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Mientras la importación crece y la exportación cae, productores yerbateros solicitaron que el Gobierno de la provincia de “tierra colorada” cobre un arancel a la importación. Por su parte, los tareferos denuncian un desacato con la resolución que compatibiliza los planes sociales con el trabajo rural.

Datos oficiales del Instituto de la Yerba Mate (INYM) dan cuenta que en el primer trimestre del 2022, se exportaron 5.332.796 kilos de yerba, lo que representa una caída del 30% en comparación con 2021 cuando se alcanzó una total de 7.698.505 de kilos enviados al exterior. Es la cifra más baja en cuatro años si se tiene en cuenta que 2020 las ventas al exterior fueron de 8.843.795, en 2019 de 6.606.991 y en 2018 de 9.563.697.

Según los datos del INDEC, Argentina compró yerba a Brasil y Paraguay más de cinco millones de kilos en el primer trimestre del año, casi un empate con el número de kilos vendidos al exterior. Un hecho insólito para un mercado que siempre se autoabasteció, pero en concordancia con lo que viene ocurriendo esta última década.  

Ante la caída en las exportaciones, el sector productivo viene advirtiendo un “atraso cambiario” y los altos costos de producción, entre otros factores, hacen que la yerba argentina pierda competitividad frente a los mercados de Brasil y Paraguay. Estos dos países ofrecen la tonelada puesta en destino a US$ 1.400 frente a los US$ 2.200 que cuesta yerba Argentina, según un artículo publicado en el Diario La Nación.

Cabe destacar que a finales de marzo, productores yerbateros de Misiones y Corriente solicitaron Gobierno misionero que cobre un arancel a la importación de yerba desde Paraguay y Brasil, y exigieron fortalecer los controles de ingreso de esa materia prima a la provincia. Les productores explican que el tipo de cambio oficial hace que los grandes molinos opten por importar. Para les pequeñes y medianes productores, la industria busca planchar el precio de la yerba local y recurren a importaciones de estos países vecinos para reducir costos y maximizar ganancias. 

Por otra parte, en una semana importante para el sector de la yerba el vicepresidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Ricardo Maciel, comentó que crearán el Fondo Compensador para Productores de Yerba Mate en colaboración con el Ministerio de Agricultura. Les representantes encomendaron que a través del Instituto y con el apoyo del Ministerio de Agricultura de la Nación, se constituya este fondo. Además, buscan realizar lo estipulado por la ley y que el porcentaje máximo de la estampilla se restaure al cinco por ciento.

Pese al anuncio del INYM, la investigadora del CONICET de la UNSaM y co Directora del equipo organizador de la “Semana de la Yerba Mate” que se realiza en Misiones, Delia Ramirez, resaltó en diálogo con el programa radial “526 al Fondo“, que “el instituto no es lo que se esperaba” ya que el mismo es el encargado de estipular el precio de venta de la cosecha a las empresas industriales y “muchas veces no resulta justo para los productores y otras veces no se cumple y hay una falencia en los mecanismos de control”.

Otro de problemas del INYM señalados por la investigadora es que “solo en los primeros años tuvieron incidencia aquellos que lucharon y consiguieron el INYM, luego fueron corridos y desplazados en su participación dentro de la mesa de directorio, haciendo que la élite de la economía yerbatera sea quien pese más y por ende marque y regule los precios”.

Respecto a les tareferes y el trabajo de niños y niñas en la tarefa (trabajo de recolección de yerba) la investigadora señaló que “todo el tiempo que se habla de tarefa surge esa problemática llena de connotaciones morales. Si no se resuelve la salud, la educación y la vivienda ¿qué opciones tiene un papá o mamá tarefa que no sea llevar a su hije?”, a lo cual añadió: “Las sanciones que prohíben llevarlos terminan siendo peores para esas familias. Se tienen que buscar verdaderas políticas para su solución”.

Tareferes de distintas zonas de Misiones analizaron los problemas de la cosecha actual y remarcaron que no se cumple con la grilla salarial y que el Gobierno Nacional está incumpliendo con la resolución que compatibiliza los planes sociales con el trabajo rural. Señalan que le están pagando cuatros pesos y medio por kilo de hoja verde cuando el valor fijado es de $6,14 pesos, y que les trabajadores deciden no blanquearse porque pierden la Asignación Universal por Hijo que rige todo el año. 

Además, indican que “hay problemas con la tarjeta de alimentos: se suspende al blanquearse el trabajador” y recuerdan que desde el primero de abril debería regir un nuevo valor que aún no fue establecido. Une tarefere necesita -en promedio- al menos tres días para cosechar una tonelada, según reveló el representante de la Agrupación Tareferos Justos de Oberá, Hugo Silva. Es decir que a cuatro pesos y medio por kilo, el cosechero ganaría menos de $40 mil pesos trabajando todos los días del mes, y $50 mil pesos mensuales si se cumpliera con los $6,142 establecidos.

Finalmente, indicaron que buscan gestionar ante el INYM, Ministerio de Trabajo, ANSES, UATRE y Gobierno Provincial: Actualización del pago desde inicio de cosecha a los $6,142 por kg, establecido como precio mínimo oficial; fijación inmediata del nuevo precio mínimo a partir del 1ro de mayo; control estricto de la Tarifa Sustitutiva de Corresponsabilidad descontada a productores; y el blanqueo a todos los trabajadores dado que están cubiertos por el descuento automático que se le hace al productor.

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