En el cuento infantil titulado “Ricitos de oro y los tres osos”, una muchachita rubia, blanca y hegemónica irrumpió en la casa de una pobre familia de osos porque se había perdido en el bosque. Ricitos no se quedó esperando a que cayera alguien a la casa para pedir ayuda, no. La tipa entró, les comió la comida, hasta se tomó la libertad de entrar a su cuarto y probar cada una de las camas. La impunidad de la pibita la llevó incluso a quedarse dormida en el lugar del ilícito. La familia de osos lejos de comérsela, como tal vez deberían haber hecho después de que les bardearan toda la casa, la terminó perdonando.
Algo parecido está pasando con las sorpresas que dejaron “ojos de cielo” y sus secuaces en todos los lugares en donde posó sus garras Cambiemos. A principios de mes, nos amanecimos con que la noticia de que el Ministerio de Salud (sí, genera placer escribir “Ministerio” en lugar de “Secretaría”) se había encontrado con 160 mil dosis de vacunas vencidas en un depósito en Melchor Romero. En estos días se hallaron también 100 mil netbooks sin entregar y medio millón de libros de texto que debían ser repartidos entre las escuelas públicas. Por otro lado, en PAMI descrubrieron 17.972 bolsas de ostomía vencidas.
En el caso argentino, “Ricitos” directamente desvalijó la casa, vendió el terreno y cuando los osos llegaron, ya se estaba empezando la construcción de un mega proyecto inmobiliario. Sin eufemismos, también nos desayunamos con que habían hecho destrozos en Casa Rosada, por ejemplo, con la extracción de una histórica escalera de mármol de carrara de 1895 diseñada por el reconocido arquitecto italiano Francesco Tamburini. A Mauri le pareció más cómodo un ascensor que subir y bajar escalones todos los días. Más honesto hubiese sido modernizar su residencia en Chapalmadal o en Villa La Angostura.
Este es un breve ejemplo de la capacidad de gestión y del cinismo que tenía el gobierno de Cambiemos. Objetivamente, no hay otro calificativo para un gobierno que privó de vacunas -que estaban disponibles- al pueblo en medio de brotes de enfermedades como sarampión, o de la crisis que vivieron los pacientes con HIV cuando vieron cercenado su acceso a los medicamentos que los mantienen con vida.
Parece adecuada esta breve reseña para que se dimensione la profunda crisis que debe enfrentar el gobierno de Alberto Fernández. Ordenar este caos no es en absoluto una tarea sencilla, más si se tiene en cuenta que la deuda que tiene el país llega casi al 100% del PBI. De hecho, ese es el primer problema que intentan sortear el ministro de Economía, Martín Guzmán, y su equipo. El problema de la deuda no es sólo una cuestión del ejecutivo, sino que también tiene a muchas provincias al borde del default, como lo es el caso de la provincia de Buenos Aires.
La primer gira de @alfredez por el exterior apuntó entonces a buscar matafuegos y baldes de agua para apagar el incendio. Si bien la visita al estado genocida de Israel pudo haber hecho ruido en varios sectores, es necesario recordar que en Argentina contamos con la panacea conceptual del mundo político: el Peronismo. La ya famosa tercera posición se sumaba a la histórica posición de neutralidad en política exterior del país.
Esta lógica se plantea, en primera instancia, desde un profundo conocimiento de las debilidades de Argentina como un país emergente. Si uno se pone a pensar, la matriz económica argentina está en estado vegetativo y hay un profundo endeudamiento, que no es más que una herramienta de disciplinamiento. Estados Unidos es al día de hoy, y gracias a las gestiones de Cambiemos, el que tiene en sus manos el futuro del país. ¿Debería entonces Alberto salir con los tapones de punta haciendo declaraciones contra Israel, Chile y cuanto fascista se encuentre en el planeta tierra? ¿O debería, como presidente de un país en una condición de extrema vulnerabilidad, tratar de emular la cintura del Diego en su mejor momento para, con política y diplomacia, lograr apoyo externo a su gestión?
Los frutos de esta gira se cosecharán en los próximos días. De momento, país donde pisó el presidente, país en el que no sólo consiguió el apoyo del mandatario (Pedro Sánchez, Angela Merkel o Emmanuel Macron por nombrar algunos), sino que al mismo tiempo logró el compromiso de inversión de empresarios, como es el caso de la empresa alemana Volkswagen con una inversión de u$s 800 millones.
Mientras tanto, a principios de la semana, el gobierno nacional lanzó el programa “vuelta al cole”, una especie de “precios cuidados”, pero de útiles escolares. Esto se suma a la tarjeta alimentaria, al plan “Escuelas de Pie”, al freno de los aumentos desmedidos en las tarifas y se podría continuar. Todavía es pronto para analizar resultados, pero es indudable que estás primeras políticas están bien apuntadas.
Después de cuatro años de saqueo al bolsillo de las y los trabajadores, de endeudamiento feroz y de debilitamiento del lazo social, nos encontramos con un gobierno que pone nuevamente a la política como herramienta transformadora. Qué es el peronismo sino el partido que por excelencia supo construir nuevas bases de subjetividad y llevar adelante procesos de ampliación de derechos.
Como todos los años, el comienzo de febrero es el inicio también de un nuevo año judicial. Esperemos que estos nuevos aires soplen en Comodoro Py y el pueblo pueda ver en el banquillo de los acusados a los y las responsables de la profunda crisis que atraviesa el país. Ya que si hay algo que cimienta la vida democrática es la creencia en un sistema judicial justo. Ayer se murió el operador judicial y punta de lanza del lawfare Claudio Bonadío. Tal vez eso pueda ser tomado como un buen augurio sobre los tiempos que vendrán.
* Periodista, columnista sobre Europa del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390) responsable de la sección de Política Nacional de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Un golpe de estado, según el sentido común establecido sobre finales del SXX, es algo por lo menos, repudiable. Sin embargo, lo que pasó en Bolivia dejó en descubierto que ese sentido no formaba parte de un sentido instituido, sino que había una contra hegemonía que operaba en busca de una resignificación. Y eso fue lo que sucedió, no sólo desde medios oficialistas sino también desde el gobierno nacional se desconoció y se evito hablar de “golpe de estado”, así, con todas las letras. En su lugar, buscaron eufemismos de todo tipo y color. La Nación, que históricamente dio cátedra de cómo desconocer golpes, tituló: “La democracia pierde atractivo en la región”.
Cuando promediaba el final del SXX, también terminaba, o por lo menos así lo consideraban distintos referentes de las Ciencias Sociales, la idea de que la violencia podía ser un medio para alcanzar objetivos en la política tradicional. Con la caída de la Unión Soviética y el derrumbe del muro de Berlín comenzaron a gestarse nuevos paradigmas dentro de la política tradicional. Los valores democráticos, después de las dictaduras más sangrientas, parecían tener cada vez más importancia.
Lo cierto es que hay ciertas discusiones que se pensaban zanjadas, sobre todo en este país, como que no se puede aceptar el derribo de un gobierno democráticamente electo a través de un golpe de estado. La actitud de la derecha Argentina, de ciertos funcionarios y medios oficialistas deja en claro que la discusión NO está terminada. Peor aún si se pone en cuestión la fuerte carga simbólica que conllevan estas acciones.
Ivanka, Gerardo y compañía
Si bien el gobernador de Jujuy Gerardo Morales negó contundentemente que haya existido colaboración de su gestión con los golpistas bolivianos, hay ciertos hechos que hacen dudar sobre la veracidad de sus declaraciones.
En primer lugar -y teniendo en cuenta que en política las coincidencias no existen- la visita a Jujuy de la hija y asesora del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, a poco menos de un mes de que estalle el conflicto en Bolivia. Alguien podría suponer que nada tiene que ver una cosa con la otra y acusar de “conspiranoicos” a quienes esgrimen que el gobernador miente.
Una de las virtudes de la derecha Argentina -mejor dicho, de la derecha mundial- es endilgar constantemente a la izquierda cosas que sólo ellos ponen en práctica. Para poner un ejemplo a mitad de año Donald Trump decidió sacar a EEUU del pacto de proliferación nuclear con la excusa de que Rusia no lo estaba cumpliendo. Pero, pero, pero, tiempo después se descubrió a través de imágenes satelitales que los yanquis hacía rato que no cumplían con el tratado. Ese modus operandi también se emplea en Nuestra América.
Volviendo a la visita de la hija del twittero más picante de la web, lo llamativo es que varios analistas como Stella Calloni advirtieron cómo después del Plan Cóndor -a mediados de los años 80’- la secretaría de estado de los Estados Unidos optó por estrategias menos llamativas para intervenir en los asuntos de los estados del cono sur. Estas, tienen a las ONG’s como pantalla y uno de los ejemplos que señala la periodista y que se fue desperdigando a cada país de la región es la NED (National Endowmentfor Democracy). Reconocida como la “cara social de la CIA”, según varios documentos fue participe activa del intento de golpe contra Evo Morales en el año 2008, hecho que le valió la expulsión del país vecino.
¿A qué viene este relato de la función injerencista de las ONG’s? Ivanka es representante de Women’s Global Development and Prosperity, W-GDP (Iniciativa para el Desarrollo y la Prosperidad Global de las Mujeres) una propuesta ideada desde la Casa Blanca. Ahora bien, vale aclarar que en el marco de su visita a Jujuy también estuvo acompañada por una delegación bastante nutrida. Entre ellos estaban: el Subsecretario de Estado, John Sullivan; el Jefe Interino de la Corporación Privada de Inversiones en el Extranjero (OPIC), David Bohigian; la Subsecretaria Interina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung y el Administrador de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Mark Green.
Sobre este último personaje y la agencia que representa, hay que decir que esa misma organización estuvo detrás de distintos movimientos en contra del presidente depuesto Evo Morales. Se descubrió que en 2011 -y está documentado- financiaron levantamientos de sectores indígenas que luchaban por el medio ambiente. Los líderes de estos grupos de choque llamaban hasta doce ¡Sí, doce! veces por día a la embajada norteamericana.
Volvamos a Jujuy, el despliegue incluyó más de dos mil de agentes de inteligencia (2.500 para ser precisos) y tal vez lo más importante el desembolso de U$S 400 millones de ¿ayuda? para el gobernador. Lo llamativo es que al día siguiente un avión partió desde Jujuy hasta Santa Cruz de la Cierra con ¿ayuda? para socavar los incendios en la amazonia boliviana. Como se dijo antes, las coincidencias en la política no existen y acá son muchas.
Por último, hay que destacar que el gobierno nacional supo, por lo menos 48 hs antes, de que se produjera el golpe ya que Luis Fernando Camacho pidió un salvoconducto al cónsul argentino en Santa Cruz, Roberto Dupuy, en caso de que sus planes salieran mal. El funcionario le dijo que eso debía ser tratado con la embajada en La Paz e intento hacerlo desistir en sus planes. Muy distinto fue el accionar de Cambiemos que evito por todos los medios posibles llamar al golpe por su nombre. Este hecho trajo nuevos conflictos dentro de la coalición ya que los radicales, que lo último que les quedaba era no reconocer un golpe de estado, le hicieron honor a la “tradición” democrática.
No hay que pasar por alto la reacción de Cambiemos y de los medios hegemónicos, porque estamos ante la reivindicación del golpe de estado como herramienta. La carga simbólica que tiene este hecho es alarmante no sólo porque de justificar un golpe no se vuelve, sino porque no condenarlo los hace cómplices. Sus manos también estarán manchadas con la sangre de los y las bolivianas que murieron en manos de una nueva dictadura que desgarra, una vez más, las venas de Nuestra América.
*Periodista, columnista sobre Europa del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390) responsable de la sección de Política Nacional de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
El presidente argentino Mauricio Macri, en una desmedida e irreal comparación con la gesta libertaria de los héroes de la independencia de ese país, con una personalidad cada día más caricaturesca, comparó sus acuerdos con el FMI y los efectos sociales y políticos que han significado para Argentina, con los peligros y esfuerzos llevados a cabo por los padres de la patria al cruzar Los Andes en su lucha contra el dominio colonial español a inicios del siglo XIX.
Ante tamaño y megalómano paralelo histórico, elaspirante presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández no tardó en responder señalando en un Twitter “presidente: nuestros héroes, con San Martín a la cabeza, lucharon por librar a nuestra Patria y a nuestro continente de una monarquía que nos sometía. Usted sólo supo entregar al país al FMI y a acreedores externos. Se podía hacer otra cosa. Nada heroico hizo usted”.
Mauricio Macri, tras la aplastante derrota sufrida en las Primarias Abiertas y Simultánea Obligatorias (PASO) del pasado 11 de agosto, a manos de la dupla conformada por el aspirante presidencial Alberto Fernández y su compañera de fórmula a la vicepresidencia, Cristina Fernández (que obtuvieron un 47,1% de los sufragios contra un 32,48% deLoficialista Juntos Por el Cambio)no ha escatimado promesas, discursos con cantos de sirena y ofertones para tener la oportunidad de volver a ocupar la presidencia. Como también, asignar la culpa de todos los males que afectan a Argentina, no sólo al gobierno anterior presidido por la propia Cristina Fernández, sino que también una campaña del miedo ante la clara posibilidad, que en las elecciones presidenciales del 27 octubre próximo triunfe ampliamenteel binomio Fernández-Fernández.
Tal eventualidad aterroriza a “Juntos Por el Cambio”, la organización política que acoge a Macri y sus adherentes, no sólo porque echa por el suelo el sueño derechista de afianzarse en la conducción del país sino también porque pone en peligro, el seguir favoreciendo los intereses empresariales ligados al actual mandatario, su familia y amigos. Y, sobre todo, tener que responder políticamente, frente al millonario préstamo solicitado al Fondo Monetario internacional (FMI) por 57 mil millones de dólares, cuyo porcentaje mayoritario será gastado previo al fin del mandato presidencial pero, hipotecando al Estado argentino por varios años. Un empréstito destinado a suplir la enorme fuga de capitales o concretar millonarias licitaciones del Estado con ofertantes que se han adjudicado dichas licitaciones y que están vinculados a Macri y su círculo. El gobierno argentino ya recibió 44.000 millones de dólares del programa a tres años acordado en 2018, que seguramente será revisado en plazos y condiciones por el próximo gobierno, si los pronósticos se concretan respecto al Frente de Todos.
Recordemos que el financiamiento por parte del FMI,apoyado en el estrecho contacto que tenía Macri con la ex directora del Fondo Christine Lagarde se concretó cuando al gobierno argentino se le cerraron gran parte de las otras fuentes de financiamiento, donde pesaba la pésima evaluación sobre el manejo económico del país. La propia Lagarde, defendiendo el mega préstamo aseguró que “Argentina tocó a nuestra puerta. ¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos estado ahí? ¿Si no hubiéramos hecho nada? Creo que hubiera sido mucho peor. Para mí no hay dudas al respecto. Nadie estaba preparado para dar financiamiento a ese país. yo fui por ahí, toqué a muchas puertas de muchos países, muchas palabras amables y apoyos gentiles, pero ninguna financiación “, sostuvo Lagarde, dando a entender que las dificultades, en el país sudamericano, serían aún peor de la que son hoy con una economía a la baja, tarifazos en los servicios básicos y transporte, subida generalizada en productos de primera necesidad. Despidos tanto en el sector público como privado, con cierre de miles de empresas, profundización de la recesión, cierre de ministerios y oficinas fiscales, reducción del gasto social y en general, con los ajustes estructurales que el FMI exige a nuestros países. ¿Se puede estar peor?
Los mandatos del FMI se han convertido en una receta crónica y perversa, conocida y experimentada por nuestros países latinoamericanos cuando se surte de dinero a gobiernos que suelen malgastar dichos préstamos usureros, que no benefician en modo alguno a la población y que suelen volver a las mismas arcas de donde salen en un ciclo retorcido y con efectos desastrosos para nuestras sociedades. En general, la carga del pago, las compensaciones asociadas son sufragadas por la población, la ciudadanía más vulnerable, la clase media, jubilados, los sectores jóvenes que suelen tener altos promedios de desempleo.Incluyendo recortes a sectores primordiales para el país como la salud, ciencia, cultura y educación. En ese marco,son los sectores más acomodados los menos afectados, quienes suelen blindarse frente los ajustes, ya sea depositando su dinero fuera del país o resguardándose gracias a medidas, surgidas desde los propios entes financieros gubernamentales, que suelen no dañarlos.
No se puede confiar en este tipo de organismos financieros,controlados precisamente por aquellos que son los dueños de los grandes capitales, que tienen a su cargo enormes sumas provenientes de fondos previsionales de gran parte de los países, que suelen aplicar recetas económicas que agravan la situación de nuestros países y que generan mayores grados de dependencia. Me refiero al Banco Mundial cuya sede está en Nueva York con cinco grandes accionistas (Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) y el Fondo Monetario Internacional cuya sede radica en Washington. Entidades destinadas a intensificar el dominio del mundo por laseconomías hiperindustrializadas, que suelen ser las mayores acreedoras. Entidades que además suelen apoyar en forma enceguecida a gobiernos, que tienen el sello de la irresponsabilidad en el manejo de sus países.
No es casual que la propia Christine Lagarde, cuando aún ocupaba el cargo de directora del FMI y negociaba el acuerdo prestatario con Argentina señaló, en una entrevista en junio del 2019, tras un año desde el inicio del salvataje al gobiernode Macri que “La economía argentina mostró una situación increíblemente complicada, donde varios actores, entre los que me incluyo, subestimamos la situación cuando se comenzó a negociar el programa de financiamiento para el país. Fuimos demasiado optimistas sobre los pronósticos de contener el alza de precios. La inflación era mucho más resistente de lo que pensábamos y que controlarla tomará mucho más tiempo de lo que anticipábamos”
El Premio Nobel de Economía y acérrimo crítico del FMI, Joseph Stiglitz sostiene que “la política económica del gobierno Macrista ha sido una apuesta fallida respaldada por una comunidad internacional cegada por modelos caducos. La situación se ha deteriorado tan rápido, que es muy difícil en este momento emitir un juicio. Creo que la Argentina, no debería haber contraído esos enormes préstamos del FMI como respuesta a sus problemas” Le esperan momentos duros a la Argentina, afirma Stiglitz “Debo decir una vez más que es a los banqueros a quienes habría que criticar, incluyendo, en este caso particular, al FMI al suministrar erradamente este préstamo, unido a los errores de Macri, como cuando empezó a eliminar los impuestos a la exportación para después comenzar de nuevo. Luego los errores del Banco Central con la forma en que se llevó a cabo la política monetaria y la estabilización. El FMI debió hacer sonar el silbato y no lo hizo, pensó que la política económica estaba bien y que por ello iban a aportar 50 mil millones de dólares. Un pensamiento mágico, un juicio enturbiado por la ideología. El FMI no estaba ayudando a la Argentina, sino violando la política de no intervención o intentando modelar la política argentina.
Según un informe entregado a fines del mes de septiembre por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, en el último año, Argentina perdió 155 000 empleos, lo que representa un puesto de trabajo menos cada un minuto y medio, “La desocupación alcanzó los dos dígitos en el segundo semestre del 2019 trepando al 10,6 por ciento. Creció 4,7 puntos porcentuales con relación al año 2015 y 1 punto porcentual con relación al 2018. Se estima en 2,2 millones de desocupados en la Argentina”, detalla el documento. En un dato escalofriante desde el punto de vista económico, el citado documento consigna, como ejemplo de la catastrófica administración del derechista Mauricio Macri, desde Argentina se han fugado 2,4 millones de dólares por hora, 57 millones de dólares por día y 20 mil quinientos millones de dólares por año. La misma cantidad de dinero prestada por el FMI.
El año 2019 no terminará bien para Argentina y para una enorme mayoría de su población, que tras cuatro años de gobierno de Macri ha transitado por un camino de crisis económica, como no se veía desde el año 2001. Con un déficit que podría llegar a los 600 mil millones de pesos argentinos, sobre todo intensificado por la decisión de Macri – con manotazos de alguien a punto de ahogarse – de acometer con los gastos destinados a incrementar en un 50% el servicio de la deuda con respecto al año 2018 y así cumplir las exigencias del FMI. Tiene razón el candidato presidencial Alberto Fernández y su candidata a la vicepresidencia al sostener que “se viene una etapa difícil y compleja para el país tras las elecciones presidenciales”.Palabras ciertas pero que no pueden servir para hacer un relato político similar (si triunfan en las presidenciales) al de un Macri, que en cuatro años, no dejó de asignar la responsabilidad de su mal gobierno a la administración anterior presidida por Cristina Fernández.
Lo que viene según el Frente de Todos, reafirmado en el comunicado que difundió después del encuentro con la misión del Fondo que el candidato Alberto Fernández tuvo en agosto del 2019, es que el futuro gobierno deberá renegociar el acuerdo de Macri con el FMI. Sobre todo porque este organismo y el propio gobierno fracasaron estrepitosamente en los objetivos planteados: recuperar el crecimiento económico; generar empleo para combatir la pobreza (que ya supera el 32%), reducir la inflación (que se disparó al 53,9%) y bajar la deuda pública (que subió 29 puntos porcentuales del PBI). El Frente de Todos ha señalado reiteradamente que el “el programa económico que impulsa el Gobierno de Macri no refleja ninguna de las prioridades establecidas en la plataforma del Frente de Todos. Tampoco existen coincidencias con las recomendaciones de política impulsadas por el FMI cuyos créditos otorgados han sido utilizados, en gran parte, para financiar la salida de capitales”.
Macri, a pesar de cifras que permiten catalogar a su gobierno como uno de los peores en Argentina en los últimos 30 años, con un manejo económico deficiente, catastrófico. Una administración donde se ha favorecido descaradamente a su entorno de amigos y familiares. Donde las mayores licitaciones del Estado, han sido adjudicadas a sus cercanos, no ceja en considerarse un fuera de serie en materia política y económica. No tiene noción de realidad, sus delirios de grandeza no le permiten observar el daño causado, su ceguera le asigna responsabilidad al gobierno anterior y al que venga. Un megalómano que le ha costado a Argentina sus posibilidades de desarrollo y que le costará además, sangre, sudor y lágrimas, para salir del marasmo en que la ha sumido. Una Argentina con un futuro difícil y que sí o sí deberá asignar responsabilidades frente a un manejo político y económico escaso de luces, en un país cuya sociedad no merece seguir sometido a gobiernos mediocres.
* Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de página WEB de análisis internacional ANÁLISIS GLOCAL www.analisisglocal.cl
El pasado miércoles se desarrolló en el Hotel Sheraton de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires, la IV reunión anual de la Asociación Empresaria Argentina, un encuentro que nuclea a los principales referentes empresariales del sector privado nacional. Estuvieron presentes algunos de los empresarios más importantes del país: Paolo Rocca (Techint), Carlos Blaquier (Ledesma), Martín Migoya (Globant), Hector Magnetto (Clarín), entre otres. Por supuesto, la responsabilidad de cerrar el evento estuvo en manos del presidente Mauricio Macri, recibido con tibios aplausos, y de su ministro de hacienda Hernán Lacunza.
Algunos nombres sonarán más conocidos que otros, sin embargo todes manejan fortunas con las cuales podrían vivir centenares de familias que día tras día, en este eterno invierno, hacen lo que pueden para no morirse de frío o de hambre. Muchos de ellos construyeron su fortuna, y las sostienen, a costa de saqueos, explotaciones y matanzas. Sin ir más lejos, Carlos Blaquier fue procesado por la justicia federal de Jujuy en 2012, como cómplice primario de los secuestros y asesinatos ocurridos en la “Noche del apagón”, uno de los hechos más trágicos de la historia argentina en la que más de 400 personas fueron secuestradas y 55 de ellas aun hoy continúan desaparecidas. En el año 2015, sin embargo, la “justicia” revocó el procesamiento por falta de méritos.
Otro de los nombres rimbombantes fue el del empresario Alfredo Coto. Dueño de una de las cadenas de supermercados más importantes del país, atravesó un importante conflicto judicial hace poco más de un año cuando lo procesaron y embargaron a raíz de haber encontrado en una de sus sucursales un arsenal de guerra compuesto por 227 granadas, 41 proyectiles de gases, 27 armas de fuego y 2 de lanzamiento, 3.886 municiones, 14 chalecos antibala, 22 cascos tácticos sin número visible, un silenciador y 9 escudos antitumultos. Coto justificó esa cantidad de armas diciendo que pertenecían a fuerzas de seguridad y que las dejaban ahí para ser usadas ante posibles saqueos. Ayer, ante la pregunta de los periodistas, respondió que quizás elles eran muy jóvenes y no recordaban lo ocurrido en la Argentina desde el año 2001 en adelante, haciendo referencia a los saqueos ocurridos producto de la terrible crisis económica que se sufría el país. “Ahora vendrán, y les diremos <vengan que acá estamos>”, añadió en una de las frases más repudiables y preocupantes que tuvo la entrevista.
El hombre más subsidiado del país, Paolo Rocca, pidiendo que sus subsidios en Vaca Muerta sean fijados por Ley.
Alfredo Coto diciendo que nadie mató a nadie en uno de sus supermercados.
Tanto a Coto como a Blaquier se les dictó falta de méritos y se les revocó sus procesamientos. Para la cámara de apelaciones, el supermercadista podría no conocer lo que ocurría en la sucursal. Distintas causas, distintas denuncias, pero siempre la misma impunidad.
No era ese tema, sin embargo, el objetivo central por el que distintes periodistas intentaron conversar con él, sino que Coto expresara alguna opinión sobre el reciente hecho ocurrido en uno de sus muchísimos supermercados: Vicente Ferrer, un hombre de setenta años que padecía de demencia senil, fue asesinado a golpes por dos custodios de una sucursal de San Telmo, tras haberse llevado sin pagar medio kilo de queso, un aceite y dos chocolates (ninguno de estos datos, ni su edad, ni su condición mental, ni aquello que se llevó, deberían ser importantes en esta noticia, ningún guardia de seguridad debería matar a nadie a patadas).
(Foto: Nicolás Aboaf)
Afortunadamente, Coto no esquivó el tema y respondió a las preguntas de los periodistas. Dijo, entre otras cosas, que nadie mató a nadie y mandó a los periodistas a que averigüen bien lo que pasó. “Ni sé lo que pasó, pero no creo que haya pasado algo así“. Los videos de las cámaras de seguridad del lugar y el testimonio de decenas de personas, dejan poco espacio para las dudas acerca de lo ocurrido ¿Sabrá Coto de la existencia de dichas pruebas? Ahora bien, las declaraciones del empresario no deberían sorprender a nadie ¿realmente se puede creer que Vicente Ferrer es “alguien” para un hombre como Alfredo Coto? ¿Realmente se puede pensar que la vida de este hombre vale en un país donde cien o doscientos hombres y mujeres (la mayoría hombres) se reparten todo lo que se produce sin siquiera trabajar un día de su vida?
“¿Vamos a ver todos los errores que pudimos cometer con 19 mil empleados y millones de personas que pueden pasar por ahí?”, se preguntó el empresario. Por supuesto que no Alfredo, quédese tranquilo. Al menos, no lo hará este poder judicial, el mismo que una y otra vez se ha encargado -y se encarga- de blindarlos ante cualquier delito en el que estén implicados. No importa la gravedad, no importan las pruebas, no importan las víctimas, ustedes nunca han tenido que dar explicaciones de nada, hasta ahora nunca se las han exigido. ¿Por qué vendrían a exigírselas ahora y encima por un viejo ladrón? “Nadie es perfecto, todos podemos cometer errores. Sin embargo, acá no hubo errores, por eso la justicia me eximió de la causa”, otra de las polémicas frases que Coto dejó en este diálogo, retomado por Alejandro Bercovich en su programa de radio Pasaron Cosas.
Para terminar la nota, Bercovich preguntó al empresario si estaba en condiciones de garantizar que lo ocurrido con Ferrer no vuelva a pasar. Como señaló el periodista, una salida elegante habría sido que la respuesta de Coto fuese que no volvería a pasar; no tenía por qué garantizarlo, pero al menos mostraría algo de respeto. “No sé lo que va a pasar” dijo el empresario.
Como se mencionó anteriormente, se trata de un hombre con cerca de 20 mil empleades, que ni siquiera mide las respuestas que da a la prensa para intentar evitar posibles conflictos, ya sean judiciales, políticos o sociales. No hay respuestas corporativas, no hay respuestas moderadas ni “políticamente correctas”: a estos empresarios, poco acostumbrades también a las preguntas del periodismo, les interesa muy poco medirse y ser prudentes. Y eso se llama impunidad.
La misma impunidad que le permite a Blaquier, seguir acumulando fortunas inmensas sin siquiera tener que explicar qué paso en la Noche del Apagón. Impunidad que hace más de cuarenta años le permite a Magnetto evitar dar explicaciones acerca de lo que ocurrió con Papel prensa, de qué manera él y su familia adquirieron la empresa, qué vínculos y relaciones tuvieron ambos con la última dictadura cívico-eclesiástico-militar. Impunidad que también le permite a Alfredo Coto ahorrarse explicaciones sobre la ridícula cantidad de armas que porta. Impunidad que le permite, en unos pocos minutos, negar la muerte de Vicente Ferrer, decir que ni siquiera sabe lo que pasó, y que no puede garantizar que no se repita.
La lucha por un país y un mundo más justos demanda que no se deje de repudiar la impunidad. Algún día, más temprano que tarde, la impunidad terminará y deberán dar explicaciones sobre sus fortunas pero sobre todo, sobre la vida de personas como Vicente Ferrer. Sólo así se podrá decir que todes somos iguales ante la ley. Sólo así se podrá decir que la justicia existe.
* Docente popular y estudiante de Letras de la FAHCE – UNLP
El mundo avanza y con él la tecnología, la cual viene acompañada de nuevas formas de comunicarnos, relacionarnos e incluso trabajar. En el siguiente artículo ahondaremos en esto último, con el objetivo de ver cómo estos avances de la tecnología traen a nuestro país nuevas reformas laborales bajo el concepto de “flexibilidad laboral” como algo bueno, cuando en realidad lisa y llanamente se llama precarización.
En estas nuevas formas de trabajo, el usuario funciona como repartidor. Son denominados usuarios ya que no son trabajadores contratados, sino que tienen un perfil en la aplicación.
Estas apps pueden ser de transporte como Uber, o de delivery como Rappi, Glovo, o PedidosYa!. Estas últimas trabajan con distintas cadenas de comida, supermercados, farmacias y demás, y las mismas asignan pedidos a sus usuarios para que éstos entreguen en un lugar y un período de tiempo determinado, que por lo general ronda entre 30 min y 1 hora, cobrando así por cada entrega realizada.
Si el usuario no cumple con ese periodo de tiempo puede ser “bloqueado” por la app. Este bloqueo lo que hace es que este no pueda tomar pedidos por un cierto periodo de tiempo. Además, debe estar registrado como monotributista para poder utilizar la aplicación, y no sólo debe pagar para ello, sino que también debe alquilar el equipamiento a utilizar: como indispensables, una mochila para llevar los pedidos y un cargador portátil; como secundarios una campera y gorra con el nombre de la empresa. Esto marca que el vínculo entre el “usuario” y la empresa es “comercial” y no “laboral”.
Los sueldos de les trabajadores son resultado de la cantidad de pedidos entregados, a raíz de las comisiones que pagan las empresas, sumado a las propinas que puedan recibir. Mientras tanto los dueños de estas apps facturan millones por mes, en gran parte por publicidad.
Un claro ejemplo de esto es “Rappi”, empresa que gana menos de un dólar por comisión por entrega, que es lo que cobra el repartidor sin importar la distancia a la cual deba llevar dicho pedido. Si tenemos en cuenta que un repartidor llega a hacer dos pedidos por hora, trabajando 8 hs de lunes a sábado tendría salario mensual que apenas superaría los 15 mil pesos.
Para dimensionar las ganancias estrambóticas que tienen estas empresas de economías de plataforma, “Rappi” no sólo espera que su valor se incremente de los mil millones de dólares (que valía a fines del año pasado) a 6 mil millones para fines de 2019. En nuestro país, en 2018 facturó unos 30 millones de dólares y éste espera facturar alrededor de 150 millones en moneda norteamericana, quintuplicando sus ganancias.
Este ejemplo deja en claro que lo que estas empresas esconden detrás del término de “economía colaborativa”, es la precarización laboral. Bajo los términos y condiciones, a grandes rasgos se indica que el uso de este tipo de apps es de manera voluntaria y ofrecen que los usuarios se beneficien de su “economía colaborativa”dado que tienen la opción de aceptar o rechazar los pedidos.
Esto no sólo indica que hay una relación de dependencia encubierta entre las empresas y sus trabajadoras y trabajadores, sino que al mismo tiempo hay una vulneración de derechos muy grande: les trabajadores no tiene un salario fijo porque cobran por entregas realizadas, pagan por sus uniformes laborales, no tienen seguro ante accidentes y deben utilizar movilidad propia. No hay que olvidar que esta forma de explotación va acompañada de la insistente reforma laboral que el macrismo insiste en realizar desde hace mucho tiempo. Reforma que pretende allanar el camino para que este tipo de empresas consoliden esta forma de precarización de sus trabajadores.
Los casos de robos y accidentes de les trabajadores han sido claves para entender cómo se manejan estas empresas. Casos en los cuales han demostrado preocupación por los bienes materiales a entregar y una total indiferencia ante la situación de “les usuarixs”.
Por otro lado, el hecho de que las aplicaciones tengan acceso en tiempo real en todo momento a la ubicación de les trabajadores, los vuelve más vulnerables ante los casos de inseguridad. En el mismo sentido cabe señalar que siempre cuentan con dinero en efectivo, celulares y movilidad que por lo general es bicicleta o moto. Estos escenarios no sólo implicarían la pérdida de sus pertenencias, sino que además si les roban los elementos que alquilan deben reponerlos con dinero de su bolsillo, al igual que el dinero sustraído (en el lenguaje de la administración de un comercio, “la caja” con la que trabajan). Lo peor de esto es que en muchos casos están expuestxs a sufrir heridas de gravedad o (ante la falta de respaldo de las empresas), optan por la justicia por mano propia.
Estas situaciones han llevado a que les trabajadores se organicen y formen su propio sindicato: la Asociación de Personal de Plataformas (o APP). La misma fue registrada a fines del año 2018 en la Secretaría de Trabajo y tiene como principal objetivo acompañar a les trabajadores en sus reclamos y luchas contra la precarización y la explotación.
Revertir el hecho de que las tarifas o las comisiones sean decididas por las empresas, o que los impuestos los paguen les mismes trabajadores, son sólo algunas de las reivindicaciones que lleva adelante el sindicato. A principios del mes de agosto y ante los incumplimientos de resoluciones judiciales, las empresas Rappi, Glovo y PedidosYa! fueron suspendidas por el juzgado civil y comercial N° 4 de CABA. La medida tuvo un sabor agridulce ya que les úniques perjudicades fueron les trabajadores, de hecho desde el sindicato sostuvieron que la solución no era la prohibición, sino la regulación y que se garanticen condiciones laborales dignas.
No es la primera vez que el poder judicial debe intervenir ante estas economías de plataforma: en abril de este año las aplicaciones habían sido puestas en “stand by” por el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta que acreditaran haber dado cumplimiento a los requisitos comprendidos en el Código de Tránsito y Transporte Local. Entre otras cosas, lo que exigía el gobierno era que se regulen las siguientes normativas para les ciclistas y motociclistas: – que todos circulen con casco; – que todos posean seguro de vida y accidentes y libreta sanitaria; – que la caja portaobjeto esté anclada a la moto o bicicleta y no en la espalda del conductor; – y que los vehículos rodados cuenten con adecuada señalización mínima (luminosa y refractaria)
Esta decisión se basó en un relevamiento de la Policía de la Ciudad sobre 400 ciclistas, que dio cuenta de los siguientes resultados: – casi el 80% circula con el portaobjetos como mochila; – siete de cada diez no poseían seguro; – y dos tercios de los repartidores no usaban casco.
Por su parte, el Ministerio de Salud porteño advirtió que hay casi une trabajador accidentado por día (25 por mes) que deben ser atendidos en los hospitales.
Lamentablemente la gran crisis que atraviesa nuestro país hace que se esté ante una gran disyuntiva: por un lado no utilizar este tipo de aplicaciones, a sabiendas de la precarización que viven les trabajadores; por el otro reconocer que este tipo de aplicaciones muchas veces es la única forma de conseguir un sustento de vida para muchos compañeres, amigues o conocides ante la falta de empleo. Cabe preguntarse entonces qué debemos hacer como ciudadanos: ¿Rechazar el uso de estas plataformas o utilizarlas sabiendo que es el único ingreso económico que tiene les usuarios para subsistir y sabiendo el costo que esto conlleva?
Está más que claro que las decisiones personales que tome cada consumidor y/o consumidora de estas plataformas no soluciona el problema de les trabajadores que encuentran un sustento de vida en esta forma de trabajo. Lo que sí puede marcar la diferencia será la solidaridad y acompañamiento del pueblo con estes trabajadores y sus sindicatos, y la presión que se pueda hacer para que el Estado garantice que estas empresas internacionales garanticen condiciones laborales dignas y todos los derechos que corresponderían.
* Estudiante de Periodismo Deportivo en la FPyCS de la UNLP. Columnista en "No Se Mancha" y "Columna Vertebral" (ambos en Radio Estación Sur - FM 91,7), redactor en Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
La lucha docente es en las aulas y en las calles. Cada lugar tiene sus implicancias y disputas. Cada lugar requiere de un compromiso organizado, un trabajo colectivo. A menudo se produce una separación entre estas dos perspectivas que es preciso unificar y sintetizar en un proyecto político, educativo y gremial, que contenga la realidad de lxs trabajadorxs de la educación (docentes, auxiliares) pero que también contenga la realidad de los sujetos de aprendizaje, plenos de derecho, inmersos en comunidades educativas heterogéneas.
La Educación Pública es un arma de construcción democrática de conocimientos y prácticas sociales con las que contamos como pueblo para formar herramientas que permitan interpretar nuestra realidad social e histórica. La educación es un derecho que construye otros derechos. Para aprender el derecho a vivir dignamente, por una sociedad con Justicia Social, es preciso que la escuela sea una trinchera de formación de subjetividades críticas y solidarias.
Cada escuela es una interrupción de las desigualdades sociales, donde el tiempo que se transcurre en ella abre la posibilidad a que cada persona, venga del origen social que venga, tenga posibilidad de aprovisionarse de todos aquellos bienes culturales que le permitan un desarrollo integral. Asimismo, y multiplicado por millones, el Sistema Educativo de la Provincia de Buenos Aires posee una poderosa complejidad que debe interpretarse en una clave de inclusión y de garantía de derechos por parte del Estado.
Imagen: @hincapiesimon
El experimento político neo-colonial de Macri y la Alianza Cambiemos ha desarrollado un feroz ataque a la Educación Pública desde sus inicios. En la Provincia de Buenos Aires, la gobernadora Vidal ha causado un verdadero desastre educativo: escuelas que se caen destrozadas, la trágica explosión de la primaria 49 de Moreno que le costó la vida a Sandra y Rubén, centenares de escuelas que no están en condiciones para aprender ni para enseñar, salarios que no alcanzan a cumplimentar la canasta básica, total recorte de políticas socio-educativas; situaciones que dan cuenta de un absoluto desprecio por la educación pública.
No son sólo problemas domésticos, las políticas educativas mercantilistas son impulsadas en todo el mundo por entidades financieras como el Banco Mundial, el FMI y otros organismos internacionales de dudosa neutralidad como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Asimismo existe un mercado educativo donde se venden paquetes de políticas, tipo enlatados, que preparan a cierto sector social, con un criterio meritocrático, imponiendo “la libertad de mercado” como valor principal y regulador de la realidad social. El ex ministro de educación, Esteban Bulrrich confesaba que había que educar para la incertidumbre… antesala o correlato educativo de la brutal reforma laboral que quieren implementar. Empecinados nos quieren convencer de la inevitabilidad y pertinencia de estos paquetes neoliberales, cuando todos sabemos que lo que hace falta no es flexibilizar ni facilitar despidos, sino es: proteger el Trabajo, proteger la Industria y proteger los Derechos Laborales para garantizar condiciones de vida digna.
El neoliberalismo en la educación no es nuevo. En Argentina ya lo vivimos en los ’90. Con Menem y los dictados del Banco Mundial y del FMI. Por lo tanto, no es nueva esta lucha para las organizaciones sindicales que fueron quienes lograron jaquear las reformas privatizadoras, y consolidar un consenso en el pueblo argentino en defensa de la Escuela Pública. Si la Educación Pública pudo avanzar durante los gobiernos de Néstor y Cristina fue gracias a la resistencia organizada del colectivo docente que supo enfrentar las transformaciones neoliberales y estar al pie del cañón para forjar nuevas conquistas de derechos, gremiales y pedagógicos, durante los 12 años de kirchnerismo.
Imagen: Joaquín Salguero
Volviendo al título, la importancia de la unificación de estas dos perspectivas: la lucha por las condiciones laborales, por el salario, por la infraestructura escolar, por los comedores escolares, y la lucha en las calles y en UNIDAD junto al resto del movimiento obrero es una de las tareas inclaudicables de este momento histórico. Sumado a esto: la pelea cultural o ideológica que se traduce en el trabajo diario en cada escuela, pudiendo generar condiciones para la enseñanza y el aprendizaje en un mundo de cambios acelerados y con una desigualdad social que condiciona los procesos educativos. Esta perspectiva del aula requiere de un compromiso en el sentido de disputar que Educación Pública queremos para nuestro país y cuál es nuestro rol como docentes. Interpretar las luchas de este tiempo, incorporando la ESI como bandera contra la discriminación y la violencia, como una de las herramientas con las que construimos una sociedad más igualitaria. Luchar contra la implementación de perspectivas con una orientación liberal, individualizante, en contraposición a con contenidos de una formación integral y democrática. Disputar las currículas y los paquetes estandarizantes, adaptadas a volver la enseñanza en una acción instrumental, ajena y meritocrática. Nosotros queremos una formación a partir de currículas que contemplen al sujeto que aprende y al sujeto que enseña como protagonistas del proceso educativo enmarcados en un territorio particular, que es generalmente desigual.
Cuando se divorcian estas perspectivas en una política sindical, el resultado son posturas inertes y carentes de sentido histórico. Repeticiones sin sentido de acciones testimoniales, incluso sin dictado de clases, utilizando irresponsablemente derechos gremiales que hemos conquistado. Acciones que carecen de fortaleza para asestar un golpe donde se pretende: el gobierno de Macri y Vidal, y en vez de ello apuntan a reavivar divisionismos en las internas sindicales en torno de objetivos electorales. Uno de los productos de la repetición de esta política, es una disolución del compromiso con la Escuela Pública como territorio de construcción como veníamos señalando. Se produce una disociación donde la escuela pasa a ser un lugar donde se padece el trabajo cotidiano, el docente se sitúa en una posición víctima de las circunstancias, con lo cual deja de ser un sujeto transformador. Lamentablemente esta orientación se viene desarrollando en la conducción Multicolor perteneciente al Partido Obrero y al resto de los partidos del Frente de Izquierda, que arrinconados en esta política, utilizan la seccional del SUTEBA Ensenada como plataforma electoral. Por este motivo distintas fuerzas se han apartado de esta conducción en los últimos tiempos. Sin ningún tipo de autocrítica, estas corrientes, que obtuvieron un fracaso rotundo en las últimas PASO, dilapidan esfuerzos en acciones que apuntan a posicionarse sectorialmente, en vez de poner los mayores esfuerzos por construir escenarios masivos de unidad para pelar contra este modelo neoliberal que está hambreando a nuestro pueblo.
Imagen: @hincapiesimon
Sin embargo, y a pesar de los intentos de dividir y debilitar a lxs docentes por parte de la gobernadora Vidal y a las perspectivas erradas y cortoplacistas internas, la UNIDAD DOCENTE ha sido la mayor arma de confrontación contra este gobierno y ha logrado arrancarle reivindicaciones, que de otro modo, el gobierno jamás hubiese otorgado.
Esta UNIDAD hoy es parte de una construcción mayoritaria, plural y frentista que camina junto a nuestro pueblo para derrotar -política y culturalmente- a Cambiemos y que avanza hacia un nuevo proceso Nacional y Popular que defienda la Escuela Pública y a sus trabajadorxs.
Mauricio Macri en la conferencia de prensa del lunes 12 de agosto.
En la semana que transcurrió, se ha habló hasta el hartazgo acerca de la paliza que se comió Cambiemos en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del domingo pasado.
Ahora son chorros de tinta y horas de micrófono y pantalla relatando lo mal que está el país, donde hasta los comunicadores, hasta el viernes a la noche oficialistas, tuvieron que salir a pegarle al macrismo por la situación económica y social. Parece una banda de mitómanos que se cayeron del catre y de repente se despabilaron, aunque sabemos que no es así.
Pese a lo que digan y busquen la vuelta que busquen, los hechos sucedidos el lunes no fueron más que la actualización de un “dólar atrasado” como había señalado incluso Alberto Fernández y algunos de los supuesto referentes económicos de su espacio, por ejemplo el ex viceministro de economía Emmanuel Álvarez Agis.
Pero (siempre hay un “pero”) como analizaba hoy por la mañana el economista, magister en Relaciones Internacionales e investigador docente en la Universidad Nacional de General Sarmiento, Ricardo Aronskind: “un dólar a $60 es un dólar de equilibrio macroeconómico del sector externo, de largo plazo -y está muy bien- pero no es un dólar de equilibrio social. Si no se toman un conjunto de medidas para compensar el mazazo sobre el salario real (que ya estaba deteriorado), tenemos un problema social que se va a expresar –nos guste o no- y no va a respetar estrategias de gobernabilidad”[1].
Ricardo Aronskind – 17/08/2019 – Marca de Radio – AM910
El daño del lunes (La devaluacion provocada) es de una gravedad pocas veces vista El mejor escenario es adelantamiento de las elecciones
La escalada del dólar que vivió argentina este lunes, tendrá un impacto sobre el bolsillo de las personas de a pié que efectivamente hará insignificante las medidas hasta ahora anunciadas por el ejecutivo. Lo peor es que estas medidas contradicen todo el repertorio oligárquico tradicional. Si fue paliza, y a medida que se conocen los resultados finales la diferencia se estira, todo indicaría que en octubre sería aún más contundente la derrota para Cambiemos.
Lo que no habrá que perder de vista (como señala la economista Clara Razu) es la discusión que tendrá que dar el congreso argentino respecto al presupuesto 2020[2]. Este determinará donde podrá poner el ojo la nueva gestión y donde no. Lo concreto es que así como viene la cosa, en ningún escenario la resolución será sencilla.
Sin lugar a duda el experimento oligárquico del cipayage criollo y el FMI que representa la lógica imperial (versión Trump) está terminado. Al menos en términos de la democracia burguesa liberal supuestamente representativa. Ahora quedará ver si entregan el poder pacífica y civilizadamente, o, como lo hicieron a lo largo de la historia, lo hacen con una chorrera de sangre de por medio (nunca olvidemos que son los mismo que bombardearon la plaza en el 55, los del etnocidio de la “campaña del desierto” y el costado civil de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar).
Como afirma el investigador del Centro de Estudios Humanistas de Córdoba y comunicador de la Agencia Internacional de Noticias Pressenza, Javier Tolcachier, “Es de esperar que múltiples operaciones periodísticas, judiciales y de inteligencia intenten impedir el seguro triunfo de la oposición. Dichas operaciones podrían no solamente repetir mediáticamente hasta el cansancio el remanido pero aún efectivo sonsonete de la “corrupción” sino escalar a ribetes criminales. No pueden descartarse algún autoatentado – similar al que supuestamente sufrió Bolsonaro en la campaña en Brasil – contra alguna de las figuras oficialistas (incluido el presidente), operaciones de bandera falsa en el campo delictivo incriminando a principales dirigentes opositores, montajes judiciales de última hora o incluso la posibilidad de suspender las elecciones ante algún evento violento programado”[3].
Unidad política ante el derrumbe social, la clave del contundente triunfo progresista en Argentina
Las PASO argentinas son una luz de esperanza no sólo para les argentines que habitamos esta patria, también lo son para el resto del continente. Mucho se ha hablado en la semana sobre las expectativas que tenía todo el continente respecto del proceso electoral del domingo pasado. Quizás la muestra más contundente de las implicancias que tendrá para la región se trasluce en las declaraciones del misógino, fascista, racista y cipayo que hoy gobierna la hermana República Federativa del Brasil.
Bolsonaro se metió innumerable cantidad de veces en la campaña para intentar torcer la balanza para el lado de Macri. Habrá que ver si sus palabras lo ayudaron o lo perjudicaron, dado que hasta sectores de la alianza oficialista repudian la imagen de un Bolsonaro abiertamente admirador de los Carapintada argentinos que se alzaron en el 87, incluso de los torturadores de Dilma Rousseff, a quienes dedicó su voto en el golpe parlamentario contra la ex presidenta.
Detalle no menor fueron las palabras de Alberto Fernández y su pedido (o desafío a Jair Bolsonaro) de libertad para Luiz Ignacio Lula Da Silva y el llamado a nuevas elecciones[4]. Está claro que el candidato del Frente de Todos sabe que con un Brasil enfrentado la recuperación argentina puede ser mucho más traumática.
En perspectiva geopolítica, el cuadro argentino fue el que permitió una nueva profundización en las relaciones entre el FMI y los países nuestroamericanos. Primero la Argentina con Macri, luego Ecuador con Lenin Moreno y la desfachatada idea de la derecha venezolana de ir por ese mismo camino.
Como afirma el colega Franco Vilma en un artículo recientemente publicado en el portal Misión Verdad, “Así lo han determinado factores de la derecha venezolana y sus gendarmes en el entramado financiero estadounidense, mediante la redacción de un documento a cargo de Ricardo Haussman (Banco Interamericano de Desarrollo), Alejandro Grisanti Capriles (agente de la firma Barclays) y Lee Buchheit (afamado sicario financiero experto en “renegociación” de deuda de países sometidos a Estados Unidos). Este último fue uno de los artífices del reencuentro del gobierno argentino con el FMI y otros capitales buitre en la era Macri”[5].
Habrá que ver qué lugar ocupa Argentina en un posible gobierno de la fórmula Fernández-Fernández. Si bien el discurso utilizado por el Frente de Todos respecto a Venezuela marca una postura más parecida a la de Uruguay o de México, apostando por la no intervención en un conflicto que les venezolanes deben resolver soberanamente, las presiones regionales estarán signadas a blanco o negro: o se está con el gobierno legítimamente electo de Nicolás Maduro o se está con el golpista Guai-dog.
Retomando las palabras del colega Vilma “Lo que está en disputa en la región, de manera perenne, es la persistencia de los Estados-nación frente al avasallamiento que Washington ha orquestado de manera afinada y precisa”[6].
Retomando a Tolcachier, “el gobierno de Macri ha sido un cuadro funcional a la reacción de los Estados Unidos a la ola de integración emancipadora que avanzó en América Latina y el Caribe desde comienzos del siglo XXI, ayudando a quebrar todo espíritu de solidaridad y soberanía intrarregional. Por eso, esta derrota representa un quiebre en el mosaico latinoamericano de virreyes neocoloniales montado por la estrategia de la otrora potencia única. Quiebre que es todavía simbólico, dado el carácter preliminar de esta elección, pero que infunde un enorme ánimo a los movimientos sociales y políticos que trabajan en sentido emancipador”.
Está claro que lo que suceda en Argentina condicionará y reconfigurará la situación regional. Los ojos de todos los pueblos del continente están puestos sobre lo que acontezca tanto en octubre como en diciembre. El tiempo de los gobiernos populares no acabó como pretendieron hacernos creer desde la prensa hegemónica y los discursos de las derechas recalcitrantes pro yanquis.
Para finalizar, y coincidiendo con el compañero Facundo Garavano, señalar que “es sabido que, tanto Macri como su círculo más íntimo, vienen de una burguesía parasitaria y decadente, que en su proceso de acumulación no pretende generar empleo, reactivar el consumo interno ni mucho menos invertir en salud y educación pública; pero sobre todas las cosas no pretenden entregar el gobierno y en su desesperación pueden llegar a mostrar su verdadera cara fascista y autoritaria. En este sentido, debemos sortear las mejores acciones de lucha para no permitir más el pisoteo y el sufrimiento del pueblo”[7].
El escenario está abierto pero si algo quedó claro es que, como decía San Martín: “Los interventores habrán visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca”.
* Periodista especializado en política internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 - Radio UNLP), columnista del programa La Marea (Radio Futura - FM 90.5) y de Mirada Crítica (Realpolitik FM), productor del programa Columna Vertebral (Estación Sur - FM 91.7), editor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
El 18 y 19 de
julio, Buenos Aires fue sede de la segunda Conferencia Ministerial Hemisférica
de Lucha contra el Terrorismo. El evento contó con la presencia del Secretario
de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y de la Subsecretaria de Estado para
Asuntos del Hemisferio Occidental, Kimberly Breier. En la cita, Argentina,
Brasil y Paraguay, en conjunto con sus amigos de Washington, conformaron una
alianza para combatir la “actividad ilícita” en la región y sus vínculos con el
terrorismo que, como era de esperarse, identifica a Irán y al Hezbolá, como
principales amenazas.
El discurso
relativo a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico se volvió un lugar
común para los gobiernos de derecha en la región. La coyuntura geopolítica de
armonía entre Jair Bolsonaro, Mario Abdo Benítez y Macri permite el
establecimiento de esta “cooperación regional en antiterrorismo” vigilada por
EE.UU. En pocas palabras, se pretende reeditar lo que fue Grupo 3+1 lanzado en
2002, que pregonaba la mutua colaboración en términos de seguridad en la zona
de la Triple Frontera y que había quedado al margen con los gobiernos de Néstor
Kirchner y Lula Da Silva.
Decreto 489/2019, publicado el miércoles 16 de julio en el Boletín Oficial, que modificó una norma de junio de 2012 y estableció la creación Registro Público de Personas o Entidades Vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET)
Si bien la alianza
fue creada hace algunos días y se irá concretando a través de reuniones
semestrales entre las cancillerías, hace algunos meses que, al menos en
Argentina, se venía expresando el deseo de reforzar la seguridad en la zona
fronteriza con la mano de Estados Unidos. En enero, el ministro de Hacienda,
Nicolás Dujovne, y Mariano Federici, titular de la Unidad de Información
Financiera, se reunieron con funcionarios yanquis para hablar de financiamiento
ilícito e intentar reanudar la cooperación bilateral “para combatir la
corrupción, el crimen organizado y el financiamiento del terrorismo”. Una vez
más, el tema central de conversación pasó por la “sospecha” de que la Triple
Frontera es de donde sale parte del financiamiento para el Hezbolá, según
insisten desde Washington. También se habló de los “cuadernos de las coimas”,
de Venezuela y de cómo restringir más al gobierno de Nicolás Maduro, y, por
supuesto, de Irán, el culpable de todos los males en la versión yanqui de la
historia.
Con este tipo de
alianzas y con el discurso antiterrorista con el que Estados Unidos se ha
permitido intervenciones como en Irak, por ejemplo, se busca obtener relaciones
de privilegio con los gobiernos de América Latina. Si bien, a simple vista, al
Pentágono pareciera importarle la seguridad del continente que habita, lo que
realmente se pone en juego es la construcción de alianzas políticas y
comerciales que, a su vez, garanticen el acceso a los recursos naturales. No
hemos aprendido mucho de la historia si creemos, después del evidente apoyo
yanqui a las dictaduras militares en Nuestra América, que Estados Unidos es un
defensor de los derechos humanos y le importa el bienestar de nuestros pueblos.
En esta constante reedición de la Doctrina Monroe, Washington se propone como
garante de la seguridad de los países de la región, pero con la intención de
acceder a recursos estratégicos en un escenario de disputa con otras potencias
a nivel mundial y en un territorio considerado área de influencia yanqui desde
los comienzos.
¿Por qué la Triple
Frontera? Si bien Estados Unidos insiste, desde la década de los ‘90 y aún más
desde la implosión de las Torres Gemelas en septiembre de 2001, en que existen
células terroristas de origen islámico en esta zona en particular, la elección
de la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay no es azarosa: es una
posición estratégica clave para el acceso a ciertos recursos naturales. Allí se
encuentra el Acuífero Guaraní, uno de los mayores reservorios de agua dulce del
mundo, cercano a la cuenca del Amazonas, a los yacimientos de gas de Bolivia, y
a los minerales de la cordillera de los Andes; y la represa de Itaipú, la mayor
central en generación de energía del
Planeta Tierra.
La Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay
En Paraguay, la
política entreguista no es vista con buenos ojos. En medio de una crisis
política que se suma a la desaceleración económica, graves problemas
ambientales y un alto grado de insatisfacción ciudadana respecto de la
seguridad interna del país, la admiración que Mario Abdo siente por Donald
Trump y Jair Bolsonaro, es observada con desconfianza por quienes habían visto
madurar una idea de soberanía energética. Es en este sentido que la represa de
Itaipú representa un tema sensible para Paraguay, que siempre ha cedido ante
las presiones brasileñas.
A la gestión de
Mauricio Macri, la alianza antiterrorista le vino como anillo al dedo. En plena
contienda electoral, el Presidente argentino encabezó un acto en el marco del
aniversario número 25 del atentado contra la AMIA, hecho asociado además al
“asesinato” del fiscal Alberto Nisman a principios del 2015, que jugó un papel
clave en contra de la continuidad del proyecto kirchnerista en las elecciones
de ese año. El acto contó con el apoyo de gran parte de la comunidad judía y un
día antes, y para cumplir con las presiones de Estados Unidos e Israel antes de
la llegada de Mike Pompeo, el mandatario declaró al Hezbolá como organización
terrorista a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial. En los días
previos a su muerte, Nisman había asegurado tener evidencia de la participación
de Cristina Fernández de Kirchner en el encubrimiento de iraníes implicados en
el atentado, y el “asesinato” del fiscal se asoció al acercamiento de la ex
presidente con Irán. No sólo no existen evidencias que involucren a la ex mandataria,
sino que tampoco las hay para que Irán haya sido responsable de los atentados a
la AMIA y a la Embajada de Israel.
Como la geopolítica
es cambiante, ahora la Argentina ha recibido otro candidato a culpable de los
atentados y el gobierno, que se identifica como una suerte de virreinato del
poder globalizado, no dice nada. El Hezbolá fue decisivo para desalojar a
Israel de su ocupación de años en el país vecino, durante las últimas décadas
del siglo pasado. Ya no se trata de investigar, sino de asignar culpas por
razones geopolíticas, y es así como se ha optado por idear la sospecha de una
responsabilidad conjunta, con vínculos entre sí: la de la teocracia iraní y el
Hezbolá.
Mike Pompeo y su delegación junto al canciller Jorge Faurie y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el Palacio San Martín
La visita de Pompeo
por esos días no fue casual. El secretario de Estado yanqui vino como emisario
israelí y acusó al Hezbolá de perpetrador del atentado a la AMIA y afirmó
también que la organización islamista “ha actuado en todo el hemisferio
occidental en terrorismo, tráfico de drogas y lavado de dinero”. Además, el
enviado de Trump, de gira por Sudamérica, aprovechó para arremeter una vez más
contra la República Bolivariana de Venezuela al considerar que el Gobierno de
Nicolás Maduro “ya terminó” y que es necesaria la cooperación de todos los
países de la región para “restaurar la democracia y la economía” en ese país.
Los acuerdos en
seguridad, como parte de esta red de relaciones con Estados Unidos, son entonces una porción de la campaña por la
Presidencia en Argentina. El discurso antiterrorista, en este caso, no pretende
saber qué sucedió en aquellos atentados, sino que da cuenta del esfuerzo yanqui
e israelí por aislar a Teherán; además de que deja al descubierto la injerencia
de Estados Unidos, no sólo en esta contienda electoral, sino también en la
embestida legal contra Cristina Fernández, para posibilitar la llegada de un
gobierno complaciente con los deseos de Washington.
Durante lo que va del gobierno de Mauricio Macri, el Pro (o la que hoy se conoce como la alianza “Juntos Por el Cambio”) se ha construido de dos enemigos públicos, el primero la masa de trabajadores (ocupados o desocupados) organizados, a los que no ha dudado en reprimir cada vez que quiso y el segundo son las juventudes de las clases populares.
Como es sabido prácticamente desde que empezó en aquel triste y caluroso diciembre el gobierno no ha dudado en marcar como eje el “Orden” cueste lo que cueste y así se dio que prácticamente toda manifestación del movimiento obrero ah sido reprimida, recordemos que estas se dan por las olas de miles y miles de despidos que ha habido tanto en el estado como en el sector privado Indirecta o directamente, ósea por que ha permitido a las empresas flexibilizar o por que las políticas económicas han arrasado con cuanta pyme se cruzaran.
El segundo gran enemigo (y a la que haremos especialmente referencia) son las juventudes de las clases populares, estas diferentes juventudes, con diferente bagajes y recorridos de acumulación cultural, se han visto golpeadas brutalmente, primero por las políticas económicas y segundo por las políticas sociales que la buscan estigmatizar.
Lo primero que nos toca relatar es sobre la doble cara del progresismo de centro, o la centro derecha con buenos modales, que habla de aborto y fuma porro, aquella que busca correr el eje de la verdadera discusión sobre una nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, diciendo que cualquier ley de la democracia es mejor que la de la dictadura, bueno debemos decir que no, no es así, la ley que pretende impulsar el Pro (Alianza-Cambiemos) es bastante-mucho peor.
¿Por qué? (es fácil le dejamos los 4 puntos del posicionamiento de la campaña de la “Red Argentina No Baja”)
1-En base al Decreto actual de Videla (Ley 22.278), la edad de punibilidad fue fijada en 16 años, por este motivo, bajar la misma a 15 años es un retroceso en materia constitucional y de derechos humanos; va en contra de los estándares internacionales vigentes. Por eso sostenemos que este Proyecto de Ley es peor que la Ley de Videla, ya que refuerza un Estado tutelar.
2-La discusión propuesta girada en torno al discurso de la seguridad y la reparación hacia las víctimas de delitos supuestamente cometidos por adolescentes se cae fuertemente ya que los delitos cometidos por personas menores de 16 años representan porcentajes bajísimos y más aún aquellos tipificados como graves por el Código Penal.
3-Asimismo, la propuesta de sanción de penas más duras que se observa en el proyecto de Garavano y Bullrich, no respetan los principios de la Convención de los Derechos del Niño en su Observación Número 10, entre otras. Y con argumentos falaces y garantistas promueve el encierro punitivo en situaciones que deben ser acompañadas por los organismos de protección pertinentes y no por Juzgados penales.
4-El proyecto de Garavano y Bullrich promueve una lógica de demagogia punitiva mientras que desde el Gobierno Nacional se lleva adelante una política económica cuyas primeras víctimas son, entre otras, los niños, niñas y adolescentes; al mismo tiempo que vacían el Sistema de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes.
Cabe destacar por otro lado que cuando se convoco a diferentes organismos y organizaciones, nacionales e internacionales, no hubo consenso, si no mas bien repudio al ante proyecto de ley.
Sobre la grave situación de la Niñez y la adolescencia se habla poco y nada en los medios de comunicación hegemónicos.
En el informe de UNICEF publicado a fines de 2018 sobre “Pobreza monetaria y privaciones no monetarias en Argentina”, se daba a conocer que el 48% de los niños, niñas y adolescentes del país son pobres, de los cuales el 20% se encuentra en condiciones de privaciones severas que implican vivir cerca de un basural, en áreas inundables o no haber asistido nunca a la escuela entre los 7 y los 17 años.
Hoy en la Ciudad de Buenos Aires, no se llega al digito del presupuesto para destinar en políticas de niñez, en cambio se festeja con bombos y platillos un nuevo presidio “modelo” (para poder contener a jóvenes revoltosos) y de paso poder poner en venta propiedades que se encuentran, muy bien valuadas, en barrios como Palermo o el microcentro porteño.
Mientras la ministra Patricia Bullrich sale a promocionar 8 como si fuera una colonia de vacaciones) el “servicio cívico voluntario en valores” y sosteniendo con ligereza que gendarmería tenia mas prestigio que la escuela pública, en provincia de Buenos Aires se agrava cada vez mas la emergencia educacional y en C.A.B.A las organizaciones de los trabajadores de la educación denuncian que no hay vacantes para mas de 25 mil pibes y pibas de la ciudad.
Los datos oficiales (los que da el propio gobierno) da que solo el 0,8% de los delitos son cometidos por menores de edad y de ese universo son contados con la mano los que tienen desenlaces fatales.
El ultimo censo sobre personas en situación de calle dio como resultado que en la ciudad se encuentran 7251 personas en esta situación, el 50% no tiene mas de un año en la misma (ósea que se duplico esta población, producto de la política económica) de ese total 857 son niños, niñas y adolescentes menores de 18años.
A la situación de la violencia institucional (policial) en los barrios mas pobres, donde se ha trasladado las palizas de las comisarias, a las garitas de los pasillos, se le suman los fusilamientos a jóvenes por parte de las fuerzas de ¿seguridad?, lo que paso con los 4 chicos de Monte se le suma las brutales represiones a las barriadas mas humildes, como la que se dio en Villa Caraza en Lanús, el pasado miércoles 3 de este mes.
Hay una saña desmesurada contra jóvenes y laburantes, pero peor aun es que se usa de manera publicitaria, ¿será que como sociedad cambiamos derechos por castigo?, será que la tonfa vale mas que el libro? o será simplemente que es mas barata la bala que pibes comiendo en su casa?
* Productor periodístico del programa de radio "Cabezas de Radio" que se emite los sábados de 9 a 12 hs en radio Ahijuna (FM 94.7). Trabajador de la Dirección General de Responsabilidad Penal Juvenil de CABA
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