Feminismo insurgente antirracista

Feminismo insurgente antirracista

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Dialogamos con la activista afro argentina de la provincia de San Luis, Jennifer Parker, con quien analizamos las situaciones que vive la comunidad afro en nuestro país y la experiencia antirracista en argentina.


Siendo activista afro argentina y teniendo en cuenta la coyuntura ¿De qué se trata tu lucha?

Mi lucha va mucho contra el racismo. El racismo naturalizado que tiene Argentina. Me di cuenta que no puedo vivir en un lugar donde todo el día se atenta contra mi existencia y tenía que hacer algo. Qué mejor cosa que siendo negra y argentina, dije “che ¡para!” esto lo tienen naturalizado y lo vamos a cambiar. 

En relación a lo que señalas de ser una mujer negra argentina ¿Qué es lo que se vive en el cuerpo a nivel político? ¿En qué cotidianidades lo vivís? 

Como mujeres sufrimos la sexualización de les cuerpos. Como mujeres negras pasamos a ser el fetiche, como también pasa con las mujeres gordas o con las mujeres trans. También pasa que ellas sufren la fechitización.

Como mujer negra  y argentina, lo que sufro mucho y lo que no me gusta para nada es que asuman mi nacionalidad por mi color de piel, la extranjerización constante de la gente que todo el día me pregunta de dónde soy. Me pasa que hablo con un montón de gente acá en Bs. As, porque es donde vivo, y no le ando preguntando a nadie “che de ¿dónde sos?

¿Cómo es tu respuesta frente a estas situaciones? ¿Tratas de dar la discusión? ¿Cuáles son las herramientas que pudiste construir? 

No, creo que decir soy de Argentina, soy de San Luis y la gente se queda un poco shockeada al escucharlo y me dicen “¿Cómo? ¡Para! ¿De San Luis, Argentina?”. Si estuviéramos en Bahía y te dijera que soy de San Luis, asumís que estamos en  Bahía, pero supones que es Bahía de Brasil, San Luis de Brasil, por un ejemplo. 

Pero no, estamos en Argentina, si estuviese en otro lado te diría “soy de otro lado”. Siempre me dicen  “Ay pero no pareces argentina, tenés cara de brasilera”. Mi respuesta es: “¿vos pensás que los negros son solamente brasileros? ¿Por eso asumís que por ser negra no soy de acá?”, y se quedan enojados.

En relación a esta forma de militancia y en la coyuntura que vive el movimiento de mujeres específicamente con los feminismos ¿En qué tipo de feminismos te sentís reconocida o te encontrás para llevar adelante esta lucha? 

Soy mujer negra abolicionista del sistema. Realmente no creo que entre en ninguno. Entre la rama liberal o radical, creo que no entro en ninguna de las dos. No me identifico nunca con ningún grupo porque soy así de cabeza dura, siempre tengo algo de lo cual quejarme. 

¿Participaste alguna vez del Encuentro de Mujeres? ¿Te llama la atención? ¿Qué te parecen esas formas de organización?

Me gustan mucho. Lo que no me gusta es la gente que van a agredirlas. Porque he visto, que van agredirlas. Las mujeres negras argentinas hace 5 años que tenemos nuestro propio curso de mujeres afro argentinas, porque antes nos mandaban al curso de migrantes, que es pésimo y racista.

Me parece re copado. Una amiga lo está organizando y quizá toquemos en vivo. Me gusta que sea en La Plata porque es más cerca.

¿Qué encontrás en la música? 

La música me calma mucho pero también me enoja. Hace poco junto con Lua Bastro escribimos en Instagram una canción que habla de mujeres negras. Hay mucho sentimiento en esa canción. Hay enojo y amor, hay resiliencia, hay de todo.

En la música generalmente no soy de hacer trap. Pero me sume, porque mi amiga es trapera y porque me gusto. Me gusta el soul, lo calmado, lo tranqui. No me gustan los ritmos muy fuertes, porque me alteran. Trato de ir por el lado de lo más tranquilo. 

Entendiendo que como colectivo se encargan de señalar las apropiaciones culturales, que  intentan visibilizar que muchas de las prácticas, incluso la vestimenta o los peinados que utilizamos, tiene que ver con una cultura que sufrió siglos de opresión y de violencias. En el marco de la música. De hecho de mucha de la música que consumimos, no reconocemos los orígenes y si nos ponemos a investigar, tiene su origen negro. ¿Cómo combinas esas dos aristas? ¿Cómo transitas la militancia antiracista desde el lado de la música?

Más o menos, es quejarme de todo. Yo no tengo problema. No se le puede prohibir a la gente que haga música ¿no? Pero que reconozcan de donde viene, que sean antiracista y que cuando lo hagan, no ejerzan apropiación cultural. Porque pasa a ser bastante opresivo y no está bueno mirarlo.

El otro día una amiga, fue a un festival de “funk” y había pibes que estaban tocando y tenía puesta una peluca afro ¿entiendes? Eso es bastante chocante para ver. También me paso de estar en una banda y que un chabón diga “vamos a cantar <legalícenla>, así que todos nos ponemos rastas”. Eso es la banalización en persona de lo que significan las rastas, que son sagradas y no para la gente que fuman porro.

¿Cabe la posibilidad de pensar una sociedad sin racismo? De ser posible ¿cómo crees que sería? 

Realmente no quiero ser pesimista, pero sinceramente son luchas que llevan años. Si la gente afro argentina hace muchos años no hubiese empezado esta lucha antirracista y por la conquista de derechos, yo no estaría ni viviendo sola, ni hablando con vos. Estaría en una parte más retraída de la sociedad.

Creo que toda lucha tiene su recompensa y creo mucho en Argentina, porque tiene muchas leyes a favor de los derechos humanos. No me resulta imposible ver una sociedad que sea antirracista. No se trata de ser racista o no, sino racista o antiracista, esa es la solución. Y no lo veo tan difícil, tengo bastante esperanza de que cambie y se vean esas cosas.

Siempre hay alguien que empieza a querer matar gente o como pasa con el feminismo, que viene la extrema derecha y te caga tiros. Se puede, pero siempre va a haber quien no le va a gustar. No se puede complacer a todo el mundo. 

Bruna Stamato: “Todavía hoy se escucha que en Argentina no hay afrodescendientes y afroargentinos y eso no es una verdad histórica, siempre estuvieron”

Bruna Stamato: “Todavía hoy se escucha que en Argentina no hay afrodescendientes y afroargentinos y eso no es una verdad histórica, siempre estuvieron”

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Bruna Stamato

Dialogamos con la militante feminista negra, integrante de la colectiva TeMa (Tertulia de Mujeres Afrolatinoamericanas) y maestra en estudios políticos y de genero en la UNTREF, Bruna Stamato, acerca de las características del feminismo negro, la violencia hacia la comunidad negra en Argentina y sobre los diferentes abordajes que están haciendo como organización.

¿Qué acercamientos has tenido y de qué se está hablando, cuando se habla de feminismo negro? ¿Cuál es la importancia y la relevancia que tiene en estos momentos?

Mi primer acercamiento fue en la búsqueda por entender mi lugar en el mundo. Empecé a leer feministas negras brasileñas.

Soy brasileña, vivo ya hace un par de años acá en la Argentina. Allá el movimiento feminista negro está bastante avanzado porque las afrodescendientes somos el 54% de la población. Así que sentí la necesidad de entender mi lugar en el mundo, en este movimiento feminista.

Cuando hablamos de feminismo negro, básicamente, estamos hablando desde una perspectiva interseccional porque cuando nos acercamos al movimiento feminista, la discusión de género, el patriarcado y la opresión contra las mujeres, las mujeres negras no estamos paradas en el mismo lugar que una mujer blanca hegemónica eurodescendiente. Para nosotras es fundamental pensar la cuestión de clase y la de la raza para evaluar las necesidades que tenemos en relación al movimiento feminista.

Por ejemplo, una de las reivindicaciones del movimiento feminista de principios del Siglo XX era el derecho a salir a laburar y nosotras las mujeres afro siempre estuvimos en la calle laburando. Acá en las Américas sufrimos un proceso de esclavitud que duró más de 400 años, así que en la cuestión del trabajo siempre trabajamos. Esta demanda, esta necesidad de que las mujeres blancas eurodescendientes pudieran salir a laburar no nos contemplaba porque nosotras ya estábamos ahí en el trabajo.

Una de las particularidades de nuestro movimiento, que hay que evaluar es el lugar que ocupamos como subalternas, como marginalizadas por el racismo estructural que hay en nuestros países; en Argentina, en Brasil, en Uruguay o en otros lados, mismo en América del Norte. En todos los países donde hubo procesos de esclavitud, el racismo es estructurante de la sociedad y nos deja en un lugar del que todavía hoy es difícil de salir.

Nos asocia al machismo el racismo, en general estamos muy vinculadas con la pobreza, tenemos poco acceso a la salud y a la educación de calidad. Estas son cuestiones fundamentales para nosotras. Tenemos un movimiento que sí o sí tiene que ser antirracista y sí o sí tiene que tener una perspectiva interseccional, porque distintas opresiones impactan en nuestro cuerpo. Eso es fundamental para el movimiento negro.

Respecto al racismo estructural ¿Cómo es la situación de las mujeres negras en Argentina? ¿Cuáles son las diferencias, las propuestas y los retos que tiene el movimiento de mujeres negras que se viven y da sus luchas en Argentina?

Hay un problema bastante grave, que es una naturalización del racismo y la invisibilización de la comunidad afro en general. Todavía hoy se escucha que “en Argentina no hay afrodescendientes y afroargentinos“, y eso no es una verdad histórica, siempre estuvieron.

Hay algunos mitos de que murieron en la Guerra del Paraguay, de enfermedades o por el mestizaje. Todo eso realmente paso pero son argumentos insostenibles porque la población afro siempre estuvo. Son poblaciones que vinieron desde los tiempos de las Colonias y también los y las migrantes afrodescendientes que están desde antes.

La Argentina es un país que recibió muchos migrantes afrodescendientes. El movimiento feminista negro esta en un momento muy interesante, de consolidación, de expansión, conformado por afroargentinas, por afromigrantes y africanas lo cual da una pluralidad muy interesante. Y uno de los desafíos para las afroargentinas sin duda es combatir esta invisibilización, que no son o que no pueden ser de acá.

Como soy una mujer migrante, una mujer negra migrante, no me impacta porque no soy de acá pero lo que si sufro es el racismo; salir a la calle y no encontrar mucha gente parecida a mí. En cualquier espacio, desde las cosas más cotidianas como tomarse un colectivo, un subte o salir a tomar un café; en empresas, en trabajos, en representación política, no estar en espacios de poder, espacios de tomas de decisiones. Todo eso impacta en nuestra vida, además de la negación del racismo ¿Cómo vamos a combatir algo que no existe? ¿No?

Es muy difícil. Estamos en un momento de afirmar y reafirmar todo el tiempo que sí hay una población afrodescendiente, que es importante y que necesitamos estar en este lugar de lucha.

¿Cuáles han sido los avances en derechos de visibilización y empoderamiento? ¿Cómo han participado o qué cambios hubo en la política pública en base a las demandas que tiene el actual movimiento afrodescendiente argentino? Y particularmente ¿Como están trabajando desde la Colectiva “Tertulia de mujeres afrolatinoamericanas”?

Uno de los momentos que me parecen más importantes en el movimiento de mujeres fue la realización de un taller de mujeres afrodescendientes en el “Encuentro Nacional de Mujeres”. Después de 30 años, la primera vez que hubo un taller fue en Rosario en 2016.

Esto es muy interesante porque reunió mujeres de Argentina, de Brasil, Uruguay de distintos países que vivían en el país y en ese momento nos dimos cuenta que no estamos solas. Ahí empezaron a surgir alianzas, a consolidarse grupos políticos, colectivas, porque la lucha que tenemos es colectiva y eso es muy interesante.

Otro marco interesante e importante para nosotras (como mujeres afrodescendientes) fue la ley en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que celebra el día de la mujer afrolatinoamericana y caribeña. Es una ley que fue sancionada por la legislatura porteña en el 2013.

Otro hecho importante, que no es solamente de mujeres afrodescendientes, es el día de los y las afroargentinas/argentinos que es el 8 de noviembre. Ese día se celebra María Remedios del Valle considerada “la capitana de la patria” (ley sancionada en 2013).

Estos marcos son importantes para nuestro movimiento pero políticamente, en políticas públicas para la comunidad afro no las hay todavía, estamos luchando por eso, para tener -por ejemplo- un instituto de afrodescendientes, afroargentinos y africanos. Es fundamental para pensar políticas públicas para la comunidad afrodescendiente. Al igual que pensar el acceso a la salud, a la educación, a oportunidades laborales, que podamos ocupar espacios en la sociedad, no estar en los márgenes, padeciendo la pobreza, la falta de trabajo digno.

Hay acciones que son interesantes: hace poco tuvimos una intervención sobre la “black face”, en las escuelas: pintar a los nenes con el corcho negro, que es algo súper estereotipante para la comunidad. Hay que hacer una campaña de concientización en la sociedad: señalar esas prácticas discriminatorias y racistas. Son prácticas que no van más. Es demasiado humillante y sigue poniendo a las y los afrodescendientes en un lugar de invisibilización.

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