El presidente de la Nación realizó su descargo ante la frustrada derrota de su espacio político a través de un preocupante mecanismo en donde denigra a quienes votaron en contra de diversos artículos de la Ley Ómnibus. Sin capacidad de diálogo ni tolerancia a las disidencias, el oficialismo sufrió un duro revés.
Una vez más, la inexperiencia política del gobierno oficialista de La Libertad Avanza (LLA) quedó expuesta ante toda la Argentina. En una jornada histórica para la historia del país, el grupo violeta descarriló su ómnibus debido a una falta flagrante de practicidad, negociación, discusión y pragmatismo. Ahora el proyecto de ley que intentaba ser aprobado por atropello deberá volver a boxes y rehacerse desde cero. El conductor del proyecto, ni más ni menos que el presidente de la Nación, Javier Milei, no parece haber entendido las leyes de tránsito, y resolvió publicar en una “lista negra” los nombres de los diputados que le dieron luz roja en el semáforo.
El proyecto de ley llamado “Bases y Puntos para la libertad de los argentinos” comenzó su trayecto y continuó todo su recorrido parlamentario con irregularidades. Desde su tratamiento en comisiones, el texto fue modificado en reiteradas ocasiones, con la quita de casi la mitad de los artículos totales, que se redujo desde más de 600 hacia 383. Una vez que el texto obtenía los votos necesarios para girar a la Cámara de Diputados, los oficialistas volvían a colocar artículos quitados debido a las negociaciones con opositores dialoguistas. También, llegado el primer día oficial de discusión en la Honorable Cámara, el texto del dictamen oficial no existía, hecho que se estiró hasta la tercera jornada del día viernes, cuando el proyecto se aprobó en su generalidad. Todo esto sin mencionar que en cada aprobación, LLA consiguió el quórum de la misma manera que los votos para gobernar: en disidencia. De hecho, de los 55 votos obtenidos en comisiones, 34 fueron en este sentido, en búsqueda de discutir “artículo por artículo”.
El hecho es que la abstracción del contexto sociopolítico con la que los oficialistas llevan adelante su mecánica de gestión hizo que lo sucedido ayer en el parlamento sea una sorpresa; y es que pareciera que los violetas contaban con que la votación positiva en general se traduciría a una votación total en particular. “Al oficialismo le pedimos que tenga alguna cuota de flexibilidad. Les encanta seguir perdiendo”, había anticipado durante la sesión Miguel Ángel Pichetto, presidente de Hacemos Coalición Federal, de los opositores mas “dialoguistas” y dispuestos a darle gobernabilidad a LLA.
Sin embargo, los libertarios tenían otros idealismos proyectados, y luego de ver que no era posible aprobar todo tal cual estaba escrito, los ánimos comenzaron a caer en picada. Cerca de las 18:30 horas fue el propio Pichetto quien visualizó que ni siquiera sus compañeros de banca acompañarían en el capítulo de privatizaciones, por lo que solicitó un cuarto intermedio de “15 minutos” para afinar algunas cuestiones entre el presidente de la Cámara, Martín Menem, y los jefes de los bloques dialoguistas. Finalmente, el debate a espaldas de Unión Por la Patria -que se mostró rotundamente en contra de la ley-, se extendió durante más de una hora, en donde las negociaciones se empantanaron aún más. De regreso al recinto, en una inminente derrota política, el jefe del bloque de LLA, Oscar Zago, solicitó levantar la sesión, lo cual anula por completo el documento y desciende la discusión a la foja cero en comisiones.
El broche de oro a esta escandalosa situación, que comenzó el primer día de discusión con la polémica autoproclamación del diputado José Luis Espert como presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, fue ni más ni menos que al buen estilo libertario, sellado, por supuesto, por Javier Milei. A través de su red social de X, luego de visitar “el muro de los lamentos” en Israel, el presidente publicó a modo de “lista negra” los nombres de los diputados que no acompañaron distintos artículos, pero que si le habían dado el visto bueno para la discusión.
“AQUÍ LA LISTA DE LOS LEALES Y LOS TRAIDORES QUE USARON EL DISCURSO DEL CAMBIO PARA PODER RAPIÑAR UNA BANCA… PASEN Y VEAN A LOS ENEMIGOS DE UNA MEJOR ARGENTINA…”, expresó Milei, acompañado de una foto donde enaltece a quienes votaron en positivo y demoniza a quienes lo hicieron en negativo. Si bien este mecanismo suele usarse en sectores militantes, que el funcionario de máxima autoridad del país se comporte de la misma manera no solo alarma y preocupa, si no que refleja la falta de madurez política y hasta incluso emocional de los oficialistas.