Renace el ser

Renace el ser

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

La cronología huele rancia cuando la existencia es el túnel sin final ya conocido… los ganadores son los mismos, los perdedores también.

En el siglo XX la dictadura silencia, la democracia miente y la ciencia es arma cardinal del genocidio.

La razón permuta el alma a la lógica calculatoria y la estadística celebra el recuento: los muertos del poder se cuentan de a millones.

El orden mundial está delimitado por el derecho de unos pocos, dueños de todo. El norte traza los límites del mapa y señala: la barbarie de este lado, la civilización del otro.

América latina, es el patio trasero de la memoria cultural que recurre a un olvido histórico.

En esta región, el progreso es inverso, las maquinas tienen más derechos que las gentes, las ideas se importan, y la población negra e indígena, no alcanzan el estatus de ciudadanía, víctimas del costo humano y ecológico de la modernización que nunca llega.

La era industrial marca la época: la libertad consiste en el derecho de las empresas a expropiar tierras y hacer de la naturaleza un eterno basural. Sea por guerras o trabajo, el sistema disciplina los cuerpos que luego la industria escupe como bolsa de huesos.

El contexto es casi el de siempre, casi.

A pesar del pesimismo temporal, la época, en exceptuadas ocasiones logra ser conmovida, escapando a la propiedad privada de aquellos que la escriben falseándola.

En estos casos dicen que una vez relatada la épica, la lucha del guerrero metamorfosea, implosiona, y sigue combatiendo, desde la poesía.

La crónica nos sitúa en abril de 1965 cuando irrumpe en la escena el desaparecido público.

Fidel lee las palabras imposibles, puño y letra de su camarada, que ahora son de Cuba y del mundo.

La CIA se empeña en buscar por agua, tierra, y aire lo que ya no existe y difama las mentiras que tanto le gustan a la opinión pública.

Si por años los cubanos fueron invisibilizados ¿por qué no camuflarse en la alegoría de ser como ellxs?

Pareciera ser que desaparecer para luchar es posible en la Cuba comunista.

Sin embargo, luchar y desaparecer forma parte del plan Cóndor perpetrado por la dictadura Argentina.

El recuerdo triunfal de la Habana quedó atrás cuando el Congo belga es el reflejo de nuestra América pero multiplicado quien sabe cuántas veces.

El circo del hambre y las promesas del colonialismo voraz, fueron motivo suficiente para deponer el sillón de ministro y mezclarse en la selva abrazandoa las culturas que occidente negaba.

Y así partió, evolucionando el pensamiento, ensanchando la razón, subvirtiendo su cultura, despegándose de sí.

El final del comienzo lo aproximaban a las últimas de sus hazañas:

Con lentes, sombrero, y una prótesis bucal Ramón Benítez retorna a Cuba. Soledad y coraje en iguales proporciones para enmascarar el rostro en Praga, para sembrar luego, la semilla, última y eterna, en Bolivia.

¿Cómo encarar la formación del ser culturalmente nuevo despojado aunque consciente de tanta carga histórica?

¿Cómo nombrar al dolor, ganar y escoger el bando de los vencidos, ser siempre otrxs?

¿Dónde cabe el ser utópico en un mundo distópico?

Dios es católico, imperialista y el mito dice que solo atiende en el Vaticano.

Guevara es argentino y cubano, memoria insurgente, idioma pujante escogido por los pueblos sometidos y de pie del mundo.

¿En qué dimensiones del infinito cabe el ser que fue, que todavía es?

¿Cómo no admitir versos, metáforas, retórica cuando la historia es sacudida y condensada alrededor de un animal político?

¿Qué rostro le cabe a la nostalgia de una mirada histórica?

Una mañana de Córdoba Ernestito fue Guevara, una mañana de Cuba Ernesto fue el Che.

¿En este largo viaje es posible desmitificar la multiplicidad del ser? ¿Cuántos seres al día somos?

En el presente de la desigualdad ¿Cuánto cuestan los ojos latinxs que se roba la represión? ¿Cuánto cotiza respirar la calle viva? ¿Cuántas vidas vale la república?

¿Desaparece el desaparecido?

La juventud, revolución del nuevo siglo sentencia:

Trastocar la historia puede ser posible, abrazar a Colombia y sentir al Che, también.

Ser el Che, la pausa en el tiempo.

Juan Francisco Blascone
Juan Francisco Blascone

Soy un momento, las palabras que leo y las que escribo, me aferro a la creencia de que las ideas puedan hacerse carne en la cuestión social. Pienso que la realidad es un circo, desconfío del sentido común y mantengo una relación compleja con el ser y el tiempo. Creo en las utopías, por eso demando la conjunción del arte, la lucha, y la ciencia. Admiro la osadía de Estela, y la sensibilidad del Che.

Esta gran humanidad dijo basta y echó a andar

Esta gran humanidad dijo basta y echó a andar

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Nicolás Sampedro*

Foto: Indymedia Argentina

El sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón publicó recientemente un artículo llamado “¿Fin de cual ciclo?[1]”, en el que reflexiona sobre este discurso que la derecha construyó a raíz de las derrotas electorales que se vivieron en los últimos años en la región.

En su publicación, Borón reflexiona sobre las situaciones que están viviendo esos gobierno de derecha que llegaron a los gobierno del Brasil, de Perú, de Paraguay, de Argentina y la traición de Lenín Moreno en Ecuador.

Brasil está en llamas por diversos motivos, pero fundamentalmente por 2 motivos. En principio por las contradicciones hacia lo interno del bloque de poder entre la línea de ultraderecha que lidera Bolsonaro y que tiene como referente filosófico-político a Olavo de Carvalho (y que ya se cobró la cabeza del ministro de la Secretaría de Gobierno, el general Carlos Alberto dos Santos Cruz[2], por sus críticas al gurú), y el ala militar que conduce su vicepresidente Hamilton Morao.

Por otro lado el creciente descontento social con las políticas neoliberales que agreden derechos elementales producto de un modelo económico neoliberal conducido por el Chicago Boy, Paulo Guedes, que está destruyendo la economía breasileña[3].

Tal como lo afirma el docente e investigador Sergio Martín-Carrillo, los recortes durante la administración de Michel Temer no lograron frenar el déficit público y “Lejos de esto, esta limitación del rol activo del Estado en la economía está estrangulando el desarrollo económico mientras que la deuda pública sigue aumentando. En diciembre de 2018, la deuda bruta del sector público alcanzó los 5.272 billones de reales, lo que representa unos 1.425 billones de dólares, y supone el 76,7% del Producto Interno Bruto (PIB). En 2013, antes de la deriva neoliberal de la política económica, la deuda pública se situaba en torno al 50%.

El paro el pasado viernes 14, convocado por las 12 centrales sindicales brasileñas en conjunto con el movimiento sin tierra, les estudiantes y organizaciones político-sociales, dio cuenta de que a pesar de las pretensiones de Bolsonaro de alinearse con los yanquis y cumplir a rajatabla las recetas del Fondo Monetario y sus gurúes económicos, la sociedad del país vecino no se quedará de brazos cruzados.

Bajo la defensa de la educación pública, las pensiones y el trabajo, millones de brasileñas y brasileños -en más de 380 ciudades[4]– se movilizaron para repudiar las agresiones que están viviendo[5]. El escenario no podía terminar de otra forma que no sea con represión. Es lo único que saben hacer quienes llegan al gobierno con frases rimbombantes y buenos slogans, pero que no tienen la más mínima intención gestionar el Estado en beneficio de las grandes mayorías.

Por su parte en Perú la cosa no es muy diferente. Si bien ese país no tiene la experiencia reciente de un gobierno nacional y popular como el de Lula, Cristina o Correa, la situación es cada vez más compleja producto de los grandes entramados de corrupción que involucran a muchos de los funcionarios actuales y de gestiones anteriores. Como explica el analista político Roger Taboada, los últimos 5 presidentes están o presos, o prófugos de la justicia o muertos[6].

La reciente presentación[7] y posterior aprobación[8] de una Moción de Confianza enviada por Vizcarra al congreso no es otra cosa que intentar tapar una olla a presión que da cuenta de los cuantiosos negocios que hace la clase política enquistada en el estado desde hace décadas. Reformas y tapones que buscan ocultar el entramado de corrupción que envuelve a casi todos los partidos políticos con el Caso Odebrecht.

En tanto el Paraguay que dirige Mario Abdó empieza a reconfigurarse. Si bien es reciente y pueden para muchas cosas en el medio, la llegada de Mario Ferreiro (Partido Revolucionario Febrerista) a la intendencia de Asunción (capital y principal ciudad del país) en 2015 y la reciente victoria de Miguel Prieto (Conciencia Democrática del Este) a la intendencia de Ciudad del Este (la segunda ciudad en importancia por su cantidad de habitantes), comienzan a reconfigurar el escenario político paraguayo.

Lo que es claro es que las y los paraguayos se cansaron del bipartidismo expresado por el Partido Colorado y el Partido Liberal. Partidos que paulatinamente vienen perdiendo peso electoral frente a otros espacios político y que podría generar un cimbronazo en las elecciones regionales del año que viene.

En Argentina, un Frente de Todos que se planta en la palestra electoral como la alternativa opositora al macrismo. Con Alberto y Cristina Fernández como las puntas de lanza, la fórmula generó un cimbronazo político que podría acercarse aún más la posibilidad de sacar a la Alianza Cambiemos del ejecutivo y volver a una senda gobierno popular.

Informe de RT sobre las elecciones en Panamá

Centroamérica no está alejada de esta sintonía. La reciente victoria de Nito Cortizo abre la puerta a un cambio político del país que tiene en su territorio el canal interoceánico más importante del continente.

La crisis política en Honduras, envuelto en movilizaciones producto del descontento de la población ante las medidas de desinversión en Educación y Salud y un entramado de corrupción y el robo de las elecciones de Juan Orlando Hernández en 2017[9].

El desgaste de Jimmy Morales en Guatemala[10] [11], que si bien no logra aún consolidar una propuesta sólida, y una Haití envuelta en llamas producto de años de fraudes, de corrupción y descontento social ante las políticas antipopulares.

Todo esto sumado a la aparición de Andrés Manuel López Obrador en México, que pese a las dificultades logró acceder al gobierno y viene realizando una política para intentar reconfigurar el tejido social y reponerse de décadas de neoliberalismo. Un AMLO que tiene de vecino al opresor de opresores -el imperio norteamericano-, que si bien está en retroceso, no quiere perder lugares de injerencia en la región como se lo vio con la amenaza de suba de aranceles a los productos mexicanos[12].

Este escenario se da con una Venezuela, Cuba y Nicaragua que resiste pese a las agresiones de la administración Trump y sus lacayos; una Bolivia que consolida su economía y que parece seguirá en el mismo rumbo cuando este año reelijan la fórmula Morales-García Linera.

La situación de la región, según los medios de comunicación, se derechizó, los progresismos se extinguieron. La realidad nos demuestra que si bien hubo cambios en los gobiernos en los últimos años, la realidad es que eso no implicó que las sociedades se derechicen. Los procesos de lucha en todos estos países están dando muestras de que eso no es así.

Fue Álvaro García Linera, el vicepresidente de Bolivia, quien dijo que “Las transformaciones se dan por oleadas”[13]. Lo que acontece en toda Nuestra América indica que estamos en un momento de preparación para una nueva oleada progresista en la región, fruto de los pisos de subjetividad gestados por los gobiernos de Lula, de Correa, de Néstor y Cristina, de Maduro, de Evo, de Raúl Castro y Miguel Días Canel.

Las palabras del Che Guevara en la ONU en diciembre de 1964 vuelven a aparecer en la semana en que el líder revolucionario habría cumplido 91 años: “Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia… Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.

Porque esta gran humanidad ha dicho «¡Basta!» y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera e irrenunciable independencia.»[14]


Fuentes:
[1] https://www.pagina12.com.ar/199513-fin-de-cual-ciclo
[2] https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201906141087619042-bolsonaro-saca-del-gobierno-a-ministro-que-critico-al-guru-olavo-de-carvalho/
[3] https://www.celag.org/brasil-una-economia-no-despega/
[4] https://www.brasildefato.com.br/2019/06/14/brasil-or-actos-masivos-al-cierre-de-la-huelga-general-en-defensa-de-las-pensiones/
[5] https://www.brasildefato.com.br/2019/06/14/minuto-a-minuto-or-greve-geral-paralisa-o-pais-nesta-sexta-feira-14/
[6] https://actualidad.rt.com/actualidad/266420-presos-investigados-profugos-expresidentes-peru
[7] https://www.celag.org/peru-y-la-desconfianza-en-el-congreso/
[8] https://www.celag.org/peru-una-cuestion-de-confianza-o-de-cinismo/
[9] http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/12/18/fraude-electoral-en-honduras-el-grito-silencioso/
[10] https://www.celag.org/elecciones-en-guatemala-entre-la-corrupcion-y-los-reclamos-por-justicia/
[11] https://actualidad.rt.com/actualidad/318070-corrupcion-narcotrafico-encuestas-elecciones-guatemala
[12] https://revistatrinchera.com/2019/06/14/que-quiere-trump-de-mexico/
[13] https://www.telesurtv.net/bloggers/Entrevista-con-Alvaro-Garcia-Linera-Las-transformaciones-se-dan-por-oleadas-20160828-0003.html
[14] https://www.youtube.com/watch?v=5q1mBDhW2uw


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia 
Cosas lindas entre tanta mierda

Cosas lindas entre tanta mierda

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Flor Luengo*

Imagen: El Viejo Topo

Reiteradas veces, el sistema capitalista que rige implanta ideas y sentimientos en las personas con el único fin de favorecer sus intereses mercantiles y de consumo. Respondiendo a sus propias demandas, el sistema pretende hacer creer que la política es un elemento ajeno a la vida cotidiana de las personas y que es mejor que no hable ni piense en ello, que deje el lugar para quienes saben cómo funciona la política realmente. Este efecto impersonal de la política, alienta a la individuación de la persona, a la resolución de problemas individuales y al alejamiento del conflicto que genera el encuentro con Lo Otro diferente. En síntesis, se incita a instalar el desamor de la política.

Dejando de lado una postura romántica que estupidiza al amor y a la política, en Argentina hay claras muestras de que el amor es en sí mismo un acto político. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, son el ejemplo del amor y la política en carne propia. La política se encarnó en una manera determinada de llevar su dolor convertido en lucha, de levantar banderas que muchxs conocían pero que pocas personas hablaban. Dejaron el miedo de lado, y gritaron para exigir Memoria, Verdad y Justicia sobre la desaparición de sus familiares. Festejan también, las Abuelas saben que sin alegría, sin emociones vividas en el cuerpo, sin el afecto y contención colectiva que tejen dia a dia, la lucha podía carecer de una parte fundamental. El amor que construyeron, es amor justamente en la medida en que supieron interpelar al grueso de la sociedad, y lograr la empatía que se requiere para construir una resistencia colectiva. Ellas saben que el pueblo las abraza.

Se ve entonces, que la política como el amor, es atrevida. Hay que arriesgarse, no vale arrepentirse ni tener miedo. Aún así, existe una idea liberal y libertario del amor (Badiou, A), entendiéndolo como un riesgo inútil, continuando con la dulzura del consumo, y prosiguiendo con la economía de la pasión. El amor en este mundo, en nuestro mundo, se encuentra amenazado. Hay que reinventarlo. Hay que reinventar el riesgo y la aventura, contra la seguridad y la comodidad que ofrece el orden social.

No es la reproducción humana a lo que se aspira con sentir amor, de esto trata el sentido común, lo que se quiere lograr es la deconstrucción de éste último, para tener presente que siempre está latente la posibilidad de crear un nuevo mundo. De lo contrario, ¿cuál sería si no, nuestro sentido político en esta vida?

La vida del Che Guevara responde, justamente, a ese sentir político de la vida. Por un acto de amor dejó la vida finita, pero quedó inmortalizado en cada sentimiento militante de querer transformar, de la manera que sea, la realidad social. Y no sólo aquella cotidianeidad que hace a la vida individual, o mejor dicho, lo que dejo como legado es que si se abona a la vida personal, lo personal termina siendo el medio para conquistar el terreno político. La conquista es intelectual, corporal y es desde el amor. Un pueblo que no muestra emociones latentes frente a cada hecho histórico, es un pueblo dormido, somnoliento, un peón apto para jugar en el tablero del ajedrez mundial.

Vemos entonces, en contraposición al concepto de amor desde una lógica romántica e impersonal, que es necesario pensar el amor desde una complejidad mayor. El amor es lo que se produce en el encuentro y en las formas de  relacionarse con Lo Otro diferente, y este sistema político, económico y cultural colonizador que está atravesando Argentina, utiliza una pedagogía de opresión, de dominación y odio hacia lo diferente. Cómo pensar a las masas organizadas, abrazadas y tejiendo redes de solidaridad, si la industria cultural de la comunicación -específicamente las grandes empresas comunicacionales- instituyen una ciudadanía aislada, pasiva y carente de emociones. O mejor dicho, las únicas emociones posibles, son las que logra el entretenimiento en televisión e internet. 

Incluso, en la mediatización de la vida cotidiana, la política y el amor se han convertido en paquetes que guardan dentro determinadas reglas a seguir, totalmente racionalizadas. La política en los medios hegemónicos de comunicación, pretende ser cada vez más denostada, mostrando su lado más sucio, sin dar cuenta de aquello que produce pobreza y desigualdad en el pueblo, es sólo una forma de hacer política, y se elige.

Fuente: Agencia Telam

En Argentina, los cuatro principales grupos de televisión concentran el 56,7% de la audiencia en la zona de Bs As y Gran Bs As. En radio, los mismos grupos empresariales, detentan el 53% de la audiencia. En lo que respecta a diarios, el Grupo Clarín domina el 43% del mercado, y en los medios digitales informativos de mayor audiencia, 4 de 6 medios pertenecen al Grupo Clarín. A todo esto se suma, claramente, la operación de grupos trasnacionales, fundamentalmente estadounidenses y españoles.

Ahora bien, una tarea para quienes nos escuchan y para toda aquella persona que decide querer escuchar. Abrazate con tu compañera, tomate unos mates con tus amigues, comete un buen guiso con tu vieja y la familia. El amor está construyéndose ahí, justo en ese mismo encuentro. Apagá la tele por un rato, propongamos la necesidad de ser conscientes de que el amor se expresa en las diversas maneras de ser ciudadanía, respondiendo a cada historia de vida, a las condiciones económicas y culturales, pero también sociales y de lazos comunitarios.

El amor como la política, se genera, se construye y deconstruye. Eso que sentís cada día, que al levantarte te impulsa a cambiar algo de tu alrededor, que sentís que algo no está funcionando bien, que podría hacerse mejor. Eso es el amor. Esto no quiere decir que por el sólo hecho de sentirlo las cosas cambiarán. Sino que luego del sentimiento, de repente deviene una actitud de decisión, de búsqueda de estrategias para encontrar el mejor medio que lleve a lo que se desea, y ese deseo siempre va a ser el bien común. Eso es la política.


FUENTES:
https://www.alainet.org/es/articulo/199939


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura FM 90.5), redactora de Revista Trinchera, editora del portal Luchelatinoamérica y colaboradora de Agencia Timón.
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