Argentina: Bicontinental, bioceánica y del Atlántico Sur

Argentina: Bicontinental, bioceánica y del Atlántico Sur

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Existen varias visiones y recuperaciones historiográficas sobre que es Argentina, que era antes, que comprendía y que comprende, y, en función de ella, que nos corresponde aspirar a reclamar. El último mapa diagramado por un gobierno, que fue el bicontinental en 2010, grafica a la perfección la idea mas extensa de Argentina como tal.

A la hora de pensar la extensión de la Argentina sobre el Atlántico Sur, es importante retomar algunas líneas brevemente mencionadas en el texto introductorio  de este relanzamiento llamado “Pensar la Patria” sobre los “ diversos imaginarios sobre el territorio”. Allí, en una rápida mención -a fín de no atascarse en ningún concepto particular- aseveramos que la defensa criolla en las invasiones inglesas dieron nacimiento al sentimiento de patria, la cual luego se materializaría en la proclama de independencia, con una clara concepción sobre qué territorios se incluían.

Existen varias visiones y recuperaciones historiográficas sobre que es Argentina, que era antes, que comprendía y que comprende, y, en función de ella, que nos corresponde aspirar a reclamar. Historiadores, intelectuales, entre otros, discuten en el cotidiano sobre esto, aunque muchos, lamentablemente, con ciertos sesgos formativos en favor de las narrativas pro británicas.

Así fue el caso del podcast realizado entre Revista Anfibia y la ONG de ese país, Wild Conservation Society (WCS), que propone una zona protegida en el sector argentino del mar, pero jamás menciona la explotación ilegal pesquera y minera de Gran Bretaña en la misma zona. El podcast se puede encontrar en Spotify bajo el nombre  “La Argentina y el mar”.

En ese sentido, la totalización del discurso de Argentina como un pacto en 1860 tras la victoria del unitarismo, el cual luego decide “anexar” la patagonia, puede representar no solo un tiro en el pié a nuestra soberanía, sino además la subordinación bajo un concepto determinado. Porque, si de conceptos hablamos, la idea principal de los libertadores de América como José de San Martín, Simón Bolívar, Manuel Belgrano, entre otros, fue la de la “patria grande” la cual comprendía la totalidad de América del Sur (sin el reino del Brasil). 

Frustrado ello, la independencia se firmó entre las provincias unidas del sur, agregando Malvinas y demases islas del Atlántico Sur, con proyección a incluir la patagonia, y finalmente, la porción más próxima de la Antártida. Luego, diez días después, el diputado Pedro Medrano agregaría al acta de independencia la proclama “y de toda dominación extranjera”.

Esta es, por lo pronto, una primera postura legible. De esta manera se conforma la “bicontinentalidad” (América del Sur con proyección a Antártida) y la “bioceanidad” al llegar al Atlántico Sur y conectarse con los océanos atlántico y pacífico. Además, estas dos cualidades aseguran la presencia en una de las tres rutas comerciales marítimas de la región. 

Posterior a estas resoluciones, por ejemplo, la proyección a Antártida se logró mediante la presencia en aquel continente (Base Orcadas en 1904) y se aseguró mediante la creación de Tierra del Fuego (1972), la provincia que es epicentro de todo el territorio, y desde donde se pueden proyectar los viajes con mejor logística. 

Lo que resta discutir es si esto fue posible mediante la “anexión” sanguinaria realizada sobre la patagonia por Julio Argentino Roca, o si en realidad ya existían dirigentes que comprendían a quienes vivían allí como parte del mismo territorio y los reconocían como parte de un mismo pueblo plurinacional.

De la misma forma se puede relativizar la presencia en Malvinas, que vendría a ser el título que adquirió la causa general de Atlántico Sur, pese a que Gran Bretaña posee otras partes de este territorio, con un valor estratégico igual, mayor o menor dependiendo la zona. Entre esto se encuentra parte de la plataforma marítima, las Islas Georgias y Sandwich del Sur, y el reclamo activo sobre la Antártida, que por supuesto pisa la parte reclamada por Argentina. ¿Qué casualidad? ¿No?

Entre todo lo nombrado, Gran Bretaña ocupa un 25% del territorio reclamado históricamente por esta visión de la Argentina. Si bien ese dato no abunda en la opinión pública del país, por lo menos sí existe en ésta un consenso casi total por la pertenencia de Malvinas. Pero como dijimos, todo se puede relativizar según la visión que se quiera imponer. 

Tomemos de ejemplo entonces la causa Malvinas: fue incluida por Cornelio Saavedra en la declaración de independencia y controlada por gestiones sucesoras. El 10 de junio de 1829, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Martín Rodriguez, designó por decreto a Luis Vernet como comandante Militar y Civil de las Islas Malvinas, quien se mudó allí e incluso dio vida a la primera ciudadana oficial de las Islas, Matilde Malvina Vernet. Podemos entonces asegurar incluso desde una visión de población “natural” que la Argentina tiene todos los argumentos para considerar que Malvinas le pertenecen. 

No obstante, en 1833, una supuesta expedición de investigación de un barco inglés finalizó con la toma de las Islas, la implantación de una nueva población artificial que hasta día de hoy se hace pasar como natural; los “Kelpers”, y un posterior conflicto bélico que sentó las bases para que se reconfiguren las construcciones historiográficas.

Tal es así que, el afán intelectual sin interés nacional de estos historiadores hace primar el reconocimiento de una historia de Argentina que inició en 1860 (desde cuestiones tan simbólicas como nombres o el triunfo de una idea de nación), lo cual, legitima el discurso del invasor, Gran Bretaña, que “tomó unas islas que no pertenecían a ninguna nación por mera expedición”.

Todo se puede relativizar desde construcciones meramente políticas. El problema surge cuando se impone la visión que beneficia al poder extranjero y no al nacional.

Esto lo vimos en el ejemplo Anfibia, en donde, por si fuese poco, la frutilla del postre fue ver a Valeria Falabella, intelectual Argentina, justificar lo que asevera este podcast del cual participó, asegurando que Argentina “no necesita estos recursos”.

No obstante, a lo largo de  nuestra historia también tenemos ejemplos contrarios a este hecho nombrado, como la lucha de Antonio Rivero, mejor conocido como el gaucho, quien casualmente es recordado a duras penas por la historiografía. Uno de los que lo recupera es el portal El Historiador, a cargo de Felipe Pigna, profesional de esa rama.

Adentrándonos en esa cuestión, este 26 de agosto del año corriente se cumplen 192 años del levantamiento que Rivero realizó en las Islas en 1833, junto a un grupo de patriotas, para recuperar el territorio que Gran Bretaña tomó el 3 de enero de ese mismo año. Entre este lapso, los trabajos con los que se mantenían en el día a día los comandaron los usurpadores, llevando a los criollos a la explotación.

Mientras varios de estos huyeron, Rivero resistió junto a otro grupo con el objetivo de realizar un levantamiento. Así es como junto a los gauchos Juan Brasido y José María Luna, y los indios charrúas Luciano Flores, Manuel Godoy, Felipe Salazar, Manuel González y Pascual Latorre, asesinaron a los ocupantes, efectuando la maniobra con éxito. 

No obstante, la segunda parte del plan, que era recibir refuerzos desde Buenos Aires, nunca se ejecutó, por lo que, ante el regreso de tropas británicas casi un año después de la primera invasión, los patriotas fueron apresados y llevados a Londres.

Lo que continuó luego de este hecho suma argumentos en favor de la postura que mantuvo durante estos años Argentina: en dicho juzgado británico los patriotas fueron absueltos y devueltos al sur de América, ya que las islas no se encontraban “bajo la jurisdicción del Reino Unido”. Como se explicó hasta ahora entonces, era un momento clave en la puja que los británicos ganaron mediante la fuerza, ya que los argumentos geográficos, históricos, e incluso de ocupación natural no los favorecían ni los favorecen. Por eso mismo reiteraremos y explayaremos: Argentina, además de pertenecerle Malvinas, es bicontinental, bioceánica y del Atlántico Sur. 

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Javier Milei y la Antártida: Implicaciones geopolíticas y ambientales

Javier Milei y la Antártida: Implicaciones geopolíticas y ambientales

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

En los últimos meses el presidente argentino Javier Milei ha captado atención internacional por su ascendente carrera política y sus propuestas radicales. Uno de los aspectos más significativos, aunque menos discutidos, de su discurso ha sido su interés por la Antártida, un territorio clave en la geopolítica contemporánea debido a sus recursos naturales y su valor estratégico. Este interés se ve amplificado por su cercanía con figuras como Donald Trump y la influencia de la política exterior estadounidense en América Latina.

La Antártida: Un Territorio Estratégico

La Antártida, bajo el Tratado Antártico de 1959, ha sido históricamente un espacio de cooperación internacional, con prohibiciones sobre actividades militares y reclamos territoriales. Sin embargo, la creciente competencia por sus recursos naturales, como minerales, hidrocarburos y agua dulce, ha generado tensiones internacionales. En este contexto, las propuestas de Milei, que incluyen aumentar la presencia argentina en la región, han llamado la atención. Si bien su postura libertaria y su admiración por Trump han sido la base de sus propuestas, algunos críticos consideran que su enfoque podría estar más alineado con los intereses de Estados Unidos que con los de Argentina.

Recursos Naturales y Soberanía Argentina

Milei ha propuesto una mayor explotación de los recursos naturales de la Antártida, lo que entra en conflicto con las regulaciones internacionales del Tratado Antártico y el Protocolo de Madrid, que prohíben la explotación minera y promueven la protección ambiental. Su enfoque podría llevar a una revisión de los acuerdos internacionales y generar tensiones tanto con actores globales como con sectores ambientalistas y expertos en derecho internacional.

Además de los recursos, la ubicación geográfica de la Antártida es crucial para el control de rutas marítimas y la vigilancia global. Milei ha sugerido que Argentina debería fortalecer su presencia militar en la región, especialmente ante la creciente actividad de potencias como China y Rusia, que han aumentado sus inversiones en infraestructura antártica.

Riesgos de Conflictos Territoriales con Chile

Una de las principales preocupaciones es la posible reactivación de disputas territoriales con Chile, que también reclama parte de la Antártida. A pesar de que el Tratado Antártico ha mantenido en segundo plano estas disputas, un enfoque más agresivo por parte de Milei podría reavivar conflictos históricos entre ambos países, con implicaciones no solo en la Antártida, sino en otras áreas, como el Canal de Beagle.

La relación entre Argentina y Chile en la Antártida ha sido delicada, y cualquier cambio en la postura argentina podría tensar aún más las relaciones bilaterales. En este contexto, las tensiones podrían escalar si ambos países deciden reforzar su presencia en la región, lo que podría resultar en un enfrentamiento directo por el control de las zonas reclamadas.

La Influencia de Estados Unidos y las Implicaciones para América Latina

La cercanía de Milei con Donald Trump también tiene implicaciones para la política exterior de Argentina. Ambos comparten una visión nacionalista y proteccionista que podría hacer que Argentina priorice los intereses de Estados Unidos sobre sus propios intereses estratégicos. Este alineamiento con Washington podría generar una mayor presión sobre los países de la región, especialmente si el Departamento de Estado de EE. UU. intensifica su influencia en América Latina.

El enfoque de Milei podría ser percibido como una forma de subordinar los intereses nacionales de Argentina a los de Estados Unidos, lo que, según algunos analistas, podría perjudicar la soberanía argentina en regiones estratégicas como la Antártida. Las decisiones políticas y diplomáticas de Milei, en este sentido, podrían resultar en consecuencias negativas tanto para el país como para la región.

Impacto Ambiental de la Propuesta de Milei

Otro aspecto preocupante es el impacto ambiental de una mayor presencia humana y militar en la Antártida. El continente es uno de los últimos ecosistemas prístinos del planeta, y cualquier actividad no regulada podría tener efectos devastadores sobre su delicado equilibrio ecológico. Las propuestas de Milei podrían poner en riesgo la biodiversidad antártica y el papel fundamental que este continente juega en la regulación del clima global, lo que ha sido advertido por diversas organizaciones ambientalistas.

Conclusión: Una Política Ambigua y Riesgosa

El interés de Javier Milei en la Antártida refleja una mezcla de ambiciones económicas, estratégicas y políticas que podrían tener repercusiones importantes tanto para Argentina como para el panorama internacional. Su cercanía con Trump y su propuesta de aumentar la presencia argentina en la región no solo plantean riesgos en términos de soberanía y relaciones internacionales, sino que también generan preocupaciones sobre el medio ambiente y la estabilidad geopolítica.

La posible revisión de los acuerdos internacionales, como el Tratado Antártico, podría abrir la puerta a un escenario de confrontación en la región, especialmente con Chile, y también a un mayor involucramiento de potencias extranjeras como Estados Unidos. A medida que Milei avanza en su carrera política, es crucial que sus decisiones se tomen con una visión equilibrada, que contemple tanto los intereses nacionales como las responsabilidades globales, para evitar que la Antártida se convierta en un nuevo campo de disputa que pueda poner en peligro la paz y estabilidad en la región.

Al final, parece que Milei intenta disfrazar su sumisión geopolítica a EEUU con causas vacías e inútiles, sin ningún tipo de efecto estratégico real. En lugar de luchar por la soberanía argentina en las Malvinas, integrarse con los países vecinos y proponer una plataforma soberana para el desarrollo regional, Milei prefiere crear fricciones con las naciones sudamericanas y jugar a ser un “Trump del Sur” – lo que sólo empeora, en lugar de rehabilitar, su imagen política ya decadente.

Dragan Bukovički

Escritor, poeta y traductor serbio. Editor de la publicación “Dos del sur”

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Comenzó la pre campaña en Base Marambio

Comenzó la pre campaña en Base Marambio

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Desde agosto a septiembre, científicos, investigadores, personal militar y otros gestores, comienzan a preparar la temporada de investigación antártica. La adecuada ejecución de la actividad en el medio ambiente es de importante significativa para la soberanía del país en ese territorio.

El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, en conjunto con la Directora Nacional del Antártico (DNA), Patricia Ortúzar; el consejero, Patricio Violini; la delegación de científicos del Instituto Antártico Argentino (IAA) de Cancillería; y personal militar de logística, realizaron un viaje hacia la Base Marambio, para dar inicio a la pre-campaña científica que se realiza habitualmente entre los meses de agosto y noviembre.

La base Marambio es una de las 6 bases permanentes mediante las cuales Argentina ejerce soberanía en el continente blanco. En esta ocasión, los profesionales de la ciencia, junto con los gestores encargados, comenzaron los preparativos de la Campaña Antártica de Verano, que consiste en actividades científicas, y técnicas, que se despliegan tanto en Marambio como en las bases Esperanza y Carlini.

En diálogo con Revista Trinchera, desde la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur (dependiente de la Cancillería Argentina) indicaron que “la pre campaña se inicia dos meses antes que la Campaña Antártica de verano para allanar el terreno y preparar las cuestiones logísticas y técnicas que requiere el inicio de la campaña en noviembre, y también porque comienzan asimismo algunos proyectos de investigación previstos, que inician antes que la campaña de verano”.

En la misma línea, destacaron que “viajan a la Antártida algunos grupos de científicos que comienzan con esos preparativos, y otros que ya inician sus proyectos de investigación previstos. Estas actividades científicas y técnicas se realizan en las Bases Marambio, Esperanza y Carlini”.

Las expediciones se realizan durante los meses que comprenden de noviembre a mayo, debido a la polarización de las olas de luz, ya que -valga la redundancia- en los polos, el invierno comprende días que casi no muestran la luz del sol, mientras que el verano sucede lo contrario.

En este sentido, existen dos días al año donde se da el fenómeno llamado “solsticio”, en el cual en uno no se ve la luz del sol en 24 horas (invierno), mientras que en el otro la luz solar está presente durante todo el día (verano).

Debido a esta particularidad, los meses óptimos para habitar el continente antártico van desde noviembre hasta mayo, ya que es cuando más ilumina el sol, por ende, protege a los habitantes y visitantes ante las bajas temperaturas del invierno, que suelen tener un promedio de -55°.

En este viaje pre-campana y al faltar algunos meses para el inicio de la campaña formal, el secretario Carmona, recorrió partes de la infraestructura de la base Marambio, así como el depósito Omega y el laboratorio Lambi.

Algunos de los estudios que allí se realizan -y que aportan a la ciencia y tecnología del país- son sobre fisiología antártica, micropaleontología, geomorfología y geología glaciar, paleogeografía, cambio climático, masa y dinámica de glaciares en la Península Antártica, toma de muestras científicas, monitoreo de datos medioambientales. Desde las ciencias sociales también se realizan aportes como los estudios sobre el patrimonio histórico en Cerro Nevado.

Muchos de estos proyectos se llevan a cabo en cooperación con diversos países que también poseen potestad sobre el territorio antártico tales como Alemania, Brasil, Colombia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Suecia y Suiza.

La Antártida es el único continente no habitado en la tierra, y por ello preserva un ecosistema puro, con muy bajos niveles de contaminación y con grandes riquezas, por lo que es de gran importancia para la soberanía del país, ejercer una correcta actividad en los territorios controlados por el país.

Desde la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur sostuvieron: “Existen recursos naturales vivos y no vivos que es necesario proteger y que -a su vez- son ricos a la hora de llevar adelante investigaciones científicas. Los ecosistemas antárticos tienen condiciones climáticas y geográficas singulares y presentan muy bajos niveles de contaminación o impacto causado por la actividad humana. Por eso, la Antártida tiene un gran valor como laboratorio natural para la investigación científica en problemas de relevancia global como el cambio climático, la contaminación o la preservación de los recursos naturales. Por eso se pone mayor esfuerzo en preservar sus ecosistemas. De hecho, con ese fin se adoptó el Protocolo del Tratado Antártico sobre la Protección del Medio Ambiente en 1991, que entró en vigor en 1998”.

Argentina es un Estado parte del Tratado Antártico y reclama soberanía en parte de su territorio. Por eso, contar con presencia es dar muestra de soberanía en lo que es parte de nuestro territorio, y la mejor manera de fortalecer y enriquecer nuestra presencia allí es investigando y protegiendo el medio ambiente”, enfatizaron desde secretaría.

Gracias a los satélites ARSAT las bases antárticas argentinas ya están comunicadas 

Gracias a los satélites ARSAT las bases antárticas argentinas ya están comunicadas 

TIEMPO DE LECTURA: 3 min.

Luego de la instalación de nuevas antenas nacionales en Orcadas, todas las bases que operan en territorio argentino en el antártico accederán a servicios de telecomunicaciones a través de los satélites ARSAT-1 y ARSAT-2, y de redes telefónicas nacionales.

Todas las bases argentinas en territorio antártico accederán a servicios de telecomunicaciones a través de los satélites ARSAT-1, ARSAT-2 y de redes telefónicas nacionales luego de que se instalaran las nuevas antenas nacionales en la base de Orcadas.

Este logro nacional es festejado dado que anteriormente -por su ubicación a 1.500 kilómetros de Ushuaia-, la base Orcadas dependía de servicios de empresas internacionales. Dos especialistas en telecomunicaciones de las Fuerzas Armadas, fueron enviados la base Orcadas para montar y poner en funcionamiento equipos que estaban en desuso y antenas que permitirán al emplazamiento disponer de servicios de Internet y de telefonía 2G  a través de ARSAT.

Cabe destacar que la base Orcadas fue establecida en 1904 en la Isla Laurie, siendo la población humana más antigua permanente de la Antártida. El kilómetro y medio al sudeste que la separa de la ciudad fueguina siempre complicó su enlace con las empresas de telefonía que operan en Argentina, o con los satélites de ARSAT cuya cobertura alcanza a otros establecimientos en el área de la Península Antártica. Esta problemática obligaba a la base a utilizar servicios de telecomunicaciones extranjeros.

La puesta en servicio de estas antenas no solo es un salto en calidad para las telecomunicaciones de la base porque nos ponen en las mismas condiciones que si estuviésemos en el continente, sino que además nos independiza de otras prestadoras y asegura que todas nuestras bases antárticas se comuniquen a través de redes nacionales” declaró el jefe de la dotación de base Orcadas y Capitán de Corbeta, Juan Manuel Garita.

Asimismo subrayó que “las comunicaciones de Orcadas siempre fueron un desafío por su ubicación y hasta ahora eso se venía resolviendo con una empresa satelital que nos daba Internet y Telefonía IP, pero eso suele funcionar con mucha dificultad cuando está nublado o hay mal clima lo que es un problema en esta zona donde en los tres meses de verano sólo tuvimos dos semanas de cielo despejado“.

Garita señaló que “el proyecto original era tener 4G pero la empresa no estaba segura del alcance y prefirió que las pruebas se hagan con 2G, ahora que sabemos que funciona estamos tramitando aumentar la capacidad de datos“. Además, resaltó que “otra parte importante de este proyecto es la instalación de una segunda antena de internet con la que logramos el enlace con el ARSAT-2 y el telepuerto de Campo de Mayo en la provincia de Buenos Aires“. Finalmente, precisó que “por ahora tiene una conexión de 1 mega de bajada y 128 Kb de subida pero también estamos gestionando ampliar su capacidad“.

La semana pasada el rompehielos ‘Almirante Irízar’ terminó de descargar todos los víveres, repuestos y combustibles que se dispondrá a lo largo del año porque, a pesar de no estar tan al sur como otras bases, la base termina siendo inaccesible en invierno ya que el mar se congela y los únicos vehículos que podrían aterrizar en el lugar serían aviones con esquíes como los Twin Otter, si el glaciar cercano está en condiciones, lo cual vuelve clave tener telecomunicaciones en el lugar.

La dotación de la base, encargada de realizar investigaciones sobre glaciología continental y marina, sismología y observaciones meteorológicas entre otras tareas científicas, está compuesta por dos guardaparques y una bióloga del Instituto Antártico Argentino que realizan monitoreo biológico, toma de muestras, y relevamientos de geodesia y sismología; tres integrantes de la Fuerza Aérea afectados al Servicio Meteorológico Nacional, encargados de la observación meteorológica y geomagnetismo; y 14 efectivos del Ejército y la Armada, afectados al Comando Conjunto Antártico (CoCoAntar), que se encargan de las necesidades logísticas para mantener las tareas científicas.

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