Palestina no espera, pero sí desespera

Palestina no espera, pero sí desespera

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Mucho biri biri, discursos rimbombantes e indignación repentina ¿y ahora? ¿Cuántos cortarán de cuajo los negocios con genocidas? ¿Quiénes estarán dispuestos a enfrentar realmente al sionismo en el campo de batalla?

Seguramente muchas y muchos del otro lado habrán escuchado este discurso del entonces Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, allá por septiembre del año 2006 en la 61º Asamblea General de las Naciones Unidas.

Pasaron más de 19 años y si lo reprodujéramos hoy en el pleno de la ONU, tendría prácticamente la misma vigencia que en aquel entonces. Poco y nada ha cambiado respecto del poder de la ONU para cambiar algo en el escenario global. Aunque lastimosamente no es sólo la ONU, sino todos los organismos multilaterales creados bajo el paraguas de Bretton Wood.

Ya se ha mencionado en otras oportunidades pero vale la pena recordarlo una vez más: estos organismos fueron creados y siguen funcionando como ariete del denominado Occidente Colectivo (fundamentalmente EEUU y Gran Bretaña) para consolidar su sistema de dominación sobre el resto del mundo. ¿Cuántas resoluciones se han emitido llamando a una solución de dos Estados en el conflicto israelí-palestino? ¿Cuánto se ha dicho respecto de la descolonización y la necesidad de resolver políticamente la usurpación británica de nuestras Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur? ¿Cuántas de todas ellas se han cumplido? La respuesta es simple: pocas o ninguna.

Y ello es por esta sencilla razón. Las potencias occidentales no respetan ni siquiera las reglas que ellas mismas propusieron en su momento. Lo único que respetan es la fuerza. Y hay toda una batería de estudios académicos e investigaciones en materia de Relaciones Internacionales y Geopolítica al respecto. No es intención aburrirles en estas líneas, pero están ahí para quienes quieran profundizar en ellas.

Lo que sí cambió y se puede observar cada más seguido, son las condiciones materiales globales: ya no es sólo EEUU la potencia económica, militar, tecnológica o diplomática que condiciona el funcionamiento del mundo. ¿Aún sigue teniendo mucho peso? Sí, pero ya no es la única. La re-aparición de China y de Rusia como competidores productivos, tecnológicos, económicos, y militares, está cambiando la ecuación. Y está más que claro que ello también repercute sobre lo político y diplomático.

No es casualidad que las palabras de Chávez se hayan pronunciado a inicios del nuevo siglo. En esa misma época nacían la Organización de Cooperación de Shanghái, los BRICS, la UNASUR, e incluso la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) de la cual la Venezuela revolucionaria fue promotora junto con la Cuba de Fidel. Un momento histórico marcado por la necesidad de los pueblos del sur global de comenzar a construir mecanismos colectivos para hacer frente a la dominación imperial.

Lógicamente, no todos estos procesos tuvieron la misma suerte, fuerza o dinámica. Está de más señalar que, por peso específico, aquellos bloques en los que se encuentra China tuvieron una mayor fuerza o mayor desarrollo. Y no es por capricho, sino porque es la aplanadora que en menos de tres décadas sacó a más de 800 millones de personas de la pobreza. Sumemos otros 170 millones de la India, 30 millones de la primera presidencia de Lula, otros 30 millones en la Rusia de Putin. Es uno de tantos motivos del por qué el mundo está mirando a oriente, sobre todo a los BRICS.

También es por este devenir histórico que hace algunas semanas nos preguntábamos si China iba a poder cambiar las formas de comprender la Política Internacional o las Relaciones Internacionales. No porque sean santos, no porque la tengan toda resuelta, sino porque son el motor de ese nuevo mundo multipolar o multinodal que está emergiendo.

Como escuchamos en las palabras de Chávez, el pedido del sur global de las instituciones multilaterales como la ONU no es algo reciente, no es nuevo. Lo cual nos lleva a preguntarnos si realmente el clamor vertido en esta 80º Asamblea General de Naciones Unidas cambiará algo respecto de la situación en Gaza. Y quizás la respuesta es que posiblemente no. Al menos no en lo material e inmediato.

Está más que claro que, como sostiene el analista geopolítico mexicano, Alfredo Jalife, Benjamín (Mileicovsky) Netanyahu y el genocidio que está perpetrando, está llevando a convertir al Estado de Israel en un paria a escala planetaria. Lo cual no quita que aún muchos países siguen haciendo cuantiosos negocios, sobre todo en materia tecnológica, militar, de seguridad y de espionaje. En muchos casos el reconocimiento de Palestina como Estado es meramente declamativo. ¿Qué Estado reconocen? ¿Qué fronteras? ¿Qué pasa ahora con el invasor sionista? ¿Qué pasa con los asentamientos ilegales en Cisjordania? ¿Qué harán Europa, las monarquías del Golfo, Türkiye, o incluso Rusia, China, India, y demás países, para frenar la demencia talmúdica?

Tal como mencionaba la semana pasada el analista chileno, Pablo Jofré Leal, habrá que ver si la presión popular a lo largo y ancho del globo (incluido dentro de los países del Occidente Colectivo) pueden torcer la dirección del camino canibalesco por el que transitamos. Los discursos para la tribuna en Naciones Unidas pueden ser muy bonitos e ilusionar a muchas y muchos, pero en la realpolitik, la cosa se mueve por otros carriles.

Desde ya no son menores las palabras de presidentes como el iraní, Masoud Pezeshkian, el brasileño, Lula Da Silva, o el sudafricano, Cyryl Ramaphosa, que vienen denunciando desde hace tiempo el accionar criminal del sionismo en complicidad con EEUU. O el del colombiano, Gustavo Petro, o de la presidenta eslovena, Nataša Pirc Musar, que tomaron medidas concretas para boicotear el genocidio (prohibición de carbón y armas, respectivamente). Incluso lo dicho por el presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, que dijo estar dispuesto a colaborar con más de 20 mil soldados para la conformación de un ejército internacional que intervenga en Palestina. Lo cierto es que si no se pasa del dicho al hecho todo quedará en un lindo discurso con muchas reproducciones pero poca o nula efectividad o importancia real.

¿Qué hizo la ONU por la persecución, judicialización o asesinato de cientos de personas de la comunidad afro, latina o de alguna otra índole en EEUU o algún país europeo? ¿Qué hizo la ONU con la intervención militar de occidente en Irak, Afganistán o Libia? ¿Qué hizo cuando el sionismo bombardeó a casi todos sus vecinos? ¿Qué hizo con las invasiones o promoción de golpes de Estado en toda Nuestra América a manos de EEUU? Nada. ¿Qué hicieron el FMI o el BM para ayudar a los “países en vías de desarrollo”? ¿Cómo los ayudaron? Simplemente le dieron dinero para luego exigir reformas leoninas que condicionaron sus futuros. ¿Qué hizo la Organización Mundial del Comercio por los pueblos más empobrecidos? ¿Qué hicieron estas instituciones contra los bloqueos o las sanciones unilaterales realizadas por EEUU o la UE contra terceros? ¿Qué hicieron ante el derrocamiento de Bahar Al-Assad en Siria además de darle una lavadita de cara a Al Joulani por el que EEUU hasta no hace mucho ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares? La respuesta sigue siendo: nada. O, mejor dicho: hicieron todo lo posible para garantizar el saqueo de nuestros bienes en favor del norte global (léase, el Occidente Colectivo), para que garantizar que sucedan los “cambios de régimen” que les interesaban, y un largo etcétera.

Los organismos creados bajo el paraguas de Bretton Wood, nunca sirvieron para lo que supuestamente fueron creados. Sólo fueron efectivas cuando el que acusaba era el Occidente Colectivo y la parte acusada algún país del sur global. El gran desafío del mundo multipolar/multinodal que emerge será torcer ese rumbo sin que ello nos lleve a una tercera guerra mundial en la que toda la humanidad pierda. Palestina, sin dudas, será una prueba de fuego. Menuda tarea, porque Palestina no espera, pero sí desespera.

Nicolás Sampedro

Prefiero escucha antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

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Mujeres y política en la República Bolivariana de Venezuela

Mujeres y política en la República Bolivariana de Venezuela

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Por María de los Ángeles Licontti Franco*

El Programa “Casas de Alimentación” como experiencia de participación  y transformación política  para la mujer venezolana.

El gobierno del presidente Hugo Chávez enfrentó en 2002 la arremetida de un sabotaje económico que afectó directamente a los sectores más humildes de la población. Lo que comenzó el 11 de abril con un golpe de Estado, continuó en diciembre con un paro petrolero, dirigido por las cúpulas empresariales y sindicales que se extendió por dos meses, convirtiéndose en la huelga patronal más larga de la historia latinoamericana[1].

Hasta entonces, en Venezuela, la alimentación se encontraba controlada mayoritariamente por el sector privado, que se encargaba de la producción, elaboración, almacenamiento y comercialización de los productos. Esa coyuntura fue la punta de lanza para que el comandante Chávez impulsara el diseño y la estructuración de una macropolítica pública agroalimentaria.

En el 2004 se alzan las Casas de Alimentación, que cumplirían el papel de atender las zonas de extrema pobreza y desnutrición infantil, una deuda más que había dejado la IV República. Una política impulsada por el gobierno y ejecutada en el territorio por mujeres que nunca se pensaron asumiendo un compromiso desemejantes circunstancias.

El siguiente relato es la forma que encuentra una hija de contar la experiencia de su madre, y es a su vez, la mejor manera de entender cómo la mujer Venezolana comenzó a salir de su casa y a  ocupar espacios de participación activa en la construcción de un proceso político, algo impensable hasta ese entonces. A María, que veía a su madre como la mujer que debía estar en casa, le tocó  deconstruirse y construirse al igual que lo hizo Mercedes cuando abrió la puerta de su hogar al programa “Casa de Alimentación”.

***

Mercedes dejó de trabajar a los 23 años y se dedicó al hogar, a cuidar de sus  tres hijos y  atender a su esposo. Un día llegó a su casa después de participar en una reunión del Consejo Comunal a la que había sido invitada y le anunció a su familia que el tercer piso de su casa se convertiría en una casa de alimentación:

– ¿Qué te motivó a instalar una casa de alimentación?

– Servir al prójimo, trabajar para el pueblo –  dijo Mercedes, que hasta el momento no había participado en política, pero confiesa que siempre vio a Chávez como un líder y una fuente de inspiración.

El tercer piso de la casa de Mercedes se convirtió en una gran cocina, con utensilios que servían para cocinar en grandes cantidades. También vino personal del Instituto Nacional de Nutrición, con la finalidad de formar a las mujeres que serían parte de la revolución alimentaria en manipulación, combinación y preparación de alimentos que cumplieran con las características de una comida balanceada.  

Las casas de alimentación se crearon con dos objetos: primero atender a la gente en extrema pobreza, es decir, en situación de calle, y después a aquellas familias que tenían tres, cuatro o más muchachos y tenían a una sola persona trabajando en ese hogar. Imagínate, con un palo no se hace una montaña.

Éramos cinco las que comenzamos a trabajar: Emilina, Mary, María, Jannet y yo. Con el tiempo la cosa se volvió muy rápida todas estábamos, como quien dice, entrenadas. Todo era logística, desde que nos suministraban los alimentos hasta que los cocinábamos – Por eso, decidí incorporar a los beneficiarios a las distintas tareas, era necesario que entendieran el valor y trabajo del beneficio que estaban recibiendo; también los llevaba a La Fortaleza, un espacio de formación política-ideológico.

– Me decían “La Sargento” porque era muy mandona (risas). Pero lo que yo quería es que ningún muchacho se fuera sin comer al colegio. Teníamos 200 beneficiarios y beneficiarias, y todos absolutamente todos tenían que cumplir los requisitos para recibir el beneficio del alimento: control médico, control prenatal, muchachos presentados, inscriptos en la escuela. Las mujeres una vez por semana ayudaban en la cocina y los hombres apoyaban cuando llegaban los alimentos y el que no cumplía… ¡suspendido! 

Un día suspendí a una beneficiaria, no quería colaborar. Me dijo que esa comida la mandaba Chávez– Le respondí:

– Pues dile a Chávez que te venga cocinar, pero aquí las normas se cumplen.

Trabajo entre mujeres

– ¿Y cómo era el trabajo con las mujeres? 

– La verdad nosotras nos conocíamos. En el barrio es así, todo el mundo se conoce de hablarse, saludarse o de vista, pero se conoce. Al inicio estaban todas muy calladas, cada quien en lo suyo. Con el tiempo hasta peleamos, pero también se cocinaba entre risa y risa y nos apoyábamos cuando alguna tenía un problema. Cuando cerró la casa de alimentación, Mary comenzó a trabajar en la cocina de un restaurant y me contaba

– ¡Que arrecho! Me defiendo trabajando y siempre digo “eso se lo debo a la chiquitica”. La casa de alimentación funcionó durante cuatro años sin interrupción de 2004 a 2008.


* Comunicadora popular. Columnista en programa "Rap de las Hormigas" de Radio Futura

[1] Durante el paro, algunos productos básicos desaparecieron de los anaqueles, como resultado de la especulación y el acaparamiento, el cierre de comercios de alimentos, supermercados e industrias agroalimentarias.

Atilio Boron: ni fin de ciclo, ni ciclo consolidado

Atilio Boron: ni fin de ciclo, ni ciclo consolidado

TIEMPO DE LECTURA: 10 min.El analista internacional Atilio Boron pasó por Marcha de Gigantes y brindó un profundo análisis del mundo y el continente.

En el programa que se emite todos los sábados por Radio Universidad AM1390, el intelectual consultado por gobiernos y sectores de izquierda nacional y popular, habló sobre el declive del imperialismo norteamericano, la estrategia continental de los Estados Unidos, y la contra-ofensiva de los sectores populares en Nuestra América. El crecimiento de los BRICS, con India y China a la cabeza. El lawfare, las nuevas crisis y la declaración del Día Internacional Contra los Crímenes a la Humanidad de Estados Unidos, que se conmemora por primera vez este 9 de agosto.

Atilio Borón
Atilio Boron es Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Harvard. Actualmente es docente en la UBA e investigador del CONICET.

El próximo 9 de agosto van a declarar ese día como el Día Internacional de los Crímenes Estadounidenses Contra la Humanidad. ¿Cómo surgió esa iniciativa?

Un día charlando con Stella Calloni, Telma Luzzani y Alejo Brignole, lamentándonos de lo mal que estaba el mundo, de cómo Estados Unidos estaba haciendo un desastre. Viendo las imágenes de la destrucción de Siria -que era un país como el nuestro y de repente se vio convertida en un campo de batalla-, donde Estados Unidos plantó grupos terroristas como el Daesh para privar al gobierno de Irán, que en ese momento estaba negociando un acuerdo por la cuestión nuclear. Estamos hablando del año 2011, época de Obama que, como una manera de presionar a Irán, trató de desestabilizar la región y al país más amigo de Irán: Siria.

Entonces inventaron esta historia de los combatientes por la libertad, la lucha por la libertad en Siria, etc. Eso provocó un drama gigantesco que todavía hoy la prensa nos oculta. Imagínense que, si en un país como Argentina, la tercera parte de nosotros tuviera que salir con lo puesto porque nos están bombardeando la casa. No te podes llevar laptop, ni recuerdos, ni fotos de tus hijos, ni ropa ni nada, los cajeros destruidos y si tenes dinero no lo podes sacar. De repente, tenes a la tercera parte de la población así. Un drama gigantesco que, como dice Walter Martínez, todavía está en pleno desarrollo porque la gente que sale de ahí no es recibida en Hungría, donde hay un gobierno fascista que pone alambres de púa y perros para que no entren.

Estas situaciones nos recordaban la necesidad de revivir el Tribunal Russell, instituido por el filósofo y matemático británico en 1967, cuando se intensifican las acciones en la Guerra de Vietnam. Russell reunía en Londres o en otras ciudades a diferentes personalidades para someter a juicio lo que estaba haciendo Estados Unidos en Vietnam, su destrucción, cuando echaron el agente naranja, las bombas de napalm, todo el desastre que hicieron. Entonces se nos ocurrió tratar de organizar algo parecido porque en esto también están pasando cosas muy graves.

En Siria hay un número muy grande de desplazados, pero dentro de Colombia, donde está la guerra fomentada por Estados Unidos -financiada y con cobertura diplomática- hay siete millones de desplazados dentro del país. Sin embargo, eso no gana las primeras páginas de los diarios porque cuando se habla de desplazados se habla de la inmigración venezolana, pero no te dicen ni una palabra de que dentro de Colombia hay siete millones de desplazados oficialmente registrados, en los registros del gobierno.

Ante todo esto pensamos instituir un día en donde empecemos la campaña y se recuerde como día emblemático de los Crímenes de Estados Unidos contra la Humanidad. Nos acordamos del 6 y 9 de agosto de 1945, cuando tiraron las bombas en Japón. Pero como el 6 de agosto, día de Hiroshima, ya tenía una significación en el marco de las Naciones Unidas, elegimos el 9 porque Estados Unidos, ya sabiendo lo que la bomba atómica había hecho, eligió volver a tirarla esta vez en Nagasaki y se llevó la vida de unas ochenta mil personas. Después, con lo ocurrido en las semanas posteriores, la cifra asciende a ciento cincuenta mil muertos. Lo que es, desde lejos, el mayor atentado terrorista en la historia de la humanidad. Por eso lo de las Torres Gemelas es juego de niños. Sumado a todo eso, hubo una ocasión en la que pude hablar con el Presidente Evo Morales, el año pasado, y a él le entusiasmó mucho la idea. Por eso, en Santa Cruz de la Sierra este 9 de agosto, Evo va a proclamar el Día Universal Contra los Crímenes a la Humanidad de Estados Unidos.

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Las bombas de Hiroshima y Nagasaki fueron los mayores atentados de la historia de la Humanidad.

En una conferencia que diste hace poco, analizabas cómo están cambiando los escenarios geopolíticos a nivel global, y una de las cosas que sucedían estos últimos días y pasó medio desapercibido, es la Cumbre de los BRICS en Sudáfrica. Vos hacías una proyección de que, dentro de diez años, va a ser China la economía más importante del mundo junto con India.

Sí, para ser precisos el pronóstico es que la economía china -en términos macro- es la mayor economía del mundo, no sólo por el tamaño -que es prácticamente el mismo que Estados Unidos, según el criterio con que se la mida-, sino porque hoy es la locomotora mundial que durante muchos años fue Estados Unidos, desde fines de la segunda Guerra Mundial. De eso ya no hay discusión. Podría discutirse si es un poco más o menos grande, pero en cuanto a su significación mundial, hoy la economía china es la que mueve el mundo, como antes era la demanda norteamericana, hoy es la china.

Pero lo que yo dije, exactamente, es que cuando uno suma India más China, hay varios estudios. El más importante es uno de la OCDE –que es un tanque de pensamiento neoliberal con base en París-, que hizo una proyección sobre la economía mundial al año 2030 -que en términos históricos no es nada, son doce años más apenas- donde dice que la suma combinada de la economía de China y de la India va a equivaler a casi el 40% del Producto Bruto Mundial. Mientras que Estados Unidos, que en la actualidad tiene aproximadamente el 22%, va a reducirse al 18%, y Japón se viene abajo del 7 al 4%. Entonces, lo que ahí decía es que se mueven las placas tectónicas de la economía mundial, y cuando eso pasa también se mueven las placas tectónicas de la política internacional.

Lo que vos muy bien decías de la reunión del BRICS, habla muy claramente de eso. Esta reunión del BRICS fue la primera en la cual no se habló exclusivamente en términos económicos, que es lo que tradicionalmente había hecho. Si el BRICS tenía un problema, era que tenía un enfoque demasiado economicista. Eso es cosa del pasado. Ahora se plantea un proyecto con claras implicaciones políticas. Por ejemplo, se manifestó en contra de la anulación del tratado de los Estados Unidos e Irán, acusando a los europeos de ser cómplices de una medida totalmente imperdonable porque vuelve a colocar la amenaza de una guerra nuclear en el tapete. Habló, además, de la necesidad de promover una estrategia común de desarrollo de los países de la periferia y el avance en la creación de una especie de Banco del Sur pero de carácter mundial con sede en China, y ser un factor gravitante en la política mundial. En esa reunión, también le dijeron a los europeos que la política que estaban siguiendo en relación a los inmigrantes era una política absolutamente injustificable e imperdonable.

O sea, esos cambios en la economía mundial ya empiezan a tener gravitación en la política mundial, y les diría más: si Venezuela aún no ha sido invadida por Estados Unidos -recuerdan las amenazas desde la administración Trump- es en gran parte porque China se ha convertido en un actor importante en la política doméstica de Venezuela como uno de los grandes inversionistas en la Faja del Orinoco y en la empresa petrolera PDVSA. Eso habla de un escenario internacional muy cambiado y que puede tener limitaciones, porque China no va a mandar marines a defender -supongamos en un escenario catastrófico que el Comando Sur lanza una guerra contra Venezuela- yo veo muy improbable que tanto Rusia como China mandaran tropas. Pero pueden ayudar a Venezuela de otra manera y al mismo tiempo tornar mucho más difícil la decisión de avanzar contra Venezuela por el sólo hecho de que Rusia y China están respaldando a ese gobierno. Estas cosas han cambiado y son cambios para bien.

Son cambios que demuestran que este mundo multipolar, del cual en un momento habló Néstor Kirchner y habló mucho Hugo Chávez, que fue el primero que planteó este tema,  ya que por su formación militar tenía una visión geopolítica muy sofisticada que luego Néstor retomó -por eso fue el primer secretario de la Unasur. Este mundo muy diferente nos ofrece una serie de posibilidades que antes no teníamos.

Considerando lo último que decías respecto al análisis geopolítico que hacían algunos líderes latinoamericanos en el mejor momento del progresismo en América Latina. Viendo, también, la situación actual de una recomposición de la derecha latinoamericana o un giro de derecha en varios gobiernos, podríamos coincidir en que esta avanzada neoliberal, vinculada a la derecha latinoamericana ante la situación económica mundial y del continente. ¿Cómo entendes esta situación?¿Cómo en proyectiva pensar que hay una salida, una nueva puerta que se abre al progresismos en América Latina?

Se habló mucho de eso y periódicamente aparece el discurso del ‘fin de ciclo progresista’. Evidentemente refleja un hecho real y el impulso que había a comienzos de este siglo -pensemos cuando estaba Néstor, Cristina, Lula, Correa, Evo, Zelaya, Lugo– es un cuadro que evidentemente se ha debilitad. Ahora no tenemos nada parecido a eso. Pero lo que también se ha verificado, esto que los canallas de los grandes medios y toda la intelectualidad de derecha -aunque se llame de izquierda en el fondo cumple funciones a favor de la derecha-, no te dicen es que no se ha podido estabilizar el inicio y la consolidación de un ciclo de derecha en América Latina. Ese es el dato duro.

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#LulaLivre

En Brasil no saben qué hacer. Tienen que tenerlo preso a Lula y tenerlo preso sin fundamentos jurídicos reales, porque si lo dejan participar de las elecciones gana. En Perú, recordarán que el Presidente Macri había señalado a Kuczynski como un gran modelo y tuvo que renunciar por ladrón, ahora hay un vacío de poder con enormes manifestaciones. Estos días el pueblo peruano está exigiendo una asamblea nacional constituyente, ‘que se vayan todos’ y la formación de un nuevo gobierno. Si viene un nuevo gobierno va a ser un gobierno de centro izquierda o progre, que no quepa la menor duda.

En Argentina estamos viendo las tribulaciones del gobierno de Macri que no saben qué más inventar para desviar la atención y tratar de que traguemos la píldora de este ajuste salvaje que no va a ser tolerado por la población argentina. Cuando Macri habla de tormenta, yo le diría: ‘Mire, Presidente, usted no sabe lo que es una tormenta. Mire un poquito el horizonte. Mire lo que viene. Aquello sí que es una tormenta. Esto, hasta ahora, ha sido un “chaparroncito”. Se le va a venir una tormenta impresionante sencillamente porque este modelo es absolutamente inviable e incluso, aunque traten de que cierre con represión –como se dice vulgarmente-, aun así esa represión va a ser ineficaz a la hora de disuadir a la gente de salir a la calle y protestar.

Acá se está armando un escenario donde hablar de la continuidad de este giro neoliberal en la política argentina es realmente una afirmación temeraria. El caso de México es de una enorme importancia porque México se sacude 36 años de co-gobierno del Fondo Monetario Internacional, con el PRI y el PAN, pues ellos empezaron toda esta pesadilla en el año 1982 y, pese a esos 36 años, los resultados son una debacle de la sociedad mexicana, una crisis económica profunda, una crisis que es negada porque te muestran los números de la macro, que no son muy importantes. Te hablan del gran éxito del comercio exterior mexicano, y eso no es más ni menos que la General Motors que instalaron en la frontera de México, que le vende a la General Motors que está en Detroit miles de millones de dólar en repuestos de automóvil sin que eso derrame nada para el pueblo mexicano.

Entonces, lo que hay es un momento de disputa, hay una reorganización de las fuerzas en pugna. Hay una apelación al Lawfare, como dice muy bien Raúl Zaffaroni: la aplicación viciosa, tergiversada de la ley para sacar del medio a enemigos políticos. El caso de Lula, la amenaza a Cristina, lo que están haciendo con Lugo, lo de Rafael Correa, todo eso es una estrategia continental. Yo siempre digo, a veces en contra de algunas personas del campo nacional-popular o de la izquierda que miran un poco con ojos solamente nacionales, que estamos enfrentando una ofensiva continental y, cuando tenes una ofensiva continental, tenés que tener un plan continental. San Martín no cruzó Los Andes porque tenía ganas de tomar fresco, ir a Chile, meterse en unos barcos y llegar a Lima. Lo hizo porque con Bolívar, en ese momento, se dieron cuenta que la ofensiva de la Corona Española era una ofensiva continental y no se podía neutralizar con una contra-ofensiva de carácter nacional. Eso es lo que nosotros, con lo del Día Universal Contra los Crímenes de Estados Unidos, queremos ayudar a consolidar y a coagular, una idea de que todo esto debe ser respondido por los pueblos con un cierto grado de coordinación para tener éxito, porque nuestros enemigos están perfectamente coordinados en el plano internacional.

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