*Por Mora Zapata
Por arriba, los dueños de un mundo consumido.
Se reparten territorio, cual fichitas del tablero.
El objetivo es siempre el mismo, destruir al jugador mas débil, de ser imposible al jugador de la izquierda. Con un plan táctico y estratégico cotidiano designan los colores al azar, cada uno con sus reservas infinitas para la guerra entre trabajadores.
Por abajo, Sudamérica.
Una patria distinta enfrenta otro día de contradicciones.
Desde ese pedacito de tierra, que contiene glaciares y desiertos, mares, ríos, montañas de picos helados y calores intensos, nace el delirio místico de una Nación que se jacta de ser auténtica y patriota pero progresista, buena persona… una buena mina que se yo, lo que se dice compañera.
Ahí encontras lo que se te ocurra, siempre vanguardia. Primeros en mucho y últimos en darse cuenta… (de lo que tienen hasta que lo pierden).
En resumen, un lugar bárbaro. La tierra privilegiada siempre Argentina, la del suelo rico en minerales, el granero del mundo, la carne más tierna, los frutos del barro fértil en las memorias de los pueblos ancestrales, los destinos turísticos… ¡Envidiados por cualquier país de Europa! ¡Casi Suiza! Si no fuera por la gente… LA PO LÍ TI CA…
Pero por arriba, el peligro.
Un magnate millonario se compra un pajarito que tiene boca pero no oídos. Le pone una bolsa negra con una equis en la cabeza y obliga al mundo a mirarlo y a discutir sobre él.
El ex arquero de Chacarita Juniors en un ataque de revelación divina busca un reemplazo a la soledad. Decide dedicarse a la economía porque esta harto de zurrdos, zurdos de mierda, por ustedes estamos como estamos, porque o sea digamos es eso, les gusta mantener vagos.
Al pajarito le encanta.
Aparentemente hay vagos que se dedican profesionalmente a encontrar formas para no tra-ba-jar.
¿Porque mierda no les gusta el consumo sin sentido y ver al otro como un producto?
¿Qué les dieron de chicos?
¿AMOR?
Algo así quiere decir el muñeco de turno pero sus labios no los maneja él. Los hilos de su marioneta andan lejos, desparramados entre continentes, pero la mano que mueve la boca anda bastante cerca.
Quería su segunda vuelta porque este otro también fue un nene despreciado por su padre, pero muy caprichoso y consentido siempre, y se acordó que su papá, le enseño a usar a la gente como escudo. Así que mueve las manitos y con ayuda de sus amigos, dueños de unos cuantos monigotes, apuestan por el economista.
Esta vez con una onda bien relaxxx y roquera, que diga todo, que no se calle nada, que le ponga onda que eso recontra garpa en redes, la gente esta re cansada de los tipos mAinstRiM, hay que darles SHOW.
¿Será que con tanto pelo que tiene no se le ven bien las ideas?
Una generación nacida en democracia aprende sobre libertad en un espejo de colores que refleja realidades distorsionadas. Le pone like y dice que están basados, que tiran altos factos, que esta modernidad inútil no la ve, pero que así se gana guita de verdad, y eso es lo que todos queremos al final, ver-guita.
Pasó que el reloj biológico quedó desorientado después de la siesta pandémica y el futuro anda repitiendo al pasado. El lazo social se fue deshilachando y tenes para elegir el hilito que más se adapte a tu realidad aspiracional. El daño irreversible ya está hecho, nada que resulte de un aislamiento mundial obligatorio puede salir bien.
Le entregó las riendas al propio pueblo, salió mal.
Malió sal y pimienta en forma de aceite sobre los ojos de los manifestantes.
Silenciando la voz de los que todavía defienden el camino colectivo se atravesó un ómnibus de mierda que va sin freno y con los papeles flojísimos.
Viene manejando una tiranía que decretó necesidad y urgencia de vender todo rapidito antes de que se lo coma la inflación.
Pero se termina el receso y el pueblo sube al colectivo. Lento pero seguro hace memoria y se acuerda de sus derechos. Apoya la sube y ve subir el costo pero no el salario. Sube también el instinto primario de supervivencia y justicia.
¿Cómo puede ser que siempre pierda?
Retroceden un paso los enemigos del progreso soberano. Cantan victoria por un rato aquellos eternos creyentes. Un congreso desencajado inhala profundo, exhalando esperanza por dentro y por fuera.
Queda otra página para dar vuelta el relato, hasta que la fuerza del mito popular caiga por su propio peso simbólico. Para que los protagonistas de esta historia verídica, anuncien los anhelos de sus destinos. El próximo capítulo será nuestro, cuando la verdad de la realidad organizada escriba su propia historia y haga justicia por mano propia, justicia social.


Hermosas, crudas y justicieras palabras.