El paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) inició este martes en reclamo de un aumento salarial en el interior idéntica a la de choferes del AMBA. La medida regirá hasta el viernes, aunque habrá un intervalo el miércoles para garantizar el Censo 2022.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) inició a primera hora de este martes un paro de transporte en el interior del país. La medida está sujeta a la falta de acuerdos salariales y la puja por subsidios, uno de los reclamos centrales de las empresas que prestan servicios urbanos e interurbanos. El paro será de 72 horas y los servicios volverán a la normalidad el próximo viernes, aunque habrá un intervalo el miércoles para no entorpecer la labor de les trabajadores del Censo 2022.
La UTA informó que el paro surge ante la falta de acuerdo salarial entre empresarios y choferes de transporte público del interior del país. La decisión se tomó anoche tras el fracaso de las negociaciones propiciadas en el ámbito del Ministerio de Trabajo de la Nación para desactivar la medida de fuerza. El gremio reclama la equiparación del aumento, del 50% escalonado hasta agosto, que lograron los choferes que operan en el área metropolitana.
En este sentido, la UTA responsabilizó a la patronal “de todas las consecuencias de cualquier medida de acción gremial a la total negativa a acordar los sueldos de los trabajadores del transporte de pasajeros del interior del país y a pretender negociar salarios diferentes a los del Área Metropolitana de Buenos Aires“. En el documento hecho público resaltaron: “Nuestro pedido ha sido en todo momento claro, pretendiendo únicamente trabajar, y cobrar los salarios que legítimamente nos corresponden. No vamos a permitir que nos condenen a salarios de pobreza. Por eso ratificamos la medida de acción gremial por 72 horas“.
Asimismo, confirmaron su disposición a continuar las negociaciones a lo largo del transcurso de la medida de fuerza, con el fin de lograr el acuerdo salarial que los trabajadores del transporte de pasajeros del interior se merecen.
La medida se tomó luego de finalizado el tiempo de la conciliación obligatoria con la que la cartera de Trabajo había logrado frenar el paro hace casi tres semanas. Cabe destacar que la reacción es consecuencia de un reclamo que se inicia en la puja que las provincias mantienen con la Nación por el desigual reparto de los subsidios al transporte, que favorece mayoritariamente al AMBA. Estas denuncian que en la actualidad el 85% va al AMBA y que la menor recepción de recursos dificulta las mejoras salariales de los choferes en el resto de las provincias.
En este sentido, desde el sector empresario argumentan que esos aumentos, son posibles merced a subas en el precio del boleto, posibilidad que impactaría directamente en el bolsillo de les ciudadanes en el interior, que ya paga valores muy superiores a los que se paga en el AMBA. Sin posibilidad para retocar el precio del boleto, sostienen que la única alternativa es aumentar los subsidios, una batalla que, por el momento, siguen ganando el Área Metropolitana.
El paro afectará a todos los servicios de corta y media distancia e incluso llevó a que muchos gobernadores traten de interceder -hasta último momento- ante las delegaciones locales de la UTA para frenar la medida ratificada por la dirigencia nacional. Sin embargo, hubo un acuerdo para retomar las actividades de manera excepcional el miércoles, para facilitar el traslado de les censistas.