En el marco de las marchas por el Día del Orgullo, la coordinadora de la Asociación Mundo Igualitario, Claudia Vega, relató su experiencia y trabajo con el Ministerio de Género de la PBA, para formar a les trabajadores de la línea de contención 144, respecto del abordaje en casos de violencia hacia diversidades y disidencias.
El microcentro de la Ciudad de Buenos Aires fue el lugar elegido para la XXXI Marcha del Orgullo de la comunidad LGTBIQ+ (Lesbiana, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersex y Queer), en la cuál las diversidades se volvieron a reunir luego de dos años, producto de la pandemia del covid-19.
Si bien la marcha fue realizada en 2021, es importante recordar que fue ese año cuando los riesgos de infección disminuyeron, lo cual supuso un escenario que no contó con la masividad que podía adquirir debido a la situación que en ese momento atravesaba nuestro país.
Como todos los años, el objetivo de la movilización fue visibilizar las problemáticas que sufren las disidencias, el festejo de algunas victorias logradas en materia de derechos y el trabajo y la militancia que se lleva adelante para que las mismas sean realidad.
La abogada transfeminista, activista, lesbiana y coordinadora de la Asociación Mundo Igualitario (AMI), Claudia Vega, explicó a Radio Trinchera que desde la organización perteneciente, un eje fundamental de trabajo durante el 2022 fue la capacitación del personal de la Línea 144 en relación a la contención de las diversidades y disidencias que denuncian violencia u otras situaciones de vulneración de derechos. Cabe recordar que este número está asignado para la atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género, que además brinda asesoramiento y contención.
“Este es un trabajo que se viene haciendo junto al Ministerio de Provincia (Buenos Aires) desde enero de este año. Una larga articulación pensada para formar a las personas operadoras de la línea 144 que reciben denuncias por violencias hacia la diversidad y/o disidencias, y luego se amplió a los distintos equipos que componen a la Provincia de Buenos Aires que trabajen la problemática de violencia de género”, puntualizó la abogada.
Vega además remarcó: “Hoy ampliar la mirada hacia la diversidad, la verdad que es un orgullo. Somos un grupo de 13 personas que en coordinación con el Ministerio fortalecemos este programa en violencia hacia la diversidad hace un par de semanas, generamos una metodología donde los relatos en primera persona son coyunturales, con compañeros travestis trans, feminidades y masculinidades intersex, abogadas, psicólogas entre otras”.
Un gran problema para el trabajo que realiza AMI, según lo narrado por Vega, se debe a los intereses de las últimas dos gestiones municipales: “En la ciudad de Mar Del Plata ya tenemos 8 años como organización, y en los últimos dos gobiernos se ha hecho más cuesta arriba. A partir de 2015 con Arroyo y ahora con Montenegro, que siempre han votado en contra de todas las leyes propuestas, lo cual nos puso en una situación de defensa, lucha y articulación; así como con las leyes impuestas desde la propia gestión como lo es la ordenanza votada por los concejales de Cambiemos, que criminaliza a les trabajadores trasvestis trans en situación de prostitución, imponiendo una lógica de ‘zona roja’ y volviendo a poner en decisión de la policía quien puede estar en la calle trabajando y quien no. Por eso estamos trabajando ahora”, remarcó la coordinadora de AMI.
Según relató Vega, les referentes de la organización reciben amenazas y otros actos de violencia de parte de algunos grupos que ejercen odio sobre el colectivo: “Lamesntablemente nuestras referentas trasvesti trans han recibido amenazas de distintos grupos de ultra derecha y reciben cotidianamente, sobre todo las migrantes, a las cuales se les hacen causas penales para que no puedan recibir los derechos que la constitución dicta para quienes vienen desde afuera”.
Ante la negación del otre y ante las trabas impuestas por el municipio, AMI sigue en constante crecimiento, en coordinación con el Ministerio de Género y con conquistas que enriquecen al colectivo LGTBIQ+, que sufrió y sufre violencia e invisibilazación por parte de sectores de la sociedad, y con el cual el Estado está aun en deuda.