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¿Qué son las criptomonedas? ¿Cómo funciona Bitcoin? ¿Qué otras criptomonedas existen? Algunas de las preguntas que para algunes son nuevas, pero que vienen cobrando fuerza desde hace años.

Hacer un análisis sobre el fenómeno de las criptomonedas no es sencillo dado que implica hablar de algo bastante nuevo, distinto a todo lo que conocemos. Cualquier comparación o analogía a la que intentemos recurrir para entender el mundo de las criptomonedas, en algún en algún punto no será suficiente para explicar el todo de su funcionamiento.

Sin embargo, podemos comenzar diciendo que una cripto moneda es un activo digital, lo que significa que solo existe en el mundo virtual, no existe ni en papel ni en metal. Este activo digital, está diseñado para funcionar como medio de intercambio, y como tal se puede comprar y vender. Actualmente existen alrededor de 10 mil criptomonedas distintas, la primera en aparecer fue Bitcoin en el año 2008, y es la que actualmente tiene mayor valor.

Propongo conversar un poco sobre el fenómeno de Bitcoin y utilizarlo un poco de ejemplo para que nos ayude a entender la lógica más general de las criptomonedas.

Para esto es necesario comprender al menos 3 conceptos básicos y propios de este universo. Blockchain o cadena de bloques, criptografía y descentralización.

Digamos que la información de las operaciones tradicionales en nuestro sistema financiero, como lo pueden ser compras con tarjetas, transferencias, o pagos, queda guardada en los registros contables de los bancos. Pensemos en la información necesaria para que por ejemplo una persona A pueda hacerle una transferencia de dinero a través de un banco a una persona B. Para esto necesitamos en primer lugar que el banco, que es el intermediario, verifique que la persona A tenga dinero en su cuenta para enviarle a la persona B, luego que la persona B tenga una cuenta o un lugar en donde recibir ese dinero, y finalmente debe dejar asentado que la persona A, le transfirió efectivamente digamos mil pesos a la persona B, que esos mil pesos de descuenten de la cuenta de la persona A y que ese dinero sea depositado en la cuenta de la persona B. Todos esos datos de los que consta algo tan sencillo como hacer una transacción, son los datos que el banco resguarda y sobre los cuales lleva un control. Esos datos que cada banco hoy resguarda en su propio sistema y en sus propios libros contables, son los que en el mundo de las criptomonedas se almacenan en las cadenas de bloques, o blockchain. Es decir, toda la información se almacena de manera virtual, en cadenas de bloques de información.

En segundo lugar, la criptografía. Como sabemos esta es la técnica que se utiliza para escribir datos con procedimientos o claves secretas, de tal forma que lo escrito solamente sea inteligible para quien sepa descifrarlo. Los datos que se escriben en la cadena de bloques están encriptados mediante algoritmos matemáticos de alta complejidad, lo que hace que el sistema sea seguro, o en otras palabras que no se pueda hackear, que nadie, sin autorización pueda escribir en esa cadena de datos.

Y finalmente por qué hablamos de un sistema descentralizado, porque esas block chains, que una vez que se escriben no se pueden borrar, se almacenan en millones de computadoras distribuidas alrededor del mundo. Es decir, la información sobre un movimiento financiero está guardado con el respaldado de una codificación criptográfica, dentro de una blockchain, y cada pedazo de esa cadena se encuentra distribuida en computadoras alrededor del mundo. Es decir que esto permite, por ejemplo, en caso de sufrir un ataque cibernético, que la red entera se encuentre resguardada porque la información encriptada no está en una sola computadora, sino en millones.

Por otra parte, lo que permite Bitcoin, es operar entre dos personas de manera directa sin contar con la intermediación de un tercero que sería el banco. Esto lo que permite entre varias cosas es mayor inmediatez en las operaciones y por sobre todas las cosas economizar el costo de las operaciones financieras. Además de esto hay que mencionar que Bitcoin no tiene un activo detrás que respalde su valor, es decir no existen ni reservas en dólares, ni oro ni acciones que respalden su valor, digamos que el valor está puesto en la seguridad del sistema.

Ahora bien, con Bitcoin se puede operar de dos formas, una es donde un usuario envía o recibe criptomonedas para invertir, pagar o comprar y la otra es a través de mineros. Qué son los mineros, personas que ponen una o miles de computadoras al servicio de Bitcoin, donde esas computadoras procesan y soportan los algoritmos matemáticos que encriptan la información, y desde ya donde quedan registradas las blockchain. Estos mineros a cambio de poner a disposición su infraestructura tecnológica, reciben como recompensa un pago en Bitcoins. Estos equipos que los mineros utilizan, son equipos complejos, que generalmente demandan procesadores potentes, placas de video y sistemas de refrigeración lo que se traduce en un elevado consumo de energía.

Esta es una de las grandes barreras que actualmente tiene Bitcoin, ya que se calcula que el total de la red consume un equivalente de energía semejante al de países enteros como Grecia, Suiza o Irlanda, energía que en su mayoría no proviene de energías renovables. Esto hace que el impacto ambiental de esta criptomoneda sea alto, dada la gran cantidad de energía necesaria para su mantenimiento y correcto funcionamiento.

Bitcoin que como ya dijimos hizo su aparición en 2008 fue creada por un usuario anónimo apodado Satoshi Nakamoto, quien nadie sabe quién o quiénes son. Fue bajo el pseudónimo de Nakamoto que compartió el código abierto de todo lo que hoy es bitcoin, ese documento tiene una extensión de 9 páginas.

En el año 2009 fue minado el primer bloque y en 2010 se realizó la primera compra utilizando Bitcoin como moneda de pago, en ese momento un Bitcoin era equivalente a 0,0041 usd. Al día de hoy el valor de un Bitcoin asciende a los usd $38.900.

Otro de los problemas que busca atacar Bitcoin es el de la devaluación de la moneda, es por esto que solo se crearon 21 millones de Bitcoins, el hecho de que haya una cantidad limitada pone el acento en la escasez de la moneda, y en que por ende cada vez hay menos Bitcoins disponibles para comprar. De hecho, lo que la mayoría de las criptomonedas permiten es no comprar un número entero, (uno, dos o tres) sino decimales de moneda, estos decimales reciben el nombre de Satoshis.

El hecho de que sean escasos produjo que se comenzara a hablar del Bitcoin como el nuevo oro, ya que es algo que a diferencia por ejemplo de cualquier moneda convencional no permite el hecho de la emisión sin control.

Ahora bien, ¿En dónde se pueden comprar Bitcoins? En billeteras virtuales. Billeteras virtuales que son similares en cuanto a su uso a Mercado Pago y son las que pueden escribir en la blockchain del sistema. De esta manera el los satoshis que deseemos comprar, se los compraremos o bien a un usuario o bien a la plataforma. Lo que es importante saber es que a diferencia de Mercado pago las billeteras virtuales no no almacenan las criptomonedas sino que lo que hacen es mostrarnos que cantidad tenemos.

También existen billeteras de terceros que son aquellas que hacen una gran compra de bitcoins y luego se los venden a sus usuarios, en este caso no le estamos comprando a bitcoin sino a la propia billetera.

Hay dos tipos de acciones que suelen realizarse en el mundo de las cripto, Trading y Hold. El trading es un comportamiento muy similar a lo que sucede en las distintas bolsas de valores del mundo entero, y consiste en comprar barato y vender caro generando ganancias a corto plazo. El Hold o Holding consiste en comprar cripto monedas y esperar a largo plazo para ver si efectivamente aumentan su valor así poder generar un rédito.

El problema de estas monedas es su alta volatilidad de variabilidad en cuanto a su precio. Si bien es difícil saber a ciencia cierta qué variables influyen en la cotización de las criptomonedas, está fácticamente demostrado que es más sencillo de lo que se cree. Por ejemplo, las dos grandes caídas que se observaron el año pasado en la cotización de Bitcoin fueron: en marzo debido a un gran corte de energía ocurrido en China que dejó inoperativas una gran cantidad de computadoras mineras de la red, y hacia septiembre cuando el gobierno chino anunció que por temor a una fuga de capitales quedaba prohibida toda transacción o minado dentro del país, pero a su vez inició las tratativas para generar nuevas  criptomonedas.

En este sentido el propio Estado Unidos bajo el gobierno de Biden está evaluando la posibilidad de regular el mercado de las criptomonedas en donde el propio estado tomaría la iniciativa creando una suerte de dólar digital. Estas medidas avanzarían en la creación de otras monedas digitales propias, poniendo en disputa, quién puede generar activos digitales más confiables para así ganar terreno en el mercado.

¿Y por casa cómo andamos?

En uno de sus anexos, el acuerdo con el FMI establece que “se debe desalentar el uso de criptomonedas con miras a prevenir el lavado de dinero, la informalidad y la desintermediación“. Si bien es algo que de hecho venía sucediendo previo al acuerdo, ahora figura como uno de los objetivos del programa, el cual como sabemos se evaluará cada tres meses.

El caso Ethereum

Luego de Bitcoin la segunda moneda en cuanto a cotización actualmente es Ethereum. Solo por citar algunas diferencias, esta moneda no tiene límite de emisión, y si tiene una tasa máxima de inflación del 2% anual. Es más rápida, pero a su vez más pesada, trabaja con más decimales (18 vs los 8 de Bitcoin), y sienta las bases además de transferencias de contratos inteligentes o contratos digitales a la vez que permite comprar y vender arte digital en su versión de NFT (Non Fungible Tokens), que puede ser tema de otra columna.

Otras criptomonedas que actualmente operan tienen diferencias, algunas significativas y otras no tanto con Bitcoin, y en mayor o menor medida su cotización se da en base al grado de innovación que estas tecnologías aporten al mundo cripto.

Ojo al piojo…

Para finalizar, recomendamos investigar aún más antes de realizar cualquier inversión, y de elegir una wallet o billetera con la que operar. Se recomienda comenzar con montos chicos y que no vayamos a necesitar a corto plazo, ya que debido a la volatilidad de la que hablábamos el monto invertido puede crecer rápidamente, como también puede caer con la misma facilidad.

Por otra parte, recordar que, hecha la ley, hecha la trampa si bien puede resultar extremadamente difícil el hecho de vulnerar la seguridad de una criptomoneda una billetera virtual o nuestro propio celular, puede resultar más fácil. Las estafas, cuentos del tío, ciberataques están a la orden del día por eso es sumamente importante recordar que nadie, ninguna billetera virtual, asistente, o quien nos atienda no puede preguntar jamás por nuestras contraseñas. Recordar nunca jamás darle nuestros nombres de usuarios y contraseñas a nadie.

Nacho Albanesi
Nacho Albanesi

Colaborador de Revista Trinchera y columnista de la sección Economía en el programa 526 al Fondo.
Instagram: @nacho.albanesi | Twitter: @nch_albanesi

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