Xavi Oca: “El Estado español, por su carácter autoritario y oligárquico será siempre incapaz de dar respuesta a las necesidades de sus ciudadanos”

Xavi Oca: “El Estado español, por su carácter autoritario y oligárquico será siempre incapaz de dar respuesta a las necesidades de sus ciudadanos”

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Revista Trinchera dialogó con el Secretario Nacional de la organización catalana Poble Lliure, Xavier Oca, quien analizó la particular situación que vive el pueblo catalán ante la pandemia del COVID-19 y el accionar del Gobierno del Reino de España.


¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?

La situación vienen condicionada desde hace años por una crisis sistémica del régimen español (en términos de corrupción, involución autoritaria y aumento de las desigualdades sociales) y por el conflicto entre las reivindicaciones democráticas del pueblo catalán y la represión del Estado español: movilizaciones, presos políticos, persecuciones, intoxicación mediática, etc. Económicamente se intuía una nueva crisis, ya que lejos de apostar por un tejido productivo propio, el gobierno español solo defiende los intereses de la oligarquía financiera, especuladores, constructores y gran patronal de turismo. A nivel de salud pública la situación ya era precaria debido a los recortes y privatizaciones de la crisis anterior, que no han sido revertidos.

¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?

La del gobierno del Estado ha sido una respuesta en términos ideológicos de ultranacionalismo español que demuestran la involución fascistoide del Estado: recentralización competencial, llamadas a la unidad nacional, estado de alarma, discurso de guerra, despliegue del ejército, abusos policiales… y, en contraste, ni una sola medida de protección social. Se pasaron la primera semana haciendo promesas (renta mínima, prohibición de despidos, protección a los autónomos, suspensión de alquileres…) y no han cumplido ni una sola de ellas.

El gobierno catalán, con muchas de sus competencias intervenidas, ha tenido escaso margen de maniobra, y a pesar de articular un discurso más favorable a la protección de la salud pública y los derechos sociales, en la práctica tampoco ha hecho una gestión a favor de las clases populares.

¿A qué le atribuís la actitud adoptada por el gobierno?

A su total supeditación a los poderes fácticos del Estado: por una parte una oligarquía y una patronal que aprietan contra las medidas sociales y de protección de la salud pública, y a favor de seguir con la políticas neoliberales; por otro lado el deep state (alto funcionariado, el ejército y, especialmente, la judicatura, plagada de fascistas) que ha forzado un verdadero golpe de estado contra el sistema autonómico, contra las libertades civiles y, especialmente, contra las reivindicaciones del pueblo catalán.

¿Qué efectividad consideras que tienen las medidas adoptadas?

Con el mayor número de muertos por cada millón de habitantes de todo el planeta, puede afirmarse que la gestión ha sido un desastre en lo referente a salud; lo mismo está pasando a nivel social, con centenares de miles de personas que han de recurrir a la beneficencia para alimentarse; y a nivel de libertades, mientras se prohíben movilizaciones obreras o independentistas, se toleran las manifestaciones de la extrema derecha de los barrios altos, promovidas por el mismo tramado mediático del régimen.

¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?

El llamado “gobierno de progreso” ha hecho una gestión tan a la derecha de la crisis, que la oposición no ha tenido más remedio que, o darle apoyo, o situarse en planos extraterrestres con discursos a lo Trump, Bolsonaro, etc.

¿Cómo repercutió este nuevo escenario en la economía nacional?

En Catalunya, dónde todavía existe un cierto tejido productivo de pequeñas y medianas empresas, autónomos, etc., la cosa va camino del desastre, ya que son estos sectores, junto a la gran masa de trabajadores, los que están siendo más perjudicados. Por contra, todo parece indicar que la banca, las grandes constructoras y las multinacionales van a seguir imponiendo su ley y aumentar beneficios a costa de más explotación y menos impuestos y protección social.

Por otra parte, parece que el comercio online y el teletrabajo han llegado para quedarse, y esto requerirá tanto de un apoyo a los productores y al comercio local para adaptarse a esta situación, cómo de unas estrictas regulaciones laborales que impidan la sobreexpotación o la precarización vía teletrabajo.

¿Cómo repercutió la pandemia en el día a día del pueblo?

Como ya comenté, la situación de los trabajadores más precarizados es dramática, con problemas para mantener la vivienda y alimentarse. El cierre de escuelas, las restricciones al movimiento y a las relaciones humanas están suponiendo también un trastorno en una sociedad mediterránea como la nuestra, donde las relaciones sociales, la afectividad, el uso compartido del espacio público, etc. forman parte esencial de nuestra idiosincrasia.

¿Cuál es la percepción en las calles tanto de las medidas como de la situación cotidiana?

Hay una mezcla de conformismo ante lo que se vende como catástrofe natural, de indignación ante la incompetencia de los gobernantes (y la corrupción de políticos y de la casa real española), y de escepticismo respecto el futuro más inmediato. Aún no hay la conciencia social suficiente de que será necesario luchar muy fuerte por los derechos sociales y las libertades en los próximos meses. En Catalunya la situación es algo diferente en este sentido, ya que la red asociativa y el movimiento republicano están organizados desde la base y ya durante esta semanas se han puesto en marcha programas de solidaridad, de protección social y apoyo mutuo, etc.

¿Qué rol están jugando las FFAA en esta particular situación?

En Catalunya, ejercer de lo que son: un ejército de ocupación, lucir armamento ante la población y recordar que están aquí para impedir que ejerzamos el derecho a la autodeterminación.

Más allá de las medidas oficiales ¿Cómo está haciendo el pueblo en general para sobrellevar esta situación?

Como decía, en Catalunya se han organizado talleres para la elaboración y distribución de mascarillas, batas y otros materiales de protección, voluntarios que llevan la comida a las personas vulnerables, etc. Incluso centros de investigación y pequeñas empresas se han puesto a disposición de las necesidades más urgentes. Pero el problema es estructural: la precariedad del sistema sanitario público y de sus trabajadores, la falta de inversión en investigación, el desastre de las residencias privadas para personas mayores, etc…

¿Cuál es la actitud de los empresarios?

Podemos distinguir entre el tejido empresarial enraizado en el pueblo, que en términos generales ha adoptado una actitud entre comprensiva e incluso colaborativa, y los grandes empresarios y oligarcas, que además de mostrar su total desprecio por la vida de los trabajadores, están de nuevo aprovechando la situación para exigir medidas antisociales que garanticen sus beneficios a costa de la salud y las condiciones de vida de la mayoría.

Del mismo modo, ¿Cómo están actuando los medios de comunicación?

Los observatorios internacionales de prensa hace años que denuncian la prensa española como la menos fiable de todos los países de la OCDE. En la práctica, los medio propiedad del Estado y de las dos grandes corporaciones mediáticas actúan o repitiendo los mantras del discurso oficial, o haciéndose eco del discurso de la extrema derecha. Nacionalismo español, falso buenismo social combinado con defensa de políticas neoliberales, sino fobia… Ni una sola crítica por la izquierda a la gestión del gobierno, ni una sola voz que defienda una salida a la crisis basada en derechos sociales, soberanía popular y libertades democráticas.

¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?

El Estado español, por su carácter autoritario y oligárquico será siempre incapaz de dar respuesta a las necesidades de sus ciudadanos y de los pueblos que sufrimos su existencia. Un Estado al servicio de las necesidades populares, y pensando desde Catalunya, debería recortar drásticamente los presupuestos de defensa e interior y establecer una taxa (impuesto) a las grandes fortunas y a las transacciones financieras, para garantizar una renta básica de ciudadanía y nacionalizar y poner al día toda la red sanitaria y asistencial. Suspender el pago de alquileres mientras dure el confinamiento y regularlos para siempre. Suspender también durante este período las cuotas de autónomos. Nacionalizar o poner bajo control público agua y energía para garantizar la calidad y universalidad de los servicios. Restituir los derechos civiles perseguidos desde la Ley Mordaza…

Todo esto, en el caso del Estado español, implica necesariamente un proceso de ruptura democrática respecto a los poderes que hoy, cómo desde el franquismo, lo controlan; y en el caso concreto de Catalunya, por el fin de la represión y la ocupación y la finalización del proceso de autodeterminación.

“Nos lleváis 200 años de ventaja en la liberación del dominio español”

“Nos lleváis 200 años de ventaja en la liberación del dominio español”

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Dialogamos con el militante del Movimiento Independentista, Socialista y Feminista Vasco, Julen, con quien analizamos la situación que vive actualmente el Euskal Herria, de Cataluña, de España y de los presos y presas políticas.


¿Cómo analizás la situación actual de España?

Desde el punto de vista de un Independentista Vasco, el Estado español está cruzado por diferentes crisis, una de ellas la política que es que son incapaces de formar gobierno. No es algo nuevo, en 2017 cuando el Partido Popular (liderado por Mariano Rajoy) ganó las elecciones generales españolas, no fueron capaces de generar gobierno. Seis meses después tuvieron que organizar unas nuevas elecciones generales, en las que tampoco pudieron conformar mayoría suficiente para la conformación del gobierno, y fue gracias a que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que les dio vía libre para que finalmente se conformara ese gobierno.

Resulta que ahora el PSOE llamó a las elecciones, ganaron las elecciones generales españolas y no pueden conformar gobierno. Han intentado realizar una coalición con Podemos, que es un partido creado recientemente (2014) y no lo han conseguido por diferentes razones. Una de ellas es que Podemos se alimenta del mismo espacio sociológico tradicional del PSOE, entonces éstos los tienen como adversario o, como algunos dirigentes han afirmado públicamente, como enemigos. Por otra parte están los poderes fácticos a nivel español, que son los que sin presentarse nunca a elecciones realmente gobiernan, que no quieren de ninguna manera que Podemos llegue al gobierno. No quieren que podemos tenga acceso a muchas informaciones de cómo funciona el Estado español.

Esa vía fue rota por el PSOE y ahora está intentando mirar hacia su derecha a ver cómo pueden hacer algo para conformar gobierno. Sinceramente creo que deberán organizar nuevas elecciones generales.

¿Cómo influye la situación europea en lo que relatas?

Creo que también a nivel europeo estamos viviendo tiempos de cambios, de mutaciones, de transformaciones, de transiciones y hay que entender también estas diferentes crisis que están atravesando el Estado español en ese contexto. Esa crisis también refleja cómo está mutando todo.

El carril ideológico central de la Unión Europea es un neoliberalismo progresista. Un sistema que aplique las doctrinas neoliberales pero que también acepte algunas cuestiones de género, algunas cuestiones de derechos. Ese desplazamiento ideológico lo que ha creado es que sea muy difícil referenciar las políticas económicas y diferenciar los partidos, sean de derechas, conservadores o socialdemócratas.

El abandono de la izquierda europea de grande terrenos y de parecerse tanto a las derechas que resulta un caldo de cultivo para el fascismo, para la nueva ola fascista que se está levantando y que estamos sufriendo en Europa.


En 2011 ETA decide unilateralmente poner fin al proceso de lucha armada ¿Cómo evaluás del Proceso de Paz entre la organización y el Estado español? ¿Qué sucedió desde 2011 hasta la actualidad?

Creo que ese proceso está determinado por muchísimos factores. Uno es que ETA se ha enfrentado durante 41 años a la violencia directa estructural y cultural del Estado español, mediante la violencia, y es evidente que no te puedes enfrentar tanto tiempo a alguien que es muchísimo más fuerte que tu. Una de las lecturas que hacía ETA era que la lucha armada ya no era eficaz como instrumento político, y que el mismo instrumento se estaba agotando y estaba desapareciendo.

Los factores son muchos, también está determinado por los cambios de paradigma. En Europa sigue habiendo algo de lucha armada en el norte de Irlanda, pero la gran lucha que llevó a cabo el IRA Provisional quedó zanjada con los acuerdos del Viernes Santo del 98. El paradigma de lucha armada con el que se creó ETA, desapareció hace mucho tiempo.

ETA se constituyó en el 58, empezó la lucha armada en el 68 y había una ola mundial. La lucha armada en los procesos de descolonización, en los procesos de liberación como Cuba, Argelia, Vietnam. No estamos en “esa onda” como decís vosotros. El cambio latinoamericano también es muy importante, donde hay un cambio de paradigma de guerrillas a otro tipo de luchas políticas para tomar el poder, para tomar el Estado.

El cambio de estrategia es tan radical que por supuesto hay vascos que no lo aceptan, pero por ejemplo, este Proceso de Paz, no ha dado como resultado tan comprensible y no hay Acuerdos de Paz con el Estado español. No hay acuerdos entre la mayoría de los partidos políticos y actores sociales y sindicales del País Vasco, los presos políticos vascos siguen encarcelados, incluso el Estado español no es capaz de terminar con la política de dispersión de los presos políticos vascos (alejarlos lo más posible del País Vasco), hay muy pocos de ellos encarcelados en el País Vasco. No es capaz de desmilitarizar nuestro país, entonces el Proceso de Paz tiene muchísimos problemas.

Esa es una cara de la moneda. La otra está que el Movimiento Independentista Vasco ha doblado su apoyo popular, somos la primera fuerza en número de concejales en el País Vasco, somos la segunda fuerza en el País Vasco y en ese sentido se han hecho grandes avances. Incluso estos años estamos viviendo las mayores movilizaciones que se han conocido nunca en nuestra tierra: movilizaciones feministas, de los pensionistas (jubilados), por los derechos de los presos políticos vascos, por el derecho a decidir.

En este nuevo escenario político que se ha abierto tras la decisión unilateral de ETA de dejar definitivamente la lucha armada, de desarmarse ante el pueblo vasco y de autodisolverse el año pasado. Aunque toda esa generosidad no haya dado ningún resultado porque enfrente tenemos a unos españoles de los cuales ustedes los argentinos tuvieron que liberarse a cañonazos. Nos lleváis 200 años de ventaja en la liberación del dominio español. España ha salido de todos los sitios que ha salido, a cañonazos. Tiene un problema muy, muy, muy grande a nivel de cultura política y de cultura democrática, porque es una continuación (por otras vías) de toda la dictadura.

¿Cuál es la clave de ese cambio?

Lo que marca un antes y un después es el 20 de octubre de 2011 cuando ETA anuncia el cese definitivo de la lucha armada. Eso es lo que cambia todo. El desarme ha sido un paso más que se ha dado, pero la mayoría del pueblo vasco ya desde ese momento.

Este Estado español ha sido incapaz de sentarse, ha sido incapaz de dialogar, ha sido incapaz de firmar Acuerdos de Paz, ha sido incapaz de liberar a los presos políticos vascos, ha sido incapaz de sacar a las fuerzas de ocupación. No es una lectura que pretenda volver a 20 años atrás. Es algo que queremos remarcarlo porque ha sucedido.

Personalmente creo que a raíz de este nuevo escenario político -inédito- que se ha abierto en el País Vasco, creo que debemos intentarlo. Tenemos que intentar sumar mayorías y crear mayorías para liberarnos de la dominación del capital y de la dominación española en el sur y francesa en el norte. Apuesto firmemente por esta vía por cambios de paradigma que se han dado, internacionalmente y dentro de nuestro país. Confío que podamos dar buenas noticias a los revolucionarios de todo el mundo. No una lección de cómo hay que hacer las cosas, sino que podemos ser capaces de construir un País Vasco más justo, libre y mucho más igualitario.

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