Susy Shock: La ternura como Trinchera 

Susy Shock: La ternura como Trinchera 

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Poeta, cantora y militante, Susy Shock encarna una voz imprescindible en la lucha trans-travesti argentina. Su obra, desborda los márgenes del arte y la política, construyendo desde el deseo y la ternura una genealogía disidente que interpela al canon, lo repara y lo transforma.

Arte, deseo y militancia 

Nacida en Buenos Aires en 1968, hija de padre pampeano y madre tucumana, desde joven, se vinculó en el teatro independiente y la poesía, encontrando en el arte un refugio para expresar su identidad disidente en una sociedad que no ofrecía espacio para las subjetividades trans.

Susy comenzó a ganar visibilidad, en los medios, a partir de sus columnas en el suplemento Soy de Página/12 y sus publicaciones como Poemario Trans Pirado y Relatos en Canecalón  (2011), donde abordó la identidad, el género y la pertenencias desde una mirada poética y política. Su presencia se extendió con giras autogestionadas, recitales poético-musicales y participaciones en películas como Mía (2010) y Andrea. Un melodrama rioplatense (2013).

Fue parte del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, que logró la sanción de esta ley en 2012, considerada una de las más avanzadas del mundo. También integra Futuro Trans Asociación Civil, fundada por Marlene Wayar, y ha sido reconocida por la Legislatura porteña por su aporte a los Derechos Humanos. 

Susy se define como “artista trans sudaka” y “pedagoga del deseo”. Su obra no busca consuelo, sino rebelión amorosa. En sus presentaciones con la Bandada de Colibríes, convoca a desobedecer lo establecido, a crear comunidad desde el cuerpo, la música y la palabra.

“Reivindico mi derecho a ser monstruo”

“Yo no quiero ser mujer, quiero ser una Susy Shock” (2011) se convirtió en bandera de la disidencia identitaria, desafiando los binarismos y proponiendo una identidad situada, deseante y poética. 

La obra de Susy Shock se inscribe en una estética de lo monstruoso, lo inclasificable y lo afectivo. Su célebre manifiesto “Reinvindico mi derecho a ser un monstruo” —inspirado por Marlene Wayar— condena una poética que desarma los binarismos y propone una identidad en constante devenir. En sus performances, el cuerpo se vuelve archivo y ritual, y la palabra se encarna como gesto político. 

Shock articula una escritura que carga con una urgencia política sin soltar la belleza: “Escribir con carga política, pero sin soltar la belleza” es su consigna. En su novela, La Loreta/Pibe Roto, publicada por Muchas Nueces, entrelaza duelo, deseo y memoria, construyendo una narrativa travesti que desafía el mercado editorial y propone una literatura situada, sintética y afectiva. 

Su perspectiva no busca nunca encajar en el canon, sino fundar genealogías propias. Como menciona Claudio Bidegain, la escritura de Shock configura una voz trans en constante mutación, que se va construyendo desde lo vincular y lo colectivo. En este sentido no solo representa una identidad: la encarna, la canta, la escribe y la milita. 

Su perspectiva es comunitaria: Susy Shock no escribe sola: escribe con otrxs, para otrxs, desde una red afectiva, que incluye a Marlene Wayar, Lohana Berkins, Camila Sosa Villada y tantas otras veces travestis que, han hecho de la palabra, un lugar de resistencia. Además, a través de su obra busca interpelar a quien no es trans, más bien obliga a revisar nuestras categorías, nuestros silencios, nuestras complicidades. Nos invita a leer desde el cuerpo, desde el deseo, desde la ternura, como ella misma dice: “No quiero que me toleres, quiero que me celebren”.

Así es como su perspectiva se vuelve también pedagógica, una forma de enseñar a mirar, a nombrar, a imaginar. Una literatura que no sólo denuncia, sino que propone. Que no solo resiste, sino que también se encarga de reparar, que no solo sobrevive, sino que funda mundos. 

La solución que propone Susy Shock no se limita simplemente a la visibilidad, más bien a una transformación radical de los modos de existir, nombrar y legislar. Su obra y militancia articulan una respuesta integral a la exclusión histórica de las personas travestis-trans, combinando reparación simbólica, pedagogía del deseo y exigencia de políticas públicas concretas. 

Desde lo simbólico, construye una poética que habilita imaginarios donde las cuerpas trans no son patologizadas ni toleradas, sino celebradas. Su literatura, música y performance desarman el discurso médico y jurídico que, históricamente, ha definido las identidades trans desde la falta o el error. 

Además, su propuesta incluye una pedagogía del deseo como derecho. En sus palabras: “Si no estás en tu deseo, estás en la vida de prestado”. Esta frase condensa una ética travesti que interpela a toda la sociedad: vivir plenamente, sin pedir permiso, sin esconderse, sin negociar la dignidad. 

Su impacto en la comunidad travesti-trans es incalculable, porque no se limita a transformar leyes, sino que transforma imaginarios, vínculos, lenguajes. En sus textos, la ternura no es debilidad: es estrategia política. El deseo no es capricho: es derecho. La monstruosidad no es amenaza: es belleza que desborda la norma. 

La urgencia de la obra de Susy Shock se inscribe en una realidad estructuralmente excluyente. Según el Informe sobre la situación de los derechos humanos de las personas travestis y trans en Argentina, la expectativa de vida de esta población ronda los 35 años, producto de la violencia sistemática, la exclusión laboral y el abandono estatal. En el Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida LGBTIQ+, se evidencio que un 83 % de las personas travesti-trans que fueron encuestadas han sufrido algún tipo de violencia institucional.

El Programa Empleo, Formación y Desarrollo para Personas Travestis y Trans (PEFDPPTT) impulsado por el Estado Nacional, mostró que entre 2020 y 2023 se inscribieron más de 1.500 personas, muchas de ellas con trayectorias de exclusión laboral prolongadas. El 60 % de las ingresantes al programa declaró haber vivido situaciones de violencia en el ámbito educativo. 

Estas cifras no son solo datos: son cuerpos, biografías, urgencias. Y es allí donde leer a Susy Shock es entrar en una genealogía que no se deja borrar. Es reconocer que la literatura puede ser archivo afectivo, trinchera simbólica y refugio político. Es entender que la reparación no se logra sólo con leyes, sino también con palabras. En tiempos donde resurgen discursos de odio, donde se criminaliza la diferencia y se patologiza el deseo, Susy Shock nos recuerda que la ternura es una forma de resistencia.

Y que ser travesti, como ella dice, no es una tragedia: es una fiesta. 

 

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Disturbios

Disturbios

TIEMPO DE LECTURA: 2 min.

Poema de Edu, participante de la convocatoria de poemas “Daniel Omar Favero.

El 28 de abril de 2021 inició el paro nacional en Colombia. El saldo total de asesinados fue de 80 personas casi todos jóvenes. Las protestas se extendieron por varias ciudades durante año y medio. En ese tiempo, escribí decenas de poemas para dejar memoria de lo ocurrido. Aquí les presento una selección de algunos de ellos, reunidos en un poemario inédito titulado: DISTURBIOS. Que está dedicado a todas las víctimas, a sus familias y a su memoria. 

Espero que la paz llegue algún día a mi país y no tenga que estar escribiendo más sobre esto, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra. 

Edu.


RECETAS PARA LA REBELDÍA

Para resistir hay que tomar vitaminas yo uso

dignicilina y aguantaminofén.

RƎɅOLUCIÓN

Mentiras,

ese día no llovieron piedras ese

día llovieron balas

había calles inundadas

desbordadas de sangre no

quedaron escombros si no

huesos

Y en vez de frio

silencio.

LA CRECIENTE.

Son ríos de gente

los que surcan las calles

haciendo remolinos

en las aceras

desbordan su cauce y

hacen estragos,

inundan con esperanza

nuestra consciencia

DESEMBOCADURA

Al mar llegan todos los ríos

A los ríos llegan todos los cuerpos a los

cuerpos llegan los gallinazos

a los gallinazos llegan todos los

vientos a los vientos llega el polen

al polen llegan las flores

a las flores llegan todas las madres

a las madres llegan todos los cuerpos a los

cuerpos llegan todos los ríos

y a los ríos llegan todos los mares.

EL 23 DE AGOSTO.

A Esteban

El 23 de agosto lo mataron en

una calle ciega,

con un ojo ciego

le cegaron la vida.

El 23 de agosto lo mataron

con dos balazos en la cabeza y

un balazo en la pared

a un joven sin balas.

El 23 de agosto lo mataron

mientras sacaba a su perrita, lo

mataron como a un perro

los perros del estado.

El 23 de agosto lo mataron, el

24 lo velaron,

el 25 lo enterraron, y

hoy,

vive más que nunca.

Marcos Paz, Montesquieu y Urquiza

Marcos Paz, Montesquieu y Urquiza

TIEMPO DE LECTURA: 2 min.

Poema de Felipe Bellingeriparticipante de la convocatoria de poemas “Daniel Omar Favero.

Mi padre vivía en Marcos Paz, donde fue secuestrado, detenido y desaparecido junto a sus compañeros del Partido Revolucionario de los Obreros Argentinos (PROA).

La casa fue atacada, las huellas grabadas a balazos de todo tipo de artillería.

En esa casa  se organizó la denuncia internacional.

En la casa de Montesquieu y Urquiza al igual que en otras miles de casas se resistió a la dictadura económica  militar y eclesiástica argentina.

Los triunfos de la lucha, la derogación de las leyes de impunidad, la prisión de los genocidas y el futuro de nuestro pueblo, qué verá caer al Imperio.


Marcos Paz

Montesquieu y Urquiza

Allí, donde la patria se libera y la vida se defiende con un disparo

Allí donde aparecen los dioses, los hijos y la razón de existir

Allí, donde se disputa el poder

Allí, donde se juntan el miedo y el coraje

Allí, la casa salpicada de tiros y de escombros

Allí, testigos amnésicos, que lo saben todo y no dicen nada

Allí, el olor a pólvora,se regó en silencio

Allí, en esa casa se pergeñaba el mejor de los planes, que jamás descubrieron

Allí, en esa casa y en muchas casas se combatió al imperio, al peor de los imperios, ese

imperio que estoy viendo caer, al que mi hija vera rendido

Allí, en esa casa, en ese pueblo

Allí, en ese pueblo, en esa cárcel

Allí, en esa cárcel, ustedes verdugos pasaran sus días y sus noches hasta la muerte

Allí, en esa casa está el espíritu revolucionario, los compañeros que no mueren y hoy viven

en el pueblo

Allí Marcos Paz , sin paz

Allí, la cárcel

Allí, la casa.

Felipe Bellingeri

Una voz que lucha en el presente

Una voz que lucha en el presente

TIEMPO DE LECTURA: 2 min.

No retrocederemos porque somos semillas” enuncia Daniel, en un verso de lucha, negándose a las reconciliación.

 “Como una nueva industria de producción rebelde” Joven, con la militancia a flor de piel y la poesía hecha su propia carne, Daniel escribe.

La voz de Favero, una de las tantas voces que la última dictadura cívico militar quiso ultrajar. Voz construida como reflejo de los sueños de revolución: “somos el movimiento y un resurgir constante/no sólo una pintura nostálgica que cuelga” como quien se rehúsa a ser pasado no por miedo a morir, sino por miedo al olvido. La palabra, un devenir permanente, un nexo entre lo que ocurrió y lo que vendrá, opera de salvavidas del recuerdo: cuando conocemos la poesía de Daniel, conocemos los atravesamientos, los amores, las disputas, las resistencias, de toda una generación. Cada verso es el recorrido por su trayectoria personal y colectiva: un espejo de la realidad interna y externa.

A Daniel lo desaparece la más cruenta de las dictaduras cívico militares que atravesó nuestro país, en el año 1977, en la ciudad de La Plata como a tantes otres jóvenes que lucharon por un mundo más justo, más libre. La rebeldía de sus versos,  expresa que la acción de escribir es la multiplicación de un pensamiento y un sentir enmarcado en una historia determinada. Una historia de la que hoy nos quedan las palabras, nos quedan sus palabras y detrás de la cual nos atrincheramos jurando vencer.

 “Y entre los engranajes de la máquina diaria

están las dentaduras de la revolución”

Su obra, es el recuerdo permanente de que existen maneras de enunciar, que le dan la batalla al silencio y a la cobardía. 

“¡No podrán cubrirnos las palabras!”

Grita Daniel. 

No pudieron, y su poesía es la prueba.

Valentina Cabrera

Fiel convencida de que todo lo puede el cuerpo, escribe poesía por la irreverencia que supone sentir en palabras. Milita las causas que supone justas y cree en la ternura como el arma indiscutible para construir otros horizontes posibles.

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