Entre la espada de la devaluación y la pared del agro: sin diferencial no hay liquidación

Entre la espada de la devaluación y la pared del agro: sin diferencial no hay liquidación

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El gobierno Nacional se encuentra entre la espada y la pared desde comienzos de su gestión. Este año, el sector del agro apretó el acelerador a sabiendas de que cada vez que quiera aumentar sus ingresos, solo necesita amenazar con no liquidar.

El Dólar Soja, implementado en una de las primeras medidas del ministro de Economía, Sergio Massa, llegó como solución ante la negativa de los sectores productores/exportadores de esta oleaginosa de liquidar su cosecha a la espera de una mejor rentabilidad luego de que los precios de los alimentos se incrementaran a nivel mundial producto del conflicto entre OTAN y Rusia.

Esta decisión cargada de especulación frenó el flujo de ingresos mensuales en dólares que el gobierno estimaba que ingresarían y provocó un desequilibrio en la balanza comercial, que derivó en la falta la moneda extranjera. La falta de ingreso de dólares sumado a una sobre demanda de dólares en el mercado ilegal, elevó el tipo de cambio y provocó una suba de precios y una corrida cambiaria.

Para frenar la corrida y normalizar las expectativas desde el oficialismo se analizó que era necesario cortarla de raíz. Para revertir la situación en ese momento se ofreció un tipo de cambio a 200 pesos por dólar para la liquidación de soja y -momentáneamente- se resolvió el problema.

A partir de esta medida, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) pudo comprar 3.600 millones de dólares y la situación se controló. Sin embargo, a los grandes productores le dio la pauta de que especulando (medidas que perjudican al pueblo en general) podían negociar distintas pretensiones con el Gobierno Nacional. Ante una nueva especulación del sector, el oficialismo volverá a ceder ante el capricho de quienes reciben mayores ingresos reciben en el país e implementará una segunda versión del “Dólar Soja”, ahora en un piso estimado de 230 pesos por dólar.

Si cada vez que un sector que reclame va a obtener un tipo de cambio especial, estamos en el horno; porque mañana van a pedir un nuevo tipo de cambio a 250 pesos, porque si no no te liquidan, y así funciona el dólar ‘te amenazo’“, señaló Revista Trinchera la economista, investigadora y docente universitaria, Clara Razu.

Es una manera de recuperar reservas que se perdieron cuando frenó el Dólar Soja anterior e ingresarían 4 mil millones de dólares al Banco Central“, explicó la economista sobre esta medida, que tiene su trasfondo lógico, a pesar de someterse nuevamente a los intereses de un sector concentrador de riquezas. El Banco Central perdió mil millones de dólares de los 8.500 millones que obtuvo en septiembre y la medida que había sido propuesta como extraordinaria, volverá a aplicarse para recuperar esa pérdidas.

Según Razu, la vuelta de tuerca puede darse en contemplación de otras alterativas: “Me parece que tienen que poner un freno a la salida y esto viene por el Banco Central en cuanto a la compra de dólares baratos para pagar deuda anterior, que sigue existiendo, y no tanto con tipo de cambio diferencial“.

El tema es cerrar la compuerta de salida, en lugar de crear este tipo de cambio. Por otro lado, me parece que si se ponen incentivos hay que exigir algo a cambio, que deberían ser las retenciones, porque si no nunca vamos a frenar el aumento de los precios“, sentenció la economista.

Fin del Dólar Soja: liquidación de retenciones y bono

Fin del Dólar Soja: liquidación de retenciones y bono

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El equipo económico de Sergio Massa resolvió destinar 75 mil millones de lo recaudado para ejercer un bono a los sectores más carenciados.

A las 15 horas del pasado viernes, se dio por finalizada la medida conocida como “Dólar Soja”, que le entregó durante el mes de septiembre un tipo de cambio preferencial a los productores de soja, a razón de 200 pesos por dólar.

La medida permitió liquidar la cosecha acopiada por los productores, a la espera de la mejor oportunidad del mercado, lo cual desregularizó el ingreso de dólares al Estado durante los meses de junio, julio y agosto, y provocó una fuerte corrida cambiaria.

La medida aplicada por el Ministro de Economía, Sergio Massa, si bien no era la esperada por quienes pretenden una distribución de las riquezas en favor de les más carenciados, tuvo un impacto inmediato, y logró destrabar un eslabón clave para que la rueda económica siga en función.

A través de lo recaudado, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), logró comprar la suma de U$S 3.600 millones, lo cual oxigenó las finanzas que se resquebrajaron luego de los tormentosos meses de invierno, y logró enderezar las metas hacia el segundo cumplimiento con los vencimientos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el mismo sentido, la buena nueva para les más necesitades es que, el equipo económico de Sergio Massa, realizó una reunión para hacer un balance sobre la efectividad de la medida, y con los números sobre la mesa, discutir las futuras políticas a anunciar.

Lo concluido por la cartera económica en torno al bono previsto (sobre el que faltan ultimar detalles), es que se destinará un monto de 75 mil millones de pesos para su ejecución, y se estima que el monto por persona podría alcanzar los 40 mil pesos, dividido en dos cuotas mensuales, si es que se prioriza a las personas en situación de indigencia como propuso la senadora Juliana DI Tullio.

Si bien la medida estaba planificada desde el lanzamiento del Dólar Soja, la vicepresidenta, Cristina Fernández De Kirchner, expresó a través de sus redes su preocupación por el dato arrojado por el INDEC, sobre el aumento de la indigencia durante el primer trimestre de 2022 (8,8%), lo cual representa un aumento del 0,6% respecto a los últimos datos de 2021.

En ese sentido, la ex presidenta recalcó la urgencia de una medida para estos sectores. Cabe destacar que en el mismo contexto, el INDEC reveló que la pobreza bajó en comparativa del mismo período (37% a fin de 2021 –  36,6% durante el primer trimestre de 2022), por lo que, no sería descabellado que el total del monto se destine a los sectores de indigencia.

En ese sentido, Fernández de Kirchner pidió una respuesta desde la cartera económica: “El ministerio de Economía ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”.

Restará esperar las definiciones en torno a la ejecución del bono y a qué sectores abarcará.

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