Teniendo como hilo al PSG, Catar y Ruanda tejen una red de acuerdos geopolíticos

Teniendo como hilo al PSG, Catar y Ruanda tejen una red de acuerdos geopolíticos

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Es poco lo que se conoce de Ruanda y por eso es necesario entender que este país africano es uno de los más pobres del mundo y aun en la actualidad lamenta el genocidio de 1994, que tuvo un saldo de 800 mil víctimas. Uno de los abanderados dicha lucha es el actual gobernante, Paul Kagame, que además se encarga de hacer los negocios con los clubes europeos.

El país en la actualidad aparece en el puesto 160 de 188 en el índice de Desarrollo Humano que presenta la ONU, pero ha mantenido un crecimiento anual del 5% y ha mejorado mucho su seguridad, escolarización y mortalidad infantil para los 12,5 millones de habitantes que posee. Ruanda mantiene relaciones geopolíticas sostenidas por inversiones estratégicas y campañas de ‘soft power’ que le han permitido -en un país que ocupa la posición 206 de 225 en relación al PIB per cápita- codearse con marcas multimillonarias para patrocinar clubes.

Sin embargo, el mandatario ha aumentado la represión contra rivales políticos o disidentes en los últimos años, llegando a perseguirlos fuera de las fronteras ruandesas, como en el caso del héroe de ‘Hotel Ruanda’, Paul Rusesabagina, arrestado en Dubái. Además, el Gobierno ruandés es uno de los clientes del ‘software’ de espionaje israelí Pegasus. La imagen que busca proyectar hacia el exterior es muy distinta. 

Kagame gobierna desde el año 2000. Para que esto fuese posible en 2017 debió modificar la constitución para volver a las urnas, ganando de manera sospechosa con el 98,8% de los votos. En ese sentido, el analista del país esteafricano Robert Mugave, aseguró que «Ruanda vive totalmente aislada de lo que pasa en el gobierno. La población está inmersa en la oscuridad y se ha enterado de todo este asunto gracias a la prensa extranjera».

Por otro lado, Kagame decidió invertir 10 millones de dólares por 2 temporadas para patrocinar al PSG y 39 millones de dólares anuales para que el lema ‘Visit Rwanda’ figure en las mangas de las camisetas del primer equipo, el sub’23 y el femenino del Arsenal de Inglaterra; acto que realizó sin consenso alguno con el Parlamento del país.

¿Qué significa Visit Rwanda?

Si algo está claro es que a Ruanda no le interesa el fútbol, pero sí le interesa a su gobernante que varias veces expresó en sus redes sociales su pasión por el Arsenal de Inglaterra. Pero mediante esto lo que quiere es aumentar el flujo de turismo a su país. Por eso el “Visit Rwanda” que se ve estampado en las camisetas y que también aparece en la estática del Parque de los Príncipes cuando el PSG hace de local.

Este patrocinio apunta al turismo de extranjeros que dejen grandes sumas de dinero, teniendo como tour y mayor atracción el avistaje de gorilas en su hábitat natural. El paseo -con todo lo que implica este- cuesta alrededor de 1.500 dólares por día. Se busca de esta manera, atraer a un selecto grupo de clase social y duplicar los ingresos por turismo, lo que no siempre se logra porque es la industria a la que a plena la mayoría de los países vecinos en África.

El vínculo PSG-Ruanda se da ya que este país busca cierta exposición mediática y teniendo varios temas de inversión: que varias estrellas de dicho plantel deberían visitar los frondosos parques naturales ruandeses y promocionar los paseos con gorilas y cebras bajo la etiqueta Visit Rwanda; también se habría pactado que en el estadio del PSG solo se servirá café y té ruandeses, con la aparición esporádica del logo en las vallas digitales del estadio Parque de los Príncipes en los partidos. 

El PSG suele tener únicamente sponsors qataríes, por lo que el Gobierno de Ruanda no solamente debió efectuar el pago de una cifra millonaria para obtener ese patrocinio con el PSG -vitrina por excelencia para sponsors en tanto tiene al mejor jugador del mundo luciendo su camiseta- sino que tuvo hacer un pacto geopolítico con la familia real qatarí, dueña del club parisino y de la cadena de Deportes BeIN Sports.

Desde que la familia Al-Thani logró la designación de Catar como sede del Mundial 2022, los vínculos entre Zurich y Doha están más fervientes que nunca: han sido varios los torneos y copas que se han disputado en tierras cataríes. Por otro lado la FIFA realizó un claro guiño a este país africano -aliado de Catar- cuando decidió mudar su oficina en África de Etiopía a Ruanda, dejando en claro que todo tiene que ver con todo.

A su vez, el vínculo con el PSG no ha sido la primera incursión ruandesa en el fútbol europeo. Hace 4 años llegó a un acuerdo similar con el Arsenal inglés -mencionado párrafos arriba- y en esa ocasión, el acuerdo estuvo rodeado de polémicas y fue fuertemente criticado por varios parlamentarios británicos. ¿Por qué? El gobierno británico destina alrededor de 60 millones de euros anuales en ayuda al país. Es por eso que las autoridades mostraron su descontento con esta iniciativa del país africano, ya que si se toma solamente la inversión al Arsenal, hablamos del 75% de la ayuda que acaba en un club precisamente británico y de carácter privado.

A todo esto surge otra pregunta: ¿Qué gana Catar en todo esto? Hace 4 años Catar buscó romper el bloqueo internacional orquestado por sus vecinos los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, que acusaron al emirato de apoyar el “terrorismo islámico de grupos como Hamas”. Es así que en la estrategia para “lavar su imagen”, Doha buscó un lugar para poder invertir y generar frutos en su negocio en el corazón de África y ahí apareció Ruanda: país con una historia ligada a guerras civiles, hambruna y genocidio, muy pobre, pero estable y relativamente menos corrupto que los países que lo rodean.

En paralelo, ambos países han firmado varios acuerdos bilaterales como la cooperación fiscal para evitar la doble imposición a turísticos, promover la agricultura e incluso el intercambio tecnológico. Esos lazos de Ruanda con la familia real catarí tienen como objetivo que Catar sea el máximo inversionista en tierras ruandesas y el Emir de Catar anunció que su país sería parte de la construcción de un aeropuerto en la ciudad Kigali, cuyo costo está estipulado en 1.3 millones de dólares (la mayor inversión que Catar en suelo africano).

Si bien Ruanda no es importante en cuanto a tamaño de mercado, sí lo es como espacio fundamental y estratégico para la geopolítica en África Oriental. La idea es que el aeropuerto tenga una capacidad de mover a siete millones de personas y, por supuesto, el traslado de petróleo. De esta manera, Catar será dueña del 49% de la aerolínea de bandera RwandAir, la cual sería clave en el “Visit Rwanda” que lucen las camisetas del PSG.

Una vez más, los poderosos usan la pelota como hilo conductor de acuerdos estratégicos que se tejen y que en todo momento generan dividendos en otras canchas, que no son justamente de fútbol.

Paz Eduard
Paz Eduard

Proveniente del sur, me instalé en la ciudad de las diagonales. Fiel pensante que la política el deporte van de la mano. Siempre me vas a tener al servicio de la comunicación del pueblo y su deporte.


Argentina y una Copa América envuelta en dudas e incertidumbres

Argentina y una Copa América envuelta en dudas e incertidumbres

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En principio, es necesario aclarar y visibilizar de manera concreta por qué Colombia no será sede de la Copa América (organización que compartía con la Argentina). El pueblo hermano de Colombia despertó; las calles se colmaron de colombianes que hace semanas exigen el fin del modelo neoliberal, de la guerra y del espantoso Gobierno de Iván Duque. Aunque la administración de turno quiso hacerle creer a la CONMEBOL que todo estaba bajo control para organizar el torneo, las imágenes que llegan desde el país dejan expuesta la violencia que Iván Duque y sus lacayos despliegan sobre el pueblo: por las manifestaciones, ya hay más de 50 muertes, 578 personas heridas, 524 desaparecidas e incluso mas de 20 mujeres que denunciaron violencia sexual.

El conflicto social, que estalló con la reforma tributaria que quiso impulsar Duque, pero que tiene que ver con una discusión muchísimo más profunda que se debían les colombianes, no cesa. Por ese motivo, la dirigencia de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) se reunió el jueves pasado con sus pares de la Conmebol y se acordó la baja del país cafetero de la organización de la Copa América 2021, que se llevará a cabo del 13 de junio al 10 de julio. 

Claramente los partidos de prueba -At. Nacional vs Nacional de Montevideo e Ind. de Santa Fe vs River Plate- en las ciudades de Pereira y Barranquilla, para ver si se podía o no jugar, fracasaron y varias veces tuvieron que ser detenidos. Luego de esto la CONMEBOL y FCF sacaron un comunicado en el que se confirmó que por el Covid-19 y la situación actual, es imposible garantizar la seguridad y la localía de los equipos colombianos. De hecho, en la última fecha de Copa Libertadores y Copa Sudamericana, los partidos entre Santa Fe y Junior y entre La Equidad y Gremio se disputarán en Ecuador.

Juan Pablo Sorin fue uno de los que denunció el experimento que la Conmebol intentó hacer en Colombia: «Vergüenza que se hayan jugado Junior vs River y Atlético Nacional vs Nacional (de Uruguay) ayer en Colombia: conflicto social, represión policial, cantidad de muertos y desaparecidos que suben día a día, lamentablemente. Fuerza Colombia. El show no puede continuar a cualquier precio».

Sin embargo, el Gobierno del presidente Iván Duque trató de seguir utilizando el fútbol como manto y presentó una propuesta para que la Copa América se aplace a diciembre y que “haya público”. No obstante, el encargo no tuvo una buena respuesta y fue denegada a las pocas horas en un comunicado de CONMEBOL, en el que se aseguró que en los próximos días se daría a conocer la relocalización de los partidos que se iban a disputar en Colombia.

Sin dudas este hecho marca un revés para el gobierno colombiano y puertas adentro se habla de la inminente renuncia de Ernesto Lucena -Ministro de Deporte-, que fue el principal precursor para que parte del certamen continental se disputara allí como sea.

Otro de los actores del fútbol que manifestó su postura fue el actual jugador del Manchester United, Edinson Cavani: «La Copa América no debería jugarse en Colombia. La Conmebol está pensando únicamente en dinero y haciéndole un favor al Gobierno encubriendo con fútbol toda la ineptitud que ha causado durante los últimos años». El mensaje se viralizó rápidamente luego de que el delantero uruguayo sentenciara que si se jugaba en Colombia, él no participaría.

Aunque la Conmebol suspendió la Copa América en Colombia, el discurso sigue siendo muy contradictoria: pese a los últimos sucesos, el viernes pasado, junto a FIFA, anunció que el partido entre Argentina y Colombia, correspondiente a la fecha 8 de las Eliminatorias Sudamericanas para al Mundial de Qatar 2022, por el momento, se disputará en el estadio Metropolitano de Barranquilla el 8 de junio.

¿Cómo recibe la Copa Argentina?

A principio de la semana pasada, el presidente Alberto Fernández ya había anunciado que la Argentina podía transformarse en sede única de la Copa América y expresó: «Hay que ponerse muy estricto con los protocolos porque el fútbol es un juego de equipo y eliminar las concentraciones me pareció una buena idea. Si la Conmebol me pregunta si Argentina puede hacerse cargo, estoy dispuesto a estudiarlo porque uno de los problemas más serios que tenemos son las cepas que vienen de países extranjeros».

Argentina viene de una semana en la que los casos y muertes han llegado a cifras récord y la situación hospitalaria es sumamente compleja. Con la confirmación de que el país será única sede, el Presidente argentino dijo que “con las restricciones del caso, estamos preparados”, y agregó: «Será una Copa para la TV, eso hay que dejarlo claro (…) nosotros podemos analizar organizar toda la Copa América en la medida que todos estrictamente cumplan las condiciones de controles y protocolos».

Por otro lado, la asociaciones y confederaciones regionales fueron criticadas por una de las voces más reconocidas y legitimadas del fútbol argentino, Fernando Signorini, preparador de futbolistas de la selección durante más de 30 años, que disparó en su cuenta de Twitter: «¿Fútbol en Colombia en medio de la brutal represión? ¿Competencia con equipos en pleno brote de COVID? Business are business (negocios son negocios), hasta que no muera un futbolista por COVID en vivo para la TV no van a parar este circo romano».

Cabe destacar que tras los exorbitantes números de contagios registrados en la Argentina, la AFA y la Liga de Fútbol Profesional decidieron frenar las semifinales que se iban a disputar este último fin de semana, poniéndose a disposición del gobierno. Por la situación, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero explicó: «En este caso quedan por delante dos partidos, ambos en la provincia de San Juan. Venimos conversando para encontrar, de modo consensuado, una solución», dejando abierta la fecha de reanudación.

Pese al parate del fútbol local, y sin pudor alguno, la Conmebol ya se empezó a moverse y estudiar qué otros estadios pueden funcionar de localía para la Copa América -además de los ya confirmados Monumental en Buenos Aires, Mario Alberto Kempes en Córdoba, Malvinas Argentinas en Mendoza y Único de Santiago del Estero- : la Bombonera, el Libertadores de América, el Cilindro de Avellaneda y el Único de La Plata.

Lo que queda claro en este análisis es que la política y el fútbol en Colombia están jugando un mismo partido y no hay que dejar que la pelota tape la realidad de una sociedad golpeada y atacada por la derecha neoliberal de Iván Duque, que quiso hacerlo utilizando la Copa América y las competiciones internacionales.

CONMEBOL sigue con la idea de realizar la Copa América y continuar con los torneos internacionales porque los millones de dólares que se mueven parecen ser más importantes que las miles de vidas que se están perdiendo en Nuestra América. Sin ir más lejos, para seguir con su plan, pudo hacerse con 50 mil dosis de la vacuna Sinovac para inmunizar a las delegaciones, cuando sabemos que las vacunas son un bien escaso, que hay países que aún no pueden acceder, y otros que aún no terminaron de inmunizar a su población de riesgo. ¿Hasta cuándo la pelota va a seguir rodando a cualquier costo?


Eduard Paz
Eduard Paz

Proveniente del sur, me instalé en la ciudad de las diagonales. Fiel pensante que la política el deporte van de la mano. Siempre me vas a tener al servicio de la comunicación del pueblo y su deporte.


Día de la Futbolista Argentina

Día de la Futbolista Argentina

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¿Por qué se celebra?

La historia del Seleccionado 71′ El 21 de agosto de 1971 no fue un día más para la Selección Argentina. Las Pioneras del Fútbol Femenino marcaron la historia y escribieron las primeras páginas. A ellas, el agradecimiento por haber señalado el rumbo. Ahora que sí nos ven…

– Betty García fue la “9” y subcapitana de aquella Selección que viajó a México para hacer historia.

– Teresa Suárez era la lateral derecha de aquel equipo, una “4” que dio que hablar.

– Luky Sandoval es ex jugadora. Cuando iba a firmar para All Boys se encontró con un cuadrito de la Selección Argentina de ’71 y las quiso reunir a todas, celebrarlas como pioneras y que el 21 de agosto se festeje el Día de la Futbolista.

Que la anticuarentena no embarre la cancha

Que la anticuarentena no embarre la cancha

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POR EDUARD PAZ*

Desde el inicio de la pandemia, varios han sido los métodos y formas en que se ha aplicado la cuarentena en los países del mundo. Pero siempre se ha alegado que esta era la medida por excelencia, junto al distanciamiento social, para evitar mayores riesgos de contagio de coronavirus, mientras no exista cura para la enfermedad.

Muchos han sido los mensajes de aliento e incentivo por parte de las delegaciones, las instituciones y les deportistas ante la dura realidad que atraviesa la sociedad. En algunos casos, pidiendo a sus seguidores que se queden en casa y que eviten salir y asumiendo de buena fe el cierre al público de sus instalaciones deportivas.

Sin embargo como suele suceder hay excepciones y el mundo del deporte tiene las suyas. Esto quiere decir que el deporte también tuvo a sus anticuarentena con mensajes distorsionados. Incluso algunes descreídes del virus, que se jactaban de que el aislamiento era inútil, terminaron contagiades. Repasemos algunos casos.

Empezando por el deporte predilecto de Argentina, el fútbol ha sido uno de los que ha tenido más deportistas infringiendo el ASPO. El caso que más llama la atención es del ex delantero de River, Independiente y Estudiantes, Ernesto Farías, denunciado por romper la cuarentena y agredir a una mujer en una reunión en un domicilio ubicado en la ciudad de La Plata. El “Tecla” fue apartado de su trabajo en River, donde se desempeñaba como asistente en las divisiones inferiores.

Por otra parte en el país vecino, Paraguay, los jugadores Sergio Díaz Velázquez y Mathías Villasanti Rolón, del club Cerro Porteño, y Sebastián Ferreira, de Libertad, violaron la cuarentena para jugar futvoley (piki voley), un deporte reconocido de dicho país. Ambos deportistas de Cerro no fueron imputados hasta el momento por lo sucedido, pero Ferreira fue procesado porque era el dueño del recinto donde se los encontró haciendo dicha práctica.

Otro caso importante es el de Deportivo Riestra, equipo de la Primera B: siete jugadores del equipo fueron encontrados en el estadio del club, entrenando en plena pandemia. El hecho tuvo una rápida repercusión y el presidente de Lanús, Nicolás Russo (miembro del Comité Ejecutivo de AFA), se mostró “extrañado, porque no hay autorización para practicar”.

En sintonía, Ezequiel Segura de Comunicaciones, mencionó “con eso se le está faltando el respeto al resto de los clubes”. Siendo una situación no menor, fueron varios los llamados de atención tanto para los jugadores, como para el club, en los que se pedía que se respete el aislamiento y esperen el aval del gobierno nacional y las autoridades sanitarias.

AFA emitió un comunicado con respecto a lo sucedido en el que sentenció: “Se deja expresa constancia que la actividad no cuenta con la autorización ni con el aval de esta asociación y si se probara la efectiva realización, corre por cuenta exclusiva de la entidad y de las personas que hayan participado de la misma”. También invocaron restricciones para realizar prácticas deportivas en todo el país a raíz de la pandemia de coronavirus: “Hasta que los expertos en la materia autoricen a volver a la actividad, no habrá entrenamientos”.

El fútbol europeo tampoco se encuentra exento de los problemas en torno a la violación de las restricciones sanitarias: seis jugadores del Borussia Dortmund, recibieron en sus casas la visita de un peluquero, algo prohibido en Alemania debido a la pandemia. Esto los expuso a una multa económica y deportiva, al mismo tiempo que tuvieron que realizar un estricto aislamiento de 14 días, que los dejó sin poder jugar para su equipo durante ese periodo de tiempo.

De cualquier manera, de los seis jugadores (Salvo Zagadou, Axel Witsel, Dan-Axel Zagadou, Raphael Guerreiro, Jadon Sancho y Manuel Akanji), solo dos fueron penados, porque no se encontraron pruebas que incriminen a los demás.

Asimismo, el club tampoco fue sancionado porque los sucesos se dieron fuera de la institución. La Bundesliga comunico que decidieron multar a Manuel Akanji y Jadon Sancho: “Los futbolistas del Borussia Dortmund parecen haber violado las reglas de sanidad y los estándares de protección contra infecciones tras recibir citas de estilistas en sus domicilios. También violaron los conceptos médicos y organizacionales impuestos por el equipo de trabajo de la DFL de ‘Medicina Deportiva y Operaciones Especial de Partidos”.

Otro deporte que ha dado mucho de qué hablar ha sido el tenis, que tiene otras particularidades. Aunque por tratarse de un deporte en el que prácticamente no existe el contacto se preveía que podría volver al ruedo más rápido, muchos tenistas expresaron su apoyo hacia la cuarentena y dijeron que esperarían a que se den las condiciones para poder volver.

Sin embargo todo eso quedó diminuto ante el actuar del tenista N°1 del mundo, Novak Djokovic quien manifestó abiertamente que estaba en contra de la cuarentena. Incluso se declaró en contra de vacunarse contra el virus, aunque era obligatorio para poder viajar o moverse de su país.

Novak Djokovic

No conforme con sus dichos, el pasado mes de junio el tenista organizó un torneo conocido como Adria Tour, en medio de la pandemia por el coronavirus, e invitó a participar a tenistas de varios países. El torneo iba de una serie de partidos de tenis realizados en la capital serbia, y hasta Zadar, en el balneario del Mar Adriático. Las exhibiciones fueron realizadas en Serbia y Croacia.

Una vez reunidos los deportistas y pasados unos días, el serbio dio positivo en el test de Covid-19, al igual que su esposa Jelena Ristic. Por suerte el resultado de sus hijos fue negativo. Aunque aún se encuentra asintomático, él y su esposa permanecerán en cuarentena voluntaria a la espera de un nuevo testeo. Obviamente, Nole tuvo que salir a pedir disculpas por lo sucedido.

Pero Djokovic y su pareja no fueron los únicos contagiados: hubo al menos 10 casos entre los que se encuentran los tenistas Viktor Troicki, Grigor Dimitrov y Borna Coric, Incluso la esposa de Viktor, quien además se encuentra embarazada, dio positivo al test de Covid-19. Ahora todos permanecen en cuarentena. También se comunicó que personas que asistieron al torneo estarán en cuarentena, aun cuando sus pruebas no hayan resultado positivas.

Por la organización de un torneo sin aval de la Federación Internacional de Tenis (I.T.F), el tenista serbio corrió el riesgo de perder la presidencia del Consejo de Jugadores. El acto que fue tildado de irresponsable por varios colegas, entre ellos Nick Kyrgios.

Claramente el mundo del deporte siempre se encuentra bajo la lupa y les deportistas suelen ser guías o espejos para muchas personas. Sin embargo, sucesos como los relatados muestran otro lado de la moneda, y dejan entrever que no todo es ejemplo y que no todo debe replicarse en estos tiempos tan complejos que atraviesa la sociedad.

El partido más importante que debe jugar el fútbol

El partido más importante que debe jugar el fútbol

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Por Eduard Paz*

Si bien la violencia de género y el machismo no distinguen clase social, economía o deporte alguno, es necesario hablar y ver qué es lo que sucede dentro del fútbol, un espacio donde ambas cosas parecen no tener fin. Hay que ver las herramientas que se tienen para combatir las violencias y analizar las acciones que toman las instituciones deportivas con los casos que se generan.


La violencia de género, en cualquier modo de expresión, no debe ser menospreciada. Hay que saber que es un tema muy serio y  que debe ser evitado a toda costa, en este caso por lo jugadores. Igualmente, detrás de ellos se encuentran dirigentes que muchas veces tratan de tapar lo que sucede, como quien quiere tapar al sol con un dedo.

Si nos volcamos a los delitos cometidos en estos casos, donde comúnmente hay agresiones y amenazas, el Código Penal deja bien en claro las penas a cumplir. Por agresiones y lesiones leves rige el artículo 89 que norma que “se impondrá prisión de un mes a un año, al que causare a otro, en el cuerpo o en la salud, un daño que no esté previsto”. Con respecto a las amenazas, debemos ir a delitos contra la libertad, y aqui el artículo 149 bis, explica que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas”.

Uno de los casos más recientes de violencia de género en el ámbito futbolero, fue el protagonizado por Sebastián Villa, jugador de Boca Juniors, quien fue acusado de violentar y golpear a su ex pareja. Se le abrió una causa en su contra y se habla de que podría recibir de 5 a 10 años de prisión por sus actos. Por su parte, el club xeneixe le prohibió salir del país.

Siguiendo por casos similares en Boca Juniors, Edwin Cardona y Wilmar Barrios fueron denunciados por maltrato y acusados de abuso sexual por tres mujeres, pero luego fueron absueltos del caso.

River y Racing también han tenido situaciones así en el 2019. Por el lado de River, aparece Rafael Borré como el único apuntado. La denuncia fue protagonizada por la piloto de carreras Romina Elisabet Re, pero la misma luego sería levantada por un acuerdo extrajudicial. Por el lado de Racing, Jonathan Cristaldo fue acusado por su esposa de adredirla físicamente. La sanción que tuvo por parte del club fue la separación del plantel por un periodo corto de tiempo y luego volvería como si nada a las canchas.

Los actos anteriores demuestran, en su mayoría, la resolución que se tiene. Los mismos no salen de arreglar las cosas extra judicialmente (por fuera de la ley) o con una sanción mínima de los dirigentes para con el jugador. Vemos por un lado cómo, por tratarse de jugadores importantes para el plantel, se intenta que el caso quede en el olvido y que no se ensucie el nombre de al institución; y por otro, el incesante deseo de que vuelvan a las canchas y sigan desplegando su talento con la pelota, como si nada hubiera pasado.

Pareciera ser todo negativo pero hay algo bien claro: desde que se empezaron a abrir espacios de género -a veces por fuera de los clubes porque no hay una definición política de las comisiones directivas de crear espacios que discutan las lógicas machistas- algo empezó a cambiar con respecto a estos temas en las instituciones deportivas.

Feminismo Xeneize, un espacio extrainstitucional porque Boca aún no ha discutido esta cuestión, elevó un comunicado luego del caso Villa en que afirman que más que nunca están convencidas de “que la organización feminista es el verdadero camino para la transformación”, pero donde también desmuestran su preocupación en tanto “las instituciones deportivas todavía muestran dificultades para estar a la altura de las circunstancias”, reclamando que sin áreas de género institucionales y sin protocolos para actuar en casos de violencia, no hay cambio posible.

¿Qué es un protocolo de violencia?

El protocolo de violencia permite que se tomen ciertas medidas y precauciones ante los actos delictivos de violencia de género que puedan llegar a cometer los jugadores. Desde ser sancionados económicamente y apartados del plantel, hasta el punto de rescindirle el contrato y ser desligado en su totalidad de la institución deportiva.

Este protocolo empezó a ser tomado en cuenta y ser utilizado por unos pocos clubes en nuestro país. El primero en tener uno fue Vélez Sarsfield, equipo que en la actualidad no tuvo ningún caso que se asemeje a lo ya lo mencionado, dejando en claro qué es una herramienta más que positiva para cortar con todo esto.

En este contexto, viendo como se desenvuelve todo, las soluciones están en que los jugadores deben ser educados con perspectiva de género en el transcurso de su formación; que los dirigentes pongan mano dura con este asunto y que no dejen ningún espacio institucional por fuera de esta lógica; y la que es más importante: que se tomen en cuenta y tengan real incidencia los feminismos y las áreas de género en las instituciones deportivas para dar al fin como ganado este partido en el fútbol.


* Sureño instalado en la ciudad de las diagonales. Fiel pensante de que lo político y lo deportivo 
van de la mano. Apasionado y siempre al servicio de la comunicación del pueblo y su deporte.
Los dueños de la pelota

Los dueños de la pelota

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Por Maia Cubric*

Como si fuese una parodia la FIFA propone un partido solidario y designa a Mauricio Macri a organizarlo porque es el flamante presidente de su fundación desde 2019 ¿La FIFA y Macri son algo más que empresas-empresarios con intereses de lógica empresarial? La respuesta es obvia y es no.


Yerba mala nunca muere

Mañana se cumplen 116 años de la creación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), en Zúrich, Suiza. Y para caracterizar, o describir, al organismo que gobierna todas las federaciones de fútbol en el mundo, es necesario centrar el análisis para no divagar en las infinitas aristas que se pueden abordar. La importancia política-social-económica y el impacto global que genera el fútbol, puede ser un buen punto de partida.

La FIFA tiene actualmente como presidente a Giovanni Vincenzo Infantino, abogado italo-suizo, dato que puede servir para graficar los números que se manejan dentro de este ente organizativo, o cuanto menos, para visualizar cifras específicas: el presidente de la Federación, cuando asumió en 2016, pactó un salario de 1,53 millones de dólares para dicho año. A su vez, cuenta con un vehículo con chofer, con alojamientos pagados y con estipendios de 2,040 dólares mensuales, según ese contrato firmado.

Más allá de esos datos, que agregan componentes al análisis porque son cifras millonarias, el problema no es el dinero en sí mismo, sino cómo se obtiene y quiénes son les que se benefician. Para encuadrar estas lógicas de funcionamiento es clave mencionar como idea central que, claramente, la FIFA es un monopolio: organiza las Copas Mundiales de Fútbol; es parte del Comité Olímpico Internacional (COI) y de la Internacional Football Association Board (IFAB), que es la institución que se encarga de la modificación de las reglas del juego.

Para enmarcar su activo en la política y la economía mundial, un dato que ilustra su importancia, podría ser que la FIFA agrupa 211 asociaciones de distintos países, o federaciones de fútbol, lo que representa 17 países más que la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Entonces, el fútbol se organiza. El para qué es la pregunta.

En palabras de Eduardo Galeano, dichas en Fútbol Pasión, un programa que se emitía por la TV Pública en 2013: “La FIFA es el FMI del fútbol […] La monarquía más misteriosa del planeta”. Estas afirmaciones del historiador dan cuenta de manera concreta, en lo mínimo, el negocio y la turbiedad que se esconde detrás del mundo del espectáculo deportivo, la publicidad y las competencias internacionales.

Hace un año, cuando Gianni Infantino se juntó con Donald Trump por la futura Copa del Mundo norteamericana, entre otras cosas, mencionó “El fútbol da alegría y esperanza para millones de personas en todo el mundo y genera 200 mil millones de dólares al año”. Teniendo en cuenta que esa es la palabra oficial, y que cuando se trata de empresas hay que dudar de lo que se muestra y preguntarse por lo que no se ve, cuando hablamos de fútbol, entonces, hablamos de uno de los mayores factores económicos a nivel mundial; hablamos de ganancias millonarias, de negocios televisivos, de marcas de prestigio y reconocimiento histórico, de mucha plata y de mucho poder.

Macri siempre donde se puede lucrar

No es novedad que el ex presidente de la Nación, Mauricio Macri, siga invirtiendo en negocios de los que poco sabemos y mucho se benefician algunes. Ya desde la Casa Rosada, Macri fue marcando un camino concreto para el deporte que consistió en primer lugar en desarticular el Ministerio y regular todas las prácticas deportivas desde una Secretaría, que duró poco y fue desarticulada posteriormente para crear una Agencia.

Aunque pueda parecer redundante mencionarlo, es importante tener fresca la memoria, cuando hablamos del gobierno que re-vendió los derechos de televisación del deporte (Fútbol Para Todos), obligando a pagar una tarifa elevada a quienes quisieran acceder, a lo que parecía el privilegio de ver jugar a su equipo.

A su vez, en lo que al deporte respecta (porque medidas anti-derechos en las gestión macrista hubo miles), lo central es que Macri volvió a intentar impulsar las Sociedades Anónimas Deportivas (SADs), como camino directo a la mercantilización y privatización de los clubes, y asimismo del fútbol.

En noviembre de 2018, Mauricio Macri invitó al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, a la cumbre del G20. El fútbol entonces, o su organización reguladora, se sentó en la mesa con los líderes de las veinte economías más grandes del mundo. La FIFA, que es una de las multinacionales más grandes y poderosas que existen, demostró que el fútbol es parte de negocios millonarios de los que poco se habla o se prefieren ignorar. Lo cierto es que nunca antes había ocurrido algo así y es un buen punto para pensar la implicancia del deporte en la política mundial.

¡Oh casualidad! Al año siguiente, desde las oficinas de FIFA, Macri fue reconocido con el galardón Living Football que le fue otorgado por “su impulso a los valores de este deporte”. El entonces Jefe de Estado recibió la distinción de manos de Gianni Infantino, en un acto en el que participó también el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), Alejandro Domínguez.

Pasando en limpio, un presidente que vacía el presupuesto del deporte, que promueve la privatización del mismo sacándole su carácter de derecho universal, es premiado por el órgano mayor del fútbol mundial. ¡Totalmente razonable!

En línea histórica, a fines de ese año, Alberto Fernández ganó las elecciones presidenciales y Macri duró dos meses sin ningún cargo u ocupación. El 28 de enero de 2020 fue designado como titular ejecutivo de la Fundación FIFA con el objetivo de “promover un cambio social positivo a partir del fútbol y de reconstruir infraestructuras deportivas dañadas alrededor del mundo”.

Queda en evidencia que bajo una careta de solidaridad, los cambios tácticos dentro de las estructuras organizativas fueron, y son, siempre en pos de intereses empresariales, para los cuales el deporte es uno de los mayores ingresos económicos.

¿Y si hacemos un partidito solidario?

Este lunes, Mauricio Macri anunció que la Fundación FIFA, de la cual es titular, organizará un partido de fútbol con fines solidarios. Los fondos recaudados serían destinados a investigaciones para combatir la pandemia del COVID-19.

Macri expresó en el comunicado de la FIFA que “involucrará no sólo a la comunidad futbolística mundial, sino también a otras partes interesadas, desde organizaciones no gubernamentales hasta otras fundaciones, pasando por el sector privado y los gobiernos […] Nuestro objetivo es desarrollar y apoyar a una sociedad que pueda ofrecer un equilibro en cuanto a la prevención de este tipo de enfermedades y la vida futura, y al mismo tiempo, crear un entorno en el que la sostenibilidad pueda prosperar verdaderamente”.

En lo que al cómo y al cuándo respecta, el director general de la Fundación FIFA, el ex futbolista francés Youri Djorkaeff, declaró: “La Fundación FIFA anunciará a su debido tiempo más detalles de este evento único, incluidos el lugar, la fecha, los participantes y el formato […] Actualmente se están considerando varios escenarios y planes, todos en consonancia con la salud y otras directrices relevantes de los respectivos gobiernos y organismos internacionales”.

Si bien, entonces, no hay fecha establecida ni información relevante respecto a dicho partido, después de este breve repaso histórico, queda más que claro que cuando las empresas multinacionales dicen solidaridad, significa compartir algunos porotos mientras engrosan sus bolsillos, en cualquier contexto y a costa de cualquier realidad social.

En palabras de Eduardo Galeano: “La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí […] El fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable […] El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue” (fragmento de El Fútbol a Sol y Sombra).

Habrá que esperar información respecto a la continuidad del mundo del deporte  y asimismo nunca olvidar el rol central del fútbol en el mapa mundial.

Los intereses existen en todos lados, por lo que resta visualizarlos para que no pasen desapercibidos y seguir disputándole a quienes se creen dueños de la bocha -que son los mismos que cortan el partido cuando se ofenden y se la llevan a su casa- que la pelota no se mancha y que no todo es plata cuando se trata de pasión.


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura - FM 90.5), columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur – FM 91.7), colaboradora de Revista Trinchera y de Agencia Timón.
¿Cómo llegamos hasta acá?

¿Cómo llegamos hasta acá?

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Por Maia Cubric*

Para analizar la situación actual del fútbol argentino, con las disputas de poder que eso implica, es necesario reconstruir el camino de la historia. Para eso, un breve repaso sobre la discusión de las Sociedades Anónimas Deportivas, el macrismo, la Superliga, la reestructuración de AFA -con sus internas- y el rol que el Estado debería ocupar.

Como punto de partida es preciso remarcar que el deporte y la política están estrechamente relacionados. Así, los intereses que se juegan en la cancha son reflejos claros de los modelos que hay detrás. La discusión de las Sociedades Anónimas Deportivas es, entonces, concretamente política.

Sociedades Anónimas Deportivas

Los clubes de fútbol históricamente pertenecieron a sus socies, lo que está amparado por el estatuto del órgano mayor, la casa madre del fútbol argentino: la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).

Sin embargo, en contraposición existen quienes hace años plantean que los clubes deben ser transformados en Sociedades Anónimas Deportivas (SADs). Dicho cambio implicaría que los clubes pasen de estar en manos del pueblo a sectores empresariales, quitándole a les socies la voz en la toma de decisiones. Es claro que las empresas nunca apuntan a un objetivo social, en este caso deportivo, y que por el contrario, solo pretenden sacar el mayor provecho económico. Por eso no es casual que las SADs se hayan propuesto mientras se desarrollaban modelos neoliberales y privatizadores en el país.

Repasando la historia argentina, hubo varios intentos por impulsar las SADs desde el gobierno de Carlos Menem en adelante. Así, en 1996 se impulsó un proyecto llamado Ley del Deporte que promovía el modelo español de Sociedades Anónimas. En 1997, Mauricio Macri, en ese entonces Presidente de Boca Juniors, propuso a la AFA votar para convertir los clubes en SADs y cambiar el estatuto de dicho organismo. Esa votación se llevó a cabo y la propuesta solo obtuvo un voto a favor: el de Macri, lógicamente.

En 1998, el senador Augusto Alasino propuso la Ley del Deporte que promulgaba la participación de las sociedades Anónimas en los torneos oficiales. En 1999 Fernando Galmarini presentó en el Congreso la Ley del Fútbol que expresaba que “los clubes que intervengan en competencias de carácter profesional podrán adoptar la forma jurídica de sociedad civil o comercial”. El 10 de marzo de 1999, ese proyecto de ley ingresó al senado bajo el título de Sociedades Anónimas Deportivas.

Estas iniciativas fueron rechazadas por la mayoría de los clubes, sus autoridades y sus hinchas que, bajo el lema “El club es de los socios“, resistieron a la privatización y mercantilización de los mismos.

En 2015, con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación, la idea de las SADs comenzó a reconstruirse. El 17 de marzo de 2016 Macri, alegando que cada club debería decidir si aceptaba el cambio o no, declaró: “En un mundo en el que todos apuntamos cada vez más a elegir en libertad, que los socios de cada club lo elijan. ¿Por qué se lo va a prohibir?”. Según Macri el ingreso de capitales privados a los clubes podía favorecer un proceso de transparencia en la administración.

Ese mismo año el sociólogo David Goldblatt público el ‘Manifiesto para un fútbol mejor’: “El fútbol es un lugar raro y precioso. Parte de nuestra cultura común, una herencia fabulosa de más de 100 años de juego, un repositorio de identidades poderosas y solidaridades, un complejo juego de rituales colectivos y conversaciones públicas en un mundo profundamente individualista, atomizado y dividido, un lugar en el que nos mezclamos socialmente, que trata de nosotros, no de yo. Por supuesto que alguien tiene que pagar el show. Pero no a través del celebratorio relato neoliberal (…) La idea de que los clubes puedan ser privados o tener a empresas como dueñas es un gran error; es un error moral y es un error político. Porque, ¿dónde está el club de fútbol? ¿En el estadio? El club siempre va a ser parte de una memoria colectiva, es un capital cultural colectivo”.

Superliga, proyecto neoliberal

En 2016 se propuso crear un nuevo orden en el fútbol argentino. En febrero de 2017 la Asamblea de la AFA aprobó la creación de una nueva liga, que era la condición impuesta por el presidente Mauricio Macri para liberar $530 millones en concepto de indemnización por el Fútbol Para Todos.

La creación de este torneo, entonces, estuvo estrechamente relacionada con el contexto político y los intereses que había detrás.

Se trató de una liga con autonomía por encima del órgano rector del fútbol nacional, por lo que el proceso fue caracterizado como doble comando y asumido como un primer paso hacia las SADs.

En 2017 y 2018 no hubo grandes problemas con este torneo. Sin embargo, en 2019, de la mano con la situación crítica de la economía argentina, la Superliga estuvo en el centro de la escena deportiva. Fue clave pensar, entonces, una forma reorganización porque el posible fin de la era Macri implicaría consigo el fin de la Superliga.

De esta forma el 10 de marzo de 2020, luego de discusiones que preveían la disolución de ese torneo, el presidente de la Superliga Mariano Elizondo y el vicepresidente primero Jorge Brito renunciaron cediendo el lugar a Marcelo Tinelli.

Reestructuración de la AFA

En el contexto en el cual cambió el sello político de la Casa Rosada, el fútbol comenzó su reestructuración. Claudio Tapia, que es Presidente de la AFA desde 2017, conformó una lista única para ponerle punto final a la Superliga macrista, dándole espacio a la Liga Profesional que tendría a Marcelo Tinelli como presidente. El fútbol de primera división, entonces, regresaría a la órbita de la AFA, terminando con el doble comando.

Este proceso implicó llegar a consensos y uno de los cambios significativos radicó en las seis vicepresidencias. Así, junto a D’Onofrio estarán: Jorge Amor Ameal (Boca), Hugo Moyano (Independiente), Marcelo Tinelli (San Lorenzo), Marcelo Achile (Defensores de Belgrano) y Guillermo Raed (Mitre de Santiago del Estero).

AFA vs agremiados

En medio de esta organización interna, la pandemia mundial desató otras problemáticas en el ámbito del fútbol argentino. La discusión principal, además de cuándo se reiniciarían las actividades, gira en torno a la disminución de los salarios de los futbolistas. Sergio Marchi, Secretario de Futbolistas Argentinos Agremiados, se opuso al plan económico que planteó la AFA como así también a la eliminación de descensos, por las consecuencias que eso podría generar. Del otro lado, la AFA había propuesto realizar una quita del 30% a los sueldos que superen los $500.00, algo que sucede en 200 contratos de Primera División. Dicha medida se llevaría a cabo hasta que los planteles vuelvan a las prácticas.

El descontento de varios sectores frente a esta medida fue y es claro. Roberto Sagra, presidente de San Martín de Tucumán, criticó al organismo mayor del fútbol argentino por dar como finalizada la temporada. A su vez amenazó con recurrir al ámbito jurídico para denunciar que su club recibía un trato desigual ya que ascendió legítimamente, pero no sería reconocido.

De la práctica femenina ni hablar, ¿no?

En lo que respecta a las mujeres y diversidades en el plano del fútbol, las instituciones y los medios masivos de comunicación parecen no darle importancia. Mientras mucho se habla de las problemáticas que acechan al fútbol masculino, se invisibiliza el problema estrutural en la disciplina cuando se trata de mujeres y/o diversidades, que es el profesionalismo.

Pese al avance en el reconocimiento hacía la práctica femenina, posterior al Mundial Francia 2019 y de la mano con las luchas feministas que reivindican la igualdad, el fútbol para las mujeres y las diversidades nunca llegó a ser profesional. Dichos avances y proyectos podrían considerarse parte de una creciente semi-profesionalización que sigue manifestando desigualdades y más en este contexto de pandemia y crisis global.

El Estado tiene la pelota

El fútbol claramente tiene una relación directa con la política y por ende es necesario preguntarse ¿qué deporte se busca construir?. La asunción del gobierno del Frente de Todes en diciembre del año pasado y el cambio de modelo político influyó directamente en el deporte. “Para el gobierno de Alberto Fernández el deporte vuelve a ser una prioridad y creo que el hecho de convertirlo en ministerio habla de esa intención“, expresó el titular de la cartera de Deporte y Turismo, Matías Lammens. Esta cosmovisión en la que el deporte es visto como un derecho no es menor y es una posibilidad para reconstruir ciertos valores del mismo que lo ubican como una herramienta de transformación e inclusión social. Así, Lammens explicó: “Hay más de 3 mil clubes de la AFA que conforman, junto con los clubes de barrio, una extraordinaria red de contención y promoción social para nuestros chicos y chicas. Los clubes son mucho más que 90 minutos de fútbol”. De esta forma, el Ministro destacaba el rol social y cultural de la práctica deportiva, el sentido de pertenencia, eje del fútbol y la construcción colectiva, y que las políticas de estado respecto a las práctica deportivas son tan importantes como en los demás ámbitos.

El deporte puede ser un espacio que excluya y desde el cual se prime la ganancia económica y mercantilistas, privatizando su componente social. Pero también puede ser considerado un derecho humano, una herramienta para la integración y la contención, un nexo entre los barrios y el Estado, como Matías Lammens expresó.

En este contexto donde están en tela de juicio las formas de construcción basadas en la acumulación de capital, no es menor que el Ministro se haya pronunciado al servicio de los clubes para poder enfrentar los efectos económicos que puedan suscitar: “El deporte es parte de nuestro acervo cultural. Vamos a trabajar en todo lo que haga falta desde el Estado para asistir a los clubes y ayudarlos a salir de esta crisis”.

Porque el rol de Estado no puede ser el de privatizar los derechos de la población, sino que debe ser el de garantizar el mayor acceso; el de crear y difundir métodos que promulguen la participación y que deriven en la inclusión e integración social.

Los clubes y el fútbol, son del pueblo y no se venden.


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura - FM 90.5), columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur – FM 91.7), colaboradora de Revista Trinchera y de Agencia Timón.
Bolsonaro en offside

Bolsonaro en offside

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Por Maia Cubric*

Jair Bolsonaro plantea la vuelta del fútbol como un beneficio para la sociedad. ¿A qué está ligado este interés? ¿Se debe solamente a la implicancia económica del mismo? ¿O es una estrategia para afianzar su posición reticente frente al aislamiento?

La paralización del mundo del deporte, con lo que eso implica social y económicamente, es un tema que actualmente está en la agenda mediática. En este contexto, donde se visualizan más claros los intereses de fondo de cada posicionamiento político, el lugar que se le concede al fútbol, y cómo se lo concibe, aporta varias aristas al análisis. Lo que sucede en Brasil puede servir como ejemplo para graficar al campo del fútbol como un espacio en constante disputa.

Brasil es el noveno país del mundo con más casos de Covid-19, tiene más de 100.000 contagiades, y a Jair Bolsonaro eso parece no importarle porque constantemente se “burla” del virus. Sin ir más lejos, hace tres días, el presidente se expresó a favor de la vuelta del fútbol, desconociendo el cuidado colectivo como estrategia frente a la pandemia, que ya se cobró la vida de 7921 personas en el país.

El fútbol: expresión y herramienta política

En un breve repaso por las nefastas declaraciones que realizó el presidente, es clave tener en cuenta que siempre tomó esa posición en lo que al fútbol y la continuidad de los torneos respecta. El 15 de marzo declaró que “cuando se prohíben partidos de fútbol, entre otras cosas, se cae en la histeria, a mi entender, y yo no quiero eso”. Lo paradójico de esa frase radica en que a Bolsonaro pareció no importarle nunca la tranquilidad de su pueblo, salvo en ese caso en el cual es el argumento para su interés. El posicionamiento de Bolsonaro respecto al fútbol, se puede interpretar desde diversos lugares: en primer lugar, es evidente que está estrechamente relacionado a la importancia económica que recae en el cese de actividades. En segundo lugar, la vuelta del fútbol implicaría la flexibilización de distintas medidas de seguridad respecto al aislamiento, a las cuales Bolsonaro se opuso desde el primer día.

En ese mismo momento, en el que el presidente hacía estas polémicas declaraciones, los jugadores y directivos de Gremio salían a la cancha con barbijos para protestar que estaban poniendo en juego su salud por intereses o caprichos particulares, en un contexto mundial que requiere la construcción colectiva. Tratar a les futbolistas solamente como instrumentos de entretenimiento para la población, es inhumano. Sin embargo, no está alejado de la concepción que tienen los gobiernos neoliberales sobre el pueblo, que para ese orden representa un número más.

Pese a idas y vueltas, y en relación con las medidas a nivel mundial, las distintas competiciones y torneos de Brasil, fueron suspendidas a mediados de marzo.

¿Y ahora?

A medida que crecieron abismalmente los casos de contagiades y muertes en el país vecino, Bolsonaro reafirmó su posición, pero esta vez expresando que el fútbol debía volver “para proteger los empleos y la economía“. Esa dicotomía que señala que economía y salud son asuntos separados y que por ende se tiene que elegir por cuál abogar, carece de sentido. Salvo para este sistema capitalista que busca expandir la primera, a costa de la destrucción de la segunda.

Lo cierto es que Bolsonaro se mostró desde el primer día reticente a declarar el aislamiento y pretendió que el ritmo de vida y producción humano no cambiase de curso ni en un contexto que lo obligue. Esta decisión política es la que llevó a Brasil a estar cavando fosas comunes y contando las muertes como números, y de la cual Bolsonaro no retrocede porque ahora suma el componente del fútbol, para presionar los aislamientos sociales que cada departamento declaró.

El miércoles pasado Bolsonaro prometió, mientras paseaba con la remera del Palmeiras en la residencia presidencial, que permitiría que se vuelva a jugar al fútbol. El lunes, en una rueda de prensa, declaró: “Las autoridades del fútbol han entrado en contacto conmigo. Si depende de mi voto, lo apruebo. Lógicamente, con el respaldo técnico del Ministerio de Sanidad, que creo que será favorable a que vuelvan los entrenamientos”. Acto seguido se presentó en un acto en Brasilia, sin barbijo como acostumbra para deslegitimar el virus, y crítico las medidas de confinamiento social.

En una entrevista a Radio Guaiba se lo escuchó decir, entre otras cosas que“la decisión de reanudar el fútbol”no era suya,“pero podemos ayudar” y que “hay mucha gente en el fútbol que está a favor de una reanudación, porque el desempleo va a tocar también a la puerta de los clubes“. Sin embargo el Bolsonaro que quiere resguardar la situación de los clubes, y se vende como solidario, es el mismo ignora todas las problemáticas económicas, políticas y sociales de su pueblo. Entonces, su interés desmedido por la vuelta del fútbol, responde a un patrón de conveniencia. Para terminar el tema en la rueda de prensa, y como ya es costumbre, expresó su comentario estigmatizante: “Los futbolistas, si se infectan con el virus, tienen una probabilidad muy baja de morir. Y eso es debido a su estado físico, porque son atletas”.

A su vez el presidente informó que el ministro de salud, Nelson Teich, emitiría una sugerencia para que los partidos se reanuden. El otro responsable que Jair Bolsonaro designó para organizar la reanudación de las actividades deportivas fue Marcelo Magalhães, secretario de Deportes del Ministerio de Ciudadanía. El presidente les encargó explícitamente que trabajen en conjunto con la Confederación Brasilera de Fútbol (CBF).

El jueves pasado, dicha confederación (CBF), envió al ministro sugerencias sobre pasos a seguir ante una posible reanudación.En relación a esto, Teich declaró “Todavía estamos estudiando, pero son iniciativas que podrían mejorar la rutina de las personas, porque el confinamiento tiene un impacto muy negativo en el bienestar de la población”. El viernes, el Ministerio de Salud de Brasil comunicó que “es favorable el retorno de las actividades del fútbol, en tanto que sean atendidas todas las medidas que sean presentadas en este parecer”.

La posible vuelta del fútbol implicaría en Brasil una serie de medidas que organicen dicha situación. Teniendo en cuenta que el sistema de salud brasilero está desbordado y que no hay siquiera disponibilidad de pruebas de testeo rápido, el punto de partida es caótico. Bolsonaro propone, ahora, tener las precauciones por las que nunca invirtió ni tiempo ni dinero cuando debía hacerlo. Es que no le interesa la salud del pueblo, sino cumplir con las medidas que le piden para el regreso del fútbol. Entonces, mientras promulgan la importancia de este cuidado colectivo, hace semanas que ignoran a les médiques que protestan porque carecen de recursos y protección para llevar a cabo su trabajo.          

Según el Ministerio de Salud, les futbolistas deberán ser testeades antes de cada partido y permanecer a no menos de dos metros de distanciamiento. En la situación actual de Brasil, con un brutal desfinanciamiento al sector público, hacerse un test es un privilegio que exige el pueblo brasilero y que solamente se le otorga a los futbolistas para continuar el espectáculo.Si bien no existe fecha fija aún para la vuelta del fútbol, es cada vez más un hecho a nivel nacional, pero que cada departamento deberá evaluar según la particularidad de su situación. Obviamente, se habla de encuentros sin público presente.

¿Se puede estar a favor?

Aunque parezca irrazonable, existen quienes se declararon a favor del regreso a las canchas. Obviamente respaldando sus intereses concretos. Uno de los principales defensores de que se anule la suspensión de los campeonatos es el presidente del Atlético Paranaense, Mário Celso Petraglia, el cual, no es menor destacar, hizo la campaña política por Bolsonaro en 2018. El argumento que presenta es que “si el fútbol no vuelve cuanto antes, los clubes, incluidos los grandes, entrarán en colapso económico”.

Ayer, por otra parte, el presidente del Porto Alegre, Marcelo Medeiros declaró que “Los jugadores que no quieran jugar pueden renunciar”, obligando directamente a les futbolistas a aceptar o ser expulsades. Y agregó: “Estoy seguro de que todos quieren trabajar. Otro problema que enfrentamos ahora es el tema económico. Los jugadores que no quieran jugar pueden renunciar. Si se abre la posibilidad de que el fútbol regrese, cumplirá el contrato que firmó”.

Nadie sale campeón sole

Pese a la imposición directa de Jair Bolsonaro y sus aliados en el mundo del deporte, ayer, jugadores de distintos equipos como Flamengo, Corinthians, Vasco da Gama, Fluminense, Cruzeiro, se expresaron en contra de la vuelta del fútbol. Así, la Federación Nacional de atletas Profesionales del Fútbol (FENAPAF), sacó un vídeo que tiene como mensaje central el cuidado colectivo de la salud y en el que participaron distinto jugadores reconocidos como Felipe Melo, Cassio y Diego. Allí, concretamente expresan “Estamos acá y necesitamos ser escuchados con atención, al fin y al cabo somos una democracia […] Pero necesitamos pensar en la salud todos nosotros”.        

A su vez, este miércoles, el capitán de la selección brasileña de futbol, Daniel Alves, se posicionó en contra de la idea el regreso y me recomendó a Bolsonaro “pensar en el bienestar del pueblo“. Además agregó que “son muchas familias y muchas personas trabajando en pos del combate contra esa pandemia” y que por ende,“usted, como la persona más importante de este país, debería también pensar en el bienestar de nuestro país y de nuestro pueblo”.

Queda claro, entonces, que los interés de la derecha se reflejan en todos los ámbitos que componen a un país, y el fútbol como actor social que moviliza masas, y por ende economía, ocupa un lugar central. ¿Se volverá a jugar al fútbol en Brasil en medio de una crisis sanitaria global? ¿Qué va a implicar la reestructuración mundial posterior a esta pandemia en el deporte? ¿Cómo pensar un fútbol al servicio del pueblo? En primer instancia entendiendo que nadie sale campeón sole y que el deporte es un espacio para pensar y construir desde la colectividad.


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura - FM 90.5), columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur – FM 91.7), colaboradora de Revista Trinchera y de Agencia Timón.
La revolución no sabe de colores

La revolución no sabe de colores

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Por Felipe Bertola*

A Dante Guede se lo conocía por muchas cosas. Sus cercanos lo recuerdan por ser un gran soldador, charlatán, cariñoso, emprendedor, fanático de Racing, pero por sobre todas las cosas, se lo recuerda por esa mirada decidida hacia el futuro. Sus cercanos dicen que en sus ojos verdes se podía notar el fuego y la convicción.

Dante Guede nació el 10 de noviembre de 1929, en plena crisis mundial, en una casita del joven conurbano bonaerense, en Wilde. Gracias a su tío, en su juventud adoptó los colores de la Acadé para siempre. Transcurrió su vida de acá para allá, y por cada lugar que pasaba, cosechaba amistades. Fue en Mendoza que conoció a  Carmen Ramiro “Tota”, su compañera para el resto de sus días y madre de sus tres hijos: Héctor, Mónica y Ulises. Luego de estar un tiempo en la provincia cuyana, Dante y Carmen se mudaron nuevamente a Buenos Aires, para arrancar de cero en Bernal.

Allí en Bernal nacieron sus hijos y quizás el primer calvario para Dante. Héctor su hijo mayor, rompió el legado familiar y ya de chico se fue sintiendo cautivado por el color rojo y por la primera obtención de la Copa Libertadores de Independiente. Del 64 en adelante el living de Los Guede se convirtió en un campo de batalla: el pequeño Héctor, vitoreaba ser el primer argentino campeón de América, mientras Dante, se adjudicaba ser el primer Grande del país. Luego de dos copas ganadas por Independiente, para 1966 (bajo la dictadura de Onganía), Dante comenzó a adjudicarse también ser el primer equipo argentino campeón intercontinental. Para resolver tantas cargadas de padre a hijo y de hijo a padre, “Tota” resolvió dividir el living, mitad de Racing y mitad de Independiente: los banderines y las consignas colgaban intercaladas.

Dante formó parte de La Sociedad de Fomento Villa Urquizú, en la cual por ejemplo, resolvieron por su cuenta, la colocación de adoquines en la calle principal del barrio, para poder transitar tranquilos los días de lluvia. La gente del Club lo recuerda con mucho cariño. También por esos años trabajó en el Parque Pereyra Iraola, en la construcción de la segunda torre de IAR (Instituto Argentino Radiofónico), en conjunto con el CONICET, que en ese momento dependía de la Provincia de Buenos Aires. De lunes a viernes soldaba en el Pereyra y muchas veces aprovechaba para llevar a su hijo Héctor y enseñarle el oficio.

 A principios de los 70 Dante comenzó a familiarizarse con el discurso del PRT-ERP, para luego formar parte de sus filas. En 1973 con la cercana elección de Héctor Cámpora, el PRT-ERP se rompió: por un lado, la fracción roja, que plantearía el acercamiento a los sectores del peronismo de izquierda, para apoyar la candidatura de Cámpora y así llegar al socialismo; y por otro lado, la fracción dirigida por Mario Roberto Santucho y su línea revolucionaria marxista, el ERP 22 de Agosto. Dante seguirá esta línea.

Para 1975, con Perón muerto y las AAA asesinando militantes, Héctor se muda a La Plata para estudiar Ingeniería electrónica, posiblemente influenciado por su paso por el IAR y los conocimientos de su padre. En su nueva ciudad, también se suma a militar en el ERP 22 de Agosto.

Ya en dictadura, Héctor se vio obligado a dejar su carrera junto a su compañera Viviana de Angelis.  Viviana fue secuestrada y desaparecida de su domicilio de Santos Lugares, provincia de Buenos Aires, el 3 de octubre de 1976 con un embarazo de uno a dos meses a cuestas, aunque no muches tenían esa información.

Apenas cuatro días después, un grupo de tareas secuestró a Dante y a Héctor, padre e hijo, pero también compañeros en el ERP 22 de agosto; estaban juntos en la esquina de Las Flores y Mitre, en pleno centro de Wilde. Tanto la “Tota”, como los Guede que quedaron vivos, comenzaron la búsqueda de su padre y su hermano; volviéndose luchadores incansables.

Años después el Equipo de Antropología Forense encontró el cuerpo de Dante, enterrado como “NN” en el Cementerio de Avellanada. Hasta el día de hoy nada se sabe de Héctor, ni de Viviana y su hijo.

Dante y Héctor se desvivían por Racing e Independiente, la pasión les corría por las venas y a la hora de cualquier partido se volvían irreconocibles. El living familiar siempre fue territorio de disputa, pero bajo la senda de Cuba y El Che, llegó la decisión conjunta de un mundo mejor,  para acercar hasta la muerte a un padre y a un hijo y dejar más claro que nunca, que la revolución no sabe de colores.

La mayor parte de la información contenida en esta nota fue sacada del libro de Julián Scher “Los desaparecidos de Racing”.


* Periodista, columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur - FM 91.7) y de Hijos de 30.000 (Radio UNLP - FM 107.5), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
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