cosas del pasado se empeñen en colarse en el presente. Desempeñando su rol de empresario, el tano se convirtió apenas en las primeras semanas del gobierno de Milei en una especie de tutor ministerial. Como uno de los principales aportantes a la campaña del león, el CEO de Techint hoy se desenvuelve como parte del gabinete presidencial influyendo en un sector que le es de particular interés; el desarrollo en Vaca Muerta con Tecpetrol.

Otro detalle a destacar es el desembarco en YPF por parte de Horacio Marín, presidente de Exploración y Producción de la empresa Tecpetrol, la petrolera del grupo Techint, siendo nada más que un “hombre de confianza” de Paolo Rocca, por no decir uno más de sus vasallos, junto con Julio Cordero, el recientemente confirmado en la Secretaría de Trabajo.

Con la ya dispuesta y clamada intención del presidente Milei de privatizar la renombrada y hace apenas 12 años recuperada empresa petrolera nacional YPF, el panorama es cuando mucho desolador. No olvidemos que ni bien asumió el domingo 10 de diciembre clamó y posteriormente reafirmó su menemista de confianza Adormi: “Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en las manos del sector privado”. 

Luego de recomponer la trama familiar, es difícil no verlo a Paolo estirando los guantes como comensal dispuesto a la panzada, con los alfiles en el lugar correcto y el desembolso en la campaña, lo esperable es que la devolución de favores hacia el italoargentino sea soberanamente contundente a costa, claro está, de los recursos hoy nacionales. 

Cuando nos referimos a los alfiles, no nos referimos exclusivamente a las caras visibles del Estado que responden a Rocca, nos referimos también a quienes hoy desempeñan lugares claves dentro del organigrama petrolero de YPF: Federico Barroetaveña (como encargado del CFO), Mauricio Martin (como encargado del Downstream), Matías Farina (Upstream), Gustavo Gallino (Infraestructura) y Santiago Tanoira (Gas y Energía); todos hombres de Techint. 

La empresa y las costumbres heredadas del renombrado multimillonario “emprendedor” del rubro siderúrgico Paolo Rocca, como hemos visto no solo deja al desnudo la expansión de la empresa de la mano con su relación ajedrecística a la política y el Estado, sino que evidencian su impunidad para dormir con los milicos y alimentar a los leones. 

Como bien enseña el dicho popular, lo que se hereda no se roba, ¿qué hacemos cuando las costumbres de los millonarios argentinos son heredar robando?


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Manuela Bertola

Hija y nieta de la historia de nuestro pueblo. Estudiante de sociología. Nacida y criada en la ciudad donde las diagonales tocan el sol.

Los empresarios de la “Gestapo” macrista se niegan a declarar

Los empresarios de la “Gestapo” macrista se niegan a declarar

TIEMPO DE LECTURA: 2 min.

El ex vicepresidente de la Asociación Pymes de la Construcción bonaerense, José Oscar del Río, en el Juzgado Federal de La Plata presentó un escrito para desligarse de la persecución a sindicalistas y se negó a responder preguntas. Es el tercer empresario que asume la misma estrategia en la causa.

Los empresarios citados a declaración indagatoria por su participación en la mesa judicial bonaerense parecen seguir un mismo libreto y José Oscal del Río, es el tercer empresario que asume la misma estrategia en la causa, tal como hicieron los primeros en presentarse ante el juez Ernesto Kreplak.

Del Río también intentó desligarse de los delitos cometidos y argumentó que fue al encuentro en el Banco Provincia (lugar en que se habló de coordinar una “Gestapo” antisindical) invitado a “una reunión de trabajo” que encabezó María Eugenia Vidal por funcionarios de la gobernación por problemas que existían con la Uocra de La Plata desde hacía tiempo.

Se investiga el presunto armado de causas judiciales contra gremialistas luego de que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) encuentre una filmación de aquella reunión realizada en el Banco Provincia el 15 de junio de 2017, en la que confluyeron funcionarios, empresarios y agentes de la exSIDE.

La próxima indagatoria tendrá la declaración del empresario de la construcción y presidente de Agrineco, Fabián Cusini, prevista para este martes, mientras que el miércoles y jueves están citados el también empresario de la construcción Bernardo Zaslascky y Marcelo Jaworski, directivo de una empresa de derivados de petróleo y carbón (Copetro).

Los cuatro empresarios participaron de la reunión en el séptimo piso de la sede porteña del Banco Provincia, como también lo hicieron el empresario José Alconada Magliano y el ex titular del Colegio de Arquitectos de La Plata Guillermo Moretto,  quienes la semana pasada declararon en el juzgado y al comparecer ante el juez entregaron escritos, rechazaron los cargos y se negaron a responder preguntas.

A los imputados se los acusa de haber participado de una estrategia que buscaba perjudicar al ex titular de la Uocra platense Juan Pablo “Pata” Medina, mediante maniobras de inteligencia ilegal y manipulando el accionar de la Justicia.

Martín Pastor: “La estrategia del gobierno de Moreno es echarle la culpa de todo lo que pasa a Correa”

Martín Pastor: “La estrategia del gobierno de Moreno es echarle la culpa de todo lo que pasa a Correa”

TIEMPO DE LECTURA: 18 min.

Revista Trinchera dialogó con el periodista ecuatoriano, Martín Pastor, acerca de la situación en la República del Ecuador, cómo se está enfrentando al COVID-19 y cuáles son las posturas de cada sector.


  • ¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?

La situación ya estaba bastante grave. Estaba deteriorada tanto política como económicamente.

En el aspecto político recordemos que veníamos de una jornada muy fuerte que incluso tuvo una sonada internacional en octubre cuando se dieron las marchas y protestas a nivel nacional. Incluso pararon al país casi por dos semanas. Recordemos que estas protestas se dieron a raíz de las reformas que quería hacer el gobierno por demanda del FMI: quitar subsidios a la gasolina y al diesel (que tendría un efecto directo sobre los consumidores, y que si bien en octubre parecía que se había resuelto, el gobierno para principios de este año, ya estaba nuevamente hablando sobre cómo iban a quitarlos. Si bien negociaron con los líderes indígenas -que eran los que lideraban los reclamos- no podían quitarlo de la mesa porque era una demanda del Fondo Monetario. En ese momento cayó lo del Coronavirus que disipó la temática.

Por esto el gobierno ya estaba desgastado, la popularidad y credibilidad de Lenin Moreno seguía cayendo y se encontraba entre el 10 y el 14 % dependiendo los sondeos.

Por otro lado, recordemos que este es año electoral (o era, aún no se sabe), entonces se estaba hablando sobre posibles candidatos.

En términos económicos el país ya presentaba un problema deficitario grave en la cuenta corriente, las reservas internacionales estaban ya muy bajas y el FMI advirtió que no iban a hacer el desembolso que tocaba para febrero si no hacían las reformas estructurales solicitadas. El gobierno estaba expectante a hacer esos cambios pero cayó lo del COVID-19.

Particularmente en el tema sanitario, la inversión en salud había venido cayendo desde 2017. Ese año la inversión fue de 305 millones de dólares, en 2018 bajó a 201 millones, y en 2019 bajó a 58 millones, siendo la inversión más baja en los últimos 11 años.

Si bien el sector salud previo al COVID-19 estaba muy deteriorado con recortes fuertes a personal y hospitales durante el 2018 y 2019. Incluso hubo declaraciones sobre la inutilidad de tener tantos hospitales, que era una crítica a los supuestos elefantes blancos del gobierno anterior. Como se puede apreciar, las eventualidades del COVID-19 muestran -justamente- el efecto de esta desinversión.


  • ¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?

Aquí deberíamos separar entre la actitud del gobierno nacional y el local. Desde el gobierno nacional desde que hubo la sospecha de un primer caso, ya existió falta de información, una postura clásica de este gobierno que es deslegitimar a toda información que cuestione al gobierno y atacándolo de ser una fake news o de ser propaganda del correismo, y a su vez negar todo.

Al principio mientras a nivel mundial había cifras muy bajas, ya sea en América Latina o en EEUU, aquí ya hubo un primer caso, que se trabajó de manera muy superficial y nadie sabía qué estaba pasando y luego estalló.

La actitud del gobierno ha sido de reservar la información, de contradecirse entre ellos mismos. Hay tres figuras claves que son parte de este proceso: Otto Sonnenholzner que es el vicepresidente y que es la cara del gobierno en el tema Coronavirus y que de cierta manera tomó la tutela del país. Lenin Moreno ya ni siquiera sale en las cadenas nacionales (que son pregrabadas). Muchos ven esto como una estrategia electoral ya que él es el candidato posible para un sector específico de la derecha ecuatoriana que está más atada a los sectores comerciales.

Por otro lado está la ministra de Interior, María Paula Romo, quien ya había sonado bastante durante las protestas de octubre, porque fue quien lideró la represión, el encubrimiento de muertes y la violencia que se vivió durante esas jornadas. Y por último está el Presidente.

El gobierno ya ha tenido problemas muy grabes en términos de imagen y de comunicación porque hay muchas demandas de subregistro de cifras. Son públicos los videos, imágenes y testimonios en primera persona de familiares sobre casos de personas enfermas, muertes no atendidas o cuerpos en las calles. Esto llegó a resonar a nivel internacional, pero el gobierno se ha enfocado en culpar a Rafael Correa y a su gobierno. Cada vez que se encuentran con un problema lo primero que hacen es culpar a Correa y luego tratan de excusarse por eso. Entonces si bien hay problemas en salud es por Correa, si hay problemas de esto es por Correa… Y los medios hegemónicos replican ese discurso.

A nivel de imagen el gobierno está absolutamente golpeado. Ya los mismos grupos que en algún momento apoyaron al gobierno de Moreno, ahora están críticos. De la manera que se ha manejado el gobierno, diría que es de las peores de América Latina. Ni siquiera optaron por salvar la economía, han optado por salvar a ciertos grupos económicos.


  • ¿A qué le atribuís la actitud adoptada por el gobierno?

Se podría analizar desde dos puntos. Por un lado diría que es un gobierno ineficaz y esto se debe a que no es un gobierno de personas preparadas para sus puestos, sino que son personas puestas para cumplir con sus intereses partidistas. Desde el vicepresidente hasta la ministra de interior y muchos de los ministros actuales, ninguno pertenece a Alianza País que es el partido que ganó en las urnas. Incluso muchos son de partidos que no ganaron nada y que de repente se encuentran con todo el poder en sus manos como el caso de María Paula Romo con su grupo “Ruptura 25”, que fue un partido que en las urnas no ganó nada y que ahora tienen puestos claves.

En segundo lugar, y al no estar preparados, hay gente que sabe lo que está haciendo pero por intereses de los grupos que mencioné anteriormente. Entonces el ministro de economía Richard Martínez (Alvadaro) donde todo lo que han hecho en esa materia es para satisfacer a inversores internacionales y a la banca privada, a los tenedores de bonos.

Por lo antes dicho, la actitud del gobierno responde a intereses que no son los del pueblo ecuatoriano, al menos no para responder a lo que implicaría una emergencia sanitaria.


  • ¿Qué efectividad consideras que tienen las medidas adoptadas?

Apenas se supo del primer caso se los puso en aislamiento. Fue una señora migrante ecuatoriana que regresó de Italia e hizo aquí turismo y al visitar a su familia contagió a todo su núcleo familiar directo.

Este caso lo menciono anecdóticamente. Si bien se lo ha tomado como el paciente 0, pero paralelamente -y aunque no se sabrá cual fue el primero en realidad-, en la ciudad de Guayaquil, en uno de los barrios más ricos del país, donde vive gente de la élite económica (el barrio Sanborondón), se realizó una boda con 900 personas donde participó la nieta del ex presidente (León) Febres Cordero. Estaba toda la alcurnia de Guayaquil en ese evento.

En esa fiesta se contagiaron muchas personas porque la chica había venido también de Italia. Incluso discursivamente hubo una discusión de quienes fueron los causantes del paciente 0, si fue esta señora de El Oro, de una provincia relativamente pobre, de migrantes, o si fueron estas personas con mucho dinero.

Luego de que se da el brote inicial, el gobierno al principio responde de forma muy pasiva, diciendo que ellos estaban muy preparados. Parecida a la actuación de Donald Trump en los EEUU: Que aquí no va a pasar nada, que todo está bajo control y que todas las medidas de seguridad y de salud están previstas.

Cuando empezó a crecer en forma exponencial el número de contagiados en Guayaquil, se percibió que el gobierno se asustó y las medidas que tomaron fueron muy bruscas y de repente lo que asustó también a la población. Han tenido medidas muy reactivas a cada problema que hemos tenido. Entonces cuando se declaró la emergencia sanitaria se prohibió paulatinamente el contacto social, el aislamiento fue muy paulatinamente volviéndose más restrictivo, al punto que este fin de semana se prohibió el uso de autos particulares. Hasta la semana pasada se podía utilizar una vez por semana, una semana antes se podía usar 2 días a la semana. Lo han hecho cada vez más restrictivo pero porque no se tiene claro qué está pasando

Como decía al principio, localmente hay 2 diferencias muy grandes entre Guayaquil y Quito. La administración de Guayaquil lo tomó a la ligera, no hubo ningún tipo de restricciones, incluso cuando ya estaba declarada la pandemia por la OMS y en América Latina ya estaba habiendo bastantes casos, y en Guayaquil se permitieron la realización de partidos de fútbol y de eventos masivos. En Quito en ese momento ya se había prohibido todo ese tipo de eventos a pesar de que en Guayaquil todavía no había ni un caso registrado en esa fecha.

En Quito el alcalde actuó de forma muy brusca, de un día para otro prohibió que la gente salga, y lo hizo un día a las 11 de la noche, entonces había gente que ni siquiera se enteró. Pero evidentemente esta respuesta de Quito ha sido mejor que la de Guayaquil, por más problemas que haya habido.


  • ¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?

La oposición ha actuado de una manera muy estratégica. Hay que tomar en cuenta que la “oposición” a Lenin Moreno en forma pública la ha criticado pero también han aprovechado para hacer campaña política (como comentaba del vicepresidente, son parte del gobierno pero les gusta presentarse como oposición). Han tomado de forma muy estratégica qué decir, cómo decirlo y cómo presentarse.

Cynthia Viteri, la alcaldesa de Guayaquil (que pertenece al Partido Social Cristinano), tuvo un problema muy grave que fue la prohibición de que 2 aviones humanitarios (uno de KLM y otro de Iberia) se llevaran ciudadanos europeos para Europa. Este problema diplomático se tuvo que solucionar desde la cancillería y Viteri debería haber ido a la cárcel porque lo que hizo está penado por el Código Penal, pero de forma muy cómica, al día siguiente, salió a decir en twitter que ella había sido diagnosticada con COVID-19 y que se iba a quedar en la casa, entonces salió de la palestra pública durante 2 o 3 semanas y reapareció recién este viernes 10 de abril. Utilizó esto para decir que todo lo que sucede en Guayaquil es culpa de gobierno nacional porque ella no estaba directamente enterada de lo que sucedía.

Jaime Nebot, que es el líder del Partido Social Cristiano y uno de los posibles candidatos a la presidencia en 2021, se ha mantenido muy, muy sigiloso, con muy pocas apariciones mediáticas. Está dirigiendo un comité cívico en la ciudad de Guayaquil y su posición es criticar al gobierno desde un punto de vista más social; ha tomado una posición más populista de criticar.

El candidato Guillermo Lasso, del partido Creo, directamente atacó al principio al gobierno diciendo que no estaban listos e inició una campaña para reunir fondos y puso dinero de su banco, que es el Banco Guayaquil, y dinero de su bolsillo, aproximadamente 330 mil dólares.

Posteriormente Laso comenzó a tener más apariciones públicas diciendo que no es momento de politizar el tema sino de unir las manos de todos los ecuatorianos y ponerse a trabajar juntos para salir de esta situación.

Por otro lado tenemos la oposición más “correista” que ahora se corrió del gobierno, que si bien sigue siendo dirigida por Rafael Correa desde el exterior. Desde este sector la posición es que el gobierno no puede seguir, que tienen que dar un paso al costado y dejar que alguien más asuma el poder en este momento. Incluso Correa ha propuesto que se nombre un nuevo vicepresidente que no importa si es de izquierda o de derecha, sino que no sea del gobierno actual, que luego Lenin Moreno renuncie para que ese vice asuma el poder de forma interina hasta las elecciones.

Este último sector trata de golpear al gobierno de todas formas y a la oposición de derecha, pero de manera más solapada. Desde el correismo se ha tratado de salir de este problema de manera constitucional.


  • ¿Cómo repercutió este nuevo escenario en la economía nacional?

Las medidas más criticadas fue que ya cuando el Ecuador estaba en plena crisis, con todos los déficits que te mencionaba en salud y respecto de los reportes de muertos por COVID-19, el 24 de marzo el gobierno optó por pagar a los tenedores de bonos Global 2020 (324 millones de dólares) que sacó de las arcas públicas.

La justificación de pagar a inversores internacionales fue que si no pagaban no iban a tener nuevas líneas de crédito. El tema es que con otras instituciones como el BID, la CAF o el Banco Mundial, ya se tenía créditos aprobados. Si bien los bonos Global 2020 fueron puestos en el mercado en 2015, el llamado general era a que no se pague deuda externa como han hecho muchos países, incluida la Argentina. Ecuador optó por pagar esto.

Recordemos que en ese momento el riesgo país había superado por mucho a Argentina, que en teoría estaba en una situación económica mucho más grave que Ecuador, y bordea los 6 mil puntos. Al 8 de abril el riesgo país está en 4841 puntos. Los bonos de deuda se están cotizando en 21 centavos de dólar, entonces la situación es muy grave.

Posteriomente Ecuador tuvo que vender aproximadamente 7.5 toneladas de oro de las reservas para obtener otros 300 millones de dólares. Esa fue la crítica: pagaron 320 y pico de millones a bonos Global 2020 y dos días después tuvieron que vender esa cantidad de oro para supuestamente palear la crisis sanitaria.

Ahora el país está perdiendo aproximadamente 125 millones de dólares diarios por el parate en la industria. El país está en cuarentena general y sólo se permite trabajar a los sectores básicos como alimentación, salud y medios de comunicación. La situación económica está muy grave.

Entre las medidas económicas iniciales se prohibió que los empleadores puedan despedir gente, pero hay muchas denuncias de lo contrario. Pero los empleadores están usando la cláusula 6 del Código de Trabajo (artículo 169), que habla de que en caso de fuerza mayor. Sin embargo hay una mala interpretación de la Ley ya que el artículo implica que el caso de fuerza mayor debe hacer que la empresa se extinga. Este se utilizó en la época del terremoto, donde literalmente hubo empresas que desaparecieron, incluso sus edificios. Esto no puede ser una decisión unilateral  o de empleador y empleado, sino que tiene que ser dictaminado por la Corte Nacional.

Este artículo se está utilizando por dos razones: primero que el Ministerio de Trabajo está cerrado, entonces no hay forma de denunciar y las empresas se están aprovechando. Toda la función judicial del país está paralizada desde hace 3 semanas cuando se declaró la emergencia sanitaria (lo único que está funcionando es flagrancias). Las empresas están obligando a la gente a que firme sus renuncias o despidiéndoles, asumiendo que no van a tener que pagar despidos intempestivos.

Por otro lado las economías familiares ya se están viendo afectadas como en todas partes. Quienes pueden mantener el distanciamiento social y la cuarentena son las clases medias (también sería debatible), clases medias altas y altas, incluso sus trabajos les permite seguir haciéndolo desde el hogar y sin problemas las empresas siguen pagando sueldos y no sienten el efecto de esta situación, más allá de estar en casa y no poder salir.

Si se baja en los estratos sociales, la gente se ve obligada a salir. Incluso hay un reportaje a un hombre que dice que a él no le importa enfermarse porque sus hijos se mueren de hambre. Esta es la realidad de la gran mayoría de los ecuatorianos ya que estamos bordeando el 38% de pobreza, entonces mucha gente ya se ve en la obligación de salir. La informalidad se ha visto tan afectada que la gente ya está buscando formas, pero ya no hay quien les compre.

En el día de ayer (sábado 11) el presidente hizo una cadena nacional en la que se presentaron unas nuevas medias. Hay más, pero a grandes rasgos son 2: la primera es la conformación de un Fondo Nacional de Recuperación (un fideicomiso). La propuesta es que el gobierno no maneje ese dinero y nombre a un grupo de notables de la sociedad civil para manejarlo. Ese grupo direccionaría el destino de ese dinero a salud, alimentos y mantenimiento de puestos de trabajo. Se le va a dar dinero público a que lo manejen manos privadas, es la desinstitucionalización total del Estado.

Para financiar este fideicomiso se crearía un nuevo impuesto a los sueldos, entonces todo ciudadano del sector público o privado que gane más de 500 dólares, van a tener que aportar un porcentaje de su suelo (de forma progresiva) todos los meses.

Otra forma de financiamiento del fideicomiso será a través de un impuesto del 5% de sus utilidades para las ganancias de las empresas que ganen más de un millón dólares. Se hará en tres pagos mensuales para la cuenta de asistencia humanitaria. La crítica de este impuesto es que no son tantas las empresas que tienen estas ganancias, entonces en realidad la carga tributaria es hacia los trabajadores. O sea que mientras en el mundo se está buscando proteger a los trabajadores en Ecuador se toma de ellos un porcentaje de sus sueldos.

Por otra parte, durante este lapso de tiempo de Coronavirus, en el oriente hubo una rotura en el sistema de oleoductos transecuatoriano (SOTE) y en el oleoducto de crudos pesados (el OCP) producto de un deslave.

La empresa pública (PetroAmazonas) suspendió la producción en aproximadamente en casi 20 bloques petroleros, lo que es decir casi todos los bloques. Ante esto implementaron un plan de contingencia apagando los pozos y con un cierre técnico en los campos petroleros. Inmediatamente se declaró fuerza mayor lo que implica suspender la entrega de petróleo a los compradores que ya tenían contratos. Estamos con la producción petrolera sin producir al 100%.


  • ¿Cuál es la percepción en las calles tanto de las medidas como de la situación cotidiana?

En las calles la gente está asustada, hay mucha incertidumbre. Volvió a aparecer el regionalismo, desde Quito se dice que es culpa de los guayaquileños, que son ignorantes, que por qué siguen saliendo; pero en Quito se ve que la gente sigue saliendo a las calles. Hay sectores de clase que no se dan cuenta que hay gente que se ve obligada a hacerlo.

También hay gente que sale sin sentido lo cual es una gran irresponsabilidad. Tratan de burlar la cuarentena. Se da por la falta de información y por el miedo que se está generando.

Si bien el país tendrá que volver a abrirse en 2 o 3 semanas, el miedo es a qué va a pasar en la economía. Entonces la gente se está preparando, el consumo ha bajado, los bancos han propuesto créditos


  • ¿Qué rol están jugando las FFAA en esta particular situación?

Al ministro de defensa, Oswaldo Jarrín, ni siquiera se le ha visto, pero las FFAA han tomado control de la ciudad de Guayaquil desde el regimiento Guayas. Han tomado a cargo la seguridad por sobre la policía nacional.

En general no se sabe qué va a pasar luego de que se abra el país. Se habla de que las FFAA van a seguir en las calles pero son sólo rumores. Lo que sí, han apoyado 100% al gobierno.


  • Más allá de las medidas oficiales ¿Cómo está haciendo el pueblo en general para sobrellevar esta situación?

Lastimosamente no lo están logrando porque la informalidad, quienes venden en las calles no tienen a quien venderle. A los mercados sólo puede ir una persona del grupo familiar y sólo puedes ir un día a la semana con el último número de tu cédula, lo cual también reduce el consumo, porque la gente no es que tiene mucho ahora.

La mayoría de los bancos han hecho una prórroga de 60 días sin intereses a los pagos de tarjetas de crédito y créditos de consumo, o la opción de refinanciar (que siempre ha estado presente). Entonces la gente está tratando de no pagar las tarjetas.

Ayer el presidente propuso una moratoria para el pago de renta (alquileres), pero ahora los arrendatarios no pueden echar a la gente de sus casas por falta de pago, porque eso caería en un delito penal que llevaría de seis meses a un año de cárcel.

En este escenario la gente está tratando de no pagar las tarjetas, de no pagar el arriendo, preparándose para ver qué puede pasar.


  • ¿Cuál es la actitud de los empresarios?

Hace dos semanas y de manera muy teatral (cosa típica de la cultura ecuatoriana), los sectores empresariales salieron de forma heroica a decir que ellos debern poner el hombro para el país y que iban a crear un fondo (el que comentaba anteriormente de Guillermo Lasso). La reacción de la gente fue de sorpresa, de mucha gratitud, incluso se los llamó héroes. Pero en las medidas que se presentaron ayer, esas donaciones no van a ser tomadas como deducibles de impuestos sino como crédito tributario. A groso modo pagaron sus impuestos por adelantado, no donaron nada.


  • Del mismo modo, ¿Cómo están actuando los medios de comunicación?

Los medios de comunicación tratan de parecer objetivos. Al principio criticaron al gobierno, pero han caído en esta nueva estrategia discursiva que es decir que no es momento de politizar sino de poner el hombro.

Esta semana se han mantenido al margen incluso de criticar al gobierno, cosa que sí se hizo la semana pasada y optaron por abordar la sentencia a Rafael Correa. Hay periodistas específicos que han criticado pero de forma muy general. Por el momento el aparato mediático sigue apoyando al gobierno aunque no como antes.

Lo que sí se les está dando mucha palestra a Guillermo Lasso y a los posibles candidatos, con mucho espacio para que ellos se presenten más como candidatos que con preguntas o cuestionamientos periodísticos.

La condena a Correa como tal cumple la función de Lowfare. En este momento y en este contexto es tratar de trasladar la atención de los medios a otro tema justo en medio de la crisis sanitaria y de esa forma apaciguar el discurso en contra del gobierno, retomar el discurso en contra de Correa e instrumentalizar ese discurso para decir que todo es culpa del correismo, de Correa, de la corrupción, etc. Es una forma de justificar la actuación actual del gobierno.


  • ¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?

Hay que tomar en cuenta que para el Ecuador esta es una situación muy grave porque no tenemos soberanía monetaria, entonces no podemos imprimir moneda para tener liquidez, lo cual nos pone en una situación de precariedad mayor que la de nuestros vecinos.

Por ende haber eliminado el impuesto a la salida de divisas fue el error más grande porque exacerbó la fuga de capitales y eso a este país lo mata porque nos quedamos sin dólares, sin liquidez. Si bien la CEPAL y el FMI advirtieron que América Latina está sufriendo la fuga de capitales más grande en su historia, Ecuador no hace nada por frenarla.

El sector privado tiene 27 mil millones de dólares en el exterior según el Banco Central de Ecuador. Lo primero que se tendría que hacer es disponer que se prohíba la fuga de capitales. El primer paso es cerrar esa opción.

En segundo lugar se debería intentar repatriar esos capitales ecuatorianos. Si bien el impuesto al trabajador es necesario en este momento, ese impuesto no tendría que ser al sueldo del trabajador sino a la ganancia y a la riqueza. Habría que cambiar el tipo de impuesto y que los que más tienen sean los que más pongan.

La banca privada, sólo el año pasado, tuvo aproximadamente 519 mil millones de dólares en utilidades, en ganancia. Y a un solo banco se le perdonó 18 millones en impuestos y en multas por falta de pago de impuestos. Y en 2018 hubo una moratoria donde se perdonaron 4.500 millones de dólares en multas intereses e impuesto especialmente a los grupos de poder, que son los que más deben. Entonces si no se pone una carga impositiva a las empresas y grupos de élite el país no va a tener fondos y ahí va a haber la justificación de tener más deuda externa y de empezar a aumentar la carga tributaria a los trabajadores y al pueblo. Hay que cambiar el tipo de impuesto y a quién se le carga.

Otra de las medidas es que se debería ser mucho más firmes ante los despidos a trabajadores. Que el fondo que se generó sea dirigido a las personas que lo necesitan y no a salvar a las grandes empresas, y cuidar a los médicos y al personal de la salud que es el que más se necesita ahora. El problema es que incluso los médicos están renunciando por el trato, por la falta de pago y por el peligro que corren. Si nos quedamos sin doctores entonces sí es imposible enfrentar una crisis sanitaria.

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