Se trata de Martín Hidalgo, Segundo Comandante y Jefe del equipo de Operaciones Especiales que protegía la Embajada y la Residencia Argentina en Bolivia por aquel entonces.
El Jefe del equipo de Operaciones Especiales que ingresó municiones anti tumulto a Bolivia en noviembre de 2019, en el marco del golpe de estado contra Evo Morales, declaró ante la justicia que realizó dicha acción por órdenes de la “conducción superior de gendarmería” de la administración de Mauricio Macri.
Se trata de Martín Hidalgo, quien ejercía en aquel entonces el cargo de Segundo Comandante y Jefe del equipo de Operaciones Especiales que protegía la Embajada y la Residencia Argentina en Bolivia.
Hidalgo declaró como testigo (y bajo juramento de decir la verdad, ante el juez en lo Penal Económico, Alejandro Catania) que viajó en un Hércules de la Fuerza Aérea, para trasladar las municiones por orden de la cúpula de la Gendarmería del Gobierno de Juntos por el Cambio, y detalló que el “comandante Caliba” fue quien recibió las municiones en La Paz.
“La orden para cargar los efectos en los vehículos para ir a El Palomar la dio el comandante mayor Salas. Me comunicó que por orden de la conducción superior de Gendarmería esos efectos iban a ir a Bolivia; y que no eran parte del equipo nuestro, el equipo que yo seleccioné. Me dijo que esos efectos eran una reserva operacional y que, respecto de la gestión de esos efectos, intervenía en Bolivia el Comandante Principal Caliba, que era el enlace de Gendarmería en Bolivia”, desarrolló el testigo en su declaración.
Posteriormente comenzó a relatar en detalle el día a día de la entrega: “El día 10 de noviembre de 2019, un día domingo, fui notificado que íbamos a ir a Bolivia. Recibimos la orden de preparar un equipo, personal y medios para ser desplegado a la ciudad de La Paz, para brindar seguridad y protección a la Embajada y Residencia Argentina y a los funcionarios, por los conflictos de público conocimiento”.
Luego de aquella notificación, el testigo aseguró que durante aquel 10 de noviembre y el posterior 11 esperaron la orden de salida en el cuartel, pero nunca llegó, por lo que, durante la mañana del día 12 de noviembre, se les dio la mañana libre. Debían volver al mediodía.
“El día 12 de noviembre teníamos que volver al mediodía a la Agrupación y estar listos para salir. Ese día que volvimos al mediodía a la Agrupación, yo no tenía conocimiento de ese vehículo que me dicen que salió a la Dirección Nacional de Logística. Cuando el vehículo volvió a la Agrupación yo ya estaba allí”, prosiguió.
“Habrá vuelto a las 13 horas, pasado el mediodía. Trajo una carga de cartuchos anti tumulto que se descargaron en el gimnasio de la unidad nuestra. Más allá de los que nos íbamos en comisión a Bolivia, siempre hay más gente que cumple funciones en la Agrupación. En la descarga puede que haya participado gente que fue conmigo en comisión a Bolivia, o personal que cumple funciones en la Agrupación. Pero exactamente no puedo decir quiénes participaron de la descarga”, finalizó Hidalgo.
La justicia investiga el paradero de 70 mil balas de goma y otras municiones anti-tumulto que fueron enviadas a la sede de la embajada argentina, con el propósito de ser utilizadas como defensa de la misma. A la polémica de su desuso para la causa argumentada y su desaparición del lugar a donde debían ir, se atribuye que habrían sido desviadas con otro propósito. Por eso, la justicia pone el foco de investigación en este punto.
Los datos precisos que se buscan confirmar en la investigación consisten en quién autorizó el descargo del material, quién lo descargó y a dónde fue a parar, por lo que las declaraciones de Hidalgo suponen un aporte importante a la causa y una complicación para la gestión macrista.