Honduras Insurgente

Honduras Insurgente

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Por Nicolás Sampedro*

Foto: Agencia EFE

Diez años atrás nos conmovieron sus llamados: éste es un golpe de estado, nos decían. Y mucha gente descreía que fuera posible un golpe de estado en el siglo 21. Pero ahí andaban ustedes de maestras, en ese laboratorio de los gringos, pero también en ese gigantesco escenario de las rebeldías que es Honduras.[1]
Feministas de Abya Yala, Junio de 2019

Este viernes 28 de junio se conmemoraron los 10 años del Golpe de Estado que sufriera el presidente electo Manuel Zelaya. Desde esa fatídica noche en la que las Fuerzas Armadas tomaron por la fuerza al mandatario y lo deportaron (en pijamas) a Costa Rica, todo lo que ha sucedido hasta la fecha ha sido en desmedro de los derechos del pueblo de ese país hermano.

Años después, en su libro “Memorias”, la ex Secretaria de Estado de Estados Unidos y ex-candidata demócrata a la presidencia de ese país, Hillary Clinton, reconoció que la administración de Barack Obama estuvo detrás del golpe. La razón era muy sencilla: seguir controlando un país estratégico para sus intereses en la región.[2]

Cabe menciona que no es la primera vez que el imperio norteamericano se entromete en los asuntos de otros países (lo sigue haciendo hoy en día). Honduras tiene larga data en materia de intervenciones.

Tal como lo afirma el integrante del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Gilberto Ríos: “En 1954, con el apoyo del gobierno hondureño, las tropas que llevaron a cabo el golpe contra Jacobo Arbenz, en Guatemala, salieron de nuestro país. Lo mismo en 1963 con el golpe de estado contra Juan Bosch en la República Dominicana. En la década de 1970, nuestro territorio nacional se usó para combatir a las guerrillas salvadoreñas y en la década de 1980 Honduras se convirtió en la base de la contrarrevolución nicaragüense[3]

El político hondureño resalta el rol que hoy juega el país en la estrategia imperial, en donde la Base Aérea norteamericana de Palmerola[4] ha sido clave para muchas de estas acciones. Además agrega que su país es estratégico porque tienen “tres fronteras terrestres, nueve marítimas. Somos el país de América Central más cercano a Cuba, con una amplia frontera también con Nicaragua, y somos una importante retaguardia para planificar los ataques a Venezuela[5].

Desde esta perspectiva, fundamentalmente sabiendo lo que implica este país para los intereses norteamericanos en la región, es que se puede comprender no sólo por qué el actual usurpador del cargo de Presidente, Juan Orlando Hernández, sigue teniendo el apoyo de la administración Trump.

Hernández ha militarizado el país en la última semana, producto de la imposibilidad de controlar el descontento social que generaron 2 decretos de 2018 que llevaban su firma, el 026 y el 027. En éstos se daba facultades a los ministros de las áreas de Educación y Salud para despedir a discreción a docentes y médicos según lo consideraran.

Éste hecho fue abalado por el parlamento a finales de abril de este año, lo que generó el descontento, en principio, de los sindicatos docentes y médicos que al instante llamaron a paro hasta que se deroguen.[6]

Desde ese momento hasta la fecha todo lo que ha hecho el gobierno hondureño ha sido represión, campaña de estigmatización y desconocimiento de los reclamos populares. En la última semana, y luego de más de un mes de movilizaciones, la Policía Militar se cobró la vida de 3 personas[7], dejó un saldo de más de una veintena de heridos y otros tantos detenidos.[8]

Tal como lo detalla el investigador colombiano del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, Javier Calderón Castillo, estas medidas no son otra cosa que la continuidad de las políticas de privatizaciones y endeudamiento iniciadas por el sucesor del golpe Porfirio Lobo (2010-2014).

Calderón señala que “El Gobierno de Hernández no tiene intención de debatir las reformas porque corresponden a exigencias internacionales. Honduras acaba de aceptar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en modalidad combinada de Derechos Especiales de Giro (crédito stand by) y de Servicio de Crédito Ampliado de 24 meses, por un monto de 311 millones de dólares, lo que supone aceptar duras condiciones establecidas por el FMI, de orden estructural y detalladas según la carta de intención de Honduras, que seguro se obliga a un fuerte ajuste de la política fiscal”.[9]

Así como sucedió en Argentina y en el resto del continente, el organismo internacional de crédito, sirvió y sirve a los intereses corporativos (fundamentalmente norteamericanos y europeos) para extorsionar a los países. La situación se complejiza aún más si se considera que Honduras en ésta década alcanzó una deuda externa de más 16 mil millones de dólares[10] y que es un país con más del 60% de la población bajo la línea de la pobreza y que “una de cada cinco personas vive en la pobreza extrema, según datos del Banco Mundial del 2018[11].

Las protestas y movilizaciones populares en Honduras fueron ferozmente reprimidas desde el Golpe de Estado a Zelaya hasta la actualidad. Precisamente el ex-presidente y actual referente nacional del Partido Libre, señaló a la prensa que  actualmente el país vive “un brote de insurrección popular”[12].

Ante la imposibilidad de contener el descontento social pese a la represión, sumado al paro de transportistas de carga que dejó sin combustible a Tegucigalpa (la capital hondureña) y el paro de las Fuerzas Especiales de la policía (conocido como “de brazos caídos”[13]), Hernández, decidió militarizar el país[14] y habilitar el ingreso de más de 300 Marines norteamericanos.[15]

El escenario represivo no es nuevo para los hondureños. Según datos difundidos por la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos (ASOPODEHU), en el último año, el país centroamericano ha vivido al menos 118 incidentes violentos contra defensores de derechos humanos.

Según esta organización “los agresores de los defensores de los derechos humanos se menciona al Presidente de la República y el del Congreso Nacional, al Ministerio Público y al Poder Judicial y la Policía Nacional, en sus diferentes ramas. La Agencia Técnica de Investigación Criminal, (ATIC), y la Policía Militar”[16].

Como se puede observar, un dispositivo de violencia institucionalizado que da cuenta de la innumerable cantidad de denuncias sobre la represión ejercida desde el Estado que comanda Juan Orlando Hernández. Una situación que vienen denunciando a pulmón mucho medios de comunicación alternativos ante el silencio de la “gran prensa” que todo lo intenta acallar.

Así lo relata la periodista y defensora de Derechos Humanos, Diana Meza[17], quien desde su portal «Pasos de Animal Grande» ha denunciado innumerable cantidad de vejámenes contra la población. Hecho que le costó amenazas de muerta tanto a ella como a sus familiares y compañeros de trabajo.

La dinámica de aprietes, persecución, estigmatización y hasta asesinatos no se han modificado. Honduras es de los países que encabeza la lista de asesinatos a periodistas y defensores de derechos humanos y ambientalistas. Sin dudas el caso de Berta Cáceres[18] ha sido uno de los más emblemáticos por lo que significaba su lucha contra la hidroeléctrica DESA.

Foto: La Prensa (Honduras)

Esta misma dinámica se repite con quienes ejercen la profesión periodística. Según el Informe del Comité por la Libertad de Expresión (C-Libre) publicado a finales de mayo, en los últimos 16 años, han sido asesinados 77 colegas en esa nación y un 90% de ellos aún siguen impunes.[19]

La cifra de violencia se vuelve aún más escandalosa si se tiene en cuenta que entre 2010 y 2016, según la UNAH (Universidad Nacional Autónoma de Honduras) cerca de 21 mil jóvenes en edad escolar han sido asesinados. Honduras se volvió uno de los países más violentos y peligrosos del mundo.[20]

Como señala el es defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos, Ollantay Itzamná, “Hace 10 años atrás, la resistencia popular planteaba proceso constituyente popular para refundar el Estado. Dicha propuesta fue pospuesta por el partido Libre. Ahora, al parecer, la bandera de la constituyente es enarbolada por la oligarquía dictatorial como “una salida al caos”.[21]

El destino de las y los hondureños está sólo en sus manos. Cómo decante el proceso de descontento popular ante las medidas neoliberales implementadas durante décadas, pero fundamentalmente post golpe de 2009, estará atado al proceso de lucha que asuma ese pueblo.


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

[1] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/25/honduras-manifiesto-feminista-a-10-anos-del-golpe/
[2] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/21/honduras-en-llamas-entrevista-a-gilberto-rios-direccion-nacional-del-partido-libre/
[3] Idem 1
[4] https://www.telesurtv.net/news/Honduras-Base-militar-de-EE.UU.-tendra-unidad-con-250-marines–20150401-0091.html
[5] Idem 1
[6] https://www.telesurtv.net/news/cronologia-protestas-honduras-salud-educacion-20190625-0004.html
[7] https://www.telesurtv.net/news/medicos-maestros-honduras-inician-nueva-semana-protesta-20190624-0017.html
[8] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/21/honduras-crece-la-cifra-de-personas-asesinadas-en-las-manifestaciones/
[9] https://www.celag.org/la-permanencia-de-la-encrucijada-hondurena/
[10] Idem 1
[11] https://www.bancomundial.org/es/country/honduras/overview
[12] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/20/honduras-zelaya-exhorta-al-pueblo-a-mantenerse-movilizados-y-responsabiliza-a-los-militares-por-cualquier-agresion/
[13] https://www.telesurtv.net/news/policia-honduras-suspende-paro-acuerdo-secretaria-20190621-0014.html
[14] https://www.telesurtv.net/news/honduras-protesta-rechazo-juan-orlando-hernandez-militarizacion-20190621-0023.html
[15] https://www.hispantv.com/noticias/fotos/431421/eeuu-marines-comando-sur-despliegue-honduras
[16] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/23/honduras-12-meses-de-violencia-estigmatizacion-y-campanas-de-odio-contra-defensores-de-derechos-humanos/
[17] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/06/23/honduras-dina-meza-mi-pais-se-vende-al-mejor-postor-y-a-los-periodistas-nos-amenazan-por-denunciarlo/
[18] https://www.youtube.com/watch?v=82gneBnL5XI
[19] http://signisalc.org/noticias/comunicacion/libertad-de-expresion-2/27-05-2019/denuncian-impunidad-en-crmenes-contra-periodistas
[20] https://www.alainet.org/es/articulo/200645
[21] Idem 20

Bolsonaro y la necesidad de desmontar el sistema educacional en Brasil

Bolsonaro y la necesidad de desmontar el sistema educacional en Brasil

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

POR MIRANDA CERDÁ CAMPANO*

Movilización #15M – Foto: Guilherme Ramos – Fuente Mídia Ninja

El desprecio de Jair Bolsonaro por la educación, especialmente la universitaria, no es ninguna novedad. Durante su campaña ya daba señales a través de Twitter de lo que pretendía hacer con el sistema educacional: desmantelarlo para permitir la privatización de todas las Universidades Federales; pues el Estado “derrocha” demasiado dinero en esa cartera.

Paulo Freire, uno de los teóricos brasileños más influyentes del siglo pasado en esta materia, propone pensar la educación como una “herramienta que les permite a las personas libertarse en el pensar y no resignarse en ser dominados y obedecer”. ¿Qué quiere el presidente? No se sabe a ciencia cierta, pero está claro que no quiere una sociedad informada, ni crítica. No es casualidad que desde el ejecutivo se haya lanzado una campaña para despojar a Freire del título de Patrono de la Educación Brasileña que recibió del Estado en 2012 como reconocimiento por todos los años dedicados a trabajar por una educación transformadora.

Cuando Ricardo Vélez Rodríguez asumió en el Ministerio de Educación, se pensaba que su principal propósito a la cabeza de esa cartera estaba destinado a desmontar las políticas educacionales, pero luego de unos cuantos dichos y acciones bizarras, se le solicitó la renuncia. El recorte en educación debía producirse ya, y Bolsonaro presenta a Abraham Weintraub. En sólo 22 días, el actual ministro se cargó a las carreras de sociología y filosofía al afirmar que ninguna de estas áreas le generaría un “retorno inmediato a  los contribuyentes” y que profundizarían la crisis de financiamiento de las Universidades Federales cuando no representan ni al 2% del total de alumnos matriculados en dichas universidades; y anunció el recorte del 30% a todas las universidades públicas con el argumento de que ninguna de ellas se encuentra realizando producciones científicas relevantes para el provecho de la nación. Evidentemente, al ministro no le avisaron por cucaracha que en la actualidad, el 90% de la investigación y producción científica de Brasil es realizada en las Universidades Federales y que muchas de ellas ocupan los primeros lugares en los rankings internacionales de educación superior.

Al igual que Vélez Rodríguez, Weintraub no tiene ninguna experiencia en gestión educativa, lo que viene a confirmar la triste realidad del gabinete brasileño: casi ninguno de los ministros de Bolsonaro proviene del área para la cual fueron designados y son, además, desconocidos en el ámbito de políticas públicas. Es un gobierno de personas que no tiene preparación y que improvisa diariamente de acuerdo a sus preceptos morales. Con esto tiene que ver, seguramente, que la gestión de Bolsonaro no haya podido afianzarse o al menos enmarcarse en una suerte de proyecto claro, y esté más cerca de terminarse que de otra cosa, pese a haber iniciado hace poco más de cuatro meses.

Abraham Weintraub, el economista que Bolsonaro designó para el Ministerio de Educación

El ataque y el abandono de las universidades públicas sólo se puede entender como parte de un proyecto que busca la asfixia administrativa por escasez de recursos para proceder posteriormente a su privatización. Casualmente, la hermana del Ministro de Hacienda, Paulo Guedes, es Vice-Presidenta de la Asociación Nacional de Universidades Privadas.

Ante este panorama un tanto desolador para la comunidad educativa universitaria, se realizaron multudinarias protestas en San Pablo, Rio de Janeiro, Salvador, Brasilia y Belo Horizonte durante los primeros días de mayo, y este último miércoles 15 se organizaron movilizaciones a lo largo y ancho de los 27 distritos del país. “Bolsonaro, que papelón hay plata para las milicias y no para la educación” fueron algunos de los cantos más escuchados en las calles.

Mientras tanto, Bolsonaro viajaba por segunda vez en menos de dos meses a EEUU, desde donde atacó a los estudiantes y profesores con la misma virulencia de hace un mes cuando dijo que las universidades no son lugares para albergar “militantes” y que haría lo posible para que éstos sean expurgados.  Desde Dallas, donde iba a reunirse con el ex presidente George W. Bush aprovechó para señalar a algunos medios que los participantes de este Día Nacional en Defensa de la Educación, “son idiotas útiles usados como masa de maniobra por una minoría”.

Idiota, en todo caso, es el que no quiere ver lo que salta a simple vista, la enorme expresión de descontento con los rumbos de la educación y de un conjunto de materias que solo vienen a sumarse al creciente malestar provocado por las políticas obtusas y caóticas de un gobierno que ha perdido el rumbo, o que más bien nunca ha tenido uno.

Porque no sólo en el ámbito educacional las cosas no marchan bien: la administración completa es un fiasco. Con el país subordinado completamente a los designios de Donald Trump, la inserción de Brasil en el plano externo está marcada por la ausencia de soberanía y un papel prácticamente intrascendente en los foros internacionales. El proyecto para fortalecer el bloque de los BRICS como alternativa a la hegemonía del eje Estados Unidos-Unión Europea ha quedado lejano y su política comercial poco amigable con China, siguiendo las recomendaciones de Washington, compromete la capacidad del país de seguir exportando su producción a uno de sus principales mercados. Desastroso es también el evidente retroceso en materia ambiental, donde no se ha podido contener la desforestación de la selva amazónica; y con escasa inversión en ciencia y tecnología, Brasil se encuentra dependiendo casi exclusivamente de la explotación de sus materias primas sin ningún valor agregado.

Su última medida en el plano educacional ha sido pedirle a la Agencia Brasileña de Inteligencia que investigue la vida de rectores y decanos de las Universidades Federales, lo que supone una clara persecución política y ha generado una ola de rechazo por parte de muchas entidades de derechos humanos y de los diversos estamentos universitarios. Ante este escenario, una nueva manifestación ha sido convocada por la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) para el día 30 de mayo y para el 15 de junio se ha programado una protesta nacional contra la Reforma del Sistema Previsional. La derrota en las calles del gobierno de ultraderecha parece, como nunca, un camino sin vuelta atrás.


*Periodista especializada en Sudamérica, redactora de Revista Trinchera y columnista del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata) y colaboradora de Agencia Timón  
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