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En las próximas semanas, la economía argentina recibirá un respiro gracias al incremento en la liquidación de divisas de las empresas agroexportadoras. 

Las cosechadoras siguen su recolección de maíz y soja en los campos argentinos, hecho que -en las próximas semanas- significará un alivio para la economía del país gracias a una mayor liquidación de divisas de las agroexportadoras. En lo que va de abril, al sector le ingresó poco más de u$s 2.000 millones y se espera que el mes termine con un ingreso superior a los u$s 3.000 millones de dólares.

Ante el aumento de los precios internacionales de los commodities, los ingresos en divisas extranjeras durante el primer trimestre aumentaron significativamente, panorama que se mantendría al menos hasta agosto próximo. Según las proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, ningún mes terminaría con una liquidación por debajo de los u$s 3.000 millones de dólares. El año cerraría con un aporte del sector en torno a los u$s 45.600 millones de dólares y se espera un récord en los envíos totales del país de alrededor de u$s 84.800 millones de dólares.

Pese a que este panorama auspicioso, se encienden luces de alerta ya que en los primeros tres meses del año creció la primarización de los envíos del agro: se exportó más grano sin procesar que productos con valor agregado. Según el registro oficial del ministerio de Agricultura de la Nación, en el primer trimestre, Argentina exportó poco más de 15,6 millones de toneladas de granos, mientras que en el mismo período del 2021 los envíos alcanzaron los 11,3 millones de toneladas, lo cual significa un crecimiento del 38%.

Por el contrario, en lo que respecta a las exportaciones de productos con valor agregado, los envíos de aceite de soja alcanzaron el millón de toneladas, mientas que en el primer trimestre del 2021 había sido de 1,7 millones de toneladas; un retroceso mayor al 40%. En paralelo las exportaciones de subproductos, principalmente harina y expeller de soja, en el primer trimestre del año acumularon 6,1 millones de toneladas, mientras que en marzo del año pasado se habían acumulado 7,6 millones de toneladas, una baja del 19,7%.

En este momento, la capacidad ociosa del sector supera ampliamente el 50% y eso no es una buena noticia para la Argentina. La industria de crushing local es una de las más importantes del mundo, incluso se encuentra liderando los envíos de aceite y subproductos de la soja.

Desde el comienzo de 2022 los márgenes de molienda de soja no han salido del rango de márgenes negativos, lo que significó pérdidas reales para la industria aceitera en todo este periodo. El sector alega que a partir del incremento de las retenciones a los subproductos de la soja (para conformar un fideicomiso que compense los precios internos del trigo), la molienda de oleaginosas se encuentra con un claro retroceso en la rentabilidad que ya se está haciendo notar en la primarización de los envíos.

Si bien todavía resta camino por andar, los altos precios de los subproductos del agro podrían ser un incentivo para que se incremente la molienda en las próximas semanas. Sin embargo, el panorama parece ser más que alentador en lo que refiere al ingreso de divisas.

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