En su recorrido en el barrio porteño ubicado en la zona de Retiro, las funcionarias participaron de una asamblea en la cancha de un club de fútbol femenino y visitaron proyectos sociales liderados por mujeres y trans.
Las ministras de las Mujeres de Argentina y Chile visitaron diversos proyectos sociales liderados por mujeres y trans del Barrio 31. La recorrida finalizó con una asamblea en la cancha del club de fútbol femenino “La Nuestra” y tuvo como común denominador del encuentro la importancia de la gestión pública territorial. Es la primera vez que dos ministras de Mujeres de países vecinos recorren el histórico barrio porteño ubicado en la zona de Retiro.
La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Elizabeth Gómez Alcorta, señaló al respecto que “es la primera vez porque antes nuestro cargo no existía“. La visita al barrio popular porteño se produjo por pedido de la titular del ministerio de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, Antonia Orellana, quien decidió ir al territorio luego de las actividades protocolares. Orellana es la ministra más joven del gabinete conformado por el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien llegó este domingo a la Argentina. Es la primera visita oficial del mandatario de al país en viaje oficial como jefe de Estado.
Las funcionarias estuvieron con representantes de la Asamblea Feminista, del Movimiento Ni Una Menos y Mónica Menini, de Católicas por el Derecho a Decidir e Incidencia Feminista. En ese marco integrante s de la Asamblea Feminista local compartieron un mapa que hicieron para identificar la crisis habitacional y reclamar una urbanización inclusiva. Silvana Olivera, integrante de la Asamblea Feminista, explico que “le falta perspectiva de género que se nota en el endeudamiento, en el acceso a viviendas, al registro catastral“.
También recorrieron un merendero que cuenta con un espacio de género y una guardia telefónica para que las vecinas puedan acceder a servicios y asistencia cuando lo necesitan. Para luego continuar la visita guiadas por Martina Pelinco, de la Casa Diversidad Trans Villera, en el que funciona un taller de costura que da trabajo a 13 personas mediante el programa Producir.
En este sentido Pelinco destacó que “el apoyo estatal nos permite tener más trabajo, trabajo digno y eso nos hace libres. Y es de formación política, porque estamos conociendo nuestros derechos“. A su vez, las ministras reconocieron que es una realidad que la pobreza está feminizada, y que las políticas de cuidado son ejes prioritarios en sus gestiones. Para la ministra chilena el feminismo “es una transformación política“.
Previamente de la visita al Barrio 31, las funcionarias firmaron un acuerdo de cooperación para el diseño, implementación y seguimiento de políticas públicas en materia de género y diversidad, que permitirá intercambiar experiencias y asistencia en el desarrollo de metodologías, capacitaciones, pasantías, instrumentos, documentos estratégicos y en el desarrollo de programas y políticas conjuntas, según afirma el documento oficial.
El recorrido de las funcionarias terminó con una asamblea feminista en la cancha del barrio, sede del histórico club de fútbol femenino “La Nuestra”, que nació hace 15 años de la mano de Mónica Santino, jugadora y directora técnica quien menciono que “las transformaciones son colectivas y hay otra manera de hacer política, también desde un lugar de ternura“.
En el cierre de la actividad, Orellana afirmó que “si hoy en Latinoamérica hay potencia transformadora y de recuperar todo lo que se retrocedió estos años por las políticas neoliberales es porque las mujeres somos puntales de la transformación política en la institucionalidad y en el trabajo en el barrio. Es en ese trabajo en barrios en donde encontramos cómo hacer política inclusiva e igualitaria de verdad“.
Gómez Alcorta cerró el encuentro insistiendo en que “las feministas, los gobiernos populares y nacionales gobernamos en el Estado y en la calle y los territorios. Es importante cuidar todos los espacios. En definitiva, cualquier derrota puede ser transitoria, pero si perdemos los territorios esas derrotas pueden ser estratégicas y es lo que no nos podemos permitir nunca, ni siquiera en momentos difíciles, de crisis“.