Según cálculos de mercado, los márgenes de ganancia de maíz, soja y trigo por hectárea crecieron de manera acelerada en la campaña 2021/2022.
El maíz incrementó su margen neto por hectárea medido en dólares un 58% durante la campaña 2021/2022 con respecto a la 2020/2021, pasando de 321 a 483,9 dólares por hectárea. La soja de primera calidad aumentó su margen un 43% , de 258 a 369,7 dólares por hectárea, y la soja de segunda subió 37%, de 269,8 a 369,7 dólares. El trigo aumentó su margen en 39% y pasó de 69,4 a 96,4 dólares en el período.
Los valores, correspondientes a 17 regiones productivas del total del país, fueron publicados la Bolsa de Cereales. Los aumentos de los márgenes señalados no corresponden exclusivamente a la zona núcleo, es decir de más rentabilidad, donde los aumentos de los márgenes de ganancia fueron aún mayores, y además no contemplan los saltos de precios de los últimos 20 días producto del conflicto ruso-ucraniano.
A partir de la última semana de febrero, cuando comenzó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el aumento de los precios internacionales del trigo, el maíz, el girasol y la soja fue exponencial. El trigo llegó a tener aumentos de 60% con respecto al precio anterior al conflicto y se acomodó este martes un 30% por encima. Por su parte, la soja tuvo un aumento menor, de 6%, y la harina y el aceite de soja, de 15%.
Sin embargo, el alza en los precios internacionales no se limita a este último tiempo: todos los productos que en estos últimos veinte días tuvieron ingresos extraordinarios para los exportadores a nivel mundial ya venían con aumentos de precios del 30% promedio en el último año. De esta manera, se sobrecompensaron las caídas sufridas durante la etapa de pandemia previo al descubrimiento de la vacuna en 2020, que fueron de tres y cuatro por ciento para el maíz y la soja.
Con respecto a los precios internos, de acuerdo al relevamiento que realizó la Secretaría de Comercio Interior durante los primeros días de marzo, la variación de precios de los principales alimentos y bebidas en las cadenas de supermercados del AMBA acumuló una suba del 1,5%. Los productos de mayor aumento fueron las harinas y aceites atados a la cotización internacional de las materias primas.
El gobierno cuenta con al menos dos herramientas que le permiten despegarse y responder a la problemática de la inflación importada: una son las retenciones, con mayor eficiencia pero mayor costo político, y la otra los fideicomisos, con menor eficiencia y menor costo político.
Para la primera, el margen de maniobra hoy es bajo por el vencimiento, el 31 de diciembre pasado, de la Ley de Solidaridad, aunque aun existe la opción de quitarle el beneficio de las retenciones diferenciales al aceite y la harina de soja y aumentarlas dos puntos. Para el segundo, el gobierno cuenta con el fideicomiso de productos privados como el aceite, del maíz y el trigo y también se evalúa armar un público en el que, con la recaudación extra por ese aumento de dos puntos, el ejecutivo pueda realizar compras de trigo y venderlo a precios populares a los molineros.