Con el repudio de la World Rugby, la UAR y el rugby nacional deberán repensarse

Con el repudio de la World Rugby, la UAR y el rugby nacional deberán repensarse

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Se debe ser certero en ciertos aspectos. El rugby es un deporte y como tal, una herramienta de inclusión social. Sin embargo, diversos aspectos -históricos, sociales y culturales, entre otros- nos llevan a repensar la disciplina.

Si bien el rugby ha ido ganando terreno en clubes barriales, de manera más popular, y se ha sabido sacarle provecho a los valores que este deporte pregona, la mayoría de las personas que practican el deporte pertenecen a clases medias y altas, personas que pueden pagar una cuota en los clubes más reconocidos. Es una realidad que el rugby fomenta masculinidades hegemónicas: hablamos del varón blanco, heterosexual, cisgénero, fuerte y nunca débil, proveedor.

No debemos olvidar lo que sucedió el 18 de enero de 2020 cuando un grupo de 10 rugbiers de entre 18 y 20 años de un club de Zárate asesinó a golpes a Fernando Báez Sosa, a la salida de un boliche en Villa Gesell. La situación le exigía a la Unión Argentina de Rugbi (UAR) una postura al respecto, pero la misma apareció recién cuando empezaron los repudios por su silencio.

En el comunicado de la institución se habló de “pesar por el fallecimiento” de Fernando, pero nunca de un crimen. Luego del repudio que también generó el comunicado, la UAR lanzó el plan “Rugby 2030, hacia una nueva cultura”, un programa que tiene como objetivo “reconocer, responsabilizar y resolver la conflictividad relacionada con el rugby en Argentina, buscando crear una nueva cultura acorde a nuestros tiempos, reduciendo la violencia en todos sus aspectos”.

Esta semana últimas semanas, se sucedieron varios hechos. En primer lugar, la Selección de Rugby jugó en Australia tras el fallecimiento de Diego Armando Maradona, y aunque se esperaba un homenaje (el Diego siempre acompañó a Los Pumas cada vez que pudo); lo único que se vio fue una cinta negra en el uniforme. El “homenaje” generó broncas y repudio contra jugadores seleccionados y dirigentes.

A esto se le sumó que del otro lado, los All Blacks de Nueva Zelanda -un país donde el fútbol no tiene prácticamente relevancia y el rugby es el deporte que se asocia a lo popular-, antes del tradicional Haka, ofrendaron a Los Pumas una camiseta negra con el 10 en la espalda y con el nombre de Maradona. Una camiseta que ninguno de los 15 jugadores de la Selección levantó del piso.  

El flojo homenaje a Maradona de Los Pumas desató una caza de brujas en la red social de Twitter y algunos jugadores como Pablo Matera -capitán-, Guido Petti y Juan Socino, tuvieron que cerrar sus cuentas luego de que comenzaran a circular algunos tweets viejos posteados por ellos, cargados de mensajes discriminatorios, xenófobos, aporofóbicos y misóginos.

La bola creció tanto que hizo intervenir al INADI y el repudio popular fue inmenso. La U.A.R, por presión de algunos sponsors, tuvo que quitarle la capitanía a Matera y sacarlo del equipo, al igual que a Petti y Socino. El comunicado de la institución decía que «si bien los mensajes fueron expresados hace algunos años y no representan la integridad como personas que los tres mostraron durante este tiempo en Los Pumas, desde la Unión Argentina de Rugby condenamos cualquier expresión de odio y consideramos inaceptable que quienes las expresen, representen a nuestro país».

Sin embargo, dos días después la sanción fue retirada por el mismo ente y dejó en claro que los dirigentes no están aptos para tomar decisiones duras o mantenerlas y que ante cualquier circunstancia son capaces de virar al lado que más les conviene, sin importar si son contradictorias sus decisiones.

A su vez, el 7 de diciembre la World Rugby sacó un comunicado en el que expresaba: «Claramente los comentarios, o cualquier forma de discriminación, son inaceptables y completamente opuestos a los valores fuertes, universales e inclusivos que la familia del rugby aspira a vivir y defender. Simplemente no hay lugar para ellos, y tal comportamiento justifica con razón una investigación completa y adecuada».

De esta manera, el pedido por cambios toma más fuerza ya que la World Rugby -máximo ente mundial de este deporte, con sede en Irlanda- expresó en su sitio web que seguirá de cerca los procesos que lleve adelante la UAR con respecto a los tres jugadores y que espera recibir una actualización completa del mismo a fin de erradicar estos actos en el deporte.

Si bien los jugadores pidieron disculpas adulando que no eran lo suficientemente maduros en aquella época, cuando Pablo Matera escribió estos tuits, repletos de odio de clase y xenofobia, tenía 18 años y ya representaba al país como integrante de Los Pumitas. Solo tenía 2 años menos que Máximo Thompsen, qu según las pericias de la Justicia, pateó el rostro de Fernando Báez Sosa hasta matarlo y tenía la misma edad que los tres rugbiers que esta semana le desfiguraron la cara a un jóven en una fiesta de egresados de Córdoba.

Juan Branz, investigador del CONICET y autor del libro “Machos de verdad. Masculinidades, Deporte y Clase en Argentina” analizó lo que ocurrió estas semanas y menciono en FM La Tribu que: «Matera hace explícita la idea de una institución. No hay que individualizar. Este homenaje de los Pumas y los tuits no son excepciones, es un problema estructural que tiene el rugby desde fines de los años 40 y 50, no es coyuntural. Matera no dice que se equivocó, él pide disculpas si alguien se sintió ofendido y dice que acompaña el dolor del pueblo, anunciándose por fuera de lo que podríamos entender como el pueblo».

A su vez agregó: «Tenemos que hablar de una matriz dominante, un proyecto hegemónico de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, varones de clases dominantes configuran un espacio de definición socio cultural que fue el rugby. Estamos hablando de un problema estructural, y para quienes conocemos la cultura del rugby, no nos sorprenden ni los tuits ni el homenaje, lo que queda en evidencia es el contexto de enunciación».

Esto ayuda a entender y ver el problema con el que debe trabajar rápidamente el ente del rugby en Argentina, en conjunto con los clubes. Debe dejar de pensar en un programa con vistas al 2030 porque los cambios se necesitaban ayer.

Los clubes no están exentos de esto, porque forman parte de la formación de los jugadores y no vienen dando el ejemplo. En cambie, el club francés Union Bordeaux Bègle, en el que juega Guido Petti, anticipó que el rugbier deberá dar respuestas cuando regrese al plantel y someterse a varias pruebas fuera de lo deportivo. 

En paralelo la UAR debe empezar a cambiar aspectos estructurales, empezando por nuevas formas de elegir las dirigencias y con cupo de paridad para que los debates y las políticas no queden en manos de hombres hegemónicos; que sea lo más amplio y democrático posible, y que los más de 500 clubes en el país -muchos barriales y populares- tengan un voto y puedan ejercerlo.

Serían interesantes talleres obligatorios sobre género, masculinidades y violencia -mismos que el Estado da gratuitamente- para que les rugbiers recorran conceptos básicos en torno a género, sistema sexo-género, patriarcado, masculinidad hegemónica, masculinidades disidentes, tipos y modalidades de violencia. Todo eso debe atravesar al deporte y su construcción. Si bien el proyecto que está mencionado al principio se plantea como horizonte al 2030, la situación de violencia no puede esperar mucho más y los cambios deben comenzar a caminarse en lo inmediato.


Eduard Paz
Eduard Paz

Proveniente del sur, me instalé en la ciudad de las diagonales. Fiel pensante que la política el deporte van de la mano. Siempre me vas a tener al servicio de la comunicación del pueblo y su deporte.


¡Son responsables, pero no los únicos!

¡Son responsables, pero no los únicos!

TIEMPO DE LECTURA: 3 min.

Por Fabián Scorpino*

Como es de público conocimiento, la noticia del asesinato del joven en Villa Gesell perpetrado por un grupo de rugbiers, está alarmando a gran parte de la población por el grado de violencia y desprecio por la vida que se notaba en los victimarios. Son asesinos, son jóvenes, son varones, son machos… ¿Y qué pasa con los adultos, las instituciones y la sociedad en que estos fueron formados?

¿Qué pasa con esas familias, clubes, escuelas, medios de comunicación que fomentan valores, exigen, premian y castigan el desempeño de estos pibes transformados en asesinos?

¿Qué pasa con esos países “en serio”, que ambicionan la riqueza natural que poseen territorios ajenos y se sienten con la impunidad de matar a cientos, miles o millones de seres humanos bajo la mentirosa excusa de la peligrosidad de los gobernantes de ese país?

¿Quiénes son los autores intelectuales de este crimen? ¿Los clubes de Rugby, las familias, las clases dominantes, las escuelas dónde fueron formados, los que aplaudimos a los Pumas, los que somos simpatizantes de otros deportes y presenciamos hechos similares que también terminan en la muerte de gente inocente?

Cuando repetimos “la violencia se termina con educación”, ¿me van a decir que estos pibes no son educados, criados y formados en las escuelas y clubes más prestigiosos?

¿Dónde se aprende la violencia racial que te habilita para destruir con tanto desprecio la vida de un pibe “morocho” de la preciosa sangre guaraní, que venimos despreciando desde siglos, porque claro, ¡somos la Europa latinoamericana! ¡Y para ser un país “en serio” debemos ser todos de aspecto europeo!, ¡los demás no son humanos!

Tengo muchas preguntas y pocas respuestas

Durante muchos años de capacitación en No violencia pude experimentar que la violencia se aprende, es parte de esta cultura, y nuestro esfuerzo militante está dirigido a desaprender esa violencia y aprender la No violencia. Tarea difícil si las hay, pero con no pocas experiencias hemos comprobado que es posible. Que, a pesar de las monstruosidades, los seres humanos podemos formarnos con una dirección No violenta, y para esta noble tarea no nos queda otra opción que comprender el problema en su última raíz.

Nacemos en una sociedad donde está todo aparentemente resuelto y terminado, “no vale la pena hacer nada”, “dedícate a tu familia y a tus afectos”, “a los tuyos”, a tus semejantes, ¡los no semejantes son peligrosos! ¡Debemos ser individualistas, competitivos! Salvo ciertos actos de caridad para salvar nuestra conciencia.

Hasta que no comprendamos que la violencia se ha apoderado de la gran mayoría de los ámbitos de nuestra vida, siempre tendremos el dedo acusador dispuesto a disparar hacia los demás.

Posiblemente estos jóvenes rindan cuenta ante la justicia y sean condenados por el crimen que cometieron. Pero la rueda de la violencia seguirá girando. Y en cuanto la noticia desaparezca de los titulares de los medios de comunicación nos olvidaremos, y pronto aparecerán casos similares que nos provocarán la misma indignación… y la rueda seguirá girando.

La implementación de la educación para la No violencia es urgente y necesaria para comenzar a detenerla y ponerla a girar en un sentido solidario y no violento.


* Consejos Permanentes por la No Violencia Activa.
fabianscorpino@yahoo.com.ar
Los Medios, el Festín y la Pedagogía de la Crueldad

Los Medios, el Festín y la Pedagogía de la Crueldad

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Adrián Berrozpe*

“No es que el ojo del público sea cruel y rapiñador, sino que se lo enseña a despojar, a rapiñar, a usar los cuerpos hasta que queden solo restos; es una pedagogía porque ese público está siendo enseñado”

Rita Segato, Entrevista en la Fac de PyCS-UNLP de La Plata.[i]

¿Será que cuando un/a docente condena a un/a estudiante se está condenando a sí misma/o? ¿Será que al no reconocer a las/os estudiantes como sujetos capaces está negando su propia capacidad?

Carla Wainstock Congreso Pedagógico de UTE [ii]

A Fernando Baez lo mataron. Lo mataron porque podían, porque tenían más poder que él, porque hasta podría decirse que lo hicieron por creerse impunes. A Fernando lo mataron y no queda otra posibilidad. Fue, es y será un asesinato por parte de un grupo de jóvenes adultos, que mostraron manejarse con saña y con la cobardía de una manada deshumanizada.

A Fernando lo mataron, pero si se transforma un pedido real de justicia en venganza, a Fernando lo habrán matado dos veces: la primera por un grupo que lo molió a palos y la segunda por la ceguedad inculcada por los medios de (in) comunicación que buscan aferrarse a la susceptibilidad de la masividad para seguir inculcando, con la pedagogía de la crueldad, que sólo con venganza habrá justicia.

Los medios pergeñan desde su concentración y monopolización la agenda diaria, cuentan con recursos humanos y tecnológicos para ello, y desde ese punto de partida adoctrinan a la masa. Golpean fuerte a la misma contra el yunque, porque a través del odio y la venganza la manipularán frente a sus intereses. Como cuando Blumberg inflado por éstos y frente a una multitud, atacaba a través de su discurso, la política de derechos humanos y resaltaba los ya conocidos argumentos contra las clases populares por su condición de pobres.

Ser rugbier no te convierte en asesino, vivir en una barriada popular, barrio precario (abandonado por el Estado) o “villa” tampoco. “Todos los rugbieres son chetos impunes” o “gorilas” también son conceptos que se han ocupado de acuñar ciertos sectores que se autodenominan “progresistas”, que estigmatizan tanto como el que encasilla al otro por procedencia social.

Los linchamientos son prácticas que replican una violencia arcaica, machista y capitalista; aunque el otro nos genere aversión o miedo, porque en definitiva es el miedo el que conduce al otro y el linchamiento, aunque sea mediático, es la extrapolación de ese odio que nos daña individualmente y que daña al conjunto. A Pablo Ventura lo lincharon mediáticamente, hasta que él y su familia pudieron demostrar su inocencia, pero Pablo quedará marcado de por vida y los culpables de esto son los que dieron su nombre para “zafar” y de aquellos que por miedos se subieron a la manada que los persiguió por las redes con insultos y evocaciones a que sufran para poder saciar su miedo (su odio). Pablo es otra víctima, pero no sólo de la “Manada de Rugbiers Asesinos” sino de la sociedad del linchamiento.

La venganza no es sinónimo de justicia, sino posiblemente su antónimo. Tiene una fuerte connotación violenta de imposición de poder frente al otro. Estela de Carlotto dice “Ni odio, ni venganza, ni revancha, sólo queremos Justicia”[iii] entendiendo que la justicia no es una respuesta violenta frente a un crimen. No se puede pretender que en la venganza haya justicia porque cuando se construye a la justicia, se está hablando de un acto de amor y de restauración. Si se piensa que al ejercer poder violentamente se está realizando justicia por Fernando, se está actuando como aquellos que lo mataron.

La sociedad hace eco de los medios, quienes plantean como “justicia” a la cárcel. Una institución que se ha convertido en instrumento de venganza colectiva -aceptado popularmente- que hoy explota: más de un 80% de su población privada de su libertad sin un juicio o proceso judicial correcto. Esta venganza o instrumento del poder violento, del odio clasista (por centro, derecha o del progresismo blanco), del cual se ha apropiado la pedagogía de la crueldad para aplicar sus recetas, siendo estas retroalimentadas desde los bunkers mediáticos.

La cárcel como herramienta de castigo, es parte de un pensamiento que no permite fisura. El periodista Tuny Kollman en el aire de C5N enunció: “A mí me hace mucho ruido que manden a alguien preso 35 años por lo que pasó aquí”. Acto seguido se lo empieza a linchar mediáticamente, se busca su fisura y se lo ataca, pero este redobló la apuesta y relanzó con más fuerza: “Mirá si voy a defender a esos patoteros del orto, sólo digo que merecen penas de cárcel, pero no perpetua[iv], cuestionando un pensamiento hegemónico y mediático que pretende viciar, manipular y direccionar desde el titulo de un diario o de un graf en una pantalla televisiva.

La especialista penal Claudia Cesaroni, también señala a la situación carcelaria exponiéndola como parte de la Pedagogía y doctrina de la crueldad. Ella señala que “cuando alguien dice que tal «se pudra en la cárcel», está pidiendo tortura. Cuando justifican «linchamientos» están pidiendo tortura. Desterrar la idea de que, en determinados casos, la tortura es aceptable, es para mí el mayor desafío del Estado democrático”[v]. En otro post Cesaroni redobla la apuesta acerca de ser cruel con quien fue cruel: “Si los adolescentes imputados por la muerte de otro adolescente son condenados a prisión perpetua, deberían pasar la vida entera presos. No hay -con la legislación actual- ni siquiera posibilidad de libertad condicional a los 35 años. Eso a mí me parece una locura”[vi].

Para poder cerrar esta nota, es fundamental que la relean en carácter de cuestionamiento profundo para buscar preguntas que permitan desasnar los discursos mediáticos. Por ejemplo: ¿Qué es justicia? y ¿Qué es ser cruel?

Por último plantearles la siguiente pregunta ¿No será que hay mucho cordero atado al que visten de lobo, come pescado podrido y lo alimenta su verdugo?

Nota de página: como dicen los amigos de Alma Ombú “en vos recuerdo quien soy” y la chilena Anita Tijoux “Creo en lo imposible, creo que es posible, hacer de este mundo, un mundo sensible”.

Justicia por Ferando Baez, pero no venganza.


* Productor periodístico del programa de radio "Cabezas de Radio" que se emite los sábados de 9 a 12 hs en radio Ahijuna (FM 94.7). Trabajador de la Dirección General de Responsabilidad Penal Juvenil de CABA y colaborador de Revista Trinchera y Agencia Timón.

Bibliografía:
[i] https://perio.unlp.edu.ar/node/4602
[ii] http://congresoute2014.blogspot.com/2014/09/denombres-y-pedagogias-por-carla.html
[iii] https://www.latecla.info/5/81829-estela-de-carlotto-en-diputados-ni-odio-ni-venganza-ni-
[iv] https://twitter.com/tunykollmann/status/1220021018183467009
[v] https://www.facebook.com/claudia.cesaroni.94/posts/10157673557797870
[vi] https://www.facebook.com/claudia.cesaroni.94/posts/10157680630222870

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