Estela Díaz: “Las mujeres somos artífices de esta unidad”

Estela Díaz: “Las mujeres somos artífices de esta unidad”

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Dialogamos con Estela Díaz (Sec. de Género de la CTA de los Trabajadores) con quien analizamos el rol de las compañeras sindicalizadas en el proceso de unidad de la CGT y la CTA, el encuentro de secretarios generales del pasado 3 de octubre y de lo que se vendrá en el próximo encuentro de mujeres que se realizará en La Plata.


¿Cuál es tu opinión sobre lo que sucedió en el congreso de delegados de la CTA, tanto bancar la fórmula Fernández-Fernández como avanzar a la unificación en la CGT? Sobre todo teniendo en cuenta que las compañeras sindicalistas feministas, vienen trabajando en unidad desde mucho antes de que las cúpulas se hagan cargo.

La verdad es que nosotras estamos muy contentas. Fue muy emocionante el plenario y todas las personas que estuvieron así lo señalaban. Somos artífices de esa unidad. Ese plenario que puede ser un paso más en el camino de la unidad es un proceso largo de construcción y articulaciones intersindicales amplias, diversas y plurales donde las mujeres y de distintas formas fuimos totalmente protagonistas.

En nuestra región claramente porque aquí tenemos una intersindical de mujeres que ya viene desde muy larga data (unos cuantos años), pero también a nivel nacional y cuando una recorre todo el país -por mi responsabilidad en la CTA tengo esa posibilidad- me encontré con esto todo el tiempo. En las provincias, no sólo en las peleas que dimos en la resistencia contra el neoliberalismo o en defensa de los derechos conquistados, sino en discusiones para adelante: las peleas que dimos las mujeres para la ampliación de derechos, porque además como trabajadores y trabajadoras hemos tenido la intersindical de salud, la articulación de la juventudes sindicales de todas las centrales; y la lucha y la resistencia. Si hubo posibilidades de la construcción de unidad política mucho tiene que ver con la resistencia que hicimos los movimientos sociales y las mujeres.

Así que cómo no estar muy feliz de avanzar en una propuesta de unidad orgánica que además va a poner en debate el acuerdo social que hay que construir en Argentina.

Además de que parece que es más fácil para nosotras que para los compañeros tejer redes, más allá de a qué central sindical pertenezcamos

La verdad es que tenemos esa enorme posibilidad. Nosotras ya veníamos encontrándonos por algunos ejes temáticos, pero el llamado al paro internacional de las mujeres los 8 de marzo, también nos interpelaron mucho y dijimos “discutámoslo nosotras” porque somos las protagonistas de ese debate, y eso pone en debate el trabajo de las mujeres no sólo del que hacemos remunerado sino del que hacemos invisible, no remunerado. Enfrentamos leyes e iniciativas muy fuertes y lo hicimos en nuestra soledad.

El proyecto machista para supuestamente equilibrar las brechas salariales era un proyecto flexibilizador que se metía con injerencia en los sindicatos. Se generaron audiencias en la cámara de diputados y logramos que se retrocediera, igual que con la moratoria previsional. Ellos ya empezaban a implementar la eliminación de la moratoria y las mujeres nos movilizamos, lo denunciamos en el país, marchamos al Anses y logramos una prórroga de la moratoria previsional. Esto es ese camino. La recuperación entre las PASO y la elección definitiva logró que a último momento el ingreso de un concejal más que fue Cristian Vander (concejal del movimiento obrero). Ahí pusimos nuestra cuotita.

Ahora las trabajadoras estamos coordinando y ofreciendo que la agenda del trabajo del cuidad y la reducción de las brechas por suerte en esta transversalidad, también con el movimiento feminista, hoy son agendas políticas de primer orden para cualquier discusión de un proyecto de difusión en la argentina.

Si hubo posibilidades de la construcción de unidad política mucho tiene que ver con la resistencia que hicimos los movimientos sociales y las mujeres.

Estela Díaz

¿Cuál crees que tiene que ser las principales consignas que lleven las compañeras sindicalistas y feministas a la discusión de la unificación de la CTA-CGT?

Cuando nosotras pensamos cual es la agenda, nos identificamos desde una perspectiva de un sindicalismo feminista, que es un sindicalismo popular, que es nacional, que se mira en una integración regional y que el eje del trabajo es un eje pensable si el trabajo es digno y de calidad. La agenda de las brechas laborales y la agenda de los temas de los cuidados es un tema crucial para impulsarlo desde el movimiento obrero para el proyecto nacional. Entonces cuando pensamos producción y trabajo esta agenda la atraviesa.

Veo que las propuestas que ya está diciendo nuestro candidato a presidente Alberto Fernández, la agenda de los cuidados está muy presente y podrían agendar la representación y la paridad, este tema de que nuestras voces cuenten, que sean escuchadas y que sean cada vez más disímiles. Me parece que es el camino que venimos transitando en el movimiento sindical donde todavía nos falta un poco más de visibilidad de los liderazgos de las mujeres, pero me parece que vamos caminando, hay mucho en el protagonismo de la militancia y creemos que ese protagonismo público también va a crecer.

Con respecto al Encuentro de Mujeres y lo que ha sido la organización, más allá de los miles de talleres que hay ¿Cuáles pensás que deberían ser los ejes en cuestiones reivindicativas del movimiento de mujeres, de esta discusión respecto de lo plurinacional y sobre todo en la parte del feminismo sindical?

Todos los temas importan. Son más de 100 talleres que van a convocar y las compañeras se van a agrupar según sus intereses. Obviamente el tema del trabajo, del sindicalismo, de la educación, la salud, la violencia, el derecho al aborto, las identidades.

Me parece que sobre todo este año a poquitos días de las elecciones del 27 de octubre, nada menos que en una provincia donde la gobernadora es Vidal, que es mujer pero ha llevado políticas tan antipopulares y tan antifeministas. Va a estar muy presente el desafío electoral que tenemos por delante donde se consolida y profundiza incluso los resultados que se dieron en las PASO y cómo nos alentamos para que la organización popular sea el motor del nuevo gobierno. Esos van a ser debates ineludibles en el encuentro.

Hugo Yasky: “La unidad es a partir del retroceso sindical en todo el continente”

Hugo Yasky: “La unidad es a partir del retroceso sindical en todo el continente”

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.
Hugo Yasky en el Plenario Nacional de Secretarixs Generales de la CTA del 3 de octubre pasado

Dialogamos con el Secretario General de la CTA de los Trabajadores y Diputado Nacional por Unidad Ciudadana, Hugo Yasky, con quien analizamos el plenario de Secretarios Generales de la CTA realizado el 3 de octubre pasado y los desafíos que se abren ante la posibilidad de un nuevo gobierno.


¿Cuáles son las primeras observaciones sobre lo que dejó este encuentro, que sin dudas tiene visos históricos?

Para nosotros fue un momento de mucha emotividad porque después de 30 años, por unanimidad y después de discutirlo, por lo menos, a lo largo del último año y medio, llegamos a un congreso en el que expresamos una voluntad absolutamente unánime de volver a tener un movimiento sindical que esté unido y para eso la votación fue aportar desde la CTA, para converger en la CGT y tratar de consolidar ese proceso de unidad en el menor tiempo posible.

La CTA en un principio se conforma como corriente hacia el interior de la CGT y después termina separándose y generando una central nueva. La aparición de un gobierno popular generó debates transversales que influyeron en el interior de las dos centrales, generando dos grandes bloques en relación a cómo se posicionaban respecto a ese gobierno ¿Es esta situación la que los hizo confluir y empezar a encontrar puntos de acuerdo?

En realidad el elemento de la fractura nos demostró que esa supuesta homogeneidad que teóricamente podía exhibir la CTA en contraposición con la CGT, que solía tener en su interior sectores con posiciones diametralmente opuestas tampoco era tal.

Nos bajó a la tierra y nos mostró que en un momento de crisis política como en la del 2008/9, no habíamos tenido la capacidad de poder resolver esa situación sin que en el devenir de esa controversia interna terminara quebrándose la central. Incluso con un trámite bastante bochornoso.

Ese elemento influyó, pero fundamentalmente lo que fue determinante es la convicción de que en este Siglo XXI, y sobre todo después del año 2014 donde se produce un vuelco y el péndulo se corre a la derecha en América Latina y aparecen gobiernos de cuño neoliberal, de derecha, duros, como el de Bolsonaro, como el proceso de Ecuador que ahora justamente está en crisis, como sucedió en Argentina con Mauricio Macri; esos procesos entrañan el riesgo del debilitamiento del movimiento sindical.

Por ejemplo, una gran central como la CUT de Colombia, hoy convertida en la sombra de lo que fue. Lo mismo podríamos decir en el caso de Perú o en el caso de Honduras. El movimiento sindical en retroceso, centrales sindicales debilitadas que comienzan a fracturarse, que entran como en un cono de sombras producto de su propia debilidad. Y en Argentina, todavía, el movimiento sindical mostró fortaleza. Uruguay sería la otra mosca blanca del continente, que tiene una sola central y muy fuerte.

La tendencia es al debilitamiento, a la fragmentación, al retroceso -incluso- en las tasas de sindicalización, que salvo en los casos de Argentina y Uruguay, en el resto de América Latina han bajado abruptamente. Ante esto dijimos “hay que fortalecer la unidad” porque vivimos cuatro años de un gobierno que si hubiese tenido la posibilidad de un segundo mandato, sin lugar a dudas, hubiese embestido muy fuerte contra nuestros derechos laborales y contra nuestras organizaciones gremiales. Por eso la decisión tiene que ver más con esto último que con cualquier otra cosa que tenga que ver con la historia reciente nuestra o de la CGT.

Sin dudas el modelo sindical que nos dejó el peronismo ha sido uno de los grandes diques de contención al avance del liberalismo. En algún momento la CTA se planteó como una central alternativa ¿Qué es lo que nos deja esa experiencia? Y ¿qué podemos esperar de este proceso que pretenden encarar?

Más que lo que podemos esperar del movimiento hacia la unidad, te puedo decir qué es lo que queremos que suceda, que es: fortalecer. Nuestra central sindical, la CGT, es tener una voz para ser interlocutor de un gobierno que va a tener que dar vuelta la página del hambre, de la desigualdad, del desempleo, de la pobreza que quedan en la Argentina cuando en diciembre asuma Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Para una eventual convocatoria a una alianza estratégica entre los sectores de la producción (industriales, las PyMEs y el Movimiento Obrero) hace falta una central fuerte, capaz de conducir y capaz de pararse con un gobierno que va a tener un mandato popular muy claro y fuerte, pero que también va a tener en frente a un poder fáctico, a los poderes concentrados (finanzas, energéticas, especulación financiera) que van a quedar intactos y van a ser hostiles a cualquier política que quiera avanzar en un esquema de mejor distribución de la renta. Por eso necesitamos un movimiento sindical más fuerte aún que el que tenemos, más consistente, más convincente y por eso entendemos que el norte es la CGT: aportar esos 500 mil afiliados que representamos para darle más fuerza, más consistencia y más coherencia a la expresión sindical de los trabajadores.

¿Por qué consideras que desde los “gordos” e “independientes” se ha dejado entrever que hay cierta resistencia a este proceso de unidad, siendo que es tan necesario?

Porque en ese colectivo hay algunos que todavía les cuesta despegarse de su papel oficialista durante estos cuatro años. Les queda la marca. Y porque otros están haciendo una cuenta muy mezquina: están contando esos 500 mil afiliados como la posibilidad de torcer los platillos de la balanza para el lado contrario al que ellos pretenden. Me imagino que el recelo vendrá por ahí, sino no entiendo.

¿Y qué diferencia hay entre hoy y los 90 cuando surge la CTA si muchos actores son los mismos?

Lo diferente es el mundo. Es un mundo mucho más hostil hacia los trabajadores. Un continente donde tenés una reforma laboral brutal que se impuso en Brasil, que es el paraíso de la precarización de la flexibilización laboral y eso lo tenemos a metros nuestros. Ante ese escenario no nos podemos permitir estar con las defensas bajas ni bajar la guardia. Y para eso hace falta unidad.

Hace falta unidad, también, porque hemos aprendido en estos cuatro años, que si el movimiento social no hubiese resistido, hoy seguramente tendríamos Mauricio Macri para cuatro años más, y eso sería letal para el movimiento sindical y para los trabajadores.

Con muchos gremios de la CGT fuimos peleando juntos prácticamente desde hace tres años. De estos cuatro años, tres los pasamos juntos en la calle en distintos episodios de lucha. Con muchos gremios importantes que conforman la Corriente Sindical Federal o el Frente Sindical para el Modelo Nacional; pero también con muchas regionales de la CGT de todo el país. Tres años de lucha juntos en la calle peleando a brazo partido. Esto es lo que también cambió respecto del pasado.

¿Qué puede esperar el Movimiento Obrero Organizado de un futuro gobierno de Alberto Fernández y cuáles serían las tareas que debería llevar?

Creo que el otro día en su intervención en Lanús en nuestro congreso fue muy claro y muy directo. Habló de tener como prioridad mejorar la condición de los jubilados, de los maestros, generar empleo; salir de la crisis en la que nos metieron y terminar con la idea de que no vamos a ser capaces de volver a una Argentina con empleo y con oportunidades para los jóvenes, para los que hoy están con las manos vacías. Creo que esa es la apuesta.

Si el gobierno que cambia absolutamente las prioridades. Del gobierno de los ricos para los ricos, pasar a un gobierno para el pueblo y para los trabajadores; y es un desafío enorme. Lo decía el otro día y lo dijo en Agronomía, la prioridad es gobernar para los que más lo necesitan y creo que eso está claro que son los que sufren hambre, los que están desempleados y los que teniendo empleo todavía están por debajo de la línea de la pobreza.

Amichetti: “La unidad que le da fuerza al Movimiento Obrero debe ser una unidad forjada en base a un programa”

Amichetti: “La unidad que le da fuerza al Movimiento Obrero debe ser una unidad forjada en base a un programa”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.
Hector Amichetti (Gráficos) y Sergio Palazzo (Bancaria)

Dialogamos con el Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense y miembro de la Corriente Federal de Trabajadores, Héctor Amichetti, con quien analizamos las intenciones manifiestas de unificación en la CGT y el posible reingreso de los gremios de la CTA de los Trabajadores a la CGT.


¿Qué opinión tenés sobre las discusiones que se están dando en torno a la unidad del Movimiento Obrero y cómo entendes que sería ese proceso?

En el caso de la CTA, charlaba con algunos compañeros, ellos decidieron en su congreso del día jueves su retorno a la CGT, en el marco del planteo de unidad del Movimiento Obrero, que por otro lado también se está charlando entre los distintos sectores de la propia CGT.

Me parece un hecho muy importante que la CTA tome esa decisión, pero también es muy importante buscar algún punto de encuentro entre las distintas fracciones que la CGT tiene y que se mostraron con absoluta claridad durante estos últimos cuatro años de gobierno de Macri.

La tendencia a buscar la mayor unidad posible dentro de una CGT que incluya a todos los sectores del Movimiento Obrero Argentino, creo que es voluntad de todos. Después lo que hay que ver es en qué condiciones se da esa unidad.

Como Corriente Federal nunca dejamos de estar en la CGT pero si vemos que la verdadera unidad, la unidad que le da fuerza al Movimiento Obrero, la que puede ser partícipe de una convocatoria a un gran acuerdo multisectorial que convoque el próximo gobierno, debe ser una unidad forjada en base a un programa del Movimiento Obrero.

En su momento no integramos la conducción de la CGT, fundamentalmente, porque entendíamos que: primero no era una unidad completa en 2016; segundo que era un acuerdo entre dirigencias y grupos sindicales en lugar de una cuestión de programa, de proyecto de la CGT, de posicionamiento en cada uno de los temas que son de interés para el movimiento de los trabajadores; y también cómo nos posicionábamos frente a lo que veíamos venir que iban a ser las políticas de Macri.

Hoy hay una coyuntura distinta. Seguramente va a venir una etapa con un gobierno favorable a los intereses de los trabajadores y ahí será muy importante construir esa unidad, pero para los gremios de la Corriente Federal debe ser en los términos que lo planteábamos en 2016, eso no cambió. No pueden ser acuerdos solamente de dirigentes o de grupos sindicales sino en base a propuestas concretas.

Foto: Radio Gráfica

Por lo que señalas esto debería ser un proceso para poder generar este programa del que hablás y que sea discutido por las bases del Movimiento Obrero ¿Cuáles serían los mecanismos o canales para generar esta unidad?

Para mí hay dos etapas. En la primera etapa seguramente vamos a coincidir todos en el movimiento sindical, porque todo el sector de los trabajadores ha sido muy golpeado, golpeado por los despidos, por la pérdida del poder adquisitivo de salario y esto a su vez repercute sobre todos los sectores de la economía. Estamos viendo que a los propios empresarios PyME les preocupa esta caída del consumo, esto hace que cierren empresas. Ahí hay un gran punto que nos va a unir a todos: de qué manera detenemos esta caída de la economía, que ya el futuro gobierno ha tirado algunos elementos que son claves como la desdolarización de las tarifas que indudablemente hace recuperar el poder adquisitivo y permite que las empresas puedan generar una reactivación.

Por otro lado, claramente, comprometer a los formadores de precio a moderar el costo de los productos de primera necesidad (fundamentalmente los alimentos). Esto de por si implica una recuperación del mercado interno porque va a haber mayor capacidad de consumo. No es un proceso rápido ni automático, pero en eso vamos a coincidir todos. Eso que el futuro gobierno llama Pacto Social que nosotros preferimos llamarle Acuerdo Multisectorial y creo que no va a haber divisiones dentro del movimiento sindical.

El otro proceso es más profundo porque indudablemente, porque esa unidad se tiene que convertir en algo orgánico dentro de la CGT, tiene que haber un compromiso muy fuerte de democracia interna y que no sea sólo elegir una conducción sino que funcionen los cuerpos orgánicos, los plenarios de Secretarios Generales, los plenarios de Delegaciones Regionales (que en los últimos años han sido relegadas); y en cuando al programa, en lo concreto, significa una postura que el Movimiento Obrero va a tener frente a situaciones como la Deuda Externa (como los 26 puntos de Ubaldini), nuestra posición respecto al manejo del sistema financiero (porque si no hay posibilidad de manejar el sistema financiero con libertades va a ser muy difícil reactivar a pleno la economía), qué postura tendremos con el comercio exterior, con la integración continental.

Todo lo que hace a una línea histórica de la CGT en sus mejores momentos, en los de mayor fuerza. Desde ahí es desde donde podemos contribuir a que un proceso que defienda el interés nacional y que defienda los intereses del pueblo tenga una apoyatura como la de los trabajadores organizados, como también tendrá que ser el empresariado nacional organizado. Creemos que de los trabajadores de la economía social o popular deben ser contenidos dentro de la CGT como parte de una realidad nueva del Movimiento Obrero, porque son millones de trabajadores que están trabajando en condiciones de precariedad. Y también tenemos que tener una visión sobre el sector cooperativo, que es generador de trabajo y que tiene una participación muy importante en la economía. Esto es fundamental y va a llevar un proceso un poco más largo porque la visión de los dirigentes no es toda igual. Algunos aceptan esta lógica y otros más bien se cierran en los intereses particulares y profesionales de su sector. Esto es lo que hemos podido comprobar en los últimos años.

Foto: Radio Gráfica

Por lo que decís esto significaría ajironar la estructura y las mecánicas de trabajo para el interior de la CGT con la potencia que esta tiene para poder conquistar mejoras para todos los trabajadores…

Claro, hoy nosotros estamos dando batalla frente a la agresión que sufren muchos sectores del trabajo y de la industria nacional, pero estamos todos separados. Parecería ser que lo que nos golpea a los gremios de la industria resulta indiferente a otros sectores como los de servicios. La batalla que estamos dando en defensa de Aerolíneas Argentinas frente a una política de cielos abiertos que debilita la soberanía en ese sentido; o la que hemos planteado desde el sector de las finanzas con los compañeros bancarios. Ni que hablar de los gremios de la energía. En el caso de la Corriente Federal hemos sido muy claros con lo que significaban los tarifazos y el negocio de las multinacionales.

Lo que pretendemos es que esa organización que unifique a todos los sectores del trabajo tenga un compromiso concreto con toda la problemática del movimiento obrero. Que no sea indiferente porque todas esas cuestiones juntas y dentro de un posicionamiento muy firme del movimiento obrero hacen a la defensa de un proyecto de desarrollo nacional y social, de la defensa de la soberanía y de la independencia económica. Para nosotros es clave reconstruir ese tipo de organización sindical.

Por último ¿cómo analizás políticamente el fin del macrismo y la muy probable asunción de Alberto Fernández como el próximo responsable de la administración del Estado Nacional?

Todos somos conscientes de que vamos a partir de una situación muy, muy difícil. Una situación muy complicada, con un país prácticamente saqueado. Por eso va a haber acuerdos básicos para acompañar la voluntad -ya decidida- de el nuevo gobierno que cuanto más margen, más diferencia tenga en la próxima elección del 27 de octubre, tendrá mayor fortaleza.

Indudablemente esto luego se puede traducir en aprovechar una oportunidad histórica, porque evidentemente hay una inmensa mayoría de sectores nacionales que están siendo afectados. Un gran acuerdo multisectorial, un acuerdo que pueda ser más profundo y que plantee las bases para generar una planificación con desarrollo social y económico. Es una oportunidad histórica que no podemos desaprovechar. Por eso insistimos mucho en que ese acuerdo no puede estar cerrado a estructuras de grandes instituciones, por ejemplo a las cúpulas de la CGT y de la UIA. Tienen que participar todos: las PyMEs, los pequeños y medianos productores, el cooperativismo.

Tenemos una oportunidad histórica y es muy importante saber aprovecharla, para que lo que se exprese en las urnas después tenga una consolidación a través de un gobierno que sea acompañado en sus decisiones y sostenido por la inmensa mayoría del pueblo     cada vez que tenga que enfrentar a esos sectores minoritarios -pero muy poderosos- que indudablemente van a intentar condicionar las posibilidades de salir de esta situación, empezando por el Fondo Monetario Internacional.

Catalano: “Este momento uno está del lado de Fernández de la vida”

Catalano: “Este momento uno está del lado de Fernández de la vida”

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.
Foto: Marcelo Carroll

Dialogamos con el Secretario General de ATE Capital y miembro de la CTA de los Trabajadores, Daniel Catalano, con quien analizamos el proceso de unidad sindical que distintos actores del movimiento obrero organizado vienen impulsando.


¿Qué significaría la unidad de la CGT con la CTA de los Trabajadores y cuáles crees que serían los caminos para concretar la unidad de las centrales?

Nosotros vamos a arrancar primero por el sometimiento a votación de los cuerpos orgánicos de la central para que se pueda validar un esquema de vuelta a la CGT. Después de ello hay que tener muchas reuniones con la CGT para ver cuáles serían los términos para poder volver a integrarnos a esa central, qué es lo que significaría y cómo y en qué condiciones se materializaría.

Está claro que después de 20 años lo que no vamos a hacer es perder la personería gremial de la CTA, por lo que hay que ver si entramos a la CGT como CTA, si entramos como gremios individuales que es lo que se tiene que ir discutiendo en un marco más administrativo, jurídico y político. Estamos en esa etapa de plena discusión en donde sabemos que hay compañeros muy contentos con recibirnos y otros compañeros que están mirando qué implica si el que la central vuelve a la CGT, así que es una etapa nueva para todos y todas. No hay nada escrito en esto, así que habrá que ver cómo nos vamos reconfigurando en esta etapa que se inicia.

¿Cómo sería la resolución en el caso específico de ATE dado que el gremio de estatales tiene distintas conducciones? ¿Tendrían que haber confluencia de ambas partes o se puede entrar como seccional?

Lo que pasa es que ATE (Nacional) es un desastre en sí mismo, a partir de lo que viene sucediendo, en todos los órdenes de la vida. Nosotros como ATE Capital adherimos a la CTA de los Trabajadores junto a Hugo Yasky, y ATE Nacional está en la CTA Tres. Hay otros compañeros que está en la CTA 2 que es la de Pablo Michelli.

La personería de ATE la maneja ATE Nacional por lo que la plata de nuestras afiliadas y afiliados va siempre al mismo lugar. Y en realidad es como el acto más antidemocrático que puede haber: un sindicato que habla de la libertad de los cuerpos de delegados, la libertad de los laburantes para elegir central obrera, pero después se quedan con la plata de los afiliados sin importar qué es lo que eligieron. Estamos en ese momento. Vamos a ver si se puede trabajar en el marco de la justicia para que se pueda resolver.

Vamos a ir al cuerpo más orgánico de nuestro gremio que es la asamblea. Ahora es una definición política institucional y después iremos a una construcción colectiva para poder ir viendo en lo más dinámico, cómo ir resolviendo nuestra participación en la CGT.

Más allá de lo legal, la firma y demás, se viene dando una unidad del Movimiento Obrero, el 21F, la Corriente Federal Sindical y otros. Hay un sector del sindicalismo que se viene juntando y que planteado propuestas ¿En este marco cómo ven el fin de ciclo macrista y lo que podría significar un gobierno de Alberto Fernández desde el 10 de diciembre con este llamado a un gran pacto social?

Mirá, te diría que en este momento uno está del lado de Fernández de la vida y generando mucha confianza a la etapa que se inicia sin todavía tener certezas de qué implica en la letra chiquita ese Pacto Social. Los laburantes ya no podemos dar más. Hay una parte de todo esto que me parece que los grandes lastimados del país, somos los trabajadores.

El Pacto Social todavía no sabemos en qué consiste, pero nos parece alucinante que haya un pacto social que nos contenga, que nos abrace; que contenga a los jubilados y jubiladas; que venga con una definición respecto de que hay que ganarle a la inflación con el salario. Quiero pensar que tiene que ver con eso y entonces avanzo.

Hoy cualquier situación va a ser superadora a lo que nos está haciendo Macri, que por decreto ya nos sacó más derechos. Después de la tragedia de Ezeiza, quince días después de que haya muerto una trabajadora precarizada de la Ciudad de Buenos Aires, nos sacan una parte de los recursos que tenemos por la ART. Uno piensa ¿Qué más nos pueden hacer? Así que: “Del lado Fernández de la vida”.

Foto: CTA

Dentro de poco se va a realizar el Encuentro de Mujeres en La Plata ¿Cuál es la posición de ATE Capital ante esta situación? ¿Las compañeras se están organizando? ¿Qué información tenés al respecto?

Desde Capital Federal estamos aportando estructura para que vayan alrededor de 500 compañeras de la seccional de ATE, que se van a sumar a otras sientas de compañeras de todo el país y que van a estar en un predio a 15 cuadras de donde se van a dar todos los talleres. Estamos trabajando con mucha dinámica, este sábado hacemos jornadas en el predio para limpiarlo y dejarlo en condiciones para recibir a las compañeras.

Es un momento donde el colectivo masculino acompaña. Es el momento de construcción de una nueva etapa que está buenísimo que suceda. Nosotros intentaremos no ser un obstáculo porque en realidad el problema siempre somos nosotros. Hay que tratar de no ser un obstáculo y que estén todos los facilitadores dados para que nuestras compañeras puedan tener 72 horas de mucho debate, de mucha movilización, de reencontrarse.

Los fenómenos más importantes que se dieron en esta etapa de macrismo tienen que ver con que nuestras compañeras se hayan puesto de acuerdo en algunos ejes que han transformado la vida de nuestra comunidad.

No hay unidad sin bases… No hay unidad sin programa

No hay unidad sin bases… No hay unidad sin programa

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Nicolás Sampedro*

Los reclamos por la unidad del Movimiento Obrero Organizado no son algo nuevo en el discurso de los sectores asalariados ya sean los registrados como los informales o desocupados. Prácticamente todos los sectores asociados a lo nacional y popular, fundamentalmente luego de los gobierno de Perón, sostiene la importancia de la unidad. Pero a lo largo de la historia y como no podría ser de otra manera, los intereses particulares, las mezquindades y las diferencias políticas han sido motivos de divisiones en el sindicalismo.

Cabe resaltar que en la vereda de en frente se encuentran, por un lado la retórica liberal que defenestra a la actividad gremial (por considerarles un obstáculo) y que cree que el mejor sindicato es el que no existe; y las expresiones troskistas que reivindican el sindicalismo clasista como referencia en una orgánica propia.

Una de las particularidades de Argentina respecto del resto de los países de la región es una tradición sindical muy fuerte (equiparable a la de México) que en la actualidad la ubica en el segundo lugar detrás de Uruguay, con un 39% del total de les trabajadores sindicalizados[1].

El Movimiento Obrero Organizado ha sido a lo largo de su historia un factor determinante para sostener y mejorar las condiciones laborales de les trabajadores, sean del sector que sean. Con sus más y sus menos, con sus bemoles, el sindicalismo siempre tuvo un papel fundamental en la vida política del país. Quizás el mejor ejemplo fue la gesta del Cordobazo donde junto con les estudiantes enfrentaron la represión en Córdoba.

Agustín Tosco en las movilizaciones del Cordobazo

Distintas son las teorizaciones y las corrientes de pensamiento respecto del lugar que deben ocupar los sindicatos. No es intención de esta reflexión indagar en esas disputas teóricas, pero sí analizar lo que puede devenir en el caso argentino.

En días recientes parecen haber comenzado a vislumbrarse algunas posibilidades reales para, no sólo avanzar en la unificación de la Confederación General del Trabajo (CGT), sino en reincorporar de los gremios nucleados en la CTA de los Trabajadores, muchos de ellos, gremios que se fueron de la CGT a principios de los 90 ante la postura cegetista frente al menemismo.

Si bien durante mucho tiempo se pronunció la tan ansiada unidad, la realidad es que hasta el momento no había habido avances significativos en dicho proceso. Todes hablaban de la necesidad de unirse, pero del dicho al hecho, suele haber un trecho; y a veces muy grande. Al parecer tuvo que llegar al gobierno Mauricio Macri y que se diera una destrucción significativa de los derechos conquistados para que esa proclama no quede en mera letra muerta.

Luego de casi cuatro años de gestión cambiemita la pérdida de derechos de les trabajadores, el cierre permanente de fuentes de trabajo, fundamentalmente las PyMEs, que son las que dan aproximadamente el 70% del empleo registrado (18.478 PyMEs cerradas entre diciembre de 2015 y abril de este año[2], que es equivalente a la pérdida de un empleo cada aproximadamente 40 minutos), el proceso de unificación parece comenzar a tomar fuerza.

La reciente participación del Secretario General de Camioneros, Hugo Moyano (que recientemente fue ratificado como conductor del gremio por octava vez[3]), como referente del Frente Sindical junto a los gremios que permanecieron en la conducción de la CGT[4]; o las declaraciones del Secretario General de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, que señaló que el 3 de octubre la central sindical tendrá su congreso general para debatir la reincorporación a la CGT, dan cuenta de esos avances. “Hay que ir a la unidad y la unidad es en la CGT[5], sostuvo.

Lo novedoso de este septiembre, más allá de las declaraciones de intención (y un trabajo de hormiga desde el silencio que viene desde hace por lo menos un año), es que ahora parece comenzar a materializarse esa posibilidad concreta de una unificación sindical. Obviamente exceptuando la retórica troskista que sólo saca rédito si critica las formas burocráticas del funcionamiento de estas centrales (obviamente porque no conducen ni una bicicleta y cuando lo hacen solamente busca acumular fuerza propia).

Foto: Diario La Prensa

Tenemos la esperanza de que los dirigentes más jóvenes puedan capitalizar los errores que cometimos los más veteranos para no reiterarlos, será en beneficio de todos[6], sostuvo Hugo Moyano en declaraciones a la prensa. Quizás gran parte de las centrales estén predispuestas, aunque encontrarán un hueso duro de roer en la CTA Autónoma conducida por Ricardo Peidró y Hugo “Cachorro” Godoy quienes han manifestado en varias oportunidades sus diferencias y su negativa a volver a la CGT.

Sin dudas las intenciones de reunificar a las centrales sindicales tienen que ver con un momento muy particular y complejo de nuestro país. El Movimiento Obrero Organizado será un factor clave en la propuesta de Alberto Fernández de realizar un gran Pacto Social. Junto a empresarios y a representantes del Estado, habrá que ver cómo se ordenan las fichas para reactivar una economía maltrecha y muy deteriorada y condicionada por cuatro años de desregulaciones y liberalización económica del macrismo.

En este escenario el sindicalismo no sólo podrá servir como paredón para que les trabajadores no sigan perdiendo derechos y poder adquisitivo, al tiempo que sirva como elemento de contención social ante la compleja situación que se avecina.

El reingreso a la CGT de los gremios que hoy hacen parte de la CTA de los Trabajadores que conduce Yasky, será sin dudas un espaldarazo para los integrantes del Frente Sindical para el Modelo Nacional que contiene a la Corriente Federal de los Trabajadores que encabeza Sergio Palazzo de la Bancaria, a Camioneros con los Moyano a la cabeza, o al SMATA de Ricardo Pignanelli, que tienen marcadas diferencias con los sectores tradicionales y más conservadores representado en “los gordos”.

Habrá que ver cómo se van limando asperezas y cómo se reordenan los distintos gremios de la CTA de los Trabajadores, ya que la CGT no permite a más de un sindicato por rama, lo cual impediría la convivencia, por ejemplo, de Suteba y Udocba ¿Se unificarán en uno de ellos? ¿Conformarán un nuevo sindicato unificando ambas estructuras? ¿Se modificará el estatuto de la CGT para posibilitar que ingresen tal y como están? Preguntas que surgen y que el tiempo irá debelando.

Lo cierto es que la reunificación de las centrales sindicales y la conformación de una única CGT será un factor clave para los desafíos que se vienen en el país. De la proclama a la concreción hay un trabajo arduo y complejo que deberán darse los gremios, pero el momento histórico lo amerita. Habrá que ser pacientes y trabajar para que la tan ansiada unidad pueda materializarse.

Héctor el “Gringo” Amichetti

Pero tal y como lo resaltaba recientemente el Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor el “Gringo” Amichetti: “Es necesario para el gobierno, tener la unidad de los trabajadores y de los sectores nacionales que apuestas a que haya una reactivación económica, que abandonemos definitivamente esta especulación financiera, pero para eso tiene que haber una participación activa y directa de los trabajadores y de los demás sectores que forman parte de la producción. La unidad va a servir en la medida que apuntemos a eso[7].

Amichetti, retomando preceptos lanzados por hace algunas décadas por la CGT de los Argentinos, señalaba en una publicación en redes sociales que “No hay unidad sin bases. No hay unidad sin programa. Los trabajadores necesitan una sola CGT para oponerse a la entrega, para encabezar el avance del pueblo hacia la reconquista del poder[8].


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio UNLP), productor del programa Columna Vertebral (Radio Estación Sur - FM 91.7), columnista del programa La Marea (Radio Futura – FM 90.5) editor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

[1] https://www.iprofesional.com/notas/280448-industria-inflaci%C3%B3n-tasa-La-Argentina-es-el-segundo-pais-con-mayor-sindicalizacion-de-Sudamerica
[2] https://www.pagina12.com.ar/221169-el-pymecidio-y-el-bono-de-5000-pesos
[3] http://www.infogremiales.com.ar/noticia.php?n=59723
[4] https://www.ambito.com/la-cgt-y-moyano-pusieron-primera-busca-del-camino-la-unidad-n5056356
[5] https://750.am/2019/09/27/hugo-yasky-hay-que-ir-a-la-unidad-y-la-unidad-es-en-la-cgt/
[6] https://www.baenegocios.com/politica/Moyano-cree-posible-la-unidad-del-movimiento-obrero-en-2020-20190902-0088.html
[7] https://radiografica.org.ar/2019/09/26/amichetti-tener-en-claro-para-que-nos-unimos/
[8] https://sindicalfederal.com.ar/2019/09/26/amichetti-unidad-para-la-victoria/

¡Quiero suscribirme!
1
Más rápido y fácil
Difusiones Trinchera
Hola
Si querés que te incluyamos en nuestras listas de difusión de publicaciones y promoción de entrevistas en vivo, envianos un mensaje para suscribirte y te llegará toda nuestra información.
¡Sumate a la Comunidad Trinchera!