De Stonewall a Argentina

De Stonewall a Argentina

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Desde los disturbios en Stonewall hasta la conquista de derechos fundamentales, la historia de la comunidad LGBTIQ+ muestra resistencia, organización y avance social. A pesar de todos los logros obtenidos, el contexto actual sigue planteando desafíos, desde el aumento de discursos de odio hasta la mercantilización de la diversidad. 

“Lleva tu orgullo. Vive tu orgullo.

Sé tu orgullo. 

Y se amable, todos merecen 

ser felices. Los derechos humanos 

pertenecen a todas las personas”.

Luke Evan

Cada junio, el mundo se viste de los colores del arcoíris para celebrar el Mes del Orgullo LGBTIQ+, una conmemoración que va mucho más allá de los desfiles y festivales. Su origen se remonta al levantamiento de Stonewall en 1969, un momento clave en la historia de la comunidad LGBTIQ+, donde la resistencia contra la violencia policial marcó el inicio de un movimiento global por los derechos y la visibilidad. 

Desde entonces el Pride ha evolucionado de una protesta reivindicativa a una celebración. El Mes del Orgullo es un récord de la lucha como una afirmación de identidad, donde activistas continúan exigiendo igualdad, justicia y reconocimiento.

 

La revuelta de Stonewall consistió en una serie de manifestaciones en protesta contra una redada policial que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969, en el pub conocido como Stonewall Inn

Durante las décadas de 1950 y 1960 lesbianas, gays, bisexuales y trans estadounidenses debían enfrentarse a un sistema legal hostil. Sin embargo, los últimos años de la década de 1960 fueron muy turbulentos, ya que en ese periodo había muchos movimientos sociales activos. 

Eran realmente pocos los establecimientos que acogían a personas abiertamente homosexuales durante estas décadas. Los que sí lo hacían eran generalmente bares. El Stonewall Inn, en aquella época, era propiedad de la mafia. Servía a una gran variedad de clientes, pero era conocido por ser popular entre las personas más marginadas de la comunidad. 

Las redadas policiales en los bares gays eran rutinarias durante la década de 1960, pero los agentes perdieron rápidamente el control en Stonewall Inn y atrajeron a una muchedumbre, provocando que se revelasen. Tras los disturbios de Stonewall, gays y lesbianas de Nueva York hicieron frente a obstáculos de índole generacional, de clase y de género para formar una comunidad cohesionada. 

Entre las figuras más destacadas que le hizo frente a la policía está Marsha P. Johnson, una activista que desempeñó un rol crucial en la organización de la comunidad. 

 

Conocida como la madre de la Comunidad LGBTIQ+, Marsha P. Johnson nació el 24 de agosto de 1945 en Nueva Jersey. Fue considerada como una de las activistas más importantes de los enfrentamientos con la policía de los disturbios de Stonewall. 

A principios de la década de 1970, Johnson, junto con su amiga Sylvia Rivera, co-fundaron la organización Street Transvestite Action Revolutionaries, con el objetivo de brindar apoyo a personas trans sin hogar. También fue una destacada activista contra el VIH/SIDA, participando en ACT UP, un grupo de lucha por la visibilidad y el acceso a tratamientos para personas afectadas por la enfermedad. Además de ser activista, Johnson fue artista y modelo, colaborando con Andy Warhol en su serie de polaroids titulada Ladies and Gentlemen. 

Finalmente en 1992 Johnson desapareció y seis días después la policía encontró su cuerpo. Según se informó nadie más había sido responsable de su muerte que por supuesto trajo protestas de sus allegados, afirmando que los ataques a personas homosexuales y trans eran comunes. 

1970: El inicio de una revolución

El 28 de junio de 1970, al cumplirse un año de los disturbios en Stonewall, activistas organizaron la primera Marcha del Orgullo, en ciudades como Nueva York, Los Angeles, San Francisco y Chicago. La más emblemática fue la de Nueva York, llamada Día de la Liberación de Christopher Street, que reunió a miles de personas en una caminata desde el bar Stonewall hasta el Central Park. 

Aquella manifestación marcó un antes y un después en cuanto a las marchas a lo largo del mundo. Desde entonces se ha seguido recordando y celebrando el último sábado de cada junio, convirtiéndose en una tradición internacional.

Un año después, el último domingo de junio de 1971, otras muchas ciudades se unieron a las marchas de Christopher Street: Boston, Dallas, Milwakee, París, Berlín Occidental, Estocolmo y Londres. La primera marcha del Orgullo Gay oficial en Europa se celebró en Munster (Alemania), el 28 de abril de 1972. 

El impacto en Argentina

Aunque los disturbios de Stonewall ocurrieron en Estados Unidos, su influencia llegó a Argentina a través de los movimientos internacionales. En 1967, dos años antes de Stonewall, se fundó en Buenos Aires el grupo Nuestro Mundo, considerada la primera organización homosexual de América Latina. Este colectivo, sentó las bases del activismo local.

En 1971, Nuestro Mundo se fusionó con otros grupos para formar el Frente de Liberación Homosexual (FLH), una organización pionera que articuló discursos políticos, alianzas con sectores feministas y de izquierda, y una producción intelectual que desafiaba las normas de género y sexualidad impuestas por la dictadura moral de la época. El FLH fue silenciado tras el golpe militar de 1976.

La primera Marcha del Orgullo en Argentina se realizó el 2 de julio de 1992, en la cual participaron unas 300 personas, muchas de las cuales usaban máscaras para evitar las represalias. Los organizadores de esta fueron Carlos Jauregui y César Cigliutti, dos de los referentes de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).

Tiempo después la marcha se movió a noviembre, específicamente al primer sábado del mes, como conmemoración al grupo Nuestro Mundo, que fue fundado en noviembre. Además para evitar las bajas temperaturas que podían ser perjudiciales para las personas con VIH/SIDA.

Argentina pionera en derechos

Argentina ha sido pionera en la ampliación de los derechos para la comunidad LGBTIQ+ en América Latina y el mundo. Desde la aprobación  del matrimonio igualitario en 2010 hasta la ley de Identidad de Género en 2012, el país ha marcado hitos históricos en la lucha por la igualdad. 

En comparación con otros países de la región, Argentina lidera el reconocimiento de los derechos, con 13 específicos para la comunidad LGBTIQ+: 

1. Matrimonio Igualitario (Ley 26.618): Permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. 

2. Ley de Identidad de Género (Ley 26.743): Permite a las personas trans cambiar su identidad en documentos sin requisitos médicos. 

3. Derecho a la adopción: Parejas del mismo sexo pueden adoptar en igualdad de condiciones. 

4. Acceso a tratamientos de salud para personas trans: Incluye cobertura médica para tratamientos hormonales.

5. Protección contra la discriminación: Leyes que prohiben la discriminación por orientación sexual e identidad de género en ámbitos laborales y sociales.

6. Educación Inclusiva: Programas educativos que promueven la diversidad y el respeto por la identidad de género. 

7. Reconocimiento de familias diversas: Protección legal para familias homoparentales. 

8. Acceso igualitario a técnicas de reproducción asistida: Parejas del mismo sexo pueden acceder a tratamientos de fertilidad.

9. Cambio de nombre y género en documentos oficiales: Sin necesidad de intervención judicial. 

10. Protección contra crímenes de odio: Legislación que castiga la violencia basada en orientación sexual o identidad de género. 

11. Derecho a la donación de sangre: Sin restricciones discriminatorias. 

12. Reconocimiento del género no binario en documentos oficiales

13. Prohibición de las terapias de conversión o “reorientación sexual”, que buscan modificar la orientación sexual o identidad de género de quien ya decidió por propia voluntad cambiarla.

Las leyes y los decretos que han ampliado los derechos de las personas representan pasos firmes y concretos hacia una sociedad más justa y equitativa. Estos avances no surgieron de la nada: son el resultado de décadas de lucha incansable por parte de organizaciones feministas, colectivas, movimientos sociales y activistas que alzaron la voz frente a las desigualdades históricas y estructurales. 

Su persistencia logró que muchas de sus demandas sean finalmente reconocidas y respondidas por el Estado, y en ocasiones, incluso por el propio poder judicial que comenzó a atender y contemplar el profundo malestar expresado por los sectores más minoritarios. 

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Día del periodista: Comunicar en tiempos de odio

Día del periodista: Comunicar en tiempos de odio

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Cada 7 de junio, Argentina celebra el Día del Periodista, una fecha que no solo honra el ejercicio de la profesión, sino que también invita a reflexionar sobre el impacto de quienes informan y construyen la realidad a través de la palabra. 

El periodismo es libre 
o es una farsa

Rodolfo Walsh

 Desde la fundación de La Gaceta de Buenos Ayres en 1810 por Mariano Moreno, el periodismo ha sido clave en la construcción de la sociedad argentina. En esta fecha, no solo se honra la labor de quienes informan, sino también el impacto fundamental de las mujeres periodistas, quienes han desafiado barreras y transformado la profesión con su voz y compromiso. 

La Gaceta de Buenos Ayres fue fundada el 2 de junio de 1810 por la Primera Junta de Gobierno a través de un decreto en el que estableció que “el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes”. Era necesario informar al pueblo sobre “las noticias exteriores e interiores”. El 7 de junio de 1810, cinco días después del decreto de la Primera Junta, La Gazeta lanzó su primer número. Se trataba no sólo de un medio para brindar información a los ciudadanos, sino también de una herramienta para difundir ideas. 

El 12 de septiembre de 1821, luego de 541 ediciones y 240 números extraordinarios, el periódico semanal dejó de existir por decisión del ex presidente Bernardino Rivadavia, que lo sustituyó por el Registro Oficial. 

¿Qué significa ser periodista en la era de Milei? 

Ser trabajador de prensa hoy significa resistir. Se trata de sostener un oficio en medio del ajuste, el desguace del Estado y la persecución ideológica. Es ejercer el oficio que incomoda al poder, que hace preguntas y que sobre todo necesita libertad para poder expresarse. 

Apenas hace unos pocos días, el fotoperiodista Pablo Grillo recibió el alta. El 12 de marzo fue herido con un cartucho de gas lacrimógeno en su cabeza disparado por el gendarme Hector Guerrero en contexto de represión en una movilización por las y los jubilados. Hoy Grillo se recupera lentamente en un centro de rehabilitación. 

¿Ser periodista hoy es una profesión de riesgo? A la represión sistemática en protesta contra el ajuste del Gobierno nacional, se suma la precarización laboral extrema. Esta situación promueve interrogantes sobre la viabilidad futura de la profesión y su rol fundamental en la sociedad.

Por otra parte, el cierre de la Agencia Télam implicó mucho más que la pérdida de una fuente de trabajo, ya que este era el principal canal informativo federal. Junto al cierre de medios públicos y la eliminación de la pauta oficial, se pone en riesgo la diversidad de voces en los grandes medios, hecho que golpea por consecuencia a medios cooperativos, comunitarios y autogestivos. Medios que no dependen -en gran medida- de un grupo económico ni empresarial para sostenerse: su financiamiento proviene, en gran parte, de proyectos sociales, de la pauta oficial y del aporte de sus propias comunidades. 

¿Es cuestión de género?

El poder no solo ataca con represión en las calles, lo hace también con palabras, estigmas y amenazas. Los discursos constantes del Presidente y sus funcionarios alimentan la violencia hacia la prensa y fomentan la censura por temor a represalias. 

Un informe realizado por el colectivo de Periodistas Argentinas, reveló que “las reporteras reciben en promedio tres veces más comentarios inapropiados e insultos que sus colegas varones. ‘Mentirosa’ y ‘prostituta’ son algunos de los insultos más comunes, también la amenaza de violación.” 

En los últimos meses se ha observado una escalada significativa de trolling contra mujeres periodistas, pero las agresiones ya no solo provienen de usuarios no identificados o bots, sino también de cuentas verificadas, de integrantes del dispositivo de comunicación oficial, y de quienes usan sus cuentas personales en las redes sociales para multiplicar mensajes que descalifican y desacreditan la credibilidad de estas comunicadoras. 

La mujer en el periodismo argentino

 

Desde tiempos inmemorables, las mujeres han tenido que luchar para dejar de ser un mero objeto a convertirse en un ser con plena facultad de derechos. Ya sea en el ámbito científico, literario e incluso en el político. Desde pioneras como Petrona Rosende, hasta referentas actuales, su presencia ha sido clave para visibilizar temas sociales, políticos y de género que antes quedaban relegados. 

Petrona Rosende

Fue la primera mujer del Río de La Plata en ser periodista. Nació en Montevideo, Uruguay, en 1787. Creció en esa capital, donde se casó en 1812 con Agustín Sierra. Sin embargo, la necesidad del exilio político la llevó a mudarse de su país natal a Buenos Aires en la década de 1820.

Petrona decidió dedicarse al periodismo con el fin de luchar por los derechos de las mujeres, ya que en aquella época un poco más de la mitad de las mujeres sabían leer y escribir. Con 43 años y ya nacionalizada argentina, el 12 de noviembre de 1830, creó el periodico La Aljaba. 

Bajo el lema: “Nos liberamos de la injusticia de los demás hombres, solamente cuando no existimos entre ellos”, este diario, escrito solamente por ella, contó con 18 ejemplares y es considerado el primer diario feminista de la historia de Sudamérica.

Virginia Bolten 

El 26 de diciembre de 1876 nació la mujer que dirigió el periódico anarquista La Voz de la Mujer. Fue representante de la Federación Obrera de la República Argentina (FORA),  y una de las organizadoras de “La Casa Del Pueblo” donde junto con otros anarquistas realizaban eventos políticos-culturales.

“Ni Dios, ni patrón, ni marido” fue el lema de este primer periódico anarco-feminista del país. El primer número salió el 8 de enero de 1896, tenía cuatro hojas y la tirada no superó los dos mil ejemplares. 

Pase a su corta vida (1896-1897), grande fue el revuelo que produjo. Desde sus páginas convocaba a las mujeres a rebelarse contra la opresión masculina, pero sin abandonar la lucha proletaria.

Paloma Efron 

Más conocida como Blackie fue una referente para la cultura argentina. Cantante, actriz, productora, conductora de televisión y radio y periodista, fue una mujer que rompió con todos los paradigmas de su época e impuso su profesionalismo en un ambiente machista.

Nació el 6 de diciembre de 1912, en Basavilbaso, Entre Ríos. Fue la creadora de “Citas con las estrellas”, el primer programa de entrevistas de la televisión argentina. Su profesionalismo y visión innovadora le permitieron desafiar el machismo predominante en los medios de su época.

Descubrió a grandes figuras como Tato Borra, Susana Rinaldi y Bernardo Neustadt, demostrando su capacidad para reconocer talento y generar contenido de calidad. Blackie no solo cambió la historia del periodismo en Argentina, sino que también dejó una huella imborrable en la cultura del país.

Lidia Satragno 

Mejor conocida como Pinky fue una figura clave en el periodismo y la televisión argentina. Su impacto en los medios fue enorme, no solo por su talento como conductora, sino también por su capacidad para innovar y marcar hitos en la historia de la comunicación en el país. 

Fue una de las primeras mujeres en consolidarse como referente en el periodismo televisivo. Condujo el programa Nosotros, que ayudó a posicionar al periodismo televisivo como una alternativa sería a la radio, hasta entonces dominadora del panorama informativo. 

Su labor periodística se vio marcada ya que se encargó de anunciar el paso de la televisión en blanco u negro al color en 1980. 

Leila Guerriero 

Es una de las periodistas y escritoras más influyentes de Argentina y América Latina. Su trabajo en el periodismo narrativo ha marcado un antes y después en la manera de contar historias reales con profundidad y sensibilidad. 

Se ha destacado por su enfoque minucioso y su capacidad para transformar hechos en relatos que capturan la complejidad humana. Ha escrito para diversos medios y publicado libros de crónicas y perfiles que han sido ampliamente reconocidos. 

Fue galardonada con el premio Pluma de Honor por la Academia Nacional de Periodismo en reconocimiento a su trayectoria y su aporte a la profesión.

Luciana Peker 

Periodista y escritora argentina especializada en género, reconocida por su impacto en el periodismo feminista y su lucha por los derechos de las mujeres. 

Desde sus inicios en el suplemento Las 12 de Página/12, Peker ha abordado temas que antes no tenían espacio en los medios tradicionales, contribuyendo a la construcción de un periodismo comprometido con la realidad de las mujeres. 

Su labor ha estado marcada por el exilio debido a amenazas y hostigamiento, lo que evidencia los riesgos que enfrentan las periodistas que denuncian violencia de género.

Julia Mengolini

Es una periodista argentina que ha tenido un impacto significativo en el periodismo y la comunicación en el país. Fundadora de FutuRöck, una radio digital que ha sido clave en la difusión de voces jóvenes y progresistas, Mengolini ha trabajado para generar espacios de debates y reflexión sobre temas políticos, sociales y culturales. 

Su enfoque en el periodismo ha estado marcado por una mirada crítica hacia los medios tradicionales y su rol en la construcción de discursos públicos. Ha cuestionado la responsabilidad del periodismo en la llegada de Javier Milei a la presidencia. 

Además de su labor en los medios, Mengolini ha incursionado en la escritura con su libro Las caras del monstruo, donde analiza el impacto de las redes sociales, el feminismo y la política contemporánea.

Resistencia y compromiso

Desde la fundación de La Gaceta de Buenos Ayres hasta la actualidad, el periodismo ha sido una herramienta de construcción social y resistencia frente a los intentos de censura y precarización.

Hoy, ejercer la profesión significa sostener la libertad de expresión en un contexto de ajuste y persecución. La represión estatal, el cierre de medios y la violencia digital son amenazas que ponen en jaque el rol del periodismo en la democracia. Aunque la situación es aún más crítica para las mujeres periodistas, quienes enfrentan un nivel desproporcionado de agresiones y hostigamiento. 

Sin embargo, la historia demuestra que el periodismo no se silencia fácilmente. Desde Petrona Rosende y Virginia Bolten hasta referentes actuales como Luciana Peker y Julia Mengolini, las mujeres han desafiado estructuras de poder y han ampliado el horizonte de lo que significa informar.

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A 10 años del primer “Ni Una Menos”

A 10 años del primer “Ni Una Menos”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Hace diez años, el grito colectivo de Ni Una Menos marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género en Argentina. Desde aquella primera movilización un 3 de junio, el movimiento ha transformado conciencias, ha impulsado cambios legislativos y fortalecido redes de apoyo. A una década de este hito, es momento de reflexionar sobre los avances logrados, los desafíos pendientes y el impacto de la consigna que sigue resonando con fuerza. 

“Si tocan a una,
respondemos todas”
Canción sin miedo

Ni Una Menos es una consigna que dio nombre al movimiento feminista surgido en Argentina en 2015, que posteriormente se expandiría a gran escala en varios países de Hispanoamérica y otras regiones del mundo. 

Esta movilización se realizó por primera vez el 3 de junio de 2015 en ochenta ciudades de Argentina, en un contexto en donde en el país no se conocían cifras oficiales sobre femicidios ni violencia de género. Actualmente el relevamiento más importante, (por ser de carácter nacional), es realizado por el Observatorio de Femicidios de Argentina, creado en 2009. 

El acontecimiento, considerado por muchos como el impulsor del movimiento, es el asesinato de Chiara Páez, de 14 años, el 9 de mayo de 2015. Páez estaba embarazada y había decidido decirle al padre, Manuel Mansilla, de 16 años, que quería quedarse con el bebé. 

Al día siguiente fue encontrado el cuerpo de Chiara Páez, quien había sido asesinada por su novio. Este hecho movió a las organizaciones a realizar una convocatoria, está vez una concentración frente al Congreso, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. 

Al principio fue pensada como una convocatoria local, pero luego, a través de redes sociales tomó trascendencia internacional. Numerosas figuras públicas se adhirieron, incluyendo jugadores de fútbol, actores, artistas, periodistas, deportistas, dirigentes políticos, ONG y sindicatos. 

A partir de esto, se determinó ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por parte de la jueza Elena Highton de Nolasco que se establecería un registro de los feminicidios. 

¿Cuáles fueron los avances? 

La última cuarta ola

Si bien cada ola del feminismo avanzó en particular sobre el cuestionamiento general del patriarcado y convierte lo privado en público unificando los problemas; la cuarta ola es la que más avanzó sobre el concepto de consentimiento, aun en relaciones estables. Por otro lado el desarrollo del #MeToo en otras partes del mundo tocó a personalidades incuestionables hasta el momento. Por eso esta última ola es muy profunda y cuestiona como ninguna los valores patriarcales del sistema capitalista. 

En el país se expresó con la ola verde: miles de calles exigiendo el aborto legal como derecho, con un eje enfocado en la frase “mi cuerpo, mi decisión”. Impulsada por el movimiento “Ni Una Menos”, esta etapa se caracterizó por la lucha contra la violencia sexual y la explotación económica, así como la defensa de los derechos reproductivos y la igualdad de género.

Ley Micaela (27.499)

A partir del asesinato de Micaela García, una militante del Movimiento Evita que fue además abusada sexualmente previo a este hecho, sucedido a la salida de una discoteca en Gualeguay (Entre Ríos) en 2017, se impulsó la conocida ley. El autor del crimen fue Sebastián Wagner, quien había sido condenado a nueve años de prisión por el abuso sexual de dos mujeres. A Wagner se le había otorgado la libertad condicional por 9 meses antes del femicidio, a pesar de que el informe criminológico había sido negativo y recomendaba no otorgarle la libertad.

Luego de siete días de intensa búsqueda, en abril de 2017, la noticia del crimen generó una fuerte conmoción en todo el país. Por el femicidio fue condenado a prisión perpetua Sebastián Wagner, de 30 años. 

La ley fue sancionada el 19 de diciembre de 2018, en Diputados, con 171 votos a favor y uno en contra, entrando en vigor el 10 de enero de 2019, y Establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que trabajan en la función pública, abarcando los poderes Ejecutivos, Legislativos y Judicial.

Línea 144

En Argentina es el número asignado para la atención, contención psicológica y asesoramiento legal en situaciones de violencia de género, además de brindar asesoramiento en articulación de organismos del Estado. La línea fue creada en virtud del artículo 9 de la Ley 26.485 de “Protección Integral a las Mujeres”, sancionada en el año 2009. La ley comenzó a ser operativa en el año 2013, bajo el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social por abogados, psicólogos y/o trabajadores sociales desde Buenos Aires. 

Después de haber permanecido una década abierta, y haber pasado por distintos modelos de gobierno, Javier Milei, en su “batalla cultural contra la ideología de género”, desfinanció y desmanteló de manera masiva el centro de atención del 144, como el Ministerio de las Mujeres, Diversidad y Género.

Ley Brisa (27.452)

Establece un régimen de reparación económica para niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia, principalmente para aquellos cuyos progenitores han sido condenados por el homicidio de sus madres. Fue inspirada a partir del caso de Brisa Barrionuevo, una niña de tres años, cuya madre fue asesinada a golpes por su marido. Cuando Daiana Barrionuevo desapareció, su ex pareja le dijo a la policía que se había ido con un amante, lo que motivó una búsqueda de 20 días, tras la cual se descubrió su cuerpo, que había sido arrojado a un río. 

El cuerpo de Daiana apareció el 10 de enero de 2014. Tres años después – en 2017- Iván Adalberto Rodrigues, el padre de los niños y de Brisa, fue condenado a prisión perpetua. La ley establece como requisito para acceder a la prestación ser hijo/a de la progenitora fallecida, ser menor de 21 años y residir en la Ciudad de Buenos Aires. Ante un femicidio, el Estado deberá garantizar a los hijos de la progenitora fallecida una prestación mensual equivalente a un haber jubilatorio mínimo.

Interrupción Legal del Embarazo (ILE)

Establece el derecho al aborto en todos los casos hasta la semana catorce inclusive, manteniendo la vigencia del derecho en casos de violación y riesgo para la vida o salud de la madre, sin limite de tiempo. 

El proyecto fue presentado por el entonces presidente en ejercicio, Alberto Fernández (2019 – 2023) del Frente de Todos. Fue aprobado por la Cámara de Diputados por 131 votos afirmativos y 117 votos negativos, y en la Cámara de Senadores por 38 votos a favor y 29 en contra. Finalmente en diciembre de 2020 el Congreso Nacional aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. 

Desde su aprobación, la ley ha sido objeto de debate y ha enfrentado desafíos en su implementación. Recientemente, organizaciones feministas y Amnistía Internacional han alertado sobre dificultades en el acceso al aborto bajo el gobierno de Javier Milei, señalando recortes en la distribución de insumos esenciales y métodos anticonceptivos. 

La lucha continúa

Organizaciones feministas, sindicales y sociales vuelven a manifestarse este miércoles 4 de junio desde las 16 en Plaza Congreso. La convocatoria busca visibilizar el impacto de las políticas de ajustes del Gobierno nacional, adhiriéndose a la tradicional marcha de jubilados de los miércoles. Se suman además trabajadores del sistema científico y tecnológico y profesionales de la salud. 

Aunque la fecha original es el 3 de junio, las asambleas feministas que organizaron la manifestación decidieron trasladarla al miércoles 4 para apoyar el reclamo de las y los jubilados, que todos las semanas se concentran frente al Congreso de la Nación para exigirle al Gobierno una mejora en sus pauperizados salarios. 

Bajo el lema “la deuda es con nosotras”, el colectivo llamó a apropiarse del espacio público para denunciar la violencia de género, la pérdida de derechos y la crueldad institucional contra mujeres y diversidades. 

“En lo que va del 2025 hubo al menos 94 femicidios en nuestro país. Lo que representa un aumento significativo en relación en casos relevados para el mismo periodo del 2024 (78). A estos casos se suman 143 intentos de femicidios, el número más alto desde 2021. A 10 años del primer #NiUnaMenos advertimos el recrudecimiento de la violencia machista en Argentina promovida por los discursos de odio y negacionistas arengados por el gobierno nacional”, señala el observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”.

Las movilizaciones de estos días reflejan la necesidad de sostener la resistencia en las calles. Como siempre, este 10° #NiUnaMenos es un recordatorio de que la batalla por la igualdad y la justicia no ha terminado.

Milagros López Mancilla

Periodista gráfica a la que le interesa la literatura. Desde mí lugar intento reinvindicar la lucha de las travestis, las disidencias y los feminismos

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Mujeres por la patria y la escarapela

Mujeres por la patria y la escarapela

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

La escarapela argentina, símbolo de identidad nacional, tuvo un origen que involucra a un grupo de mujeres de Buenos Aires. Se dice que, en mayo de 1810, un grupo de damas patriotas utilizó los colores blanco y celeste al presentarse ante Cornelio Saavedra, adelantándose a la oficialización al distintivo del Primer Triunvirato de 1812. 

Aristócratas, campesinas, indígenas, artistas, periodistas, entre tantas otras, dejaron una huella imborrable en la historia argentina, con ideas, hechos, coraje y pasión, se revelaron ante el papel que tenían asignado, demostrando que fueron un pilar en la configuración de la Argentina naciente, como protagonistas con propia voz. 

Hace 215 años atrás, las mujeres criollas tenían un rol clave, muchas de ellas ayudaron a llevar adelante la revolución. No sólo aconsejaban a sus esposos o abrían las puertas de sus casas para reuniones secretas y peligrosas, sino que también participaron en los combates y opinaban de política a la par de ellos. Sin embargo, los héroes de la historia fueron los hombres del primer gobierno patrio, y el rol fundamental de las mujeres quedó invisibilizado. 

La mujer que convenció a Saavedra

Casilda Igarzábal

Como Cornelio Saavedra estaba inseguro por tener que imponerse al Virrey Cisneros, Casilda Igarzábal le recordó la importancia de seguir con el plan de emancipación nacional. 

El 18 de mayo de 1810, junto con Eusebia Lasala, Angela Castelli e Isabel Agrelo, usando cintas blancas y azul-celestes se presentaron en su casa para decirle: “Coronel, no hay que vacilar, la Patria lo necesita para que la salve. Ya sabe usted lo que quiere el pueblo, y usted no puede volvernos la espalda y dejar perdidos a nuestros maridos, a nuestros hermanos y a todos nuestros amigos.”

Tras la Primera Junta, una de las medidas que se dispusieron fue la de una expedición a las provincias, esto con dos objetivos principales: por un lado, asegurar la elección de diputados que las representarían; y por el otro, evitar que se formaran grupos contrarrevolucionarios, Igarzábal fue la primera patricia en encomendarse en esa tarea. 

Casilda Igarzábal, junto con otras mujeres patriotas dispusieron de sus hogares a través de las tertulias para convertirlos en puntos de reunión claves para los líderes revolucionarios, en donde discutían estrategias y fortalecían el movimiento independentista.

Más adelante en 1838, fundó la sociedad de beneficencia impulsada por Bernardino Rivadavia, una institución dedicada a ayudar a mujeres y niños. Se mantuvo ahí hasta 1840, cuando renunció por desacuerdos ideológicos con Juan Manuel de Rosas, quien en ese momento era gobernador de Buenos Aires. 

Celeste y Blanco…

Una versión de la historia dice que los colores provienen de la Banda de Caballero con la Gran Cruz de la orden de Carlos III, establecida por el propio rey de España, otra de las versiones establece que provenía de los colores borbónicos de la casa de Fernando VII. 

De igual forma se afirma que los colores celeste y blanco fueron adoptados por primera vez en las invasiones inglesas (1806 – 1807) por el Regimiento de Patricios, el primer cuerpo de la milicia urbana del Río de la Plata. Se dice también que fue utilizada por un grupo de damas de Buenos Aires, al presentarse con el entonces Coronel Cornelio Saavedra, jefe de los patricios el 18 de mayo de 1810. 

Se sabe que durante las jornadas del 22 y 25 de mayo de 1810, los patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución de Mayo otorgándoles unos cintillos, se dice que Domingo French entró en una de las tiendas de La Recoba y tomó varias piezas de cintas blancas y celestes, para luego junto Antonio Luis Beruti repartirlos como signo de paz y unión entre los patriotas.

Lo cierto es que el 13 de febrero de 1812, Manuel Belgrano solicitó al triunvirato mediante una nota que se estableciera el uso de una Escarapela Nacional bicolor: azul-celeste y blanco para de esta manera diferenciarse del color rojo que usaban los realistas.

Días después, el 27 de febrero Belgrano enarbolaría la bandera con esos mismos colores, avisando al Triunvirato: “Siendo preciso enarbolar la bandera, y no teniéndola, la mande a hacer celeste y blanca, conforme los colores de la escarapela nacional”. Cuando la revolución se convirtió en independentista, la Asamblea del año XIII decretó la escarapela como símbolo patrio de la “nación” que estaba naciendo en aquel proceso.

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Un aniversario más para la identidad de género 

Un aniversario más para la identidad de género 

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

El 9 de mayo de 2012, Argentina marcó un hito en la historia de los derechos humanos con la sanción de la Ley de Identidad de Género. Trece años después, el impacto de esta legislación sigue resonando en la vida de miles de personas que, gracias a su existencia, pueden acceder a un documento que respete su identidad autopercibida.

La ley de identidad de género 
no viene a cambiar la realidad
de nadie ni imponer una 
postura por sobre otra, 

Simplemente viene a reconocer 
la identidad de quienes no nos
sentimos identificados con la que
nos dieron al nacer.

Alessia Injoque

Corría el año 2012…

Argentina sancionaba la Ley de Identidad de Género (N° 26.743) siendo la primera a nivel mundial que no patologiza las identidades trans y permite acceder al cambio registral a través de un simple trámite administrativo. Sin necesidad de presentar ninguna pericia médica, intervención quirúrgica o algún tratamiento hormonal. 

Con 55 votos a favor y una abstención en el Senado de la Nación, Argentina aprobó la Ley de Identidad de Género (LIG) y, desde su aprobación más de 12.600 personas han accedido a su DNI conforme al género con el que se autoperciben. 

Además de que esta ley se destaca por el aspecto sanitario que contempla, debido a que permite que toda persona pueda “acceder a tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas totales o parciales para adecuar (su) cuerpo a la identidad elegida”, esto significó un enorme salto en los reconocimientos de derechos humanos para un colectivo que registra una larga persecución estatal y social. 

Conmemorar esta fecha implica mantener en la memoria a referentas que fueron fundamentales en la conquista de este derecho. Activistas que dieron su vida por la transformación social como Pía Baudracco, Diana Sacayan y Lohana Berkins, pioneras en la construcción política del reconocimiento como sujetos de derechos. 

Dos años antes, en 2010 se creó el Frente Nacional por La Ley de Identidad de Género, el cual fue impulsado por Lohana Berkins y conformado con más de 15 organizaciones que impulsaron esta ley a nivel nacional. Además se dieron una serie de pasos, con avances y retrocesos para la conformación de una institucionalidad que haga efectiva una agenda y garantice la legislación. 

Hacer visible lo invisible 

Hablar del derecho a la identidad, tiene una historia política y afectiva en Argentina. Los organismos de Derechos Humanos que aparecieron tras la última dictadura cívico-militar, hacen hincapié en el derecho a la identidad debido a la apropiación ilícita de bebés y recién nacidos, fundamentalmente Abuelas de Plaza de Mayo, quienes desde su carta en apoyo a Karina Urbina, a principios de la década de los 90, hasta las articulaciones con Lohana Berkins, han hecho visible que la identidad resulta un territorio común que derriba el cerco social que azotó durante años al colectivo travesti trans. 

De igual manera, el acceso al trabajo sigue siendo una deuda pendiente: la desocupación entre personas trans y no binarias duplica la media nacional. El empleo no solo genera ingresos, sino también estabilidad, autonomía y sentido de pertenencia, y por ello la Ley Diana Sacayan – Lohana Berkins aprobada en el 2021 establece el cupo laboral travesti trans en el sector público. 

Actualmente, el gobierno de Javier Milei ha modificado por decreto la histórica LIG mediante un decreto que prohíbe el acceso a la atención de afirmación de género para personas menores de 18 años, el cual fue anunciado junto a otro decreto que limita el alojamiento de personas privadas de la libertad de acuerdo a su identidad de género. Esta decisión establece un retroceso alarmante en materia de derechos humanos y un ataque directo a los principios de igualdad y no discriminación consagrados en la Constitución Nacional. 

Argentina fue un faro en la región al reconocer el derecho a la identidad de género sin patologización ni judicialización, por lo que esta regresión impuesta por DNU, sin ningún tipo de debate parlamentario, constituye un abuso del poder ejecutivo y un golpe a la institucionalidad democrática. 

Con el mismo argumento falso que expuso en el Foro Económico de Davos, y que valió una de las movilizaciones de rechazo más masivas desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, el mandatario argumentó que “la ideología de genero llevada al extremo y aplicada en niños por la fuerza o la coerción psicológica constituye lisa y llanamente abuso infantil”, según el comunicado oficial que acompaño la publicación del decreto. 

La modificación a la Ley de Identidad de Género que propone el Gobierno pretende que los procesos de hormonización, que en la actualidad son habilitados a partir de los 16, empiecen a ser habilitados dos años más tardes, a los 18 años, con autorización de los padres y en base a un proceso integral de evaluación de parte del equipo médico. 

De la conquista de derechos al desafío de preservarlos

A trece años de su sanción, la Ley de Identidad de Género sigue representando un símbolo de avance en la materia de derechos humanos. Gracias a ella, miles de personas han podido acceder a un documento que reconoce su identidad autopercibida sin tener que atravesar procesos médicos judiciales o patologizantes. Sin embargo, la lucha por la igualdad no termina con la sanción de una ley: los desafíos persisten, especialmente ante las recientes modificaciones impuestas por el gobierno de Javier Milei, que representan un retroceso muy alarmante a los derechos conquistados. 

Recordar y honrar a quienes lucharon por esta legislación es también un compromiso con el futuro, con la construcción de una sociedad donde la identidad no sea motivo de discriminación, si no un derecho garantizado. 

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Jirones de su vida: Evita

Jirones de su vida: Evita

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Este 2025 se cumplen 106 años del nacimiento de Eva Perón, aquella mujer que se convirtió en una figura clave para la Argentina. Su legado sigue presente, a través de su vida y de su influencia su huella sigue viva en la memoria colectiva de un país.

Y aunque en el camino deje
jirones de mi vida, 
yo se que ustedes recogerán
mi nombre y lo llevarán como
bandera a la victoria.

Eva Perón, conocida como Evita, fue una actriz y dirigente política argentina, primera dama entre 1946 y 1952. Figura clave del movimiento peronista, impulsó el sufragio femenino y promovió la participación de las mujeres en la política, además de crear la Fundación Eva Perón, para brindar asistencia a sectores vulnerables. Fue presidenta del Partido Peronista Femenino y nombrada Jefa Espiritual de la Nación en reconocimiento a su impacto social. 

María Eva Duarte

Nació el 7 de mayo de 1919 bajo el nombre de María Eva Ibarguren, en Los Toldos, Provincia de Buenos Aires. Fue la quinta hija de la familia secreta que Juan Duarte, un pequeño terrateniente de la zona mantenía con Juana Ibarguren, una costurera en el pueblo.

Toda la familia vivía en el campo de Duarte, ubicado a unos veinte kilómetros de Los Toldos, poco después se mudaron al pueblo, en donde su madre se dedicaba a ser costurera. Aunque Juan Duarte no fue un padre ausente y se ocupó del bienestar de la familia, Ibarguren era la “concubina”. Tras la muerte de su padre en un accidente automovilístico en 1926, toda la familia se mudó a Junín. 

Desde que era una niña, Eva mostró una fuerte inclinación para dedicarse a la actuación, solía imitar a las grandes actrices con el sueño de algún día ser como ellas. En 1935 a los 15 años, se trasladó a Buenos Aires para perseguir ese sueño, iniciando de esta manera el camino que la llevaría a convertirse en una de las figuras más influyentes de Argentina. 

Largos meses pasaron hasta que entre contactos del ambiente, Eva se entera que la compañía de José Franco, que integraba junto a sus hijas, Eva y Herminia, iba a incorporar nuevas figuras. La obra prometía una gran estabilidad laboral, ya que tenía contrato con el Teatro Comedia por el verano y con el Teatro Cómico por un año. Finalmente gracias a una carta de recomendación de Edmundo Guibourg, logró obtener un lugar en el equipo. 

Pese a que consiguió varios papeles en el teatro, la radio y el cine, logrando convertirse en una actriz de cierto nombre, ese no era su destino. 

Eva Perón

En enero de 1944, Eva Duarte conoció al coronel Juan Domingo Perón en una gala de beneficio que la comunidad artística realizaba para las víctimas del terremoto de San Juan. A partir de que se conocen empiezan su relación, la cual no era bien vista por los camaradas de Perón en el ejército, ya que ella era una actriz y eso conllevaba una serie de connotaciones morales que no era lo habitual en una relación estable para un integrante del ejército. 

A mediados de aquel año, Perón asumió como vicepresidente de la Nación, conservando a la vez los cargos de ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. Para septiembre de 1945, durante  el rodaje de “La Prodiga”, su único protagónico en el cine, el país estaba atravesando un momento bastante agitado en su vida política.

Las innovadoras políticas sociales impulsadas por Juan Domingo Perón alarmaron a los sectores de poder, quienes recurrieron hasta el embajador norteamericano en su campaña para apartar al popular Coronel de todos sus cargos. Braden o Perón era la consigna, pero este último fue detenido y trasladado bajo la jurisdicción de la marina a la Isla Martín García.

En consecuencia, el 17 de octubre de 1945 una multitudinaria manifestación obrera que avanzó desde el conurbano sobre el centro de Buenos Aires se concentró en la Plaza de Mayo y logró la libertad de Juan Domingo Perón. En ese momento la pareja vivió su mayor momento de gloria y el 22 de octubre se casaron de manera civil en Junín, pasando a ser conocida como Eva Duarte de Perón.

De esta manera Eva se incorporó de lleno en la política respaldando a su marido. Con la fecha del 24 de febrero de 1946 para las elecciones, Perón lanzó su candidatura con el Partido Laborista y, siendo acompañado por su esposa, realizaron un recorrido por la mayoría de las capitales de las provincias, arriba de un tren al que llamaron “la descamisada”, cambiando de esta manera el lugar protagónico de la mujer en la campaña electoral. 

Con un 53,71 % de los votos, Perón logra el triunfo contra todos los pronósticos y con todos los medios de comunicación en contra, para finalmente asumir a la presidencia el 4 de junio, decidido a continuar con las políticas sociales que lo habían catapultado como el primer trabajador. 

A mediados de 1947, Evita realiza una gira por Europa, que cambiaría por completo su vida. Durante su estadía en España incomodó al dictador Franco y a su esposa, visitando varios obreros, pidiendo indulto por una dirigente comunista y que el escorial se transformara en un lugar para niños huérfanos de la guerra civil. Visitó al Papa Pío XII en Roma, se reunió con mujeres feministas, y luego con el presidente francés. Después de aquella gira, ya no volvería a ser la misma.

Evita, la abanderada de los humildes

Una vez de vuelta en la Argentina, comenzó su transformación en dirigente política, a través de sus intensas jornadas, que incluían la recepción de miles de pedidos, el envío de medicinas, la donación de equipos médicos, la visita a hospitales y la reunión con dirigentes políticos. 

A partir de este momento retomó una causa para la que contaba con todo el apoyo de su esposo: impulsar la sanción de la Ley de Voto Femenino. El 23 de septiembre de 1947 Perón firmó el decreto que promulgaba la ley, día en el que Evita debutó en el balcón de la Casa Rosada ante la multitud.

Dos años después, en 1949, en un acto que colmó la capacidad del teatro nacional Cervantes se creó el Partido Peronista Femenino que fue presidido por Evita. El Partido Peronista quedó organizado en tres ramas: el Partido Peronista Masculino, el Partido Peronista Femenino y la CGT. 

A través de sus delegaciones en el territorio nacional, la rama femenina funcionó como centro de entrenamiento y difusión cultural por intermedio de sus delegadas, recaudando información de necesidades y demandas de las mujeres de distintas regiones argentinas. 

A diferencia del resto de beneficencias, la obra de la fundación fue monumental: hogares de ancianos, pensiones a la vejez, barrios enteros con todos sus servicios, la Republica de los Niños, hogares para madres solteras, policlínicos, el tren sanitario que ofrecía asistencia médica, colonias de vacaciones, campañas intensivas de vacunación, campeonatos deportivos, reparto de alimentos, juguetes, becas y subsidios. La presencia de Evita ya no era silenciosa, y Perón le pidió que se convirtiera en su delegada  e intérprete ante los trabajadores representados en la CGT. 

En 1950, tras desmayarse en la inauguración del nuevo local del sindicato de conductores de taxis, fue diagnosticada con cáncer de útero. Su salud fue empeorando mientras se negaba a encarar el tratamiento de la enfermedad. 

Anteriormente, la reforma constitucional de 1949 que habilitaba la reelección, convirtió al General Perón en el favorito para encabezar la fórmula del oficialismo. A partir de esto muchos gremios se movilizaron a la CGT para que lanzara la candidatura de Evita a la vicepresidencia de la Nación, buscando lograr la fórmula Perón – Perón. 

Jefa espiritual de la Nación

A pesar de que recibía el apoyo del pueblo para llevar adelante su candidatura junto a su esposo, el 31 de agosto de 1951 anunció por Cadena Nacional de Radiodifusión su negativa: “Quiero comunicar al pueblo argentino mí decisión irrevocable y definitiva, de renunciar al honor con que los trabajadores del pueblo de mí patria, quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de agosto.” 

Luego de su discurso en su último 17 de octubre, fue internada para una operación programada en el policlínico Presidente Perón ubicado en Avellaneda, y más tarde, el 7 de mayo de 1952 a los 33 años, recibió en el congreso un título que terminaría de enardecer a la iglesia católica, el de Jefa Espiritual de la Nación. 

Inundada con calmantes, con un grueso abrigo de piel y sostenida por una estructura de metal, Evita recorrió por última vez las calles de Buenos Aires junto a Perón, quien acababa de asumir por segunda vez la presidencia el 4 de junio de ese mismo año.

Finalmente, el sábado 26 de junio de 1952, a las 20:25 falleció Eva Duarte de Perón. A las 21:36, una voz destinada a pasar a la historia, la del locutor oficial Jorge Furnot, le confirmaba al mundo la noticia a través de cadena nacional: “Cumple la Subsecretaría de Información de la Presidencia de la Nación, el penosísimo deber de informar al pueblo de la República, que a las 20.25 horas ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa espiritual de la Nación.” 

El país quedó paralizado, el gobierno decretó duelo nacional por dos días, aunque se prolongaron durante la larga despedida popular que superó todo lo imaginable. Se decidió velarla en el Ministerio de Trabajo y luego la trasladaron al salón azul del Congreso Nacional. El velatorio terminó por extenderse 11 días más de los previstos inicialmente. 

“Esa mujer”

Eva Perón dejó una marca imborrable en la historia Argentina, no solo por su papel como primera dama, sino por su compromiso inquebrantable con los sectores más vulnerables y su incansable lucha por los derechos de las mujeres y los trabajadores. 

Más allá de todos los años transcurridos desde su partida, su figura aún despierta emociones profundas y debates intensos, ya que no solo desafió los roles impuestos a las mujeres de esa época, sino que redefinió a la política como herramienta de inclusión y progreso. Más de un siglo después de su nacimiento, su nombre sigue internado como bandera de lucha y esperanza, marcado por su compromiso con el pueblo y la justicia social.

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A 18 años del asesinato de Carlos Fuentealba: Defender las aulas a cualquier costo

A 18 años del asesinato de Carlos Fuentealba: Defender las aulas a cualquier costo

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Se cumplen 18 años del asesinato de Carlos Fuentealba, y es tarea de todos los y las docentes del país mantener vivo su recuerdo; los motivos para hacerlo, son muchos.

 

Nadie que se dedique a la docencia se hará millonario por eso. Todos lo sabemos. Lo sabemos antes de ejercer, lo sabemos mientras lo hacemos y lo reconfirmamos cada año. Tal vez te lo dice tu familia cuando definís la carrera, te lo dice algún docente simpático que te quiere hacer un chiste cuando entrás por primera vez a una sala de profesores, te lo dice bastante seguido la cuenta bancaria. Nadie que se dedique a la docencia lo hace para llenarse de plata. Se es docente, entonces, por otros tantos motivos. 

En la historia de nuestro país, sin embargo, esta certeza compartida ha colaborado en la construcción de condiciones de trabajo lamentables para aquellxs que se dedican a la enseñanza. Una de ellas se vincula al salario, otras tantas, a la falta de insumos en las escuelas, a la falta de calefacción en invierno, a los techos que se caen y provocan accidentes, a la falta de mobiliario para ejercer como corresponde. La respuesta a esto, antes y ahora, acá y en todos lados, siempre ha sido la lucha y la movilización. Si tanto les gusta lo que hacen, no se quejen más. Suele decir la madre ofendida porque llegó marzo y el hijo todavía no va a la escuela. Porque nos gusta lo que hacemos, nos quejamos. Se responde sin mucha vuelta.

Con la provincialización de la educación en los años 90, esta situación se volvió aun más compleja: que cada provincia resuelva. Competencia de gobernadores: el que primero arranca las clases, gana. En el año 2007, tres provincias protagonizaban este conflicto. Salta, Santa Cruz y Neuquén. En esta última, una huelga iniciada el 5 de marzo se extendía sin recibir ninguna respuesta de parte del gobernador, Jorge Sobisch. Se exigía un salario acorde a la canasta familiar, de 2800 pesos; el pase a planta de los trabajadores contratados, y mejoras en las condiciones edilicias. Sobisch ofreció 1140 pesos, ni la mitad de la canasta básica. Por esto, los trabajadores definieron realizar un corte el día 4 de abril en la Ruta Nacional 22. La protesta fue pacífica y sin mayores conflictos. Sin embargo, cuando la jornada se acercaba a la desconcentración, el gobierno provincial ordenó a las fuerzas policiales que se despeje la ruta a cualquier costo. 

El alcance de esa última frase es ambiguo ¿Qué significa a cualquier costo? Para la policía de Sobisch, sin embargo, no hubo ambigüedades: avanzaron inmediatamente sobre los manifestantes con balas de goma y gases lacrimógenos. El operativo logra la desconcentración absoluta y la liberación de la ruta. Los docentes, a pie y en sus vehículos particulares, se retiran escoltados por las fuerzas. Pero como decíamos, la idea de a cualquier costo es ambigua. Y algunos, tal vez, creyeron que el costo había sido demasiado bajo. Uno de ellos pudo haber sido el cabo primero José Darío Poblete, que decidió tomar su pistola lanzagases y le disparó una granada de gas lacrimógeno a un fiat 147 ubicado a menos de 7 metros de distancia. En el vehículo, viajaba Carlos Fuentealba, docente, de 40 años de edad, padre de Ariadna y Camila. El gas lacrimógeno lanzado por Poblete atravesó el vidrio e impactó directamente sobre Fuentealba, causándole un traumatismo craneoencefálico grave. Hay imágenes donde podemos ver a sus compañeros desesperados intentando asistirlo, mientras las fuerzas policiales, con Poblete entre ellos, observan la escena sin intervenir. Una vez internado en el hospital provincial, Fuentealba fue sometido a dos operaciones y finalmente murió al día siguiente. 

Hoy, a 18 años de su muerte, es tarea de todos los y las docentes del país mantener vivo el recuerdo de Fuentealba; y los motivos para hacerlo, son muchos. Primero, porque debe haber justicia completa: Jorge Sobisch nunca fue condenado por la responsabilidad material frente al asesinato de Fuentealba. Segundo, para que entendamos que defender nuestra profesión y nuestros lugares de trabajo implica pensar y luchar constantemente por condiciones dignas, para nuestros estudiantes y para nosotros mismos. Pero también, debemos mantenerlo presente porque la pregunta sobre qué quiere decir ese a cualquier costo para las fuerzas policiales, surge una vez más y todavía busca su respuesta.

El pasado 12 de marzo, en el marco de una movilización de jubilados reclamando una jubilación digna, la ministra de seguridad Patricia Bullrich dio la orden de liberar la zona. En el marco de dicho operativo, que contó con una represión brutal, el gendarme Guerrero disparó su pistola lanzagases de manera recta, impactando en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, que estaba cubriendo la movilización y aun continúa en grave estado. 

Dieciocho años después, la misma orden, el mismo procedimiento, el mismo riesgo, las mismas preguntas: ¿Quién nos cuida de la policía? El gobierno argentino, afortunadamente, parece dar sus primeras respuestas: hace dos días fue despedido de la Secretaría de Cultura Kaloian Santos, el fotógrafo que logró identificar quién fue el gendarme que realizó el disparo. De Guerrero, por ahora ni noticias.

Pedro Jalid

Profesor de Letras. Leo más de lo que escribo, trato de hacer más de lo que digo.

Clama el viento y ruge el mar

Clama el viento y ruge el mar

TIEMPO DE LECTURA: 12 min.

Nuestra patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas.

El viento frío pegaba de costa, allí en Puerto Argentino la brisa empujaba el mástil de La Sanmartiniana, todavía amarrada y con el motor averiado a pesar de semanas de trabajo en él. La corriente de aire se elevaba como diciendo: 

“Sí, yo voy a inflar las velas, me voy a encargar de llenarlas de patria y fuerza, los empujo, los devuelvo al continente, pero ustedes por favor no se dejen acarrear bajo la bandera de estos piratas hijos de puta”.

No hay puerto en el mundo en el que se pueda salir navegando a vela, uno debe salir propulsado a motor o remolcado por otra embarcación. Y al ser inviables los arreglos eléctricos del motor de La Sanmartiniana, la situación ameritaba que el velero argentino de dos palos sea tirado por una embarcación inglesa, bajo el resguardo humillante de estar bajo la orden de su bandera. 

Una nueva ráfaga se incrementó desde el corazón de la Isla, como si desde las viejas trincheras argentinas nuestros caídos estuvieran inflando sus pulmones y soplando. A esta bocanada se le sumó el tórax hinchado lleno de aire de Dardo Cabo, María Cristina Verrier, Antonio Rivero y sus gauchos. Sin preguntar y consensuar mucho, como esas cosas que uno hace atolondrado pero decidido bajo los impulsos irracionales del corazón, la tripulación desamarró los cabos de estribor de la Sanmartiniana quedando a merced y a disposición del viento.

No hubo tiempo para la especulación, para un último Padre Nuestro ni nada. La vela mayor se infló, y en un instante la cubierta del barco era un un revoleo de cabos, sogas y órdenes técnicas para zarpar en condiciones.

La Sanmartiniana se dejó impulsar hacia el sudeste de la Isla. Ajustes de timón, cabos de aquí para allá, las velas que se iban hinchando, y una vez cercanos a estrellarse con el pedazo de Isla que forma el puerto natural y protege ese pedazo de agua del Océano Atlántico, el velero viró por completo su rumbo, poniendo ahora el horizonte en el noroeste. Después de tantos meses parada y ultrajada, La Sanmartiniana comenzaba firmemente a navegar; volvía a sentir el impacto y la tensión del agua corriendo de lleno en su casco. Luego de unos cuarenta minutos con el noroeste como único objetivo, los montes de la Isla Soledad se agrandaron, como apareciendo de golpe, dando a entender que nuevamente había que virar y volver casi por el mismo surco de agua que habían dejado, ganando solo unos pocos metros.

Así estuvo la tripulación un buen rato de la mañana del domingo 27 de noviembre de 2016, pero a esta altura, desde sus Land Rover, los habitantes de las Islas miraban con cara de soberbia, -pero también sorprendidos- a ese velero oxidado de dos palos, que tanto tiempo había estado amarrado sin ninguna protección en las marinas de Port Stanley. Si lo habían dejado ahí tirado pudriéndose desde septiembre del 2015.

Lo tenían secuestrado y descuidado, pero no lo dejaban morir, porque ese velero de dos palos con nombre de libertador americano, arrebatado en aguas argentinas, no era otra cosa que un botín de guerra; un pedazo de patria robado por las fuerzas de la OTAN bajo la bandera inglesa. Lo poseían y alardeaban del mismo modo que se muestra un trapo robado de una hinchada a otra. Estaba ahí colgado en el alambrado y nos lo mostraban envuelto entre los colores de sus banderas, mientras se agarraban las bolas y la poronga, como diciéndonos: “dale cagones, vengan a buscarlo si les da la sangre”.

Esa mañana, casi de fines del 2016, la Sanmartiniana navegaba soberana por la bahía, y los kelpers sentían una indignación similar a la que sintieron aquel 22 de junio del 86, cuando ese morochito petizón saltaba aún más alto que Shilton, y con el puño escondido entre los rulos les marcaba el 1 a 0.

Luego de algunas maniobras más la tripulación se encontró frente al estrecho que daba fin a la Bahía, abriendo camino a la inmensidad voraz del Océano. Iba terminando así el primer gran paso de esta travesía que luego, en mar abierto, depararía seis días más. 

Frente al estrecho fueron los primeros gritos de alivio, de excitación, de victoria. Recién ahí la tripulación levantó la mirada, y entre el oleaje se toparon con la inmensidad de la Isla Soledad, con su geografía de ultramar, con los picos de sus montes negados a desprenderse de la Cordillera de los Andes, como gritando: “Yo soy la última vértebra de la columna del continente, yo soy América Latína, no se olviden de mí, vuelvan con más gente, organizados. Saquenme de encima esta base militar de la OTAN y estas casitas de mierda con arquitectura anglosajona”.

Hubo un silencio. Hasta el viento paró. Desde el mástil más grande, como el color del cielo y con un sol amarillo libertador, el pabellón patrio se fue elevando con nuestras Islas Malvinas de téstigos.

“Oíd, mortales, el grito sagrado

Libertad, libertad, libertad

Oíd el ruido de rotas cadenas

Ved en trono a la noble igualdad

Ya su trono dignísimo abrieron…”

Luego de cantar el himno y soltar un par de lágrimas, Cascote Bertola se bajó el cierre de su traje náutico, dejando ver el pecho bien inflado y su remera del MPR QUEBRACHO,  de su bolsillo sacó una pequeña vasija y entregó a ese viento que los había impulsado hasta recién, las últimas cenizas de Raúl “Boli” Lescano, militante del ERP-PRT y fundador del MPR QUEBRACHO en los años 90. Anteriormente, Cascote, había esparcido los restos del “Boli” en el Cementerio de Darwin, junto a los ex combatientes argentinos caídos en las Islas.

De esta manera, arrancaba ahora una nueva travesía y quizás uno de los hitos más importantes de la Náutica nacional en el Siglo XXI: volver a continente desde las Isla Soledad con un velero descuidado, sin motor, un teléfono satelital, gps, sextante, brújula y 6 patriotas llenos de dignidad.

Durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, la Fundación Interactiva Para Promover la Cultura del Agua (FIPCA), se adjudicó el velero escuela que pertenecía al Naútico San Isidro. Por aquellos años la embarcación se encontraba parada y deteriorada por el tiempo, pero anteriormente, con navegantes de nariz respingada y ropa cara, el velero de dos palos y doce camas que llevaba el nombre “Naútico”, había tocado distintos puertos del mundo, incluyendo varios embarcaderos de la Isla de Gran Bretaña. Contra todo postulado de costumbres y presagios marinos, además de hacerle los arreglos necesarios con mano de obra que aportaron distintas organizaciones populares, FIPCA decidió rebautizar al velero “Náutico” con el nombre “La Sanmartiniana”. 

No se puede defender lo que no se ama
No se puede amar lo que no se conoce

Bajo el Mar Argentino, duplicada como una segunda nación, yace la Plataforma Continental. Equivale al doble de la superficie terrestre nacional y son más de 4 millones de kilómetros cuadrados. 

“La plataforma continental comprende el lecho y subsuelo de las áreas submarinas que se extienden más allá del mar territorial y a todo lo largo de la prolongación natural del territorio. Jurídicamente la plataforma continental comienza donde termina el lecho y el subsuelo del mar territorial, que en la Argentina llega a las doce millas marinas medidas desde las líneas de base. Todo Estado ribereño tiene reconocida, más allá de este punto, una plataforma continental hasta las doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base. Sin embargo cuando la prolongación natural del territorio se extiende más allá de esa distancia, el Estado se halla facultado a establecer el límite exterior de su plataforma continental en lo que técnicamente se denomina “borde exterior del margen continental”.

En la Plataforma Continental descansa la Península Antártica, las Islas Orcadas del Sur, Islas Sandwich del Sur, Islas Georgias del Sur y las Islas Malvinas. 

“En este espacio marítimo el Estado ribereño ejerce derechos de soberanía a los efectos de la exploración y explotación de sus recursos naturales: minerales, hidrocarburos y especies sedentarias (langostinos, mejillones, vieiras, etc.). Estos derechos son exclusivos en el sentido de que, aun cuando el Estado ribereño no explore la plataforma continental o no explote sus recursos naturales, nadie podrá emprender estas actividades sin su expreso consentimiento. Además los derechos del Estado ribereño sobre la plataforma continental son independientes de su ocupación real o ficticia, así como de toda declaración expresa.”

Con el objetivo de popularizar la cultura del agua y dar a conocer las discusiones de la Plataforma Continental, las vías navegables internas y los derechos soberanos que tiene el pueblo argentino, FIPCA puso a punto el velero de doce camas y comenzó a dar pequeñas recorridas por las aguas del Río de La Plata, junto a los integrantes de las organizaciones populares que habían trabajado en su reparación. 

Desde las mismas marinas de San Isidro donde se paseaba gente en mocasín y ropa de lino, ahora la Sanmartiniana le abría la puerta a pibes que quizás tenían como pendiente en su vida conocer el mar. Entre el movimiento constante y desordenado de las olas rioplatense, los jóvenes aprendían a tensar un cabo, izar una vela y virar a babor y estribor, pero principalmente comprendían que ese río marrón, al igual que el Océano y las Malvinas era de ellos y había que cuidarlo, habitarlo y defenderlo.

Luego de varios meses haciendo pequeñas salidas por el Plata, se pudo consolidar una tripulación que sumado a la incorporación de Capitanes, Patrones de Yate, y Timoneles, decidieron remontar el Paraná. Convidar y democratizar la cultura del agua; incentivar a conocer y abrazar la soberanía nacional. Ese fue el objetivo principal de este proyecto.

Con la celeste y blanca flameando orgullosa, la Sanmartiniana surcó la Vía Troncal Navegable y no dejó puerto sin arribar. La defensa de la soberanía y la naútica popular se volvieron causa federal con el paso del velero por todas las Provincias del Litoral: Santa Fé, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones. Durante la larga travesía del Paraná la tripulación se fue renovando, y más de 3000 niños de escuelas cercanas a los distintos puertos que iban tocando, pudieron timonear el rumbo de la Sanmartiniana por el río argentino.

Dicha actividad dejó óptimas condiciones en distintos sentidos: por un lado tuvo un gran nivel de aceptación,  al mismo tiempo que fue generando entusiasmo y posibilidades de agrandar la tripulación para futuras instancias. Fue con estos ánimos que se proyectaron nuevos horizontes, esta vez surcando el agua verdosa y salada del Mar Argentino.

Con la Ciudad de Mar del Plata como objetivo, el 17 de noviembre del 2014 partieron desde la Ensenada Barragán, lugar dónde estallaron cañones patrios defendiendo nuestra tierra, tanto en la segunda Invasión Inglesa de 1807 como en los bloqueos a Buenos Aires de 1830.

En la mañana del 20 de noviembre, Día de la Soberanía, la tripulación llegó a la Ciudad de la feliz, a la Base Militar de Mar del Plata. La Base Militar que supo operar durante el Terrorismo de Estado recibía con honores a la Sanmartiniana, comandada por el Teniente de Fragata retirado, Julio Urien, militante Montonero y preso durante toda la dictadura. Para aquella misma fecha también se encontraba en el Puerto la Fragata Libertad y el submarino Ara San Juan. 

En el Astillero de la Base, el  velero de dos palos recibió un gran trabajo de carpintería y puesta a punto, teniendo en cuenta que el próximo objetivo de La Sanmartiniana sería navegar y habitar el Mar Argentino, desde las costas  marplatenses hasta hasta el Ushuaia.

Como viajero frecuente que llena el pasaporte de sellos o la mochila de banderas, la tripulación se propuso tocar todos los puertos de la nación que le faltaban sobre el litoral marítimo. Así fueron descendiendo por la Provincia de Buenos Aires para seguir rumbo sur por Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, llegando a Isla de Los Estados, el puerto más austral del mundo. 

En aquel largo y helado trayecto por el mar patagónico, la tripulación se permitió acercarse a la Cuenca de los Yaganes, ubicada al sur de las Islas Malvinas, para rendir homenaje a los 323 combatientes asesinados en el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, único barco de guerra hundido en la historia por un submarino nuclear, pero que además se encontraba fuera de la zona de guerra pactada entre la Armada Argentina y la Inglesa. En un salón lleno de niños de escuelas primarias, el homenaje fue transmitido en vivo  mediante radio satelital en el Museo Malvinas, ubicado en el predio de la Ex ESMA.

Una vez llegada a Isla de los Estados los logros que se podían enumerar de la Sanmartiniana eran muchos. Durante dos años había surcado los ríos interiores y también lo había hecho en el Mar Argentino. En sus distintas travesías pasaron más de 3000 chicos de distintas escuelas y alrededor de 2000 militantes que aprendieron de naútica y soberanía, y pudieron dimensionar la importancia de habitar y cuidar nuestra extensa patria. Además, la embarcación atracó en 38 puertos, logrando la totalidad de los embarcaderos argentinos.

En septiembre de 2015, volviendo de Tierra del Fuego con el rumbo puesto en Río Gallegos, una gran tormenta obligó a la tripulación a pedir socorro a un barco pesquero que estaba en la zona, dejando a la Sanmartiniana sola. El velero escuela de doce camas se perdió en la inmensidad del Océano Atlántico.

El mundo de la náutica está cargado de supersticiones, historias reales o ficticias donde los barcos tienen vida, y el peligro, la muerte, la soledad, el amor, olas gigantes, tempestades y amaneceres con tanta calma que generan locura, son relato común en cualquier charla que uno frecuente. Quienes han navegado las aguas argentinas o visto a la Sanmartiniana amarrada en algún puerto tienen muchas historias de este tipo.

Los primeros tripulantes que la arreglaron y navegaron dicen que el barco rechinaba y andaba lento, casi que terco, como si estuviese resistiéndose a su nuevo nombre vinculado al General San Martín, y que además estaba completamente negada a la presencia de los sectores populares durmiendo en sus camarotes.  Luego de remontar el Paraná y ser habitada por tantos niños comentan que sus velas comenzaron a inflarse con más fuerza y su andar comenzó a ser más calmo y ligero. Hay turistas que confirman haberla visto charlando en La Base Militar de Mar del Plata con la Fragata Libertad y el Submarino ARA San Juan.

Uno de los tripulantes que estuvo presente en el homenaje a los caídos del Crucero General Belgrano comentó que el barco dejó caer algunas lágrimas sobre la Cuenca de los Yagan. Y yo, quién escribe estas líneas, Felipe Bertola, afortunado de haberme paseado por la cubierta de la Sanmartiniana, les digo que era terca como una mula, porque era bien argentina. Y cuando notó que de Isla de los Estados fijaban el rumbo hacia Río Gallegos, ella sola se deshizo de toda la tripulación, para dirigirse de una vez por todas a su principal objetivo, el último punto nacional de su travesía, Puerto Argentino en la Isla Soledad.

* El 5 de diciembre de 2016 la Sanmartiniana amarró en Puerto Deseado, Santa Cruz. La trajeron al continente, navegando únicamente a vela. La tripulación estaba integrada por Luis “Cacho” Wettstein (Capitán), Héctor Casenave, Manuel Benzi, Enrique Estevez, José Bjerring y Carlos “Cascote” Bertola. Actualmente la Sanmartiana se encuentra bajo las órdenes de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y está destinada a llevar adelante misiones científicas en el Mar Argentino.

Felipe Bertola

Cuando estaba en la panza, mi vieja me cantaba “Significado de Patria” para tranquilizarme. En la comunicación y organización popular encontré la clave para poder “ser la revancha de todxs aquellxs”. Como todo buen platense, sé lo que es ganar una Copa Libertadores.

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Veteranas, mujeres de la guerra

Veteranas, mujeres de la guerra

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

En este nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, se torna importante honrar y reivindicar la participación de las mujeres cuya lucha y sacrificio por la recuperación de nuestras islas han sido injustamente opacados por el paso del tiempo y el silencio histórico.

Un soldado no muere
frente a la batalla.
Muere cuando su
patria lo olvida. 

Llegando al año 1982, Argentina atravesaba la última dictadura cívico-militar, autodenominada como “Proceso de Reorganización Nacional”, y liderada en ese momento por Leopoldo Fortunato Galtieri, quien había asumido como reemplazo de Roberto Eduardo Viola en diciembre de 1981. 

Con el discurso de Leopoldo Galtieri desde el balcón de la Casa Rosada se inició de manera oficial la Guerra por la recuperación de las islas, proclamando de esta manera ante el pueblo argentina una de la frases más recordadas de ese momento: “Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla”. La invasión a las Islas parecía un intento desesperado de la Junta Militar para consolidar su poder y distraer a todos de las crecientes crisis internas. 

En este marco, las mujeres cumplieron un rol clave que ha sido invisibilizado. Desde enfermeras y trabajadoras voluntarias hasta madres, hermanas y esposas que se encargaban de mantener la vida cotidiana en el hogar mientras sus seres queridos marchaban al frente, muchos de ellos para no volver o para ya no ser los mismos de antes. 

En poco más de dos meses, 23.428 soldados se enfrentaron al ejército británico con el propósito de restaurar la soberanía de las Islas, muchos de ellos siendo solo unos jóvenes de 18 y 19 años, sin ningún tipo de preparación militar y sin ningún tipo de armamento necesario para llevar adelante el combate. Entre aquellos soldados se encontraba un pequeño grupo de mujeres que se encargaban de curar y salvar las vidas de miles de combatientes, y pasarían muchísimos años antes de que el Estado les diera un reconocimiento. 

 

Ellas cumplieron un rol importante

La resolución 1438/12, emitida por el Ministerio de Defensa de Argentina, reconoció de manera oficial la labor que cumplieron las mujeres que participaron en el Conflicto del Atlántico Sur, conocido como la Guerra de Malvinas. A través de este documento se visibilizó el rol de enfermeras, instrumentistas quirúrgicas y otras profesionales que trabajaron en condiciones extremas, brindando atención médica  y ayuda logística durante la Guerra. Este grupo de mujeres civiles y profesionales sumaron un total de 16 veteranas, de las cuales poco se supo durante 30 años ya que sus historias fueron silenciadas y negadas en la memoria colectiva. 

El 8 de junio de 1982, las mujeres debieron presentarse a la madrugada para ser trasladadas en avión, luego en jeep y finalmente en helicóptero hasta el buque Irízar. Todas recibieron un tratamiento muy hostil, ya que luego de un viaje que duró más de 12 horas, fueron incluso consideradas como portadoras de la mala suerte por casi todos los soldados. 

Pertenecientes al Ejército Argentino:

 

Pertenecientes a la Armada Argentina: 

Pertenecientes a la Fuerza Aérea Argentina: 

Pertenecientes al Estado Mayor Conjunto: 

Maureen DOLAN
57 años, rectora de colegio.

Sylvia STOREY
51 años, traductora y bibliotecaria.

Cristina María CORMACK
20 años, estudiante universitaria.

Tras el anuncio oficial de la retirada del ejército argentino de las Islas Malvinas, el 14 de junio de 1982 que derivó en la rendición de las tropas ante las fuerzas británicas en el Puerto Argentino luego de semanas de conflicto, el papel de las mujeres volvió a tomar importancia, ya que tuvieron el rol activo de cuidar a los soldados, contenerlos, escuchar sus súplicas y sus pedidos desesperados de volver con sus familias. 

Una vez que regresaron al continente, el grupo de veteranas fue aislado por un tiempo en Comodoro Rivadavia, para así evitar que contaran todo lo que habían vivido a su regreso del Hospital Militar Central. Luego se supo que esta “maniobra” fue parte del plan conocido “desmalvinización” que se intentó instalar después de la derrota. 

Tan solo luego de tres décadas, las veteranas fueron reconocidas oficialmente y se les entregó medallas de honor en calidad de veteranas femeninas de guerra, honrando de esta manera su lugar en la historia.

 

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