Luego de 40 días del inicio de “la guerra contra la inflación” el gobierno activó el fondo que se había creado en conjunto con dicho anuncio.
El gobierno anunció la utilización del fondo estabilizador del trigo, un fideicomiso que el gobierno creo en paralelo con el incremento de las retenciones a los derivados de soja.
El fondo consta de U$D 350 millones de dólares financiados por el reajuste hecho a finales de marzo a los derechos de exportación de harina y aceites de soja, cuando las commodities dieron un salto exponencial a nivel global producto del conflicto bélico en Ucrania. El anuncio fue acompañado de algunas medidas dispuestas para frenar la ola de aumentos.
La idea principal es que el fondo administrado por el BICE logre subsidiar el valor del trigo para las molineras que fabrican harina y generar un efecto dominó para bajar los precios en la cadena de distribución. Lo que se busca es que productos como la harina, fideos, pan y otros lleguen a las góndolas a un menor precio y que ello aliviane el impacto en el bolsillo de los argentinos.
Desde comercio interior se explicó que para recibir dicho subsidio, las molineras tienen que registrarse en el programa acatándose a una serie de pautas: “Hubo toda una cuestión burocrática, que se pudo resolver rápido, pero ahora lo que se hace es abrir el registro para que se anoten los molinos, con esas condiciones. Una vez que presenten esa documentación, se giran los fondos para subsidiar la bolsa de harina desde molinería en todo el país”. En la misma línea señalaron que “la semana que viene debería empezar a funcionar. De nuestra parte ya se hizo todo, ahora solo queda empezar a girar los fondos”.