Día: 16 de octubre de 2025

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Un recorrido por la novena edición del Festival Tranza y la sexta edición de su revista POGO. La comunidad como protagonista y emisora de su propia voz en un fin de semana que reunió multiplicidad de actividades.

Durante los días 4 y 5 de octubre, el encuentro federal de gráfica se llevó a cabo en el Club Aconcagua ubicado sobre calle 69 entre 4 y 5, en la ciudad de La Plata. El Festival Tranza hace propio cada rincón del espacio. En la entrada, sobre las altas paredes y colgados del techo, mensajes en banderas que realzan los valores de la solidaridad, la amistad y que recuerdan experiencias fundantes como el Club del Trueque durante la crisis de 2001. Aquí, la gráfica, se convierte en un medio para expresar vivencias e ideales. Asuntos que nos interpelan y convocan.

Nadie es ajeno a la gráfica. Basta con prestar atención para darnos cuenta de que su presencia es ineludible en el mundo cotidiano. Este festival reúne tanto a personas con vasta trayectoria y conocimiento en el área, como a visitantes que se acercan por diversos motivos: las ganas de conocer la feria, la cercanía con algún participante, escuchar las bandas o el azar, de justo pasar por aquella calle del barrio. Todos comparten un punto en común: la intención de responder con acción a ese llamado de curiosidad.

 

Durante los dos días, la cancha de básquet del gimnasio, se volvió el espacio dinámico de 110 proyectos feriantes y de actividades complementarias como talleres, radio abierta de Futura y de CAPTO, flash tattoo y música en vivo. La transmisión de radio estuvo ambos días, durante dos horas y media al aire, significando un espacio esencial de diálogo y escucha, donde la comunidad se convirtió en protagonista y emisora de su propia voz.

​El primer día, 4 de octubre, CAPTO, suplemento cultural de Trinchera, entrevistó a varios feriantes y a “la Conu”, que estuvo a cargo de “Conuzine”: el taller abierto de publicaciones urgentes que se realizó en la jornada. Por otro lado, el cierre musical estuvo a cargo de Máze y Las Olas Rompen.

Al día siguiente continuó el evento en donde Futura realizó el programa de radio abierta y, a partir de las 21.30 hs, el cierre musical contó con dos bandas platenses que se destacan por sus propuestas poderosas: Fraxu y Miedo Puro. Ambas lanzaron un disco este año y tienen fortaleza en sus presentaciones en vivo. Propuestas que, cada una a su manera, se te vienen encima y te envuelven en la experiencia.

 

“La feria Tranza como una festividad que interrumpe, aunque sea por un instante, la temporalidad cotidiana”.

Desde el año 2017, Tranza utiliza el término para nombrar un espacio de circulación, exhibición y comercialización de producción gráfica. Para esta novena edición, Tranza vuelve a las bases. Volver a las bases no es un eslogan: es volver al espíritu autogestivo, al diálogo con otros proyectos colectivos, al cruce entre comunidades que vienen de otras provincias e incluso, de otros países. Volver a un espacio que ya tiene una comunidad como la del Club Aconcagua, llevando otra comunidad como la de la gráfica. 

A lo impreso podés volver. Volver a leer. El objeto impreso se puede compartir. 

Por eso hicieron la revista de Tranza. Para acercar y compartir al público generoso, toda la información que anda dando vueltas por los pasillos de la feria. El encuentro queda registrado en un objeto físico: la revista POGO.

Este año presentan la sexta edición que cuenta con seis fascículos que despliegan el universo de la feria. “Los proyectos y personas invitadas que organizan, asisten y observan las dinámicas feriales, hacen entrega de su visión. Leer estos testimonios nos nutre.”

 Leer las propias palabras del corazón de quienes integran Tranza.

 Tener en mano un objeto impreso tiene el valor de despertar todos los sentidos. Al sumergirme en la lectura de la revista, siento la necesidad de intervenirla con notas, de subrayarla, de guardar las oraciones que resuenan más fuerte. Llevar a cabo estas acciones significa hacerla parte de mis subjetividades.

“La feria como una forma de la amistad” escriben desde Alpina, un espacio de encuentro y comercialización de arte impreso en la ciudad de Ushuaia.

Pienso en cuántos proyectos nacen a partir de la unión, y con la fuerza de un grupo de amigxs. Un fenómeno identitario de la ciudad de La Plata. Miles de estudiantes nos acercamos desde diferentes puntos del país y otros países. Comenzamos a construir un entramado de alianzas que se transforma en la creación de algo más. Así nacen muchos de los proyectos feriantes que forman parte de Tranza, así nacen las bandas locales que tocaron en vivo: Las Olas Rompen, Fraxu y Miedo Puro. Así nace el mismo Festival Tranza.

“Todo ese cruce de ganas, decanta en que hay un plan” dice con el mismo espíritu el fascículo de Atajo, el proyecto situado en Bariloche que es vivo y libre, abierto a la oportunidad de que haya otros amigxs haciendo Atajo para conectar personas que co-crean y realizan aportes a la cultura de todos los días. “Una idea aboga a la otra, no la ahoga, la acepta, la incluye y la potencia.”

Por otro lado, el fascículo de Santiago Candelo por Punta Lara Ediciones, comparte sus motivaciones a participar tanto como público, feriantes u organizadores de estos espacios donde se les da lugar a las publicaciones de arte. Al leer sus experiencias y sus motivos, pienso en cómo cada persona trae sus historias, sus recuerdos, sus deseos y visiones. La curiosidad por conocer estos diferentes relatos, conectados entre sí por la motivación genuina de hacer las cosas con pasión, despierta, inspira y hace crecer esas mismas ganas de seguir haciendo.

 

En el “poner el cuerpo” crece el espíritu de las ferias. Desde la literalidad de la palabra: viajar e ir hasta el lugar donde sucede el encuentro, conocer a la gente cara a cara, hasta “una manera de estar en la feria” al detenerse en qué miran las personas, por qué eso y no otra cosa, qué públicos se sienten atraídos a ciertas gráficas o piezas y cuáles tal vez menos. “Eso que pasa en el festival en sí mismo no es nada pero creo que, al mismo tiempo, constituye su espíritu.” dice Malena Guerrero, que forma parte de la CGO y es entrevistada en el fascículo de Camila Mack.

El encuentro con lo inesperado que tiene que ver con habitar una feria. En Tetera Gráfica escriben sobre una clandestinidad que genera identidad sobre sus producciones. “Más allá de la visibilidad de la buena onda, creemos en un espacio de diálogo, debate y exposición de nuestras particularidades y formas propias de producir centrándonos en la premisa de amplificar voces maricas”.

“Hacelo aunque no sepas cómo”.

Leo aquella frase en el fascículo que llama mi atención por su diferente diseño punk. En una entrevista a Pat Pietrafesa, Jano Secreto y Luz Cónsoli repasan su recorrido en la escena como editora, fanzinera, música, hacedora y abordan la importancia de “Ser guardianes de los archivos, potenciar el legado y efectivizarlos de forma virtual y física para que estén disponibles”.

El encuentro con un objeto impreso tiene el valor de despertar todos los sentidos.

El cierre del festival se vivió como una celebración de todo el trabajo y cariño al realizar este evento que reúne a miles de personas. La amistad, la autogestión y el deseo de hacer han dejado su marca impresa en cada rincón del barrio. “Es cuando ponemos el cuerpo, que el corazón del festival termina latiendo”. Se vivió en los aplausos, en las sonrisas y en los abrazos compartidos en la puertas del Club Aconcagua; que no significan una despedida, sino un hasta pronto.

Porque nadie olvida nada. Tranza vuelve a las bases.