Resulta muy difícil resumir la vida y obra de Fidel. Todo lo que se escriba de él son páginas de ejemplo de lucha revolucionaria. Junto a Simón Bolívar y José de San Martín, Fidel es uno de los más grandes próceres de la Patria Grande, aunque les duele a los que les tiene que doler.
Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, antigua provincia cubana de Oriente, y fue criado por sus padres junto a los hijos de los trabajadores de la finca, comenzando a estudiar en una pequeña escuela local a la edad de cuatro años. Según sus propias palabras, su maestra hizo creer a la familia que era un alumno muy aplicado y despierto, con capacidad para el estudio, por lo que sus padres decidieron enviarlo a estudiar a la ciudad de Santiago de Cuba cuando tenía aproximadamente cinco años.
Desde muy joven inició sus procesos de lucha revolucionaria por la independencia de Cuba, combatiendo a las dictaduras locales impuestas por la embajada de Estados Unidos en su patria.
En 1952 condenó el golpe de Estado de Fulgencio Batista y se encaminó a luchar por la liberación de su patria. El 26 de julio de 1953 lideró el asalto al Cuartel Moncada, dando inicio a la gesta revolucionaria de liberación nacional. Luego de estar encarcelado por meses, por la presión popular quedó libre, pero no se rindió y decidió seguir la batalla revolucionaria. Exiliado en México, formó el Movimiento 26 de Julio, junto a su hermano Raúl Castro, y conoció a Ernesto Guevara, el futuro Che.
En 1956 los expedicionarios que comandaba en el Granma llegaron a Cuba para iniciar la guerra de guerillas en Cuba para tumbar a la dictadura de Batista y así liberar al país. Luego de intensas luchas en las montañas de la Sierra Maestra, y con un amplio apoyo del pueblo cubano, el 1 de enero de 1959 triunfa la Revolución liderada por Fidel. El pueblo salió a las calles a celebrar la caída de la dictadura y Fidel se convertiría en un gran líder de masas e internacional.
A lo largo de los años de la Revolución impulsó y dirigió la lucha del pueblo cubano por la consolidación del proceso revolucionario, su avance hacia el Socialismo, la unidad de las fuerzas revolucionarias y de todo el pueblo, las transformaciones económicas y sociales del país, el desarrollo de la educación, la salud, el deporte, la cultura y la ciencia, así como el enfrentamiento de las agresiones externas y la conducción de una activa política exterior de principios.
Respetado en América Latina, en África, en Asia, en Oceanía y también en Estados Unidos y Canadá por la mayoría de los revolucionarios de esas regiones, Fidel es bandera internacionalista. Fidel, por razones de salud, dejó la presidencia en 2006, y en 2008 renuncia definitivamente para dejar la posta a Raúl Castro. Fidel siguió activo, escribiendo y creando conciencia en el mundo, siempre a favor de la humanidad y el antiimperialismo.
En uno de sus últimos discursos, en 2016, sentenció: “Por América Latina y los pueblos del mundo, Cuba vencerá”.
En ese año, el día 25 de noviembre, se conoció la triste noticia del fallecimiento del gran líder de Cuba y de América Latina. Fue, en realidad, un paso a la inmortalidad, porque el Comandante en Jefe sigue presente en las luchas de los pueblos del mundo.