Libres o esclavos

Libres o esclavos

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“El único nacionalismo auténtico es el que busque liberarnos de la servidumbre real. Ese es el nacionalismo de la clase obrera y demás sectores populares, y por eso la liberación de la Patria y la revolución social son una misma cosa, de la misma manera que semicolonia y oligarquía son también lo mismo”

John William Cooke

La historia nacional parece repetirse constantemente: cambian nombres, siglos y maneras, pero los debates que se dan hoy siguen siendo los mismos que dieron hace más de 200 años. De hecho, si miramos el ala conservadora de la política nacional, se puede comprobar que los nombres no variaron tanto. Ahora bien, lo que sí se fue modificando fue la densidad y la calidad del debate. ¿Es comparable el manifiesto político desarrollado por Sarmiento en el Facundo con los libros de Macri, Vidal y Carrió? ¿Cómo olvidar la denuncia por envenenamiento al presidente realizada por esta última por vacunar a la población con la vacuna Sputnik? ¿Será, acaso, tal y como dijo Marx , que “la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”?

En concreto, la puja en Argentina sigue siendo entre, por un lado, aquellos que quieren un país soberano y autónomo y, por el otro, aquellos que buscan únicamente el beneficio propio y el de su clase. De hecho, se podría afirmar que el principal problema que tiene el país se encuentra en la obstinación de estos estratos sociales de ceder un poco de su poder: precisamente, desde los albores del nacimiento del país se opusieron constantemente a los sucesivos planes de industrialización. Su obstinación fue tal que ni siquiera cedieron en la crisis del 30’. Tuvieron que pasar 15 años para que Argentina comenzara, de la mano del peronismo, a fomentar la industria nacional.

Cuando comenzó la pandemia muchos analistas advertían al fenómeno epidemiológico como un catalizador de procesos sociales, puntualmente, como un agente que profundizaría desigualdades. No obstante, el Covid también puso en tensión a la política tradicional, teniendo como principal resultado la polarización de los discursos, fundamentalmente los de derecha. Lo que sumado a un largo proceso de atomización social y pérdida del lazo social producto de discursos individualizantes propios de un sistema enajenante mejor conocido como capitalismo, puede  devenir en un aumento paulatino de la violencia.

La piedra en el zapato de las democracias modernas

Es bajo ese prisma que hay que observar lo que está sucediendo en la coyuntura política nacional, más precisamente en la puja puertas dentro de la oposición, que está ganando el sector más radicalizado con Mauricio Macri y Patricia Bullrich como caras visibles. De hecho, se podría pensar en el fallo inconstitucional de la Corte Suprema el último DNU de Alberto Fernández como consecuencia de este fenómeno, que, dicho sea de paso, desenmascaró definitivamente los intereses del partido judicial y confirmó la teoría de Cristina Fernández, que sitúa al poder judicial como un actor clave en la persecución de dirigentes políticos vinculados al progresismo.

Lo más aberrante no es que este sector no es elegido por el voto popular, o que se perpetúan en sus cargos hasta sus últimos días de vida, sino que recientemente se descubrió -gracias a una investigación de El Destape- que, por ejemplo, el juez Mariano Borinsky visitó la quinta de Olivos por lo menos 15 veces cuando Macri era presidente. Lo más importante es que las fechas de las visitas coinciden con “la reapertura de la denuncia del fiscal Alberto Nisman, la mediática ‘Ruta del dinero K’, la causa Dólar Futuro, la de la Obra Pública de Vialidad en Santa Cruz y hasta el caso Ciccone contra Amado Boudou”.

Algunos podrían pensar que el accionar del poder judicial afecta únicamente al establishment político, sin embargo el fallo en contra del DNU que establecía el acceso a los servicios de internet y telefonía como un derecho humano y ponía topes a los aumentos, dio luz verde para que las corporaciones que monopolizan estos servicios puedan aumentarlos a gusto y piaccere. Este hecho profundiza la brecha digital en momentos donde la educación en todos sus niveles se realiza de manera remota, sobre todo si se tienen en cuenta los cuatro años de desmantelamiento del programa Conectar Igualdad.

Resulta claro que la reforma judicial es uno de los principales objetivos que debería perseguir el gobierno nacional para poder alcanzar así una justicia efectiva, que represente verdaderamente al pueblo argentino y deje de ser el caballo de batalla de la derecha liberal a la hora de cercenar derechos y perseguir dirigentes populares. Las catacumbas de Comodoro Py y los monopolios mediáticos continuarán operando para que esto no suceda, pero si hay algo que, a más de 100 años de su nacimiento, nos enseñó Eva Perón es que todo es realizable si hay decisión política.

La concesión de la Hidrovía ¿Oportunidad desperdiciada?

Otro de los temas trascendentes del devenir político está en los destinos de la concesión del dragado y control del río Paraná, tal vez el afluente de agua dulce más importante del país, ya que a través de este pasan alrededor del 80% de las exportaciones nacionales. Hecho no menor es que también es la ruta predilecta de los grandes empresarios a la hora de contrabandear toneladas y toneladas de granos, lo que explica por qué Paraguay es uno de los principales exportadores de este grano cuando sus cosechas no se condicen con tal situación.

El problema -aunque no tendría por qué serlo- es que la concesión, realizada durante el menemismo, que le daba a la empresa belga Jan de Nul el derecho de dragado y balizamiento del río, venció a fines de abril, lo que sucitó una serie de reclamos a favor de la estatización del afluente de agua. Esto le permitiría al Estado nacional no solo tener control sobre las exportaciones, sino también hacerse con un importante ingreso de dinero. Este es un factor trascendental: según distintos especialistas, le permitiría al gobierno hacerse con los U$S 200 millones que se facturan anualmente, brindándole una oportunidad única para invertir en la industria nacional o para solventar la agobiante deuda externa.

Si bien la concesión se prorrogó solo por 90 días para dormir cuál va a ser el camino a tomar, distintas fuentes del gobierno desalientan la idea de que el Estado se haga cargo de la operatividad del río, aduciendo que no cuentan con la capacidad para hacerlo, un argumento que se cae cuando se tiene en consideración que previo a los años 90’ era el Estado nacional quien se hacía cargo del río. Resulta llamativa la falta de voluntad política en recuperar la navegación de un curso de agua que nunca debió dejar de ser exclusiva ¿O acaso alguien más que los yanquis navega el río Mississippi?

Sea reforma judicial, estatización de Vicentin o del río Paraná, la cuestión de fondo es cuál es el poder real del aparato estatal ¿alcanzar? ¿el poder político implica acceder al poder real? Ciertamente no. De cualquier manera, hubo sobradas muestras a lo largo de la historia que si se gobierna con decisión, y sin mirar con un ojo Twitter y con el otro a los medios hegemónicos, se pueden hacer grandes cosas. Otro de los desafíos será sostener la unidad en el tiempo que viene, ya que si mantener esta condición implica sacrificar operatividad habrá que repensar las lógicas sobre las que se funda este gobierno de coalición.

Nicolás De La Iglesia
Nicolás De La Iglesia

Existencialista. La cuestión del «ser» me parece inabordable. El humor es mi bálsamo, la tabla con que surfeo la ola de mierda que puede ser la realidad. Hace poco me dí cuenta que siempre fui peronista.

Trabajadores de la Algodonera Avellaneda y el efecto Vicentin

Trabajadores de la Algodonera Avellaneda y el efecto Vicentin

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Era jueves 9 de julio y en el punto más icónico del país, según predica el porteño-centrismo, decenas de personas envueltas en banderas azules y blancas ostentaban su nacionalismo para manifestarse en contra de la intervención estatal de Vicentin. A casi 800 km de distancia, en la pequeña localidad santafesina de Reconquista, les trabajadores de la Algodonera Avellaneda, parte del grupo Vicentin, realizaban una caravana y un banderazo junto a coordinaciones multisectoriales a favor de la intervención en la empresa y visibilizando las precarias condiciones laborales que llevaron a una gran, pero pequeña, polémica.

Dos situaciones simultaneas bajo la misma discusión, pero con realidades -y repercusiones- que no se acercan en lo más mínimo.

Conflicto salarial

Fuente: reconquista.com.ar

La Algodonera Avellaneda pertenece al grupo Vicentin y tiene su sede en el Parque Industrial de Reconquista. Les trabajadores realizan reclamos hace tiempo por condiciones laborales dignas: sus salarios varían entre los 20 y 25 mil pesos mensuales promedio y solo se les abona la parte que aporta el gobierno nacional bajo el programa ATP, la otra parte faltante -la diferencia entre el monto del ATP y los sueldos- se “completa” con bonos por carne de Friar y aceite de la marca del conglomerado.

A raíz de esto, el 6 de julio se llevó a cabo una reunión entre les trabajadores algodoneros y les representantes de Vicentin. La jornada concluyó con la supuesta promesa de sumar 1.500 pesos por mes al salario, pero a las palabras se las llevó el viento. No hubo tal acuerdo y les trabajadores decidieron arrancan el acampe por tiempo indeterminado en la entrada del predio.

Además, por no avalar las medidas de fuerza y desproteger a les trabajadores, estos se desafiliaron del gremio, la Asociación de Obreros Textiles (AOT), y se pasaron al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmontadores de Algodón de los Departamentos General Obligado y San Javier, perteneciente al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmontadores.

Desde ese lunes, les trabajadores permanecen por turnos en las carpas que levantaron afuera de la planta. La medida paraliza el funcionamiento de la empresa y sólo deja entrar al personal necesario para garantizar la seguridad.

“Vicentin factura más de 220 mil pesos por minuto. Y paga 100 pesos por hora y 10 pesos por antigüedad a los trabajadores de la Algodonera Avellaneda”

Diputado Carlos Del Frade para Rosario/12[1]

Banderazo

El 9 de julio, como todo día patrio, se llenó de significados de diferentes intérpretes a lo largo y ancho del país. Este año, atravesado por circunstancias conflictivas, fue el escenario de una indudable disputa por el sentido común: a favor y en contra de la estatización de Vicentin.

Ciudadanos nacionalistas de la capital argentina se reunieron en el obelisco a cacerolear bajo consignas diversas, pero aglomeradas bajo el descontento con el gobierno de turno y sus medidas tomadas a lo largo del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO).

Del otro lado del país, las cacerolas sonaban con un tono diferente y por una razón muy distante a la porteña. Les trabajadores de la algodonera participaron de la caravana y banderazo a favor de la intervención estatal a la cerealera, impulsada por coordinaciones multisectoriales del Sindicato de Aceiteros y Desmotadores de General Obligado, del Sindicato Aceitero de Rosario y de la mayoría de les trabajadores de toda empresa perteneciente al conglomerado Vicentin, junto a numerosas organizaciones sociales y militantes del campo nacional y popular.

Fuente: Raya Al Medio

La movilización del interior del país, particularmente del lugar en donde el verdadero conflicto de Vicentin radica, fue poco cubierta por los medios hegemónicos nacionales o ni siquiera apareció en sus agendas. El reflector de luz estuvo en el obelisco que conformó un show digno de la calle Corrientes aglomerando a sectores opositores del gobierno nacional, a anti-cuarentena y conservadores nacionalistas.

Las agendas mediáticas llevaron a que los discursos se moldeen de tal forma que sólo las aristas cubiertas por los grandes medios fueron las que entran en debate. Escenas como las que se dieron en Rosario y en Reconquista quedaron al margen, escenas en donde aparecieron las voces de les que no sólo ven la problemática, sino que la viven. De esta forma, se intentó visibilizar el núcleo de su conflicto, ya que las prácticas irregulares del gran conglomerado agroexportador corresponden con las de la empresa algodonera que les emplea, y no hay otras formas de combatirlas que apoyando medidas interventoras para hallar una respuesta alternativa.

La audiencia que no fue

Luego de semanas de acampe y lucha sin respuesta, el miércoles 22 de julio en la sede del Sindicato de Trabajadores Municipales de Reconquista, se llevaría a cabo una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe. Pero la representación patronal no se presentó en el lugar, dejando hablar a la ausencia.

Se estima que les patrones no están contentos con las medidas de fuerza de les trabajadores, y aún menos con su participación en la manifestación “pro intervención de Vicentin”. Sin embargo, les algodoneros decidieron reforzar sus convicciones y continuar con el acampe y bloqueo de la entrada a la empresa.

Apriete policial

El 31 de julio se llevó a cabo una volanteada en la ciudad de Avellaneda como nueva forma de acción y visibilización, que fue interrumpida por agentes de la policía de Santa Fe, quienes reclamaron datos personales y les sacaron fotos con la excusa de que era rutina.

Fuente: Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores de Algodón de los Departamentos General Obligado y San Javier

En el comunicado del gremio se explicó que los patrulleros se dirigieron específicamente al grupo de diez trabajadores que cumplían todas las medidas sanitarias y de distanciamiento correspondiente a la fase 5 que rige en la provincia.

No es dato menor que el intendente radical de la localidad -y simpatizante cambiemista-, Dionisio Scarpín, convocó en diferentes ocasiones a manifestaciones en contra de la intervención de Vicentin. “Cuando ellos vienen acá a hacer manifestaciones nadie les dice nada. Nosotros éramos 10, todo con respeto y fuimos intimados por la policía. Que sepa la sociedad cómo somos tratados”[2] relató una de las delegadas.

Es fácil notar las diferencias entre los diversos actores que ocupan las calles en este contexto tan utópico que nos aísla. Se encasillan las luchas para determinar cuál merece ser vigilada de cerca bajo el ojo de la gorra y cuáles no.

En el caso de la estatización de Vicentin, aspiración que hace pocos días se dio de baja, las discusiones rondaron, por una parte, en el sentido equivocado. El debate político sobre la empresa y lo que significaba la intervención por parte del Estado llenó todas las pantallas del país, dejando al margen, en la mayoría de las veces, las situaciones reales de problemas verdaderos que vivían y viven las personas afectadas directamente por las maniobras fraudulentas de la empresa: les trabajadores.

Si el foco de la discusión hubiese estado ese 9 de julio en las calles de Reconquista en vez de en el microcentro porteño ¿Se hubiese dado la oportunidad de ampliar el espectro de pros y contras en el conflicto para incluir a les que viven la situación? Nunca sabremos la respuesta exacta, pero me atrevo a predecir que el debate mediático farandulero hubiese encontrado otra escapatoria con tal de no dar una de las verdaderas disputas necesarias para tratar el tema.

Las calles intentan ser ocupadas por sectores opositores alardeando de que son la voz del pueblo mientras aturden con sus cacerolazos. Sin embargo, las calles no están totalmente vacías para ser tomadas, están cargadas de sentimientos y significados de años y años de luchas. En el interior del país también se dan batallas, y de las más olvidadas. Abrir los ojos es saber de qué lado mirar y notar qué cacerolas están vacías de verdad.


Referencias:
[1] https://www.pagina12.com.ar/276922-los-obreros-no-viven-entre-algodones
[2] https://www.anred.org/2020/07/31/santa-fe-policia-provincial-amedrenta-a-trabajadores-y-trabajadoras-de-algodonera-avellaneda/


Agustina Flores
Agustina Flores

Soy hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Pasar a la ofensiva: con cuarentena y en pandemia

Pasar a la ofensiva: con cuarentena y en pandemia

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

No se puede esperar a que la derecha duerma o cambie. Estos días asistimos a la profundización de una estrategia elaborada por quienes desde los sótanos de la democracia mueven hilos poderosos. Porque son esos lugares los que corren peligro si se profundiza el gobierno de Alberto Fernández hacia una respuesta nacional y popular para enfrentar la pandemia del COVID-19.

La derecha ha retomado la calle, en días patrios (25 de mayo – 20 de Junio) enarbolando la bandera argentina, con una mixtura ideológica que dificulta su comprensión, que se vuelve meme y ahí se disipa el problema, pero no se explica. La ocupación del sentimiento patriótico por parte de la derecha, como decía, con vigencia, Arturo Jauretche, “se parece al amor del hijo junto a la tumba del padre; el nuestro, se parece al amor del padre junto a la cuna del hijo (…) Para ustedes la Nación se realizó y fue derogada; para nosotros, todavía sigue naciendo”. Renovadas fuerzas luego del letargo, la derecha activa sus constructores de sentido, sus medios de comunicación, su poder judicial. Pero fundamentalmente asistimos a una nueva composición de la lucha política por la ocupación del espacio público. La desarticulación discursiva del neoliberalismo derrotado muta y se re-articula alrededor de nuevas múltiples consignas, no importa que no configuren (ahora) una síntesis, ni incluso que sean contradictorias, porque todas ellas tienen por objetivo el desgaste del gobierno de Alberto Fernández.

El Gobierno argentino ha sido reconocido mundialmente por la fortaleza y la política humanitaria que logró imponer ante la crisis provocada por el COVID-19. Pero amanece el invierno y la Argentina se encuentra en un punto clave de la evolución de la enfermedad. Fundamentalmente la Provincia de Buenas Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen un complejo estado de situación de la capacidad sanitaria para afrontar los contagios. A la par, el Gobierno transitará una dificilísima situación en términos presupuestarios: hoy la economía privada está siendo altamente subsidiada en forma directa e indirecta por el Estado.

En este contexto es NECESARIO y URGENTE la profundización de medidas que apunten a recuperar los engranajes de la economía nacional, sobre todo, en áreas estratégicas como la exportación de materias primas. En ese sentido, la expropiación de Vicentín conquistó rápidamente el apoyo de miles de organizaciones sindicales y de fuerzas populares; pero lo mismo, la negociación parece establecerse en un punto intermedio y la derecha activó sus fuerzas.

Es NECESARIO y URGENTE un impuesto a las grandes riquezas para paliar el presupuesto para políticas de salud, educación y trabajo. Ambas medidas simbólicamente expresan una ruptura fundamental, “el Estado tomando lo privado”, el miedo de quienes estafaron al Estado y la caradurez de quienes han amasado grandes fortunas GRACIAS a la ayuda del Estado y al pueblo argentino. Porque no hay que olvidar, la riqueza la producimos les trabajadores.

Nada de “lo privado” puede existir en un mundo globalizado en nuestros países nuestroamericanos, que no dependan de la protección de Estado. El dilema filosófico o moral respecto de la propiedad privada no es en realidad el meollo de la cuestión. Sino que lo que está en juego es la insultante desigualdad en un país con insultantes riquezas construidas desfalcando al Estado (modus operandi de la familia Macri siempre). Entonces ¿qué es lo privado y qué es lo público? La naturaleza de lo público es pelear por su imposición como destino común. Esa imposición es fundamentalmente una cuestión cultural. Y el valor que ocupa el discurso de quienes toman el espacio público para manifestarse tiene el carácter de imponer su palabra como sentido de lo común.

Hay que recuperar la iniciativa. La pandemia ha puesto a prueba la conciencia colectiva de nuestro país, en el medio de un suceso histórico mundial sin antecedentes. La imaginación política de la que se nutre la clase trabajadora y el pueblo es fruto de sus convicciones y de las circunstancias. Hay que recuperar el espacio público aún en tiempos de cuarentena y afirmar en él la fuerza organizada del pueblo por una Argentina para todos y para todas. El 9 de julio es nuestro.


<em>Agustín Rosón</em>
Agustín Rosón

Soy docente y militante sindical de la Corriente 19 de Diciembre en el Suteba y la CTA de les Trabajadores. La igualdad como bandera. Licenciado en Antropología. Miembro de la Red DHIE.

La batalla más dura

La batalla más dura

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POR NICOLÁS DE LA IGLESIA*

En medio de un mundo literalmente en llamas, en Argentina, la oposición solo busca avivar esa llama y que todo arda. A todo esto ¿el Gobierno Nacional tiene un mata fuegos?

La realidad parece cada día más compleja y al mismo tiempo más absurda. ¿Debería hacerse un análisis de les mononeuronales que rompieron el aislamiento para defender a un empresa que defraudó al Estado? ¿Cuál es el peso específico que tienen un puñado de personas vociferando idioteces? ¿Por qué el Gobierno Nacional no siguió adelante con la expropiación de Vicentín? ¿Y el impuesto a la riqueza? ¿Cuáles son las campanas que susurran al oído de A. Fernández?

La vida política argentina se caracteriza por ser vertiginosa y por sobre todas las cosas un terreno fanganoso y oscuro. Dentro de ese terreno viscoso hay espías, operadores políticos, lobbys empresarios y demás alimañas que este hermoso sistema alimenta día a día. La realidad pasa a ser un terreno difuso, los análisis quedan cortos y muchas veces parecen pedalear en el aire.

A principios de la cuarentena, cuando todo era color de rosas y los diarios argentinos compartían una misma tapa, se osó poner en discusión si ese 1% de la población más rica debía pagar más impuestos. Es más, el Presidente expresó en una conferencia de prensa que en esta oportunidad debían perder ellos. Automáticamente se activaron las furibundas campañas mediáticas poniendo en cuestión estas palabras y acto seguido el cúmulo de mononeuronales salió a cacerolear.

Las similitudes con el caso Vicentín están a la vista: lo que parecía una excelente noticia para el país, termina siendo un tema que se está extendiendo demasiado y en dónde el Gobierno nacional quiere dar lugar a una imagen de dialoguista. Ahora bien, cuáles son las posibilidades de diálogo cuando del otro lado lo único que quieren es limar la imagen presidencial. A la oposición no le importa convocar a movilizaciones, a las cuales los principales dirigentes no asisten, y que pueden llegar a costar cientos de vidas. Vale la pena recordar que a este sector nunca le importó utilizar al pueblo argentino como carne de cañón para su beneficio personal.

La pregunta es ¿cuál es la verdadera correlación de fuerzas hoy en día? Ciertamente ocupar el despacho presidencial es una carta importante a la hora de querer imponer una cosmovisión. Sin embargo, nunca fue suficiente y hoy en día se hace necesario replantear la estrategia en esta “guerra mediática” que se está llevando adelante contra el gobierno de Todes. Hasta el momento nadie usó esa palabra para calificar a lo que está pasando, pero la realidad no admite otro calificativo.

Lo cierto es que no se puede querer llegar a consensos cuando de la otra vereda lo único que quieren es embarrar la cancha. Tampoco se puede aumentar la apuesta, de eso ya aprendimos en el último gobierno de CFK, en donde la retorica se basó en la confrontación, sin medir el impacto que tendría sobre una clase media barrilete, despolitizada y colonizada. La clave está en cómo poder interpelar a estos sectores de la población. Sin embargo, ¿es posible interpelar a un sector profundamente racista y clasista? ¿Cómo se cambia este círculo vicioso en donde parte del pueblo pone palos en la rueda a cada acto medianamente emancipatorio?

Algo a tener en consideración y que se sabía desde un principio, es que el Frente de Todes es un armado por demás heterogéneo. En el mismo podemos poner de un extremo a Sergio Massa (su silencio sobre las dos cuestiones abordadas más arriba muestra su posición) y en el otro extremo a Juan Grabois. Es tarea entonces de Alberto Fernández y su gabinete poder generar los consensos necesarios para avanzar con unidad.

Tal vez la alternativa para poder llevar adelante las reformas estructurales que son vitales para el futuro del país en los años que vienen, sea llevar estas discusiones de manera más escalonada. Por ejemplo, la cuestión impositiva puede ir siendo de manera gradual hasta llevar a la Argentina a niveles más respetables de incidencia de impuestos a grandes fortunas en el PBI.

La discusión subyacente a todas las problemáticas que atraviesan la coyuntura política es meramente simbólica. Algo no menor, es que las palabras moldean el mundo que nos rodea, le dan forma y condicionan nuestra existencia. Nada existe por fuera del discurso, por lo que es el principal andamiaje en dónde se construyen los imaginarios colectivos y dónde se dan las verdaderas batallas por el poder. Hasta el momento los gobiernos nacionales y populares no pudieron encontrarle la vuelta para hacerle frente a este factor tan importante. Hasta el momento la era de A. Fernández está signada por un camino tumultuoso en dónde no se impondrá quién mejores argumentos esgrima, sino quién utilice mejor las herramientas que tiene a su alcance para hacerse con el imaginario popular.


* Existencialista. La cuestión del "ser" le parece inabordable. El humor es su bálsamo, 
la tabla con la que surfea la ola de mierda que puede ser la realidad. Hace poco se
dio cuenta que siempre fue peronista.
El problema es la concentración de la tierra

El problema es la concentración de la tierra

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POR NICOLÁS SAMPEDRO*

…bestialidad que no tiene una frontera determinada ni pertenece a un país determinado.
Bestias fueron las hordas hitleristas, como bestias son los norteamericanos hoy, como bestias son los paracaidistas belgas, como bestias fueron los imperialistas franceses en Argelia. Porque es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, la que los convierte en fieras sedientas de sangre que están dispuestas a degollar, asesinar, a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un partidario de un régimen que haya caído bajo su bota o que luche por su libertad.”

Comandante Che Guevara 

Salvando las evidentes distancias, las palabras del Che sirven de analogía para comprender el comportamiento que tuvo el poder real en Argentina -y sus voceros mediáticos- desde que el pasado lunes el presidente argentino anunciara la intervención de la empresa Vicentín y el envío al congreso de un proyecto de expropiación de esta empresa. El dicho popular afirma que “para muestra, un botón”… y eso que no se habló de reforma agraria.

Amén de ello, queda claro que lo que puso sobre la mesa el COVID-19 son las grandes desigualdades que existen en todos los rincones de este planeta. Pese a ello, el sistema mediático dominante (que son los voceros del poder real) se ha encargado de intentar ocultar esas desigualdades y hacer como que “no pasa nada, les pobres son pobres y así debe ser”.

Lo central es que la pandemia puso de manifiesto que el Estado es un actor clave a la hora de proteger a la población y que quienes defienden el mercado, sólo piensan en sus bolsillos. Algo de esto señaló en distintas oportunidades el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa: el capitalismo prioriza las ganancias y la acumulación de capital por sobre la vida de les seres humanos.

Ahora bien, continuando con lo que se ha señalado en reflexiones anteriores, la situación actual habilitó algunas discusiones que algunes vienen impulsando desde hace muchos años: hoy le toca al tema de a la posesión de la tierra.

Algunos números

Según un informa publicado por la OXFAM en 2016, retomado por la FAO, Nuestra América es la región del mundo más desigual. Según éste “en la región, 32 personas privilegiadas acumulan la misma riqueza que los 300 millones de personas más pobres. Esta desigualdad económica está íntimamente relacionada con la posesión de la tierra, pues los activos no financieros representan un 64% de la riqueza total[1].

Si se puntualiza en la propiedad de la tierra, en Nuestra América, el 1% de las fincas concentra más de la mitad de las tierras productivas. Medido según el coeficiente de Gini (donde 0 es lo más equitativo y 1 lo más inequitativo), la región alcanza al 0.79, muy por encima de Europa (0.57), África (0.56) y Asia (0.55).

Fuente: Oxfam

En la región, Colombia es el caso más preocupante: “Las fincas de más de 500 hectáreas –que apenas representan el 0,4 por ciento del total de explotaciones– concentran el 67,6 por ciento de la tierra productiva”. Números similares tienen Chile o Paraguay en donde el 1% de las fincas acumula el 70% de las tierras donde hay algún tipo de explotación económica[2].

Según el mismo informe en Argentina, “el 0,94% de los dueños de las grandes extensiones productivas maneja el 33,89% del total del territorio argentino. El 99,06% restante controla apenas el 66,11%[3].

Estos datos vienen de la mano con la profundización del monocultivo: Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay están consideradas las Repúblicas unidas de la Soja dado que “entre 1990 y 2014 triplicaron el área de cultivo y quintuplicaron la producción hasta alcanzar conjuntamente más de 150 millones de toneladas en 60 millones de hectáreas, una extensión más grande que la superficie de Paraguay y Uruguay juntos[4].

“Daños colaterales”

La concentración de la tierra es un problema fundamental e histórico en Nuestra América, pero no viene solo, está atado -y genera- otro sin fin de inconvenientes que hacen a la compleja situación que acarrean los pueblos del continente: desplazamientos forzados, asesinatos, persecución judicial, represión, expulsión y concentración de población en las urbes, pobreza, marginación, y un largo etcétera.

Por dar un ejemplo y citar algunas cifras, según el informe de Global Witness: en 2017 ocurrieron 207 asesinatos a defensores del medio ambiente en 22 países, casi 4 personas por semana; la mayoría de esos asesinatos estuvieron vinculados a proyectos de agricultura destructiva como el acaparamiento de tierra para la producción de aceite de palma; el 60% de los asesinatos registrados ocurrieron en Nuestra América; y Brasil registró la mayor cantidad de asesinatos a líderes campesinos e indígenas en el mundo con 57 casos.

El tema de los asesinatos de activistas sociales es sólo un caso testigo, porque las desigualdades se repiten sea cual sea la perspectiva que se elija para analizar la problemática. Por ejemplo, cabe recordar que la posesión de la tierra en pocas manos, las grandes desigualdades sociales y el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, fueron las chispas que dieron lugar a la insurgencia colombiana[5].

Fuente: dejusticia.org

A día de hoy se podrían mencionar los más de 7 millones de desplazamientos forzados en Colombia, o los asesinatos diarios a ex guerrilleros y a líderes y lideresas sociales. Pero esto no es algo que sea propio de ese país, también sucede en muchos países de Centroamérica, en Brasil o en otros países. De igual manera se podrían mencionar los maltratos y cacerías a miembros de las comunidades campesino-indígenas en Argentino (como vimos recientemente en Chaco), las reiteradas represiones a la comunidad Mapuche en Chile y en la patagonia Argentina; y nuevamente un largo etc.

Vicentín es un buen paso hacia adelante, pero el problema de fondo -y revertirlo puede ser una posible solución al problema estructural de la pobreza- es la concentración de la tierra, la concentración de los mercados, la concentración de la riqueza. Todas concentraciones que siempre están en las mismas manos, las de una oligarquía cipaya y entreguista, y/o en las manos de grandes multinacionales extranjeras que sólo miran planillas de excel y las decenas de ceros de sus cuentas bancarias.

La pandemia del COVID-19 puso en evidencia los desequilibrios de un sistema planetario opresivo, injusto y capaz de hacer lo que sea para sostenerse en pie. Avanzar en la redistribución de la propiedad de la tierra; repensar las formas de producción y de consumo, para que sean más responsables con el cuidado del ambiente; o la implementación de un sistema impositivo más progresivo (que por ejemplo grave las herencias y a las grandes fortunas de personas o empresas), No sólo son debates urgentes y necesarios, sino posibles soluciones equilibrar la balanza y que no estalle todo por los aires.

Imagen de Luis Arenal Bastar sobre la Revolución Mexicana

* Prefiero escucha antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún 
resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las
injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

Referencias:
[1] https://www.alainet.org/es/articulo/184653
[2] https://www.eltiempo.com/vida/ciencia/concentracion-de-la-tierra-en-america-latina-oxfam-52376
[3] https://www.ambito.com/politica/se-profundiza-la-concentracion-la-tierra-la-argentina-apenas-1-acapara-33-del-territorio-n3969517
[4] Idem 2
[5] https://www.celag.org/el-9-de-abril-en-las-escenas-de-la-guerra-por-la-tierra-por-javier-calderon-castillo/

Una jugada estratégica en el momento oportuno

Una jugada estratégica en el momento oportuno

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POR MIRANDA CERDÁ CAMPANO*

Con la intervención y posible expropiación de Vicentín, uno de los grandes agronegocios de la Argentina, el Gobierno nacional dio respuesta a la urgente necesidad de una nueva valoración del territorio, asociada a la creciente reivindicación de los derechos territoriales, la justicia ambiental y social, que van por fuera de su valoración utilitaria de cambio.

La empresa y el fraude al Estado nacional

Vicentín tiene capitales accionarios en 20 firmas: conformó un oligopolio que incluye a la Algodonera Avellaneda, el frigorífico Friar, un feedlot en un predio de 450 hectáreas, tres plantas industriales en Ricardone y San Lorenzo, una hilandería en Brasil, una bodega de vinos en Mendoza, una parte de SanCor, la elaboración del algodón que comercializa Química Estrella, y la producción propia de agrotóxicos, alimento balanceado y biodiesel; más el pool de siembra de soja.

Esa es la información que conoce la mayoría de la población. Lo que no se sabe, es que Vicentín fue cómplice de las dictaduras militares, con por lo menos 22 obreros secuestrados entre enero y noviembre de 1976, siempre intentando asegurarse trabajadores dóciles, obedientes y familias atemorizadas. Además, la empresa aportó a la campaña de Cambiemos, y casualmente, durante los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri, trepó al primer lugar en el ranking de exportadores. Para prefinanciar las exportaciones, Vicentín recibió préstamos insólitos.

De los 300 millones de dólares que Vicentín debe al Banco Nación, casi una tercera parte le fueron otorgados cuando Mauricio Macri ya había perdido las elecciones y la empresa había dejado de pagar sus deudas. Así consta en el legajo del Banco, en el expediente por el que se tramita la convocatoria de acreedores de Vicentín. Allí se detallan 26 autorizaciones de crédito que el Banco Nación, presidido en ese entonces por Javier González Fraga, le otorgó a la empresa, entre el 8 y el 26 de noviembre, para prefinanciación de exportaciones por 95,5 millones de dólares. Una semana después del último retiro, la firma se presentó en convocatoria de acreedores.

¿Cómo, una empresa que exporta más de la mitad de su producción, en un año con buena cosecha, después de una increíble devaluación en los últimos meses de 2019 y con semejante financiamiento en noviembre, pudo haber caído en una cesación de pagos en diciembre? No hay que ser muy vive: o se la fugaron toda, o se la fugaron toda.

En este sentido, la otra cuestión que será materia de análisis judicial es la denuncia por fraude al Estado nacional, a partir de la sospecha de que las irregularidades en los préstamos estarían vinculadas a cierta connivencia entre la empresa y las autoridades del Banco, y por supuesto, las sugerencias de la Casa Rosada en favor del otorgamiento de dichos préstamos.

Siempre hay una mala noticia: el Congreso debe decidir la expropiación del Grupo Vicentín y tendrán que votar los integrantes del partido para el que la empresa de los Nardelli bajó mucha guita en campaña. Paradojas.

Un objetivo social y económico: soberanía alimentaria

El gobierno de Alberto Fernández anunció la intervención de Vicentín y declaró de “utilidad pública” a la empresa de los Nardelli, lo que quiere decir que el proyecto de expropiación que se envía al Congreso, se sustenta en que la transferencia de ese bien al Estado, es necesaria para maximizar el bienestar general de la población.

La decisión no sólo supone una clara señal para todos aquellos que especularon con la impunidad de sus maniobras económicas y financieras, amparados por un gobierno que muy amablemente les permitió fugar divisas y no pagar sus deudas.

En medio de una emergencia alimentaria de grandes proporciones, en un país donde en 2019, seis de cada diez niños vivieron en la pobreza, según un reciente estudio[1] del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica (UCA), la expropiación del Grupo Vicentín, permitiría andar el camino hacia la soberanía alimentaria.

Primero porque la intervención corta con los intentos de grandes cerealeras trasnacionales, como la francesa Dreyfuss, la suiza Glencore y la estadounidense Cargill, que veían a Vicentín como un bocado más que apetecible: además de ser un gran exportador, cuenta con empresas de acopio y hasta un puerto propio; si el grupo fuera absorbido por alguna de estas multinacionales, estaríamos frente a una concentración de mercado insuperable.

El hecho de que Vicentín sea una empresa “testigo en el mercado de granos y el cambiario”, da la pauta de espacios estratégicos, en los que el Estado no puede permitir que las fuerzas del mercado los guíen en sentido contrario al interés nacional. A su vez, resolver el control sobre una de las principales puertas de divisas, le permite al Estado evitar una nueva situación de escasez o que se deje al país sometido a las presiones devaluatorias de los exportadores.

Con el poder de compra, gestión y logística de Vicentín (con fábricas, depósitos y puertos propios) puede fomentarse a los pequeños productores, las buenas prácticas agrícolas y una buena provisión de divisas para el país. Asimismo y jugando con las mismas reglas que impone el mercado, se puede “obligar” a la competencia a tener que pagar mejores precios a los productores.

La necesidad de que el Estado recupere un rol estratégico en el ámbito agropecuario es fundamental si se pretende que la riqueza de nuestro suelo quede en nuestro territorio, porque hoy la principal fuente de ingresos del país proviene de la exportación de productos agropecuarios y la misma está totalmente privatizada, y en su mayoría, en manos extranjeras.

Las metas fueron bien resumidas en el Foro por un Programa Agropecuario Soberano y Popular, celebrado en el estadio de Ferro en mayo de 2019: construir lo agrario más allá de lo productivo, que se incorpore su valor para la restauración de nuestro territorio y la función alimentaria, su potencia para recuperar el arraigo con nuestra tierra, su influencia en el desarrollo industrial; que la agricultura familiar y campesina sea protagonista, y que se priorice la agroecología y la democratización de la tierra.


* Chubutense de nacimiento y militante porque no hay mejor manera de transformar el mundo. 
En la escuela le hablaron de la colonización y las guerras. Cuando la militancia le mostró
la historia de las resistencias, empuñó el mejor arma: la pluma.

Referencias:
[1] http://uca.edu.ar/es/noticias/condiciones-de-vida-de-las-infancias-pre-pandemia-covid-19

“Exprópiese”, dijo y me conquistó

“Exprópiese”, dijo y me conquistó

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

POR NICOLÁS DE LA IGLESIA

Mientras Donald Trump se esconde en un búnker abajo de la Casa Blanca en un país prendido fuego, mientras Ángela Merkel se fija cómo hacer para que el Deutsche Bank (el banco más grande de Alemania) no quiebre y se lleve a la rastra a toda la Unión Europea, y mientras Piñera y Bolsonaro cavan fosas comunes, Argentina se muestra como un faro en medio de una economía mundial en franca caída.

Sin ir más lejos, desde la Oficina de Países Bajos CPB para el Análisis de la Política Económica, ven azorados como el comercio mundial está bajando a niveles alarmantes. La referencia más clara de una crisis económica, conocida por muches, es la famosa crisis del 2008, en donde explotó la “burbuja” inmobiliaria yankee y se llevó puesto al sistema financiero internacional. En esta ocasión, los porcentajes de comercio internacional muestran, en el primer trimestre del 2020, una baja aún más pronunciada que en ese entonces.

Para entender el por qué de esta caída abrupta, hay que recordar que los pronósticos a fines del año pasado no eran alentadores. La famosa pelea comercial entre Estados Unidos y China funcionó como catalizador y comenzó resquebrajar el delicado castillo de naipes que es la economía mundial. Una de las perjudicadas de este conflicto fue Alemania, un ejemplo paradigmático de un país industrializado y pujante. Sin embargo, esta batalla comercial impidió que el país germano pueda acceder cómodamente a la materia prima para sus fábricas. En pocas palabras, en diciembre del 2019 la primera potencia económica de la Unión Europea comenzaba a entrar en recesión, después de una década de crecimiento continuo.

Entonces, si el pronóstico no era bueno y encima le sumamos el cierre casi completo de la actividad económica de una gran parte de los países del mundo, lo que queda por delante es, en pocas palabras, caos y destrucción. ¡Ojo! Pareciera que estas crisis suceden ya sea por la guerra comercial o por el COVID-19, sin embargo, no es el análisis adecuado. El principal problema que afronta la humanidad y tal vez su peor enemigo a la hora de pensar desarrollos económicos soberanos, es la financiarización de la economía global.

El principal escollo es, hoy por hoy, que los bancos centrales lo único que están haciendo para contener el tsunami es emitir y emitir, rezando que los problemas se solucionen solos. La realidad es que el sistema financiero no está reglamentado ni a nivel internacional, ni desde los estados nacionales. Entonces, la clave está en intentar regular este sector de manera colectiva; eso sí, tiene que estar la voluntad política de que este sistema de saqueo sistemático deje de existir, o de lo contrario, peores crisis se sucederán.

¿Y por casa?

En Argentina el Gobierno nacional está manejando esta crisis con más aciertos que errores. Si se tiene en cuenta el contexto de caos global, el peronismo está en su salsa. Más allá de errores puntuales, se ve la voluntad política de gobernar para les más vulnerables. A lo que se esta apuntando desde el Ejecutivo nacional es a generar un proceso redistributivo real. A diversos planes, como el plan Argentina Construye o el Concetar Igualdad, ahora se suma una verdadera victoria política: la estatización de la empresa Vicentín.

Esta empresa es la sexta exportadora de granos del país. Cuenta con acciones en 20 empresas no sólo en Argentina, sino también en Uruguay, Paraguay, Brasil y España. Es la principal empresa de molienda de oleaginosa, con ventas que superan los 3 mil millones de dólares. Al ser la firma con mayor capacidad instalada para la molienda de granos, pasan un aproximado de 8.4 millones de toneladas de cereales por sus fábricas, lo que representa un 9% de lo exportado por el país.

A mediados de mayo un solo tweet de la diputada Fernanda Vallejos, hizo que toda la oposición se escandalizara y se rasgara las vestiduras por sus aportantes de campaña. Claro, lo que propuso la diputada era nada más  y nada menos, que aquellas empresas que recurrían al estado en busca de un salvavidas, no se la lleven de arriba; o sea, que ese salvataje no sea gratis, sino que el Estado nacional adquiera acciones de dicha empresa (práctica que se sopesa en Italia, Francia y que podría extenderse a más países liberales).

Si bien desde el circulo de Fernández no miraron con malos ojos a esta propuesta, no hicieron declaraciones contundentes al respecto. Poco se imaginaban desde el sector empresarial que la palabra con la que tienen sus peores pesadillas, aquella que hace que sus miembros erectos se vuelvan flácidos, los estaba asechando a la vuelta de la esquina. “Expropiación”. Esa fue la palabra que circuló cómo mantra el lunes por la tarde en todos los medios de comunicación. En todas las notas confirmaban lo que gran parte de la militancia y del sector político le pedía al gobierno, que sacara frutos de los negociados de González Fraga y Macri.

Estos últimos días y con el delirio de la “infectadura” corriendo por los medios hegemónicos, desde diverosos sectores se cuestionaba por qué siempre era el Gobierno el que tenía que salir a contestar, en lugar de proponer el tema de agenda. Ahora se plantea otra batalla discursiva en dónde el que está proponiendo el tema es el oficialismo. Lo cierto, es que desde la oposición no tienen muchos más discursos con los cuales atacar. Por lo visto ahora están rascando el fondo de la olla, convocando a energúmenos conspiranoicos que tienen en YouTube la teta de la cual chupan la idiotez que los corrompe.

La estatización de una empresa de las dimensiones de Vicentín, le va a permitir al Estado nacional poder intervenir en el mercado de cereales sin pagar retenciones, y comprarle a pequeños y medianos productores. Al mismo tiempo, se asegura una entrada de dólares fundamental para los tiempos que vienen. Es más, si se piensa a largo plazo, la próxima crisis va  a estar relacionada con los alimentos, por lo que esta estrategia es aún más valiosa.

La frutillita del postre la pone Martín Guzmán quien cuenta con amplio apoyo internacional (Alemania, Francia y el FMI) en las negociaciones por la reestructuración de la deuda. El camino es sinuoso, pero de lograrse una negociación con acreedores tal y cómo la plantea el ministro de economía, el próximo paso debería ser modificar las leyes impositivas que dictó Martínez de Hoz para poder forjar un sistema distributivo más igualitario. De concretarse estás modificaciones estructurales podríamos empezar a soñar con la patria libre, justa y soberana por la que dieron su vida miles y miles de argentinos y argentinas.


*Existencialista. La cuestión del "ser" le parece inabordable. El humor es su bálsamo, la tabla 
con la que surfea la ola de mierda que puede ser la realidad. Hace poco se dio cuenta que siempre
fue peronista.

Referencias:

https://mundo.sputniknews.com/economia/202006061091675611-la-crisis-de-deutsche-bank-plantea-problemas-para-espana-y-el-resto-de-la-ue
https://mundo.sputniknews.com/economia/201904281086964826-desaceleracion-economia-mundial-global-amenaza-crisis
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_de_2008#:~:text=La%20crisis%20financiera%20Global%20de,crisis%20de%20las%20hipotecas%20subprime.
https://www.ambito.com/economia/vicentin/los-numeros-que-analizo-

Es hora de Soberanía Alimentaria: la estatización de Vicentín sería muy auspicioso

Es hora de Soberanía Alimentaria: la estatización de Vicentín sería muy auspicioso

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Federico Lopardo*

Desde la consolidación del Foro por un Programa Agropecuario Soberano y Popular, luego de aquellas históricas jornadas en Ferro en mayo de 2019, durante la agonía del régimen neoliberal macrista, varias organizaciones vinculadas a la producción agrícola, ganadera y pesquera vienen desarrollando distintas iniciativas e impulsando políticas de Estado vinculadas a la producción de alimentos sanos y soberanos, a lo largo y a lo ancho de la Argentina toda.

En ese contexto, ante la quiebra de la empresa Vicentín, los sectores de la economía popular y de la agricultura familiar -fundamentalmente los que integran dicho foro- proponen y reclaman, en hora buena, “la estatización” de dicha empresa por parte del gobierno nacional que encabeza Alberto Fernádez, para que deje de ser un agronegocio y se reconvierta en una producción nacional, popular y amigable con la naturaleza (que viene siendo muy castigada por la depredación del modo de producción capitalista en su fase superior). Lo novedoso y audaz de la propuesta es que la gestión sea mixta entre el Estado Nacional y las Organizaciones Sociales.

Repasemos. La deuda de este grupo empresarial en sí, tiene sus complejidades: con el Banco Nación, la firma tiene una deuda de $ 18.258.859.000; al Banco Macro, la empresa le debe $ 612.521.000 y calificarán estos préstamos de situación 4 -con alto riesgo de insolvencia-. Otras tres entidades, el BICE (por un préstamo de $ 304.767.000), el Banco Hipotecario ($ 736.708.000) y el Santander ($197.631.000), ubicaron estas deudas en situación 2, es decir, con seguimiento especial. El resto de las entidades nacionales (entre ellas el Banco Provincia y el Banco Ciudad) están en el rango 1: situación normal.

Además de los problemas con los bancos y sus acreedores comerciales, a Vicentín le pesa también una investigación que comenzó la AFIP por sobrefacturación, evasión fiscal y fuga de capitales, figuras legales que hasta el momento no habían aparecido, y eso que la firma se declaró en «estrés financiero» en diciembre del año pasado.

Un poco de historia acerca de “Holding”:

Los inicios del grupo inescrupuloso de Agronegocios Vicentín se remontan a fines de la década del ’20, con un pequeño comercio de acopio y ramos generales en Avellaneda, localidad situada al norte de la provincia de Santa Fe. Años más tarde, la empresa inicia su actividad con la puesta en marcha de su primera planta desmotadora de algodón y una fábrica de aceite resultante de la molienda de semillas de algodón, lino y maní.

Tres generaciones de la familia Vicentín se enriquecieron con la creación de un oligopolio que incluye la Algodonera Avellaneda, el frigorífico Friar, un feedlot en un predio 450 hectáreas, tres plantas industriales en Ricardone y San Lorenzo, una hilandería en Brasil, elaboración de algodón que comercializa Química Estrella y la producción propia de agrotóxicos, alimento balanceado y biodiesel. Mas el pool de siembra de soja. Es importante recordar que también son dueños de una bodega de vino en Mendoza y que en 2016 compraron una parte de SanCor (yogures, queso crema y postres).

¿Cómo se hizo esa fortuna, emporio empresarial e integración productiva?

Las actividades diversificadas de la producción explican una parte bien notoria y conocida. La otra parte, la no conocida, la que cuenta con el silencio cómplice de los medios masivos de comunicación -a los que lamentablemente ya estamos acostumbrados-, se construyó sobre la sangre y los derechos cercenados de sus obreros, atentando contra las libertades gremiales de sus delegados, el espionaje y la persecución política de sus trabajadores, la corrupción planificada de ciertos representantes sindicales, y por supuesto, la desaparición forzada de por lo menos 22 obreros, entre ellos los 14 delegados de sección, que fueron secuestrados entre enero y noviembre de 1976, muchos de adentro mismo de la fábrica.

La empresa Vicentín fue cómplice de las dictaduras militares, de la represión de los trabajadores. Presenta niveles de complicidad e instigación de delitos de lesa humanidad, con el fin de asegurarse obreros dóciles, obedientes y familias aterradas.

El grupo Vicentín siempre estuvo ligado a situaciones turbias y bastante sospechadas. En la última campaña electoral, fue uno de los principales aportantes de Juntos por el Cambio (Macri – Picheto), gobierno donde se produjeron las irregularidades de los préstamos bancarios, donde se sospecha que se preparaban para la fuga de capitales, o sea para la estafa.

¿Qué hacemos con esta nueva estafa?

Desde el foro se viene planteando: “Siendo este el esquema del grupo económico (buques, puertos, plantas industriales, tierras para producir), dada su envergadura a nivel nacional y regional, y entrndiendo que los principales acreedores son el Banco Nación y el Banco Provincia (ambos bancos estatales, del pueblo argentino) y que los prestamos fueron otorgados por la gestión de Mauricio Macri y Maria Eugenia Vidal, proponemos al actual gobierno conformar una empresa mixta con dirección de ministerios (Economía, Producción, Desarrollo Social) y organizaciones sociales agrarias y no agrarias. La propuesta apunta a continuar las actividades (ahora sustentables con el ambiente y la sociedad) del grupo económico Vicentín y cuidar los puestos de trabajo (solo las plantas de Ricardone y San Lorenzo cuenta con 800 trabajadores).

Esto sin dejar de investigar esta estafa al pueblo argentino que se realizó en la gestión anterior y los responsables de Vicentín que deberán dar sus explicaciones ante la justicia”.

Esto le permitiría al Estado, dada la emergencia alimentaria, poder:

  1. Tener un precio de referencia para el mercado de exportación de granos.
  2. Establecer diferencias por producto y tipo de productor (mejorando los precios).
  3. Impulsar la soberanía alimentaria y contribuir a la emergencia alimentaria.
  4. Fomentar de la producción de granos sustentables, la agricultura familiar y la agroecología.
  5. Regular el ingresos de divisas.
  6. Controlar el pesaje de lo exportado.
  7. Abastecer de alimentos básicos y sumarlos a precios cuidados.
  8. Contar con logística portuaria (buques), terminales y almacenamiento.
  9. Tener abastecimiento y acuerdos comerciales que permitan a los productores acceder a insumos utilizados en la producción agropecuaria.

Por eso la Estatización Mixta entre el Estado y las Organizaciones es muy auspiciosa y sería el puntapié inicial de un nuevo ciclo en Nuestra Patria.


* Docente y Extensionista de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UNLP y UNR
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