Según la CAME el monto de los productos agropecuarios incrementó un 3,7%. Además, en promedio la participación del productor en el precio final de venta fue del 25%.
Según concluyó el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en junio el precio de los productos agropecuarios incrementó un 3,7% en el período comprendido desde su salida del campo hasta su llegada a las góndolas. Es decir, que cada vez que el productor, de los 24 agroalimentos que componen la canasta IPOD, recibió un peso, el consumidor pagó $3,7.
El reporte señala que en promedio, la participación del productor en el precio final de venta fue del 25%, y explica tan solo una cuarta parte del precio de góndola. Los productores de huevos obtuvieron la mayor participación, mientras que la más baja ocurrió en la naranja. En el sector frutihortícola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron un 6,79%. Mientras tanto los cinco productos y subproductos ganaderos que forman parte del índice fueron adquiridos por el consumidor a un precio 2,67% más alto que el recibido por el productor.
Entre los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino se encuentran algunos cítricos como la naranja (15,83%), el limón (14,48%), y la mandarina (10,86%). Durante el mes de junio también tuvieron altas brechas el zapallito verde (10,87%) y la manzana roja (8,49%).
Con respecto a los cítricos, los productores explicaron la diferencia de precios campo-góndola por la sobreproducción en Entre Ríos, volcada al mercado interno. Mientras que el precio de origen tiende a bajar frente a una mayor oferta y una menor demanda, el de destino tiende a la suba, ya que acompaña al contexto inflacionario. Respecto al zapallito y a la manzana, la amplia brecha se produjo por un fuerte aumento en los precios al consumidor.
Además, los productores consultados coincidieron en la falta de precios de referencia, que se provocó tanto por la escasez de gasoil como por la inestabilidad del precio del dólar, que impactó en el precio de los principales insumos utilizados en la producción agropecuaria. Los productos con menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor incluyen tres productos de origen animal y dos frutihortícolas.
Por otra parte, la baja brecha entre origen y destino de productos y subproductos ganaderos se debió a diversos factores. Mientras los huevos (con una brecha del 1,84%) y el pollo (con una de 2,47%), por lo general, tienen sistemas de producción integrados, lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio, el comportamiento de la leche (con una brecha del 2,91%) se explica tanto por el programa Precios Cuidados como por un mejor precio internacional, que permite a las usinas lácteas derramar al productor.
En el caso de la berenjena (2,93%), los productores bonaerenses indicaron que no hay suficiente producción para cubrir la demanda, por lo que el precio de origen se negocia más alto, disminuyendo así la brecha IPOD. Por último, y en relación a la frutilla (1,87%), fruta que todos necesitan tener en góndola pero que en este momento está fuera de estación, el verdulero y/o el hipermercado resignan rentabilidad frente a un alto valor final de venta, achicándose así la diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor.