Mansilla: “El problema de la basura es un problema estructural en la ciudad”

Mansilla: “El problema de la basura es un problema estructural en la ciudad”

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Dialogamos con Cintia Mansilla, concejala platense por el Frente de Todos, sobre el tratamiento de los basurales a cielo abierto y la falta de transparencia del municipio.

La deficiencia en el servicio de recolección de residuos y el crecimiento de basurales a cielo abierto en los barrios de la periferia de La Plata contrastan con la promesa de Ciudad Verde y Sustentable que propone el intendente Julio Garro. Hablamos con Cintia Mansilla, concejala platense por el Frente de Todos, sobre la problemática que afecta cada vez a más vecinos y los reclamos por la falta de transparencia del municipio en sus vínculos con la empresa ESUR, que se lleva el 25% del presupuesto local. 

¿Qué sucede con el servicio de recolección de residuos en los barrios? ¿Qué demandas reciben de los vecinos? 

Estamos en una situación muy crítica respecto a la recolección de residuos en la ciudad. Si te alejas un poco del casco urbano, se ve que la cuestión de la basura es un problema, que ya afecta sanitariamente en los barrios de la periferia de la ciudad, pero también en términos de la planificación. En concreto, el problema es la deficiencia del servicio.

Uno de los primeros problemas es que no hay claridad o transparencia en función de saber cuáles son los recorridos concretos que tiene que hacer la empresa de recolección de residuos. Y el segundo, tiene que ver con la falta de la ubicación de contenedores en los barrios, que se suma al problema del estado de las calles: los camiones no entran a los barrios de la periferia porque las calles no están en condiciones para que suceda. 

¿Y en el casco urbano?

En el casco hay un funcionamiento bueno del servicio de recolección, aunque sucede que algunos barrios quedaron en el casco más histórico, como el barrio Hipódromo, por ejemplo, y otros lugares que se van alejando del casco urbano, y en los que hay muchos reclamos de los vecinos sobre el servicio. Particularmente, en el barrio Hipódromo pasó que las cuadrillas de limpieza que estaban funcionando en ese lugar, que eran cooperativistas, se sacaron a partir de la idea del intendente de pasar a contratación a esos trabajadores. Pero eso no sucedió, hay un personal que no se reemplazó y toda la limpieza que se venía haciendo del barrio no se está haciendo. 

También es cierto que hay un maquillaje en el casco, que se va notando, pero que también es un problema. Tanto en los barrios como en el casco urbano no pasan a buscar las bolsas verdes de forma diferenciada. Entonces el ejercicio de los vecinos de reciclar desaparece cuando el mismo camión pasa a recolectar y se lleva las bolsas negras y verdes todas juntas. 

¿Qué problemas genera esta deficiencia del servicio?

Hicimos un recorrido muy detallado de varios de los barrios que se encuentran con esta situación y tenemos un problema enorme con la creación de basurales a cielo abierto en muchas de las localidades: Villa Elvira, Romero, Altos de San Lorenzo. Los vecinos reclaman que el camión pasa una vez por semana o no tiene una frecuencia clara. Eso genera que se acumulen residuos por la falta de servicio, pero también que los vecinos tiren basura en una esquina porque no la pueden llevar a 30 cuadras donde hay un contenedor o una calle por la que pasa el camión. 

En la ciudad tenemos un problema estructural que es el crecimiento sin planificación y sin acompañamiento municipal, que hace que algunos barrios queden por fuera de la estructura a resolver, tanto edilicia como también de calles. Y esto afecta todo: no llega el servicio de salud como tiene que llegar en la salita de los barrios, no llega el arreglo de calles, y tampoco tenemos un avance en cuanto a la falta de cloacas. Si a esto le sumamos que la recolección de basura no es tal, y se generan estos basurales a cielo abierto o microbasurales, tenemos un problema sanitario enorme. 

¿Por qué sucede esto? ¿Sobre quién recae la responsabilidad?

La recolección de basura en la ciudad es un servicio tercerizado. No lo lleva a cabo el municipio, sino una empresa que es ESUR S.A., contratada desde hace varias gestiones. Es decir, el problema de la basura es un problema estructural en la ciudad. Eso es así. No viene solamente de esta gestión, pero sí se profundizó. 

En 2018, el intendente Julio Garro tuvo la oportunidad de cambiar la empresa prestataria del servicio, cosa que no realizó. Al contrario, se le sumó una cantidad mucho más grande de dinero en la contratación y hoy tenemos casi el 25% del presupuesto municipal puesto en esta empresa.  Lo que se invierte representa el presupuesto más caro en recolección de residuos en la provincia de Buenos Aires.

Esto muestra que no es un problema en términos de fondos, sino que tiene que ver con el funcionamiento del servicio y el no seguimiento por parte del municipio: no hay multas que se hagan por la falta de recolección de la empresa, ni tampoco sabemos qué discusiones tuvo la gestión respecto a las denuncias que vienen haciendo repetidamente los vecinos de prácticamente todos los barrios de la ciudad. Tenemos un presupuesto enorme puesto en este servicio que no funciona. Hay muchos municipios que tercerizan el servicio, pero también hay muchos ejemplos de municipios que gestionan la recolección de basura, con mucho menos presupuesto que el nuestro, ya sea con cooperativas conformadas u otras experiencias. Entendemos que La Plata está en condiciones de poder hacerlo. 

Pero Garro habla de La Plata como “Ciudad Verde”…

Hay una focalización en lo que sale a decir el intendente, donde tenemos una ciudad supuestamente planificada, con puntos de Ecocanje, con recolección de residuos y tratando de generar una política en cuanto a la separación de residuos en origen. Esto está bueno discursivamente, es algo que el intendente viene recalcando cada vez que habla del tema, como lo hizo en el inicio de sesiones ordinarias del Concejo. Es mentira que tenemos una ciudad eco sustentable con una política marcada en ese sentido. El intendente desconoce concretamente qué es lo que pasa en la ciudad y qué le pasa a los vecinos. 

¿Qué respuestas dio el municipio sobre los problemas con este servicio?

Desde el bloque del Frente de Todos hemos presentado muchos pedidos de informe respecto al funcionamiento de la empresa ESUR, sobre las recolecciones que no se hacen, los caminos que están supuestamente señalados para que pase la recolección de basura y no pasa, los días en que deben pasar los camiones, etc. La recolección de basura parece más un negocio para el municipio que un servicio esencial. Lo que hay por detrás es muy oscuro porque no sabemos cuáles son las obligaciones que tiene la empresa y cuál es la acción que toma el municipio para que la empresa haga lo que tiene que hacer. No hay nada de transparencia. No hay ninguna multa hecha por parte del municipio a la empresa ESUR por las fallas en el servicio.

¿Qué propuestas se presentaron o se están trabajando desde el bloque del Frente de Todos?

Nosotros discutimos dos cosas: que para poder generar una mirada más profunda del funcionamiento del servicio necesitamos saber en qué consiste el mismo, que es lo que estamos pidiendo y no nos dan respuesta. Realizamos presentaciones todas las sesiones al respecto. Hemos presentado desde el bloque algunos proyectos que tratan de atacar el tema de la falta de transparencia y el enorme financiamiento que tiene la Municipalidad. Los pedidos de informe son en función de eso, porque es difícil para cada vecino reclamar el recorrido del camión de la basura si no sabe cuál es. 

Hay propuestas que se presentaron como proyectos de ordenanza, pero no fueron votadas. Uno de los mayores problemas que tenemos con el bloque es que no somos mayoría en el Concejo, pero además Juntos por el Cambio tiene la mayoría automática, entonces para muchas de estas cuestiones relacionadas con temas esenciales para la población no podemos intervenir a menos que generemos campañas de visibilización de los microbasurales, de los basurales a cielo abierto y de basurales provocados por el mismo municipio. 


Agustina Flores
Agustina Flores

Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Delfina Venece
Delfina Venece

Nací en el interior de Buenos Aires: los porteños nos confunden con Parque Chacabuco. De crianza gorila, devenida en pseudo-troska por contraste, hoy peronista por convicción. Mi canción favorita a los 10 años era Los Salieris de Charly, de León Gieco.

Olor a basura: los negocios de Garro siguen ensuciando la ciudad

Olor a basura: los negocios de Garro siguen ensuciando la ciudad

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Vecinos y vecinas de los barrios de la periferia platense conviven con basurales y en condiciones que pueden perjudicar su salud, mientras se enfrentan al silencio y la negligencia del municipio y sus acuerdos con la empresa que presta el servicio.

Los basurales a cielo abierto que se multiplican desde hace años en los barrios de la periferia platense no se pueden ocultar detrás de un disfraz verde que intenta imponer el gobierno local en manos de Julio Garro. Los vecinos y vecinas son testigos, todos los días, de las fallas en los servicios de recolección de los residuos, la falta de contenedores cercanos a sus casas o barrios y las condiciones en las que se encuentran las calles, que impiden el ingreso de los camiones que se llevan la basura. 

La iniciativa del gobierno neoliberal de Juntos por el Cambio en La Plata para construir una “ciudad verde, sustentable y resiliente” contrasta enormemente con los intereses y negocios que tiene el municipio con la empresa ESUR S.A., la cual recibe casi el 25% del presupuesto local por ofrecer un servicio no funciona como corresponde. 

Residuos sin rumbo

Los servicios no llegan a los barrios de la periferia de la ciudad, o lo hacen de forma irregular e insuficiente, provocando la creación de basurales a cielo abierto o microbasurales en las esquinas, en terrenos baldíos, o incluso sobre calles que terminan bloqueadas para la circulación. Muchos de ellos generados por los mismos vecinos que no encuentran otra solución para la ubicación de sus residuos, pero también aquellos provocados por el mismo Estado municipal.

Mapa de basurales en La Plata en 2017

No se conocen los recorridos, días y horarios en los que el camión pasa a recolectar la basura; en la gran mayoría de los barrios el recolector directamente no pasa o lo hace con irregularidad; no hay contenedores para depositar la basura y los vecinos deben caminar cuadras y cuadras para encontrar uno; a lo que también se suma las condiciones en las que se encuentran las calles: los camiones argumentan que el estado deficiente de los caminos les impide acceder a los barrios para retirar la basura. Y como si ello fuera poco, lejos de promover una ciudad verde y sustentable, el mismo municipio genera basurales a cielo abierto en las afueras del casco urbano en lugar de generar políticas para la gestión de los residuos.

La página web de la Municipalidad presenta los mapas de recorrido de los camiones de recolección de basura pero no son respetados. En Sicardi, Garibaldi y Arana solo hay recorrido para los camiones que retiran basura en la bolsa negra (no reciclables, residuos húmedos). Al igual que en algunas zonas de Altos de San Lorenzo y Villa Elvira.

¿Quién se hace cargo?

El problema de los basurales no emergió de repente en los últimos años en los barrios de la periferia. Es un problema estructural. De hecho, la empresa ESUR S.A. tiene las llaves del servicio desde hace más de 20 años. Pero la situación se profundizó durante la gestión del intendente Julio Garro, quien no dudó en renovar la licitación en 2018 por ocho años más, a pesar de los reclamos de los vecinos. A lo largo de 2022, según el presupuesto aprobado por el Concejo Deliberante, está previsto que esta empresa reciba una cuarta parte de los recursos totales con los que cuenta el municipio: casi 6.500 millones de pesos de un total de más de 27 millones para la recolección de residuos y la instalación de contenedores. 

Fuente: Municipalidad de La Plata

Además, el pliego de condiciones generales aprobado hace cuatro años establece que la fiscalización y control de los servicios debe estar a cargo de la Municipalidad. Pero la misma se resiste a dar información y no realiza un seguimiento real de las condiciones del servicio. 

“No hay multas hechas por la falta de recolección de la empresa, ni tampoco sabemos qué discusiones tuvo la gestión respecto a las denuncias que vienen haciendo repetidamente los vecinos de prácticamente todos los barrios de la ciudad”, señaló a este medio Cintia Masilla, concejala por el Frente de Todos en La Plata al ser consultada por esta problemática. Y agregó: “Lo que se invierte representa el presupuesto más caro en recolección de residuos en la provincia de Buenos Aires. Un presupuesto enorme puesto en un servicio que no funciona”. 

No es un problema de recursos económicos. El presupuesto en alza destinado a este servicio deficitario da cuenta de negociados oscuros que están ocultos a los ojos de los vecinos y vecinas de toda la ciudad. Lo que sí pueden ver con claridad quienes habitan las periferias del casco urbano son los basurales a cielo abierto y microbasurales que se multiplican. 

El Estado municipal no solo debería haber evitado la generación de los basurales, sino que, una vez que ya existen, tiene la obligación de brindar una solución: según las leyes nacionales N° 25.675 y N°11.723, las Autoridades Municipales quedan obligadas a clausurar los basurales.

Más que solo basura

La situación perjudica cada vez más las vidas de los vecinos de los barrios. Incluso hace que algunas calles dejen de ser transitables. “Tenemos un basural en la esquina hace 3 años, pero desde antes ya teníamos basurales en 25 y 85, donde es una calle que no está abierta, quedó como campo tapada por la basura. Otro basural en 26 y 86 donde antes había contenedores que desaparecieron, otro en 27 y 86 también, y muchos más”, nos comentó “Negu”, vecina de Altos de San Lorenzo y responsable del comedor 25 de Abril de la CTD Aníbal Verón, ubicado en calles 25 bis y 87. 

Basural de las calles 25 bis y 87 – Imagen propia

“Te dicen que pasan lunes, miércoles y viernes, y después te aparecen un jueves. Depende de uno como vecino saber qué días pasa el recolector, poder quemar la basura que se pueda quemar, y hacer entender a los vecinos que tirar la basura en cualquier lado es como tirarla en la puerta de tu casa”, explicó “Negu”. 

A esto se suma que los basurales generan condiciones peligrosas para la salud de quienes transitan las cercanías de esos espacios. La falta de resolución de este problema por parte del municipio genera problemas sanitarios graves que ponen en riesgo a los platenses. Así también, afecta al ambiente por la modificación de las funciones ecosistémicas de cada territorio. En este caso genera la mala absorción de las aguas -produciendo inundaciones-, la contaminación de las napas subterráneas y los arroyos cercanos, la modificación de la tierra en términos de fertilidad para las zonas productivas, entre otros.

La mentira de la ciudad verde

Fuente: Municipalidad de La Plata

El pasado 28 de junio, Argentina entró en “default ambiental”: todos los recursos que teníamos para consumir en un año, de acuerdo a la cantidad que generamos en ese mismo período, ya fueron consumidos. Ante esto, el intendente de la ciudad, Julio Garro, hizo un llamado de atención en Twitter y resumió en un hilo las políticas ambientales que implementó durante su gestión.

Mencionó los “puntos de ecocanje” y los “puntos verdes”, charlas sobre compostaje y cuidado ambiental y la entrega de reconocimientos a empresas que cuentan con producción sustentable. Si bien son políticas correctas, no se terminan de implementar y se contradicen con otras acciones del municipio: el no tratamiento de los basurales a cielo abierto ya mencionado, la recolección incorrecta de residuos en donde se juntan todas las bolsas -las verdes y las negras- sin respetar la separación en origen, entre otras.

Un municipio en silencio

Las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de la ciudad encuentran frecuentemente un tema en agenda: los pedidos de informes de la bancada opositora del Frente de Todos para que el Ejecutivo explique cómo es la auditoría y el control sobre la empresa ESUR. Sin embargo, las respuestas nunca llegan. No hay fiscalización ni control del servicio, tampoco multas o penalizaciones que sancionen a la empresa a partir de los reclamos y demandas de los vecinos y vecinas.

La falta de información sobre este negociado y la negación de la problemática por parte del municipio obstaculiza la presentación de propuestas y alternativas al servicio. La necesidad de recibir una respuesta es urgente. Los basurales siguen creciendo y ponen en peligro la salud y el bienestar de los barrios de la periferia, mientras el gobierno local celebra políticas ficticias para la planificación urbana y la promoción del cuidado del ambiente. No hay cortina verde que pueda tapar el olor que desprende la negligencia, y los basurales. 


Delfina Venece
Delfina Venece

Nací en el interior de Buenos Aires: los porteños nos confunden con Parque Chacabuco. De crianza gorila, devenida en pseudo-troska por contraste, hoy peronista por convicción. Mi canción favorita a los 10 años era Los Salieris de Charly, de León Gieco.

Agustina Flores
Agustina Flores

Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Plan Nacional de Lucha contra el Fuego: Ambiente invertirá USD 50 millones

Plan Nacional de Lucha contra el Fuego: Ambiente invertirá USD 50 millones

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El financiamiento será destinado para medios aéreos y equipamiento, además de acciones concretas de ataque y prevención de focos ígneos que contemplan la instancia nacional, provincial y municipal.

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, y el secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky, presentaron en el salón Pueblos Originarios de la Casa Rosada, el “Plan Nacional de Lucha contra el Fuego”, que incluye un fuerte aumento presupuestario destinado a prevenir y combatir incendios forestales en todo el país. La inversión prevista para los próximos 18 meses será de USD 50 millones.

Al respecto, Cabandié expresó: “Vamos a seguir en esta tesitura, invirtiendo y apostando. Creemos fuertemente en la necesidad de preservar, de cuidar, de conservar”. Además, el ministro destacó el trabajo en territorio de les brigadistas y aseguró que su presencia “es lo que marca la posibilidad de que los fuegos se extingan, se apaguen, se controlen”, lo cual ocurre “con el apoyo de los medios aéreos”. “Estamos poniendo mucho hincapié para mejorar sus condiciones laborales”, agregó.

Asimismo, el jefe de la cartera de Ambiente manifestó que falta una pata fundamental dado que “el 95% de los fuegos tienen la mano del hombre o mujer, que por dolo o imprudencia generan esos focos”. También, indicó que el Ministerio puede aportar herramientas, instrumentos e información -en particular- para la zona del Delta del Paraná. “Eso nos arroja la localización de focos ígneos”, agregó, al tiempo que remarcó que en el momento que eso “se cruza con información catastral de las provincias, la Justicia puede determinar claramente quiénes son los que prenden permanentemente fuego en el territorio”.

Por su parte Federovisky afirmó: “Todos sabemos que el incendio que más fácil se puede apagar es aquel que no se enciende o aquel que se detecta tempranamente. Hoy nuestras acciones están en esa dirección, en la prevención, la detección, el combate y la restauración. Tenemos 18 meses por delante en los cuales nos hemos propuesto terminar de fortalecer al Servicio Nacional de Manejo del Fuego y dejar instalada una política pública”.

Además, el secretario subrayó: “Desde que el presidente tomó la decisión de que el manejo del fuego pase a la órbita del Ministerio de Ambiente, se pudo desarrollar una mirada abarcativa sobre los incendios forestales en el marco del problema que nos plantea el cambio climático”. También aclaró que “la prevención, la detección temprana, el combate y la restauración son factores que si no van de la mano hacen imposible un abordaje moderno y eficaz en materia de incendios forestales que están altamente potenciados por la crisis climática actual”.

El plan contempla un acuerdo con el gobierno francés para la provisión de medios aéreos y equipamiento que incluye un avión observador para transportar brigadistas, cinco aerostatos para vigilancia y monitoreo con cámaras infrarrojas y de visión, autobombas forestales, puesta en valor y recuperación de seis helicópteros y capacitaciones a brigadistas. Además, prevé el alquiler, para la próxima temporada estival, de un helicóptero de mediano porte con capacidad de arrojar 4.500 litros de agua.

En el mismo sentido, la cartera nacional de Ambiente suscribió un memorando de entendimiento con Canadá para la compra de helicópteros Bell 407GXI equipados para luchar contra el fuego y helicópteros usados Bell 212, con garantía del gobierno canadiense. También se acordó el alquiler, para el próximo verano, de un helicóptero Chinook con capacidad de arrojar cargas de 10.000 litros de agua en cada pasada.

El plan incluye la compra de cuatro camiones con dormitorios y servicios sanitarios para garantizar la cercanía de las y los brigadistas al área de incendios y un servicio de detección temprana mediante drones, faros de vigilancia y aerostatos que cubren áreas sensibles y de difícil acceso.

Para el manejo del combustible forestal, se compraron camionetas de ataque rápido y transporte de personal y maquinaria pesada. También se contemplan 41 convenios de cooperación a suscribirse con diferentes provincias y municipios para que estos dispongan de fondos con el fin de adquirir las herramientas necesarias y la atención de las emergencias de fuego por un monto estimado de $900 millones de pesos. En este caso, se dedicarán a mejorar la situación de combate a nivel federal según el criterio y la necesidad de cada jurisdicción.

El acto contó con la presencia de la secretaria de Articulación Federal de la Seguridad, Silvia La Ruffa; por parte del Ministerio de Ambiente, la secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales, Beatriz Domingorena; la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini; el subsecretario de Fiscalización y Recomposición, Jorge Etcharrán; el presidente de la Administración de Parques Nacionales, Lautaro Erratchú, la vicepresidenta del mismo organismo, Natalia Jauri; el jefe de Gabinete de esa institución, Federico Granato; junto a otras autoridades y representantes de organizaciones de la sociedad civil.

Geopolítica del clima y economías sustentables

Geopolítica del clima y economías sustentables

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Un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters estimó que los costos económicos de la crisis climática serán unas seis veces más de lo que se preveía hasta ahora para fines de este siglo. Según el informe, el producto bruto interno (PBI) mundial podría llegar a ser un 27% más bajo para el 2100. Anteriormente, se estimaba una caída del 6% pero nunca se habían tenido en cuenta los impactos ambientales duraderos provocados por la crisis climática.

Las consecuencias de la crisis están presentes día a día en todas partes del mundo y para cuando termine el siglo aumentarán exponencialmente. Economistas que realizaron el estudio mencionado sostienen que es poco probable que las economías se recuperen de forma inmediata de fenómenos meteorológicos extremos como las sequías, inundaciones, variaciones extremas de temperatura y otros escenarios que pueden generar pérdidas en la productividad. Luego, se encuentran las consecuencias indirectas para toda la población con respecto a la generación de riquezas tanto en niveles pequeños y medianos como para el Estado.

Al mismo tiempo, se desprenden otras consecuencias como la vida cotidiana que será -y es- sumamente afectada por los efectos en sus trabajos y condiciones de vida. Principalmente, les más perjudicades son las personas enmarcadas dentro de la economía popular en donde se encuentran tanto trabajadores rurales como pescadores artesanales, entre otros trabajos ligados directamente a los territorios. 

La economía se verá afectada por ser el Estado el organismo que debe resguardar a la sociedad cuando ésta se encuentra desamparada. Los impactos con respecto a las inundaciones y distintas condiciones climáticas que rompen los ecosistemas, inevitablemente generarán cambios de la mano de la planificación urbana. Garantizar condiciones de vida básicas como el acceso a una vivienda serán sumamente necesarias. 

Una cadena sin fin de consecuencias que si no es analizada adecuadamente podrá ser cada vez peor. Por lo general, la agenda climática no suele tratarse de forma interseccional, pero estudios como este demuestran que no hay escapatoria. Mediciones y proyecciones de este tenor permitirán que los gobiernos y organismos a fines calculen costos y beneficios relativos a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y otros residuos que aceleran el proceso del calentamiento global.

Deuda externa

Entonces, entendiendo la problemática desde la interseccionalidad, si hay crisis climática, hay crisis económica y financiera; pero también sucede a la inversa. Se necesitan economías fuertes y estables para poder generar avances en el ámbito ambiental y cambiar la matriz productiva tradicional que perjudica a los territorios. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el 60% de las exportaciones regionales están destinadas al pago de servicios de la deuda externa, que representa alrededor del 76% del PBI.

Reducir la deuda externa resulta fundamental para poder direccionar recursos hacia proyectos e iniciativas de acción climática, además de la recuperación económica propia de cada territorio para paliar las consecuencias mencionadas en la productividad y las condiciones de vida de la población.

El pasado miércoles 8, se realizó la Cumbre Latinoamericana sobre el Cambio Climático liderada por la Argentina. Dio inicio al acto el presidente Alberto Fernández y realizó un recorrido por algunas políticas empleadas para reducir la crisis climática como la implementación del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático y la puesta en marcha de una mesa de transición para la promoción de las energías renovables, entre otras. Pero tal vez, uno de los puntos más importantes que mencionó fue el de los canje de deuda por acción climática.

Establecer nuevos términos de pago de las deudas externas para fomentar proyectos y políticas en relación a las problemáticas ambientales, puede fortalecer las economías de la región y permitir un desarrollo sano de cada país. En este punto, también entran en juego los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) que liberaron la emisión de 600.000 millones de dólares y puede generar una oportunidad de abrir mejores condiciones de financiamiento para América Latina.

Multilateralismo ambiental

En la desigualdad de economías en la región existen barreras que discriminan a países que no pueden acceder a ciertos avances tecnológicos ambientales, allí entra en juego el término de multilateralismo ambiental. El 80% de la emisión de préstamos ambientales está concentrada en los países “desarrollados” del Norte global, y América Latina apenas cuenta con un 3,8%. 

Una transición justa, integral e igualitaria hacia políticas de esta índole es necesaria, un ejemplo podría ser la liberación de las patentes de las vacunas contra el COVID-19 para que todos los países puedan acceder a ellas sin importar las lógicas de la geopolítica dominante. Algunas de las discusiones dentro de esta temática son la declaración de las tecnologías limpias como bienes públicos globales y la moratoria de patentes de avances decisivos en el proceso de descarbonización.

La economía y el ambiente tienen que comenzar a ser analizados en conjunto para poder realizar cambios que enfrenten a la crisis climática de forma adecuada. El contexto sociopolítico es fundamental para entender los hilos que hay por detrás en toda disputa de poder. Por ejemplo, el ambiente no es afectado de la misma forma por nuestro país como por Estados Unidos, uno de los países que genera más gases de efecto invernadero.

El plan oficial de financiamiento internacional del clima de Estados Unidos busca establecer una base conceptual para ayudar a otros países de forma financiera. Sin embargo, no se habla en ningún punto sobre el canje de deuda por acción climática.

El Norte global y las disputas de la geopolítica del clima tienen que deconstruirse para poder realizar políticas que no afecten negativamente la economía de regiones donde la injerencia de países extranjeros es plena. La soberanía de los pueblos y sus territorios resulta necesaria para dar la discusión y que los Estados fomenten una economía sustentable y estable que enfrente la crisis climática.


Agustina Flores
Agustina Flores

Soy hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Reflexiones en el Día Mundial del Ambiente

Reflexiones en el Día Mundial del Ambiente

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Las Naciones Unidas designaron el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente con el objetivo de comenzar a discutir sobre la protección y la salud del medio ambiente, que “afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico en todo el mundo”. Al mismo tiempo, propusieron a los “gobiernos y a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas que emprendan todos los años, ese día, “actividades de alcance mundial en las que se reafirme su preocupación por la preservación y el mejoramiento del medio ambiente, con miras a profundizar la conciencia ecológica”.

De hecho, por esta fecha, todo el mes de junio fue establecido como el “Mes del Ambiente” o “medio ambiente” como se ha llamado por tantos años. Un concepto incorrecto y mal utilizado que carece de profundidad y análisis de los distintos modos de entender, discutir y luchar por el ambiente. La comprensión de los territorios debe ir mucho más allá de lo puramente “ecológico”.

Distintas organizaciones de comunidades indígenas han puesto en discusión nuestras formas de conceptualizar y presentaron un término que responde a una mirada integral de las problemáticas relacionadas al ambiente: el terricidio. Como expresaron las Mujeres Indígenas por el Buen Vivir en su caminata de 1900 kilómetros por el país, terricidio engloba los conceptos de genocidio, epistemicidio, ecocidio y femicidios, transfemicidios y travesticidios.

La primera discusión radica en el cómo se analiza o se nombra al ambiente, la segundo podría ser cómo generar un cambio para detener el constante daño que la Madre Tierra sufre.

La lucha debe ser colectiva

Existe algo llamado “psicología ambiental” que -entre otros fenómenos- estudia la “metáfora del granito de arena”: el discurso que oculta el hecho de que las pequeñas acciones de unos tienen pequeños impactos, mientras que las de otros tienen grandes. Es un hecho que sectores de alto nivel jerárquico producen más daño que sectores marginados de las clases bajas, el 49% de las emisiones de carbono provienen del 10% más rico de la población, según indica un estudio de Oxfam. Para discutir sobre ambiente hay que reconocer las particularidades de cada territorio, por lo tanto, también, las características de cada población que los habita.

Caer en reduccionismos de activismos ecologistas individuales no hace más que contribuir a un discurso que limita la discusión a lo que cada une hace o deja de hacer, mientras que los grandes sectores de poder siguen aportando al daño ambiental global. Analizar nuestras acciones de forma individual y aislada remite a un consumo del “marketing verde” que descontextualiza las luchas y los efectos que cada territorio sufre: tampoco es lo mismo la lucha ambiental en Estados Unidos y Europa que en América Latina.

¿Cómo podemos hacer frente a estos discursos? Con educación ambiental y una comunicación responsable. Comprender las disputas políticas de los territorios resulta fundamental para un proceso de concientización y disputa ante los cambios climáticos que nos afectan a todes, pero en diferente medida.

Cambio climático

Nuestro país -y el resto de latinoamérica- se encuentra en una posición muy diferente con respecto a países más “desarrollados”: mientras que Estados Unidos se posiciona como uno de los países que más gases de efecto invernadero produce, la Argentina sólo genera el 0,6% del total mundial. Las lógicas consumistas del llamado “Primer Mundo” son de hecho las que peor afectan al planeta. Desde un mismo sector liberal se pone en un pedestal a estos países, mientras venden que el cambio está en cada une dejando de usar bombillas de plástico y separando la basura: el verdadero cambio lo deben hacer los del poder, pero sería contraproducente para los beneficios que obtienen. ¿Qué sentido tiene separar la basura en nuestras casas si después no sabemos que va a suceder con ella en manos de empresas que ni siquiera conocemos? Por dar un solo ejemplo.

Al mismo tiempo, como no todes generamos el mismo daño, no todes sufrimos las mismas consecuencias, el cambio climático no afecta de la misma forma a todo el mundo. El aumento de precipitaciones y sequías pueden afectar a muchas cosechas. Las familias productoras deberán estar preparadas para escenarios de este tipo, es por eso que una Ley de Acceso a la Tierra resulta urgente. Cada productore debe tener su pedazo de tierra para no ser desplazado por alquileres imposibles de pagar y que pueden finalizar por la pérdida de las cosechas. También, las precipitaciones generan inundaciones, la mala planificación urbana podría aumentar las consecuencias. Es necesario que se priorice la construcción de una infraestructura adecuada para estos impactos en barrios populares donde las pérdidas pueden ser sumamente graves.

Justicia ambiental

La justicia ambiental es un factor fundamental para poder modificar las bases de un sistema que no da respuestas a las demandas de los pueblos y sus territorios. Hablar de terricidio es también hablar de terricidas, que se institucionalice el término podría ser un primer paso para que efectivamente los responsables de incendios, mal tratamientos químicos en empresas y la instalación de proyectos extractivistas inviables sean juzgados y tengan consecuencias.

La inclusión en la discusión de grupos históricamente marginados como las comunidades indígenas y campesinas, las mujeres y las diversidades, y las clases trabajadoras debe ser prioridad para derrumbar y reconstruir un sistema que permita el acceso de estos sectores a la participación y toma de decisiones sobre los territorios que habitan.

El cambio es ahora, el cambio es colectivo. Mientras tanto, las riquezas del mundo seguirán marginando a los pueblos y destruyendo sus territorios. El planeta es uno, no pueden comprar otro.


Agustina Flores
Agustina Flores

Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la
liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

El futuro es nuestra consecuencia

El futuro es nuestra consecuencia

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La pandemia del COVID-19 generó controversias en todas las esferas de nuestras vidas y fue la protagonista del último año. Las falencias del modelo productivo dominante, que nos trajeron a la crisis socioambiental actual, quedaron expuestas evidenciando los resultados del maltrato a nuestra casa llamada Tierra.

Un sistema que tiene como partícipes a las grandes élites del globo, importantes perpetuadores de las prácticas que benefician a la minoría rica, dejan a millones en el último peldaño de la cadena alimentaria del consumismo. ¿Ver para creer? En el fin de la década no solo fuimos espectadores, sino también protagonistas de la catástrofe.

Nuestra casa está en llamas

El 2020 comenzó con incendios en Australia, luego le siguió nuestro continente con focos activos en la Amazonía, y en nuestro país, más tarde o más temprano, llegaron a más de una decena de provincias, de forma más intensa en las sierras de Córdoba y en el delta del Paraná de Santa Fe y Entre Ríos. Durante el año pasado fueron afectadas por los incendios 1.080.846,98 hectáreas en todo el país.

Desde finales de mayo, en Córdoba el fuego llegó a localidades como Reserva La Calera, Santa María de Punilla, Tanti, Sierras Chicas y la zona entre San Antonio de Arredondo y Las Jarillas. A mediados de agosto, se acercó a Villa Albertina y llegó hasta localidades del departamento de Ischilín. Fueron afectadas más de 40.000 hectáreas y se estima que fue el peor incendio en 12 años.

En el Delta del Paraná los incendios comenzaron en marzo, pero recién en mayo el Plan de Manejo del Fuego tomó acción y atacó 30 focos activos con helicópteros hidrantes. Se registraron en la zona más de 2.800 focos de incendios en el territorio del Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sustentable del Delta del Paraná (PIECAS DP).

El Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) del Gobierno nacional fue el encargado de dar a conocer información sobre los incendios. Un dato interesante que otorgó fue que el 95% de los incendios fueron producidos por intervenciones humanas: entre los principales escenarios se encontraron la preparación de áreas de pastoreo con fuego, fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas y el abandono de tierras.

Estos datos nos permiten analizar una de las prácticas más cotidianas del modelo de producción tradicional: los incendios como forma de limpiar terrenos para el aprovechamiento agropecuario o inmobiliario. Los incendios generados intencionalmente, suelen darse en épocas específicas del año en donde las condiciones climáticas permiten la rápida propagación del fuego. Una vez afectadas y “limpias”, las tierras suelen tener un precio más bajo que el anterior al de los incendios, por lo que su ocupación por grandes negocios agropecuarios e inmobiliarios resulta sencilla.

En el caso más específico del Delta del Paraná, la región es inundable, por lo que su precio suele ser más bajo de por sí; se tiene fácil acceso a agua de buena calidad; son zonas cercanas a centros de comercialización y consumo; y al ser difícil su acceso suelen tener menos controles por parte del Estado. Las quemas preparan el terreno para alimentar al ganado y ahuyentan especies autóctonas que puedan afectar a su producción.

Las consecuencias son evidentes, se pierden espacios verdes y los distintos ecosistemas son reconfigurados generando desequilibrios que afectan a la sociedad y ambiente en su conjunto. En medio de una crisis ambiental estas prácticas requieren un tratamiento urgente, el camino por excelencia es tomar las demandas de las comunidades en la agenda política. Una de las victorias en ese sentido, fue la sanción de la modificación de la Ley de Manejo de Fuego, que busca proteger ecosistemas que puedan ser víctimas de incendios. Es así que se modificó el artículo 22 bis de la ley 26.815 ampliando las restricciones en el uso de las tierras afectadas, durante 30 o 60 años, para su recuperación. La modificación tiene la intención de terminar con la especulación inmobiliaria y agropecuaria sobre tierras incendiadas.

Una conquista que queda pendiente es el tratamiento y sanción de la Ley de Humedales que busca crear un marco legal que proteja y ampare toda práctica que se de en esos territorios. La propuesta popular tiene la intención de convocar a las comunidades y productores locales para que formen parte del proceso de creación y reglamentación de la ley. Además, se exige que se reconozca la diversidad de los humedales en un inventario con un análisis integral que considere no sólo las condiciones ecosistémicas, sino también, las características socioeconómicas y culturales de la región.

La pandemia de los desmontes

En el norte del país se intensificó otras de las prácticas que, de la mano con los incendios, busca beneficiar a la hegemonía productiva: los desmontes. Los bosques son continuamente atacados por la expansión de las fronteras agropecuarias que buscan mayor rentabilidad llenando los campos con granos predominantes como la soja. Las consecuencias de este tipo de cultivo van desde las modificaciones ecosistémicas a los suelos hasta el envenenamiento de las regiones con agrotóxicos, pero también la deforestación que afecta gravemente a las condiciones climáticas del planeta y a las vidas de las comunidades que habitan los bosques.

El ASPO, al ser abusado por el poder de los grandes empresarios agropecuarios, también fue usado como herramienta para evitar todo conflicto social en respuesta al saqueo. Si bien se organizaron manifestaciones que denunciaron los desmontes, las agendas políticas y mediáticas estuvieron ocupadas con la pandemia, olvidando que el mundo no paró, sino que siguió en movimiento junto con las expresiones de las distintas comunidades en defensa de sus territorios.

En el marco del Aislamiento Social Productivo y Obligatorio, y de una emergencia social y sanitaria declarada en la región, la legalidad y el abuso de saqueo fueron tomadas indiferentemente. Ya en el comienzo del período pandémico -entre el 15 y el 31 de marzo- se desmontaron ilegalmente 2.172 hectáreas en cuatro provincias del noroeste argentino. Vale la pena mencionar que 130 de las hectáreas fueron adjudicadas al presidente de la Sociedad Rural Salteña, Ignacio García del Río. Por su parte, el gobierno salteño -provincia donde se dieron con más intensidad- decidió desligarse del conflicto atribuyendo la responsabilidad a Nación por estar dándose una violación de un decreto nacional -el del ASPO- que excedía su “poder provincial”.

Veneno que cae del cielo

El paquete de atentados contra el ambiente viene completo: se desmontan bosques o se incendian terrenos y se ocupan tierras ilegalmente para cultivos con agrotóxicos que envenenan todo lo que toquen, afectando directamente la salud de las personas y los ecosistemas de las regiones.

En la mayor parte del país, la producción agropecuaria estuvo entre las actividades exceptuadas del confinamiento, sin establecer especificaciones que permitieran reconocer la diversidad dentro del sector. Durante el ASPO se denunciaron “incidentes” con fumigaciones en Santiago del Estero, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco, provincias donde predominan estas prácticas y viven las consecuencias de sus excesos y mal usos. Cada año se liberan 500 millones de litros/kilos de agrotóxicos y se viola la Ley General del Ambiente que busca evitar el abuso de los productos.

Los tóxicos que caen desde las avionetas generan consecuencias graves: malformaciones congénitas, abortos espontáneos, enfermedades oncológicas, problemas respiratorios y pulmonares. Hoy, en medio de una pandemia, una de las consecuencias más graves es la inmunosupresión: debilitamiento del sistema inmunológico reduciendo los linfocitos y alterando los niveles de anticuerpos, en otras palabras, se facilita el acceso de los virus, bacterias y gérmenes al cuerpo humano.

Podemos decir que se lograron pequeñas victorias en este tema, como el acuerdo de Bayer-Monsanto que pondrá fin al 75% de las demandas en curso y futuras contra el Roundup -uno de sus productos más famosos- por ser cancerígeno. De esta forma, se formaliza el reconocimiento de responsabilidad de la empresa y se le da un golpe simbólico, pero no es suficiente.

Otro de los tantos casos que se dieron fue en nuestro país, en San Nicolás. La Justicia Federal recibió un informe pericial que confirmó la contaminación de Atanor -una de las compañías de agroquímicos más grandes del país- en la localidad y en el Río Paraná. Los vecinos reclaman respuestas desde hace tiempo por el fallecimiento de 200 personas en sólo seis cuadras lindantes a la empresa, la comunidad entera queda a la expectativa de que lo que se haga con las pruebas.

¿El agua vale más que el oro? Preguntemos en Wall Street

El agua, bien común esencial para la vida, es cada vez más valiosa por su escasez y derroche extremo. El lobby minero buscó instalarse en el pasado 2020, con mayor rapidez y fuerza en el interior del país durante el ASPO.

A mitad de año, volvió el conflicto a Mendoza cuando el Senado provincial aprobó el proyecto, presentado por el gobernador Rodolfo Suarez, de la creación del “Consejo Económico, Social y Ambiental de Mendoza” que tendría un “carácter consultivo de los Poderes Ejecutivo y Legislativo y de participación para el debate, diseño, planificación e implementación de políticas públicas en materia económica, ambiental y social”. El mismo es representado mayoritariamente por el sector empresarial y solo el 3% por trabajadores del Estado. Mendoza tuvo extensas jornadas de lucha desde 2019, cuando se intentó modificar la ley 7.722 para permitir la utilización de cianuro y ácido sulfúrico en la actividad minera, y que, gracias al levantamiento de la comunidad, se rechazó el proyecto. En la actualidad, sabemos que el novedoso Consejo podría dar paso libre al lobby que sigue intentando instalarse en la región.

En la segunda mitad del año surgió otro conflicto al sur del país. En Chubut, se intenta apelar al segundo artículo de la ley que regula la actividad minera -la Ley N°5001- para realizar la zonificación de la región en donde se encuentra el Proyecto Navidad de la multinacional Pan American Silver, y de esta forma, habilitar la megaminería en la provincia. El pueblo chubutense fue el responsable de la creación de la ley N°5001, luego de un levantamiento histórico en 2003, en contra de la instalación de la empresa Meridian Gold, en este 2020 ni la pandemia pudo callar sus voces.

Para cerrar el año nos encontramos con una noticia un tanto preocupante a nivel mundial: el agua comenzó a cotizar en Wall Street, específicamente en la bolsa de mercados a futuro de Estados Unidos y su precio se determina por la combinación de volumen y disponibilidad. La situación trajo a la discusión al centro del escenario mediático, a pesar de ello, al pasar los días la noticia desapareció. En un planeta donde dos millones de personas no acceden al agua potable, el sistema dominante y los privados siguen acaparando bienes comunes esenciales para nuestra vida como si no estuviéramos necesitando de ellos.

¿Podemos confiar en el 2021?

Si algo queda claro, luego del repaso por el 2020, es quienes están detrás del entramado político, económico y social que sigue permitiendo prácticas saqueadoras.

De la misma forma en la que entendemos que el conflicto envuelve a muches actores y distintos escenarios donde el poder predomina, la solución debe darse desde abajo y desde cero. En un sistema capitalista con políticas neoliberales que nos venden al ambientalismo desde el individualismo y, que propone solucionar los problemas del mundo cerrando bien la canilla para no derrochar agua, la organización popular resulta indispensable.

Es junto a los pueblos originarios que proponen formas de vivir amenas con los ecosistemas y que entienden al hombre como parte del ambiente, es junto a los nuevos proyectos de huertas agroecológicas sin agrotóxicos y sin explotación.

Si esperamos mejoras para este 2021 no hay que olvidar al verdadero enemigo, ni hay que caer en las redes de los falsos presagios liberales. El poder popular podría salvarnos, encaminemos este año hacia la reflexión y, por consiguiente, a la acción.


Agustina Flores
Agustina Flores

Soy hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de la militancia para la liberación. Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Reservando futuro

Reservando futuro

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Durante los últimos meses estuvo en la palestra del debate público el tema de los incendios padecidos en diversas zonas del país. Intencionales o no, lo cierto es que la práctica de quema de pastizales o de otro tipo de zonas es una práctica habitual, generalmente ligada al negocio de la producción de la agroindustria.

Esta vez el debate público no quedó en solitario o en el mero reclamo de organizaciones ambientales, sino que fue acompañado con la promoción de modificaciones a la Ley 28.815 de Manejo del Fuego[1] (con media sanción en Diputados) y la creación de la Ley Yolanda que promueve la “formación integral en ambiente con perspectiva de desarrollo sostenible y con especial énfasis en el Cambio Climático[2].

Reserva Natural de Defensa “Ascochinga”

El resguardo de la biodiversidad

Si bien hoy es más frecuente escuchar hablar sobre la biodiversidad, el concepto tiene larga data. El mismo hace referencia a la “variedad de ecosistemas y las diferentes genéticas dentro de cada especie que permite las múltiples formas de vida, y cuyas mutuas interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el mundo[3].

Algunes autores afirman que la pérdida de biodiversidad es un factor clave para comprender la aparición de epidemias o pandemia[4] como la del COVID-19. De allí que se vuelva fundamental el cuidado y trato responsable del ambiente, tan maltratado por las formas de producción capitalistas.

Las reservas naturales

En nuestro país, el resguardo y protección de la biodiversidad data de la década de los 80, momento en que se aprobó la Ley 22.351 de Parque Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales.

La mencionada ley protege determinadas zonas del país, resguardando esos ecosistemas ante el avance inmobiliario y de modelos productivos depredatorios que barren con el ambiente a fin de obtener ganancias. Caso similar al resguardo que promueve la Ley 27.037 de Espacios Marítimos y la creación de Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas promulgada en diciembre de 2014.

Trabajo poco conocido

En nuestro país, desde 2007, durante la gestión de la ministra de Defensa, Nilda Garré, existen las Reservas Naturales de la Defensa, momento en que ese ministerio junto con la Administración de Parques Nacionales suscribieron un Convenio Marco de Cooperación con el objetivo de “desarrollar de forma conjunta políticas activas en materia de conservación de la biodiversidad[5].

El mencionado convenio no sólo contribuye al cumplimiento de compromisos asumidos por el Estado Nacional en Convención de la Biodiversidad de 2015 en la que los estados firmantes se comprometían a proteger el 10% de su territorio; además hace lugar a un reclamo histórico de muchas organizaciones ambientales que reclaman el cuidado y la protección de la flora y la fauna nativa de nuestro país.

Reservas Naturales de la Defensa

En la actualidad nuestro país cuenta con 9 reservas de este tipo (y se prevé agregar 5 más) siendo pionero e innovador en esta forma de protección del ambiente y la biodiversidad en toda Nuestra América.

Reserva Natural de Defensa “Campo Mar Chiquita – Dragones de Malvinas”

Si bien estas reservas son utilizadas por las FFAA para entrenamiento y adoctrinamiento de les uniformades, durante el resto del año funciona como cualquier otra dependencia de Parques Nacionales, por lo cual el impacto sobre la flora y la fauna del lugar es bajo, aportando al cuidado de esos ecosistemas.

La intención del Ministerio de Defensa es sumar éstas áreas protegidas al Sistema Federal de Áreas Protegidas (SIFAP), creando una cuarta categoría de reserva que garantizaría que funcione plenamente.

La iniciativa complementa la formación de nuestras FFAA, con la preservación de la biodiversidad, además de servir para proyectos de investigación en ciencia y tecnología. Un trabajo poco visibilizado pero que merece la pena ser estudiado, comprendido y difundido por su valor estratégico para el país y para nuestro pueblo.


[1] https://www.filo.news/actualidad/Que-son-la-Ley-de-Fuego-y-la-Ley-Yolanda-los-proyectos-ambientales-que-se-trataran-en-Diputados-20201116-0010.html
[2] https://www4.hcdn.gob.ar/dependencias/dsecretaria/Periodo2020/PDF2020/TP2020/2658-D-2020.pdf
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Biodiversidad
[4] https://www.ecoportal.net/covid-19/biodiversidad-y-pandemias/
[5] https://www.argentina.gob.ar/parquesnacionales/reservas-naturales-defensa

Nicolás Sampedro
Nicolás Sampedro

Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

No se puede gambetear a la naturaleza

No se puede gambetear a la naturaleza

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POR MAIA CUBRIC*

La semana pasada, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, con el aval del intendente del distrito, Fernando Gray, aprobó a Racing Club para avanzar en la construcción de un predio deportivo en la zona del humedal Laguna de Rocha, en Esteban Echeverría. Esa porción de suelo, en la que el club pretende avanzar con las obras, es considerada una reserva natural. Y, entre otras cosas, construir allí implicaría no solo la destrucción de la biósfera existente, sino también un peligro de inundación para los barrios aledaños, como lo es el barrio 9 de Abril.

Pero para empezar de manera ordenada (porque son varias las jugadas en las que la Academia queda en offside), la comunidad se enteró de la noticia cuando el club lo anunció en su página web. Y aunque en ese sitio de internet se puede leer que se va a trabajar en conjunto con las organizaciones ambientalistas y zarazas varias, lo cierto es que les vecines expresaron que no hubo consenso, y que, obviamente, la aprobación se llevó adelante a sus espaldas.

Asimismo, el Colectivo Ecológico Unidos por Laguna de Rocha sacó un comunicado que decía: “El martes 23 de junio vecinos/as y ambientalistas de Esteban Echeverría leímos con sorpresa la nota del medio El Diario Sur, donde se informaba que fueron aprobadas las obras del predio de Racing Club dentro de los límites originales del humedal que conforma la Reserva Natural Integral y mixta Laguna de Rocha, en Esteban Echeverría. Esta gestión se llevó a cabo a pesar de que en la última reunión realizada en conjunto este tema no fuera tratado, sino quitado silenciosamente del temario. Y, en detrimento, de la lucha histórica por preservarla”.

Intereses, insistencia y una bocha que pinta mal

Durante el gobierno de Néstor Kirchner, en el 2009, se les otorgaron a Racing y a Boca 64 hectáreas en el humedal de Laguna Rocha, las cuales fueron divididas en 32 metros cuadrados para cada club. Al tiempo, Racing tomó posesión del predio y empezó a iniciar el proyecto de construcción que duró muy poco porque les vecines y activistas pusieron una orden cautelar, mediante la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires, que estuvo vigente hasta el 2019. Elles denunciaban el impacto que tendrían las obras en el ecosistema y el peligro que implicaría en términos de inundaciones para les habitantes del lugar.

Lo cierto es que la naturaleza avisa, pero el ser humano pareciera no escuchar. Un ejemplo, quizá explicativo, de la urgencia de tomar en serio los llamados de atención de la naturaleza, fueron las obras inconclusas del ex piloto y gobernador de Santa fe, Carlos Reutemann. Las mismas podrían haber evitado la muerte de más de treinta personas en la inundación más grande la historia de Santa Fe, pero nadie quiso escuchar las advertencias. Nadie de los que tenía el poder, claro. Pero el punto es que la advertencia parece ser la misma: no se puede jugar contra la naturaleza, en ningún deporte, en ninguna región.

Sin embargo, Racing no entendió el mensaje y en consecuencia no retrocedió ni un paso. Y por el contrario, siguió insistiendo 11 años en construir sobre el humedal. Obviamente, ignorando el mensaje de las organizaciones ambientalistas que expresaron reiteradas veces que “el humedal y la Reserva forman parte de la cuenca media y baja del Matanza-Riachuelo y cumple una función fundamental como regulador hídrico y oxigenador, que es clave a la hora de evitar inundaciones”.

Frente a esto, el club de Avellaneda se comprometió a trabajar en conjunto con el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), con la autoridad de aplicación de la reserva y con el municipio. Pero resultó que algunos pases no fueron bien ejecutados y el intendente Fernando Gray, no convocó a los miembros de las organizaciones ambientales a revisar el informe (tarea que le correspondía por ser el presidente del Comité de Gestión), y “mágicamente” elevó el dictamen a la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Allí, también fue aprobado “mágicamente”, y todo muy entre comillas porque quien gestionó dicho trámite fue, ni más ni menos, que el socio de la Academia y ministro de Justicia Bonaerense, Julio Alak.

Entre otras cosas, ese dictamen expresaba: “habiendo sido sometido a tratamiento el Informe del Racing Club (su plan de obras más Evaluación de Impacto Ambiental) y no registrándose ni consultas ni oposiciones, se da por aprobado el proyecto”. Exactamente lo contrario a las declaraciones del geógrafo e integrante del Colectivo Ecológico Unides por Laguna de Rocha, Gabriel Videla, que afirmó hace una semana que “el tema no se trató en la sesión y no existió el comunicado que Gray afirma fue sometido a consideración”. Y de hecho, esos estudios tan mencionados por el Intendente y su equipo, no están a la vista, por lo que no son más que palabras que pretenden justificar la viabilidad de la obra.

La historia cuenta que desde el 2008 se quieren llevar adelante proyectos en la región del humedal (que comprende desde las inmediaciones de la autopista Riccheri, a la avenida Fair y la localidad Transradio), pero ninguno nunca pudo garantizar no generar un desastre natural.

¿Por qué la Academia sería la excepción? Sin pruebas refutables, ¿cuál es el argumento que respalda el discurso de cuidar la vida y la biodiversidad del lugar? Hay cálculos que dan resultados inequívocos: la tala, trae consecuencias fatales. ¿Cómo piensa construir Racing un predio para que entrene la Primera sin modificar la naturaleza del lugar? ¿Lo piensa? No sé cuáles serán las respuesta, pero lo cierto es que no debería mancharse al deporte con la ambición de avanzar sobre cualquier terreno y a costa de lo que sea.

Por último, para que cada lectore interprete lo que quiera interpretar, una vez dado el llamado de licitación para dar inicio a la primer fase del proyecto, se comenzará con la limpieza y nivelación del terreno a la altura de la autopista Riccieri. Luego de esto, las siguientes fases tendrán como objetivo la construcción de un edificio central de 3500 metros cuadrados, cinco canchas y algunas obras más, que no tendrían por qué modificar la composición del lugar. ¿Qué más natural que un predio de alto rendimiento? Todo, claramente.

El entrenamiento deportivo, la concentración, el fútbol, el equipo, son prácticas necesarias pero que deben pensarse en el marco de una sociedad que no arrase con todo cuanto tenga enfrente. No servirá de nada llenar la tierra de canchas, si eso implica la propia destrucción. Y si por años, décadas, siglos, se ignoró ese mensaje, en este contexto que nos propone la urgencia de pensar otra alternativa de construcción, tiene que ser contemplada la salud humana y el ambiente. Por eso, la tarea es ponerse la camiseta y de movida empezar a cuestionar que si dejan a la sociedad en el banco, es porque se están jugando un partido en el que, de alguna forma, hay que participar.


* Hija del mar y la luna de la perla. Entiende que nada es porque sí y que por eso mismo todo 
se puede cambiar. Sueña con un mundo igualitario y confía en que la práctica es la mejor
manera de militar. Es amiga de la palabra en sus múltiples variantes, amante del arte y del
intercambio cultural.
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