Soberanía Satelital: ARSAT percibió una suba en sus ingresos de más del 820% en los últimos cuatro años

Soberanía Satelital: ARSAT percibió una suba en sus ingresos de más del 820% en los últimos cuatro años

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

La empresa estatal registró incrementos en todas las unidades de negocios que utilizó, mediante su red federal de fibra óptica, para abastecer de servicios de conectividad terrestre y satelital a escuelas y hospitales de todo el país.

Los ingresos del organismo estatal de soluciones satelitales Arsat reflejan un incremento del 823% en los últimos cuatro años, potenciado por el acuerdo puesto en marcha con el Ministerio de Educación en el que puso como objetivo llevar conectividad terrestre y satelital a escuelas de toda la Argentina.

Con respecto al trabajo realizado por Arsat durante los últimos cuatros años, se destaca que todas las unidades de negocio “registraron incrementos” en este período, sin depender de los recursos del Tesoro. Entre los diferentes servicios que gestiona Arsat, el centro de datos (DataCenter) es la unidad de negocios que verificó mayor incremento de ingresos: 825% entre los años 2019 y 2023, mediante la venta de servicios tanto a organismos del sector público como a empresas privadas.

Por su parte, la Unidad Terrestre que incluye la Red Federal de Fibra óptica (ReFeFo) marcó un aumento del 558%, y la Satelital (Arsat 1, Arsat 2 más la adquisición de capacidad de terceros para la banda Ka) registró un incremento en sus arcas del 285%. Además del tercer satélite, Arsat trabajaba hasta ahora en la construcción de una Estación Terrena en Palmira, Mendoza, con una inversión cercana a los 10 millones de dólares. También planificaba la instalación de una sede propia de 12 mil metros cuadrados en el Parque Productivo Industrial Tecnológico Bariloche, con una inversión proyectada en 70 millones de dólares.

En la empresa estatal remarcan el impacto positivo que tuvo el convenio alcanzado con el Ministerio de Educación para brindar conectividad terrestre y satelital a escuelas de todo el país, lo que representó este año un 42% de los ingresos de la compañía. De esta manera, entre las conexiones anteriores generadas por este convenio, Arsat lleva conectividad con fibra óptica y enlaces terrestres a más de 14.400 escuelas y por satélite lleva internet de alta calidad a otras 1.900.

Esta información se dio a conocer en un contexto en el que se trata la posibilidad de que el presidente electo de ultraderecha, Javier Milei, privatice la empresa del sector público tras asumir el próximo 10 de diciembre. Estas versiones de diferentes prensas, dieron cuenta del presunto interés en adquirir Arsat por parte de la empresa América Móviles, del magnate mexicano Carlos Slim. Desde la empresa azteca, Arturo Elías, vocero de América Móviles, salió al cruce de estas versiones al asegurar que “es todo falso”, en respuesta a consultas de agencias internacionales.

La desmentida del vocero del grupo empresario mexicano tuvo como foco una versión de prensa publicada en varios portales locales, que coincidían en señalar la existencia de un acuerdo y que el precio que iba a pagar Slim por Arsat rondaría los US$ 930 millones. Sin embargo, la especulación de una posible venta se sostiene, ya que en la última licitación de 5G colocó a la firma Claro como un oferente menor para adjudicar el espacio de intervención, comparado con Telecom.

Cabe recordar que el primer año de gestión efectiva de este período, Arsat enfrentó la pandemia y debió superar el desafío de garantizar la conectividad mediante sus diferentes servicios. Para asistir las necesidades que imponía la pandemia, 300 centros de salud, muchos de ellos en la zona cordillerana, sin ninguna forma de comunicación de datos previa, tuvieron conectividad mediante las antenas que instaló el personal de la empresa estatal de telecomunicaciones, lo que decantó en una mejora inmediata en la tarea de los profesionales de la salud.

La conectividad de estos servicios permitió que los equipos de salud trabajarán en red con otros establecimientos y se realizaran interconsultas con especialistas de distintos hospitales o centros de salud, evitando traslados innecesarios de la población. El éxito del proyecto derivó en una extensión de la propuesta por la que en la actualidad llega con conectividad satelital a unos dos mil centros de salud primarios del país.

Asimismo, a la conectividad se sumaron otros servicios como alejamiento de información, servicios profesionales de configuración, instalación, desarrollo de aplicaciones de datos espaciales, entre otras. También se conformó la red Federal de Telesalud y Comunicación, en la que participan mil establecimientos de distintos niveles de complejidad, y ubicados en las diferentes provincias.

Además, se creó la “nube de información sanitaria”, se desarrolló la Historia de Salud Integrada, una historia clínica digital que está implementada en 8 jurisdicciones y más de 500 establecimientos y se incorporó a la propuesta la receta electrónica.

También la pandemia aceleró la actualización tecnológica de la Red Federal de Fibra Óptica (ReFeFo), que operó al límite de la saturación desde el año 2020, principalmente se da a que varios enlaces no tuvieron la inversión necesaria en los años previos para que pudieran responder al incremento natural de la demanda de capacidad.

Actualmente la red de fibra óptica mayorista tiene una extensión de 34.500 kilómetros iluminados, con su correspondiente soporte tecnológico instalado, conectando a más de 1.300 localidades en todo el país. El tendido está compuesto por una red troncal federal, organizada en trece regiones geográficas, y redes provinciales interconectadas.

De esta manera, hay cobertura en los nodos de cada pueblo, donde el acceso a internet de alta velocidad es limitado. Como prestador mayorista, Arsat conecta a los proveedores locales, principalmente a pequeñas y medianas cooperativas de telecomunicaciones. Además, en cualquier lugar distante en el que un habitante paga con un medio electrónico lo hace por medio de la comunicación que fluye por los satélites. 

Por otro lado, funciona el Centro Nacional de Datos en una superficie de 4.500 metros cuadrados, que alberga sistemas de información y almacenamiento con 600 racks que ofrecen servicios de hosting. El data center es el eje estructural de la red federal de fibra óptica, donde llegan los 36.000 kilómetros de fibra óptica que están distribuidos en todo el país.

Cabe señalar, que sólo en el primer año de gestión la red soportó un incremento del tráfico del 87%, lo que estaba directamente relacionado con la variedad de actividades que dejaron de realizarse en forma presencial y pasaron a concretarse en línea.

Desde las clases virtuales, la reunión de trabajo, hasta el comercio electrónico y la incorporación de nuevas aplicaciones como “Mi Argentina”, para tener a mano los certificados de vacunas Covid, requerían de una infraestructura de fibra óptica que permita que los proveedores de internet minorista llegarán a los hogares con conexiones de calidad.

Con respecto a los logros y avances de la gestión se incluye la política de género que tuvo por objetivo visibilizar la actividad de las ingenieras y responsables de área técnica en Arsat, tanto en convenciones de índole nacional como internacional.

Arsat, fundada en 2003 como una empresa de soluciones satelitales, se convirtió durante y a partir de la pandemia en una empresa imprescindible para sostener la conectividad en todo el país. De esta manera, hizo posible que Argentina sea uno de los pocos países del mundo que además de tener la capacidad diseñar y construir satélites, también los opere. Eso decanta en la soberanía espacial, y que no se dependa de comercializar con otro país un satélite.

Plan de conectividad integral para escuelas públicas de todo el país

Plan de conectividad integral para escuelas públicas de todo el país

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La empresa de comunicaciones del Estado, Arsat, y el Ministerio de Educación de la Nación concretarán un acuerdo de conectividad integral para abastecer a las escuelas públicas de Argentina. 

Este jueves, la empresa de telecomunicaciones del Estado, Arsat, firmará un convenio marco (modalidad de contratación mediante la cual se selecciona a uno o más proveedores a través de Licitación Pública) con el Ministerio de Educación de la Nación, a través del cual se pondrá en funcionamiento un plan de conectividad integral.

La medida tiene por objetivo proveer de internet a todas las escuelas publicas del país, lo que requerirá la inversión de 400 millones de dólares. En este sentido, el presidente de la compañía, Matías Tombolini, y el ministro de Educación, Jaime Perzyck, concretarán el acuerdo durante la reunión del Consejo Federal de Educación que se llevará a cabo esta tarde en Ushuaia. 

El plan tendrá una duración de tres años y proveerá de internet a las 42.630 escuelas de gestión publica que se encuentran a lo largo y ancho del territorio argentino. 

Actualmente, el 62% del total del estudiantado se encuentra en condiciones de tener acceso a conectividad en las instituciones educativas a las que acuden. El acuerdo tiene por finalidad brindar cobertura al 100% de lxs estudiantes, lo que representa a más 9.700.000 alumnes de todas las provincias del país.

La solución integral que proyecta Arsat se llevará a cabo a partir de la actualización de la infraestructura tecnológica existente en los edificios educativos, y la correcta ampliación de la misma, además de la utilización de conectividad satelital (Banda Ka y Banda Ku) y el sistema integrado de conectividad terrestre (Refefo).

La empresa de comunicaciones será la encargada de gestionar en su totalidad el proyecto, su monitoreo y almacenamiento. Dicha iniciativa responde a las necesidades de un mundo digitalizado, en el que internet se constituye como un derecho humano que desde el Estado debe ser promovido y protegido.

Argentina retoma el Plan Geoestacionario

Argentina retoma el Plan Geoestacionario

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Por Jonatan Pérez*

El pasado martes 4 de febrero y a pocos días de cumplirse los primeros dos meses de gestión de Alberto Fernández, ARSAT anunció que se llevará adelante la construcción del tercer satélite nacional que buscará llevar banda ancha a todo el país.

La empresa de telecomunicaciones del Estado argentino ARSAT y la empresa rionegrina de alta tecnología INVAP, llevaron adelante la primera reunión junto con  la titular de la Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete, Micaela Sánchez Malcolm, y el subsecretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Martín Olmos, en el predio de ARSAT en Benavídez, para retomar el desarrollo del Plan Geoestacionario con la fabricación de un satélite de alto rendimiento.

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ARSAT presentó inicialmente el estado de situación de las redes satelitales solicitadas por la República Argentina como administración notificante ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Luego se analizó el despliegue actual del servicio de banda ancha satelital en domicilios de difícil acceso ubicados en la parte norte de la cordillera de los Andes y diversas alternativas de definición de misión para el próximo satélite de segunda generación.

INVAP, por su parte, informó sobre los avances en la plataforma de nueva generación smallgeo con propulsión eléctrica. El fabricante también presentó GSATCOM, sociedad que se estableció en 2019 con Turkish Aerospace Industries (TAI), para el desarrollo de misiones de comunicaciones geoestacionarias pequeñas con propulsión eléctrica.

Si bien el lanzamiento de lo que sería el ARSAT-3 estaba previsto en el Plan Geoestacionario para el año 2019, ahora se espera que este se de para 2023. Esto se debe a que la gestión de Cambiemos suspendió la construcción del mismo en el año 2016, en una clara violación de la  Ley 27.208 de Desarrollo Satelital.

ARSAT informó que este tercer satélite nacional será parte la flota construida anteriormente en conjunto con INVAP, siendo complementario a ARSAT-1 y ARSAT-2. También se anunció que este último será el primer satélite geoestacionario nacional de alto rendimiento (HTS por su abreviatura en inglés de High Throughput Satellite) y tendrá el objetivo principal de brindar banda ancha sobre el territorio argentino.

En cuanto a esto último, el Presidente de ARSAT, Pablo Tognetti, habló de un  “relanzamiento del Plan Satelital de Arsat que se enmarca en una política de Estado que establece el acceso universal a internet y a las tecnologías de la información como un derecho de todos los ciudadanos. Para eso hay que abarcar a todo el país con el precio más bajo posible. En ese sentido, tiene una función fundamental nuestra Red Federal de Fibra Óptica que cuenta con más de 30.000 kilómetros operativos”.

También agregó que “en la Argentina hay muchos lugares remotos, que para hacer tendidos de fibra óptica hay que invertir demasiado dinero o tiempo, entonces ahí lo más efectivo es acceder con conectividad satelital. De este modo, el tercer satélite del Plan Satelital de Arsat estará dedicado principalmente a Internet”. Por su parte, Micaela Sanchez Malcom sostuvo que  “el proyecto es una política de Estado muy importante para nosotros. Debemos igualar derechos y gestionar políticamente para garantizar la universalización de la conectividad”.


* Periodista, columnista en "No Se Mancha" y "Columna Vertebral" (ambos en Radio Estación Sur - FM 91,7), responsable de la sección Ciencia y Tecnología de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Mauricio Macri y el misterio de cómo pasamos de poner satélites en órbita a quedar desorbitados

Mauricio Macri y el misterio de cómo pasamos de poner satélites en órbita a quedar desorbitados

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Por Jonatan Pérez*

Como si del peor villano de las historias ficticias se tratara, Cambiemos arrasó con todo a su paso. La ciencia y la tecnología no sólo no quedaron afuera de esto, sino que pasamos de estar en el Top-Ten de países en materia espacial a tener que alquilar satélites obsoletos para no perder posiciones orbitales.


Argentina y el espacio: un breve repaso histórico

La historia de Argentina en el espacio es muy amplia y con grandes éxitos. Nuestro país supo estar ubicado en la élite de la industria espacial logrando la creación de los cohetes Rigel, Castor y Tauro en las década del 60, 70 y 80. Lamentablemente fueron desechados por el gobierno neoliberal de Carlos Menem, con la privatización y desmantelamiento de NAHUELSAT, la empresa argentina creada para poner en órbita los satélites geoestacionarios de comunicaciones, luego de que nuestro país obtuviera la reserva de dos órbitas geoestacionarias ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el 28 de febrero de 1985.

Las malas decisiones tomadas por el gobierno menemista y la crisis económica llevaron a que NAHUELSAT se declarara en bancarrota en el año 2004. Al no contar ya con NAHUELSAT, Argentina no tendría una empresa a cargo de las órbitas geoestacionarias y perdería el dominio de las mismas, las cuales eran pretendidas por el Reino Unido ya que con la tecnología existente en ese momento abarcaba desde los EEUU hasta las Islas Malvinas.

La década ganada

El gobierno de Néstor Kirchner recuperaría la soberanía espacial: el espacio radioeléctrico había sido privatizado y las órbitas estaban a punto de perderse a manos de la empresa privada Thales no quería renovar el satélite. Tras la bancarrota de NAHUELSAT, Kirchner solicitó una prorroga a la UIT para no perder las órbitas geoestacionarias. En 2006 se funda la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (ARSAT), que sería la empresa de telecomunicaciones del Estado encargada de brindar servicios de transmisión de datos, telefonía y televisión por medio de infraestructura terrestre, aérea y espacial; y estaría acompañada por el Programa Espacial Argentino, que tenía como objetivo la exploración espacial y la creación de satélites fabricados en el país.

Esta política estaría acompañada por un proyecto de lanzamiento de 3 satélites geoestacionarios de telecomunicaciones argentinos: el ARSAT-1, el ARSAT-2 y el ARSAT-3. Cada uno de estos tenía un objetivo particular:

  • El ARSAT-1 sería el primer satélite geoestacionario y permitiría dejar de alquilar viejos satélites para no perder las órbitas geoestacionarias. Este prestaría el servicio de televisión digital, internet y telefonía, y tendría una vida útil de 15 años.
  • El ARSAT-2 sería el complemento del ARSAT-1 y permitiría que las empresas nacionales e internacionales puedan exportar servicios de comunicación a toda la región, prestando servicios de televisión digital, internet y la transmisión de datos por toda Sudamérica y parte de Norteamérica.
  • El ARSAT-3 ayudaría no sólo abarcar a todo el continente americano, sino que también a maximizar y desarrollar toda la fibra óptica a lo largo y ancho de nuestro país.

Pese a las críticas de parte de algunos medios opositores, el 16 de octubre del año 2014 se convertiría en uno de los días más importantes no sólo para nuestro país, sino que para toda Latinoamérica. Argentina se transformaba en el primer país latinoamericano en tener en órbita un satélite geoestacional de construcción propia: el ARSAT-1.

Puesto en la posición orbital 72° oeste y en un trabajo conjunto entre ARSAT e INVAP, la empresa argentina de alta tecnología dedicada, entre otras cosas, al diseño de tecnología espacial. Esta última no sólo es una de las más prestigiosas a nivel continental en materia tecnológica sino que es la única empresa latinoamericana reconocida por la NASA como apta para realizar satélites completos, desde su diseño y construcción hasta su operación (excepto su lanzamiento).

Poco menos de un año más tarde, exactamente el 30 de septiembre de 2015, se lanzaría al espacio el ARSAT-2 y se ubicaría en la posición orbital 81° oeste.

Con ambos satélites en el espacio, Argentina no sólo aseguró su soberanía espacial sino que también logró conservar las órbitas geoestacionarias con satélites propios, ahorrando aproximadamente U$S 25 millones anuales en pagos a empresas de telecomunicaciones extranjeras.

Esto vendría acompañado de la Ley 27.208 de Desarrollo Satelital aprobada el día 3 de Noviembre del año 2015. Dicha ley aprueba el Plan Geoestacionario Argentino 2015-2035 que, entre muchos de sus proyectos, cuenta con la producción de ocho nuevos satélites en los próximos 20 años, entre ellos los reemplazos de ARSAT-1 y ARSAT-2.

Cambiando futuro por pasado

El ARSAT-3 era el primer satélite a construir según el Plan Geoestacionario Argentino y tenía que entrar en órbita en 2019, cosa que no ocurrió.

Con la victoria de Cambiemos y la asunción de Mauricio Macri a finales de 2015, Argentina dio un giro de 180 grados en su política espacial, lo que implicó un gran retroceso en estos casi cuatro años. El desfinanciamiento a ARSAT, los recortes en ciencia y tecnología acompañado de los tarifazos llevaron a muchas de las PyMES que participaban del proyecto a su cierre.

En una clara violación a la Ley 27.208, el gobierno de Mauricio Macri suspendió la construcción del ARSAT-3 al poco tiempo de asumir bajo distintos pretextos. Si bien la INVAP suspendió la construcción del satélite, siguió trabajando en otros proyectos del Estado.

Uno de los grandes cambios fue que a mediados del año 2016, el ARSAT-2 comenzó a operar utilizado por una compañía de televisión por cable, la empresa mexicana de telecomunicaciones, America Movil. Poco después se sumaron a esta el Grupo Clarin y la señal de TyC Sports.

A mediados de 2018 y tras varios recortes en el presupuesto de ciencia y tecnología, el presidente declaró que “los contratos que tenía la Nación previstos con INVAP eran de la época de la magia y la plata no está”. Esto traería fuertes críticas de la comunidad científica nacional, y grandes consecuencias para la empresa estatal, que a finales de ese año sacó un informe en el que explicaba al detalle las deudas que tenía el Estado para con la empresa: casi $700 Millones.

En dicho informe la INVAP aclaraba que el Estado estaba retrasado en el pago de los avances de los distintos proyectos que llevaba adelante. Esto llevó a que la empresa deba tomar deuda para afrontar sus obligaciones. Los préstamos bancarios aumentaron de $391 millones en marzo de 2017 a $947 en marzo del siguiente año.

Este año, y tras la cancelación del ARSAT-3, nuestro país debió volver a alquilar un satélite para no perder una posición orbital, un retroceso total en materia espacial. En este acuerdo, ARSAT deberá pagar a lo largo del año la suma de €7 millones a la empresa SES por el alquiler del ASTRA-1H, un satélite que ya no tiene vida útil pero que será utilizado para informar a la UIT que la posición orbital 81° Oeste en Banda Ka está ocupada y así no perder la órbita geoestacionaria que permite brindar el servicio de internet de banda ancha.

El 26 de septiembre pasado se anunció en el boletín oficial la autorización a dos empresas a proveer facilidades satelitales ¿Qué significa esto? A grandes rasgos, que la Secretaría de Gobierno de Modernización de Argentina autorizó dos nuevos satélites a operar sobre el territorio argentino: el Eutelsat-65 West A, perteneciente a Satélites Mexicanos S.A. de Capital Variable, y el SES-10, de la empresa New Skies Satellites Argentina. Para ello, la Secretaría General de la Comunidad Andina debió otorgar el Registro en la Lista Andina Satelital de los satélites ARSAT-1 y ARSAT-2, para que el operador de las redes de satélite notificadas por la Administración Argentina ante la UIT correspondientes a dichos satélites, pueda ofrecer capacidad satelital de los mismos en los países miembros de la Comunidad Andina.

Recuperar la soberanía espacial

Tras el desmantelamiento de una política espacial soberana y ante los incumplimientos a la Ley 27.208 por parte de Cambiemos, el próximo gobierno deberá recuperar aquello que Macri y compañía destruyeron. Si bien los presupuestos no serán los mismos tras el vaciamiento de la gestión de MM, la fórmula Fernández-Fernández tiene la responsabilidad y el deber histórico de recuperar el terreno perdido y retomar la construcción del ARSAT-3, el cual no sólo evitará alquilar satélites que no funcionan, sino que será redituable en un futuro, a nivel económico y comunicacional como precursor en América Latina.

Una política espacial soberana que apunte a repatriar a los científicos que se fueron del país tras el desmantelamiento de los distintos programas del sector; que retome e impulse la creación de equipamiento nacional; que ayude a recuperar las PyMES que fueron parte de acontecimientos históricos en esta materia en nuestro país; y que apunte a que la TDA y el servicio de comunicaciones satelitales sea por y para todos.


* Periodista, columnista en "No Se Mancha" y "Columna Vertebral" (ambos en Radio Estación Sur - FM 91,7), responsable de la sección Ciencia y Tecnología de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
http://latamsatelital.com/se-publico-libro-la-ley-desarrollo-la-industria-satelital-argentina/
http://latamsatelital.com/hoy-se-tratara-en-comisiones-el-proyecto-de-ley-de-desarrollo-de-la-industria-satelital/
https://www.lanacion.com.ar/sociedad/expectativa-por-el-lanzamiento-del-satelite-argentino-arsat-1-nid1735732
http://latamsatelital.com/invap-preocupacion-reaccion-tras-las-declaraciones-macri/
http://latamsatelital.com/informe-invap-contratos-estado-nacional/
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/210069/20190626
https://www.pagina12.com.ar/174238-el-costo-de-haber-abandonado-el-arsat-3
https://eldestapeweb.com/nota/primera-privatizacion-de-la-era-macri-arsat-pasa-a-manos-privadas-2017-7-16-21-45-0

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