Creación: EdICMa
Arte y diseño: Ana Clara Reinhadt
Trinchera entrevistó a Juan Cisilino, Director de EdICMa, el Equipo de Investigación de la Cuestión Malvinas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que cuenta con 18 investigadores y docentes, en su mayoría, graduados y graduadas de carreras de las Ciencias Sociales y las Humanidades de la misma universidad. En 2014 comenzaron a trabajar a partir de la convocatoria Malvinas en la Universidad, impulsada por la Subsecretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo Interuniversitario Nacional y la Cancillería argentina.
¿Cómo fueron los comienzos del EdICMa?
En aquel momento comenzamos este equipo siendo tres estudiantes de Sociología que nos presentamos en esa convocatoria y fuimos uno de los proyectos acreditados. Empezamos a trabajar porque nos movilizaba la Causa Malvinas, queríamos aportar en nuestro rol de investigadores, de docentes. Nos empezamos a formar, a meter en el mundo malvinero, a conocer, fuimos trabajando con amplitud y con audacia, eso nos fue permitiendo crecer desde abajo y cuesta arriba.
¿Qué debates encontraron en todos estos años?
Fuimos aprendiendo en nuestro propio recorrido. Nos formamos en la Facultad de Humanidades y por lo tanto teníamos representaciones y sentidos comunes acerca de Malvinas. Te doy un ejemplo, Rosana Guber, una especialista de la guerra de Malvinas, habla de las dos lecturas dicotómicas que se articularon en la posguerra de Malvinas, una que llama la lectura heroica, y la otra que se llama la lectura dictatorial. Y esta última es la que ella menciona como hegemónica. Eso, de alguna manera, se reproducía en el escaso tratamiento de la cuestión Malvinas en nuestras formaciones, y en las ciencias sociales en general.
Estas dos estas dos lecturas que menciona Guber son construcciones que obviamente están en disputa. Podríamos decir que hay una especie de discusión en el campo malvinero que podríamos llamar una especie de dialéctica entre el árbol y el bosque. Es decir, hay desacuerdos sobre cuál es el árbol y cuál es el bosque. Una lectura prioriza el carácter justo de la causa Malvinas y por lo tanto, la justeza del enfrentamiento por parte de la Argentina en defensa de la soberanía nacional frente al imperialismo británico respaldado por Estados Unidos y la OTAN, a pesar de la conducción política y militar de la dictadura de aquel momento. Mientras que otra prioriza el contexto dictatorial para definir al conflicto del Atlántico Sur. Y en ese sentido, Malvinas es un episodio más de la dictadura e incluso puede ser concebida como la prolongación del terrorismo de Estado practicado en el continente hacia las islas. Eso lleva obviamente sentidos y representaciones atribuidas a los combatientes, a las actitudes sociales del pueblo argentino en aquel momento y obviamente distintas lecturas sobre sobre la Causa Malvinas.
Si tuvieras que definir sobre qué línea caminaron, ¿Cuál sería?
En el ámbito de las Ciencias Sociales y en particular en el campo de la Historia Reciente, tiende a predominar la lectura dictatorial, que fue la que nosotros conocimos en primera instancia, aunque teníamos nuestras dudas porque para nosotros Malvinas es una causa nacional, popular y antiimperialista y en ese sentido nos parece que vale la pena no mellar el filo de esa causa, para poder inscribirla no solamente en la historia larga de nuestro país y en la construcción de nuestra identidad nacional, sino también porque articula debates de fondo sobre las políticas de soberanía que tenemos todavía pendiente. De alguna manera nos fuimos distanciando de la idea de que Malvinas fue sólo la guerra, aunque obviamente no negamos su relevancia, fue un punto de inflexión en nuestra historia reciente, pero al mismo tiempo entendemos que la Causa Malvinas forma parte de la historia larga de la construcción de nuestra nación porque si no, de alguna manera se pierde de vista la dimensión geopolítica y no se puede explicar lo que fue ese conflicto y sobre todo el desempeño de nuestros combatientes.
¿Cómo analizan la guerra en sí? ¿El por qué del conflicto?
No analizamos el Conflicto del Atlántico Sur absolutizando las intenciones de la dictadura en aquel momento, que por supuesto tenía que ver con instrumentar una causa nacional para buscar de alguna manera legitimar su permanencia en el poder cuando ya era una dictadura en crisis, socavada no solamente por la crisis de la política económica de Martínez de Hoz, sino también por la creciente resistencia obrera y los organismos de Derechos Humanos que empezaban a poner en jaque con mayor fuerza la situación en la que se encontraba la dictadura. También había mucha disputa interna en ese frente militar que dirigía el país. Entonces, en ese contexto, nosotros siempre buscamos entender Malvinas en la historia larga y el conflicto del Atlántico Sur, de alguna manera, complejizando la mirada, no reduciendo la dimensión geopolítica que se puso en juego en aquel momento a las meras intenciones de esos dictadores a la hora de entender el Conflicto Atlántico Sur, porque nos parece que es un corsé interpretativo que no termina de dar cuenta de la complejidad de Malvinas y sobre todo de ese acontecimiento histórico tan importante que ha dejado consecuencias muy grandes en nuestra historia reciente.
¿Cómo se han expandido a partir del 2014?
Nuestro fuerte es el ámbito de la Universidad Nacional de La Plata y obviamente dentro de ella, en particular, la Facultad de Humanidades, aunque en el contexto de pandemia desarrollamos la Red de Investigadores de la Cuestión Malvinas, en la cual hoy participan más de 60 investigadores y docentes de todo el país, que de alguna manera ha hilvanado los esfuerzos y los intercambios de distintos investigadores.
Somos un equipo de malvineros que desarrollamos nuestra actividad en los ámbitos de la investigación, la docencia y la divulgación y en ese sentido trabajamos con seriedad, con amplitud y respetando las reglas de esos ámbitos. Eso de alguna manera es lo que nos ha permitido ganar prestigio y que, en nuestras instancias, en las iniciativas que nosotros impulsamos, todas las personas puedan participar y todas las perspectivas tengan lugar, porque creemos fundamentalmente en el debate colectivo como mecanismo para dar la disputa por el sentido. Desde ese punto de vista, somos un equipo muy amplio, muy diverso, que nos une obviamente la Causa Malvinas, porque además de una causa nacional y de un nudo académico, es también un drama pasional. En ese sentido creemos que moviliza sentimientos nacionales, populares, antiimperialistas que son muy muy valiosos para poder concebir otra Argentina, soberana y bicontinental.
¿Si tuvieras que definir cuál es la línea que se maneja en la universidad o se manejaba en aquel momento, y a partir de estas diversas voces que mencionás, ¿cómo fue evolucionando, cómo se fue saliendo de esa lógica de dos discursos totalmente antagónicos?
A estudiantes o a nosotros mismos nos ha pasado muchas veces de estar interesados en la Cuestión Malvinas e ir a buscar alguna persona para que nos oriente o nos guíe, y esas personas, con buena intención, decían, “Mirá, no te metas con Malvinas, es un tema de los militares, es un tema de la derecha, es un tema complicado, mejor andá para otro lado, para otros temas”. Es decir, de alguna manera, Malvinas no garpaba, por decirlo mal y pronto. En cambio, hoy en día creemos que asistimos a un nuevo momento difícil de fechar. No sé si habrán sido los 40 años en el 2022 o el mundial de fútbol, no podríamos precisar pero de alguna manera esto empezó a cambiar. Con el ascenso del gobierno de Macri, las discusiones de soberanía se fueron volviendo cada vez más urgentes.
¿El hundimiento del submarino ARA San Juan?
Por supuesto. Fue y es todo un proceso que implica discutir si la bandera de Malvinas se la vamos a regalar a la dictadura o la vamos a disputar como una causa del pueblo argentino y como un puente de unidad patriótica y popular en el camino de la liberación de la patria. Entendemos que las nuevas juventudes vienen con otro entusiasmo, vienen sin esos corsés interpretativos que a lo mejor nos atravesaron a nosotros en nuestra época, donde por ahí había en auge otras posiciones y otros perfiles. Y creemos hoy que los temas de soberanía se vuelven muy urgentes y se vuelven muy movilizantes en la nueva juventud. Por supuesto, estoy hablando de los sectores en los cuales a nosotros nos toca trabajar. Me refiero a investigadores jóvenes, me refiero a estudiantes de la Facultad de Humanidades, estudiantes de la Facultad de Periodismo, docentes universitarios, escuelas secundarias, asociaciones deportivas y culturales.
Obviamente somos conscientes de que con las nuevas juventudes también se discute con las ideas del individualismo, del escepticismo, de la desnacionalización, pero nosotros creemos que hoy Malvinas late con fuerza y se mete a los codazos, pero se mete igual, digamos. Entonces, en ese sentido, creo que ha crecido incluso su presencia en la universidad. Creo que nuestra experiencia colectiva es un ejemplo de eso en la Universidad Nacional de La Plata, pero también están las experiencias, de la Universidad Nacional de Lanús o el Observatorio Gaucho Rivero, que se acaba de formar en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, una universidad en la cual plantear estas cuestiones también es muy cuesta arriba. También hay que mencionar a la Universidad Nacional de Rosario con el programa Malvinas y Atlántico Sur de Historia; nosotros decimos que Malvinas es como una mirilla para comprender la Argentina.
Mencionabas al Gaucho Rivero; ver cada vez más agrupaciones y cosas a las que se le pone Gaucho Rivero me parece también un signo de lo necesario en esta causa. ¿Podemos hablar de una nueva resistencia a los intentos de desmalvinización?
Totalmente. Frente a la desmalvinización desde arriba siempre hubo una resistencia malvinizadora desde abajo, pero creo que el salto en calidad se da en donde juventudes vinculadas a las Ciencias Sociales y a las Humanidades que por ahí antes se encontraban hegemonizadas por otros paradigmas. Hoy ven la importancia que tiene la soberanía, disputar las causas nacionales, en ese sentido, darles un contenido popular a las causas nacionales, porque en otro momento quizá uno parecía estar obligado a optar entre un nacionalismo sin pueblo o un progresismo cosmopolita. Vos hoy me preguntabas por las lecturas, nosotros en realidad no estamos en una, no nos paramos en una contra la otra, sino que buscamos unir lo que es la soberanía desde una perspectiva integral, y lo que es la memoria, lo que es la historia larga y la historia reciente de la Cuestión Malvinas. Me parece que en ese sentido es donde cobra mayor gravitación o relevancia para poder analizar y comprender sus disputas simbólicas, sociales, culturales y políticas y dotarlas de todo ese filo que puede ayudarnos a concebir otro proyecto de nación.
¿Cómo pregna esta cuestión -que puede parecer un detalle- de los carteles con la distancia a Malvinas?
En el ámbito de la investigación, tenemos nuestra revista científica interdisciplinaria Malvinas en Cuestión, editada por la UNLP y la Universidad de Tierra del Fuego. También llevamos adelante las Jornadas de la Cuestión Malvinas en la UNLP, el 11 y 12 de diciembre de este año realizaremos su V edición, con la presentación de más de cincuenta trabajos y paneles con especialistas de lujo. En el ámbito de la docencia, nosotros venimos haciendo un trabajo fuerte con lo que son seminarios de grado y de posgrado en la Facultad de Humanidades y en la Facultad de Periodismo, y también capacitaciones para la docencia universitaria.
En el ámbito de la divulgación, venimos desplegando tres grandes iniciativas. La primera es la realización de entrevistras a combatientes de La Plata, Berisso y Ensenada para Voces de Malvinas, un archivo oral de combatientes de todo el país que tiene su canal de YouTube y además queda almacenado en el Archivo General de la Nación para que esas vidas, historias y experiencias queden para la posteridad, es un trabajo de Memoria. La segunda es la Campaña de Difusión del Mapa de la Argentina Bicontinental, que la llevamos a cabo en escuelas, en institutos de formación docente, y en asociaciones barriales y culturales. Y la tercera es la Campaña de Señalización. “Malvinas siempre estuvo cerca” que tomamos como inspiración la propuesta de la provincia de Buenos Aires que está impulsando en escuelas y jardines. Básicamente consiste en colocar placas con la distancia a nuestras islas como la que colocamos en la Comunidad Ferroviaria, en la Facultad de Humanidades, en la Facultad de Periodismo y en la Facultad de Ciencias Naturales. Seguimos trabajando para que estas placas estén en todas las facultades de nuestra universidad y por supuesto en otras asociaciones populares, culturales, sociales, etcétera. Buscamos incorporar Malvinas en nuestros espacios cotidianos para fortalecer una conciencia malvinera y una perspectiva de nación, como te decía hoy, austral, bicontinental. con soberanía integral. Eso nos pone de relieve de alguna manera frente a las generaciones jóvenes. Queremos contribuir en ese camino para poder tener otro destino nacional.














