TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

¿Por dónde comenzar a explicar lo que está sucediendo en las últimas semanas con la economía argentina? La situación ya era compleja desde antes de la salida de Guzmán, y con la llegada al ministerio de Silvina Batakis, la cosa tampoco parece estar mejorando. Escuchamos hablar mucho durante los últimos días acerca de una corrida cambiaria, de presiones devaluatorias, de manipulación mediante el valor del dólar blue. Proponemos parar la pelota para analizar e intentar entender los motivos de estas semanas turbulentas.

Para comenzar podemos detenernos a reflexionar sobre por qué ocurre una corrida cambiaria y que implicancias tiene sobre la macroeconomía. Podemos decir entonces a grueso modo, que una corrida cambiaria se da cuando se produce un desprecio de la moneda local, al tiempo que aumenta el nivel de cotización de una divisa extranjera, en este caso el dólar. Entonces los inversionistas buscan comprar dólares que serán pagados con moneda local es decir con pesos.

Si bien es difícil atribuir esta situación a una sola causa, sino que por el contrario hablamos de un fenómeno multicausal, en donde las expectativas acerca de lo que se cree que ocurrirá toma una peso trascendental, hablamos de que una corrida cambiaria puede ocurrir cuando: se producen desequilibrios macroeconómicos, o un déficit en la balanza de pagos, cuando se acumula una alta inflación a nivel local, o cuando el déficit fiscal es financiado mediante la emisión monetaria. Cartón llenó para la Argentina.

Sumemos a todo esto el agravante de la escasez de dólares que viene atravesando una economía bimonetaria como la argentina, en este contexto si el Banco Central decide intervenir para mantener el valor del peso, lo hace utilizando reservas en dólares, es decir vendiendo dólares al mercado, bajo el viejo axioma del capitalismo de fijar los precios de los bienes mediante la relación entre la oferta y la demanda. Entonces si aumenta la oferta de dólares, es decir la cantidad de dólares que están a disposición de los inversionistas para la compra, bajará la demanda, pero si esta venta perdura en el tiempo, y los mercados detectan que las reservas se van agotando, estos intentarán desprenderse de la moneda local antes de que la misma pierda más valor.

Durante 2018, el crédito de más de 50 mil millones de dólares que el FMI le otorgó al gobierno del por entonces presidente Mauricio Macri, teóricamente estaba destinado a acumular reservas y de ese modo poder hacer frente a la amenaza de corridas bancarias, o presiones devaluatorias por contar con los dólares necesarios que respalden y sustenten el tipo de cambio. Nada de eso pasó. A principios de mayo de 2018 la cotización del dólar era de $22 pesos. Un años después, en mayo de 2019, el FMI ya le había desembolsado a la Argentina más de 40 mil millones de dólares, se habían colocado un monto similar en bonos de deuda, pero un dólar equivalía a $45 pesos, y se estimaba que ya se habían fugado del país 45 mil millones de dólares.

A la delicadísima situación que dejó Mauricio Macri, se le sumó una pandemia, y luego una guerra. Este combo explosivo del cual venimos hablando a lo largo de estas columnas es lo que está haciendo que la situación actual sea tan inestable. El contexto mundial no ayuda para nada a una economía golpeada y tan necesitada de dólares.

A todo esto le sumamos el hecho de que tanto la Reserva Federal de los Estados Unidos como el Banco Central Europeo han decidido aumentar las tasas de interés, lo que provoca que un mayor número de inversionistas, y un mayor volumen de capital se vuelque a una moneda más segura, o con más garantías como puede ser el dólar.

Volviendo a la máxima capitalista en donde la mano invisible del mercado regula los precios en función de la oferta y la demanda de un bien, en el caso de los dólares en argentina, podemos decir que se cumplen todas las premisas para que su precio aumente. Hablamos de una oferta escasa para un bien sumamente demandado, como consecuencia, aumenta su precio. Si bien el Estado argentino pone a disposición de la industria, y de los sectores productivos, la venta de dólares a un precio oficial, que se encuentra por debajo de la cotización del dólar paralelo, estos no alcanzan para cubrir la totalidad de la demanda, por lo que el mismo aumenta.

Si bien es cierto que los volúmenes de divisas que se manejan en el mercado paralelo no deberían ser parámetro, puesto que los bienes que cotidianamente consumimos están cotizados o sujetos al valor de un dólar oficial, desde los medios hegemónicos, se está utilizando esta cotización del dólar paralelo para contribuir a la situación de desconfianza y descreimiento, no solo del peso como moneda nacional, sino también de un gobierno y de su forma de gestionar una situación de crisis.

Otro de los sectores que en las últimas semanas ha presionado fuertemente con la idea de una devaluación es el sector agropecuario junto a algunos sectores empresarios, que son quienes en la práctica se disputan los pocos dólares que se encuentran disponibles. Es que más allá de que el gobierno en sus dos últimos años haya tenido superávit, y de que se haya podido renegociar la deuda externa tanto con acreedores privados como con el FMI, la realidad es que logró acumular dólares en las reservas internacionales. Además se empezaron a aplicar desde el Banco Central medidas restrictivas a la salida de divisas,  primero con la venta de dólares a ahorristas minoristas, y luego con el acceso de dólares a las corporaciones empresarias y las limitaciones a la venta de divisas para importaciones.

Es en este contexto que la ausencia de dólares comienza a sentirse en la economía real, y por eso el sector del campo pide a gritos una devaluación casi como condición para liquidar los más de 20 mil millones de dólares que se estima se encuentran en silobolsas. Es que una posible devaluación haría saltar más aún el tipo de cambio, haciendo que cuando se liquiden las cosechas se obtengan más pesos para pagar gran parte de los insumos para la producción, insumos que se pagan en pesos. Esto posibilita entonces que una eventual devaluación haga crecer las ganancias del sector.

Estamos hablando como dijimos, de una situación de una particularidad pocas veces vista, en donde el margen de acción del gobierno se ve fuertemente limitado tanto desde lo económico como desde lo político, ya que se sabe que una devaluación en los términos que la están planteando, dinamitaría el poder adquisitivo del grueso de la población, y sería darse un tiro en el pie. Es en este contexto que Silvina Batakis viajó a los Estados Unidos a encontrarse con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y otros funcionarios de peso para tratar el problema de conjunto.

Según la directora del FMI en la reunión que mantuvo con Batakis coincidieron en la importancia de la implementación decisiva de un programa para abordar los desafíos económicos y sociales de la Argentina. Al menos en las declaraciones sus definiciones tuvieron sabor a poco y habrá que ver qué posibilidades se abren para el país y cómo continuará influyendo el contexto internacional sobre la actual situación nacional.

Lo cierto es que para salir del pozo se va a necesitar de perspicacia y audacia, de ser políticamente capaz de adoptar medidas que beneficien al grueso de la población, y que sirvan para lograr un crecimiento sólido, sostenido y con redistribución. Para esto, habrá que tener los pantalones bien puestos, y hacerle frente a quien corresponda, porque en esta lucha y en la disputa por construir una Argentina grande, libre, justa y soberana con algún enemigo hay que pelearse, algún interés hay que tocar y alguna medida hay que firmar.

Nacho Albanesi
Nacho Albanesi

Colaborador de Revista Trinchera y columnista de la sección Economía en el programa 526 al Fondo.
Instagram: @nacho.albanesi | Twitter: @nch_albanesi

Dejanos tu comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

¡Quiero suscribirme!
1
Más rápido y fácil
Difusiones Trinchera
Hola
Si querés que te incluyamos en nuestras listas de difusión de publicaciones y promoción de entrevistas en vivo, envianos un mensaje para suscribirte y te llegará toda nuestra información.
¡Sumate a la Comunidad Trinchera!