Con la prolongación del aislamiento, que tampoco existe ya en la práctica, el presidente Alberto Fernández anunció ciertas flexibilizaciones por provincias, gracias a que la curva de contagios no ha crecido. Sin embargo, el amesetamiento alto indica el inminente riesgo de contagios y muertes, producto de las movilizaciones anticuarentena y la apertura que Larreta en forma suicida hace en CABA.
Acuciados por el hambre y la recesión, millones salieron a trabajar a suerte y verdad, desafiando el riesgo viral; la hecatombe industrial y comercial arrastrada desde el régimen macrista y profundizada por el confinamiento necesitan oxigeno económico, aun a riesgo de un rebrote del Covid-19 en algunas provincias.
Asimismo, una multitud irresponsable sale a masificarse en reuniones de amigos y parientes sin cuidados sanitarios y sin importarles convertirse en nuevos vectores virales en sus zonas. La propaganda anticuarentena es de lo más irracional que existe
Las operaciones de prensa y propaganda negra de los multimedios hegemónicos del Grupo Clarín ya son escandalosas: golpismo explícito atacando a los Fernández y a sus asesores sanitarios y operadores multiplicando sus fakes news; marchas conspiranoicas, que se tornaron virulentas y destituyentes; antivacunas y delirantes prostituyen las banderas argentinas tergiversando su significado con consignas antipopulares y antisanitarias. Sin embargo, la marcha peronista del 17 de octubre mostró que de decidirlo el gobierno puede copar las calles barriendo a los grupúsculos opositores.
Un núcleo duro destituyente crea múltiples focos de conflicto para el gobierno, sea con la Corte Suprema, la policía, los mercados, el Congreso o el campo. A como dé lugar, el canibalismo Pro intenta fortalecer un escenario de reemplazo anticipado del gobierno y trabaja 24/7 .Una serie de mini golpes blandos ocurren en cada esfera buscando minar la gobernabilidad y oscurecer el presente socio económico.
En el panorama continental Trump y Bolsonaro entierran a miles en fosas comunes cada día y no les importa en lo más mínimo, uno apostando fuerte por su reelección(aún incierta) para así verticalizar el eje de ultraderecha continental, y el otro para hacer de sidecar del iracundo Trump.
El triunfo del MAS en Bolivia posicionó un contra eje de corte progresista luego de la escalada de la derecha y vindicó a Evo Morales, a quien Alberto y otros presidentes salvaron de una ejecución segura en manos del sicariato de la presidenta de facto Jeanine Añez.
Esta aplastante victoria electoral de Luis Arce deja abierta la esperanza a la consolidación de un frente latinoamericano que contrarreste la gran oligarquía que agobia a la región.
El Nuevo Orden Mundial y su agenda plutócrata prepara nuevas sorpresas: nadie puede predecir las próximas jugadas, por eso es prioridad buscar información alternativa, tejer redes sociales de contención mutua entre los necesitados, posicionar nuestra autodeterminación y organización popular para enfrentar la hambruna y la próxima pandemia que pronosticó la OMS -que parece más un vocero críptico de las élites que un organismo de salud-.
La vacuna ya existe y llegará en pocos meses; la post pandemia será muy dura y el poder financiero intentará derribar al gobierno apoyado por los sicarios mediáticos y la oligarquía blanca. En este contexto la moderación se perfila socialdemócrata y no bastará para desactivar el golpe que está en proceso. Se necesitará un viraje de timón y Alberto tiene la decisión.
La Grieta es imposible de cerrar y no debería cerrarse por el bien del pueblo. No se puede transigir con el fascismo; o se lo desmonta o se sucumbe ante él. La neutralidad hoy es complicidad, también dentro del gobierno deberían entenderlo rápidamente. Estamos en la hora de decidir si tomamos partido con los movimientos populares latinoamericanos o sucumbimos bajo el neofascismo pseudo republicano. Son tiempos decisivos para nosotros y nuestras comunidades, y no habrá lugar para la hibridez.