Javier Calderón: “El gobierno colombiano sigue sosteniendo como una de sus principales banderas el derrocamiento del gobierno de Venezuela”

Javier Calderón: “El gobierno colombiano sigue sosteniendo como una de sus principales banderas el derrocamiento del gobierno de Venezuela”

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En diálogo con el programa Marcha de Gigantes, el investigador de la UBA y del CELAG, Javier Calderón, analizó lo que significa para el país y la región la nueva llegada de marines norteamericanos a territorio colombiano y ahondó sobre la situación con la pandemia y la ‘línea bolsonarista’ que adoptó el gobierno de Duque para aprovechar la crisis.

Javier Calderón

–Una de las cosas que fue noticia en estos últimos momentos, más allá del COVID que es un tema central en todas las agendas informativas, fue el ingreso de militares norteamericanos infringiendo la ley colombiana, pasando por arriba del Congreso.

–Hay varios aspectos a tener en cuenta. El primero es que ya hay militares y asesores militares de los Estados Unidos en territorio colombiano desde hace más o menos 20 años, cuando se dio comienzo a lo que todo el mundo conoce como el Plan Colombia o la Iniciativa Regional Andina. Los 50 marines que ingresaron en las últimas semanas se suman a los cerca de 1000 asesores militares que están dispersos en las distintas bases militares del país.

Recuerden que hace aproximadamente 10 años se discutía sobre las nuevas bases militares norteamericanas en territorio colombiano. Y es un hecho, allí están, apoyan al Ejército colombiano en operaciones militares que el país no conoce. El letrero que ha puesto el gobierno es ‘que están acompañando la lucha contra el narcotráfico’. Lo que no parece ser tan cercano a la realidad, más funcionan como unas fuerzas de articulación para las disputas y las injerencias de los Estados Unidos en el resto del continente

Lo segundo, es que el gobierno colombiano viene aprovechando la pandemia, la emergencia sanitaria/económica, para incorporar una serie de medidas que no habían podido lograr. El gobierno de Duque venía muy débil, con una imagen negativa del 65%. Durante los dos primeros años y medio, el gobierno no pudo desarrollar una agenda, no tenía mayorías en el Congreso y la pandemia le vino muy bien, porque agrupó a sectores de poder, a otros partidos de centro y de derecha, en torno a su política de emergencia sanitaria y, en medio de todas estas políticas, fue incorporando una serie de líneas tanto económicas como de relaciones internacionales, como estas de ingresar las tropas militares, aprovechando el respaldo político que le han dado los sectores empresarios y los otros partidos de derecha que se planteaban como independientes al gobierno.

(Los militares norteamericanos) funcionan como unas fuerzas de articulación para las disputas y las injerencias de los Estados Unidos en el resto del continente. 

Y hay un último tema, el gobierno colombiano sigue sosteniendo como una de sus principales banderas el derrocamiento del gobierno de Venezuela. Es un planteo de principios que ha hecho el presidente Duque y el referente principal de su partido político, el senador y expresidente Uribe, y otros sectores de la política y la economía colombiana, que ven en Venezuela la posibilidad de resolver los problemas económicos que tiene Colombia, que son muy serios, profundos, estructurales, y que de darse una invasión a Venezuela, podrían resolver parte de la reconstrucción del país tomando algunas zonas estratégicas energéticas, sobre todo, de Venezuela. 

Esos son los componentes alrededor de eso. El gobierno colombiano jugando un rol patético respecto a la situación de Venezuela, muy antidiplomático, y poniendo en riesgo al país. Hay una gran parte de la sociedad colombiana que plantea que esto es riesgosos y que podemos estar entrando en una guerra que no le convendría ni a Venezuela ni a Colombia.



–Como decías, el gobierno de Duque está utilizando la pandemia y entendiendo que en estos días estaban empezando a abrir y dejar de lado la cuarentena, abonando a la idea de que eso puede aportar a que la economía mejore. ¿Cómo ves el abordaje de la pandemia por el gobierno de Duque?

–Al principio el gobierno se la jugó por la línea bolsonarista y de los EE.UU., de ‘esto es una gripa’, ‘vamos a mantener todo abierto’. Fueron los mandatarios locales, alcaldes que en octubre pasado ganaron las elecciones y son de la oposición, como la alcaldesa de Bogotá, el alcalde de Medellín o el de Cali, y otros personajes de zonas importantes donde se concentra la mayor cantidad de población, decidieron hacer cuarentenas preventivas, incluso yendo en contravía de las orientaciones gubernamentales.

Colombia, a diferencia de Argentina, es un país centralista, no está federalizado, entonces las decisiones de restricción y demás las toma el gobierno nacional. Por lo tanto estos alcaldes y gobernadores de la oposición se la jugaron muy fuertemente para decir ‘aquí no vamos a permitir que se difunda el virus’, el sistema de salud colombiano es muy débil, está privatizado en general y es uno de las grandes deudas que tiene el gobierno con la sociedad.

Eso generó una tensión muy fuerte y el gobierno nacional tuvo que ceder a la presión de los gobernadores y alcaldes de las grandes ciudades, para terminar decretando en la última semana de marzo el aislamiento obligatorio, que fue paulatinamente acabando, hoy se supone que se mantiene el aislamiento pero en la práctica, salvo el sector de educación el resto está abierto. Entre otras cosas porque el gobierno no quiso generar una renta básica universal.

En Colombia sólo el 28% de los mayores en edad jubilatoria tiene la pensión, el 72% no tiene ningún tipo de ingreso y el gobierno no tiene asignaciones universales. Tenemos el 52% de informalidad y, de acuerdo a algunas estadísticas, la cantidad de personas no asalariadas alcanza al 72%, lo cual es una masa de gente que se quedó quieta, que no tenía ingresos de ningún tipo, el gobierno trató de dar 40 dólares mensuales que no alcanzan para mucho, y lo que empezó a ocurrir fue una suerte de movilización social por el hambre, empezó a cundir el hambre, la gente empezó a poner en sus casas trapos rojos pidiendo auxilio que no recibieron.

Con ese argumento y la presión de los empresarios, el gobierno empezó a abrir todos los sectores. El viernes hicieron un día de compra sin IVA, una especie de Black Friday, y los almacenes se llenaron de gente al mejor estilo bolsonarista, habrá que ver en las próximas semanas los resultados de estas decisiones.

Estamos superando los 60 mil casos y va exponencialmente creciendo. La población de Colombia es similar a la de Argentina, así que ya estamos como el doble de contagiados que Argentina. El gobierno lo ha hecho relativamente bien hacia el público, el presidente habla todos los días en Franja Triple A explicando todas las medidas y ha ido ganando audiencia, pero en la práctica no ha hecho mucho.

Un dato importante es que Colombia planteó inicialmente 4 mil millones de dólares para atender la emergencia y lo repartió principalmente a las grandes empresas, los bancos, le quitó dinero a las provincias. En la pandemia ganaron los empresarios y viene perdiendo un sector de los trabajadores que se quedó en casa y no recibió ayuda y que además está expuesto a infectarse. Estamos en una situación compleja y todavía no ha llegado lo peor, el virus sigue circulando y todo está abierto, hay aglomeraciones en las estaciones de buses. 


Si queres escuchar la entrevista completa, te invitamos a hacerlo a continuación…

Jugando para el equipo rival

Jugando para el equipo rival

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POR MAIA CUBRIC MAIZ*

Un buen punto de partida para analizar no solo la imagen de Emanuel Ginóbili, ex basquetbolista, sino la de diferentes personalidades implicadas en actos repudiables, pero con grandes destrezas, suele ser la pregunta ineludible acerca de la separación entre la persona y “el logro” o “la obra”. Y como para disipar ciertos problemas desde el comienzo de este escrito, es pertinente aclarar que no están en duda ni el talento ni las victorias de Emanuel Ginóbili, que por cierto tuvo un impecable trayecto deportivo.

Sin embargo, quedarse solo en la admiración por el talento sin observar qué discursos plantean ciertas personalidades, es un tanto vacío. Más aún, cuando esos discursos son acompañados con acciones concretas. Es decir, ¿se puede ignorar la otra cara de la moneda (de la que “mágicamente” poco se habla), que muestra a un Ginóbili que hace años mantiene conflictos con comunidades de pueblos preexistentes porque se dice dueño de sus tierras? 

Y si les comento que el crack del básquet, además, encaró el proyecto caritativo Seamos Uno, que busca juntar fondos para ayudar a la gente “vulnerable”, ¿no pensarán que son dos caras opuestas de una misma moneda? Porque mientras promueve un discurso basado en la solidaridad (siempre caritativa, nunca colectiva), ignora que las comunidades de pueblos preexistentes también son seres humanos con derechos y las hostiga desde hace años con persecución y violencia.

A modo de síntesis, entonces, el repaso por esta historia no pretende desilusionar a nadie, pero sí hacer algunas preguntas que seguramente en muchos medios sean tapadas con medallas o noticias de fundaciones lindas y caritativas, que solo buscan ayudar por amor a la solidaridad. Lo que podría ser creíble sino existiesen los intereses que definitivamente están detrás del crack.


No se compra lo que no está en venta

Al costado del lago Correntoso y con vista al Nahuel Huapi y la cordillera de los Andes, están ubicadas las 22 parcelas en 87 hectáreas que se empeña en preservar Ginóbili. A pesar de que la mayoría de los medios de comunicación nombran a las tierras del lote 9 (que abarcan todo Villa La angostura) como un sector problemático, lo real es que ni las tierras ni las comunidades preexistentes tienen una connotación negativa. Como así tampoco sus exigencias, que no son descabelladas en lo que a la ley respecta. 

Para contextualizar, en primer lugar vale aclarar que las tierras hoy en disputa, hace siglos que son habitadas por las comunidades a las que el crack del básquet denuncia. En segundo lugar, y por si no se quisiese reconocer la ancestralidad de estas comunidades, las tierras del lote 9 fueron otorgadas por Julio Argentino Roca, en 1902, a las familias Paichil y Antriao, a cambio de que marcaran los límites de la cordillera, según consta en la documentación de la causa judicial. 

Más de cien años después Emanuel Ginóbili compró esa porción de suelo. La pregunta clave, entonces, es: ¿cómo Ginóbili compró tierras de dominio colectivo? Bueno, según las palabras textuales de su abogado, Jorge Mena, las comunidades “no existían con anterioridad”. Una respuesta bastante liviana y totalmente relacionada con la mirada civilizatoria, que en su momento describió a la Patagonia argentina como un “desierto”, cuando en realidad era tierra habitada por distintas comunidades.

Lo cierto es que desde 2004 en adelante, año en el que Ginóbili firmó la compra de esa porción de tierra, el clima en Villa La Angostura es de resistencia de las comunidades frente a la persecución constante. Sin ir más lejos, hace dos años el astro del básquet denunció a siete personas de la comunidad a quienes acusó de usurpación. Respecto a esto, Mena dijo: “Ellos manifestaron que la usurpaban porque Ginóbili estaba supuestamente violando la ley de Bosques con un emprendimiento; les aclaré que eran unos vecinos, no él. Solo autorizó el paso de las máquinas (…) Ellos argumentan que Ginóbili está llevando adelante un loteo con una empresa denominada Fideicomiso Lago Correntoso, pero Ginóbili no tiene nada que ver con ellos”.

Sin embargo, las declaraciones del equipo jurídico del crack faltaron a la verdad. Y para aclarar algunos puntos es importante traer la voz del abogado neuquino Virgilio Sánchez, que desmintió lo que el abogado del deportista había afirmado e indicó que “Ginóbili rompió el acuerdo al facilitar que el Fideicomiso Lago Correntoso ingresara con sus máquinas a hacer el estrago ambiental en el bosque nativo (…) porque además tiene un proyecto inmobiliario a través del fideicomiso Terrazas de Correntoso, que es de él”. 

Otros de los datos interesantes que Sánchez pone en la mesa, y que no es menor a la hora de analizar la situación, es el precio de las tierras y lo ilícito del trámite en cuestión: “Ginóbili le compró por 150 mil dólares las tierras al intendente de la dictadura, José Salamida, que a su vez se las había adquirido a un mapuche analfabeto, en la escritura está su dígito pulgar. Eso se llama lesión subjetiva, cuando se abusa de la inexperiencia de personas. Salamida iba con un escribano a los crianceros mapuches, les hacían apoyar el dedo para quedarse con las tierras”.

Por último, es importante mencionar que dicho fideicomiso tiene un acuerdo con el arquitecto Alberto Rossi, cuñado de Mauricio Macri, que es uno de los inversores. Lo que vuelve aún más contradictoria la escena porque detrás de sus discursos respetuosos y sin intereses, Rossi planea una urbanización y Ginóbili una empresa hotelera. ¿De verdad van a respetar al medio ambiente y a las comunidades preexistentes? Como mínimo genera dudas.

En la actualidad, los mapuches reclaman la propiedad comunitaria de la tierra que les pertenece, mientras que el abogado del deportista afirma que si se le retribuye una indemnización devolverá las tierras en disputa. Es importante dejar el ojo en esta problemática, porque a su vez se sigue presionando a las comunidades para poder realizar el famoso emprendimiento hotelero, que requiere atentar contra la naturaleza y asimismo contra las comunidades y su cosmovisión.


Una mano no lava a la otra

Como anunciaba en el principio, todo tiene dos caras y aunque parezca irónico, el mismo que persigue comunidades originarias e ignora sus derechos, es el encargado del proyecto Seamos Uno, que busca reunir fondos para ayudar a personas en situación de vulnerabilidad debido al contexto de pandemia.

Respecto a esta iniciativa, Ginóbili explicó: “Si bien al principio fui reticente, hice la cuenta del dinero que llevaban recaudado y era mucho. Empecé a preguntar y vi la transparencia y la eficiencia con la que trabajaban. Cada caja de mil pesos alimenta a una familia tipo durante una semana”. Al margen de que sería interesante proponerle a “Manu” que viviese él con mil pesos siete días, es importante recordar que se trata de la misma persona que en abril de este año dijo temer por la rebelión del proletariado debido al contexto crítico mundial. Entonces, a Ginóbili parecen conmoverle las injusticias, el hambre, pero a su vez darle miedo la reacción que les pobres puedan tener a causa de eso.

Ginóbili, entonces, quedó como encargado para armar el equipo de trabajo que pondría en marcha y visibilizaría este proyecto. Y convocó a les deportistas Gabriela Sabatini, Diego Schwartzman, Adolfo Cambiaso y Javier Mascherano; al actor Ricardo Darín, a la médica Laura Catena y al cantante Diego Torres. El integrante de la Generación Dorada explicó que eligió a estas personalidades porque transmiten credibilidad. En sus propias palabras, que desbordan un poco de meritocracia y liberalismo, Manu dijo: “Son trabajadores y todo lo que lograron lo hicieron con esfuerzo; son honestos, personas de las que no se duda”. 

Por último, porque podría extenderse mucho más este corto análisis sobre las contradicciones, intereses y desfases del gran ex basquetbolista, otras palabras interesantes que expresó cuando presentó Seamos Uno fueron las que hacían alusión a que “se trata de un proyecto antigrieta”. Es una afirmación que podría disparar varias discusiones, sin embargo lo interesante es pensar cómo todos estos discursos reafirman la histórica separación que se pretende hacer entre el deporte y la política que, de más está decir, está cargada de discursos liberales sobre construir solidaridad pero caritativa y sin partidismo.

Si existió, y existe una grieta en el deporte, es entre quienes pretenden adueñarse del mismo y construir su caminito personal desde el lugar de poder que puede significar, y entre quienes lo conciben como herramienta de transformación social de todes y para todes, que debe construir valores colectivos, que abracen y contengan a toda nuestra sociedad. Si esa es la grieta, sabemos de qué lado está don Manu.


* Hija del mar y la luna de la perla. Entiende que nada es porque sí y que por eso mismo todo 
se puede cambiar. Sueña con un mundo igualitario y confía en que la práctica es la mejor
manera de militar. Es amiga de la palabra en sus múltiples variantes, amante del arte y del
intercambio cultural.
Benetton y las comunidades mapuches: la persecución que nunca termina

Benetton y las comunidades mapuches: la persecución que nunca termina

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POR AGUSTINA FLORES*

La Patagonia, región históricamente en disputa, es conocida por sus extensas tierras y sus poderosos “dueños” de papeles flojos. La “Conquista del Desierto”, realizada a finales del siglo XIX y comandada por Julio Argentino Roca, produjo el genocidio de las comunidades y su “apropiación” para convertirles en mano de obra. La campaña creada con el objetivo de extender las fronteras del Estado Nacional argentino -al igual que el mercado de materias primas- finalizó en 1885, para luego iniciarse el proceso de reparto y explotación de tierras.

Los territorios pasaron por varias manos empresariales durante más de cien años y nunca se realizó ningún procedimiento para rever las apropiaciones y la historia estructural de las tierras, cuyo origen es oscuro y sangriento.

Algunas de las pocas personas que poseen las tierras hoy son el dueño de todas las tierras de Lago Escondido, Joe Lewis; el creador de la CNN, Ted Turner; los dueños de Nestlé, los Suchard; el actor Sylvester Stallone; el inversionista húngaro, George Soros; y, hasta hace poco, el hijo de uno de los fundadores de PepsiCo, Ward Lay. Pero tal vez el mayor terrateniente de la región es Luciano Benetton.

Cuando el Estado argentino repartió las tierras, más de cincuenta compañías inglesas comenzaron a operar en el país, la mayoría de los terrenos fueron administrados por la Compañía de Tierras del Sud Argentino durante casi un siglo. En 1975, la firma argentina “Great Western” compra la compañía y, en 1991 Benetton se hace de las tierras hasta el día de hoy: entre esa fecha y 1997 acumuló 900.000 hectáreas.

Pero, ¿qué es Benetton?

Los orígenes de la textil italiana datan en el año 1965, cuando Luciano, Giuliana, Gilberto y Carlo conformaron la empresa familiar. Con tan solo 20 años, Luciano se convirtió en el presidente de la compañía. Personaje de gran renombre en Italia, pasó por la Formula 1 a través de la inversión en una escudería, y también hizo carrera política cuando fue senador por el Partido Republicano Italiano. Curiosamente su carrera terminó por una investigación por corrupción.

La compañía es conocida por ser una de las más explotadoras del mercado: han tercerizado la producción en países de mano de obra barata, como es el caso de Turquía, donde fue denunciada por explotación infantil. En 2013, en Bangladesh, una de sus fábricas se derrumbó provocando la muerte de 1.132 trabajadores y dejando 2.500 herides. Al comienzo la textil se negaba a pagar indemnizaciones, hasta que por la mala fama que estaban ganando, se vieron obligados a hacerlo.

Volviendo a nuestro país, otro personaje importante es Ronald McDonald, administrador general de Benetton; en otras palabras, el “virrey” de la empresa en las tierras patagónicas. Sus discursos siempre son polémicos: en ellos desconocen los derechos de las comunidades mapuches y se defiende el modelo de latifundios extensos. “No son ocho locos, detrás está la organización Resistencia Ancestral Mapuche”, comentó McDonald para el portal “El País”, además de remarcar que le gustaría que el Estado argentino fuera tan exigente como el chileno, que les aplica la ley antiterrorista.

Las tierras de la familia Benetton son terreno de constante polémica: allí desapareció Santiago Maldonado. El Estado argentino y la empresa llevan una relación muy fina en la que las fuerzas policiales son avaladas para ingresar al predio sin ningún pretexto.

Las comunidades mapuches comenzaron hace más de diez años la reconstrucción de sus hogares mediante la recuperación del territorio que les pertenece ancestralmente. Benetton rechaza el derecho de los pueblos originarios proclamado en la Constitución argentina, asegura que vinieron de Chile, y McDonald remata: “son tan inmigrantes como mi abuelo”, haciendo alusión a su familia escocesa. En contraparte, los mapuches no se consideran ni chilenos ni argentinos, por el hecho de que ambos Estados son construcciones históricas posteriores a la vida de estos pueblos.

El conflicto comenzó con la iniciación del proceso de recuperación de tierras de la familia Curiñanco en 2002. Sin embargo, las propiedades de la Compañía de Tierras del Sud argentino no tuvieron mensura legal hasta 2006, según lo aclarado por el abogado de la comunidad mapuche, Valtrini. Información verificable por las observaciones del departamento de legales del Ministerio de Agricultura. De todas formas, esto no detuvo a Mc Donald para denunciar a la familia Curiñanco de usurpación.

A lo largo de los años otras comunidades mapuches comenzaron los mismos procesos de recuperación terrenal: la comunidad Nehuentuain Inchiñ de Costa del Lepá, la Lof Resistencia Cushamen, la comunidad Santa Rosa Leleque, la Lof Kurache, entre otras.

Son muchos años de lucha donde el Estado solo dialoga con balas y represión. La mayoría de las comunidades han creado guardias en las entradas de sus predios para alertar ante cualquier ataque. Además, se les ha tildado constantemente de ser violentos y terroristas, discursos fuertemente acusadores y discriminadores, que solo buscan que la sociedad piense que existe un justificativo para reprimirles.

Este año el panorama parecía mejorar, o por lo menos tenía las intenciones de hacerlo. En febrero se firmó el convenio para la creación de una “Mesa de Resolución Alternativa de Conflictos Territoriales con los Pueblos Originarios”, para empezar a tomar acciones ante los reclamos que las comunidades realicen.

Una semana después, diferentes comunidades denunciaron que Benetton bloqueó caminos vecinales, de tal forma que se les dificultó el acceso a sus tierras, dejándoles encerrades y obligándoles a rodear grandes extensiones de terreno para poder acceder a la ruta. “Los de la estancia nos pusieron candados nuevos, nos cerraron los pasos. Nos persiguen con la Policía, como si fuéramos delincuentes”, sostuvo Matilde Jofré, la referenta de la comunidad. También se manifestó que las personas que habían quedado dentro de la comunidad se estaban quedando sin comida y sin nafta para los generadores de energía eléctrica. Ante esta situación se enviaron notas al Instituto de Asuntos Indígenas (INAI) y a la Dirección de Asuntos Indígenas de Chubut.

Este mes, luego de que se hiciera público un comunicado repudiando la represión a la Lof Lafken Winkul Mapu, la policía volvió a atentar contra la Lof Kurache. Según lo denunciado, policías de la provincia de Chubut irrumpieron el territorio de la comunidad -cercano a la localidad de El Maitén-. También se señaló que intentaron entrar en comunidades vecinas y se volvió a denunciar el bloqueo de las tranqueras que dificulta la libre circulación.

Las comunidades se encuentran aisladas, pero no por la cuarentena, sino por la marginalidad a la que se las lleva una y otra vez. Existen marcos legales que amparan las recuperaciones de territorios, sin embargo, cuando la legalidad baila por las finas tranqueras de la propiedad privada, ninguna ley parece tener efecto

El domingo pasado comenzó la celebración del Año Nuevo Mapuche, We Tripantu, y esperamos que lo festejen en paz. Lo mínimo que merecen las comunidades es respeto, y se podría arrancar por cumplir las leyes que las protegen y reivindican sus derechos.


* Hija de los vientos patagónicos. Compañera (in)esperada de 
la militancia para la liberación.
Entusiasta del puño y la letra. Lo personal es político, el periodismo también.

Fuentes:
https://elpais.com/especiales/2017/represion-mapuches-argentina/
https://latinta.com.ar/2017/08/imperio-benetton-dueno-patagonia/
https://www.ambito.com/informacion-general/chubut/benetton-bloqueo-un-camino-y-encerro-un-pueblo-mapuche-n5084106
https://kaosenlared.net/lucha-mapuche-comunidad-denuncia-irrupcion-de-la-policia-en-territorio-recuperado/
https://www.lavaca.org/notas/colores-desunidos-de-benetton-otra-vez-contra-los-pueblos-originarios-tranqueras-en-tiempos-de-cuarentena/

La batalla más dura

La batalla más dura

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POR NICOLÁS DE LA IGLESIA*

En medio de un mundo literalmente en llamas, en Argentina, la oposición solo busca avivar esa llama y que todo arda. A todo esto ¿el Gobierno Nacional tiene un mata fuegos?

La realidad parece cada día más compleja y al mismo tiempo más absurda. ¿Debería hacerse un análisis de les mononeuronales que rompieron el aislamiento para defender a un empresa que defraudó al Estado? ¿Cuál es el peso específico que tienen un puñado de personas vociferando idioteces? ¿Por qué el Gobierno Nacional no siguió adelante con la expropiación de Vicentín? ¿Y el impuesto a la riqueza? ¿Cuáles son las campanas que susurran al oído de A. Fernández?

La vida política argentina se caracteriza por ser vertiginosa y por sobre todas las cosas un terreno fanganoso y oscuro. Dentro de ese terreno viscoso hay espías, operadores políticos, lobbys empresarios y demás alimañas que este hermoso sistema alimenta día a día. La realidad pasa a ser un terreno difuso, los análisis quedan cortos y muchas veces parecen pedalear en el aire.

A principios de la cuarentena, cuando todo era color de rosas y los diarios argentinos compartían una misma tapa, se osó poner en discusión si ese 1% de la población más rica debía pagar más impuestos. Es más, el Presidente expresó en una conferencia de prensa que en esta oportunidad debían perder ellos. Automáticamente se activaron las furibundas campañas mediáticas poniendo en cuestión estas palabras y acto seguido el cúmulo de mononeuronales salió a cacerolear.

Las similitudes con el caso Vicentín están a la vista: lo que parecía una excelente noticia para el país, termina siendo un tema que se está extendiendo demasiado y en dónde el Gobierno nacional quiere dar lugar a una imagen de dialoguista. Ahora bien, cuáles son las posibilidades de diálogo cuando del otro lado lo único que quieren es limar la imagen presidencial. A la oposición no le importa convocar a movilizaciones, a las cuales los principales dirigentes no asisten, y que pueden llegar a costar cientos de vidas. Vale la pena recordar que a este sector nunca le importó utilizar al pueblo argentino como carne de cañón para su beneficio personal.

La pregunta es ¿cuál es la verdadera correlación de fuerzas hoy en día? Ciertamente ocupar el despacho presidencial es una carta importante a la hora de querer imponer una cosmovisión. Sin embargo, nunca fue suficiente y hoy en día se hace necesario replantear la estrategia en esta “guerra mediática” que se está llevando adelante contra el gobierno de Todes. Hasta el momento nadie usó esa palabra para calificar a lo que está pasando, pero la realidad no admite otro calificativo.

Lo cierto es que no se puede querer llegar a consensos cuando de la otra vereda lo único que quieren es embarrar la cancha. Tampoco se puede aumentar la apuesta, de eso ya aprendimos en el último gobierno de CFK, en donde la retorica se basó en la confrontación, sin medir el impacto que tendría sobre una clase media barrilete, despolitizada y colonizada. La clave está en cómo poder interpelar a estos sectores de la población. Sin embargo, ¿es posible interpelar a un sector profundamente racista y clasista? ¿Cómo se cambia este círculo vicioso en donde parte del pueblo pone palos en la rueda a cada acto medianamente emancipatorio?

Algo a tener en consideración y que se sabía desde un principio, es que el Frente de Todes es un armado por demás heterogéneo. En el mismo podemos poner de un extremo a Sergio Massa (su silencio sobre las dos cuestiones abordadas más arriba muestra su posición) y en el otro extremo a Juan Grabois. Es tarea entonces de Alberto Fernández y su gabinete poder generar los consensos necesarios para avanzar con unidad.

Tal vez la alternativa para poder llevar adelante las reformas estructurales que son vitales para el futuro del país en los años que vienen, sea llevar estas discusiones de manera más escalonada. Por ejemplo, la cuestión impositiva puede ir siendo de manera gradual hasta llevar a la Argentina a niveles más respetables de incidencia de impuestos a grandes fortunas en el PBI.

La discusión subyacente a todas las problemáticas que atraviesan la coyuntura política es meramente simbólica. Algo no menor, es que las palabras moldean el mundo que nos rodea, le dan forma y condicionan nuestra existencia. Nada existe por fuera del discurso, por lo que es el principal andamiaje en dónde se construyen los imaginarios colectivos y dónde se dan las verdaderas batallas por el poder. Hasta el momento los gobiernos nacionales y populares no pudieron encontrarle la vuelta para hacerle frente a este factor tan importante. Hasta el momento la era de A. Fernández está signada por un camino tumultuoso en dónde no se impondrá quién mejores argumentos esgrima, sino quién utilice mejor las herramientas que tiene a su alcance para hacerse con el imaginario popular.


* Existencialista. La cuestión del "ser" le parece inabordable. El humor es su bálsamo, 
la tabla con la que surfea la ola de mierda que puede ser la realidad. Hace poco se
dio cuenta que siempre fue peronista.
Mella: “No puede ser que presenten un procedimiento de crisis, cuando hace un mes repartieron ganancias por 57 millones de dólares”

Mella: “No puede ser que presenten un procedimiento de crisis, cuando hace un mes repartieron ganancias por 57 millones de dólares”

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Revista Trinchera dialogó con el Secretario General Adjunto de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Rafael Mella, quien analizó la situación del sector en el marco de la pandemia, además de reflexionar sobre la problemática en la empresa LATAM.


¿Coincidís en que la existencia de aerolíneas y rutas aéreas nacionales es parte del ejercicio de soberanía?

Por supuesto. Hoy más que nunca, en el medio de esta pandemia, una vez más quedó demostrado lo que los trabajadores planteábamos respecto de la necesidad de tener una aerolínea de bandera, que no solo cumpla el rol de comunicar al país y comunicarnos con el mundo, sino que también sea importante en épocas de crisis o de pandemia como este. Aerolíneas fue la única línea aérea en la Argentina que ni bien empezó este problema, se puso a disposición de los vuelos de repatriación, los vuelos sanitarios o los vuelos para traer insumos al país. Quedó demostrado que otras compañías aéreas midieron eso por la cuestión económica y dejaron varados a miles y miles de compatriotas en el exterior.

Esto marca un antes y un después en el pensamiento de la necesidad de tener una línea aérea del Estado. Y también lo marca la crisis que estamos viviendo, porque de ésta no se sale sin heridas, sin lastimaduras y cuando uno tenga que pararse a mirar la realidad que se viene, va a tener que mirar que necesita una línea aérea de bandera que siga haciendo fomento y que vaya a los lugares donde nadie quiere ir porque no se gana plata y que podamos llevar la mercadería y las necesidades más urgentes a lugares a donde nadie quiere ir porque esas rutas no son rentables.

Por supuesto sentimos un orgullo enorme de ser parte de ese colectivo de trabajadores que está demostrando cómo se hace patria en momentos de crisis. Compañeros que están poniendo el cuerpo en la primera línea, porque los primeros tiempos de esta pandemia nuestros compañeros recibían a aquellos que venían y que, concretamente, traían el virus. No sólo los trabajadores nuestros, también los compañeros en la Aduana, en Migraciones o los compañeros de los puestos sanitarios. Una aerolínea de bandera es una herramienta fundamental para poder empezar a transitar esta crisis y controlarla de la manera que se la pudo controlar.

Desde el punto de vista del trabajo, todos sabemos cómo la estamos pasando, todos sabemos cómo se está viviendo este momento y los aeronáuticos no somos la excepción. El mundo del trabajo está en esta situación y nosotros estamos viviendo una situación particular porque en realidad, más allá de toda esta actividad sanitaria o de repatriación, vamos a vivir una etapa en donde la aviación va a tardar bastante tiempo en volver a reacomodarse, y no sin pocos cambios.

Evidentemente viene otra etapa, viene otra época, vienen otras condiciones en la que los trabajadores vamos a tener que adaptarnos al nuevo modelo de trabajo. No vamos a salir sin medidas de seguridad que van a tener que cambiar; quizás vamos a tener que revisar todos los protocolos de salubridad de los trabajadores, la propia estructura de trabajo con la cuestión de la cercanía, de la protección, y junto con eso nuevas tecnologías que vienen a cambiarnos, como el teletrabajo, un tema que venía discutiéndose hace mucho tiempo, pero que la pandemia lo aceleró y que vino para quedarse.

Los trabajadores vamos a tener que intervenir para que las patronales no quieran aprovecharse de esa situación y quieran generar excesos en la relación laboral de los compañeros en sus domicilios: tenerlo desvinculado de la relación entre los trabajadores, de estar alejados de sus representantes, cosas que marcan una necesidad imperiosa de que el congreso apruebe alguna de las muchas presentaciones que hay para regular este tipo de trabajo.

Nosotros estamos muy atentos con nuestro Comité de Seguridad Laboral. Compañeros que vienen trabajando junto con la Central hace mucho tiempo y creando conciencia en los trabajadores de la necesidad de tener medidas de seguridad y de salubridad bien concretas, que hoy obviamente se precipitaron y nos obligaron a salir a mirar con mayor detalle la prestación que se necesita.

Aerolíneas, Intercargo, FADEA, la fábrica de aviones de Córdoba, y en general Aeropuertos Argentina 2000, en todas las compañías donde hay gente que nosotros representamos, tuvieron la predisposición para adoptar las medidas necesarias, tener los elementos necesarios de protección. No nos costó tanto trabajo como el que creíamos que iba a haber. Hubo una conciencia general y eso ayudó. De cualquier manera tenemos excepciones y son las que se ven públicamente en estos días con el amague de LATAM de salir del mercado argentino.

Cuando Aerolíneas todavía no era Argentina, LATAM cumplía el rol de conectividad, pero luego intentó romper los límites que tenía y apropiarse de más rutas o dejar las rutas que no les convenía. Siempre hubo una cierta tensión y hoy se llega a esta situación ¿Cómo analizás esa relación entre el Estado argentino y LATAM, y lo que se está viviendo ahora?

Si nos remontamos al ingreso de LATAM (más o menos 15 años atrás), veníamos de una crisis aeronáutica muy fuerte en donde por hacer un intento por tener una competencia salvaje en el mercado se crearon un montón de compañías que de a poquito fueron quebrando, como por ejemplo LAPA con el desastre que generó. Todo eso obligó a que se fueran tomando determinaciones de concentrar en algunos sectores a los trabajadores. Nos costó mucho sostener los ingresos y que no se perdieran las fuentes de trabajo.

Con la llegada de Néstor (Kirchner) se creó una empresa estatal llamada “Federales” (que nunca despegó, por supuesto) porque era más la intención de poder cubrir esa necesidad de mantener a los compañeros con trabajo y cobrando su sueldo. Había que buscar una salida y LAN fue una opción y entró al mercado argentino. Pero desde que entró siempre tuvo la actitud de no querer encuadrarse dentro de las normas legales argentinas, tuvimos muchas dificultades y peleas por el tipo de manejo empresarial que ellos querían aplicar, violando convenios colectivos; una serie de cosas que siempre nos tuvieron en tensión, hasta que finalmente empezaron a entender que estaban en un país donde los trabajadores tenían derechos, había un ministerio que (con idas y vueltas) regulaba e intervenía; al final fueron adecuando su estructura y su cabeza a la realidad de un país como la Argentina, en donde los derechos de los trabajadores fueron conquistados y no estamos en disposición de regalarlos o cederlos. Ellos creen en el Estado solo si son ellos los que lo necesitan.

Llegamos a esta etapa con una compañía que supuestamente tuvo pérdidas en sus balances en los últimos dos años. Cosa extraña esta. Si bien uno no es experto en estas cosas, la última negociación salarial estuvo por arriba del 45%. Raro que acepten esos niveles salariales si después tienen los déficits que dicen tener.

En esta etapa, fueron los primeros que cuando se decretó la cuarentena y sin mediar análisis alguno, vinieron a plantear que los trabajadores teníamos que entregar el 50% de nuestro salario. Como sabían cuál era la respuesta del sindicato, fueron más allá e intentaron negociar individualmente con cada trabajador. Por supuesto no les fue tan bien porque la conciencia de los trabajadores en Argentina ayudan a que esas cosas no pasen.

Esto sumado a que en LATAM, al igual que en otras empresas del sector, siempre estuvo la discusión del sindicato por empresa, cosa con la que en la actividad aeronáutica muchas privadas quisieron avanzar.

Si, ellos en un principio no tuvieron opción y tuvieron que negociar con los sindicatos reconocidos, con personería. Ahí no hubo tanto problema. Estos últimos tiempos con la lógica de la “revolución de los aviones” del ex ministro de transporte de Mauricio Macri, quisieron entrar en la variante de las Low Cost, hacer sindicatos amarillos, por empresa, pero propiciados y promovidos por las empresas, no por los trabajadores. Con lo cual queda claro cuál es su visión de la relación con los trabajadores más allá de la que haya mantenido por una necesidad o por obligación. De hecho crearon un sindicato de pilotos, un sindicato de tripulantes (que después se le terminó saliendo de las manos), le crearon un sindicato a los técnicos y faltará poco (no sé cómo terminará esta historia) para que nos quieran crear un sindicato a nosotros para discutir nuestros espacios.

Lo que sí está claro es que la voracidad de estos grupos empresarios no tiene límites y no usan la razón a la hora de aplicarla: no importa la pandemia, no importa que el mundo se haya caído como se cayó, no importan los miles y miles de muertos. Despidieron gente en Colombia, en Ecuador, en Perú, achicaron el salario en un 50% de la gente que quedó, despidieron todo el personal de tierra de Paraguay sin ningún tipo de negociación. Y quisieron venir a imponer algo parecido acá. Se encontraron, nuevamente, con un país que en materia laboral tiene otras regulaciones y estructuras que las defienden.

Lo que sorprende es que cada vez se vaya más a fondo en cuestiones que evidentemente no terminaron de entender cómo funcionan: salieron a los medios a decir que se iban del país, no se lo comunicaron a sus trabajadores, tampoco a los sindicatos; pero es peor porque no se lo comunicaron al gobierno, y eso sí es una práctica muy complicada, porque a los sindicatos pueden no quererlos, pueden ser una empresa antisindical, ahora, estás operando en un país que tienen normas, leyes; no se puede actuar tan impunemente y decirle al que me dejó entrar que mañana me voy y que le dejo 1700 tipos en la calle.

La otra cuestión es utilizar un mecanismo de la justicia laboral, que hoy si lo tuviésemos que poner en balance, el 90% de las industrias tendrían la posibilidad de utilizar ese tipo de mecanismos para justificar su condición económica actual, y por lógica no lo ha hecho nadie porque la gente sabe dónde está y qué está viviendo. Se muestra una vez más la soberbia, la prepotencia y la forma de manejarse de estos tipos.

Ellos están diciendo que se van a ir del mercado interno. En realidad lo que están diciendo es que van a dejar de operar, que son dos cosas distintas. Porque pretenden quedarse con las herramientas, que son las rutas que el Estado les ha otorgado.

Dejan muy claro que lo que van a hacer es cabotaje. Hacen una presentación en el Ministerio en donde dicen “dejo de operar en el mercado interno, pero dejo todos los acuerdos bilaterales que conseguí en estos cuatro años”, que son los vuelos que salen de las provincias, hechos por LAN Chile, por LAN Perú o por LAN Ecuador: armaron el negocio para las subsidiarias del holding y ahora el mercado interno les preocupa poco; y utilizan un momento de crisis como el que provocó esta pandemia, porque no pagan costos con dejar de decir que van a dejar de volar: no tienen pasajes vendidos (aunque si hubiera sido por ellos los habrían vendido, pero el Estado los frenó a tiempo), no hay gente en los aeropuertos que les vaya a reclamar.

Como gremio ¿qué le están planteando al gobierno?

El jueves pasado desde la FAPA, que es el grupo de sindicatos que funcionamos juntos, tuvimos una reunión virtual con el ministro de Transporte (Mario) Meoni. En realidad el proceso presentado por LATAM está en mesa de entrada, así que todavía no hay ningún movimiento, pero le pedimos al gobierno que intervenga y que lo haga muy duro, muy fuerte porque nosotros no queremos permitir que pase nada con esta gente que no esté justificado.

No puede ser que presenten un procedimiento de crisis, mostrando balances con pérdida, cuando hace exactamente un mes, repartieron ganancias entre los accionistas por 57 millones de dólares. Es una tomada de pelo para los trabajadores, para las organizaciones que los representan y fundamentalmente para el Estado que es el que les dio las posibilidades de estar operando en Argentina.

En concreto estamos pidiendo que se intervenga muy fuerte, impidiendo que esta gente haga lo que se le venga en ganas. Quedamos en tener otra vuelta de reuniones esta semana, esperando que nos convoque el ministerio de trabajo para ir a intervenir en esta presentación. Como le decíamos al Ministro, vamos a dar todas las peleas que tengamos que dar, vamos a realizar todas las acciones que tengamos que hacer porque no queremos que LAN se vaya de la Argentina porque nadie lo está provocando: ni los sindicatos, ni los trabajadores, ni el gobierno, ni Aerolíneas Argentinas, ni toda la sarta de pelotudeces que están diciendo por todos lados para querer justificar una postura empresaria. Vamos a hacer todo lo que sea necesario para que se respete a los trabajadores y a las leyes que los rigen.

Hacerle frente a la pandemia: un ministerio de respuesta inmediata

Hacerle frente a la pandemia: un ministerio de respuesta inmediata

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

POR JONATAN PÉREZ*

La ciencia de nuestro país ha sabido responder de la mejor manera el azote de la pandemia: en las últimas semanas diversos avances de científiques argentines dieron que hablar a nivel mundial. Tal es así que nuestro país se sumó al reducido grupo de países que están en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus.

La semana pasada a estos avances se sumaron dos que no solo demuestran que los organismos públicos de nuestro país están a nivel de las potencias mundiales, sino que el invertir en nuestra ciencia da muy buenos resultados en cortos periodos de tiempo.

Por un lado, uno de los proyectos seleccionados por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en la convocatoria “Ideas Proyecto Covid-19” de la Unidad Coronavirus, creada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación e integrada por el CONICET, comienza a dar muy buenos resultados: un equipo de investigadores argentines desarrollaron un suero terapéutico que, en pruebas de laboratorio, neutralizó al virus SARS-CoV-2.

En un trabajo de articulación pública-privada encabezado por el laboratorio Inmunova y el Instituto Biológico Argentino (BIOL), la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (Anlis), con la colaboración de la Fundación Instituto Leloir (FIL), Mabxience, Conicet y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), este equipo ha logrado desarrollar un suero a partir de anticuerpos de caballos que logró impedir el ingreso del coronavirus a las células en pruebas de laboratorio, dando resultados por demás alentadores.

El suero desarrollado se basa en anticuerpos policlonales equinos, que se obtienen mediante la inyección de una proteína recombinante del SARS-CoV-2 en estos animales, inocua para ellos, y así tienen la capacidad de generar gran cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar el virus. “Estos anticuerpos que se extraen del suero de los caballos reciben luego un tratamiento biotecnológico en el que se le quita lo que se llama ‘dominio constante’, que es una parte del anticuerpo que puede provocar reacciones alérgicas y que se sospecha que es lo que provoca también reacciones inflamatorias”, explicó el director científico de Inmunova, jefe del Laboratorio de Inmunología y Microbiología Molecular en la Fundación Instituto Leloir, Fernando Goldbaum, quien además es investigador del CONICET.

Este tratamiento se denomina inmunización pasiva y consiste en administrar sueros con anticuerpos a los pacientes para que bloqueen y eviten la propagación del agente infeccioso.

Un tratamiento muy similar a este y que también está siendo evaluado, es el uso del plasma de los pacientes que se recuperaron del coronavirus. El plasma contiene los anticuerpos que generaron quienes atravesaron la enfermedad, aunque la gran diferencia es que el suero con plasma de equinos inmunizados tiene como ventaja que puede ser producido a gran escala, además de que en el laboratorio demostró gran poder neutralizante.

Goldbaum señaló que el grupo de trabajo “estaría en condiciones de escalar la producción para abastecer a todo el país mientras que la situación pandémica sea controlada, es decir, tenemos capacidad de producir varios miles de dosis en los próximos meses”.

Para desarrollar el suero terapéutico anti-SARS-CoV-2, Inmunova y el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI-ANLIS) realizaron pruebas en sus laboratorios. El INEI- ANLIS aisló el virus y midió la capacidad del suero de neutralizarlo.

A su vez la Fundación Instituto Leloir, Mabxience e investigadores de la Universidad Nacional de San Martín desarrollaron cantidad suficiente de proteína recombinante para las primeras pruebas.

Una vez confirmada la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT), se espera que durante julio se inicie un ensayo clínico para probarlo en pacientes con enfermedad moderada a severa. Este ensayo evaluará cómo evolucionan los pacientes que reciben este suero en relación a otros de una rama control a los que se le va a administrar el estándar de tratamiento.

Por otra parte, el segundo gran avance en la lucha contra el coronavirus se dio en la capital bonaerense, ya que un equipo de científicas de la Universidad Tecnológica de La Plata logró desarrollar un producto químico que impide que este virus se adhiera a las distintas superficies y objetos de uso diario en centros de salud.

Estas investigadoras retomaron un proyecto que la misma casa de estudios había realizado tiempo atrás, el cual fue adaptado con el propósito de cuidado sanitario, que también es financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación en el marco de la pandemia.

Este proyecto se denomina “Recubrimiento biocida para elementos de protección para personal sanitario”, e intenta trasladar lo que se hizo en maderas (para evitar su deterioro biológico) a todos los objetos utilizados, fundamentalmente telas y otros elementos de uso cotidiano durante la atención de pacientes.

El decano de la institución, Carlos Fantini, explicó que “las doctoras Guadalupe Canosa y Paula Alfieri, junto a un gran equipo perteneciente al Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencia y Tecnología de Materiales de la UTN, fueron las encargadas de tamaño descubrimiento que, sin dudas, brindará un avance significativo en evitar la propagación de los contagios por coronavirus”.

Por su parte, una de las responsables del hallazgo, la ingeniera química y doctora en ingeniería Guadalupe Canosa, señaló que “esto interpondrá una barrera de protección física entre el virus y el personal sanitario que se expone cotidianamente. Es una fórmula química que desactiva la partícula viral que genera el Covid-19” indicó.

Estos nuevos avances son dos claros ejemplos de que esa misma ciencia que fue infravalorada y degrada por el macrismo durante su gestión puede lograr grandes cosas, pero que solo son posibles si el estado invierte y le presta la atención necesaria que esta requiere. Volver a ser Ministerio no es solo un cambio de categoría, es devolverle el prestigio a todes eses que mediante acciones responden y ayudan a que nuestro país y el mundo se vuelvan a poner de pie. Es volver para ser mejores, por nosotres y por todes.


De humor ácido, bastante particular. Un poco friki, un poco otaku. Le dicen "Chino" desde siempre y 
eso no lo cambia por nada. Apuesta por la comunicación popular, por eso intenta ser productor de la
gloriosa No Se Mancha, columnista en Columna
Vertebral, y escritor de la Trinchera. Un colgado que
deja siempre todo para
ultimo momento, lo único que puede llegar a garantizar es que va a llegar
tarde así sea en la esquina de su casa.

Fuentes:
https://www.telam.com.ar/notas/202006/477846-investigadores-argentinos-logran-neutralizar–coronavirus–laboratorio–suero–caballos.html
– https://www.telam.com.ar/notas/202006/478818-cientificas-bonaerenses-desarrollan-sustancia-que-impide-que-el-coronavirus-se-adhiera.html

Bolsonaro parece un Punching Ball

Bolsonaro parece un Punching Ball

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

POR NICOLÁS SAMPEDRO*

Hace varias semanas que se viene especulando respecto de la situación del autoproclamado mesías brasileño. La burla permanente hacia la pandemia y sus implicancias, el enfrentamiento con diversos sectores y la pérdida de apoyo y legitimidad, hicieron que los rumores tomen más fuerza. Pero detrás aparecían los uniformes verde-oliva para alertar que no lo permitirían.

El mal manejo de la pandemia del COVID-19, ha llevado a que Brasil sea el segundo país a nivel mundial en cantidad de contagios por este virus (con más de un millón), y que avance a paso firme a superar las 50 mil muertes.

Es precisamente este hecho el que generó la mayor erosión en la popularidad de la gestión de Bolsonaro. Según la encuestadora DataFolha, mientras a finales de abril alcanzaba el 38%, tan sólo un mes después la impopularidad del gobierno se había disparado a 43%.

Según un estudio realizado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), el desmanejo de Bolsonaro hizo que perdiera el apoyo de sectores ricos y medios de las principales urbes del país como Río de Janeiro y Sao Pablo (principales zonas afectadas por la pandemia).

Según el informe, “Bolsonaro perdió el apoyo de políticos aliados y exfuncionarios de su Gobierno; ha entrado en conflicto público con gobernadores afines y con sectores del Poder Judicial (fundamentalmente, con el Tribunal Supremo Federal)[1].

A esto debe sumarse que su poder de fuego parlamentario también se vio reducido, tras su salida del Partido Social Liberal (PSL); no solo quedó sin partido, sino que fragmentó el bloque en el Senado donde solo 54 legisladores siguen apoyándolo, en tanto que en Diputados debe negociar permanentemente con el grupo conocido como “Centrao” (un conjunto de 10-12 partidos, de aproximadamente 200 diputados).

Como si fuera poco, ya renunciaron varios ministros de distintos gabinetes (Salud, Educación, Justicia). Quizás la salida más significativa fue la del ministro emblema Sergio Moro, quien había sido una pieza clave en el triunfo de Bolsonaro en 2018, tras el proceso ilegal y fraudulento de encarcelamiento al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.

La frutilla del postre fue la difusión (con aval del Supremo Tribunal Federal) de un video de una reunión ministerial que tuvo lugar el pasado 22 de mayo. En esa reunión se pudieron escuchar declaraciones de todo tipo como las del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Selles, proponiendo “que el período de la pandemia sería ideal para pasar reformas “infralegales”, de “simplificación” y “desregulación” de leyes ambientales”, lo que es igual que decir desregular y convertir en legales cosas que no lo eran, dado que los medios están atentos casi en exclusivo al tema de la pandemia.

De igual manera se pudieron escuchar las palabras del ahora ex ministro de Educación, Abraham Weintraub, quien señaló que si fuese por él “ponía a todos esos vagos en la cárcel, comenzando por el STF”. Esto habría sido la gota que rebalsó el vaso, luego de una cadena de “errores” que habrían llevado a Bolsonaro a buscarle una salida decorosa.

Al presidente brasileño cada vez le van quedando menos apoyos, y el descontento social es cada vez mayor. La campaña del Movimiento #Somos70porcento (motorizada por el economista Eduardo Moreira) tuvo gran impacto en redes sociales y se sumó a otras propuestas lanzadas por sectores progresistas[2], no sólo de partidos políticos sino también de artistas, barras de fútbol, abogados, etc.

Los posibles escenarios

Ante la pérdida de legitimidad, Bolsonaro podría terminar saliendo por la ventana ya sea por juicio político (impeachment), por algunas de las investigaciones judiciales en su contra (fundamentalmente por inmiscuirse en el poder judicial al interferir en la Policía Federal), o por anulación de la fórmula presidencial (por 2 investigaciones en curso que tiene el Supremo Tribunal Federal, una relaciona al financiamiento y propaganda de la campaña 2018 y otra por intervenir para retrasar los allanamientos a su hijo Flávio, acusado de financiamiento ilegal y defraudación pública).

En cualquiera de estos escenarios el rol de los presidentes del Senado (Rodrigo Maia) y de la Cámara de Diputados (David Alcolumbre) sería clave. Fundamentalmente la de Maia, ya que es quien debe aprobar el tratamiento tanto del posible impeachment como el pedido de investigación judicial.

Un hecho significativo es que a comienzos de mes, frente al nuevo ‘escenario opositor’, “Maia deslizó que ‘por ahora’ no prospera el juicio político, ampliando los cursos potenciales de desenlace; hay negociaciones en ese sentido en Diputados que pueden cambiar la trayectoria con la que se venía hasta el momento[3] .

De todas maneras, los escenarios pueden ser múltiples y dependerán de múltiples factores: en principio cómo se vaya articulando ese nuevo escenario de oposición donde por un lado estarían las fuerzas que hasta hace no mucho eran aliadas a Bolsonaro y que lo empiezan a mirar con desconfianza (incluso sectores de la elite paulista); por otro lado, las fuerzas de izquierda o progresistas y cómo puedan promover o motorizar las distintas propuestas que se están lanzando.

Un segundo foco a tener en cuenta es cómo pueden llegar a actuar los medios de comunicación de mayor repercusión, fundamentalmente Folha, Estadao y O’ Globo, medios ya directamente en franca oposición al gobierno de Bolsonaro. Los dos últimos parecen ver en la figura Mourao como un posible reemplazo. El vicepresidente del Brasil, “es considerado un “intelectual” al interior de las FFAA (aunque un tanto “líbero” según algunos generales) lo que también permite construir, de cara a los medios y a los sectores de derecha conservadora (no bolsonarista, como el PSDB, y otros partidos) una figura presidenciable y una cara más aplomada del Partido Militar[4].

De todas maneras el control o no de la pandemia será un factor determinante a la hora de evaluar qué puede deparar para el futuro del autoproclamado mesias brasileño. Esto también estará sujeto a los apoyos que aún conserva el mandatario: EEUU, el sector financiero (cabe recordar que los principales bancos privados fueron beneficiados con 161 billones de reales gracias a las políticas del “Chicago Boy”, Paulo Guedes), los sectores evangélicos, algunos empresarios, el sector del agronegocio, y, obviamente, los militares.

El reconocido sociólogo brasileño y coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ), Emir Sader, señaló hace algunos días, que pese a haberse esperado por mucho tiempo, la “autocrítica” de la derecha había llegado. Sus palabras se basan en un artículo de Pedro Cafardo (editor ejecutivo de “Valor”, el periódico de la gran comunidad empresarial brasileña), uno de los emblemas de la derecha de Brasil, que reconoce que ellos tuvieron la culpa de que Bolsonaro llegue a donde llegó y ahora se arrepienten por el desastre que está haciendo.

Sader se pregunta: “¿Cuál es el significado de este mea culpa? En primer lugar, nos damos cuenta de que es posible, incluso desde el punto de vista de las grandes empresas, darse cuenta de estas cosas, tan obvias para nosotros. Segundo, que el PT es realmente el fenómeno maldito de la derecha brasileña. Que el miedo al PT, a regresar a un gobierno que privilegia los derechos de todos, la distribución del ingreso, es el fantasma que enloquece a todo al derecha. Eso, a pesar de que sabían quién era Bolsonaro, empresarios, medios de comunicación, políticos, lo preferían al PT, sabiendo los valores que representa y las posiciones que tiene[5].

Por sólo poner un ejemplo y graficar lo antes dicho: en varias oportunidades Bolsonaro abocó el artículo 142 de la Constitución, que estipula la “intervención de las FF. AA. ante una situación de caos nacional”, y si bien el artículo es motivo de polémica entre los constitucionalistas brasileños, lentamente ha sido instalado como una posibilidad. Esto hasta para algunos sectores de la derecha es algo inaceptable.

Como se puede observar a Bolsonaro aún le quedan algunos retenes, pero más que ser retenes propios, son sus aliados y la conveniencia para éstos de que quien siga asumiendo los costos políticos del desastre y el caos, sea él. Tanto con el juicio político, como si prospera la investigación judicial en su contra, quien lo reemplazaría sería su vicepresidente Mourao. Pero no hay que olvidar que está en curso el tratamiento de una enmienda constitucional que prevé que en caso de renuncia o separación del cargo antes de cumplirse la mitad del mandato (en este caso diciembre de 2020), debería llamarse a elecciones nuevamente.

Está claro que el descontento crece y la figura de Bolsonaro depende más de sus aliados que de sí mismo[6]. Si sigue haciendo lo que hasta ahora, es muy factible que la paciencia de sus aliados se agote y terminen por desecharlo (incluso sectores en EEUU ya empiezan a no estar tan seguros de sostenerle el apoyo). No hay que descartar ningún escenario, menos con Moro fuera del gobierno y haciendo denuncias por corrupción contra Bolsonaro. Aunque todo parece indicar que quienes terminan por nivelar la balanza siguen siendo los que visten de verde-oliva.

Más allá de lo que suceda en lo inmediato, Bolsonaro está recibiendo golpes por todos lados. Tanto así, que parece un punching ball.


* Prefiero escuchar antes que hablar. Ser esquemático y metódico en el trabajo me ha dado algún 
resultado. Intento encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Me irritan las
injusticias, perder el tiempo y fallarle en algo a les demás.

[1] https://www.celag.org/los-destinos-de-jair-bolsonaro/
[2] https://www.telesurtv.net/news/brasil-movimiento-social-exige-renuncia-bolsonaro-manifiesto-20200619-0015.html
[3] Idem 1
[4] Idem 1
[5] https://www.alainet.org/es/articulo/207375
[6] https://medium.com/@misionverdad2012/el-fin-de-bolsanaro-las-m%C3%BAltiples-crisis-que-amenazan-a-su-gobierno-99ed79893c21

Bolivia vuelve al redil imperial

Bolivia vuelve al redil imperial

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

POR PABLO JOFRÉ LEAL*

El objetivo de aquellos que administran hoy a Bolivia resulta evidente: restaurar plenamente el proyecto neoliberal, a través del apoyo que le está brindando Estados Unidos, con sus organizaciones gubernamentales, en temas sociales y de combate a las drogas. También es importante mencionar el trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los préstamos (en este caso la aprobación de 327 millones de dólares durante el mes de abril) que suelen hipotecar el futuro de las naciones exigiendo ajustes estructurales, privatización de las empresas públicas, y jibarizar el tamaño del Estado, entre otras demandas. Tal idea lleva aparejada favorecer a los grupos económicos bolivianos y transnacionales -financieros, comerciales, terratenientes- y al mismo tiempo, otorgar franquicias favorables a las empresas extranjeras vinculadas, fundamentalmente, a la industria petrolera y minera, que vuelven a convertir a Bolivia en un botín de guerra.

El gobierno de facto de Jeanine Añez ha dado un giro en 180º en todos los aspectos que el gobierno del MAS había efectuado en casi 14 años de mandato: política energética, protección social, educación y política exterior, yendo en dirección opuesta a la de esa mirada que se tenía, más volcada a Sudamérica, con relaciones plenas con Venezuela, Cuba, Nicaragua y potencias extranjeras rivales de Washington, entre otras. Hoy, el panorama es distinto y lo seguirá siendo, a menos que en las próximas elecciones presidenciales quien triunfe decida otro camino o un retorno a aquella senda que parece haberle dado estabilidad a Bolivia.

Estas postergadas elecciones están teniendo un camino sinuoso, que deja al descubierto el deseo del gobierno de facto de no abandonar el poder. El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de la nación altiplánica, Salvador Romero, informó que las elecciones se realizarán el 6 de septiembre próximo, decisión que contó con el inmediato rechazo del gobierno y los poderes fácticos en Bolivia. Recordemos que estos comicios ya habían sufrido dos cambios: el 22 de enero, fecha establecida constitucionalmente para llevar a cabo las elecciones presidenciales tras la renuncia del ex presidente Evo Morales, la presidenta de facto, en un acto absolutamente ilegal, se autoprorrogó el mandato hasta el 3 de mayo. Y ese día Añez volvió a aplazar– sin definir fecha – los comicios, tomando como excusa la pandemia por el Covid-19. Fue en ese escenario, que el TSE estableció el 6 de septiembre como día para llevar a cabo este ejercicio electoral.

Sin embargo, a estas alturas, esa fecha tampoco parece definitiva, considerando que seguramente el TSE sufrirá presiones para modificar su decisión, sobre todo porque el gobierno de Añez, y el circulo político y militar que la rodea, han dado claras señales que no desean dejar el poder. Para fortalecer esa posición de continuidad del actual gobierno, pueden darse varias excusas: primero, apelar a la gravedad de la pandemia y los efectos sanitarios y económicos que la enfermedad trae aparejada; y segundo, recusar a alguno de los candidatos, bajo la modalidad de presentar acusaciones vinculadas a la administración anterior porque, Luis Arce, candidato a la presidencia, por ejemplo, fue parte de los gobiernos del MAS. Para quien desea perpetuarse autocráticamente todas las artimañas son posibles.

El gobierno de Añez ha dado muestras que lo suyo es la ambición por el poder, incluso violando todas las promesas efectuadas cuando juro como presidenta interina, sin quorum en la Cámara Baja y menos aún en la primera línea sucesoria establecida por la constitución. Añez está a la cabeza del ejecutivo pero no gobierna, eso lo hace una casta de políticos y empresarios, que han decidido saquear al país y volver a situarlo en la esfera de influencia de Washington, incluso si ello significa mostrar la peor cara de la corrupción. Un comentario publicado por The New York Times aseguraba que Añez, quien lleva tres meses en el cargo, “ha mostrado ser una figura sedienta de poder que busca permanecer en la presidencia más allá de lo acordado y usa métodos peligrosos para la institucionalidad del país”. Mientras, el diario británico Financial Times publicó un editorial, en el que considera la candidatura de Añez como una amenaza al futuro democrático del país por lo demostrado en estos meses de gestión.

Esta conducta depredadora es parte del ADN de este interinato a la fuerza. No en balde Añez y los suyos, en estos escasos 8 meses de gobierno, ya tienen, al menos, 35 acusaciones por actos de corrupción en los más diversos ámbitos: nepotismo, abuso de confianza, sobornos, pago de facturas sobrevaloradas en adquisiciones médicas. Las denuncias respecto a los negociados y la corrupción galopante en importantes empresas estatales bolivianas dan luces de que al país se le están poniendo ruedas, pero no para avanzar al desarrollo y el beneficio social, sino para que sea más fácil llevarse, metafóricamente, estas empresas a las oficinas y casas de los grupos que hoy dominan en el país sudamericano. Ambiciones por tener un trozo de la tajada estatal que significa el litio, las telecomunicaciones, el petróleo y gas, la aviación, la electricidad, y todo aquello que resulta altamente ventajoso para los privados en materia de réditos a corto plazo.

El gobierno de Añez, ha negociado la vuelta de la Oficina de Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) y ha autorizado la vuelta de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), que representa la punta de lanza no militar de los procesos, ya sea para desestabilizar de gobiernos considerados enemigos de Washington, o apuntalar a políticos, periodistas, funcionarios de gobierno, en la idea de controlar la vida de las sociedades donde trabaja. A la par de esta reinstalación de oficinas clásicas de las administraciones estadounidenses, destinadas a garantizar sus intereses, se han generado decisiones que van en la línea de concretar el aislamiento de todos aquellos gobiernos contrarios a Washington.

En las últimas semanas en Bolivia, la USAID, junto a la denominada Fundación Nacional para la Democracia, que a través de millonarios presupuestos promueve, en todo el mundo, las iniciativas del congreso estadounidense, comenzaron a trabajar en el programa, ya clásico en las intervenciones estadounidenses en el mundo, denominado “promoción de la democracia”. Es tan profunda la injerencia estadounidense en Bolivia que el consejero político principal de Añez es el agente de la CIA Erick Foronda. Como afirma el analista Ernesto Eterno “nunca antes la CIA había gobernado un país desde la misma silla presidencial como ahora, incluso perdiendo hasta las formas más elementales, en su larga historia de injerencia y crimen en Bolivia”.

La presencia e influjo estadounidense resulta escandalosamente evidente. El gobierno de Añez, a poco de tomar el control del país, rompió relaciones diplomáticas y expulsó a funcionarios y ciudadanos de Venezuela y Cuba, para posteriormente entrar en una etapa, que ha significado también romper relaciones con Nicaragua y la República Islámica de Irán. En el plano económico su dependencia se evidenció al solicitar el mencionado préstamo al FMI, cuya trazabilidad ha sido imposible de seguir: no existe información sobre en qué se gastará, en qué sectores se va a invertir o si simplemente se transformará en una de esas herramientas para financiar la corrupción y el saqueo de las empresas públicas a través de procesos de privatización, que bien conocemos en Latinoamérica.

Ya a fines de noviembre del año 2019, recién asumida en su cargo de facto, la Sra. Jeaninne Añez señaló que Bolivia tendría un giro radical en las posiciones que su país estaba llevando a cabo en materia internacional. LA prioridad estuvo en reestablecer relaciones diplomáticas plenas con Estados Unidos ya que, según la canciller Karen Longaric, “ese deterioro ha afectado a la imagen de Bolivia pero sobre todo ha afectado a nuestros intereses económicos y comerciales”. Además, Bolivia comenzó a estrechar contactos con el régimen sionista y el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil, desconociendo de paso al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, saliendo del ALBA e ingresando al desestabilizador y desprestigiado Grupo de Lima. Tuvo serios roces diplomáticos con España y México a partir de la persecución política al ex presidente Evo Morales, que implicó la vigilancia de las embajadas de estos dos países, incluso con expulsión de funcionarios diplomáticos de ambos países.

En siete meses de mandato, la Sra. Añez ha tomado medidas absolutamente contrarias a su promesa respecto a la transitoriedad de su estadía en el palacio de gobierno. Sostuvo que no se iba a presentar a las elecciones y no lo ha hecho. Sostuvo que el gobierno era de transición y ya ven, se mantiene con apoyo de la derecha boliviana y Estados Unidos (1). Ha retomado relaciones plenas con Estados Unidos. Ha estrechado lazos con el sionismo solicitando ayuda para combatir a los movimientos de izquierda (ya que son favorables a Palestina) (2). Rompió relaciones con Venezuela y Cuba, expulsando cooperantes (3). Se está trabajando por el retorno de la DEA, lo que se traduce en conversaciones tenidas con altos mandos de ese departamento que, según los críticos del gobierno de Añez, van encaminándose a lograr impunidad para familiares de la presidenta involucrados en narcotráfico (4).

El pasado 4 de junio, en un paso más de distanciamiento de aquellos países que mantuvieron relaciones cordiales con el anterior gobierno boliviano presidio por Evo Morales, la actualpresidenta de facto, Jeanine Añez anunció el cierre de las embajadas en Nicaragua e Irán. El argumento esgrimido por la Sra. Añez fue que con ese cierre se podrían destinar fondos para la lucha contra el coronavirus; dijo no tener “nada contra estos países y pueblos, nobles y hermanos, que respetamos y son amigos”. Con la República Islámica de Irán, la administración del ex presidente Morales había firmado una decena de acuerdos en áreas como salud, defensa, investigación, minería y cooperación industrial.  Es incuestionable que las órdenes vinieron desde Washington.

Resulta innegable, más allá de las palabras de buena crianza de Añez, que el Palacio Quemado está recibiendo fuertes presiones desde Washington y está desarrollando una política exterior en dirección totalmente opuesta a la que se llevó durante casi 14 años en los gobiernos del MAS. Se trata de un retorno de Bolivia al rebaño dócil que maneja el pastor estadounidense y no sería extraño constatar que las promesas de llevar al país altiplánico “nuevamente por el camino de la democracia” comiencen a chocar con los intereses económicos internos y externos. Volver al redil estadounidense y a lo que ello implica puede llevar a Bolivia a un conflicto social de gran envergadura.


* Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones 
Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas
principalmente de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador
de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital
www.politicaycultura.cl

Referencias
1. https://www.infobae.com/america/eeuu/2019/12/17/donald-trump-declaro-su-apoyo-a-jeanine-anez-en-bolivia-en-su-mision-de-asegurar-una-transicion-democratica-pacifica-a-traves-de-elecciones-libres/

2. https://www.hispantv.com/noticias/bolivia/443916/anez-israel-combatir-izquierda

3. https://www.dw.com/es/bolivia-rompe-relaciones-con-venezuela-y-se-retira-de-la-alianza-bolivariana-alba/a-51271927, https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51243162

4. https://tercerainformacion.es/articulo/internacional/2019/11/16/estados-unidos-propone-el-retorno-de-la-dea-a-bolivia-para-fortalecer-sus-relaciones. El 16 octubre 2017 fueron apresados en Brasil los narcotraficantes bolivianos Fabio Adhemar Andrade Lima Lobo y Carlos Andrés Añez Dorado, en el estado brasileño de Mato Grosso. De acuerdo con el reporte policial transportaban 480 kilos de cocaína en estado puro, en el avión que piloteaban.Fabio Lobo es hijo de un ex miembro del Cartel de Cali. ¿Y quién es el narco Carlos Áñez? nada menos que el sobrino de Jeanine Áñez, en aquel momento senadora por unidad democrática.

Calderón: “El tema de la tierra está íntimamente ligado a los grandes ejes del poder financiero”

Calderón: “El tema de la tierra está íntimamente ligado a los grandes ejes del poder financiero”

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En diálogo con el programa Marcha de Gigantes, el investigador de la UBA y del CELAG, Javier Calderón, analizó lo que significa para el país y la región la nueva llegada de marines norteamericanos a territorio colombiano.

Además ahondó en la situación con la pandemia, la ‘línea bolsonarista’ que adoptó el gobierno de Duque para aprovechar la crisis y cómo repercute esta política en la vida cotidiana del pueblo Colombiano.

Por último abordó el problema de la violencia y los vínculos de la guerra con el poder financiero, mediático y los intereses por expandir la concentración de la tierra y poder usufructuar las tierras colombianas sin ningún tipo de regulación.

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