Con múltiples marchas en distintos puntos del mundo, el Día del Trabajador dio para mucho más que un simple día de descanso. En Argentina, movimientos sociales concentraron durante el lunes, mientras que la CGT se diferenció y realizó su acto el martes.
Alguna vez, el histórico ex presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, supo decirle a les trabajadores que se presentaría en la Plaza de Mayo cada primero de mayo para preguntarles si estaban conformes con el gobierno llevado a cabo. Esto le dio otra entidad al conmemorado Día del Trabajador en Argentina, donde el “día de descanso” puede pasar a ser un día más de lucha, en caso de que fuera necesario; en caso de que la situación no fuera bien. Por lo mismo, en este complejo contexto económico, toda movilización realizada bajo esta consigna durante este primero de mayo tiene y tuvo por lógica una fuerte crítica al gobierno nacional, ligada a los pedidos que cada organización consideró necesarios desde su óptica.
Mientras que el lunes concentraron en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires la mayoría de las organizaciones sociales y sindicales, la Confederación General del Trabajo (CGT), por su parte, realizó su acto de conmemoración al trabajador este martes, en el club Defensores de Belgrano. No obstante, en otros países a lo largo del mundo también sucedieron diversas movilizaciones, en busca de mejores condiciones laborales, como son los casos, de Francia, Rusia, España o Corea Del Sur.
En el país presidido por Emmanuel Macron, les trabajadores aprovecharon la significativa fecha para seguir demostrando su repudio a la polémica reforma jubilatoria que el mandatario sostiene ejecutar, a pesar del rechazo popular. Mientras tanto, en España se registraron más de 70 marchas encabezadas por sindicatos que exigen un aumento de salarios en línea a la inflación, al igual que en Japón y Corea Del Sur, donde también se exigieron aumentos salariales, y de igual manera que sucede constantemente en Reino Unido.
De más está decir que estas similitudes sincronizadas mundialmente responden a matrices que demanda la época geopolítica, en la emergencia de nuevas influencias monetarias y donde también una guerra, que lleva más de un año, corta con la cadena de producción de ciertos bienes, lo cual produce desfasajes en muchos sistemas económicos. En el caso de Argentina, por ejemplo, en 2022 ingresaban divisas constantes debido a la venta de soja al mundo, a un precio elevado, ya que escaseaba en el viejo continente ante la imposibilidad de Ucrania de producir maíz. Cuando ésta volvió a la producción, el precio bajó y los productores concentradores guardaron su producto en silo bolsas a la espera de un mejor precio, lo cual cortó el ingreso mensual de una determinada cantidad de divisas, y derivó en una corrida cambiaria ante la falta del billete verde. De esta manera, esta coyuntura mundial afecta a las economías, y en particular a la de una Argentina raquítica de reservas en el Banco Central.
En ese sentido, la consigna de los distintos sectores sociales y sindicales que concentraron este lunes en CABA, apuntó a la degradación del salario debido al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al cual no solo hay que rendirle cuentas, sino que exige ciertas maniobras desde la cartera económica. En esa línea, los actores de la movilización concordaron en el pedido de revisión de este acuerdo, y se manifestaron en contra del ente prestamista que, una vez contraída una deuda con el mismo, logra su objetivo de poseer la potestad de intervenir en finanzas ajenas.
Por su parte, la CGT organizó su acto durante el martes, donde centró su visibilidad en un pedido de unidad de todos los sectores del campo popular con la consigna “estamos a tiempo”. “Buscamos unidad, pero nunca abandonando la combatividad que siempre caracterizó a esta organización y encabezó las grandes luchas de la República Argentina”, aclaró el Secretario de Organización de la CGT regional, Ignacio Bruno, en diálogo con Revista Trinchera.
“El movimiento obrero debe dar un salto cualitativo respecto a la construcción del frente electoral, que sin dudas nos va a encontrar discutiendo en los planos nacional, provincial y municipal”, desarrolló Bruno, y agregó que esto es debido a que “la política ningunea al movimiento obrero respecto al plano electoral desde hace mucho tiempo”, donde les trabajadores sindicalizades “no son parte de una discusión hace años”.
Con respecto a ello, el secretario aseguró que “la CGT está preparada, en la diversidad de todos sus sectores, desde los más combativos hacia los mas dialogistas”.

Joaquín Bellingeri
Militando desde la información y la palabra contra el amarillismo oportunista y por una sociedad en la que predomine la equidad social.