Ante nuevos anuncios económicos, las medidas redistributivas vuelven a escasear, los sectores más vulnerables siguen golpeados y las organizaciones sociales continúan en la lucha.
Movimientos sociales que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) se movilizaron en reclamo de la implementación del Salario Básico Universal y otras medidas redistributivas para los sectores populares.
“Hoy distintos movimientos populares realizaremos acciones no violentas para exigir la implementación de medidas redistributivas a favor de las y los trabajadores pobres e indigentes”, expresó en sus redes sociales el referente del MTE, Juan Grabois; uno de los principales impulsores de la movilización.
“Que las cerealeras, petroleras, y mineras; que los timberos de casinos y banco, que los monopolios y las multinacionales sepan que sin justicia social no hay estabilidad económica… y se lo avisen a sus amigos de la política”, expresó el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos.
Tras casi tres años de mandato, los sectores populares entienden que la distribución de las riquezas no ha cambiado según lo esperado. Este hecho es respaldado por las cifras presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), sobre el crecimiento de empleo e industria, en comparación con los de pobreza, indigencia, pérdida de poder adquisitivo e inflación. Todos estos números han crecido, lo cual da cuenta que las ganancias empresarias siguen en alza y en baja para los sectores populares. La última oportunidad para estos, era esperar las nuevas medidas del ministro de Economía, Sergio Massa, tras su asunción luego de la corrida cambiaria.
“No hay contradicción entre reclamar medidas redistributivas y ser parte de una coalición electoral antimacrista. Estamos dando la pelea interna para que se cumpla el contrato electoral de 2019 cuya clausula central era ‘primero los últimos’. Precisamente en solidaridad con los últimos y por lealtad a este contrato electoral, el Frente Patria Grande va a definir su corrimiento del bloque el 4 de septiembre”, señaló el dirigente.
“Para los que preguntan, no hay ninguna contradicción entre defender en la calle a CFK y luchar en la calle por los más humildes. Si la bancamos a ella es precisamente porque logró disminuir la pobreza y la indigencia recuperando el poder adquisitivo de los salarios, otorgando la jubilación a mas de tres millones de abuelos, protegiendo a los niños, mejorando la distribución de la riqueza, sacándonos al Fondo Monetario Internacional de encima. Por eso la odian”, explicó.
En el documento publicado en sus redes Grabios consinúa: “Luchar en todos los terrenos contra el escandaloso empobrecimiento social que vivimos no es ninguna incoherencia; la incoherencia para quienes sostenemos la bandera de la Justicia Social es acostumbrarse a estos niveles de pobreza e indigencia en aras del pragmatismo. La desestabilización es hija de la desigualdad, no de la lucha. Una sociedad que naturaliza la indigencia es una sociedad intrínsecamente corrupta e inevitablemente inestable”.
Desde la asunción de Sergio Massa los sectores más vulnerables solo habían recibido una medida a su favor cuando se elevó el piso de las jubilaciones de 37 mil pesos a 50 mil. Casualmente estos días se registró la segunda medida: un refuerzo de 20 mil pesos para las asignaciones familiares por hijo. Sin embargo, son escasos respecto de la disparada inflacionaria.
“Massa no hizo un solo anuncio para Los nadie. Hemos esperado, esperanzados, sus anuncios. Nos vemos nuevamente defraudados. Nuestra obligación ahora es seguir luchando. Funcional a la derecha es la mísera. Quien niega la justicia de un reclamo cuando la mitad de nuestro pueblo es pobre, no puede llamarse peronista”, aseveró el dirigente de UTEP.
El accionar político se repitió cíclicamente durante la gestión de un gobierno del Frente de Todos que tuvo un amplio margen de respaldo de los sectores populares durante los año de pandemia, pero que este año parece haberse resquebrajado. Ante la ausencia de medidas que favorezcan a les más desprotegides, las organizaciones sociales siguen en las calles y exigen ayuda para quienes están peores condiciones.