El candidato a presidente en Brasil planteó la necesidad de una moneda única para la región que disminuya la dependencia del dólar
Este sábado, el ex presidente y candidato Lula Da silva lanzó su proyecto para crear una moneda única en Latinoamérica bajo el objetivo de dejar de depender del dólar. La idea fue diseñada por Gabriel Galipolo, ex presidente del Banco Fator, quien colaboró en otras ocasiones con el ex presidente. La nueva moneda tendría el nombre de “Sur”.
Lula, quien se presentará nuevamente como candidato a presidente por el Partido de los Trabajadores, luego que el poder judicial desechara la causa en su contra que lo llevó a ser preso político del gobierno de actual. Esto fue ratificado hace tres días por la ONU desde donde afirmaron que el mandatario sufrió persecución política porque “no contó con las debidas garantías penales durante los procesos legales”.
En este contexto preelectoral, el candidato Da Silva comenzó a pronunciarse políticamente con ideas como esta en el Congreso Electoral del Partido Socialismo y Libertad, partido que además mostró su apoyo al ex mandatario para las próximas elecciones.
La propuesta se enmarca en la posible vuelta de Lula al gobierno y las intenciones de volver a los tiempos de unidad del sur del continente, fuertemente potenciadas con entidades como el Mercosur. En este sentido, Lula afirmó que si gana, en octubre promete llevarlo a cabo: “Vamos a restablecer nuestra relación con América Latina, y si Dios quiere, crearemos una moneda en América Latina”.
Tanto Galipolo como el economista y ex alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, promueven la implantación de este modelo y explican que el “Sur” funcionaría como el Euro europeo, lo que fortalecería la soberanía monetaria y los lazos políticos regionales. Ambos economistas firmaron un artículo publicado en el diario Folha en el cual lo aseguran, además de explicar cómo sería su implementación.
“La nueva moneda digital sudamericana se llamaría SUR, y sería emitida por un Banco Central Sudamericano, con una capitalización inicial realizada por los países miembros, proporcional a sus respectivas participaciones en el comercio regional”, explica el texto firmado por los dirigentes
Además destacan que “la capitalización se haría con las reservas internacionales de los países y/o con un impuesto sobre las exportaciones de los países fuera de la región. La nueva moneda podría utilizarse para los flujos comerciales y financieros entre los países de la región”.