El sábado 9 de abril último el primer ministro de Pakistán, Imran Khan es derrocado a través de un golpe parlamentarista. El derrocado jefe de estado pakistaní denunció abiertamente que Washington lo derrocó. Estados Unidos juega sucio en una región cercana a los intereses rusos y chinos como es Asia del Sur.
El Parlamento de la llamada República Islámica de Pakistán votó este sábado 9 de abril a favor de someter a moción de censura al primer ministro, Imran Khan. Este líder muy respetado en Islamabad, capital pakistaní, se convierte en el primer ministro de la historia del país musulmán urdu en ser expulsado del poder a través de este procedimiento. Los partidos de la oposición aseguraron los votos de 174 de los 342 parlamentarios en apoyo a la moción de censura, obteniendo así la mayoría.
Khan no dudó en días anteriores a su derrocamiento que Estados Unidos estaba detrás de este golpe parlamentarista. Parece ser que las negociaciones con Rusia y China de las últimas semanas no cayeron bien en Estados Unidos. También las fuerzas nacionalistas urdus musulmanas vieron que Khan estaba muy “flojo” a la hora de enfrentar a India por el caso del histórico conflicto de la región de Cachemira, disputada desde 1947 con Nueva Delhi.

Khan era considerado un prochino. Hasta ahí, todo bien, ya que China siempre ha apoyado a Pakistán de alguna manera con el caso de Cachemira, tirando una piedra en el jardín a India, con la cual tiene roces fronterizos desde 1965. Pero a finales de febrero, Khan viajó a Moscú para reunirse con Vladímir Putin y comprar gas y trigo pese a las sanciones occidentales, además de mantener una postura neutral respecto a la operación militar de Rusia en Ucrania. Rusia le pidió a Khan que no aliente la guerra de Cachemira, ayudando a India, aliado de Moscú. Los rusos querían la paz en el Indostán y el Punjab para hacer jugosos negocios de gas y petróleo. Esto cayó muy mal entre los agentes filoyanquis de Pakistán y los nacionalistas urdus que quieren recuperar Cachemira y hacer la guerra a India. Por otra parte, Khan aseguró que un funcionario estadounidense le expresó al embajador de Pakistán en Washington su molestia por la visita del primer ministro a Rusia.
Khan es una figura muy popular en Pakistán. Este gran jugador de cricket, el deporte más popular de Pakistán, cuando fue elegido primer ministro en 2018, Khan parecía tener casi todo a su favor. Emergió como una fuerza nueva, con actos políticos vibrantes llenos de canciones pegadizas que, junto con su enorme presencia en las redes sociales, amplificaron su firme mensaje anticorrupción.
Khan fue un pragmático y no dudó en hacer alianzas con el “círculo rojo” de Islamabad. Se reconoce ampliamente que llegó al poder con la ayuda del poderoso ejército y los servicios de inteligencia de Pakistán, y ahora se peleó con ellos. La idea era que Pakistán recupere su alianza histórica con Estados Unidos. También el costo de vida en Pakistán se disparó, con fuertes aumentos en los precios de los alimentos y la desvalorización de la rupia frente al dólar. Los partidarios de Khan culpan a las condiciones globales, pero la desaprobación hacia él fue en aumento.
Cabe destacar que Islamabad y Moscú firmaron en 2015 y 2021 dos acuerdos para la construcción de un gasoducto de 1.100 kilómetros entre Karachi y Lahore, la primera y segunda ciudad del país respectivamente. La realización del proyecto, valorado en 2.500 millones de dólares, está previsto que dé comienzo en 2023. Khan lejos de romper con Moscú, siguió con la alianza pakistaní-rusa.

Últimamente, las relaciones de Pakistán con Estados Unidos se han deteriorado también por la situación en Afganistán. Washington acusó a Pakistán de apoyar a los talibanes, que el año pasado provocaron una caótica retirada del territorio afgano de las fuerzas yanquis y de sus aliados.
De acuerdo al presidente parlamentario, Ayaz Sadiq, la votación para elegir un nuevo primer ministro de Pakistán se llevará a cabo el próximo lunes 11 de abril. Los reportes apuntan a que el líder de la oposición en la Asamblea Nacional, Shehbaz Sharif, es el favorito para ocupar el cargo. Se trata de un filoyanqui, que buscará rearmar la alianza entre Islamabad y Washington.
Lo cierto es que Estados Unidos jugó fuerte en Pakistán, alterando la relación entre naciones de Asia del Sur y los rusos y chinos. China tenían un aliado interesante en Pakistán, y lo mismo Moscú. Ahora una Pakistán filoyanqui molesta a una India filorrusa y antichina. También a un Afganistán filorruso y filochino. Estados Unidos alentará el nacionalismo de los urdus en Cachemira contra una India aliada a Rusia. A su vez, India está entre dos fuegos: Pakistán filoyanqui y China. ¿Se unirá de nuevo a Washington para calmar las aguas?
Queda claro que Biden estropeó los intereses comerciales de rusos, chinos, afganos e indios con esto de Pakistán. La idea es enlodarlo todo. Asia del Sur ahora se convierte en el primer coletazo del conflicto entre Estados Unidos y Rusia-China.