En esta fecha muy importante, 28 de Junio, Día Internacional del Orgullo LGBTQI+, marcaremos cómo se fueron formando espacios de debate y construcción en base a la obtención de derechos en el campo de la diversidad local. A puro trabajo colectivo y autogestivo. Movilizados por la idea de apostar una realidad menos destructiva.
En lo que va del transcurso del año en la ciudad de La Plata han ocurrido varios actos de violencia, discriminación y odio orientados hacia al colectivo LGBTQI+.
Ante un panorama complejo, las disidencias encuentran las formas de tejer nuevas redes, para luego generar fuerzas y apostar a una transformación social. Poniéndole un freno al que anda por libre albedrío, anteponiendo el interés propio a cuerpos ajenos.
El lunes 3 de abril la Municipalidad de La Plata dio a conocer su proyecto sobre la “reubicación” de la denominada Zona Roja de la ciudad a la Avenida 122, desde 52 hasta 55. Este lugar se lo considera como triple frontera, donde se mezcla la jurisdicción de La Plata con Ensenada y Berisso. A la que históricamente se la representa como tierra de nadie.
Ante el código represivo del intendente Julio Garro, organizaciones travestis, trans, de la diversidad sexo genérica, políticas, sociales, estudiantiles y gremiales en asamblea abierta, decidieron movilizarse en las calles.
“Falsas promesas, en ningún momento se puso sobre la mesa las discusiones y las problemáticas que acercamos las personas travestis y trans de la ciudad“, expresó ante el megáfono Galaxia, activista y referenta de Marea Rosa, encabezando la columna que movilizó hacia la Municipalidad el 20 de abril. “Trabajo sexual es trabajo, negarlo es violencia. La prohibición nunca fue la solución, basta de perseguir y criminalizar a trabajadoras sexuales”, agregó.
Desde marzo, cada mes, el Desconche Espacio organiza un encuentro cultural llamado Pop Up. En la vereda de la intersección de las calles 2 y 42, proponen romper los límites de las ferias tradicionales, en búsqueda de capitalizar el arte donde feriantes, musiques, artistas visuales, tatuadores y performers se juntan a colectivizar y difundir las propuestas de trabajo y distintas disciplinas artísticas de manera autogestiva, segura y con cupo completo de disidencias.
“El objetivo siempre fue que es posible vivir del arte, no es imposible. Hay mucha gente no binaria trans que está buscando sus espacios. Vengan al Pop Up. Nos terminamos juntando el trolerío”, dice Jul, organizadora.
El 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia, en las calles 7 y 47 se lleva adelante una Runway (intervención artística) organizada por la comunidad Ballroom La Plata como método de protesta frente al acto de transodio y violencia física que recibió Glenda por parte de vendedores de dólares.
“Me quejo de la violencia que se ejerce sobre mi identidad. Me quejo y grito porque tres hombres me insultaron, me increparon, me golpearon y me amenazaron. Todo en frente de la cara de la gente un miércoles a las 11 del mediodía en el centro de la ciudad de La Plata”, explica Glenda en la Runway.
En la primera semana de junio tuvo lugar en la ciudad, la novena edición del Festival de Cine sobre Géneros y Diversidad: Espacio Queer.
“En Espacio Queer no solamente pensamos y debatimos estas temáticas relacionadas con el cine LGBTQI+, sino que nos encontramos y en ese encontrarse, como cuando unx se encuentra en las calles o en las marchas, es un espacio más donde se genera resistencia relacionada a este avance de la derecha. Nos damos cuenta de que no estamos tan solxs cuando vemos una sala llena”, cuenta Antonella Larocca, programadora de Espacio Queer.
Existen varios grupos sociales de artistas, militantes y personas autoconvocadas que se organizan para dar respuesta a estos sucesos. Se pone en debate que los espacios seguros creados por y para las disidencias no son suficientes como único método de transformación social. Ya que, en las calles, donde se reproduce el sistema, se siguen multiplicando los crímenes de odio.
En estos tiempos en los que el ser humano se ve constantemente bombardeado, por una infinidad de estímulos externos, encasillado a una compleja individualidad, estos grupos sociales piensan la forma estratégica de interpelar a la sociedad utilizando el arte como método de protesta, ocupando los espacios públicos y obligando, a través de varias expresiones artísticas, a ser parte de este sufrimiento que es ir en contra de lo preestablecido. Tratando de ser lo que realmente sienten que quieren ser.