Un proyecto de ley para crear un fondo para el pago de la deuda a partir de bienes no declarados

Un proyecto de ley para crear un fondo para el pago de la deuda a partir de bienes no declarados

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El bloque del Frente de Todos en el Senado presentó un proyecto para crear un “Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI”. Este fondo estaría sustentado a través de un aporte especial y de emergencia, a los bienes no declarados en el exterior, y solo podrá utilizarse para el pago de la deuda.

Si hacemos un poco de memoria, fue Cristina Fernández de Kirchner en el acto del 10 de diciembre del año pasado, con motivo de los 38 años de la democracia, quien se refirió a la necesidad de que el FMI ayude al país a encontrar los dólares que se fugaron de la Argentina. En ese momento mencionó que no era cierto que el país no tuviera dólares, sino que los tenía, pero que estaban en el exterior.

En este sentido uno de los autores del Proyecto, Oscar Parilli, mencionó que se estima que son alrededor de 417 mil millones de dólares los bienes en el exterior, y/o por fuera del sistema financiero institucionalizado, de los cuales solo está declarada una sexta parte (69 mil millones), lo demuestran los Panamá Papers, los Paradise Papers y los Pandora Papers, además de los informes de organismos públicos y privados.

El proyecto que lleva la firma del jefe de la bancada, José Mayans, y de las senadoras Anabel Fernández Sagasti, Juliana Di Tullio y los senadores Martín Doñate y Oscar Parilli, lo que plantea es que el fondo se cree en moneda extranjera, es decir en dólares, y que tenga un pago voluntario de un 20%, sin la necesidad de que esos bienes deban ser repatriados. Luego de seis meses, quienes no hayan realizado el pago voluntario deberán tributar el 35%. Ante esto, la pregunta del millón, cómo encontrar, dónde están, y de quienes son esos fondos. En esta línea la propia Cristina estuvo reunida en el día de ayer con el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, y entre otros puntos la Vicepresidenta, le solicitó la colaboración de su país con este proyecto.

Es importante señalar que este proyecto apunta a esos dólares en el exterior no declarados, fruto de la evasión y el lavado de dinero, y también alcanza a quienes hayan hecho un cambio de residencia fiscal a otro país, cuando el verdadero centro vital de operaciones continúe siendo la República Argentina. Para poder contar con la información sobre quiénes son esas personas físicas o jurídicas el proyecto prevé la figura del “colaborador”, que serán aquellos que faciliten el hallazgo de bienes no declarados. Dentro de esta figura de colaborador podrán ingresar también los bancos, y para esto hay otro proyecto de ley.

Este otro proyecto está destinado a modificar las excepciones al secreto bancario, bursátil y fiscal, por el cual los bancos estarán librados de cualquier acuerdo de confidencialidad con el evasor. Por medio de este mecanismo la propuesta es que por ejemplo un fiscal al estar investigando, no deba esperar el permiso de un juez para acceder a la información de los bienes y de esta manera se pretende acelerar los tiempos del proceso. Los “colaboradores” que brinden información precisa, que permita dar con estos fondos, serán recompensados con hasta el 30% de lo que se recaude por dicha operación.

El proyecto que surge del ala más kirchnerista del bloque de senadores del Frente de Todos, cuenta con el apoyo del presidente Alberto Fernández, según afirmó ayer la vocera de la presidencia, Gabriela Cerruti, quien además afirmó que el propio Alberto valoró la iniciativa.

El comunicado del proyecto, señala en una de sus partes: “Quienes se beneficiaron con los recursos del FMI, fugaron divisas de la Argentina y no las declararon -acto profundamente lesivo para los contribuyentes de nuestra Nación- son los que deben hacer el mayor esfuerzo contributivo y a quienes en definitiva apunta este proyecto de ley para amortizar la deuda con el FMI. Es un acto de estricta justicia distributiva, tributaria e histórica“.

Cabe recordar que durante la presidencia de Mauricio Macri entre 2015 y 2019 se fugaron del país unos 88 mil millones de dólares, y se estima que los argentinos tienen en dólar papel unos 200 mil millones, esto es el 10% de los dólares circulantes a nivel mundial y el 20% de los dólares que están fuera de Estados Unidos.

Nuevamente surge la pregunta acerca de quienes acompañarán este proyecto, y si de alguna manera esta iniciativa viene a saldar en parte las diferencias internas hacia dentro del Frente de Todos. Habrá que ver nuevamente con que apoyo de la oposición se cuenta en ambas cámaras y en caso de que este proyecto obtenga sanción, ver la efectividad que puede tener el gobierno rastreando estos fondos e intentando aplicarles tributo, dado que son fondos en su mayoría se encuentran en paraísos fiscales.

Nacho Albanesi
Nacho Albanesi

Colaborador de Revista Trinchera y columnista de la sección Economía en el programa 526 al Fondo.
Instagram: @nacho.albanesi | Twitter: @nch_albanesi

Sobre el el proyecto de acuerdo con el FMI

Sobre el el proyecto de acuerdo con el FMI

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Reflexionando acerca de los temas que hacen en la economía nacional por estos días, vemos que todos y cada uno de ellos, se encuentran estrechamente relacionados al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Si quisiéramos hoy hablar de precios, inflación, del valor del dólar o de las tarifas, no habría forma de hacerlo sin referirnos directa o indirectamente al acuerdo con FMI.

Por qué se preguntarán varios, porque de la aprobación o no de este proyecto -o en términos técnicos el “Memorando de Entendimiento” que ya cuenta con media sanción en diputados y que esta semana se trataría en senadores- va a depender la economía argentina y en buena parte la suerte del gobierno del Frente de Todos de cara a 2023.

Este acuerdo es el que va a regular la macroeconomía argentina en los próximos años, va a regular la inflación, los salarios, el precio del combustible y los subsidios. Es decir, si este nuevo acuerdo no obtiene la sanción en senadores, el que estará en vigencia es el que firmó en 2018 Mauricio Macri. Según ese acuerdo la Argentina debería enfrentar este año vencimientos por 19 mil millones de dólares y el año que viene por 20 mil millones de dólares. Es técnicamente y fácticamente imposible pagar esa suma de dinero. De hecho Guzmán anunció que el país no dispone de los 2.800 mil millones de dólares para afrontar el vencimiento de este mes. De ahí las reuniones durante meses, de ahí las negociaciones y como resultado de todo ello este proyecto. Proyecto que debe pasar por el congreso como lo indica la nueva Ley de “Fortalecimiento de Sostenibilidad de la Deuda Pública”, sancionada en marzo del año pasado y que establece la necesidad de que toda deuda pública contraída en moneda extranjera, deba ser aprobada no solo por el ejecutivo, sino que también deba contar con el apoyo del Congreso de la Nación.

El proyecto para un nuevo acuerdo lo que busca es esencialmente estirar los plazos de pago de los 45 mil millones de dólares que hoy el país tiene con el organismo. Para esto entre el equipo que tiene a Guzmán a la cabeza, y el directorio del FMI, elaboraron un nuevo proyecto de Facilidades Extendidas que es uno de los mecanismos que tiene el FMI, y que contempla desembolsos en dólares para pagar los vencimientos de la deuda. Si, se está tomando más deuda para pagar la deuda.

El proyecto del acuerdo contempla 10 revisiones por parte de los equipos técnicos del FMI, una cada tres meses, durante dos años y medio, con su correspondiente desembolso en caso de alcanzar las metas fijadas. Este desembolso se utilizará para pagar la cuota de la deuda refinanciada, y su vez quedará un margen excedente que irá destinado a acumular reservas.

Y entonces cabe preguntarse de qué forma se pagará esta nueva deuda. Deuda que contempla 10 desembolsos por un total de casi 45 mil millones de dólares. El nuevo sistema de pagos, sería así: cada uno de estos giros empieza a pagarse después de cuatro años y medio de otorgados, y se pagan en doce cuotas semestrales, es decir que el primer desembolso del FMI que llegaría en marzo de este año, y que sería de alrededor de 7 mil millones de dólares, comenzaría a pagarse en 2026 y se terminaría en 2032. Quizás algunos de estos datos ayuden a explicar por sí mismos la relevancia del asunto.

Y más allá de los números, podemos preguntarnos qué otras implicancias tiene el acuerdo, y qué rol tienen las revisiones del Fondo. Y si, es lo que a priori se suponía, el Fondo lo que busca es que Argentina reduzca su déficit fiscal a través de recortes centrados principalmente en los subsidios a la energía como lo son el gas y la electricidad, la baja de las tasas de interés bancarias y un gradual aumento del PBI. De hecho el Gobierno como parte del acuerdo, ya se comprometió a bajar en 2022 a 2,5% el déficit fiscal con un aumento proyectado del PBI de alrededor del 4%, lo que Guzmán mismo ha explicado como un crecimiento real de la economía nacional.

Si algo se puede rescatar de este acuerdo es que esta vez el Fondo no vino ni por las empresas públicas, ni por las jubilaciones, ni por el sistema laboral.

Si, es así, por el momento no se prevé ninguna reforma laboral ni previsional, ni privatizaciones de empresas. Algunos podrán pensar que se tiró la pelota para adelante, que el problema sigue estando. Y tendrá razón. Otro puede pensar que esto es lo mejor que se puede negociar con el FMI, y ahí está la gran pregunta. Pregunta que incluso expuso diferencias dentro del Frente de Todos que tuvo como correlato la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en la cámara de Diputados, y el voto en contra del proyecto por parte de los diputados de La Cámpora en la sesión en la Cámara de Diputados.

Entre una de cal y una de arena, acá van dos datos. En primer lugar, mencionar que de los 45 mil millones de la deuda contraída por Macri ya se pagaron

4.500 millones de dólares, de ahí la diferencia en los primeros desembolsos entre la cuota que tiene que pagar y la que recibirá si es que se cumplen los deberes.

En segundo lugar, nos preguntamos al principio acerca de la gravedad de la situación. Solo por hacer una comparación de números. Semanas atrás el famoso influencer Santiago Maratea recaudó más de 150 millones de pesos (un millón de dólares) para combatir los incendios en la provincia de Corrientes. Nos preguntamos

¿Qué diría Maratea, si se enterara que para pagar la deuda con el Fondo, debería realizar esa misma colecta todos los días durante 45 mil días o el equivalente a 123 años?

Estos datos a lo mejor hagan que se dimensione la gravedad del problema, aunque muchos aún no cobren dimensión de que esto va a repercutir directamente en toda la economía, de ahora hacia por lo menos los próximos doce años. Esto afectará en el valor del dólar por ende en los precios, en el combustible, en la energía y lo más preocupante, en los alimentos.

Sin embargo, este acuerdo le trae confianza y previsibilidad al sistema financiero, un sistema que no podría funcionar si el país incurriera en incumplimientos en el pago con el Fondo. Porque esto cerraría automáticamente la posibilidad de acceso a capitales internacionales. Capitales internacionales que el país hoy necesita porque necesita de sus dólares, para poder pagar su deuda, y generar una diferencia en la balanza comercial que sirva para acumular reservas, para reducir la brecha cambiaría e ir liberando progresivamente la restricción que rige para la compra de moneda extranjera y para generar una situación de mayor estabilidad en el país.

En cuanto a los plazos, esta semana el proyecto se votaría en el Senado, se espera que el día jueves el proyecto esté obteniendo sanción de ley, ya que rige la fecha límite del 22 de marzo, día en que el país si no hay un nuevo acuerdo, debería pagarle al fondo 2800 millones de dólares como parte de los 19 mil millones que contemplaba acuerdo de 2018.

Habrá que esperar, seguramente el proyecto salga en ambas cámaras, luego el FMI rectifique el acuerdo, y en el mes de julio ya tengamos la primera visita del Fondo para controlar las cuentas del país. Restará por ver si las metas fijadas son alcanzables, y como vaya evolucionando la situación en cada uno de los trimestres acordados.

Finalmente para rescatar algunos puntos que considero son positivos y otros quizás no tanto. Empecemos por lo malo para dejar lo bueno para el final en toda esta historia.

Lo malo son sin dudas las visitas del FMI, las pautas que hay que ir cumpliendo y todo lo que implica el seguimiento detallado de un organismo que ya sabemos el rol que ha jugado a lo largo de su historia. Hay que ver qué sucede si en alguna de esas 10 visitas no se cumple con alguna meta u objetivo, ya que de eso dependerá que el Fondo nos de plata para pagarle la deuda que tenemos con él, si eso no sucede, el país deberá afrontar esa cuota sin la plata del fondo.

Y terminemos con algo bueno que ya mencionamos pero que no es menor. No hay recortes proyectados ni en salarios públicos, ni en los jubilados, ni en empresas nacionales, ni flexibilización laboral, que creo es la frutillita del postre que Mauricio preparaba en su mente para un segundo mandato. Por ahora el Fondo al menos se quedó con las ganas, quizás porque ni sus mismos directivos pueden explicar la magnitud del crédito que le otorgaron a Macri, pero bueno de ellos que se puede esperar.

Nacho Albanesi
Nacho Albanesi

Colaborador de Revista Trinchera y columnista de la sección Economía en el programa 526 al Fondo.
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Dujovne fue denunciado por envío ilegal de dólares al exterior

Dujovne fue denunciado por envío ilegal de dólares al exterior

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El ex ministro de Economía del gobierno de Cambiemos, Nicolás Dujovne, fue denunciado por presuntas “operatorias de triangulación y fuga de dinero”. La denuncia fue realizada a partir de una investigación periodística que menciona la intervención de bancos en Estados Unidos, Uruguay y Suiza.

A partir de una investigación periodística Nicolás Dujovne (ex ministro de Economía del gobierno de Cambiemos) fue denunciado por presuntas “operatorias de triangulación y fuga de dinero“. La investigación revela conversaciones del ex funcionario en las que se habla de cómo mover dinero a cuentas en el exterior.

La denuncia fue realizada por el abogado Daniel Trava en los Tribunales de Comodoro Py en el Juzgado Federal N° 8, a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi. El denunciante solicitó que se corra traslado de su presentación a la Unidad de Información Financiera (UIF), a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), y a la Oficina Anticorrupción.

La información se tomó del programa “Duro de Callar” de Radio Del Plata, en el cual aseguraron haber accedido a un intercambio de mensajes de WhatsApp (atribuido a Dujovne) fechado el octubre de 2015, en el que el economista dio a entender que acordaba una operatoria para trasladar 15.000 dólares al exterior y eludir los controles cambiarios vigentes en aquel entonces. La operatoria se habría realizado en bancos de Estados Unidos, Uruguay y Suiza.

Trava sostuvo que la información periodística que se difundió “da cuenta de operatorias de triangulación y fuga de dinero, realizada por el denunciado, con la participación de otras personas y de bancos de origen extranjero, radicados en nuestro país. Desde alguna o algunas cuentas de las denominadas off-shore en el Estado de Delaware, en Estados Unidos de Norte América, de las que el mencionado Dujovne era titular“.

Además sostuvo que “el delito denunciado, puede haber sido continuado, incluso en el período en que Dujovne fue ministro de Economía de nuestro país” lo cual pudo causar que en el “devenir de las cosas, que, entre otras, llevaron a este individuo a negociar un empréstito ilegal con el Fondo Monetario Internacional, generando una deuda, que, entre otros, pagaré yo, mis hijas, mis nietos y vaya a saberse cuántas generaciones más“.

En 2018 Dujovne era el ministro de Economía y el momento en el que el Fondo Monetario Internacional decidió auxiliar a Macri con un stand-by récord por la suma de U$S 57.000 millones de dólares. Si bien sólo se desembolsaron 44.000 millones, el ex ministro se encuentra imputado en la causa que investiga si se cometieron delitos por la toma de esta deuda.

Cabe resaltar que el acuerdo firmado por el macrismo preveía un cronograma de vencimientos muy comprometido en el tiempo, por lo cual el gobierno de Alberto Fernández definió realizar una refinanciación con el organismo, y enviar un proyecto de ley para que se debata en el Congreso de la Nación.

Francisco Verbic: “El FMI es responsable, lo que estamos investigando es donde podemos hacer efectivas esas responsabilidades”

Francisco Verbic: “El FMI es responsable, lo que estamos investigando es donde podemos hacer efectivas esas responsabilidades”

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Teniendo en cuenta el trabajo conjunto que vienen realizando con el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y el Centro de Estudios para la Integración Financiera ¿Cuál es el camino que se viene transitando desde que Mauricio Macri firmo este acuerdo con el FMI?

El trabajo comenzó a mediados del año 2018 justamente cuando se anuncio públicamente que íbamos a volver al FMI, después de la farra de endeudamiento privado que hubo y que nos puso en la situación que se sabe hoy, por eso se sospechaba lisa y llanamente con el default.

Nos empezamos a hacer algunas preguntas sobre todo ¿porque Dujovne viajó a Washington y porque no había nada de información pública? En unos pocos días, fue a negociar y volvió con el acuerdo firmado. Nosotros trabajamos mucho con temas de derecho administrativo y sabemos que es imposible negociar y firmar un acuerdo, sobre todo por la magnitud (no nos olvidemos que es el acuerdo más grande de la historia del FMI), sabíamos que era imposible hacerlo en tan pocos días. Entonces empezamos a investigar.

Nos encontramos con que no había nada de información pública disponible, y ahí iniciamos el primer amparo judicial acompañando al Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas para hacernos de los expedientes y de los dictámenes previos que exigen distintas leyes de nuestro sistema jurídico como para poder tomar decisiones en este tipo de cosas y en cualquier otras, pero específicamente en materia de deuda externa.

Ese caso fue rechazado por la justicia porque no habíamos ido a sede administrativa como exige la ley de acceso a la información pública. No lo hicimos porque considerábamos que el tema era urgente y que era inútil ir a sede administrativa, justamente porque no había absolutamente nada de información disponible.

En el medio de ese proceso, justo antes del rechazo final, el Ministerio de Hacienda se presentó en el expediente y manifestó que todo lo que nosotros estábamos pidiendo estaba ya publicado en su sitio web. Cuando fuimos al sitio web nos encontramos con que lo único que había era la carta de intención y los memorándum adjuntos al pedido original del crédito y desde ya que eso no reunía los requisitos. No era la información que estábamos pidiendo. Pero por lo menos era algo.

Cuando conseguimos esa información hicimos un segundo pedido, esta vez sí en sede administrativa, acompañando al Centro de Estudios para la Integración Financiera que es parte del CEPAS (Centro de Estudios para las Políticas Públicas al Socialismo). Pedimos administrativamente los expedientes y los dictámenes. Fue un pedido mucho más específico y más extenso porque teníamos las cartas de intención y los memorándum que hasta entonces no estaban.

El 28 de diciembre del 2018, el Estado Nacional nos contestó que no necesitaba estudios técnicos para tomar el crédito. Como no respondió a nuestro pedido de información y eso en la ley significa una delegatoria tacita, fuimos de vuelta a sede judicial y finalmente logramos que en septiembre del año 2019, la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal de la Capital Federal, condenara al Estado Nacional a entregarnos la información que estábamos pidiendo.

En el medio del proceso el Estado Nacional hizo varias cosas para intentar que el tema no fuera resuelto por el poder judicial. Una de ellas fue comunicarse extrajudicialmente con nosotros y ofrecernos los expedientes que estábamos pidiendo. Los fuimos a buscar, y lo que nos encontramos realmente fue sorprendente, mucho peor de lo que imaginábamos.

Uno se puede imaginar algún trámite desprolijo por la celeridad, por la velocidad con que se hizo esa negociación, pero nos encontramos con que directamente el expediente, que es un requisito de forma para tomar cualquier tipo de decisión estatal (incluso para comprar lapiceras en una repartición -salvo que vaya por “caja chica“- si es una compra más o menos importante, tiene que tener un expediente), fue iniciado 9 días después de ser firmada la carta de intención y exactamente una semana después de que promovimos el primer amparo con el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas.

Además de ser iniciado una semana después, con lo cual no hubo decisión administrativa real para tomar el crédito sino a sola firma por el ministro de Hacienda, nos encontramos con que esa toma de deuda no solo no tenía expediente sino que no tenía dictámenes jurídicos previos (que exige la Ley Nacional de Procedimiento Administrativo), no tenía -y esto es clave- un dictamen del Banco Central (que impone el artículo 61 de la Ley de Administración Financiera) para ver cómo iba a impactar en la Balanza de Pagos ese crédito que estábamos tomando.

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Argentina y sus intentos de salir del pantano

Argentina y sus intentos de salir del pantano

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Por Pablo Jofré Leal*

Con una deuda externa de 330.000 millones de dólares, que representa el 95.3% de su Producto Interno Bruto (PIB) Argentina se constituye en uno de los 15 países más endeudados del mundo, con toda la carga política, social y económica que tal condición conlleva.

La abultada deuda obligó al presidente argentino Alberto Fernández a confesar que su país “no puede cumplir con el cronograma de pagos de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues si se hiciera se estaría sumiendo a la economía en una postración absoluta”, según expresó en declaraciones a Radio Continental el día 10 de febrero pasado. “Nosotros queremos destinar el pago de la deuda a la reestructuración de la economía, a sacar a la gente de la situación de crisis en la que está y por ello, objetivamente no podemos cumplir”.

Esta declaración fue refrendada por Fernández al inaugurar el 138.º período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Durante su discurso, el mandatario presentó un diagnóstico negativo sobre la herencia que recibió del Gobierno de Mauricio Macri, una situación que calificó de dramática y de destrucción sobre la economía y el Estado Nacional. Fernández precisó que su Gobierno no va a pagar la deuda, a costa del hambre y la destrucción de los sueños de los argentinos. Lo afirmado por el presidente argentino ha sido igualmente complementado por las declaraciones efectuadas por la vicepresidenta y ex mandataria Cristina Fernández, quien había declarado que “la deuda se salió de control y que para pagarla indudablemente lo primero es salir del período de recesión”.

Las palabras de la dupla Fernández-Fernández, a su vez fueron refrendadas por la decisión del propio Senado argentino con la aprobación de la llamada “ley de Restauración de la sostenibilidad de la deuda pública externa”, un proyecto de ley presentado por el ejecutivo y que permitirá al equipo económico presidio por el Ministro Martín Guzmán, renegociar con los acreedores las condiciones del pago del descomunal.

Recordemos que el nuevo gobierno de Argentina recibió un país en un completo descalabro en múltiples frentes. Una economía en franca recesión desde abril del año 2018 que ha llevado a la población argentina a niveles de pauperización y que implicó tener a un tercio de la población bajo la línea de la pobreza, desconfianza en las instituciones públicas y una alta tasa de desempleo sobre todo en la población joven. Un Mauricio Macri, que tratando de mantener un modelo de crecimiento económico ya sin sustento, trató artificialmente de darlo al solicitar al FMI un empréstito por 56,300 millones de dólares, de los cuales se desembolsaron 44.000 millones, sin poder evitar la profundización de la crisis económica por la devaluación del peso argentino, una altísima inflación en los últimos meses del gobierno macrista y una masiva fuga de capitales.

El gobierno de Alberto Fernández, gracias al apoyo logrado en el senado que le permitió contar con un marco legal y político, pudo emprender un camino de reestructuración de la deuda, en reuniones de coordinación con el llamado Club de Paris[1] bajo la premisa de lograr condiciones mejores que le den la posibilidad de avanzar por escenarios menos onerosos y que no impliquen un ajuste fiscal, porque esa suele ser la exigencia de las corporaciones financieras internacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario internacional (FMI) y aquellos que en general suelen generar empréstitos que terminan ahogando a los pueblos y sometiéndolos ad eternum a los dictados de esas organizaciones.

El nuevo gobierno argentino enfrenta un duro panorama económico interno y externo. Unido a la crónica oposición de los grupos económicos y empresariales vinculados a la derecha argentina, hay que sumar las dificultades externas derivadas de las fuertes tensiones entre Estados Unidos y China, el reacomodo de los bloques políticos en Latinoamérica y la irrupción de una pandemia como el Coronavirus, que ha afectado a aquellos países exportadores de materias primas como es el caso de Argentina y su producción de carne, trigo y soja. La desaceleración de los niveles de crecimiento, la guerra entre potencias en materia de hidrocarburos, la escasa visión de los organismos financieros internacionales para prever las crisis económicas, hicieron incurrir en préstamos a gobiernos como el que tenía la argentina con Mauricio Macri, cuando todas las alertas indicaban que era contraproducente.

Para poder contrarrestar ese panorama adverso, el gobierno presidido por Alberto Fernández elaboró un programa y buscó, hábilmente, su base política de apoyo transversal. La ley de solidaridad social y reactivación productiva[2]declaró la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social; y busca salir de la profunda crisis que dejó el macrismo y que en esencia, ambiciona mantener el precario equilibrio fiscal pero al mismo tiempo incentivar el consumo para así salir de forma más robusta de la recesión que acosa a Argentina.

Una verdadera ley de emergencia que por ejemplo grava con un 30% a la compra en dólares, signada con el nombre de “Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS)” que va a regir por un lustro y que gravará con el mencionado 30% además de las compras en el extranjero, la compra de dólares para atesoramiento, la compra de servicios que operen en el exterior y la compra de pasajes al exterior. La aludida ley aumenta los impuestos a los bienes personales y congela las tarifas de servicios, como también eleva los aranceles a las exportaciones de productos agrícolas y apoya a los sectores más vulnerables como son los jubilados quienes recibieron un bono para tratar de paliar su precaria situación. Para este mismo sector se decidió suspender, por 6 meses la fórmula de movilidad jubilatoria, que fue sancionada a fines del año 2016. En estos 180 días el gobierno podrá fijar, en forma trimestral, el incremento de los haberes previsionales.

Otro de los puntos fundamentales de las iniciativas de Fernández y su equipo es llevar adelante las tareas que permitan recuperar lo que denominan “la sostenibilidad de la deuda pública”. Y, para ello, el Ministro de Economía Martín Guzmán afirma que con relación a la renegociación de la deuda externa “tiene que haber conversaciones sobre la base de la buena fe entendiendo cuál es la capacidad del país para poder servir sus deudas en un contexto de recuperación económica”. “Las medidas que hemos tomado están pensadas como un proyecto integral para resolver todos los desequilibrios, redefiniendo prioridades, resolviendo la situación de la población más vulnerable respetando la consistencia macroeconómica” concluyó Guzmán, quien durante estos días se reunió con fondos de inversión que visitaron la Argentina y que desean tener la certeza – que no puede dar el gobierno argentino – de evitar el default.

Es evidente que aunque se logre renegociar la gigantesca deuda externa argentina, este punto no tendrá de inmediato un efecto positivo sobre la economía. Idea sostenida por el propio Alberto Fernández quien reconoció que “renegociar la deuda no es mágico”. Se está trabajando fuertemente por manejar un curso que sintonice la política fiscal con la monetaria, cediendo en ello las exigencias de bonistas y organismos financieros internacionales.

Habrá que ver si Fernández cede en aspectos que suelen ser condición sine qua non en materia de deuda externa: ajustes fiscales que se traducen en desmejorar la calidad de vida de la sociedad. La meta de impulsar las exportaciones en un escenario internacional hostil para acceder a un superávit comercial de 15 mil millones de dólares en el 2020 (que es la cifra esgrimida grosso modo en economía) chocará, sin duda, con el régimen impositivo que se está manejando y que gravará a un sector como el cerealero, que suele ser movedizo y sobre todo sostén de los sectores más conservadores del país.

Argentina trata de salir del pantano dejado por el Macrismo y en ese marasmo las interrogantes suelen cubrir el panorama de posibles soluciones. Latinoamérica necesita una Argentina firme, un gobierno del lado de la integración regional, de los intereses más solidarios con causas justas, no como los de Macri y su inclinación por Washington y el sionismo, que han marcado a fuego el rumbo del país. Todo tiene que ver con todo y en ello la economía no es una cuerda separada de la política interna y externa.


* Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital www.politicaycultura.cl

Articulo cedido por http://www.segundopaso.es/news/381/Argentina-y-sus-intentos-de-salir-del-pantano

  1. Fundado el año 1956 El Club de París es una agrupación de países acreedores cuya finalidad es la de organizar formas de pago para los países deudores, como así también efectuar reestructuraciones de deuda. Debe su nombre a operar desde la tesorería del gobierno de Francia, en París. Argentina fue, sintomáticamente, el primer país en trabajar un proceso de reestructuración de su deuda el año 1956 cuando expresó la necesidad de cumplir con sus acreedores (varios países soberanos) para evitar convertirse en un país deudor. Bajo esa premisa, Francia se ofreció a acoger una reunión excepcional de tres días en París, que tuvo lugar del 14 al 16 de mayo de 1956.
  2. Ley de solidaridad social y reactivación productiva. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/224184/20191228
Eva Sacco: “Necesitamos un plan de estabilización”

Eva Sacco: “Necesitamos un plan de estabilización”

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Dialogamos con la economista e integrante del Centro CEPA, Eva Sacco, con quien analizamos lo que se puede venir en materia económica de aquí al 10 de diciembre y luego de la asunción de Alberto Fernández.


¿Qué es lo que están viendo a la hora de analizar los números de la Argentina con respecto a lo que podemos esperar para después de la transición?

Podemos hacer un análisis en distintas dimensiones. Por un lado lo que tiene que ver con las familias y los hogares que están en una situación muy complicada por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Casi todo lo que entra a la casa se gasta en alimentos, en transporte, en vivienda y tarifas. No queda mucho resto para nada más y muchas familias, sobre todo la de sectores más humildes, ni siquiera llegan a eso y muchas han acudido a endeudarse con la tarjeta de crédito, con créditos personales, con créditos con financieras oficiales o no, los jubilados y beneficiarios de la AUH con ANSES. En muchos casos esos hogares tienen múltiples deudas y terminan debiendo el equivalente a dos o tres ingresos familiares. Con lo cual están en una situación bastante sofocada.

Por otro lado tenemos la situación de las empresas, que también están en una situación difícil. Básicamente por la brutal caída de la demanda que han tenido. A esto se le suma el tema financiero donde la tasa de interés y el reperfilamiento de la deuda que han hecho donde había empresas que tenían la plata en Fondos Comunes de Inversión. Las dificultades para el acceso al crédito que significa una tasa de interés alta, hace que muchas hayan cerrado. Estos últimos meses hemos tenido cataratas de noticias que en principio eran despidos pero últimamente son de cierres de empresas. No sólo se achican, sino que cierran sucursales y despiden empleados. Esto implica que la capacidad productiva de la Argentina se achique y es difícil volver a poner todo eso en pie.

Este es un tema que va a tener que tomar en cuenta el nuevo gobierno: sobreendeudamiento de los hogares y la difícil situación de financiera que están atravesando muchas empresas. No alcanza con bajar la tasa de interés y hacer líneas de créditos preferenciales, sino que ya ni siquiera son objeto de crédito, necesitan muchas moratorias impositivas, necesitan algún sistema de garantías para que puedan acceder al crédito porque realmente están en una situación hasta morosas o tienen una mala calificación.

Sumado a esto la situación del Estado. El gobierno además de que por la difícil situación económica han caído los recursos del Estado por el círculo vicioso del ajuste (caída de recaudación, más ajuste), esto en paralelo con el proceso de endeudamiento que hizo que gran parte de los recursos se hayan tenido que destinar al pago de la deuda a partir de 2020 y 2021. A esto se suma que el gobierno actual ha puesto todas las bombas posibles para que estallen a partir del 10 de diciembre: tendrán que hacer frente al vencimiento de deuda, resolver este problema que acarreó la quita de retenciones, la baja en el impuesto a las ganancias que son todos impuestos coparticipables y que ya la Corte Suprema de Justicia dijo que ese dinero se le estaría debiendo el Estaco nacional a las provincias. Por lo que la situación para el año que viene es muy compleja.

En estos días Axel Kicillof habló directamente de “tierra arrasada”

Para el 6 de diciembre estaba previsto el pago de un bono al Banco Provincia y se dio a conocer que no se lo van a pagar. Le transfieren el costo al BaPro porque sino esa plata no va a estar para pagar los sueldos. Vidal estuvo durante cuatro años diciendo que no llegaba y que no había plata para pagar los sueldos, termina siendo una realidad. Cuando ella se va termina transfiriendo al Banco Provincia que ya viene muy golpeado.

Deuda soberana, deuda de las provincias donde también entraron las familias, empresas que están funcionando porque no pagan sus obligaciones fiscales…

Dejan de pagar sus obligaciones fiscales porque se sabe que el Estado probablemente te ponga una moratoria o te dan la posibilidad de renegociar. Ahora cuando dejas de pagarle al banco o a los acreedores estás en quiebra.

Todo esto configura un nivel de deuda que si se suma toda, es muy difícil de sostener. Si se prende la economía como dice Alberto (Fernández) ¿Cómo se hace para que la economía empiece a funcionar y ese nivel de deuda caiga como un dominó arriba de nuestras cabezas?

Necesitamos un plan de estabilización. La deuda es un derecho sobre un activo que tiene otro pero que a vos te corresponde que te paguen. Cuando vos emitiste más deuda (más papeles) de los activos que realmente hay en la economía estás en un problema de sobre endeudamiento. Acá tenemos un problema de endeudamiento externo, de endeudamiento privado, endeudamiento de familias  y de empresas, un problema de endeudamiento interno del Estado. Básicamente lo que hay que hacer es resolver eso, porque con soluciones parciales no vas a reactivar la economía.

Si vos le querés resolver el problema a las empresas pero no resolves el problema de las familias y no aumentas los salarios, esas empresas después no pueden vender. Si aumentas los salarios pero no desahogas a las empresas para que puedan producir más terminan aumentando los precios. Se necesita un acuerdo de precios y salarios, repartir los costos porque básicamente lo que significa el sobreendeudamiento es que no se van a terminar pagando todas esas deudas.

Claramente esto no tiene que recaer sobre los sectores que ya han sido los más ajustados y a los que se les viene continuamente ajustando. Cuando a nosotros nos devalúan de un mes a otro un 30% nuestro salario valen un 30% menos. Básicamente nos vienen ajustando a los trabajadores esto afecta a las PyMEs pero también hay situaciones que afecta a las empresas más grandes. Hay que repartir los costos de manera equitativa, sobre todo de una manera justa y que permita reactivar la economía.

Ahora, todo esto, que necesita de mucha voluntad política y de poder político (que ya no lo puede hacer Macri). Esto no se va a poder resolver si a la vez no se resuelve el tema del endeudamiento externo. Vamos a tener que observar con mucho detalle qué es lo que está pasando con la renegociación de la deuda, fundamentalmente en términos de conseguir dólares, porque si podés resolver el problema interno pero no podés resolver que necesitáis muchos más dólares que los que generas para poder reactivar la economía y al mismo tiempo poder cumplir con los vencimientos de deuda, te vas a encontrar con que no hay demasiadas alternativas para que funcione un plan de estabilización.

Durante la campaña hubo una mala palabra que fue “CEPO” que en realidad es una denominación del control de cambio…

En realidad tenemos que preguntarnos por qué llegamos a esta situación. Una economía sana y estable no necesita de controles de cambio estrictos. Si necesita de lo que se llaman mecanismos macroprudenciales porque es como dejar la puerta de tu casa abierta. Si tenés una tormenta en la calle, el agua entra en tu casa, inclusive en los países neoliberales tienen medidas macroprudenciales como que los capitales que entran tienen que quedarse un mínimo de dos años en el país (eso desincentiva el Carry Trade), compras inferiores a 2 millones de dólares por mes. Medidas que este gobierno levantó todas y que fueron las que terminaron generando, con una tasa de interés altísima que fomentaba la bicicleta financiera, armaron la tormenta perfecta que terminó en 2018 con que el gobierno en lugar de cambiar por un modelo y cambiar los dólares cuando había, acudieron al FMI.

Ellos llegan a las primarias y después de ellas tiene que, de una manera muy desordenada porque primero defoultiaron deuda en pesos, el famoso reperfilamiento y terminando con un  cepo de 10 mil dólares que es un límite muy alto y que terminó con una sangría de reservas muy grande en las últimas semanas.

Hicimos el cálculo de cuántas reservas netas quedan y nos da 13.500 millones que equivale a dos meses de importaciones o un poco más. Como para darles una idea de que es muy poco lo que hay de reservas en el Banco Central hoy en día ¿Es suficiente? Sí, pero no podemos perder un dólar más, hay que cuidarlos, por eso uno tendría que ver con buenos ojos este establecimiento de un control de cambios mucho más estricto. Sin embargo no hay que dejar de decir y de llamar la atención de que un control tan estricto no es sostenible en el largo plazo.

Si cuando teníamos como tope 10 mil dólares y eso generó un mercado paralelo que incentivaba que se compre en el oficial y se venda en el blue o paralelo, eso se cortó, pero van a seguir saliendo reservas porque genera incentivo a la sobrefacturación de importaciones, eso genera que cada vez tengas que mirar con más detalle que se importa y que no, y se empieza a tener que intervenir demasiado en la economía, y las capacidades Estatales son finitas. Mucho más cuando estás recibiendo un gobierno desmontado, con áreas que son las encargadas de controlar, totalmente desarticuladas.

F(ormatear) M(onitorear) I(ntervenir)

F(ormatear) M(onitorear) I(ntervenir)

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Nicolás Sampedro*

Desde su fundación hasta la actualidad, la construcción de narrativas mediáticas acerca del Fondo Monetario Internacional han buscado ubicarlo como un ente responsable, independiente y garantista de que las políticas económicas de los países mejoren la calidad de vida de les ciudadanes. La realidad demuestra sobradamente que no es ni busca ser eso que se le endilga desde la opinología mediática.


A raíz de la crisis económica y financiera en la que sumergió a la Argentina el gobierno de Cambiemos, encabezado por Mauricio Macri, los titulares periodísticos, los informativos radiales o los zócalos televisivos volvieron a hablar del FMI, del Riesgo País, o de la Deuda Externa[1]. Esto no quiere decir que antes de Don Gato y su pandilla no existiera endeudamiento externo o que la deuda por sí sola sea mala, el punto es cómo te endeudás, para qué, por cuánto tiempo, con quién y con qué fin.

No es intención de esta reflexión indagar o meterse de lleno en el análisis concreto de la deuda que contrajo Argentina en estos últimos 4 años de gestión cambiemita. Los hechos recientes (que aún persisten) en la hermana República del Ecuador, donde todo un pueblo salió a las calles a rechazar las medidas de ajuste y austeridad[2] que pretendía implementar Lenín Moreno -como parte de las condiciones del fondo para prestarle 4200 millones de dólares-, dan cuenta de que los planes del fondo son bastantes similares, por lo menos, para toda la región[3].

El papel intervencionista del Fondo Monetario Internacional, así como el de otras instituciones internacionales (como el Banco Mundial), es de larga data y se centra sólo en la intervención sobre políticas económicas internas de un país, sino intervenciones sobre la vida política de los países.

Lo primero a destacar es que estos organismos internacionales de crédito surgen en 1945 luego de que concluyera la segunda guerra mundial con los acuerdos de Bretton Woods. Estos nacieron bajo el pretexto de reconstruir una Europa completamente devastada por la guerra y para evitar que vuelva a suceder en el mundo una crisis global como la ocurrida en 1929. Nada de eso ocurrió si miramos la crisis desatada por las diferentes burbujas económicas y/o financieras como la ocurrida en 2008 en Wall Street.

Está claro que la finalidad política de estas instituciones desde un primer momento fue condicionar a occidente a los designios del dólar y de los EEUU, y debilitar la posición de la URSS. Luego de que cayera la Unión Soviética, lejos de cambiar de lógicas, el FMI y el BM siguieron operando para condicionar las políticas de gobiernos tanto de amigos como de enemigos.

El historiador, Dr. en Cs Política y portavoz de la Red Internacional del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas, Eric Toussaint[4], señala que los organismos jugaron un papel clave en ese enfrentamiento con el bloque soviético, fundamentalmente a partir del alejamiento de la Rumania que conducía Nicolae Ceaucescu en 1980. El endeudamiento en tan sólo 2 años fue suficiente para que cuando estallara la crisis internacional (Crisis del Tequila de 1982) el Secretario General del Partido Comunista Rumano, implementara una política de austeridad agresiva para pagar rápidamente su deuda con el BM y librarse de los condicionamientos.

Rumania pagó rápidamente su deuda, como consecuencia el pueblo pasó hambre y miserias por un tiempo prolongado, lo que aumentó el descontento. Este hecho fue la cuña que metió occidente para derrocar a Ceauscescu culpándolo de todos los males del país, y después de un juicio express de 2 horas, un show mediático, él y su esposa fueron fusilados.

Como se puede apreciar el organismo tuvo un papel clave. De igual modo, Toussaint marca la injerencia del Banco Mundial y del FMI con otros procesos como las dictaduras en Chile (a Allende le negaron todos los préstamos que después de 1973 le otorgarían a Pinochett), en Brasil (A Goulart le negaban el dinero que luego le dieron a la dictadura que lo asesinó en 1964), o en Nicaragua (a la familia Somosa la ayudaron, a los sandinistas les cortaron el crédito y se lo volvieron a dar a Violeta Chamorro, apoyada por los EEUU en las elecciones de 1990). Lo mismo se podría decir de las monarquías del golfo o de los regímenes autoritarios que castigan al medio oriente o África.

El resultado siempre es el mismo por más que cambien los tiempos, porque las políticas son siempre las mismas: ajuste, recortes, cambio de políticas pública, liberalización de la economía, privatización de empresas públicas, reducción del Estado. En definitiva lo que siempre hicieron el FMI y el BM fue enfrentar a los gobiernos “enemigos” de los designios de EEUU y las potencias occidentales y condicionar más o menos salvajemente a los gobiernos “amigos” para que estén siempre amarrados del cuello[5].

En este sentido se puede observar lo relatado por el Magister en Desarrollo Económico, Federico Kucher, quien sostiene que el fondo ha pifiado sistemáticamente en las predicciones de crecimiento del PBI, el desempleo o la inflación de los países latinoamericanos. En el estudio publicado por CELAG, donde compara lo pronosticado con lo que verdaderamente sucedió, la información analizada revela que el “error” en promedio es de más de 23 puntos porcentuales[6] ¿Error o intencionalidad?

En otro estudio publicado por el portal el Dr. en Economía Aplicada, Guillermo Oglietti, señala analiza la proyección histórica del la deuda de los países de la región donde “gracias al impulso del FMI, la deuda pública externa latinoamericana pasó de representar porcentajes en torno al 15% del PIB, a principios de los ’70, hasta cerca del 50% antes de la crisis de la deuda en el 1982 (Crisis del Tequila). El salto en el nivel de la deuda fue formidable. En dólares corrientes, la deuda pública externa de Latinoamérica y el Caribe pasó de apenas 14 mil millones en 1970, a 126 mil millones en 1980, 314 mil millones en 1990, 394 mil millones en 2000, 474 mil millones en 2010 y 742 mil millones hasta 2015. La deuda regional se multiplicó 9 veces en la primera década de globalización, y por 53 veces desde 1970 hasta 2015[7].

Si bien el mundo cambia y ha cambiado permanentemente, podría afirmarse que los últimos años se empezaron a observar muestras de un hartazgo generalizado de los pueblos respecto de las políticas neoliberales. Se puede ver en Medio Oriente, se puede ver en África, se puede ver en el propio EEUU o en Europa, se puede ver aquí en Nuestra América.

El desprestigio de estos organismos, la aparición de nuevas instituciones financieras, el emergente de bloques regionales que ponen en cuestión la hegemonía norteamericana, ponen de manifiesto que esta nueva aparición del FMI en Nuestra América no tiene más fin que volver a condicionar a los gobiernos regionales. Sea cual sea el signo político, lo que buscan es condicionar las políticas de Estado, impedir que los pueblos puedan desarrollarse y cambiar las lógicas acumulación y producción. En definitiva, que esos gobiernos garanticen los derechos básicos de sus pueblos.

De aquí en adelante, fundamentalmente si se ganan las elecciones el 27 de octubre, y posteriormente asumen Alberto y Cristina Fernández, quedará pendiente la tarea de cómo resolver esta ecuación y cómo librarse de esos condicionamientos que seguramente buscará imponer el Fondo Monetario Internacional, para intentar impedir que la experiencia del Frente de Todos pueda ser un fato, una guía, para el resto de los países de la región.

Habrá que ver qué es lo que sucede, pero lo que está fuera de discusión es que estos debates, necesariamente, los esté debatiendo el pueblo en su conjunto. Porque la jaula, la prisión que impone el Fondo Monetario Internacional es realmente violenta.

El supuesto significado de la sigla FMI es Fondo Monetario Internacional, aunque podría afirmarse que en la práctica la “F” es de Formatear, la “M” es de Monitorear y la “I” es de Intervenir.


* Periodista, conductor de Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), productor de Columna Vertebral (Radio Estación Sur - FM 91.7), columnista La Marea (Radio Futura – FM 90.5) y Mirada Crítica (Realpolitik), responsable de la sección Sindical de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
[1] http://www.motoreconomico.com.ar/economia-mundial/el-extrao-mundo-al-que-volvimos-cules-son-los-pases-deudores-del-fmi-en-la-actualidad
[2] https://www.youtube.com/watch?v=VNFi2RZ6sFg
[3] https://www.alainet.org/es/articulo/202658
[4] https://www.alainet.org/es/articulo/172870
[5] https://www.pagina12.com.ar/118988-las-condiciones-del-fmi
[6] https://www.celag.org/errores-proyecciones-fmi-para-america-latina/
[7] https://www.celag.org/deuda-latinoamericana-argentina-y-el-fmi/

Lo que agosto nos dejó

Lo que agosto nos dejó

TIEMPO DE LECTURA: 3 min.

Por Nasim Iusef Venturini*

Durante el mes de agosto asistimos a un capítulo más de la crisis económica a la que condujeron las políticas de la Alianza Cambiemos.

Desde que asumieron, se advirtió por todos los medios posibles que el esquema de valorización financiera (bicicleta en la jerga popular) iba a conducir a nuestra economía a una crisis sin precedentes, con consecuencias sociales difíciles de resolver.

La Alianza Cambiemos y su lógica de mantener el poder a como dé lugar recurrió a lo más rancio de las políticas clientelares, amenazando a les trabajadores con sus puestos de trabajo, ejerciendo persecución política, y un nivel de exacerbación de la violencia contra la otredad (construcción del enemigo en lo negro, lo popular, lo peronista, lo kirchnerista) que rememoran períodos de lo más oscuro de nuestra historia.

En este mes las reservas internacionales cayeron u$s 13.801 millones de dólares, el peso se devaluó un 23 %, el riesgo país pasó de 781 en julio a 2532 (en agosto) y el nivel de desempleo supera el 10 %; esto nos permite evidenciar la responsabilidad política que tiene la gestión de la Alianza Cambiemos sobre la crisis social y económica que atraviesa nuestro país.

Todas y cada una de las medidas tomadas por el macrismo desde el 2015 tuvieron falta de consistencia y coordinación. El intento de bajar la inflación mientras se permitían aumentos de tarifas lo que hizo fue derretir el poder de compra de los salarios, en un contexto donde sistemáticamente se destruyeron puestos de trabajo.

La apertura indiscriminada de las importaciones, las facilidades a los movimientos de los capitales golondrinas y la política de contención de la devaluación mediantes tasas de interés altísimas, dio como resultado una destrucción del entramado industrial con graves consecuencias sociales en las grandes ciudades, conduciendo al desamparo masivo de miles y miles de habitantes del suelo argentino que están padeciendo este gobierno, donde unes poques riques juegan a cómo gobernar, y mientras tanto saquean y endeudan al país.

La lógica de echarle la culpa a les otres y no hacerse cargo de la crisis socioeconómica a la que condujo nuevamente seguir las recetas neoliberales tuteladas por el Fondo Monetario Internacional, plantea un desafío importante: con ese programa atacaron la posibilidad de construcción de políticas económicas soberanas y muches creen que el camino es seguir los designios del FMI, ajustar hasta hacer desaparecer el Estado, dejar total libertad a los mercados y que les negres, peronistas, kirchneristas y populistas se mueran de una vez por todas y dejen el país a la “gente de bien”.

Por suerte nuestro pueblo tiene historia, no todo está perdido y el día 11 de agosto hubo un rechazo frontal a la propuesta neoliberal de ahora Juntos por el Cambio, que perdió por 16% a nivel nacional y por más de 17% en provincia de Buenos Aires y otros distritos claves.

La propuesta del Frente Todos propone una agenda política de recuperación del trabajo para activar la economía y permitir la utilización de los resortes del Estado para la ejecución de políticas públicas inclusivas y de contención que puedan amortiguar la crisis en la que nos hundieron estos cuatro años de políticas neoliberales.

El camino no será fácil, la construcción de derechos es responsabilidad de todes. Lo que tiene que quedar claro es que no se puede rifar la posibilidad de decisiones soberanas de un país motivado por un discurso de odio y resentimiento.

La hora del Boca-River, River-Boca ya pasó. Es hora de poder construir con sinceridad y dignidad el futuro que queremos para les que vendrán, y a quienes entorpecen con discursos arcaicos y retrógrados, la historia les pondrá en su lugar; para todo el resto, la marea sigue y seguiremos en pie.


* Lic en Economía, integrante del colectivo "Economía a pata", Co-conductor de “Promocionando la Salud” (Radio Futura - FM 90.5), Redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Alfredo Zaiat: “Este es un gobierno que ha construido el relato en base a la confusión y a la mentira”

Alfredo Zaiat: “Este es un gobierno que ha construido el relato en base a la confusión y a la mentira”

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.
Alfredo Zaiat
Foto: Agencia Cadena del Sur

Dialogamos con el economista y periodista Alfredo Zaiat, para analizar la realidad económica de la Argentina y los posibles escenarios derivados de las próximas elecciones generales que vivirá el país.


En estas semanas salieron los números de la UCA con guarismos muy graves, pero antes meternos a analizarlos queremos saber hasta donde los números de la UCA son atendibles, porque esto fue una discusión muy importante dentro del movimiento popular.

Bueno, son números elaborados por el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina. La pregunta es compleja de responder porque tiene aceptación de los grandes medios de comunicación, de los analistas conocidos. Entrar en debates metodológicos, personalmente me resulta engorroso y más aún le va a resultar engorroso a los oyentes.

En lo personal prefiero analizar los datos oficiales y en todo caso, estos números, tenerlos como referencia y no como valores absolutos. Porque incluso los números oficiales, uno también puede plantear ciertas controversias metodológicas, pero en última instancia son los que existen.

Más que los numeritos, y esto lo decía antes, durante el ciclo del kirchnerismo y ahora durante este ciclo del macrismo, lo importante son las tendencias sociales de las variables sociales y económicas y qué es lo que pasa con el bienestar general. Y en última instancia lo que uno puede tener como conclusión es que la calidad de vida de la mayoría de la población y afectando mucho más a los sectores de medios y bajos recursos, han empeorado sustancialmente en estos 3 años y medio de macrismo.

Fuente: Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino

El miércoles pasado estuvimos en un encuentro que organizaron ENAC y APYME en Capital Federal, que tiene que ver con el mundo de las PyMEs, donde se denunciaba el quiebre de 1500 PyMEs industriales en lo que va del año, de 50 PyMEs que cierran por día, de 50 mil empleos perdidos en ese rubro. Sin embargo Dante Sica (Ministro de Producción y Trabajo de la Nación) dice que estamos cada vez más cerca de la recuperación ¿Por dónde tenemos que leer esto?

Empecemos por lo último que son las declaraciones del funcionario. Es el reflejo claro de lo que es el gobierno de Cambiemos. Un gobierno que ha construido el relato en base a la confusión y a la mentira. Y lo repiten, puede ser Sica, Dujovne, Sandleris, Peña, Bulrich o Aguad. Si haces todo el recorrido y te das cuenta que con cada uno de los temas críticos tienen esa estrategia. Y es una estrategia que puede ser convalidada porque tienen a los grandes medios de comunicación, a los grandes voceros del establishment, que lo legitiman. Entonces así van construyendo el relato que se aleja de los datos duros de la realidad. Esos datos duros son los que vos mencionabas sobre qué es lo que pasa en la industria y específicamente en las PyMEs.

Lo que hay es una catástrofe. No hay día que no se presenten en convocatoria de acreedores de grandes y medianas empresas, que hay despidos o suspensiones de personal, pedidos de procedimientos preventivos de crisis. Hay un deterioro acelerado y constante de la actividad productiva.

Después lo que digan los funcionarios, va en línea con (de forma resumida) la estrategia de la mentira planificada, coordinada desde la Jefatura de Gabinete, cuyo líder es Marcos Peña.

Estamos en una situación en la que el dólar parece estar medianamente estable y siendo ese uno de los precios de la economía, el gobierno está tratando de plantea que se está empezando a estabilizar ¿Puede ser que estemos a las puertas de un rebote como están diciendo?

Dos cosas. Una es que el dólar se mantiene estable con variables financieras que son dramáticas: Tasas de interés arriba del 70% en la tasa de referencia, porque las tasas de descuento de PyMEs son del 85%, las tasas del financiamiento de tarjetas de crédito llegan hasta el 120% anual. Es una situación dramática vinculada con el tema financiero.

Después ¿qué es lo que va a pasar con los números macro? Las comparaciones a partir de junio/julio, y obviamente los meses siguientes, van a ser contra esos mismos meses del año pasado cuando comenzó la debacle. Estas variaciones tan negativas que estuvimos viendo en estos últimos meses (de caídas del 6, 7, 8%) van a ser menores, porque si se mantuviese ese nivel querría decir que ya no estás en recesión sino que caíste en depresión económica.

Lo que vas a tener es una ilusión estadística donde, el gobierno en línea con lo que mencionaba de esa estrategia de mentira planificada, va a difundir que se está desacelerando el crecimiento y por consiguiente comenzó el rebote y la mejora de la economía. Lo que pasa es que se está comparando con meses que eran ya  muy malos. No hay economía que esté cayendo permanentemente todos los meses al ritmo del 8%, salvo en las grandes depresiones. Y todavía, por suerte, la Argentina no ha ingresado en ese sendero. Sí en un sendero de estancamiento y de destrucción del aparato productivo.

Foto: Minuto Uno

Como decía Manuel Vázquez Montalbán, te queremos plantear un ejercicio de “política ficción”. La idea es que nos des tu opinión ante 2 escenarios. Una es que después de las elecciones vuelva a ganar el gobierno de Cambiemos ¿Qué es lo que podemos esperar como plan económico? Teniendo en cuenta que no están diciendo nada en ese sentido. El otro escenario es qué es lo que podemos esperar de triunfo de una oposición que sin duda a estas alturas, va a estar conducida por la dupla Fernández-Fernández.

Lo planteas desde esa posición de ciencia ficción y me llevas a que participe del juego, sino te diría que los economistas no saben que es lo que puede pasar. Solamente como partícipe de ese juego planteo escenarios probables, no seguros.

El 2020 va a ser muy complejo y muy difícil. Ahora bien ¿Qué tan difícil va a ser con uno o con otro gobierno? Con un segundo mandato del gobierno de Mauricio Macri la propuesta es de profundizar el ajuste. Esto es lo que, en última instancia, dejan trascender Dijovne en conjunto con el Fondo Monetario Internacional y que Macri ha abalado. Eso significa: avanzar en las reformas laboral, previsional e impositiva. Todas reformas regresivas.

La consecuencia sería una profundización del ajuste y de la caída económica. Entonces van a aparecer con que “se estaba recuperando la economía en la comparación con los muy malos meses del 2018 y que el 2020 -como no es un año electoral-, van a hacer ese ajuste”. Que incluso lo dicen, es el mismo esquema del 2017: contienen los aumentos de tarifas y en el 2020 van a venir con tarifazos fenomenales. Te vienen con que “están conteniendo el dólar con las tasas tan altas”, entonces habría una fuerte devaluación y tratar de bajar la tasa de interés.

Está claro que un segundo mandato comienza con un fuertísimo ajuste, una agudización de la distribución regresiva del ingreso y una nueva estafa electoral.

Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET)

Con un eventual gobierno de Fernández-Fernández, se van a enfrentar con las tensiones que va a plantear el poder económico global internacional sobre cuál va a ser el sendero. Ahí es donde va a haber esa tensión de: la presión para que hagan un ajuste frente al mandato electoral obtenido en un triunfo de octubre o de noviembre, ya sea en primera o en segunda vuelta.

Pero más importante aún va a ser la fenomenal restricción que van a enfrentar en, por un lado, la negociación con el Fondo Monetario Internacional, y por otro, con los acreedores externos o los vencimientos de deuda. Entonces ahí es donde se les va a platear la duda o el dilema de avanzar en un plan con el FMI, para tratar de garantizar los pagos de la deuda; o van a tener que hacer por las buenas, una reestructuración de los vencimientos de capital e intereses; o por las malas, lamentablemente, la declaración de una cesación de pagos porque no va a haber dólares para poder hacer frente a los pagos de la deuda.

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