El candidato presidencial de UxP refuerza su proyecto de unidad nacional con dos nuevas propuestas: incluir en la dirección de la Oficina Anti Corrupción y parte del Banco Central a dirigentes de espacios opositores. Por otro lado, sumó el apoyo de lo gobernadores de Neuquén y Río Negro en su visita a esta última.
En el marco de las últimas horas de militancia previo al balotaje del domingo, el candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa visitó los últimos puntos estratégicos para recaudar votos, y reforzó la idea de un gobierno de unidad nacional con dos propuestas claras, desarrolladas en un acto en Ciudad de Buenos Aires, y en su posterior visita a la provincia de Rio Negro.
El concepto de “unidad nacional y cierre de la grieta” frente al modelo motosierra de Javier Milei –que se redujo a bordeadora de pasto tras el pacto con Mauricio Macri y Patricia Bullrich- construye una impronta cada vez más asentada debido a las propuestas que Sergio Massa adelanta en pequeñas cuotas. Anteriormente, el ministro había hecho de público conocimiento su voluntad de que este modelo de gobierno tenga a “los y las mejores de cada espacio”, es decir, que cuente con dirigentes de otros frentes. Ahora, en esta doble jornada, el tigrense develó nuevas noticias en torno a esa proyección que tiene en caso de ser elegido presidente. Pretende que sectores de la oposición ocupen la mitad de las plazas a otorgar en el Banco Central de la República Argentina, y que se encarguen en su totalidad de una propuesta aún más innovadora: la Oficina Anticorrupción. “Sería elegido mediante el Congreso, y ordenaría una forma de responsabilidades compartidas y mayor trasparencia”, aseguró en el marco del acto celebrado en CABA.
Mientras que el Banco Central administra las reservas de respaldo a la moneda y ejecuta decisiones y proyecciones monetarias, la Oficina Anticorrupción se encarga de controlar los números de la Administración Pública, a fin de detectar posibles irregularidades producto de delitos de corrupción. El candidato presidencial ya había anticipado anteriormente que el ministro de Economía elegido en caso de ganar las elecciones también pertenecería a otro espacio disidente de UxP.
Las novedades fueron replicadas por Massa en su visita a Rio Negro, donde sumó dos apoyos claves: el gobernador de esa provincia, Alberto Weretilneck, y Rolando Figueroa, de Neuquén. Este último aseguró que hace tiempo está alineado al tigrense, pero que “no quería sobrepasar los acuerdos electorales” hechos en la provincia. “Ahora que las instancias electorales están resueltas en mi provincia, me sumo de manera visible a quienes apoyamos a Sergio”, aseguró. De esta manera, tanto Figueroa como Weretilneck aseguraron poner a disposición los aparatos de campaña de esas regiones para sumar la mayor cantidad de votos en esta recta final. Rio Negro es un objetivo puntual del tigrense, puesto que fue superado por dos puntos por Javier Milei (37 -35).
Los apoyos de Weretilneck y Figueroa refuerzan la apuesta de unidad nacional de Sergio Massa, en la que consigue la mayoría de pronunciamientos públicos, siendo de gran importancia el de los distintos gobernadores, que es prácticamente total en salvedad de quienes no se pronunciaron. En ese sentido, quien ya había extendido su mano implícitamente fue el nuevo gobernador cordobés, Martín Llaryora, y tal parece que así lo hará Juan Schiaretti, ex candidato a presidente y quien le cederá el puesto. Schiaretti mantuvo una reunión con la referente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que también implicitó, por lo menos, un posicionamiento separado de Javier Milei. De concretarse un pronunciamiento fuerte, Massa ya habría captado casi todos los gobernadores y las distintas corrientes políticas, o por lo menos habría logrado que estos aseguren no ir por Milei, obviamente, salvaguardando la unión de este con el ala dura del PRO.
