El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana relevó los precios de 57 productos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), en 900 comercios de cercanía ubicados en 20 distritos del conurbano bonaerense
Según el relevamiento de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que realiza mensualmente el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) desde el Índice Barrial de Precios en 900 comercios de cercanía ubicados en 20 distritos del conurbano bonaerense, durante el mes de julio el incremento de los precios fue del 11%. Así, una familia de dos personas adultas y dos hijos/as pequeños/as que en junio precisaba $45.404,21 para comprar sus alimentos indispensables, un mes más tarde requería $50.411,85 (o sea un 11,03% más) para adquirir los mismos productos y evitar caer por debajo de la línea de indigencia.
La inflación anual acumulada en los alimentos se elevó a un 58%, y arrastró los pisos que miden la indigencia y la pobreza. La misma familia necesitó $112.922,54 (11% más que en junio) para cubrir su Canasta Básica Total (CBT) que contempla un universo más amplio de productos indispensables además de los alimentos, como transporte, salud, educación, mantenimiento del hogar, tarifas, combustibles, vestimentas, etc., cuya posibilidad de acceso marca el límite para evitar caer por debajo de la línea de pobreza.
“Silvina Batakis fue Ministra del gobierno nacional durante 22 días, y así como entró se retiró, con más pena que gloria. Durante su breve permanencia en el cargo, la inflación en general y la de alimentos en particular -que golpea fuertemente los presupuestos de las familias de menores recursos- batieron el récord del año (hasta ahora)”, analizó el ISEPCI en su informe
Desde las organizaciones sociales una y otra vez le solicitaron entrevistas a las que Batakis nunca accedió. Pero la medida más importante que tomó significó una fuerte concesión a los exportadores de cereales que implicará un importante incremento de sus ya enormes ganancias. Sin embargo, “no fue eyectada de su silla por que ejerció su cargo con una perspectiva sin matices para sostener y profundizar las inequidades en la distribución de los ingresos nacionales, sino porque los grandes grupos económicos de este país consideraron que las concesiones obtenidas eran demasiado pocas”, apuntaron desde el ISEP.
Entonces, los randes grupos económicos ejercieron más presiones mediante corridas contra el peso para impulsar una devaluación, mientras fueron –y siguen siendo- protagonistas de los injustificados incrementos de precios. A pesar de que lo que sobrevoló fue un tipo de cambio que no manejan las grandes empresas para importar, ni es el ofrecido por los bancos para comprar de manera legal, una corrida cambiaria en el dólar ilegal presentó un fenómeno de desconfianza generalizada, fogoneada por los medios de comunicación.
“Ante la falta de la divisa, los operadores del mercado saben que hay pocas reservas, estimulan el rumor de aumento del tipo de cambio, y se genera una mayor demanda de divisas, que a su vez se complementa con que no hay oferta porque no se vende lo producido por las exportaciones”, había explicado días atrás Clara Razu, economista de Motor Económico, a Revista Trinchera.
Según Razu, esta segunda condición de aumento del dólar ilegal fue además la razón principal de la corrida cambiaria: “Al bajar los precios de los alimentos en el mundo, los exportadores quieren obtener un mayor volumen de ingresos a partir del tipo de cambio; y eso se lograría partir de una devaluación, por eso no liquidan. Y por lo tanto no ingresan dólares que se estipulaba que ingresarían, y darían aire para comprar insumos y el resto de los pagos en dólares”, desarrolló la economista una semana atrás.
El gobierno nacional había logrado revertir los 7 puntos de inflación de marzo con una baja al 6 en abril y al 5 en mayo, pero junio fue abarcado por la decisión de restringir la cantidad de dólares oficiales a empresas y la renuncia inesperada del ex ministro de Economía, Martín Guzman. Estos hechos dispararon a la divisa a $240 en un primer momento y luego a $280, y contribuyeron al aumento de casi todos los alimentos
En ese sentido, era lógico ver reflejado en el mes de julio el saldo negativo de este caos económico, que parece haber serenado tras los cambios en el gabinete nacional y la flamante incorporación de Sergio Tomás Massa a la cartera económica. Al respecto, Héctor Sosa, que también pertenece Motor Económico, explicó a Revista Trinchera que ve con buenos ojos este cambio: “Si hay unidad política, y unidad conceptual en lo que se va a hacer económicamente este año, podemos estar hablando de otra cosa; los ejes van a seguir siendo los mismos, pero se puede avanzar en un emprolijamiento del aspecto fiscal, reforzando además el apoyo a los sectores más vulnerables”, afirmó.