Tierra Arrasada: un archivo fílmico del neoliberalismo

Tierra Arrasada: un archivo fílmico del neoliberalismo

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Jorgelina Urra*

“El documental no solo es un archivo fílmico del neoliberalismo y el libre mercado, es una denuncia, una contraofensiva que se propone marcar al enemigo y por sobre todo, recordarnos que además de la pandemia hay que seguir batallando contra quienes nos arrastraron a las puertas del FMI”.

Estamos a unas semanas de llegar a mitad de año y la pandemia ha llenado la agenda mediática, de tal manera que hay hechos que siguen frescos en la memoria pero no aparecen en las pantallas o la páginas de los diarios. Por eso es clave ver y analizar el documental dirigido por Tristán Bauer, actual Ministro de Cultura y director de “El Camino de Santiago”. Anoche se estrenó en la plataforma de contenidos Nacional CineAr, Tierra Arrasada, un documental que narra los últimos cuatro años de gobierno neoliberal que, de la mano de Mauricio Macri, destrozaron las esperanzas, los sueños y las vidas de les argentines.

El filme recorre en línea cronológica los hechos represivos, las tomas de decisiones, la corrupción, el espionaje y el sin fin de operetas mediáticas y judiciales que el macrismo llevó adelante desde el 10 de diciembre de 2015. Tristán Bauer puso la cámara en cada uno de los momentos en los que los derechos fueron atacados y la impunidad mostraba el rostro; hizo foco en las escalofriantes palabras de cada une de les dirigentes del entonces oficialismo. Estas escenas son testimonio fiel del sufrimiento y la desidia decorada con globos amarillos y alentada con susurros que decían “si se puede”. El documental es la viva imagen y el relato crudo del desguace del Estado así como también, da cuenta de la estrategia política y la lucidez de Cristina Kirchner que no claudicó, y junto a las organizaciones sociales del campo Nacional y Popular, logró articular el amplio arco político que el 27 de octubre fue elegido por el pueblo para gobernar y tratar de salvar el país del hundimiento al que fue direccionado por las políticas macristas.

Rodolfo Walsh dijo “el periodismo es una responsabilidad histórica”, y este trabajo es una muestra de esa responsabilidad, porque mas allá de que hoy podamos tener la posibilidad de volver sobre los hechos por medio de videos, notas, entrevistas y demás; el documental contiene 125 minutos de archivos, de periodismo de investigación, que nos tiene de protagonistas a nosotres y a elles, por lo que no hay operación mediática que pueda hacernos creer que todo aquello está olvidado.

La voz denunciante y suntuosa de Darío Grandinetti relata con cifras y datos estremecedores la cantidad de despidos y las historias de les trabajadores, entre otras cosas. Ésta se mezcla con las imágenes de fábricas desoladas que producen a la mitad de lo que antes producían, o ya no producen, porque no pudieron aguantar el des-financiamiento. De eso se trata, el hilo de esta historia reciente es la supervivencia, como si fuese cosa de un reality show, los personajes, es decir todes nosotres, parecíamos tener una sola y única meta; sobrevivir.

Les argentines aguantamos en el ring cuatro años de golpes. Ni bien sonó la campana, se levantó el cepo, aguantamos la fuga de capitales y una economía que caía en picada. Salimos a las calles, que son nuestro territorio de visibilización cuando los gobernantes no cumplen las promesas y nos encontramos con los perros de Bullrich, así que aguantamos el sofocante gas que nos dejaba sin aire, y las balas de goma que se nos hundían en la piel, incluso vimos cómo se llevaban detenides a nuestres compañeres por luchar. Aguantamos las mentiras, sostenidas y promovidas por un ejército de inoperantes que se hicieron y se hacen llamar periodistas. Aguantamos la persecución a dirigentes polítiques, tanto de organizaciones sociales como de sindicatos, a ex funcionaries y a quien fuese necesario perseguir para perpetuar el poder.

El documental no solo es un archivo fílmico del neoliberalismo y el libre mercado, es una denuncia, una contraofensiva que se propone marcar al enemigo y por sobre todo, recordarnos que además de la pandemia hay que seguir batallando contra quienes nos arrastraron a las puertas del FMI. La deuda es con el pueblo, por eso no podemos ni debemos permitir que los responsables de la desidia sigan opinando sobre lo que se debe o no priorizar en este momento, los medios monopólicos siguen sosteniendo las mentiras que ya nos cansamos de escuchar, deslegitiman el trabajo que realizan les actuales funcionaries, e incluso no cesan en crear noticias que tengan a Cristina de personaje principal para tener a quien culpar. La oposición actual, es decir lo que quedó de ese partido amorfo que es Juntos por el Cambio o el macrismo y que es apoyado por operadores mediáticos como Luis Majul o personajes detestables como Fernando Iglesias, hoy intentan crear la ilusión de que la democracia no está siendo respetada y que tanto Alberto como Cristina intentan llevar adelante una “reforma judicial para buscar impunidad”, cuando sabemos y queda explícito en los archivos del documental, y las vivencias que nos atraviesan, que quienes utilizaron el poder judicial para la persecución política y a contramano de la democracia, fueron elles.       

Hay algo que queda sonando en el aire, que repercute en la cabeza y es, quizás, lo que está permitiendo que todo este circo siga en pie, algo que Macri nunca dejó de repetir: “el cambio cultural que estamos impulsando persigue objetivos concretos”. Y queda claro que el cambio cultural al que aspiraba y aún pretende seguir alimentando no incluye a todes, porque se trata de un cambio direccionado a los intereses extranjeros, a producir para otres, la fórmula es importar la cultura occidental mas meritocrática que fomente el canibalismo simbólico, esa idea de ir tras el American Drem por medio del esfuerzo personal, lo que significa: un Estado desligado de las problemáticas actuales y un mercado al servicio de los intereses del poder dominante. Por eso es que uno de los sectores más golpeados fue la educación pública, a ningún liberal le conviene que un montón de negres pobres tenga acceso a la educación, a comprender su tiempo histórico o peor aún, a transformarlo.

Les docentes fueron un blanco constante durante los cuatro años de macrismo; se les intentó silenciar, deslegitimar y no solo a elles, sino a todo el sistema educativo público. Tuvimos que escuchar de boca del entonces Presidente o la ex gobernadora María Eugenia Vidal, que les estudiantes “caían” en la educación pública porque no tenían con qué pagar las cuotas de una institución privada. El reflejo de estas políticas de desprecio fue, por ejemplo, la explosión de la escuela N° 49 de Moreno, donde murieron Sandra y Rúben. ¿Dónde están les responsables de esas muertes? O quizá podemos mencionar el recorte en el presupuesto educativo, el cierre de universidades o las computadoras que nunca se terminaron de entregar y hoy les hacen falta a cada une de les pibes que a causa de la pandemia no puede asistir a clases.

Ejemplos como los que se acaban de mencionar hay muchos, ahora bien ¿vamos a permitir que estos personajes, responsables del desmantelamiento del Estado sigan hablando, sigan pavoneándose frente a las cámaras de TV o despotricando falacias en distintos medios? La tarea que nos queda es ardua, pero no debemos flaquear; no nos tenemos que dejar influenciar por el odio de la clase dominante y no debemos permitir que nos hagan creer que la plata que hoy falta tiene que salir de nuestros bolsillos. Detrás de todo esto hay responsables que están intentando reconstruir el discurso neoliberal, argumentando que carecemos de democracia. Todes tenemos la fuerza y la capacidad para hacerles frente, y también tenemos las pruebas para condenar a les culpables. El futuro está nuevamente en manos del pueblo, que debe seguir organizado y predispuesto a dar batalla. Sentemos las bases para que quienes vienen detrás de nosotres tengan la posibilidad de soñar.


* Entiende que para que las ideas no mueran hay que escribir, pero como el lenguaje es un universo lleno de palabras muertas y consejos de la RAE; prefiere hablar desde el léxico revolucionarie.
En la demora está el peligro

En la demora está el peligro

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Nicolás Sampedro*

En artículos anteriores se marcaban algunos de los debates que abrió la pandemia del COVID-19 a escala global. En esas líneas también se manifestaba la necesidad de avanzar en ellos ante la inminente respuesta de las elites globales a la situación actual y si bien sólo han pasado algunos días, la realidad es que ya se comienzan a ver esas respuestas.

Hace unos días el filósofo y comunicador mexicano radicado en Argentina, Fernando Buen Abad escribía al respecto señalando que los sectores de poder global “preparan un arsenal de paliativos, analgésicos y entretenimientos ideados para anestesiar la rebeldía, para diluir el espanto develado por la pandemia y para convencernos de que nada puede ser cambiado, que “la cosa es así” y que debemos resignarnos… que alguna migaja caerá de la mesa del capitalismo ‘renovado’[1].

Semanas atrás también se ha analizado el papel que están jugando las deudas externas para los países periféricos o en vías de desarrollo -como, mediática y académicamente, los países centrales gustan denominar a sus oprimidos-. En tal sentido y haciendo honor a sus costumbres occidentalocéntricas e imperialistas, el Fondo Monetario Internacional otorgó millonarios préstamos a varios países de la región.

Según analiza el periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la), Rodolfo Koé Gutiérrez, “entre el 15 de abril y el 1 de mayo el FMI aprobó préstamos a Bolivia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Santa Lucía, por un total de 3.483 millones de dólares, pero con la condicionalidad de las temidas recetas de ajuste pospandémico”.

El colega señala que en todos los casos se condicionó a los países nuestroamericanos a que superada la pandemia, comiencen los ajustes fiscales para devolver estos créditos. Todos países ya castigados de antemano y con situaciones de extrema vulnerabilidad y desigualdad hacia lo interno. La complicidad del organismo con las corruptelas locales se hace insalvable y muy por el contrario a lo que algunos vienen diciendo, las políticas de ajuste del Fondo no cambiaron, fueron puestas en cuarentena.

Esta situación se da en un marco de pérdida masiva de trabajo, y de pobreza y pobreza extremas que se incrementarán sustancialmente según lo planteado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Este organismo señaló recientemente la pandemia dejará a más de 214 millones de personas en la pobreza y a más de 83 millones en la pobreza extrema. Como siempre, les más pobres son les que peor la pasan.

El organismo alertó a los gobiernos de la región a implementar políticas para frenar las consecuencias de la pandemia para no revivir la crisis de los 80, e implementar una renta básica universal para el 34,6% de las personas que habitan este continente y están en situación de pobreza.

Y es que en Nuestra América existen grandes porciones de la población que sobreviven de trabajos informales (53,1% según la Organización Internacional del Trabajo). Según detalla Koé Gutierrez, “en 2018 solo el 47,4% de los ocupados aportaba al sistema de pensiones y más de 20% de los ocupados vivía en la pobreza. Las mujeres, las jóvenes, los indígenas, los afrodescendientes y los migrantes están sobrerrepresentados entre los trabajadores informal[2].

Los datos arrojados por el colega son acoplables a los expresados por el investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en agencia internacional de noticias Pressenza, Javier Tolcachier, quien señaló que “una de cada 10 personas está en la indigencia total, mientras 2 de cada diez está bajo la línea de la pobreza. Claro que con diferencias enormes entre lugares. Mientras 43 de cada 100 seres humanos que viven en el África Subsahariana mal subsisten con menos de 2 unidades de moneda estadounidense – lamentable patrón aún en la estadística internacional – en los países de la OCDE esta proporción es de apenas 0.7 por cada cien[3].

El investigador rescata las cifras relevadas por la FAO, que en su informe de 2019 señaló que 820 millones de personas padecían hambre, en tanto cerca de 2 mil millones sufrían de inseguridad alimentaria.

De igual manera Tolcachier analiza los gastos del sector armamentístico que según cifras del SIPRI, en 2019 el despilfarro bélico sumó la vergonzosa cifra de “1.917 millones de millones de dólares, lo cual equivale a 60.800 dólares por segundo[4].

El contraste de estas cifras astronómicas, da cuenta de la podredumbre del capitalismo neoliberal y globalizado que rige hoy sobre este planeta. Pero la gran desvergüenza de la elite dominante y de sus complejos aparatos de propaganda (conocidos como medios de comunicación hegemónica), no hacen más que intentar tapar estas atrocidades.

Volviendo a Buen Abad, éste enfatiza que las elites dominantes “están tratando de maquillar el sistema económico dominante, sus salas de tortura laboral, sus refinamientos de usura bancaria, sus estrategias de despojo y privatización en educación, salud, vivienda, cultura… están tratando de maquillar las monstruosidades de la industria bélica capitalista, sus adláteres financieros y mediáticos… más todas las canalladas ideadas pertinazmente para humillar a la humanidad con hambre y pobreza”.

Dicho todo esto -y coincidiendo con el filósofo y comunicador mexicano- la pregunta que cabe es ¿Cómo será el mundo después de la pandemia?  Nadie tiene la respuesta, pero lo innegable es que si no se actúa pronto y de manera organizada, se estará ante el peligro de que los poderosos del mundo den respuestas a la crisis y “secuestren el futuro nuevamente”. Como  decía el histórico líder Eloy Alfaro: “En la demora está el peligro”.


* De pocas palabras, escucha más de lo que habla. Esquemático y metódico en el trabajo. Ni comunicador, ni  periodista, ni intelectual, es una cosa amorfa en constante transformación que intenta encontrar y compartir ideas y conceptos que hagan pensar. Lo irritan las injusticias, perder el tiempo y fallar en algo a alguien.

Fuentes:
[1] https://rebelion.org/el-capitalismo-no-morira-de-coronavirus/
[2] http://estrategia.la/2020/05/13/covid-19-dejara-215-millones-de-nuevos-pobres-en-la-region-segun-cepal/
[3] Informe Programa Naciones Unidas para el Desarrollo “Covid-19 y Desarrollo Humano” https://datastudio.google.com/reporting/abd4128c-7d8d-4411-b49a-ac04ab074e69/page/CJbLB
[4] https://www.alainet.org/es/articulo/206463

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