La Cámara Argentina de la Construcción advirtió al Gobierno nacional por el ajuste: “Se necesita otro plan”

La Cámara Argentina de la Construcción advirtió al Gobierno nacional por el ajuste: “Se necesita otro plan”

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El titular del organismo de la construcción, Gustavo Weiss, volvió a pedirle encarecidamente al gobierno un cambio de rumbo en sus políticas económicas y desde el sector también sostuvieron que “Nación no va hacer nada”. Asimismo, el ámbito de la construcción es el que más pérdida de empleo registró durante el periodo comprendido entre marzo de 2023 y marzo de 2024, según el último informe del Sistema Previsional Argentino.

Actualmente el sector de la construcción es el que más pérdida de empleo registró durante el periodo comprendido entre marzo de 2023 y marzo de 2024, sostuvo el último informe del Sistema Previsional Argentino (SIPA). En este sentido, el encargado de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss, realizó un fuerte reclamo al Gobierno nacional y sugirió un cambio de rumbo en sus políticas económicas. En sus declaraciones, Weiss problematizó la deuda de $400 mil millones que el Estado mantiene con el sector de la construcción.

En principio, Weiss resaltó que “la recesión económica que estamos atravesando es consecuencia del ajuste económico que el Gobierno ha aplicado” y subrayó la importancia de implementar un plan de desarrollo que complemente el ajuste económico. “Si no conseguimos inversiones no hay ninguna posibilidad de que el estándar de la vida de los argentinos mejore”, afirmó y señaló que es fundamental enfocarse en la “estabilidad macroeconómica” y en el “desarrollo de una moneda fuerte”.

En la convención anual de la CAC, Weiss señaló las dificultades que atraviesa el sector y expresó su opinión sobre las medidas tomadas por Luis Caputo, ya que “la estabilidad macroeconómica conlleva a recesión y es lo que está pasando. Lo importante es si esto va a mejorar en un plazo relativamente corto”, analizó.

En este sentido, el titular de la CAC agregó: “El éxito o fracaso del plan económico del Gobierno lo iremos viendo en el tiempo. No está garantizado el éxito”. Y concluyó: “No veo una salida rápida, no está garantizado. Ojalá me equivoque”.

Frente a las dificultades que atraviesa el sector, en diálogo con Radio Noticias (99.5), el presidente de la Cámara de la Construcción de La Pampa, Adrián Pérez Habiaga, resaltó: “Acá nadie piensa en ganar plata, sino en mantener las empresas, y superar estos cuatro años porque está claro que Nación no va a hacer nada”. 

Además, el empresario sostuvo que “son tiempos muy difíciles” aunque se esperanzó en la labor del Gobierno de La Pampa para reactivar la obra pública. Finalmente, Pérez Habiaga, declaró: “No iniciamos acciones legales porque La Pampa tiene intenciones de recuperar la obra aunque sea con esta realidad económica de por medio”, sostuvo al agregar que “la situación, hoy por hoy, es compleja”.

Con respecto a los datos del SIPA, el ritmo de la caída de actividad en el sector de la construcción se acelera. Interanualmente, la variación que tuvo Construcción fue de -18,3% (pasó de 467.000 puestos de trabajo a 381.400). Respecto al primer trimestre del 2024, el sector siguió con caídas: -4,6% en enero; -3,1% en febrero y -2,6% en marzo.

En ese contexto, y en coincidencia con el informe de SIPA, la presidenta de Cámara Argentina de la Construcción en Santa Fe (Camarco), Verónica Eizmendi, analizó la situación de la actividad y explicó que intentarán reactivarla, ya que “en el país y en la provincia se viene dando la disminución de la mano de obra desde el año pasado”, dijo Eizmendi,.

En esa línea, Eizmendi enumeró las cuestiones que llevaron al sector a sufrir las complicaciones que atraviesa el sector actualmente, tales como “la devaluación, la inflación, el aumento de tasas y la falta de stock”, y “la obra pública cero cuando se pasó de gestión nacional”.

“Todo tiene que ver con todo e influyó en que disminuya el ritmo de la construcción y la cantidad de obras ahora que empezaron a pagar”, aseguró la presidenta de CAMARCO y aseveró: “A nivel nacional había 400 mil puestos de trabajo de convenio con la Uocra y hubo una baja de entre 100 mil y 130 mil. También hay muchas empresas que pueden llegar a cerrar sus puertas”.

Con respecto a Santa Fe, la referente de Camarco aclaró que no hay cierres de empresas, pero advirtió que “se registraron entre ocho mil  y 10 mil pérdidas de empleo”. “En Santa Fe estamos tratando de reiniciar todas las obras, que casi todas se han reiniciado, y las obras con fondos nacionales que están paradas se van a evaluar una por una para ver cuál se reinicia con esos fondos y cuál va a asumir la provincia”, informó, aclarando que hay obras que podrían no retomarse.

Finalmente, otro de los datos que visibiliza la crisis actual de la industria de la construcción, es del INDEC, el cual indicó que la actividad en dicho sector presentó un desplome interanual del 32,6%, aunque mostró una segunda mejora mensual consecutiva, con un incremento del 6,2% respecto a abril.

En cuanto a la producción de insumos para la industria de la construcción, las mayores caídas anuales se registraron en artículos sanitarios de cerámica (-60,4%), hierro redondo y acero (-48,9%), asfalto (-47,8%), mosaicos graníticos y calcáreos (-47,2%) y pisos y revestimientos cerámicos (-41,8%). Solo las pinturas experimentaron una merma menor al 10%.


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Plan Motosierra: el Gobierno suspendió la asistencia a pacientes con cáncer

Plan Motosierra: el Gobierno suspendió la asistencia a pacientes con cáncer

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Bajo la premisa de “revisar los circuitos administrativos” la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales quedó suspendida y no brindará más atención al público. La medida deja en la incertidumbre a muchísimas personas que incluso tienen patologías terminales y en caso de interrumpirse sus tratamientos puede traerles consecuencias irreversibles e incluso provocarles la muerte.

El Ministerio de Capital Humano tomó la decisión de suspender la actividad de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), con la excusa de “revisar los circuitos administrativos”. La resolución del gobierno libertario deja en la incertidumbre y a su merced a centenares de personas, ya que el programa se encargaba de otorgar subsidios para la adquisición de medicamentos (de alto y bajo costo) e insumos médicos a gente que carecen de cobertura médica y están en condiciones de vulnerabilidad social y sanitaria.

Mediante una resolución, firmada por el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo de la Torre, del Ministerio de Capital Humano conducido por Sandra Pettovello, el Gobierno cerró el programa DADSE con el objetivo de llevar a cabo ajustes en “los sistemas readecuación en los sistemas y procedimientos”. Este parate del organismo, aparte de ser imprevisto, no brinda más información ni da contactos para aquellas personas que acudían a dichos servicios, lo cual demuestra la frialdad y lo poco humano del gobierno de turno.

La suspensión de DADSE no es casualidad, dado que se produce en un contexto de reajuste económico impulsado por el gobierno de Javier Milei para cumplir con los términos del programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto coincide con el accionar de Pettovello al paralizar la entrega de alimentos a los comedores populares. Además se suma a la escalada en los precios, que se ha intensificado desde finales de noviembre, cuando finalizaron los acuerdos de precios con las empresas del sector.

Cabe recordar, que la DADSE, establecida en 2016 mediante una regulación de 2004, se encargó de brindar ayuda a aquellos que carecen de cobertura de salud, proporcionando medicamentos oncológicos, para enfermedades crónicas discapacitantes y patologías agudas urgentes. Asimismo el organismo habilitó la entrega de subsidios a personas físicas, a efectos de financiar la adquisición de medicamentos, insumos y productos médicos para la realización de prácticas médicas y se focalizó en la población de mayor vulnerabilidad.

Es por ello que adultos, adolescentes, embarazadas y niños con cáncer, enfermedades crónicas discapacitantes y patologías agudas urgentes necesitan del funcionamiento de este organismo y al interrumpirse los tratamientos puede traerles consecuencias irreversibles e incluso provocarles la muerte.

Asimismo, en caso de persistir esta decisión política, miles de personas en situación de pobreza se quedarían sin sus medicamentos. Además, no podrían costearlos en un cuadro de alza de los precios producto de la política de desregulación y en beneficio de las farmacéuticas de Milei.

La decisión del libertario “funcionario del PRO” se toma sin tener en cuenta el impacto negativo que puede tener en las personas más necesitadas, y se anuncia junto con la posibilidad de iniciar acciones administrativas y judiciales si fuera necesario. Es por ello que el gobierno debe abrir de manera urgente la DADSE y girar los fondos necesarios para cubrir la demanda de todos los pacientes. Están en juego sus vidas.

Licuado de salario, el trago del verano

Licuado de salario, el trago del verano

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La era Milei inicia oficialmente con un desguace al poder adquisitivo de la clase media y baja mediante el paquete de medidas anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, que confirmó una devaluación del 120% en el tipo de cambio oficial, acompañada de la quita del esquema de movilidad en jubilaciones, congelamiento del salario social complementario y nulas señales de paritarias. 

Apenas hubo guiño para quienes perciben la Asignación Universal Por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, complementaria a esa política social. El aumento será del 100% para la primera y del 50% para la segunda. Sin embargo, las actualizaciones que pretenden alcanzar a los aumentos de octubre y noviembre no ven ni a lo lejos de la curva los aumentos de 30% en combustible o 40% en alimentos sucedidos la semana anterior, todo esto sin contemplar los que inminentemente se avecinan en estos días en base a lo anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

Con la misma desventaja corre el programa Potenciar Trabajo que a partir de ahora directamente dejará de participar en la maratón. Congelamiento total de este ingreso para quienes subsisten con una política que hace años demandaba ser institucionalizada, pero que lejos de ello, de mantenerse la postura planteada actualmente, desaparecerá sin mayores sobresaltos. Y es que, si se contempla que ya se devaluaron los alimentos en un 40% y estos ingresos no se actualizarán en los meses venideros (en los que el propio presidente, Javier Milei, espera un inflación aún más alta) entonces el poder adquisitivo de quienes lo perciben se reducirá casi al total.

Lo de Luis Caputo fue un asesinato a sangre fría de los salarios de las clases medias y bajas, en la exacerbación de una herencia que fue ultra profundizada por él mismo en 2018, cuando liquidó las divisas obtenidas a través del crédito del Fondo Monetario Internacional a precios menores. Las divisas se fugaron y Caputo regresó para dar el golpe final: el ajuste necesario para pagar la deuda que se fue mediante el mecanismo de la bicicleta financiera finalmente lo pagan los trabajadores, que ya venían aportando pequeñas cuotas mediante las políticas económicas de una gestión que maniobró para que el ajuste sea lo más leve posible, a la llama de unas condiciones negativas y extraordinarias para ordenar las cuentas macroeconómicas. Por incapacidad de estar al momento histórico y porque la coyuntura para generar superávit gemelos nunca llegó al gobierno de Alberto Fernández (pandemia, guerra y sequía que desordenó las cuentas y obligó a la emisión), piloteado por Sergio Massa en los últimos tramos, se le terminó el tiempo y el desenlace alguna vez planeado por Mauricio Macri -cuando aseveró que había que avanzar en la misma dirección pero a fondo- llegó.

La justificación al ajuste utilizada por el equipo económico libertario se narra para extraños mediante un recurso ya utilizado por Macri en 2015: sinceramiento. Para propios no es una novedad. Se está en el entendimiento de que existe una “masa” de emisión que hay que ajustar. Se está al tanto porque nunca fue una política de elección, sino lo que la coyuntura fue obligando a la espera de un respiro. Parecía que llegaría este 2024 con los frutos de lo invertido en energía y la normalización del sector agro una vez finalizada la mayor sequía e 13 años. Sergio Massa planificaba de esta manera y con estos saldos regularizar la situación fiscal, sin que la guillotina caiga en la nuca de les trabajadores, y en la proyección de poder liberar restricciones cambiarias en 12 meses. Sin embargo, esta metodología es más fácil, sobre todo para quienes no tienen tacto social. Así es como Luis Caputo pretende ajustar las cuentas con los deudores. El término “casta” se reversiona.

“Vienen a hacer una formidable baja de salarios”, había anticipado el lunes Rubén López, Secretario de Acción Política de ATE Capital, en comunicación con Radio Trinchera. Lo que tal vez no era esperable era la dimensión del golpe único que ayer se dio desde el ministerio de Economía, que incluso sorprendió a los mas fatalistas.

¿Lo único que queda es el Fondo?

¿Lo único que queda es el Fondo?

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Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda nuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo nuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda nuestra fuerza”.

Antonio Gramsci

Argentina duele y nos duele a todas y a todos. La brutal desigualdad en la que desemboca la economía argentina luego de más de 40 años ininterrumpidos de políticas neoliberales, hace pensar que la única salida que hoy tiene el país es el ajuste para cumplir el programa con el FMI de modo de evitar un “colapso” de la economía.

De los ajustes sabemos que implican recesión y la ruptura de los tejidos sociales que traen aparejados los procesos depresivos, con el todavía fresco recuerdo del 2001 donde el establishment económico y unos cuantos políticos se rieron en la cara de lxs argentinxs, estafando y asesinando al pueblo (muchos responsables todavía impunes, qu fueron funcionarios de la Alianza, hoy integran Juntos por el Cambio, y también sigue en funciones alguno que otro en las filas del Frente de Todos).

Más allá del FMI, el brutal endeudamiento (cual salvavida de plomo) y la destrucción del tejido social que dejó la administración macrista, la economía argentina funciona mal y distribuye mucho peor, porque pese a tener algunos indicadores que se pueden decir “positivos”, el hecho de que tengamos más del 50% de las infancias bajo la línea de la pobreza es inaceptable.

Somos el país que más entradas reservadas/solicitadas tiene para el Mundial en Qatar, por lo tanto alguien está quedándose con algo que le corresponde a otre, y el problema no solo es político sino también redistributivo.

El problema está en las estructuras de los negocios que suceden en nuestra economía, que dado un Estado con escasas/nulas capacidades regulatorias efectivas, las transferencias de recursos del sector público al privado son enormes, por no decir obscenas, y en muchos sectores los subsidios al sector privado superan con creces las migajas que llegan a las políticas sociales, que en un contexto inflacionario licua todo intento redistributivo.

La economía informal permite diversos modos de “hacer negocios” por fuera de toda capacidad regulatoria, dando lugar a rentas que no sean gravadas, a que no haya condiciones dignas de empleo para les trabajadores y a que queden por fuera del acceso a derechos básicos asociados al trabajo formal un montón de compatriotas, destruyendo la posibilidad de que el trabajo permita contener y acompañar en el proyecto de vida de las personas.

Hoy nuestro país se encuentra con las tres herramientas de la política macroeconómica (tipo de cambio – tasa de interés – precios regulados) vedadas o limitadas para la utilización y con dificultades de que sean efectivas para resolver los problemas como la inflación; muchos menos quedan herramientas que busquen resolver los problemas redistributivos y de justicia social.

La escasez de reservas, la alta inflación y la imposibilidad de acceder al crédito externo, hacen del escenario una tormenta que puede devenir en tragedia dadas las condiciones socio-políticas que atraviesa nuestro país estos días.

El programa de ejecutar un ajuste fiscal y los pagos al FMI, cuyo cumplimiento implicaría un ancla en las expectativas inflacionarias de la economía, es lo que se está practicando y parece haber poca claridad en la conducción política respecto de un proceso de ajuste en el que no se comprometan políticas en curso o sin perjudicar a lxs más vulnerables. La tijera pasa por los más débiles, manifestando así la brutal desigualdad.

Una alternativa posible ante este panorama complejo sería que se recaude en los sectores con mayor capacidad contributiva para evitar una pauperización de les trabajadores, y que realmente se expongan las taras de funcionamiento de una economía en un país rico, donde un par de avivados hacen negocios a costa del hambre y la desesperación de las mayorías.

Nuevamente hay que remarcar que no hay que ajustar sectores sensibles como salud y discapacidad, y sí es necesario establecer mejores regulaciones para que los dineros a ese sector se traduzcan en beneficios concretos para la sociedad y no para tres vivos que facturan en el sector.

Mejorar la efectividad del gasto y aumentar la recaudación es una decisión política que requiere comunicación y prolijidad a la hora de implementar algún tipo de propuesta para que no se sigan profundizando la desigualdad y la miseria.

La propuesta de reveer las transferencias que el sector público le da al sector privado y aumentar la recaudación abre una ventana de oportunidad donde entra en disputa un punto clave de la política económica: intentar ordenar la economía de modo de que disfrutemos de las inconmensurables riquezas que tiene nuestra tierra. Defender a capa y espada la necesidad de mejorar y hacer más efectivas las transferencias a salud, educación y vivienda, es algo urgente.

Las transferencias (y “permisos” para evadir y eludir impuestos) que recibe el sector privado, que tanto dice ser promercado, se pueden pensar como renta subsidiada: si por tu actividad económica el Estado te otorga muchas exenciones y beneficios impositivos significa que te está subsidiando el negocio y que sin eso tendrías que cerrar la fábrica y hacerte cargo de las personas que dejas en la calle. Por lo tanto muchos de los que invierten en defenestrar al Estado lo hacen porque históricamente se enriquecieron a costa de él y cuentan con la impunidad para seguir reproduciendo esa injusticia. 

Un Estado que subsidia a sectores que no le reportan un buen servicio (caso servicios públicos) tiene la obligación de indagar en los aspectos de reproducción de estos sectores ya que limitan el uso de recursos en otros sectores que generen mayores desencadenamientos.

La vía de buscar recaudar más y mejor es urgente para poner en marcha procesos económicos que den trabajo y contengan, y esbozar líneas para que vivir bien en la Argentina no sea el sueño de muches y la realidad de unos pocos. La inevitabilidad de que el ajuste se realice sobre quienes menos tienen sería una injusticia, que de ser aplicada, será el caldo de cultivo de múltiples violencias. El hambre de les niñes no se puede pasar por alto, la necesidad de construir un futuro habitable para todas y todos debe ser el horizonte de aquelles que soñamos y luchamos por la dignidad de todo el pueblo.

Nasim Iusef Venturini
Nasim Iusef Venturini

Habitando la tarea de generar ciencia, con los pies en el barro y a partir de la acción, para construir justicia social. Me formo permanentemente en los campos de la economía y la salud, y considero que lo más importante es cuidarnos y cuidar nuestra tierra. Integrante de la Red Argentina de Investigadoras e Investigadores de Salud (RAIIS) y de la Red pública Argentina de Evaluación de Tecnologías de Salud (RedArets)

Uruguay: Enroques en el gabinete de Lacalle Pou y el ajuste como ofensiva

Uruguay: Enroques en el gabinete de Lacalle Pou y el ajuste como ofensiva

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De a peones se fortalece

El primero de julio de 2020 sucedió la primera y única renuncia, hasta el momento, de un ministro. Ernesto Talvi del Partido Colorado y Ministro de Relaciones, anunció en una misiva el abandono del cargo y a la vez, de la actividad política. El Partido Colorado que estaba sin rumbo desde las elecciones del 2004 cuando tocó fondo en su peor desempeño electoral, parecía haber encontrado en Talvi un referente que lo sacara del ostracismo. 

Las continuas fricciones dentro del ministerio y con los socios de la coalición, incluso con el propio Lacalle Pou, hicieron que un outsider (a medias) como Talvi renunciara a toda actividad política partidaria. El Presidente colocó a Fernando Bustillo, diplomático del Partido Nacional. La compensación para el Partido Colorado fue la creación del Ministerio de Medio Ambiente que quedó a cargo de Adrian Peña, hasta el momento la única figura que parece proyectarse, pero que no tiene alcance a nivel nacional.

Las aguas parecen calmas pero en los últimos dos meses se sucedieron los cuatro cambios restantes. Oportunamente, minutos antes del discurso por el primero de mayo de la central única de trabajadores PIT-CNT, Lacalle Pou anunció vía twitter la destitución del ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol. Otro outsider, hombre del Opus Dei, que no había participado de política partidaria pero siempre estuvo vinculado a los think tanks de la derecha criolla.

En su lugar el Presidente colocó a un hombre de su confianza: Martín Lema, figura con proyección dentro del Partido Nacional, que ya ha expresado su deseo de ser presidenciable en los próximos comicios. Esta designación generó un efecto dominó que hizo que el segundo al mando en el Ministerio de Desarrollo Social, Armando Castaingdebat, renunciara ya que es suegro de Lema.

Muere el ministro de Interior uruguayo, Jorge Larrañaga – RFI

El 2 de mayo falleció de un paro cardíaco el entonces ministro del Interior Jorge Larrañaga, que formaba parte de Alianza Nacional, un sector opositor de Lacalle Pou a la interna del Partido Nacional, y que había sido vencido en varias ocasiones por éste. En su lugar el Presidente designó a alguien de su propio sector, Luis Alberto Heber ,que se desempeñaba como Ministro de Transporte y Obras Públicas.

Para la vacante de ese ministerio fue designado otro hombre de Lacalle Pou, José Luis Falero que fungía como subsecretario de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

El último enroque, hasta el momento, se llevó a cabo en el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca. La cartera la encabezaba Carlos María Uriarte, hombre de la Federación Rural que apenas asumió declaró que él venía en representación de dicha patronal. Lo sucedió Fernando Mattos Moglia, sobrino de Carlos Mattos Moglia, que fue Ministro de Agricultura en la dictadura (1973-1985).

Cambio en Ganadería: Lacalle Pou nombró como nuevo ministro a Fernando Mattos

Mattos Moglia es productor agropecuario, fue delegado de la Asociación Rural en la junta del Instituto Nacional de Carnes, entre 1997 y 2005, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Rural del Uruguay (2000-2006) y su presidente entre 2004 y 2006. Es columnista en el diario de derechas y oficialista El País y desde marzo de 2020 era presidente del Instituto Nacional de Carnes.

El 27 de junio, en el aniversario del golpe de Estado, Lacalle Pou acaparó la atención anunciando vía twitter, nuevamente, la designación de Mattos Moglia como nuevo ministro. Uruguay atendido por sus propios dueños y los alfiles de Lacalle Pou y la oligarquía listos para lanzar el ataque.

Gambito de Rey

Expertos en ajedrez plantean que el Gambito de Rey es una de las ofensivas más agresivas de las blancas. Lacalle Pou del Partido Nacional (los blancos, como le dicen) y sus ínfulas de monarca, con una impronta “hiperpresidencialista” según el analista político Oscar Botinelli, avanza con la nueva rendición de cuentas en su ofensiva de transferencia de recursos de abajo hacia arriba.

Lacalle Pou participó del desfile de la Patria Gaucha en Tacuarembó | Carmelo Portal

En su proyecto de ajuste, la Ley de Urgente de Consideración es su pilar fundamental que se complementa con el presupuesto quinquenal. La rendición de cuentas se monta sobre estos dos y profundiza un poco más el saqueo de las clases dominantes. Cuenta con blindaje mediático: por ejemplo los diario olvidaron subir en tapa una nueva suba de combustibles – aumentos que ahora serán mensuales- y así el camino queda allanado.

Todavía queda desgranar varios artículos de la rendición de cuentas, pero ya se vislumbran sus posibles resultados y conclusiones. Los sueldos de jerarcas se aumentan en 100.000 pesos; el Estado ante demoras en pagos por juicios o demandas no pagará multas ni recargos; el presupuesto en salud tiende a cero. Las medidas para reactivar la economía, la regeneración de empleo y la pérdida de salarios brillan por su ausencia, pero tampoco eso sorprende.

Afuera del tablero

En mayo hubo 180.170 personas desempleadas, lo que implicó 8.267 trabajadores más en relación al desempleo de abril y 15.369 más si se compara frente al mismo mes del año pasado. Más de 180 mil personas desempleadas en un país que apenas supera los tres millones de habitantes.

El Operativo Frío Polar, que se ejecuta para salvar de las inclemencias climáticas a personas en situación de calle, ya cuenta en su haber con dos fallecidos. Personas que murieron a la intemperie por hipotermia en un país que tiene muchas casas sin gente y gente sin casas; donde prima la especulación inmobiliaria antes que la vida.

Un país que produce alimentos para 30 millones de personas donde su población es diez veces menor, pero los mayores porcentajes de pobreza se dan en la primera infancia y con altos índices de desnutrición.

Por si fuera poco, “Las venas abiertas de América Latina fue una obra profundamente dañina”, declaró el Ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira. Será mejor que le conteste el propio Galeano: “La derecha tiene razón cuando se identifica a sí misma con la tranquilidad y el orden: es el orden, en efecto, de la cotidiana humillación de las mayorías, pero orden al fin: la tranquilidad de que la injusticia siga siendo injusta y el hambre hambrienta.”

Artículo publicado originalmente en Periferia

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

Lacalle Pou ajusta abajo para regocijo de los de arriba

Lacalle Pou ajusta abajo para regocijo de los de arriba

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La nafta (gasolina) super pasó de 58,35 a 65,45 pesos (de 1,34 a 1,50 dólares). En los últimos cinco meses aumentó un 19%. El gasoil aumentó de 40,04 a 45,25 pesos (de 0,92 a 1,04 dólares) y el Supergás (que implica las garrafas para cocinar o calefaccionar los hogares) de 50,14 a 56,17 pesos (de 1,15 a 1,29 dólares)

El Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Jose María Uriarte, que apenas asumió se confesó representante dentro del gobierno de los sectores empresarios que abarca su cartera; destacó el “esfuerzo” del gobierno de retrasar el aumento.

Walter Sosa, director de Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP), en representación del centroizquierdista Frente Amplio, se posicionó en contra del aumento y agregó que el gobierno podría haber evitado el ajuste. “Era posible evitarlo pero prefirió no tocar su recaudación impositiva”, señaló.

El tercer socio de la Coalición Multicolor, Cabildo Abierto, en voz de su líder el general Guido Manini Ríos, también se sumó a las voces discordantes y dijo no ser partidario de subas del gasoil y el supergas (gas en garrafas de consumo domiciliario). Indicó que el aumento del supergás en la «entrada del invierno afecta principalmente a todos los sectores más frágiles de la economía».

Las estadísticas señalan que con los gobiernos neoliberales de la década del 90 la cantidad de litros de nafta que podía comprar un ciudadano con su sueldo, fue disminuyendo permanentemente. Cuando asumió el Frente Amplio en 2005 se pudo visualizar un alza en los litros adquiridos llegando a un máximo de 296 litros en 2019.

Ahora en 2021 el poder de compra ha descendido y con el mismo sueldo se consiguen 274 litros y la tendencia apunta a que seguirá descendiendo. Esto se extrae de anuncios del propio gobierno, donde se manifestó que mes a mes se irá ajustando el precio de los combustibles según precios internacionales.

También se puede analizar la relación del precio de los combustibles y los salarios en los últimos cuatro gobiernos (de 60 meses cada uno) incluyendo a la actual administración.). El gobierno en funciones transita por sus primeros 16 meses, pero ya se visualiza la tendencia a la que apunta, más en el contexto de pandemia donde el Presidente ha priorizado la economía (de los sectores concentrados) por encima de la salud.

En el gráfico publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) se observa que en los tres gobiernos del Frente Amplio la nafta y el gasoil nunca aumentaron por encima de los salarios. Incluso los salarios ganaron por amplio margen a tales subas. Arribando al primer año y medio de gestión de Lacalle Pou, la nafta aumentó un 19% cuando los salarios sólo un 16%. El gasoil no sobrepasó los salarios, pero alcanzó un porcentaje bastante próximo al de los salarios (12%).

Este aumento no sólo afecta a las personas con vehículos sino que el aumento se traslada al precio de todos los productos que se consumen. Uruguay es un país caro. El costo de vida es alto y se amortigua con determinados servicios públicos y gratuitos como la salud y la educación.

Un país pequeño territorialmente hablando, pero con un nivel alto de fertilidad en sus tierras, que produce alimentos para 30 millones de personas en un país que lo habitan menos de tres millones y medio de personas; sigue priorizando ser un país agroexportador de materias primas.

Archivo mata relato

Las redes sociales no demoraron en ser inundadas por imágenes y videos de archivo que mostraban las contradicciones o más bien el incumplimiento de las promesas electorales por parte del Partido Nacional.

El 30 de marzo de 2019 en un acto multitudinario en un estadio de fútbol, el entonces candidato a la presidencia Luis Lacalle Pou decía: “Si gana el Partido Nacional se acabó el aumento de impuestos, de las tarifas y los combustibles. ¡Se terminó!” En otros pasajes de su discurso alegaba que el bolsillo de los uruguayos no aguantaba más, refiriéndose a la suba de impuestos.

En una entrevista televisiva en el programa Santo y Seña, al ser consultado sobre su promesa de no subir impuestos Lacalle Pou prometió que “no”. Al ser re preguntado por el conductor del programa dijo que iba a resistir el archivo y que la garantía que daba era su palabra.

Surgió del pasado un tuit del actual Ministro del Interior Luis Alberto Heber, del 6 de diciembre de 2017, que decía: “Otro ajuste fiscal en las tarifas, terrible para la gente humilde que verá nuevamente subir el costo de vida. Después tenemos que soportar a los frentistas decir que son los que defienden a los más pobres. Por favor, basta de mentiras.”

Esta suba de los combustibles estaba prevista para ser ejecutada al menos dos meses atrás. Pero las patronales rurales, sobre todo asociadas al negocio de la soja y su exportación, hicieron lobby con el gobierno para frenarla y así poder liquidar su cosecha con un gasoil más barato de lo que marcaban los precios internacionales. El gobierno accedió a dicha propuesta y los grandes productores rurales obtuvieron cientos de miles de dólares más por dicha diferencia. Más aún cuando la soja está cotizando a más de 600 dólares la tonelada.

El grupo de estancieros autoconvocados del campo denominado “Un Solo Uruguay” ha brillado por su ausencia. Los que otrora realizaban marchas hacia la capital Montevideo y cortaban rutas por aumentos de un peso el litro de combustible hoy se han llamado a silencio. Es que los sectores exportadores se han beneficiado con las políticas de este gobierno y a pesar que al inicio de la gestión actual hubo fricciones, el saldo para estos sectores es positivo.

El historiador Washington Reyes Abadie decía que Uruguay es “pradera, puerto y frontera”. Lacalle Pou ya entregó el puerto de Montevideo. La frontera se ha desdibujado con Brasil para que ingresen turistas a los free shops. Parece que solo queda la pradera. ¿Queda?

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

Lacalle show: Gobernar Uruguay en clave de marketing

Lacalle show: Gobernar Uruguay en clave de marketing

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Luis Lacalle Pou es fruto de la capacidad de aprendizaje de los yerros y de pensar en el día después de mañana. Es hijo de un expresidente, pertenece a una de las 500 familias oligarcas del Uruguay. Hoy, siendo presidente y a través de su figura, gobierna teniendo en claro que vivimos en la era de la imagen, lo efímero y el espectáculo.

Es bisnieto del «Patriarca», apodo de Luis Alberto de Herrera, el último caudillo del Partido Nacional. El apellido Lacalle es sinónimo de poder en Uruguay. Su padre, Luis Alberto Lacalle Herrera, fue presidente de los años 90. Fiel gobernante de esa década, fue destronado por su propio hijo para ser líder del conservador Partido Nacional.

Arropado por su madre Julia Pou, fue diputado por el departamento de Canelones a pesar de que vivía en el departamento de Montevideo. Para no quedar en evidencia se mudó a Canelones, a un barrio privado muy selecto: La Tahona.

«Lacalle Pou. Un rebelde camino a la presidencia.» Es el título del libro donde lo quisieron retratar como un rebelde,  contestatario y distinto. Toda acción se desarrolla en un contexto. ¿Rebelde con respecto a qué y a quién? ¿Rebelde en el seno de una familia oligarca que viene tallando la política nacional hace más de cien años? ¿Rebelde viviendo en la casa presidencial donde transitó su adolescencia? ¿Rebelde porque le gustaba pelearse porque era petiso (de estatura baja) y le tomaban el pelo en colegios privados, según cuenta de su propia boca?

La alcurnia por el barro

La cuestión es instalar una imagen y un concepto. Quitarle el acento de alta sociedad, mostrarlo como algo que no es: pueblo, a pesar de pertenecer a la otra parte del par antinómico: la oligarquía. Mostrarlo terrenal, común, vecinal. Por eso cada verano se lo veía vacacionar y comprando él mismo en verdulerías, comiendo churros, sacándose selfies con todo el mundo y él mismo tomando la foto.

Su primer campaña presidencial en el año 2014 tuvo como slogan «Por la positiva». Una especie de refrán new age que intentaba no confrontar con sus rivales y proponer más que criticar. La táctica zen duró poco y a medida que avanzaba la campaña empezó a resquebrajarse. En octubre del 2014 se trepó a una columna e hizo “la bandera” delante de las cámaras de televisión. Su intento de mostrarse en forma y juvenil frente al candidato frenteamplista, Tabaré Vázquez fue inútil y el tiro le salió por la culata.

El punto cúlmine de “la positiva” fue cuando Pedro Bordaberry, ex candidato a presidente por el Partido Colorado e hijo del dictador Juan María Bordaberry, se acercó al bunker de Luis Lacalle Pou y al oído le espetó “vine para que hagan mierda a Tabaré Vazquez”. La derrota en el balotaje fue contundente y a pesar de la coalición, la derecha volvió a perder.

En el horizonte estaba el 2019. El Frente Amplio quería conseguir su cuarto mandato consecutivo. La derecha no ganaba unas elecciones desde 1999 y los blancos -como le dicen a los del Partido Nacional- no triunfaban desde 1989.

El Partido Nacional cambió la táctica de campaña. Jugó con el viento a favor de una economía que estaba estancada, con el desgaste de tres lustros seguidos de gobierno del Frente Amplio y una Coalición de derechas orquestada por el máximo estratega de este arco político y quizá del Uruguay, Julio María Sanguinetti, dos veces presidente de la República por el otro partido tradicional, el Colorado.

Lacalle Pou supo medir en tiempo y forma la necesidad de abroquelar a las derechas bajo su candidatura porque era la única forma de poder ganarle al Frente Amplio. Así sucedió, cinco partidos políticos y apenas una diferencia de treinta mil votos en el balotaje sirvieron para que un hombre, blanco, abogado y de una de las familias patricias del país voviera a la casa de gobierno.

Macri es Lacalle Pou en Uruguay” – La Humanidad

El líder nacionalista tuvo como espejo los errores y aciertos del expresidente neoliberal argentino Mauricio Macri. Lo ha dicho en entrevistas y Macri lo ha elogiado en medio de la pandemia, diciendo que si hubiera sido presidente “hubiera ido por la línea de Lacalle Pou”. La maquinaria mediática y comunicacional macrista ha tenido grandes logros, como no  sucedió con los gobiernos progresistas; y qué mejor para un gobierno neoliberal que otro del mismo signo con experticia en ese rubro.

Es así que el slogan de campaña para el 2019 fue “Está bueno cambiar”. El cambio por el cambio. Porque hay que cambiar, porque hay que moverse, no importa hacia dónde ni a qué velocidad. La premisa es cambiar. Aunque ese cambio signifique retroceder en materia de derechos, en algunos casos, cincuenta años.

Pasó por Argentina y tuvo su raid televisivo y radial. Fue por un instante el líder de las derechas rioplatenses, pero no dio la talla. Se lo quiso mostrar como un presidente “distinto” y a la vez “común”. Fue utilizado por el círculo rojo de los medios de comunicación para hacerle críticas al mandatario argentino  Alberto Fernández, con tiros por elevación.

Bienvenidos al show

Una imagen que retrata estos tiempos neoliberales, individualistas y de la política como un show, es la del presidente surfeando en el balneario La Paloma. Estas minivacaciones sucedieron apenas se decretó que la licencia de los trabajadores,acumulada para el 2020, los patrones podían postergarla para el 2021. Agregado a esto Uruguay, no contaba (ni cuenta) con un plan de vacunación, mientras los casos diarios rozan los mil y las muertes aumentan paulatinamente.

Ilustración de Unastefi

Cada movimiento del presidente es retratado en fotos o justo hay una cámara de televisión pronta para captarlo en el instante. En caso de que las primeras dos no funcionen, la cuenta oficial de presidencia está pronta y presta para, por ejemplo, hacer una toma del primer mandatario recogiendo un papel del piso, entregándoselo a un custodio y así automáticamente ser el paladín de la ecología en todas las redes. Luego justo pasó por un accidente en la ruta y socorrió a los accidentados.

Asistimos a una especie de The Truman Show pero donde el protagonista es consciente de que es el centro de la atención o de un gran hermano ambulante con un solo participante.

En esta semana almorzó en un bar cercano a la Torre Ejecutiva (sede de la Presidencia) con asesores y las cámaras también estaban listas. Se habla de su look, si se afeita o no. Se lo vio sin remera de vacaciones y tomándose una selfie con adolescentes. Se sacó otra selfie con alguien que entró luego en su propia camioneta.

Podríamos seguir enumerando este tipo de hechos. Parece un chusmerío, cosas sin sentido, pero no. Estamos asistiendo a una manera de comunicar que hasta el momento en Uruguay no se había desplegado y es efectiva. La atención desviada, los comentarios en redes donde los militantes y simpatizantes de las izquierdas muerden el anzuelo para debatir sobre nimiedades superficiales y banales.

Lacalle Pou aplica una de sus máximas diciendo en varias conferencias de prensa que “tiene la marcha atrás intacta”, refiriéndose a decisiones tomadas. En su libro “El arte de ganar”, el sociólogo ecuatoriano Jaime Durán Barba, asesor de imagen de Macri, expresa: “…en varios estudios de opinión que aplicamos, los ciudadanos apreciaban que el presidente reconociera cuando se equivocaba, ya que les parecía que ese era un síntoma de que no mentía.”

Las encuestas marcan que la imagen positiva del presidente en diciembre ha descendido levemente, pero sigue con altos números y se considera que ha sorteado de buena manera la pandemia. Aunque Uruguay encabeza la lista, junto con Paraguay, de países que no tienen siquiera un plan de vacunación.

La propaganda del gobierno se centra en dos aspectos: el primero en el presidente y luego cuando hay medidas antipopulares o casos que dañan la imagen del gobierno, allí se encienden las cortinas de humo y la máquina del tiempo yendo al pasado constantemente para achacar culpas al Frente Amplio de “la pesada herencia”.

La cuestión final que queda por puntualizar es: ¿las izquierdas que modos comunicacionales están desarrollando para contrarrestar el del gobierno que a su vez se monta sobre el sentido común neoliberal que nos permea a todos?

Mientras todo este show encandila con sus luces de neón, el ajuste y la represión avanza a paso firme.


Artículo publicado originalmente en estrategia.la

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

Uruguay: Año nuevo sin prosperidad

Uruguay: Año nuevo sin prosperidad

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

El presupuesto quinquenal y la Ley de Urgente Consideración (LUC) son los arietes de esta arremetida neoliberal. Mientras tanto el campo popular en Uruguay todavía no acusó el golpe de la derrota en octubre del año pasado. Tal es así, que luego de varias idas y vueltas, las organizaciones sociales nucleadas en la Intersocial, decidieron ir por un referéndum revocatorio de la LUC, previa recolección de firmas que avale ese mecanismo.

Los balances por calendario son injustos respecto a los movimientos políticos y sociales que realizan sus procesos por carriles distintos, pero indefectiblemente hay que pasar raya.

Pero tal es el desencuentro en el campo popular, que se van a realizar no uno sino dos campañas de recolección de firmas. Una para la derogación parcial de la LUC y otra para la derogación total de la misma. A río revuelto, ganancia para los que dicen que hay que enseñar a pescar y no dar el pescado.

En materia comunicacional el gobierno ha sido sobresaliente, para sus intereses. Con conferencias todas las noches en el inicio de la pandemia, instauró la concepción de un presidente con liderazgo y que “se hacía cargo” de la situación. Cada mensaje dejaba un reproche para los gobiernos anteriores del Frente Amplio.

Con un estilo muy macrista de comunicación, la pesada herencia y el “nos dejaron un país en ruinas” fueron frases contundentes que marcaron la tónica del gobierno actual. Los exabruptos, las declaraciones más conservadoras y deleznables pasaron a ser casos aislados o dirigentes que hablaban por motus propio y enseguida los desmarcaban de resoluciones de gobierno.

Los muros de Montevideo y ciudades aledañas tienen por consigna “la mejor vacuna que tenemos es el tapabocas, usalo”.  Esta frase es pintada por grupos oficialistas que demuestran el sinsentido de la misma, pero que defienden a capa y a espada un elemento en el que gobierno hace agua: la no concreción de la vacuna.

Chile y México ya tienen vacunas. Brasil está en trámite y en Argentina ya llegaron. Incluso el propio Alberto Fernandez se ofreció a ayudar al gobierno uruguayo con dicha tarea.

El presidente Lacalle Pou desde un principio dijo que su gobierno no iba a estar guiado por la ideología, pero en su asunción no invitó a los mandatarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Sobre el tema vacunas, ¿lo moverá la ideología? ¿Se dejará ayudar por un gobierno contra el que realizó declaraciones negativas en un raid televisivo en la propia Argentina?

Debates

Es difícil saltear los lugares comunes sobre la pandemia. Está claro que el 2020 fue un año atípico. Planteó debates que estaban latentes, los colocó sobre la mesa y de manera ineludible. Específicamente en Uruguay desnudó los problemas estructurales que se acarrean desde décadas atrás y las discusiones debieron tomar tono sistémico y ya no entre reyertas domésticas.

Una de las conclusiones que se pueden extraer es que el neoliberalismo es un sistema caduco, ya que no ha podido brindar soluciones para las grandes mayorías. Eso no significa que las élites y los grandes capitales (sobre todo el financiero-especulador) no estén cómodos en este sistema.

Pero las contradicciones empiezan a tensarse cada vez más. El capitalismo se sigue deshilachando hasta que en algún punto el tejido se desgarrará; hasta entonces seguirá produciendo desigualdad.

Las élites y grandes capitales parecen que no han sufrido la crisis. Específicamente en Uruguay han aprovechado la crisis como oportunidad para reducir costos y personal, porque nunca está en sus planes reducir, aunque sea un porcentaje, su tasa de ganancia.

Unos pocos ejemplos grafican esta sentencia: este año se le permitió a las empresas no respetar los laudos de salarios consagrados por ley, y se le redujo a la mitad la pena a las empresas que falsifiquen documentos y evadan impuestos. Con la anuencia del gobierno nacional, es que tanto los latifundistas como el sector financiero han surfeado la ola del covid.

Debajo del mar los de siempre: los trabajadores formales e informales, los jubilados y pensionistas, los desempleados, mientras el descontento social va sedimentando y tensionando el panorama.

Otra de las conclusiones que podemos enunciar son los límites del progresismo encarnado en el Frente Amplio. El progresismo nace con fecha de caducidad y muere dentro del propio sistema que intenta reformar. Las mejoras siempre serán parciales, cortoplacistas y más temprano la reacción de los poderes concentrados no demorará en aparecer.

Eso fue lo que sucedió en Uruguay el año pasado en las elecciones nacionales de octubre y empezó el primero de marzo con la asunción del nuevo gobierno. Un gobierno que encarna todos los rostros del capitalismo deforme y dependiente uruguayo: oligárquico, conservador y militarista. 

Las pujas a la interna del gobierno son disputas de distintas concepciones de cómo llevar al país adelante dentro de los sectores dominantes. Ello no implica fisuras ni grietas, sino correlación de fuerza, porque los de arriba también luchan.

Estas líneas de poder se pueden rastrear hasta los albores del siglo XX, incluso con apellidos que se repiten de las mismas 500 familias dueñas del Uruguay como decía el teórico y político socialista Vivian Trías. Esta es otra enseñanza que se puede rescatar: leer la historia en perspectiva para entender el presente que hoy nos convoca. No con visos nostálgicos, sino para proponer.

¿Próspero año nuevo?

El 2021 presenta nuevos desafíos en tiempos de “nueva normalidad.” Suba de tarifas, desempleo, pobreza, inflación, privatizaciones, represión y más. Este pequeño país que muchas veces vive a destiempo de América Latina, a veces de avanzada, a veces de retroceso. Tiene la tarea de soportar cuatro años de un gobierno que aún no ha desplegado toda su artillería para consumar su plan de ajuste.

La inventiva y la unidad serán menester en el campo popular para poder sortear esta victoria oligárquica. El verano ya está aquí, pero el neoliberalismo no descansa.

¿Será capaz el campo popular y las izquierdas apostar por una “nueva normalidad” pero para las grandes mayorías?

Artículo publicado originalmente en estrategia.la

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

En Uruguay, todos los caminos conducen al ajuste y al estado policial

En Uruguay, todos los caminos conducen al ajuste y al estado policial

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

El montaje de un aparato policial con la pandemia como justificativo es el salto que ha dado el gobierno este viernes 18 de diciembre con la reglamentación del artículo 38 de la Constitución. Los medios afines blindan al gobierno, legisladores oficialistas piden presencia militar en las calles, el Presidente que hace stand up en las conferencias y las leyes  dejan más que claro que todos los caminos conducen al ajuste

Prontas las medidas

Semanas atrás se anunció una conferencia de prensa de Presidencia para el día 18 de diciembre debido al aumento exponencial de casos de covid. La misma se adelantó para el miércoles 16 con previa conferencia al mediodía del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH).

El miércoles por la noche el presidente Lacalle Pou anunció suspender los espectáculos públicos desde el 21 de diciembre al 10 de enero. Esa misma fecha se planteó restringir el ingreso al país, excepto para las personas que tuvieran pasaje programado hasta el 17 de diciembre inclusive. Alentó a vacacionar pero con distanciamiento social e incluso tuvo tiempo para decir socarronamente que se iba a tomar unas minivacaciones en el departamento de Rocha.

La prohibición de cerrar fronteras no afecta al transporte de cargas, por lo que las fronteras seguirán siendo un colador, donde se han registrado varios focos en ciudades fronterizas por estas actividades, sobre todo transporte proveniente de Brasil.

Se aumentaron las horas de apertura de los shoppings, los centros comerciales. Los ómnibus interdepartamentales deberán viajar al 50% de su capacidad y ante ésto Lacalle prometió un subsidio para las empresas. Se dará la reapertura de gimnasios y toda actividad física en lugares cerrados que habían sido suspendidas apenas diez días atrás.

Lo no-dicho

Lo más importante de la conferencia de prensa fue de lo que no se habló: de los desempleados, los que están en el seguro de paro, de las ollas populares, del sistema de salud y sus trabajadores.

Fueron nombrados en la conferencia, pero apenas eso. Se los saludó, se les reconoció el esfuerzo, pero medidas, ninguna. Similar a lo que aconteció la semana anterior cuando un uruguayo fue destacado como uno de los 10 científicos más importantes del 2020 por la Revista Nature. Alli el Presidente lo saludó y lo felicitó por twitter, y el cientifico Rodrigo Moratorio no tardó en responder que sería bueno que el apoyo sea económico y a través de presupuesto y políticas de gobierno.

El desempleo sigue aumentando. Mientras que la tasa en Montevideo es de 9,6%, en el interior del país esta cifra asciende a 12,3. Asimismo, entre las mujeres (14,2%) esta tasa es 5,6 puntos porcentuales superior a la de los hombres (8,6%).

El 38 está cargado

Lacalle Pou, en conferencia, brindó nuevos slogans vacíos que parecen ser un nuevo mote para una campaña publicitaria. Del “quedate en casa” a la “convivencia solidaria” a las “burbujas” para poder pasar las fiestas de fin de año. Se apela a la responsabilidad individual, coherente con un gobierno neoliberal que deja al Estado como garante último de la represión.

Esto queda manifestado con la implementación del artículo 38 de la Constitución. El mismo reza: “Queda garantido el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no podrá ser desconocido por ninguna autoridad de la República sino en virtud de una ley, y solamente en cuanto se oponga a la salud, la seguridad y el orden públicos.”

“Restricciones a la movilidad de la población incluirá a las marchas y movilizaciones sociales y sindicales, definió Presidencia, destacó el semanario derechista Búsqueda. El legislador blanco (del oficalista Partido Nacional) Sebastián Da Silva, por su parte, pidió presencia militar en la calle para «molestar a los ciudadanos ligeros de prevención» y así bajar la cantidad de contagios de ovid-19.

Lentamente se está montando un estado policial que restringe las libertades y calza justo en un momento donde el malestar social con el gobierno empieza a emerger a la superficie. Las medidas que se han implementado para mitigar el covid-19 no tienen correlato con la cantidad de casos en aumento y su posible reducción. Están identificados los focos de contagio y allí no se ha aplicado ninguna medida.

Ajuste

Donde sí se están aplicando medidas a rajatabla es sobre la clase trabajadora. Insólitamente se ha modificado en el Parlamento, con los votos del oficialismo, traspasar el salario vacacional acumulado en 2019 -que debía ser abonado este 2020- para el año 2021.

Es decir que los trabajadores que este año vieron congelado su salario con respecto a las tarifas y la inflación, quedarán relegados una vez más. Los empresarios celebran y se ahorrarán ese dinero, pagarán en el 2021 con un dólar en crecimiento a la par de los precios y las tarifas.

No es especulación ni pronóstico. El representante de la oposición en Antel (empresa estatal de telecomunicaciones) anunció que para el año entrante las tarifas subirán por encima de la inflación entre un 9 y 10 por ciento.

Por si faltaba algo, para sofocar cualquier atisbo de alegría, la Intendencia de Montevideo a cargo de Carolina Cosse del centroizquierdista Frente Amplio, decidió suspender el carnaval capitalino y así de un plumazo, con un escueto tuit, 40 mil  personas se quedarán sin trabajo este verano.

Espejismo

Uruguay gozó de buena prensa por la gestión de la pandemia, alimentada por los voceros de la derecha rioplatense, mientras el gobierno ponía piloto automático con los pilares que había construido el Frente Amplio.

La exhortación individual ya no surte efecto. La población fatigada, que se tragó el discurso de la excepcionalidad uruguaya abonado por el propio Lacalle Pou y casi sin miedo por la pandemia, hace que los números hayan crecido exponencialmente.

Dios Momo no volverá a soñar este febrero. La murga, eterna crítica al poder de turno, verá su voz acallada por una pandemia que parece no tener fin y menos aún sus consecuencias. El 2021 dejará sus trajes colgados esperando un cuplé. La murga que cantó su retirada para volver, esta vez dejará sus versos en el tintero.

Nicolás Centurión
Nicolás Centurión

Como dice un rapero: «por amor y por vicio… se convirtió en mi oficio.» La palabra se milita. Junto café con palabras para subsistir en este paréntesis, desde la periferia.

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