El ministro de Economía, Sergio Massa, sigue con su agenda en Estados Unidos. Con la meta de llegar en condiciones de aprobar la segunda revisión del FMI, consolidó lazos con el Banco Mundial y mira de cerca la liquidación sojera.
El ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, sigue con su agenda en Estados Unidos. Con la meta de llegar en condiciones de aprobar la segunda revisión del FMI, consolidó lazos con el Banco Mundial y mira de cerca la liquidación sojera. Esta última, tuvo un impacto fuerte y positivo para las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y a 72 horas de vigencia, el “dólar soja” precipitó un ingreso de divisas por US $1.075 millones y ventas diarias de 500 mil toneladas.
La Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) informó, que en los primeros tres días de vigencia del Decreto 576/2022, el complejo sojero ingreso US$1.075 millones, un sobrecumplimiento de la meta de mil millones de dólares establecida por Massa, cuando anunció la puesta en marcha del Programa de Incremento Exportador. En el mismo sentido, se expresó el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, quien aseguró que “el dólar soja superó las expectativas“, motivo por el cual ve superable el ingreso de cinco mil millones de dólares durante septiembre.
En diálogo con Radio Trinchera la economista, docente e investigadora, Clara Razu, señaló: “Cuando asumió Massa se planteó conseguir cinco mil millones de dólares extras para fines de septiembre para acumular en reservas. Para eso necesitó aumentar la liquidación de los dólares de exportación. Anteriormente, Silvina Batakis estableció la medida de liquidar un 70% en plazo fijo liquidado al dólar y un 30% se vendía al mercado libre, como le dicen ellos. Eso no tuvo resultado porque ellos querían que en el tipo de cambio se les pague 200 pesos por dólar“.
En la misma línea la economista subrayó que “antes se les pagaba con el tipo de cambio de dólar oficial, o sea, había que ir de $146 a $200; es un billete. Entonces lo que se hizo es establecer solamente para la soja un tipo de cambio de 200 pesos por dólar. De esa manera los exportadores en vez de recibir 146 reciben 200 por cada dólar que liquidan de exportación, eso implica un ingreso muchísimo mayor para ellos, que además ven licuado lo que pagan de retenciones sólo para la soja“.
Si bien la medida sirvió para la industria agroalimentaria, no lo hizo para los productores rurales, ya que “ellos quieren el mismo régimen para el trigo y el maíz, lo que es complejo porque eso repercute en la inflación“, subrayó la economista. Sin embargo, los granos de soja están destinados a la industria aceitera que no tiene aumento porque existe el fideicomiso del aceite, logra poner en funcionamiento una alta capacidad ociosa que tenían por la baja liquidación de los granos. Pero el maíz y el trigo tienen repercusión directa en el nivel de precios.
Sin dudas el sector “sojero”, que es un espacio con gran poder, utilizó la necesidad del Estado de conseguir dólares, para ganar la pulseada e implementar este tipo de cambio y obtener mayores beneficios. En este sentido, Razu resaltó que “sabían que las reservas eran bajas entonces ahí presionan. Claramente fue una disputa de poder y el Gobierno sintió la presión“.
Por otro lado, tras una reunión que mantuvieron en Washington el ministro de Economía y el Director Gerente de Operaciones, Axel van Trotsenburg, el Banco Mundial (BM) confirmó que en los próximos seis meses, Argentina recibirá un préstamo de US $900 millones, que se sumarán a otros US$ 1.100 millones que ya aprobó para este 2022.
Durante el encuentro, Massa presentó el programa que implementará el Gobierno para construir reservas internacionales y estabilizar las condiciones macroeconómicas, mientras van Trotsenburg reconoció “la importancia de tales esfuerzos“, según se detalla en un comunicado emitido por la entidad monetaria.
Por el lado de Argentina, además de Massa, estuvieron presentes el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el titular del Indec, Marco Lavagna -que tiene un rol como asesor de organismo internacionales-; y la directora de Argentina ante el Banco Mundial, Cecilia Nahón. En tanto, por el BM participaron el Vicepresidente del Banco Mundial, América Latina y el Caribe, Felipe Jaramillo; el director del Banco Mundial para la Argentina, Jordan Schwartz; y Van Trotsenburg (de manera virtual).
El Banco Mundial destacó que “el Gobierno de Argentina ha indicado que estima desembolsar unos US $500 millones de proyectos financiados por el Banco Mundial durante los próximos cuatro meses“. Los fondos que otorga la entidad demandan una contrapartida de parte del Gobierno, y el desembolso de los mismos son en la medida en la que avanzan los proyectos para los que fueron acordados los préstamos.
Con respecto a los préstamos, Razu destacó: “No se utilizan para pagar deudas sino que son para lanzar programas de desarrollo de infraestructura. Ahora, lo distinto de este préstamo es que el Banco Interamericano de Desarrollo presta 1.200 millones que son dólares de libre disponibilidad, son lo que integrarán las reservas. Los 1.800 restantes junto con los 900 del Banco Mundial están destinados a dichos programas. Es decir, estos últimos no se utilizan para pagar pero si se cuentan como reservas“.
De esta manera, el equipo económico de Argentina estaría en condiciones de aprobar la segunda revisión. “Vamos a aprobar, porque están ajustando fuerte, ya que se ajustaron 128 mil millones de pesos dentro del presupuesto en lo que eran las partidas excedentes y ahora 1300 millones de pesos lo que resultó de las auditorías de Potenciar Trabajo“, concluyó la economista.